Universidad de Costa Rica Escuela de Estudios Generales Sección de Historia de la Cultura El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI Ensayo sobre las dicotomías y las protestas populares Roberto Marín Guzmán Serie Cuadernos de Historia de la Cultura El Medio Oriente y el Norte de África son regiones geográficas de una enorme importancia estratégica, política, económica y sobre todo por el petróleo. Estas dos zonas contienen el 66% de las reser- vas mundiales de petróleo. Como la economía del mundo depende de este hidrocarburo, podemos entender la relevancia de los países que conforman estas áreas. No es por casualidad que las potencias mundiales por medio de la OTAN intervengan militarmente en Li- bia y tengan gran preocupación por lo puede ocurrir en los otros países de estas regiones. En los medios de comunicación masivos hemos sido testigos desde diciembre de 2010 hasta el presente, de las manifestaciones, de las protestas populares masivas y de las demandas de los pueblos del Medio Oriente y del Norte de África, de Marruecos, Argelia y Túnez a Jordania, Bahrayn e Irán, que claman por la democratización de sus sociedades, por una mayor representación popular, por la exis- tencia de elecciones libres y el fin de la represión. También exigen reformas socio-económicas que son urgentes, como acabar con el desempleo, el alto a la corrupción, aumentar los salarios, llevar a cabo reformas educativas, mejorar la seguridad social para todos, ofrecer vivienda digna y medicamentos para controlar y curar las enfermedades. Este libro analiza estos asuntos, hace un balance ge- neral y enfatiza en las causas que han llevado a las manifestaciones populares, a su organización y al éxito que han tenido en algunos de los países de estas áreas, como en Túnez y en Egipto. 26 0,53 El M ed io O ri en te y el N or te d e Á fr ic a en e l s ig lo X X I R ob er to M ar ín G uz m án ISBN 978-9968-46-299-0 El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI: Ensayo sobre las dicotomías y las protestas populares Ejemplar sin valor comercial Universidad de Costa Rica Escuela de Estudios Generales Sección de Historia de la Cultura Consejo Editorial de Cuadernos de Historia de la Cultura Dr. David Díaz Arias Dra. Carmen Fallas Santana M. Sc. Luis Enrique Gamboa Umaña Dr. Roberto Marín Guzmán Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa 26 Serie Cuadernos de Historia de la Cultura Universidad de Costa Rica Escuela de Estudios Generales Historia de la Cultura El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI: Ensayo sobre las dicotomías y las protestas populares Roberto Marín Guzmán 2015 Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa 303.484.095.6 M337m Marín Guzmán, Roberto El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI : ensayo sobre las dicotomías y las protestas populares / Roberto Marín Guzmán. – 1. ed., 1.a reimp. – [San Jo sé], C. R. : Edit. UCR, 2015. xii, 226 p. : il. col., mapas. – (Serie Cuadernos de Historia de la Cultura, 26) A la cabeza de la port.: Universidad de Costa Rica. Escuela de Estudios Generales. Historia de la Cultura. ISBN 978-9968-46-299-0 1. MOVIMIENTOS DE PROTESTA – MEDIO ORIENTE. 2. MOVIMIENTOS DE PROTESTA – ÁFRICA DEL NORTE. 3. MEDIO ORIENTE – POLÍTICA Y GOBIERNO – SIGLO XXI. 4. MEDIO ORIENTE – CONDICIONES SOCIALES. 5. ÁFRICA DEL NORTE. 6. IDENTIDAD CULTURAL. I. Título. II. Serie. CIP/2805 CC/SIBDI.UCR Edición aprobada por la Comisión Editorial de la Universidad de Costa Rica Primera edición: 2011 Primera reimpresión: 2015 La EUCR es miembro del Sistema de Editoriales Universitarias de Centroamérica (SEDUCA), perteneciente al Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA). Diseño de portada: Elisa Giacomín V. • Ilustración de portada: Motivo islámico del Medio Oriente que representa aspectos de la vida cotidiana. Tomado de: Eva Wilson. Diseños Islámicos, Ediciones G.Gili, 1988. p. 17. © Editorial Universidad de Costa Rica, Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, Costa Rica Apto. 11501-2060 • Tel: 2511-5310 • Fax: 2511-5257 • administración.siedin@ucr.ac.cr • www.editorial.ucr.ac.cr Prohibida la reproducción total o parcial. Todos los derechos reservados. Hecho el depósito de ley. Impreso bajo demanda en la Sección de Impresión del SIEDIN. Fecha de aparición, abril 2015. Universidad de Costa Rica. Ciudad Universitaria Rodrigo Facio Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa A Manuel E. López Brenes En testimonio de amistad y en agradecimiento por toda su ayuda durante mi enfermedad Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Una sociedad donde un grupo muy restringido e ilegítimo acapara el sistema político no podría desarrollarse con racionalidad, sin la autonomía de una tecnocracia que actúa a la manera del modelo chino. Y la mayoría de los países árabes sacrifican su tecnocracia en el altar de la corrupción y del autoritarismo. Hicham Ben Abdallah El Alaoui1 1 Investigador del Instituto de Estudios Políticos de Aix-en-Provence, aso- ciado al Instituto de Investigación y Estudios sobre el Mundo Árabe y Musulmán (IREMAM). Se conserva la ortografía de su nombre como se ha dado a conocer en Francia. Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa CONTENIDO CAPÍTULO I A manera de introducción: Presentación de la problemática actual del Medio Oriente y del Norte de África ....................................... 1 CAPÍTULO II El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI: Dicotomías y protestas populares ............................................. 29 1. La política ................................................................... 51 2. La pobreza ................................................................... 66 3. Las pocas oportunidades ............................................. 68 4. El desempleo ............................................................... 71 5. La represión ................................................................. 84 6. La corrupción .............................................................. 100 CAPÍTULO III Consideraciones en torno a las protestas populares en el Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI ............... 105 CONCLUSIÓN ........................................................................ 133 NOTAS ..................................................................................... 139 BIBLIOGRAFÍA 1. Documentos Oficiales .................................................. 183 2. Fuentes Primarias sobre el Conflicto Árabe-Israelí ................................................................ 184 Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa xii 3. Obras de Autores Fundamentalistas ........................... 188 4. Fuentes Generales ....................................................... 191 5. Periódicos Árabes ....................................................... 216 6. Periódicos y Revistas Fundamentalistas ..................... 217 7. Periódicos Internacionales .......................................... 217 8. Páginas de Internet ...................................................... 220 ÍNDICE DE TABLAS ............................................................ 221 ÍNDICE DE MAPAS .............................................................. 223 ACERCA DEL AUTOR ......................................................... 225 Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África vieron terminar el siglo XX igual que como había empezado: por un lado con Occidente tratando de imponerse, y por el otro los árabes y musulmanes en general luchando por su identidad cultural, por sus valores, su ideología, su religión y sus recursos. Lo mismo se puede decir del inicio del siglo XXI para estas zonas geográficas. Aunque los cambios para esta región a lo largo del siglo XX son muchos y sustanciales, la tónica dominante parece ser siempre la misma: Occidente trata de dominar y los árabes y musulmanes defienden lo suyo propio. Las divisiones geográficas y la formación de los Estados en el Medio Oriente y en Norte de África obedecen en gran parte al colonialismo europeo, sobre todo francés e inglés. No hay duda de que los regionalismos y las aspiraciones locales siempre han existido en cada uno de los territorios que hoy con- forman los Estados del Medio Oriente y del Norte de África, pero los europeos dejaron su huella y contribuyeron con gran eficacia en las separaciones locales, regionales, tribales, geográficas, para dividir e imperar con mayores posibilidades de éxito.1 El colonialismo europeo asimismo difundió su cultura, sus costumbres, sus prácticas, así como las ideas, las formas de gobierno, el nacionalismo, el secularismo, el capitalismo, el con- sumismo y tantos otros asuntos que se han manifestado en estas CAPÍTULO I A MANERA DE INTRODUCCIÓN: Presentación de la problemática actual del Medio Oriente y del Norte de África Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura2 zonas desde el inicio de la presencia Occidental.2 Al propagar todos estos asuntos, los cambios eran inminentes. Valga recordar que desde el siglo XIX venían dándose estas transformaciones y difusión de las ideas, prácticas y en general de la cultura europea, a partir de la experiencia de Napoleón en Egipto y Siria en los últimos años del siglo XVIII. El mayor auge y la consolidación de todo lo nuevo se dio a lo largo del siglo XIX. Prueba de ello fue la imposición del capitalismo, de la dependencia económica, de la dependencia tecnológica –claramente vista en lo militar–, en los transportes (el Canal de Suez se inauguró en 1869), los ferrocarriles, los diques, además de los nuevos aportes de la ingeniería. La química para la fertilización de los campos se unió también a este dominio europeo, para la producción de algodón, seda y tantas otras materias primas que se vendían a las fábricas europeas. La dependencia económica iba asimismo estrechamen- te ligada al despliegue e imposición de la cultura europea. La superioridad científico-tecnológica de Francia e Inglaterra se mostraba en cada relación, en cada tratado, en cada acuer- do con las élites dirigentes del Imperio Otomano, o con las de Egipto, Siria, el Líbano, o con las élites de cualquier otra región del Medio Oriente y del Norte de África. Todos los tratados, acuerdos y capitulaciones favorecían a las potencias europeas.3 En última instancia, la dependencia económica dentro de la divi- sión internacional del trabajo era evidente en todos los aspectos de la vida diaria. Un ejemplo de ello se nota en los constantes empréstitos que solicitaban los líderes locales para financiar sus costosas empresas, fueran económicas, de transportes –sobre todo de ferrocarriles–, o militares, como las que puso en práctica Muhammad ‘Ali en Egipto, o como lo hicieron muchos otros en Siria, el Líbano, o en Anatolia, en el corazón mismo del Imperio Otomano. Estos procesos continuaron durante el siglo XX, lo que generó la reacción de algunos líderes y de los pobladores del Medio Oriente y el Norte de África que dieron la lucha por su identidad cultural y en defensa de sus recursos. No en vano surgió el nacionalismo árabe,4 para ser eventualmente sustituido Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 3 por los nacionalismos locales, en lo que mediaron tanto razones internas como externas. Luego de la consolidación de los Estados nacionales, en el Medio Oriente y el Norte de África se vivió con intensidad la etapa de la nacionalización de los recursos: el Canal de Suez, el petróleo, los minerales, el agua potable, la banca, la electricidad, las compañías de seguros, los transportes marítimos y terrestres y posteriormente los aéreos, etc. Es decir, los distintos bienes natu- rales y minerales en los diferentes países, así como muchos de los servicios básicos. Fue entonces cuando las poblaciones siguieron a determinados líderes del momento, como por ejemplo a Jamal ‘Abd al-Nasir (Nasser), entre los árabes, a Houari Boumedienne en Argelia, a Habib Burghiba en Túnez, pero asimismo a líderes turcos como Mustafa Kemal Atatürk y a caudillos iraníes como Muhammad Musaddiq, según los lugares geográficos donde se desarrollaron. Para el caso de Egipto, es oportuno recordar que Nasser estableció con decisión el Socialismo Árabe en este país y los mecanismos de un partido político único leal al presidente, con el que lograba obtener la legitimidad y el apoyo popular. También reprimió a todos los que se opusieran a sus planes, en especial a los al-Ikhwan al-Muslimun [los Hermanos Musulmanes] la fuer- za política opositora más importante. Los Hermanos Musulmanes eran contrarios al presidente Nasser porque veían en sus medidas claros planes de seculariza- ción de la sociedad.5 Nasser asimismo impuso estrictos programas de nacionalización y estatización de la economía egipcia. Tanto sus planteamientos como sus acciones fueron anti-imperialistas, nacio- nalistas y seculares. En la época asimismo se consideraron como parte de los movimientos tercermundistas de lucha y de liberación nacionales. Una de sus primeras medidas fue la nacionalización de los bancos en 1961. La siguiente tabla muestra con claridad este proceso: Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura4 TABLA N.o 1 Proceso de nacionalización de los bancos en Egipto 1947 1960 1963 Bancos extranjeros 64% 14% ---- Bancos egipcios privados 29% 2% ---- Bancos extranjeros locales 6% 2% ---- Bancos árabes 1% 4% ---- Bancos oficiales ---- 78% 100% TOTAL 100% 100% 100% Fuente: Hassan Riad, Egipto, fenómeno actual, Editorial Nova Terra, Barcelona, 1965, p.115, importante obra contemporánea a estas reformas de Nasser. El proceso continuó y poco después Nasser asimismo nacio- nalizó las compañías de seguros. Para 1962 todas las compañías de seguros eran nacionales, como lo muestra la siguiente tabla: TABLA N.o 2 Proceso de nacionalización de los seguros en Egipto 1948 1956 1958 1962 Sociedades egipcias privadas 15% 47% 12% ---- Sociedades extranjeras 85% 53% 16% ---- Sociedades nacionales ---- ---- 72% 100% Fuente: Hassan Riad, Egipto, fenómeno actual, Editorial Nova Terra, Barcelona, 1965, p.120. Los programas de nacionalización que llevaban a la estatiza- ción de la economía también incluyeron a la industria textil, en especial los tejidos e hilados de algodón. El Estado nacionalizó industrias textiles inglesas y francesas, con lo que se convirtió en el director de estas actividades por medio de siete grandes empresas textiles, que el Estado concentró en la ODE. En 1961 Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 5 MAPA N.o 1 El Medio Oriente físico Fuente: Atlas Encarta, 2001, versión electrónica Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura6 MAPA N.o 2 El Medio Oriente político Fuente: Atlas Encarta, 2001, versión electrónica Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 7 MAPA N.o 3 El Norte de África físico Fuente: Atlas Encarta, 2001, versión electrónica Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura8 MAPA N.o 4 El Norte de África político Fuente: Atlas Encarta, 2001, versión electrónica Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 9 a raíz de la nacionalización de la Banca Misr y de las fábricas de hilaturas y tejidos, el Estado se convirtió en el “propietario de la mitad, aproximadamente, de las hilaturas y de las tres cuartas partes de los tejidos”.6 El proceso continuó con la nacionaliza- ción de los transportes y de las compañías de autobuses de varias ciudades, así como los tranvías de El Cairo, que Nasser nacio- nalizó en 1960. Ese mismo año nacionalizó los autobuses de la capital egipcia, organizados en seis grandes compañías privadas de transporte público de la ciudad e interurbano, a lo que debe agregarse la nacionalización de los autobuses de Alejandría.7 Los transportes de mercaderías tanto terrestres como fluviales de igual forma se concentraron mayoritariamente en manos del Estado. Lo mismo se puede decir de la navegación marítima y la aérea. Para culminar, Nasser también nacionalizó las telecomu- nicaciones y los servicios de abastecimiento de agua potable y de energía eléctrica. El Estado asimismo concentró la mayor parte de las actividades y de las acciones de la industria petrolera, de las industrias extractivas y de otras industrias como el tabaco, el azúcar, el almidón y la glucosa. A lo anterior debe añadirse la concentración en manos del Estado del uso de los grandes molinos para triturar el trigo y otros cereales. De igual forma se pueden agregar algunas industrias ligeras como cueros, cerámi- ca, vidrios, pieles, papel, cartón, etc. Estas últimas operaron en forma mixta, capital privado e inversiones estatales. Durante la época de Nasser el Estado desempeñó un papel importante en las industrias químicas, en el caucho, en los materiales para cons- trucción y en los metales.8 Otros líderes más o menos contemporáneos de Nasser, de igual forma llevaron a cabo programas de nacionalización de sus recursos internos. Entre ellos se puede mencionar el caso de Boumedienne en Argelia, que nacionalizó en 1971 los yaci- mientos de las petroleras francesas, los oleoductos y el gas que controlaba la Compañía Francesa de Petróleo. A raíz de estos programas Boumedienne tuvo que enfrentar un serio embargo.9 El gobierno francés impuso un boicot al petróleo argelino y trató de persuadir a otros consumidores para que hicieran lo mismo.10 Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura10 MAPA N.o 5 Egipto Fuente: Atlas Encarta, 2001, versión electrónica Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 11 Otro caso que es muy claro al respecto es el de Mu‘ammar Qadafi en Libia, quien después del golpe de Estado en 1969, y siendo gran admirador y seguidor de los programas nacionalistas de Nasser, se preocupó por la nacionalización de los recursos petroleros de su país.11 Tras muchas vicisitudes, Qadafi logró que las distintas empresas decidieran salir del país, pues la rentabilidad era prácticamente nula. Para ello Qadafi actuó en tres niveles: 1) acoso a los trabajadores extranjeros. 2) disminución del trabajo en las plataformas. 3) la drástica caída en la producción. Así Gulf, Philips, Amoco, Texaco y SoCal abandonaron los yacimientos y dejaron el país. A partir de este momento la Libyan National Oil Company, retomó la explotación del petróleo12 y Qadafi anunció la nacionalización de este hidrocarburo. En término de 10 años los ingresos del país se multiplicaron cinco veces hasta alcanzar los $10.000 per cápita en 1979,13 uno de los más altos del mundo en la época. Los problemas de Libia se dieron principalmente en el plano político internacional, debido a que para diciembre de 1979 el Departamento de Estado de Estados Unidos publicó la lista de países partidarios del terrorismo y/o que apoyaban el terrorismo y Libia se encontraba entre ellos por el apoyo a algunos grupos palestinos terroristas y radicales. También en diciembre de1979 Estados Unidos cerró su sede diplomática en Trípoli a raíz del saqueo que perpetró una turba que atacó la Embajada de Estados Unidos. El motivo, que era principalmente un pretexto, fue el hecho de que esta super potencia había permitido la entrada a Nueva York del depuesto Shah de Irán, Muhammad Reza Pahlavi.14 Estados Unidos asimismo prohibió a los ciudadanos estadounidenses comprar el crudo libio. Poco después, para el año 1986, se declaró ilegal todo comercio de estadounidenses con Libia, lo que refleja la enemistad del gobierno de Estados Unidos hacia este otro país y las sanciones que entonces esta super potencia imponía a Libia. Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura12 MAPA N.o 6 Libia Fuente: Atlas Encarta, 2001, versión electrónica Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 13 Finalmente Estados Unidos culpó a Libia del atentado contra un avión de la compañía Pan Am que volaba sobre Lockerbie, Escocia, el 21 de diciembre de 1988. Las sanciones internacio- nales contra este país fueron inmediatas y afectaron seriamente primero la industria petrolera libia y posteriormente toda su economía.15 Si a lo anterior agregamos que en algunos momen- tos los precios del petróleo han bajado, podemos imaginarnos el impacto negativo sobre la economía del país, en especial sobre los más necesitados del pueblo común. En Libia, como en todos los países, la distribución de la riqueza nunca ha sido equitativa. A todo esto hay que añadir que el embargo petrolero debido a las sanciones internacionales frenó los planes para desarrollar la exploración, la petroquímica y el gas natural. Como a raíz de todo esto Qadafi no podía atraer los capitales occidentales, ni la tecnología, ni los expertos, ni los equipos, los grandes proyectos petroleros quedaron suspendidos.16 Para matener la economía a flote y en proceso de producción, debido a su enorme depen- dencia del petróleo, se tornaba imperativo para Qadafi reactivar la exploración y la producción de crudo. Los años de 1992 a 1999 fueron críticos para la economía de Libia y en general muy difíciles para toda la sociedad. En ese período el crecimiento de la economía cayó a 0.8% por año y el ingreso per cápita se redujo 20%. Como consecuencia de todo lo anterior se generó entonces un gran descontento social y estallaron revueltas en Cirenaica. El pueblo demandó mejores condiciones laborales, aumentos salariales y un reparto más equitativo de la riqueza. Simultáneamente se produjeron varios movimientos para derro- car al general Qadafi.17 Desde entonces éste ha sido también muy represivo contra su población.18 Con el propósito de mejorar su situación económica y en general las condiciones sociales del pueblo, así como para evitar nuevos y más violentos movimientos de protesta contra su régi- men, que clamaban por reformas sociales y mejoras económicas, Qadafi decidió entregar a Occidente, en abril de 1999, a los dos sospechosos del atentado contra el avión de Pan Am en 1988.19 Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura14 Tanto Arabia Saudita como Sur África actuaron en calidad de mediadores en todo este proceso. Qadafi asimismo indemnizó a las 270 familias afectadas por el atentado terrorista, con lo cual se congració con Occidente, primero con Gran Bretaña y luego también con los Estados Unidos. Después de los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre de 2011, Libia se unió a Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, en especial el de los grupos fundamentalistas radicales. Cuando en el año 2003 se levantaron ya las últimas sanciones contra Libia, Qadafi pudo contar entonces con la llegada al país de grandes compañías petroleras, con todo el personal capacitado, con la tecnología de punta y con el dinero para invertir en la exploración, extracción y explotación del hidrocarburo libio. De esta manera el coronel Qadafi logró mejorar la economía del país, no obstante las seve- ras restricciones que impuso a las poderosas compañías petrole- ras. Éstas aceptaron las condiciones y se trasladaron a Libia, pues las ganancias parecían ser enormes y muy atractivas. Además, el crudo libio es de excelente calidad y tiene una aventajada posi- ción geográfica, ya que los pozos petroleros están relativamente cerca de las grandes refinerías europeas. Para Qadafi estos pro- gramas han sido esenciales con el propósito de lograr una mayor estabilidad política, al lado de las mejoras sociales, así como para sus actividades económicas particulares, ya que la familia Qadafi, el coronel Mu‘ammar Qadafi y sus cinco hijos y una hija, se dejan un alto porcentaje de las ganancias del petróleo.20 Lo que hoy día se puede observar es que el pueblo libio ya está hastiado de la corrupción de las autoridades y de que la fami- lia Qadafi acapare enormes ingresos particulares provenientes de los recursos nacionales que pertenecen a todos y no solo a los gobernantes. El reparto desigual de la riqueza, así como la repre- sión política y la inexistencia de una alternabilidad en el poder, han sido los motivos de los recientes movimientos de protesta en Libia contra Qadafi. Las manifestaciones pacíficas, poste- riormente armadas, han generado los enfrentamientos actuales que el mundo ha visto. En última instancia, la presencia de las Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 15 grandes compañías petroleras en territorio libio, así como la gran dependencia que tiene el país de la tecnología y de los expertos en petróleo, es muy probable que el país siga estos contactos con las compañías petroleras y su alianza con Occidente, con o sin Qadafi. En algunos de los países del Medio Oriente y del Norte de África, en los que los programas de nacionalización fueron muy amplios y en cierta medida muy severos, se dio con el correr de los años una reacción contra la nacionalización. Esta reacción se manifestó con reformas neoliberales que culminaron con los nuevos programas de privatización y liberalización de la econo- mía. Al respecto de todo este proceso los casos de Irán, Túnez y Egipto son quizá los más relevantes, aunque no los únicos. En Egipto, por ejemplo, después de Nasser, el presidente Sadat durante la década de 1970 y en los primeros años de la década de 1980 (Sadat muere asesinado en 1981) se dirigió contra los programas de su antecesor e inició una política de des-nasseriza- ción.21 Este proceso lo llevó a cabo en cuatro relevantes planos: 1. Des-nasserización de la sociedad egipcia. Este programa pau- latino se centraba en desmantelar el sector público socialista. 2. Institucionalizar el nuevo programa del Infitah (apertura) de la economía egipcia. Esto significaba abrir la economía egipcia al Occidente, en especial a las inversiones de Estados Unidos, así como crear y fortalecer un amplio sector privado nacional. Para ello se estimulaban las inversiones extranjeras y se abría la economía asimismo a intereses privados. Estos planes eran contrarios a los sistemas de nacionalización y estatización de la economía que Nasser había desarrollado durante los dieciséis años de su gestión como presidente. 3. Acercamiento a los Estados Unidos. Búsqueda de apoyo económico, político y militar de los Estados Unidos, lo que llevaba a un mayor alejamiento de la Unión Soviética.22 Sadat se declaró contra los soviéticos desde 1971. Este pro- ceso culminó en 1972 con la expulsión de 15.000 consejeros soviéticos a mediados de ese año.23 Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura16 4. Democratización de Egipto. Este plan estimulaba el esta- blecimiento de partidos políticos y elecciones libres para democratizar al país, así como la posibilidad de que los distintos partidos políticos pudieran presentar candidatos y lograr representación en la Asamblea del Pueblo (Majlis). Con el propósito de mejorar la situación económica, social y política para la democratización del país, el presidente Sadat propuso la Revolución Correctiva24 (Thawrat al-Tashih) en 1971.25 Sin embargo, los grupos opositores, en especial los Hermanos Musulmanes, denunciaron los fracasos de estos planes. Tan tarde como 1981 Sadat todavía insistía en el éxito de la democratización de Egipto, no obstante las severas críticas que desde 1976 y 1977 en adelante había recibido de los al-Ikhwan al-Muslimun y de muchos otros grupos de oposición a su régimen.26 Sadat aseguraba que todas las agrupaciones opositoras deberían estar agradecidas y orgu- llosas porque estos intentos de democracia hacían aparecer a Egipto como el oásis de estabilidad y seguridad en medio del despotismo caótico del mundo árabe.27 Diez años después de la aplicación de estas políticas de la Revolución Correctiva, para 1981, los al-Ikhwan al-Muslimun señalaban que La Revolución Correctiva estaba en la imperiosa necesidad de corrección.28 Además se tenía clara conciencia de la repre- sión política y de los arrestos, que en la mayor parte de los casos eran injustos. Los programas de la Infitah de Sadat respondían a las nece- sidades de la economía egipcia en un nuevo momento de su historia. Egipto se ubicaba dentro del contexto internacional de la Guerra Fría. Sadat necesitaba en primer lugar obtener la legi- timidad de su gobierno, para lo que hábilmente apeló al Islam. Su primer paso en este sentido fue establecer en la Constitución de 1971 que el Islam era la religión oficial de Egipto. Para muchos el mismo hecho de contar con una nueva Constitución significaba que se estaba avanzando hacia la democratización del Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 17 país. También se declaraba a la Shari‘a como una fuente de la legislación.29 No obstante estos planes por lograr la legitimidad en términos religiosos, en 1974 hubo un ataque terrorista de un grupo fundamentalista contra la Academia Técnica Militar como respuesta al acuerdo al que había llegado Sadat con Israel des- pués de la Guerra de 1973 (la Guerra de Yom Kippur-Ramadan). También este atentado era una reacción a los planes económicos y políticos del presidente. Esto no quiere decir que Sadat no hubie- ra tenido oposición antes de la Guerra de 1973, pero después de este enfrentamiento bélico el presidente concentró sus esfuerzos políticos para mantenerse en el poder y acabar con la oposición. Fueron tres los puntos básicos para lograr estos fines: 1. Aplacar a los islamistas para obtener el apoyo del liderazgo de los ‘ulama’ de la Universidad de al-Azhar y de las nume- rosas mezquitas en todo el país, muchas apoyadas directa- mente por el gobierno. 2. Pacificar a los al-Ikhwan al-Muslimun con el propósito de neutralizar a la oposición islamista más radical. También tenía el plan de utilizar el poder de organización de los al- Ikhwan al-Muslimun contra los nasseristas. 3. Supresión de los grupos islamistas más radicales cuya pro- pensión a la violencia amenazaba al régimen. Para lograr estos proyectos el presidente Sadat reprimió al grupo islamista más radical, el al-Takfir wa al-Hijra y se acercó a los al-Ikhwan al-Muslimun, a los que les permitió publicar, hacia 1976, dos revistas mensuales, al-Da‘wa y al-I‘tisam.30 Sadat también se congració con ellos al permitirles participación políti- ca, y al liberar a muchos de las cárceles. A pesar de su constante oposición al gobierno de Nasser, los al-Ikhwan al-Muslimun apoyaron por un tiempo a Sadat, quien hábilmente supo atraer- los hacia su régimen. De esta manera, para 1976 los Hermanos Musulmanes, unidos a otros partidos políticos, participaron en la elección de la Asamblea que estuvo a favor del gobierno. Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura18 Esta unión de los al-Ikhwan al-Muslimun con Sadat y el apoyo que recibía la Hermandad del gobierno, provocó que este grupo fundamentalista perdiera popularidad. Para muchos egipcios esta relación con el presidente significaba la aceptación de los planes e ideología del gobierno. Por este motivo, además de la radicalización de sus doctrinas, desde finales de 1976 y en especial en el transcurso de 1977, los al-Ikhwan al-Muslimun se separaron de Sadat y reiniciaron su lucha contra el régimen sobre todo a raíz de los planes de Sadat de acercamiento a Israel31 y la firma de paz de Egipto con Israel en 1978-1979, en los acuerdos de Camp David. Estos tratados de paz y los acuerdos de Camp David se han interpretado de diversas maneras, desde una bús- queda sincera de la paz, evitar nuevos enfrentamientos armados y que Egipto sirviera de mediador en los conflictos del Medio Oriente, hasta la necesidad económica de Sadat de proveer a Egipto de inversiones masivas de los Estados Unidos. Esto últi- mo sería factible al lograr una alianza con esta potencia y seguir los lineamientos de paz y estabilidad con Israel en la zona.32 Durante la época de Nasser y el secularismo que le caracterizó, los Hermanos Musulmanes se opusieron a su gobierno e inclusive atentaron en dos oportunidades contra la vida de este presidente. Buscaban no solo una apertura a una mayor democratización de la política y la sociedad egipcias, sino también una mejor distri- bución de la riqueza que llegara a los sectores más necesitados de la sociedad. Posteriormente los al-Ikhwan al-Muslimun se alzaron también contra Sadat. De igual forma se opusieron a Sadat muchas otras agrupaciones fundamentalistas, así como partidos políticos que pretendían también lograr una mayor apertura democrática del país. La aspiración primigenia de todos estos grupos opositores era obtener una mejor y más justa distribución de la riqueza. La lucha les inclinaba obligatoriamente hacia la revolución social, no solo en Egipto, sino en todas partes donde han surgido estos grupos fundamentalistas o islamistas.33 En el caso de Egipto, los programas del Infitah de Sadat habían ampliado considerablemen- te la brecha social, ya que con la apertura económica unos pocos Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 19 se beneficiaron muchísimo, mientras enormes sectores de la pobla- ción se vieron perjudicados. Muchos quedaron en la miseria total, en especial en el campo y en las zonas urbanas marginadas. Todo esto nos explica las reacciones populares y las protestas sociales de entonces. Debido a la situación represiva, anti-democrática y al injusto reparto de la riqueza que se vivió ininterrumpidamente por décadas desde Sadat y durante toda la administración de Mubarak, estallaron las manifestaciones y las protestas populares en el año 2011, contra este último y su gobierno corrupto e injusto. Todo esto ha sido la reacción natural en el siglo XXI a lo mal administrado que estuvo Egipto en el siglo XX y debido también a la injusticia social que predominó durante todo ese período. Pero el caso de Egipto es solo un ejemplo entre otros. Circunstancias semejantes y reacciones parecidas se pueden observar en muchos otros países del Medio Oriente y del Norte de África. Todo lo que está ocurriendo actualmente al inicio de la segun- da década del siglo XXI en estas áreas geográficas deberá estu- diarse –y solo así se puede comprender de forma completa– dentro del contexto general de la globalización, de las imposiciones capitalistas e imperialistas y del papel que juegan las potencias, en especial los Estados Unidos, Francia e Inglaterra en estas regiones. De igual forma debe tomarse en consideración la importancia del petróleo para la economía mundial y las alianzas de las élites loca- les del Medio Oriente y del Norte de África con las potencias. A lo anterior debemos agregar la respuesta de los grupos musulmanes con el Fundamentalismo Islámico. Al-Usuliyya al-Islamiyya, o el llamado Fundamentalismo Islámico, es indudablemente un movi- miento contestatario, anti-imperialista, anti-capitalista y anti-secu- lar. Es factible observar que al igual que tantos otros intentos de lucha contra Occidente, como las respuestas de Nasser, que fueron anti-imperialistas y anti-capitalistas, los grupos fundamentalistas no solo coincidieron con Nasser en estos planteamientos contra Occidente, sino que también fueron contrarios al líder egipcio del al-Qawmiyya al-‘Arabiyya y del Socialismo Árabe. Los islami- yyun son anti-seculares y por ello proponen la alternativa religiosa Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura20 frente a lo que consideran los fracasos de los programas seculares, que no han podido responder a los retos modernos y a los planes de dominio del Occidente. Por este motivo lucharon contra Nasser, pero también se han opuesto a los otros presidentes egipcios. Los islamiyyun asimismo han luchado contra otros gobernantes del Medio Oriente y del Norte de África, cuyas políticas seculares las han identificado con el fracaso. Así se han dado sus enfren- tamientos en Irán, en Marruecos, en Túnez, en Líbano, en Siria, en Bahrayn, en Iraq, entre tantos otros países de estas regiones geográficas. Los movimientos más recientes del Fundamentalismo Islámico; es decir, los neo-fundamentalistas, no solo son contesta- rios, sino también radicales y se asemejan en sus planteamientos anti-imperialistas a los grupos izquierdistas de las décadas de los años 1970 y 1980. Para comprender mejor la problemática actual del Medio Oriente y del Norte de África en el contexto de la globalización, debemos recordar que en la globalización se puede percibir el desarrollo de un sistema mundial que no necesariamente acarrea una civilización mundial. Por ello es frecuente leer que “la uni- ficación tecnológica del mundo” ha llevado al surgimiento de estructuras globales y esto provoca que a menudo se hable de “un empequeñecimiento del mundo”. En opinión de Bassam Tibi, un destacado investigador y experto en la situación del Medio Oriente y del Norte de África, así como en el Islam: The result is a more globalized but equally more fragmented world. Globalization is structural; fragmentation is cultural. Cultural fragmenta- tion manifests the deficiencies of structural globalization.34 [El resultado es un mundo más globalizado, pero igualmente más frag- mentado. La globalización es estructural; la fragmentación es cultural. La fragmentación cultural manifiesta las deficiencias de la globalización estructural.] Toda esta situación de globalización, de internacionaliza- ción de las culturas, de dominio tecnológico y económico, de transferencias bancarias por la red, de imposiciones culturales Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 21 occidentales, han provocado la reacción de los islamistas. En última instancia, como ya se ha señalado, su oposición es contra el capitalismo y el imperialismo. Como grupos contestatarios han estimulado la lucha contra Occidente.35 Durante el siglo XX y lo que va del siglo XXI, en el Medio Oriente y en el Norte de África los árabes y los musulmanes en general han estado bus- cando su propia identidad en esa lucha contra el imperialismo y contra la imposición del capitalismo, que anula la cultura propia y promueve el dominio de la cultura occidental. En las últimas décadas la influencia de la globalización ha generado una res- puesta más inmediata y rápida de los pobladores de estas áreas geográficas y en especial de los islamistas que, a pesar de sus planes de reformulación identitaria, les ha sido imposible escapar a la globalización,36 que se entiende como una carrera al infinito y que nadie puede detener ese “progreso”. Al respecto Mustapha Chérif, quien se desempeñó como embajador de Argelia y luego también como ministro de su país, y finalmente como profesor en la Universidad de Árgel, argumentó: La generalización de la técnica como resultado de la investigación cien- tífica es un beneficio, pero cuestiona tanto las relaciones sociales como las laborales, e incluso las relaciones fundamentales en sí mismas, en la naturaleza, en el mundo, y eso sin tener en cuenta las relaciones vitales con el espacio y con el tiempo. La técnica transforma las referencias, las señas y los marcos tradicionales de la existencia. Obliga a repensar el horizonte general de nuestro tiempo que, con la imagen de la mundialización de la tecnociencia, cerca a nuestro universo político, mental y cultural. El mundo musulmán, como el resto de los pueblos, se enfrenta al desafío del cambio, de las metamorfosis y de las transformaciones. Incluso está afectado por partida doble, ya que pretende ser portador de otra visión de relación con el mundo, de otra práctica de entender el mundo, en el momento que “el mundo” tal como se solía vivir, está desapareciendo tras el mercado-mundo.37 La reacción contra la globalización y contra la modernidad en términos generales, de las últimas décadas del siglo XX y lo que va del siglo XXI, ha sido violenta y ha estado principalmente en manos de grupos islamistas radicales. Buscan tanto en la tradición Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura22 islámica como en el Qur’an la justificación a esta violencia. En esta búsqueda, sobre todo en la tradición (sunna), han hecho más un invento que un descubrimiento y por ello le han dado una enorme importancia al concepto de la Jihad (lucha). Ésta es una obliga- ción que algunos radicales la consideran un deber que tiene igual peso que cualquiera de los cinco arkan (pilares) del Islam. Los islamistas radicales predican que la Jihad es una obligación per- sonal, un compromiso individual, por lo que se impone a todos y en todo momento. Contrario a esto, en la sunna la Jihad es un principio colectivo.38 Al respecto el pensamiento de Sayyid Qutb y el contenido en la obra de Muhammad ‘Abd al-Salam Faraj, que se analizarán más adelante, son básicos para el estudio y comprensión de lo que apuntan los fundamentalistas respecto de los principios y compromisos individuales de la Jihad. Los islamistas sacan de contexto pasajes del Qur’an, con lo cual le dan la interpretación que desean y que mejor se adapta a sus objetivos y praxis políti- ca.39 Estos son los grupos neo-fundamentalistas, entre los que se encuentran algunos de los más radicales, como por ejemplo el de Osama Bin Laden.40 Ya es sabido que estos grupos son terroristas. El terrorismo de igual forma lo justifican en sus planteamientos anti-imperialistas, anti-capitalistas y anti-occidentales, todo lo que se puede resumir como una lucha contra la globalización. Dentro de este contexto un destacado investigador caracteriza las acciones de Osama Bin Laden, con las siguientes palabras: No ha sido San Pedro de Roma el objetivo de Bin Laden. Ni tan siquiera el muro de las Lamentaciones. Ha sido Wall Street. Curioso personaje, él mismo capitalista y especulador en la bolsa, no es ciertamente un feroz enemigo de la economía de mercado, sino que retoma los objetivos y un cierto discurso de una extrema izquierda anti-imperialista y tercermun- dista hoy moribunda. Bin Laden es un hombre moderno, y muy de nues- tro mundo. Por supuesto, no decimos que Bin Laden sea un hombre de (extrema) izquierda, ni que su lucha reciba una legitimidad de este pasado tomado en préstamo. Pero no se puede comprender su movimiento si no es inscribiéndolo en una doble filiación, tanto occidental como musulmana: la de un discurso islámico radical de ruptura con las sociedades existentes consideradas corruptas (cosa que sostienen los talibanes), pero también de anti-imperialismo tercemundista exacerbado…41 Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 23 Un asunto muy importante es que estos grupos neo-funda- mentalistas musulmanes también actúan en Europa y tienen sus seguidores en varios países del Viejo Continente. Muchos de los partícipes de estas agrupaciones radicales, son emigrantes de los distintos países musulmanes a Europa. Un gran número de ellos han adoptado la nacionalidad del país de acogida, pero no se han integrado a esas naciones. Mantienen una lealtad al Islam y a sus aspectos culturales y de aplicación de las leyes de la Shari‘a, que les impide una integración dentro de las sociedades de los países anfitriones, ya que como se adhieren a las tradiciones islámicas, a los textos religiosos y a todas sus costumbres, la integración y asimilación a las sociedades de acogida no solo es difícil, sino que con frecuencia es asimismo nula. Por lo señalado, debido a su aislamiento de la sociedad anfitriona se da, hasta cierto punto, un rechazo de esa sociedad. Es en este ambiente donde algunos de ellos pueden llegar a formar parte de los grupos extremistas, de aquellos radicales que defienden el Islam de cualquier ataque. En esa aspiración pueden inclusive apelar a métodos agresivos contra la sociedad de acogida. Al respecto se puede mencionar el caso de Mohammad Bouyeri,42 el extremista musulmán de origien marro- quí que asesinó al cineasta y escritor Theo Van Gogh en Holanda, debido a los fuertes ataques, críticas y burlas que este ciudadano holandés hacía del Islam por medio de sus películas. Algunos otros musulmanes extremistas y agresivos contra la sociedad anfitriona, llegan al extremo de que aún cuando hayan nacido en Gran Bretaña, por ejemplo, se hayan educado en este país, hayan disfrutado de todos los beneficios que les ofrece el gobierno y la sociedad, rechazan a esta sociedad y prometen una lucha contra las autori- dades británicas y contra su gente. Para el logro de estos objetivos acuden a la violencia y al terrorismo, como quedó evidenciado en los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres, donde ciuda- danos británicos musulmanes de origen pakistaní, fueron aparen- temente los responsables de estos atentados. Como respuesta a los actos terroristas del 7 de julio de 2005 en Londres, el entonces Primer Ministro británico, Tony Blair, Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura24 advirtió a los extremistas musulmanes en territorio británico que si continuaban predicando el odio y la violencia, los expulsaría del país.43 Durante su discurso el Primer Ministro señaló que: Ellos no pueden venir aquí y empezar a incitar a nuestros jóvenes [de algunas comunidades] a llevar a cabo actos violentos contra los británicos [en nuestro territorio]. Si hacen eso, se les obligará a regresar a sus países.44 Lo que proponía Tony Blair era tomar medidas firmes y en contra de la violencia y de los atentados terroristas, pero se ha discutido en los medios británicos si estas medidas no llegaban demasiado tarde y si serían factibles.45 Los jueces británicos han opinado reiteradamente en contra de expulsar a aquellos que si regresaran a sus países de origen podrían ser víctimas de torturas. Los jueces han mencionado en especial los casos de Jordania, Líbano y Argelia. En toda esta discusión se ha enfatizado en el sonado caso de Rashid Ramda, un ciudadano argelino a quien se le ofreció asilo político en Gran Bretaña en 1992, pero que la policía francesa lo requiere como responsable de los atentados en París en 1995. Estos actos terroristas en París provocaron la muerte de diez personas. Ramda ha logrado evadir la extradición hacia Francia apelando a una serie de tecnicismos legales. La Corte Suprema de Justicia de Gran Bretaña se opuso a su extra- dición a Francia, argumentando que un hombre en París, que proporcionaba evidencia contra Ramda, recibió “un mal trata- miento” de la policía francesa durante el interrogatorio.46 La respuesta de los musulmanes en Gran Bretaña a las adver- tencias del Primer Ministro Blair fue instantánea. Rechazaron esas disposiciones y los trámites legales que todo ello involu- craba. Así, el shaykh ‘Umar Bakri, de origen sirio y radicado en Gran Bretaña desde hacía 20 años, se opuso a todo esto y señaló que aunque él no tenía ningún interés de vivir en Gran Bretaña, si las autoridades lo deportaran, su familia sufriría, dado que tenía esposas, hijos, hijas, yernos y nueras. Como respuesta a todo el proceso, y para moderar la situación, Bakri afirmó que él había logrado disuadir a muchos jóvenes musulmanes de llevar Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 25 a cabo actos violentos o de terrorismo en Gran Bretaña, argu- mentando que de acuerdo con la ley musulmana está equivocado dirigir ataques contra el país donde se radica. No obstante esto, la prensa británica reportó que Bakri alabó los actos terroristas del 11 de septiembre de 2001 y los calificó de “magníficos”.47 Los medios de comunicación británicos también señalaron que este líder musulmán declaró que Gran Bretaña había llegado a ser Tierra de Guerra (Dar al-Harb) y asimismo llamó a los musulma- nes a unirse a al-Qa‘ida. Según la prensa, Bakri también apoyó los actos terroristas suicidas.48 Para aclarar al público británico toda la situación, los periodistas dieron a conocer entonces que Bakri había vivido hasta ese momento por espacio de 20 años de los beneficios del gobierno. Él y su familia habían recibido ayudas del gobierno británico hasta el año 2005 por la suma aproximada de £300.000.49 Asimismo este líder musulmán estaba registrado como discapacitado debido a una herida que había sufrido en una pierna durante su niñez, con lo cual recibía una pensión comple- mentaria. La prensa no dudó en calificarlo de musulmán extre- mista, radical.50 Existen también otros informes y reportajes periodísticos muy recientes, en los que se asegura que existen en Europa algunos musulmanes que son partidarios de métodos violentos. En especial en Gran Bretaña algunos líderes musulmanes, que son ciudadanos británicos, sostienen que en el país abundan los jóvenes musul- manes dispuestos a llevar a cabo una guerra santa de terrorismo contra los británicos.51 También se ha comentado que algunos extremistas tienen un discurso muy violento y radical, como por ejemplo el caso de Abu Uzair, británico musulmán, que inclusive públicamente rechazó la lealtad a la Reina y a la nación donde creció y se educó.52 Abu Uzair asimismo aseguró para la televi- sión británica que los musulmanes llegarán a tener en el país sus propias escuelas, sus propias carnicerías, cementerios, etc. y él, junto a otros extremistas, como por ejemplo Abu Hamza, han manifestado públicamente que desean que Gran Bretaña llegue a ser un Estado musulmán donde impere la ley islámica (Shari‘a). Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura26 Para lograr estos fines proponen medios violentos y sus discur- sos con frecuencia incitan a actos agresivos y radicales. Algunos musulmanes calculan que para el año 2050 la mitad de la pobla- ción de Gran Bretaña será musulmana, donde ya existen 1.600 mezquitas y 3.000 imames.53 La prensa británica asimismo ha reportado que algunas libre- rías musulmanas en Londres venden libros y videos en los que se promueven actos violentos, ataques suicidas y glorifican los actos terroristas. También se informa que con frecuencia algunos gimnasios sirven el propósito de líderes radicales para difundir sus ideas extremistas y ganar adeptos a su causa entre los jóvenes que asisten a esos centros deportivos.54 Los discursos violentos y las distintas actuaciones de algunos musulmanes radicales en Gran Bretaña, o en otros países europeos como España, Holanda o Francia, antes que ayudar a los musulmanes, o buscar formas de integración y de asimilación causan, por el contrario, un rechazo colectivo y perjudican a las distintas comunidades islámicas en Europa. Por lo anterior es importante el estudio del diálogo inter- religioso Cristianismo-Islam, así como la comprensión mutua que se ha logrado entre estas dos religiones.55 Como parte también de las dificultades de los musulmanes de adaptarse a las sociedades de acogida en Europa, recordemos el conocido incidente que se dio en el Estado de Baviera, en Alemania. Sin duda este acontecimiento no requiere de mayores comentarios pero tuvo un gran impacto. El incidente consistió en que los musulmanes residentes en esa región alemana afir- maron que para ellos y sus hijos era ofensivo que en las aulas en las escuelas públicas hubiera un crucifijo. Por esta razón demandaron remover esa imagen. La demanda siguió su trámite, pero finalmente el Estado de Baviera, no obstante las opiniones Federales, se opuso a suprimir los crucifijos de las escuelas públicas. Este incidente revela, entre muchas otras cosas, las dificultades que experimentan los musulmanes para integrarse a las sociedades de acogida. De igual forma se puede mencionar el conocido asunto referente al uso del chador entre las niñas Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 27 musulmanas en las escuelas públicas en Francia. En este país finalmente se prohibió en las escuelas públicas vestir esta prenda, así como cualquier otro signo externo que representara a alguna religión, fuera una cruz o una estrella de David, o cualquier otro emblema religioso. Ocurre que en distintos países de Europa algunos neo-funda- mentalistas que han emigrado hacia el Viejo Continente se han reis- lamizado en el Occidente, para lo cual se pueden señalar los casos del marroquí Ahmad Rissam y del egipcio Muhammad ‘Atta,56 que no se han adaptado a los países de inmigración. Así como han adoptado la nacionalidad de los países de acogida, también es importante tener presente que algunos han roto con sus países de origen, para lo cual el caso de Bin Laden con Arabia Saudita es para muchos un modelo a seguir. Otros asimismo han cortado los lazos con sus familias. El caso de Bin Laden vuelve a ser sin duda un ejemplo al respecto. Algunos de estos neo-fundamenta- listas aunque han tomado la nacionalidad inglesa, o francesa, o cualquier otra de Europa, no se han involucrado ni han aceptado completamente a los países de acogida, como quedó evidenciado en los casos de Rissam y ‘Atta. Es decir, también han roto con las naciones hacia donde han emigrado. Todo este proceso se manifiesta asimismo con claridad en el caso de Khalid Kilkal, el principal responsable de los atentados en Francia en 1995. Debido al radicalismo de algunos de los musulmanes residentes en distintos países del Viejo Continente, toda la situación es alar- mante y asusta a Europa. Olivier Roy, un conocido analista internacional y experto en estos temas, caracteriza a los grupos neo-fundamentalistas en Europa con las siguientes palabras, que resumen todo el proceso de lo que se viene explicando: Lejos de representar a una comunidad religiosa, de la que se han marginado, a una cultura tradicional, de la que nada conocen y que rechazan, estos nuevos militantes muestran, casi todos ellos, una actitud de ruptura seguida de una reislamización individual, en la que construyen “su” propio Islam, tal como demuestra el testamento de Muhammad Atta.57 Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Patio de la mezquita al-Azhar, El Cairo. Tomado de: El Islam. La Meca y la gran expansión. Ediciones Rueda, 2002 Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Aparte de lo señalado para los siglos XIX y XX, sin duda al terminar la primera y empezar la segunda década del siglo XXI, el mundo ha sido testigo de las numerosas manifestaciones y de movimientos masivos de población en el Medio Oriente y en el Norte de África que se oponen a sus gobiernos y claman por mayores derechos. Los manifestantes demandan la demo- cratización de la política y la sociedad de sus países, así como una mayor justicia social. Para la movilización de las masas, las concentraciones en determinadas plazas o lugares de sus ciuda- des, los medios de comunicación masivos y en especial las redes sociales como el Internet, el Facebook y el Twitter han jugado un papel decisivo y novedoso, pues tan solo unos pocos años atrás, nadie hubiera imaginado que los movimientos populares, las protestas, las marchas, pudieran organizarse por medio de estos mecanismos.58 Es factible observar que a lo que fueron las luchas nacionalis- tas y de nacionalización de los recursos en el pasado, se vive en el presente la demanda por la democratización de la política y las sociedades, así como un reclamo por el reparto justo de la riqueza y las oportunidades. Es conveniente recordar que en algunos de los países del Norte de África y del Medio Oriente los medios de comunicación masivos han estado tradicionalmente aliados a los CAPÍTULO II El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI: Dicotomías y protestas populares Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura30 gobiernos, no obstante el hecho de que la prensa en general en estos Estados es una empresa privada.59 Los gobiernos locales de algunos de estos países –Túnez, Jordania, Bahrayn, Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, por décadas han aprove- chado esa situación para mantenerse en el poder y para legimitar sus regímenes. ¿Qué ha motivado estas manifestaciones en diversos países del Norte de África y del Medio Oriente? ¿Cuáles son las causas de la movilización masiva, qué demandan los opositores y por qué la lucha contra sus gobiernos? En primer lugar debemos indicar que los países del Norte de África y del Medio Oriente no han tenido experiencias democráti- cas. Aunque Occidente desea que formas democráticas de elección de los gobernantes entren en práctica en esta vasta región, los dirigentes de los distintos países parecen desconocer, o pretenden ignorar, los principios básicos de la democracia, las elecciones libres, la alternabilidad en el poder, la justicia social, el reparto equitativo de la riqueza, la participación del Estado como ente benefactor, etc. Más bien los políticos logran burlar todos los mecanismos para perpetuarse en el poder. Asimismo practican elecciones fraudulentas para continuar, aparentemente de forma indefinida, en la dirigencia de sus países. Algunos ejemplos son por sí mismos elocuentes. Sin embargo, debemos hacer la aclara- ción de que es necesario apartar de este análisis a las monarquías que legítimamente, o de forma cuestionada, se han instaurado en Marruecos, Jordania, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Bahrayn, Omán, Qatar, Arabia Saudita, a las que se agrega una larga lista que fueron desapareciendo a lo largo del siglo XX, como en Libia, Egipto, Yemen, Iraq, Túnez y Siria. Es posible, pues, mencionar los casos de los siguientes gobernantes que se perpetuaron (o se han perpetuado) en el poder. En Egipto Jamal ‘Abd al-Nasir (Nasser) de 1954 a 1970, año en que murió; Anwar al-Sadat, de 1970 a 1981 año en que fue asesinado; Muhammad Husni Mubarak de 1981 a 2011 cuando se vio forzado a abandonar el poder, tras 30 años de ejercer la Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 31 autoridad. En Túnez Habib Burghiba (Bourguiba, como se conoce en Occidente) gobernó de 1956 a 1986 y había logrado que lo declararan presidente vitalicio de su país. Zine al-Abidine Ben ‘Ali depuesto en Túnez tras 23 años de ejercer la presidencia, estuvo de 1987 a 2011 y siempre ganó masivamente las elecciones: en 1989 por el 99% de los votos;60 en 1994 obtuvo el 99.9% de los votos;61 en 1999 el 99.44% de los votos.62 A veces en las elecciones se presentaban otros candidatos, como por ejemplo para los comisios de 1999 se postularon Muhammad Belhaj Amor, por el Partido de la Unidad Popular (PUP) y ‘Abd al-Rahman Tlili, del Partido de la Unión Democrática Unionista (UDU). El candidato-presidente Ben ‘Ali se postuló por el Partido Neo-Dustur, o Partido Neo- Constitucionalista, que a partir de la coalición de 1989 se llamó Agrupación Constitucional Democrática (ACD).63 Recordemos que en Túnez se dio un importante Pacto Nacional en noviembre de 1988 en el que se manifestaron los principios llamados de la nueva era. Los distintos partidos de la oposición legalmente consti- tuidos en el país aceptaron esos principios, y de forma extraoficial los ratificó también el Hizb al-Nahda, que el gobierno de Ben ‘Ali había proscrito.64 A lo anterior debemos agregar que la reforma constitucional del 25 de julio de 1988 reafirmó el carácter presi- dencialista de la República de Túnez y suprimió la condición vita- licia de la presidencia de la República. Esto resultó muy significa- tivo en el momento y aparentemente se daban las posibilidades de una apertura democrática del país. Sin embargo, casi de inmediato se probó que no era más que una ilusión.65 En opinión de Juan Montabes Pereira al referirse a los can- didatos a la presidencia, contendientes contra el presidente Ben ‘Ali para las elecciones de 1999, afirmó: Estos dos últimos candidatos, conscientes de las limitadas posibilidades de éxito y el papel que debían cumplimentar en estas elecciones destinadas a plebiscitar el liderazgo y la presidencia de Ben Ali, declaraban unos días antes de las elecciones que no era su intención ensombrecer la campaña del Presidente. De lo que se trataba esencialmente era de consolidar el plura- lismo democrático ya que, según ellos mismos declaraban, “lo esencial es romper el tabú de la candidatura única”.66 Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura32 MAPA N.o 7 Túnez Fuente: Atlas Encarta, 2001, versión electrónica Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 33 Al referirse a los resultados de las elecciones, también argumentó: A pesar de los raquíticos resultados obtenidos por M. Belhaj Amor y Abderramán Tlili (0.31 y 0.23%, respectivamente), su concurrencia elec- toral habría reportado a la cultura política tunecina un elemento cierta- mente innovador en ese contexto, como es el de la competencia. Por otro lado la propia legitimidad del régimen y su credibilidad internacional se podía entender que se reforzaría con la presencia más o menos pactada de dos aspirantes, internamente creíbles en sus trayectorias pero difícilmente sustraíbles al centrifuguismo del régimen. Sea como fuere, lo cierto es que por primera vez desde su independencia los tunecinos podían percibir la posibilidad de mutación y alternancia.67 En las elecciones posteriores el candidato-presidente Ben ‘Ali siempre ganó por una votación masiva que le otorgaba los más altos porcentajes en las elecciones. Así, en el año 2004 Ben ‘Ali obtuvo el 99.5% de los votos y en las elecciones del año 2008 obtuvo el 89.6% de los votos.68 Veamos los datos absolutos y porcentajes en las siguientes tablas, para las elecciones en Túnez de los años 1989, 1994 y 1999. TABLA N.o 3 Elecciones presidenciales en Túnez, 1989 1989 Números Absolutos Porcentajes Electores 2.211.925 Votantes 2.073.719 76.5% Votos Nulos 31.836 1.6% Votos Válidos 2.041.883 98.5% Zine al-Abidine Ben ‘Ali 2.041.883 99% (100% de los votos válidos* Fuente: Juan Montabes Pereira, Las otras elecciones. Los procesos y sistemas elec- torales en el Magreb, Agencia Española de Cooperación Internacional, Madrid, 1999, p.193. / *Se ha agregado a la tabla preparada por Montabes Pereira esta información concerniente a los votos válidos. Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura34 TABLA N.o 4 Elecciones presidenciales en Túnez, 1994 1994 Números Absolutos Porcentajes Electores 3.150.612 Votantes 2.989.880 94.9% Votos Nulos 2.505 0.1% Votos Válidos 2.987.375 99.9% Zine al-Abidine Ben ‘Ali 2.987.375 99% (100% de los votos válidos* Fuente: Juan Montabes Pereira, Las otras elecciones. Los procesos y sistemas electorales en el Magreb, Agencia Española de Cooperación Internacional, Madrid, 1999, p.193. / *Se ha agregado a la tabla preparada por Montabes Pereira esta información concerniente a los votos válidos. TABLA N.o 5 Elecciones presidenciales en Túnez, 1999 1999 Números Absolutos Porcentajes Electores 3.605.942 Votantes 3.296.020 94.9% Votos Nulos 8.799 0.1% Votos Válidos 3.287.221 91.4 % Zine al-Abidine Ben ‘Ali (ACD) 3.269.067 99.44 % Muhammad Belhaj Amor (PUP) 10.492 0.31 % ‘Abd al-Rahman Tlili (PUDU) 7.662 0.23 % Fuente: Juan Montabes Pereira, Las otras elecciones. Los procesos y sistemas electorales en el Magreb, Agencia Española de Cooperación Internacional, Madrid, 1999, p.193. Como una hábil medida política, en 1986 Ben ‘Ali decla- ró que el presidente Burghiba se encontraba incapacitado para gobernar. Para ello presentó una serie de documentos médicos Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 35 (expedidos por siete facultativos) que lo incapacitaban para seguir al frente de la presidencia de la República y era necesario retirarlo de sus funciones. Ben ‘Ali, entonces primer ministro, asumió la presidencia de la República a partir de ese momento.69 Otro caso de un líder árabe que se perpetuó en el poder fue el de Hafiz al-Asad. En Siria Hafiz al-Asad estuvo en el poder de 1971 al año 2000 cuando murió. Al-Asad se convirtió en el man- datario de Siria tras un serio enfrentamiento contra su opositor Salah Jadid, lucha en la que no solo mediaron los aspectos políti- cos y las pretensiones por el poder, sino también las tradicionales disputas entre las tribus.70 Al-Asad pertenecía a la tribu Mutawira y Jadid a la tribu Haddadin.71 Poco antes de morir, Hafiz al-Asad nombró a su hijo Bashar como sucesor en el poder, como si se tratase de una monarquía. Bashar al-Asad ejerce la autoridad de presidente de la República Siria desde el año 2000 hasta la fecha. En el caso de los palestinos, es posible recordar al líder de la OLP, Yassir ‘Arafat, que empezó a regir los destinos de esta organización para la liberación de Palestina desde 1969 y terminó con su muerte acaecida el 10 de noviembre de 2004. Más de tres décadas dedicado a la lucha por los derechos de su pueblo y a la liberación de Palestina de la ocupación militar israelí.72 Otro ejemplo más de un líder árabe que se perpetuó en el poder. En Argelia ‘Abd al-‘Aziz Buteflika se mantiene en el poder desde 1999 hasta la fecha. Recordemos que en las elecciones del 15 de abril de 1999 ganó por 73.8% de los votos, mientras que los otros candidatos obtuvieron los siguientes porcentajes: Ahmed Taleb Ibrahimi 12.5%; ‘Abd Allah Djaballah 4%; Aït Ahmed 3.2%; Hamrouche 3.1%; Moxdad Sifi 2.2% y Yusuf Kateb 1.2%73 Ibrahimi, Djaballah, Aït Ahmed y Hamrouche dos días antes de las elecciones emitieron un comunicado en el que acusaban a las autoridades de iniciar un fraude masivo a favor de Buteflika el candidato oficial. Al denunciar el fraude aseguraron que a los centros de votación se habían enviado un gran número de papeletas adicionales, todas para el candidato oficial. También afirmaron que a las fuerzas de seguridad las habían instruído Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura36 MAPA N.o 8 Argelia Fuente: Atlas Encarta, 2001, versión electrónica Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 37 para que impidieran que los representantes de los otros candida- tos pudieran estar presentes en las mesas de votación.74 Al día siguiente e unió a estos reclamos otro de los candidatos, Moxdad Sifi, quien manifestó, en nombre de los seis aspirantes contrarios a Buteflika, que él tenía pruebas de que a pesar de las promesas de Zéroual, el presidente de Argelia del momento, de que las elec- ciones serían transparentes,75 en las mesas de votación itinerantes que se proveían para las poblaciones nómadas del Sahara y en los centros de votación para las Fuerzas Armadas, habían empezado a recibir los votos con mucha antelación. Sifi demandó que esas mesas de votación se anularan y solicitó discutir estos asuntos con el presidente. El presidente Zéroual declinó reunirse con el candidato y afirmó que esas acusaciones eran falsas y exagera- das. Zéroual además acusó a los seis candidatos de que estaban intentando desacreditar al gobierno y engañar a la opinión públi- ca. Los candidatos anunciaron que entonces se retiraban de la contienda y que Buteflika se presentaría solo. Éste manifestó que no asumiría la presidencia de la República a menos que obtuvie- ra un porcentaje sustancial de la votación. Como no fue posible cambiar las boletas de votación que ya tenían los nombres de los contendientes que propusieron apartarse de la candidatura, éstos recibieron los votos de sus simpatizantes, con los porcentajes que se indicaron más arriba.76 Para muchos en Argelia esta elección fue fraudulenta y han cuestionado asimismo las otras elecciones que se han llevado a cabo posteriormente. Estos supuestos frau- des electorales le han servido a Buteflika para mantenerse en el poder por más de una década. En Egipto las elecciones con frecuencia han sido fraudu- lentas, tanto para la presidencia de la República, como para el parlamento. Esto ha permitido a los presidentes perpetuarse en el poder. Mubarak, por ejemplo, siempre ganó las elecciones por amplios márgenes, pero lo mismo es cierto también para sus antecesores Anwar al-Sadat y Jamal ‘Abd al-Nasir (Nasser). Los distintos partidos políticos de oposición a menudo han acusado al gobierno de fraude electoral. Al respecto se puede mencionar Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura38 por ejemplo el caso de las elecciones de 1987, solo por mencionar una de las tantas denuncias de fraude por parte de la oposición.77 En ese año tanto el Neo-Wafd como el RNPU acusaron directamente al ministro del interior de haber falsificado los resultados.78 Otro par- tido político, el Alianza, conformado por una coalición que incluía al PST y al PLS y a los Hermanos Musulmanes, se postulaba como un partido fuerte y con una bien organizada estructura ideológica. Igualmente fuerte era la ideología del RNPU, dentro de los grupos de oposición. El RNPU por ejemplo arengaba el lema Min Ajal Misr Watanan, li’l-Hurriyyat, al-Ishtirakiyya wa al-Wahda (Por Egipto como Nación, por las Libertades, el Socialismo y la Unidad).79 Por otra parte, los Hermanos Musulmanes apelaban a los elementos religiosos y así señalaban, dentro del Partido Alianza: Al-Islam huwa al-Amal. Allah huwa al-Gharad. Muhammad huwa al-Murshid wa al-Qur’an dusturuna. La Sharq wa la Gharb, al-Islam, al-Islam.80 [El Islam es la Esperanza. Dios es nuestro fin. Mahoma es nuestro Guía y el Qur’an es nuestra Constitución. Ni Oriente ni Occidente, Islam, Islam]. Después de los resultados de la elección de 1987, el Partido Alianza igualmente acusó al gobierno de fraude electoral. Sin embargo, este partido consideró que como tal había salido ganan- cioso de las justas electorales, pues varios de sus representantes accedían a la Cámara de Diputados (al-Majlis). Alianza obtuvo el 17.5% de la votación a nivel nacional con un total de votos de 1.163.758, lo cual significó un avance de 766.270 votos más que en las elecciones de tres años antes (1984), que en un período de solo tres años nos lleva a pensar en el voto islamista.81 Los islamistas realizaron una intensa labor social en pueblos y barrios populares y al apelar al Islam como religión, como alternativa y como solución a todos los problemas, ganaron muchos adeptos. A lo anterior también debemos sumar su labor de apoyo a los más necesitados, ayudas a las escuelas, a los dispensarios, así como sus detallados programas de beneficencia. Los islamistas igualmente han aportado muchos beneficios a las clases medias. Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 39 Estas acciones le generaron numerosos votos al Partido Alianza de coalición. En total pudieron ganar 36 escaños para al-Majlis, distribuidos así: Giza 6 escaños Daqahliyya 6 escaños El Cairo 11 escaños Al-Minya 5 escaños Gharbiyya 5 escaños Alejandría 3 escaños82 El partido oficial, el Partido Nacional Democrático, obtuvo 346 escaños del total de 448, lo que significó una amplia mayoría en la Asamblea Popular.83 En el mes de julio de 1987 con más de dos terceras partes de la Asamblea Popular, el parlamento presen- tó a Muhammad Husni Mubarak como el candidato para obtener un segundo período presidencial de seis años en Egipto. Así Mubarak, el único candidato, recibió, el 5 de octubre de 1987, el 97.1 % de los votos en un referéndum nacional.84 Durante y después de estas elecciones varios partidos polí- ticos y diversos medios informativos denunciaron actos fraudu- lentos y acciones represivas por parte de las autoridades guber- namentales, no obstante la promesa del presidente de que velaría por la transparencia de todo el proceso electoral. Así, se denunció que unos días antes de las elecciones el gobierno había arrestado a 500 miembros de los Hermanos Musulmanes, a los que acusa- ban de estar planeando disturbios para el día de las elecciones.85 En muchos otros procesos electorales en Egipto se ha culpado a las autoridades y al partido oficial en el poder de fraude electo- ral. Parecido a lo ocurrido en 1987 se vivió también en 1984, que igualmente dejó a Mubarak firmemente consolidado en el poder, tras contar con una vasta mayoría en el Parlamento o Asamblea Popular. El partido oficial de Husni Mubarak, el Partido Nacional Democrático (PND) obtuvo 389 escaños de los 448 disponibles.86 Igual que en muchas otras elecciones en el país, la oposición acusó Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura40 al gobierno de fraude, de elecciones no democráticas y de haber intimidado a los votantes. Lo mismo se puede decir de los años sucesivos, como por ejemplo en las elecciones parlamentarias de 1995 que de igual forma el partido oficial ganó por amplio margen. Pocos meses antes de esta elección los partidos de oposición se encontraban divididos y muy debilitados. El principal tema de los roces entre ellos era la discusión de si dar prioridad a los argumentos secula- res o a los que se inclinaban por los programas de tinte religioso, o pro-islamistas.87 Un asunto que les generaba grandes desacuer- dos era el que planteaba Ma’mun al-Hudhaybi, el vocero de al- Ikhwan al-Muslimun, que afirmaba que su partido solo apoyaría una agenda que explícitamente demandara del gobierno en el poder la aplicación de la Shari‘a, o ley revelada.88 Poco antes de las elecciones el presidente Mubarak mandó a arrestar a muchos miembros de los Hermanos Musulmanes y a 19 de ellos los acusó de promover el terrorismo en unión con el Sudán. Casi de inme- diato el presidente ordenó redadas contra al-Ikhwan al-Muslimun y en pocos días la policía arrestó a 200 miembros en distintas ciudades egipcias. A 49 de estos presos, importantes líderes del hizb de los Hermanos Musulmanes, el presidente los refirió a jui- cio marcial, lo que provocó la crítica y la oposición de muchos.89 No hay duda de que la intención del presidente era acabar con el liderazgo de este partido crítico y contrario al gobierno, sobre todo al eliminar a los profesionales, con el propósito de debilitar la estructura de la agrupación. La represión contra los Hermanos Musulmanes continuó y tan solo unos días antes de las eleccio- nes, 54 miembros del partido, algunos de ellos inclusive eran candidatos a la Asamblea Popular, recibieron estrictas senten- cias de prisión de tres a cinco años. Se les acusó de actividades inconstitucionales lo cual es, obviamente, muy vago y nada en concreto que pudiera demostrarse. Las sentencias las dictaron las cortes militares. Además, el gobierno mandó a cerrar las oficinas centrales de al-Ikhwan al-Muslimun en El Cairo.90 En la víspera de las elecciones el gobierno ordenó arrestar a 1.000 miembros Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 41 más de este grupo político, que incluía a varios cientos de miem- bros de las mesas de votación, o representantes del partido para el conteo de votos. El Partido Liberal Socialista (PLS) también se quejó de que las autoridades habían arrestado a varios de sus miembros pocos días antes de las elecciones y de igual forma acusaron al régimen de intimidación. Sin duda estos casos reseñados podrían consi- derarse como ejemplos de la represión política del gobierno de Mubarak y como casos de violación a los derechos humanos, asuntos que se explicarán detalladamente más adelante, pero se han consignado en esta parte por tratarse de arrestos vinculados con los periodos electorales. El resultado de las elecciones le dio al partido oficial, el Partido Nacional Democrático, el 93% de los escaños en el Parlamento o Asamblea Popular.91 Los distintos partidos de oposición denunciaron un gran frau- de, al punto que algunos opinaron que fueron las elecciones más fraudulentas en la historia reciente de Egipto. Aseguraron que las listas de electores contenían con frecuencia nombres repeti- dos hasta 20 veces, así como los nombres de muchos difuntos. Además, los grupos de Derechos Humanos también aseguraron que habían sido las más represivas y sangrientas de todas las elec- ciones en Egipto. El Centro para Derechos Humanos y Asistencia Legal en Egipto contabilizó 51 personas muertas y 878 heridos durante todo el proceso electoral.92 En la elección presidencial de 1993 (Mubarak ganó por el 96.3% de los votos) y luego en la de 1999 (obtuvo una amplia victoria por el 93.8% de los votos), así como en la de 2005 (Mubarak obtuvo el 88.6% de los votos) el candidato oficial fue siempre Mubarak por el Partido Nacional Democrático. En todas las oportunidades obtuvo amplia mayoría y se consolidó con fuerza en la presidencia de la República. Mubarak recibió la nominación de la Asamblea Popular para ser el candidato presidencial por tercera vez, en julio de 1993 y obtuvo 439 votos de los 448 de la Asamblea. Los diputados de oposición no aceptaron la candidatura de Mubarak, argumentando que debería Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura42 escogerse al presidente de la República de una lista de candidatos y no solo aprobar la decisión de la Asamblea Popular. En octubre de 1993 Mubarak ganó por el 96.3 % de los votos emitidos en un referéndum nacional.93 Entre sus promesas más relevantes estuvie- ron enfocarse en la seguridad y la estabilidad de los ciudadanos, mejorar la situación económica para todos, la justicia social, la reforma educativa, combatir el desempleo, y hacer eficiente la enorme burocracia egipcia. De inmediato nos salta la pregunta: ¿Cuánto de todo esto que prometió se cumplió si a su caída el 11 de febrero de 2011 todavía el pueblo egipcio clamaba por reformas económicas, lucha contra el desempleo, justicia social para todos, vivienda digna, educación para sus hijos, seguridad social, etc.? La respuesta es obvia y no requiere de mayores comentarios. En Iraq Saddam Hussayn también se perpetuó en el poder. Fue el dirigente del país desde 1979 hasta el año 2003 cuando ejércitos conjuntos, en una coalición liderada por Estados Unidos, invadieron el país, lo derrotaron y lo hicieron huir.94 Finalmente lo arrestaron y tras un juicio rápido lo condenaron a muerte. Murió ahorcado en diciembre de 2006. Es factible recordar sus guerras, primero contra Irán de 1980 a 1988, que duró tantos años porque nadie, ni Occidente, quería detener el conflicto; la guerra de invasión a Kuwait en agosto de 1990 y su derrota frente a una coalición internacional liderada por Estados Unidos en enero de 1991.95 Pero también ganaba las elecciones masivamente. Por solo mencionar un ejemplo, recordemos que el 15 de octubre de 1995 se celebró un referéndum en Iraq que renovó por siete años el mandato de Saddam Hussayn. Saddam ganó por el 99.96 % de los votos, con lo cual mandaba un mensaje muy claro al mundo, de que él seguía en control de Iraq y lograba restaurar su prestigio tras la humillante derrota de 1991.96 Para el caso de Iraq es importante tener presente que desde la época del Mandato Británico, adjudicado por la Liga de Naciones como resultado de la Conferencia de San Remo del 26 de mayo de 1920, las autoridades otorgaron todo el poder a los sunnitas,97 en detrimento de los otros grupos, en especial el de los shi‘itas. Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 43 MAPA N.o 9 Iraq Fuente: Atlas Encarta, 2001, versión electrónica Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura44 Estos, como se vieron marginados de la administración y la autoridad, se convirtieron en el principal grupo opositor contra la presencia occidental y contra la autoridad británica en Iraq y por extensión en cualquier otro territorio musulmán de la zona. Argumentaban que esta dominación traería grandes peligros a la cultura local y al mismo tiempo generaba enormes prejuicios contra el Islam. Por ello los shi‘itas hicieron constantes llamados a luchar contra el dominio occidental y proclamaron una Jihad en 1914; llamaron a la insurrección en Najaf en 1918; así como a la rebelión en 1920 contra el Mandato Británico sobre Mesopotamia (Iraq). No obstante la oposición shi‘ita, lo cierto es que Iraq había quedado sometido a la potestad de la potencia occidental y pare- cía que por largo tiempo, sobre todo por el establecimiento de la dinastía Hashimita en Iraq, con el rey Faysal impuesto por los británicos.98 Los shi‘itas también llamaron a boicotear las elec- ciones de 1923 que tenían como propósito conformar la Asamblea Constituyente, con el afán de ratificar el tratado anglo-iraquí. Los shi‘itas proponían, pues, un rechazo total a la presencia y control británico de Iraq. A pesar de toda esta efervescencia política de lucha por la liberación de la presencia occidental, los shi‘itas siempre estuvieron al margen de la administración y la participa- ción política en el país, no solo durante el Mandato Británico, sino también tan pronto como el país logró la independencia en 1932.99 Inclusive después de la fundación de la República por Karim al- Qassim en 1958, no obstante los cambios que entonces se ofrecie- ron, los shi‘itas quedaron excluidos de la administración.100 Con el Ba‘th, y sobre todo durante la larga dictadura de Saddam Hussayn, los shi‘itas no pudieron participar en la política, ni ocupar funcio- nes administrativas. También padecieron una estricta persecución por hacer la contra al régimen dictatorial de Saddam Hussayn. Otro líder árabe que se ha perpetuado en el poder es ‘Ali ‘Abdallah Saleh, quien gobierna el Yemen unificado desde 1990, con reelecciones sucesivas en 1994, 1999, 2004 y 2008.101 Saleh fue también el presidente del Yemen del Norte102 desde antes de la reunificación de las dos Repúblicas, la del Norte y la del Sur, Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 45 por lo que en total ha ejercido el control del país por espacio de 32 años. Siempre ha ganado las elecciones por altos porcenta- jes, como por ejemplo en el año 1999 cuando con su partido el Congreso General del Pueblo el presidente Saleh obtuvo el 57.4% de los votos, mucho más de la mitad de todos los sufragios para los diversos partidos. No olvidemos que en esa oportunidad el partido del Islah, una de las agrupaciones políticas islamistas más influyentes, obtuvo solamente el 18.5% de los votos. No obstante, el shaykh al-Ahmar, lider del Islah, logró ocupar la presidencia del parlamento, nombramiento para el cual contó con el apoyo del par- tido oficial Congreso General del Pueblo y del propio presidente Saleh. Con esta medida política Saleh calmaba los ánimos y evi- taba la oposición y animadversión contra su gobierno. En Yemen con frecuencia se han dado estos juegos políticos.103 Saleh se ha mantenido en ejercicio de la autoridad por espacio de 32 años, no obstante los problemas generados por las manifestaciones en su contra en el año 2011. Sigue aferrado al poder, lo que ha desatado una verdadera guerra civil entre sus partidarios y los seguidores del líder tribal, el shaykh Sadiq al-Ahmar.104 En Libia Mu‘ammar Qadafi se mantiene en el poder desde 1969, a raíz del golpe de Estado contra el rey Idris.105 Tiene 42 años de ser el mandatario de Libia y aunque se cuestiona tanto a nivel local como en el ámbito internacional su legitimidad y su autori- dad, él lucha y se empecina, por todos los medios, para aferrarse al poder. En Libia las diversas tribus han jugado y siguen ejerciendo un papel muy importante. Durante la época de la monarquía, el rey Idris al-Sanusi (1951-1969) utilizó para su beneficio la influencia de las tribus. Sus consejeros gubernamentales eran miembros de la nobleza tribal y el rey Idris escogía de los líderes locales a aquellos que no solo apoyaban a la monarquía, sino que también fueran miembros de las familias prominentes en las localidades.106 Durante su reinado la sociedad formó asimismo sindicatos y diver- sas asociaciones para expresar sus reivindicaciones. La autoridad se basó principalmente en la centralización. Para la administración de las zonas rurales el rey Idris delegó el poder en las familias Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura46 MAPA N.o 10 Yemen Fuente: Atlas Encarta, 2001, versión electrónica Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 47 locales poderosas, tan pronto como hubiera obtenido la lealtad de las tribus, ya que éstas fueron parte prominente de la política del período 1952-1969. Las lazos inter-matrimoniales de las familias notables les ayudó a consolidar sus posiciones privilegiadas y sus liderazgos locales. Esta situación llegó al extremo de que hubo muchos funcionarios públicos cuyos nombramientos obedecían más a sus lazos inter-matrimoniales y conexiones locales, que a sus méritos para el puesto. En el informe del Banco Mundial de 1960 se aseguraba que uno de los principales obstáculos para el desarrollo económico de Libia se debía a: ...the prevailing attitude towards appointments to government jobs, which are frequently made on the basis of personal friendship or family connec- tions rather than merit.107 […la actitud prevaleciente de nombrar en los puestos gubernamentales, que con frecuencia se realizan sobre las bases de las amistades personales o las conexiones familiares en vez del mérito] Qadafi en su revolución prometió acabar con el predominio de ciertas familias y llamó a las tribus al plano político y a una activa participación, Es cierto que quiso eclipsarlos para aparecer como el Guía Supremo de todos los libios, pero mantuvo este sistema tanto en el interior como en el exterior del régimen, aun cuando había desaparecido en otros países del Maghreb. El propio Gadafi surgió de una tribu de Sirte, en el centro del país. Apareció como miembro de una tribu que había derribado al rey [los gdadfas], y él mismo era jefe de una cofradía, la sanusí. Siempre instrumentalizó este sistema, porque era su servidor y porque le facilitaba la dominación de una población de apenas seis millones de personas diseminadas en un territorio tres veces más extenso que Francia.108 Para tener éxito como Guía de la Revolución, Qadafi esta- bleció alianzas tribales, que le garantizaran mantenerse en el poder. Con este propósito nombraba a sus aliados tribales en puestos importantes de liderazgos locales y en los comités revolucionarios fieles al régimen, aun cuando no fueran los Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura48 funcionarios o representantes idóneos. Lo que buscaba en últi- ma instancia era su lealtad. Con frecuencia para gobernar sobre todas las tribus, el Guía enfrentaba a unas tribus contra otras y utilizó la diversidad lingüística (árabe, bereber y tubu) para castigar a quienes le hicieran la contra o se rebelaran contra su régimen. A la tribu de los tubu los castigó reiteradamente por infidelidad al sistema. Esta tribu es numerosa y se extiende por Libia, Chad, Níger y Egipto. La represión contra los tubu llegó a tales dimensiones, que su líder, ‘Issa Attubawi,109 denunció: Nuestros niños no tienen derecho de ir a la escuela, ni a entrar en un hospital. Nuestras mujeres no pueden tener libreta de familia ni partida de nacimiento.110 Finalmente recordemos que Qadafi pagó a las tribus alia- das y leales al gobierno para neutralizar los partidos políticos de oposición, los sindicatos y cualquier otra asociación que resistiera al gobierno y sus planes de imponer la Jamahiriyya, el famoso, pero inconsistente y hasta cierto punto absurdo, plan de democracia directa y de las masas, sin Estado, sin gobierno, ni partidos políticos, todo lo que contiene en su Libro Verde.111 En esta obra Qadafi rechaza la democracia tradicional y pro- pone a cambio el poder del pueblo. A las asambleas represen- tativas las considera un engaño para el pueblo. A los sistemas representativos en general los caracteriza como una “solución fraudulenta al problema de la democracia”. A las elecciones las reputa como un intento “de paliar los efectos de una política que es consecuencia de una mayoría, relativa o absoluta”.112 Estas son algunas de sus ideas que dan paso a la Jamahiriyya, para lo que requiere el apoyo tribal. A las tribus leales, por ejemplo, les encargó acabar con las protestas estudiantiles de los años 70, al punto que: La censura de todos los canales de expresión reforzó el papel político de las tribus, pues éstas servían de intermediario entre las autoridades y la población, que les transfería la tarea de presentar sus quejas.113 Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 49 Junto a todo lo anterior debemos considerar que el régimen de Qadafi, como opina la investigadora Gema Martín Muñoz: Podría resumirse en la concentración de poderes por parte del CMR (Consejo de Mando de la Revolución), del que el gobierno no era más que un órgano de ejecución, y en la persecución de cualquier oposición política bajo la cobertura de la “ley de protección de la revolución”, que condenaba a muerte a todo oponente armado y a prisión a todo el que manifestase una crítica contra el régimen.114 Durante las manifestaciones y luego enfrentamientos arma- dos entre el régimen de Qadafi y sus opositores desde los prime- ros meses del año 2011, las diversas tribus han jugado un papel relevante. Así por ejemplo, el Consejo de Sabios de la tribu al- Zuaya, ubicada en el este del país, en la zona petrolera, amenazó con suspender la exportación del petróleo hacia Europa si per- sistían la represión y los ataques aéreos contra la población civil de parte del ejército libio leal a Qadafi. Recordemos que Libia es el duodécimo país exportador de crudo en el mundo.115 La tribu al-Warfalla, una de las más importantes e influyentes en Libia y tradicional aliada del régimen, ante los horrores de los ataques aéreos sobre población civil, le pidió a Qadafi que abandonara el país. Por último la tribu de los Tuareg se sumó a las manifesta- ciones de oposición al gobierno.116 Este recuento rápido de los líderes árabes que se perpetúan, o se han perpetuado en el poder, nos permite visualizar las carencias que padecen los países del Medio Oriente y del Norte de África. Debido a ese monopolio de la autoridad que algunos ejercen, se descuida la formación de cuadros adecuados para gobernar. En cada uno de los países hay una enorme carencia de líderes capa- citados para tomar el mando del país, pues no han logrado tener experiencia. Tampoco los distintos partidos políticos han ido pau- latinamente ejerciendo la autoridad para formar verdaderos esta- distas. Antes bien, los partidos políticos son meros instrumentos para ejercer la oposición, sin contar con un verdadero liderazgo. Algo parecido, aunque guardando las distancias, ha ocurrido en Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura50 algunos países de Latinoamérica. Por ejemplo en México, donde tras la dictadura del PRI por espacio de 75 años, llegó al poder el presidente Vicente Fox sin la experiencia necesaria y sin la formación para ser presidente, pues siempre su partido, el PAN, había sido una entidad de oposición. Tuvo tantas dificultades como mandatario que se vio obligado a buscar apoyo y asesoría de sus opositores políticos del PRI para poder gobernar el país. Hoy día estamos ante una situación semejante en el Norte de África y en el Medio Oriente, donde se padece esa tremenda escasez de líderes con experiencia y con formación para dirigir los destinos de un país. Esto se vislumbra con claridad en Túnez117 y muy particular- mente en Egipto,118 tras la salida de sus gobernantes ya menciona- dos, Ben ‘Ali en Túnez y Mubarak en Egipto. Los pueblos del Medio Oriente y del Norte de África han soportado por décadas esos regímenes, las dictaduras, las far- sas electorales, la represión política y el injusto reparto de las oportunidades y la riqueza. En algunos casos las dictaduras y la represión han existido por la totalidad de la vida independiente de la nación, como en el caso de Egipto que, aún antes de la fundación de la República en 1952, se vivían formas semejan- tes con la monarquía, así como durante la ocupación británica (1882-1914).119 Sin embargo, las recientes manifestaciones en los distintos países del Norte de África y del Medio Oriente, de diciembre de 2010 y los primeros meses de 2011 que el mundo ha podido seguir por los medios de comunicación masivos, tie- nen raíces muy profundas y no son nuevas. La oposición a los gobiernos en estos países ha existido por décadas, no obstante la represión política. Es importante aclarar que no todos los países, ni todas las sociedades de estas regiones son iguales ni respon- den de la misma manera a los problemas y a los retos. También los regímenes que los gobiernan tienen sus especificidades y características particulares, por lo que la respuesta a los distintos desafíos es diferente en cada país, no obstante el hecho de que tienen mucho en común. De igual forma las metas propuestas pueden variar de país en país. Por ello no es conveniente lanzar Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África en el siglo XXI 51 generalizaciones, debido a las particularidades de cada nación y a los distintos procesos históricos que cada una de ellas ha expe- rimentado. No obstante estos asuntos, las manifestaciones han tenido un denominador común, un conjunto de causas que al ser tan amplias y generales, unifican los motivos y en última instan- cia las aspiraciones de las sociedades que se han organizado para protestar y demandar la salida de sus gobernantes. En los rostros de los manifestantes actuales se observa el resen- timiento, la frustración, la furia contra los gobernantes. ¿Qué les ha motivado a protestar y a organizar manifestaciones masivas? ¿Cuáles son las causas inmediatas de estas manifestaciones? Para responder a estas preguntas debemos señalar que las causas prin- cipales de estos movimientos populares son: 1. LA POLÍTICA Este es un tema controversial y como ya se ha indicado, la falta de representación, de verdadera participación política y democrática, así como la farsa de las elecciones, han llevado a los pueblos, ya hastiados de estos engaños, a demandar la salida de sus gobernantes. Asimismo exigen una mayor participación, apertura del sistema político y finalmente la democratización de las sociedades. A todo lo anterior es importante agregar que varios gobiernos del Norte de África y del Medio Oriente han tenido una posición pro-Occidental. Algunos, además de estar muy influidos por Occidente, se han aliado a las potencias euro- peas y a los Estados Unidos. Egipto durante las administraciones de Sadat y de Mubarak, estuvo aliado a los Estados Unidos como también lo hicieron Kuwait y Bahrayn que han mantenido su posición siempre muy a favor de los intereses de esta super poten- cia en la zona. Recordemos que Estados Unidos tiene en Bahrayn hasta la fecha su V Flota en el Golfo Pérsico, lo cual significa la presencia de instalaciones militares que Bahrayn le ha permitido en sus aguas territoriales.120 De esta manera la super potencia ejerce un gran control naval en esta región. Bahrayn también Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa Serie Cuadernos de Historia de la Cultura52 ha comprado aviones militares a Estados Unidos y ha llevado a cabo maniobras aéreas en unión con la US Air Force en el Golfo Pérsico. Hay que añadir también las inversiones, los empréstitos, las asesorías militares, la venta de equipos bélicos norteamerica- nos a distintos países del Medio Oriente y del Norte de África. Para el caso de Egipto también es importante la mediación que ha jugado este país, bajo la égida de los Estados Unidos, en el conflicto árabe-israelí. Más recientemente Yemen, bajo la admi- nistración de Saleh, se unió a la esfera de influencia de Estados Unidos, que ha dirigido en el país la lucha contra el terrorismo, en especial contra el grupo de al-Qa‘ida. Los casos de Turquía, Jordania y Arabia Saudita son asimismo elocuentes en sus alianzas económicas y militares con Washington. Recordemos la compra de armamentos de estos países a la super potencia y las bases militares que tienen los norteamericanos tanto en Turquía como en Arabia Saudita. Igualmente se dio el caso de Irán durante la época del Shah Muhammad Reza Pahlavi, también totalmente aliado a los Estados Unidos, a los intereses norteamericanos en la zona y a la venta del petróleo a esta potencia. Al mismo tiempo Irán compraba armas a los Estados Unidos. El caso de Túnez, por otra parte, es claro en su alianza a Francia durante la larga administración de Zine al-Abidine Ben ‘Ali. Lo mismo es cierto también de la alianza y estrecha relación de Marruecos y Argelia con Francia. Todos estos programas de alianza y relaciones económicas, comerciales y de compra de armamentos a las potencias occi- dentales, han enfurecido a los pueblos árabes y a los pueblos musulmanes, pues los equipos bélicos y las asesorías militares han servido para reprimir a las poblaciones locales. Además, las alianzas de las élites gobernantes con las potencias occidentales han llevado al enriquecimiento de unos pocos y a la pobreza de amplios sectores de la sociedad. Por esta razón, entre otras, nace el resentimiento contra las élites en los distintos países, así como contra las potencias que apoyan irrestrictamente a las burguesías dirigentes. A estos grupos que gobiernan los distintos países del Medio Oriente y del Norte de África los pueblos locales los per- ciben como explotadores y usurpadores de los recursos internos. Ejemplar sin valor comercial #QuedateEnCasa El Medio Oriente y el Norte de África e