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Neumocistosis: estado actual de conocimiento

Abstract

Neumocistosis, también denominada por otros nombres alternativos como neumonía intersticial de células plasmáticas, neumocistosis infantil epidémica, PjP (Pneumocytis jirovecii Pneumonia) y PcP (Pneumocytis Pneumonia), es una enfermedad oportunista originada por el hongo Pneumocystis jirovecii. El cuadro clínico cursa con fiebre, tos, disnea y puede culminar en un fallo respiratorio, con radiografías que presentan opacidades bilaterales a nivel pulmonar. Así mismo, puede producir infecciones en oído, ojos y otros órganos. Se considera que existe una altísima proporción de infección asintomática, que se da desde la primera infancia. Así, el ser humano es reservorio y portador de la infección, siendo la principal entrada del patógeno la vía aérea. Fue descrito por primera vez en 1909 por Carlos Chagas, identificándose en primera instancia como un protozoario. Al ser una enfermedad oportunista, se reporta principalmente en pacientes con inmunosupresión, procesos oncológicos, trasplantados de órganos y pacientes VIH positivos. Se reconocen varias especies del hongo y es estenoxeno, de manera que tiene alta especificidad para infectar solo a una especie en particular de hospedero, entre ellos los seres humanos, ratas, ratones, perros, entre otros. Este hongo no es cultivable de manera in vitro en medios convencionales de micología; sin embargo, sí se ha logrado cultivar en líneas celulares. El ciclo de vida se lleva a cabo en el pulmón, en el cual se pueden encontrar las ascas, de 4 a 7 µm de diámetro, cuerpo redondeado y pared gruesa, el cual cuenta en su interior con ascosporas, de 1 a 3 µm de diámetro. El hongo cuenta con algunos factores de virulencia para facilitar su invasión a los neumocitos, como las proteínas Msg (glicoproteínas principales de superficie) que actúan como adhesinas, así como evasión de la respuesta inmune mediante enmascaramiento de los PAMS (patrones moleculares asociados a patógenos). Tanto la inmunidad innata como la inmunidad adaptativa juegan un papel importante en la respuesta del organismo al hongo. A la fecha se han desarrollado diferentes modelos de vacunas para impedir el desarrollo de la infección, sin embargo, aún no se cuenta con un modelo aprobado de vacuna para esta patología. Existen varios métodos de detección, en los que sobresalen los métodos de tinción, las pruebas moleculares y las serológicas. En los métodos de tinción se pueden visualizar las ascas y ascosporas en muestras de lavado broncoalveolar (BAL), esputo o biopsias pulmonares, siendo el blanco de calcoflúor con el que se observan mejor. Las pruebas moleculares permiten trabajar con muestras pulmonares, pero con el BAL se obtiene mejores resultados de sensibilidad y especificidad. En las pruebas serológicas sobresale la inmunofluorescencia indirecta (IFA) que permite la detección del hongo incluso cuando hay baja concentración de este. La detección de β-D-glucanas (BDG) permite la detección de antígenos del hongo en suero. Entre los principales medicamentos que se utilizan contra esta infección, sobresalen la pentamidina, trimetoprima-sulfametoxazol, clindamicina-primaquina, dapsona, atovacuona y caspofungina, entre otros. Finalmente, la prevalencia de esta patología en Costa Rica es desconocida, en gran medida debido a que no es una enfermedad de reporte obligatorio.

Description

Keywords

Neumocistosis, Pneumocystis jirovecii, Micosis oportunista, Inmunosupresos, Enfermedades oportunistas, Infecciones fúngicas, Hongos patógenos, Inmunodeficiencia, Sistema respiratorio, Neumonía, Salud pública, Diagnóstico médico

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