Revista Geológica de América Central 60

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    Formación Bagaces: caracterización de sus unidades para la identificación de depósitos y litofacies
    (2019-06-01) Solano Monge, Juan Pablo; Denyer Chavarría, Percy; Pérez Fernández, Wendy; Lücke Castro, Oscar H.; Madrigal Quesada, María Del Pilar
    La base de la cordillera volcánica de Guanacaste está conformada, en su mayoría, por una potente secuencia de depósitos piroclásticos de edades entre el Mioceno y el Pleistoceno, las cuales corresponden a las formaciones Bagaces y Liberia. En el presente trabajo la propuesta estratigráfica para cada una de las unidades de la Formación Bagaces se determinó a partir de la composición y variaciones verticales en sus depósitos. Las litofacies fueron caracterizadas mediante el análisis de quince núcleos de perforación, levantamiento de secciones estratigráficas en el campo y la recopilación de análisis de secciones delgadas. Las tobas Potrerillos, Limbo I, Sandillal, Pan de Azúcar, Limbo II (Superior), Poza Salada, Santa Rosa, La Casona (depósito Superior), Monte del Barco, Río Colorado y Montenegro corresponden con depósitos complejos que presentan variaciones verticales. Mientras que las tobas Alto Mirador, Rama de Nance, Limbo II (Inferior), Mata de Caña, La Casona (depósito Inferior), Cuajiniquil y Cañas son depósitos sencillos. Los centros eruptivos que originaron las tobas Mata de Caña y La Casona debieron estar cercanos al poblado de Curubandé. Con respecto a la evolución magmática, se considera que existe una variación cíclica entre magmas ligeramente más ácidos o básicos.
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    Estructura del cono piroclástico Pasquí a partir de interpretación indirecta de datos de gravedad
    (2019-06-01) Gutiérrez, Amalia; Solano Monge, Juan Pablo; Argüello Sáenz, Alejandro; Rivera Romero, Federico; Lücke Castro, Oscar H.
    El volcán Irazú presenta, en sus cuadrantes sur y oeste, numerosas estructuras relacionadas con antiguos focos de emisión de lavas y piroclastos fuera de su foco cuspidal. Una serie de estas estructuras se encuentra asociada a una zona de deformación extensional que incluye conos piroclásticos como los cerros Nochebuena, Gurdián, Dussan-Quemados y Pasquí. Este último es un cono piroclástico aportillado con coladas, con evidencias de actividad en un espacio temporal más reciente que 40 000 años. En este trabajo, se estudia la estructura interna del cono piroclástico Pasquí mediante la creación de modelos de densidad a partir de datos de gravedad. Los datos de anomalía de Bouguer a un nivel de reducción de 2 389 m muestran la correlación espacial del cono Pasquí con una anomalía negativa local de corta longitud de onda y amplitud de aproximadamente 5 mGal. Esta anomalía indica la presencia de material menos denso que el entorno del cerro. Se infiere a partir de la geología local y los resultados de los modelos de densidad, que existe un espesor de al menos 300 m de material piroclástico asociado con el cono. Este material de relativa baja densidad contrasta con el entorno de mayor densidad compuesto por lavas andesíticas y andesítico-basálticas de la Formación Reventado y lavas asociadas a actividad fisural originadas en focos como el complejo Dussan-Quemados.
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    La sismicidad del 2018 en Costa Rica
    (2019) Porras Loría, Juan Luis; Linkimer Abarca, Lepolt; Arroyo Hidalgo, Ivonne Gabriela; Arroyo Solórzano, Mario; Taylor Castillo, Magda; Fallas Salazar, Carolina
    Durante el 2018 la Red Sismológica Nacional (RSN: UCR-ICE) localizó 3233 sismos. De estos 285 eventos (~9%) fueron sentidos por la población, incluyendo cuatro sismos relevantes con magnitudes (Mw) entre 5,7 y 6,2. La mayoría (91%) de los sismos percibidos fueron superficiales (< 30 km) y el 64 % tuvo una magnitud baja (Mw < 3,9). El fallamiento local y el regional provocaron el 64 % de los sismos sentidos, 34% fueron originados por el proceso de subducción de la placa del Coco y solo tres sismos sentidos se asociaron con la Zona de Fractura de Panamá. Las zonas con la tasa de sismicidad más alta se encuentran localizadas en el volcán Tenorio, entre Cartago y Tarrazú y en el Golfo Dulce. La intensidad Mercalli Modificada máxima observada durante el 2018 fue de VI debido al sismo de Golfito del 17 de agosto (Mw 6,2) y a otro sismo de la misma secuencia ocurrido el 9 de noviembre (Mw 5,9)