Estos se llevaron a cabo como parte del proyecto de Trabajo Comunal Universitario “Hacia la aten- ción integral del paciente con cáncer y sus familias”, del Programa de Tecnolo- gías en Salud de la Facultad de Medicina de la Universi- dad de Costa Rica. En él participan estu- diantes de Imagenología Diagnóstica y Terapéuti- ca, Terapia Física, Trabajo Social, Farmacia, Psicología, Comunicación Colectiva y Nutrición, bajo la dirección de la M.Sc. Mayra Rodrí- guez Solís. Su objetivo es contri- buir al mejoramiento de los conocimientos, las prácti- cas y los recursos con que cuentan las personas en con- dición terminal, sus fami- lias y el personal de salud, para enfrentar su situación y brindarles una atención más adecuada. Según dijo la M.Sc. Rodríguez, los pacientes con cáncer en fase terminal generan una gran demanda asistencial, que aumenta a medida que se acerca el final de su enfermedad. Agregó que cerca del 60% de los pacientes que padecen un cáncer, experi- mentan dolor moderado o intenso durante su enfer- medad, lo cual constituye el principal temor manifestado por ellos y sus familiares. Mencionó que aunque la cifra de pacientes con dolor por cáncer o síndro- mes relacionados es peque- ña en comparación con la totalidad de los que sufren dolor agudo crónico, para ellos y sus familias es muy importante la atención que reciban. De manera que, dado el enorme impacto funcional y emocional que tiene sobre la calidad de vida y la muer- te del paciente, se requiere abordar el tratamiento en equipo con enfoque biopsi- cosocial y espiritual. Añadió que en enfer- medades potencialmente graves como el cáncer, es muy común la presencia de trastornos psiquiátricos como depresión y ansiedad, lo cual unido al miedo, el aislamiento social y la per- turbación familiar, puede generar graves problemas físicos y emocionales para el paciente. Los talleres de sensibilización permitieron conocer las nece- sidades de los pacientes con cáncer, y ayudarlos a sobrelle- var su dolencia. Pacientes con cáncer merecen una mejor calidad de vida El amor, la alimentación sana, la comprensión, la compañía de su familia, la esperanza y la fe, son básicos para que los pacientes con cáncer tengan una mejor calidad de vida. Así se desprende de una serie de talleres de sensibilización realizados con estudiantes, pacientes, familiares y profesio- nales que trabajan con ellos, en el Hospital San Juan de Dios y en la Clínica de Cuidados Paliativos de Alajuela. María Eugenia Fonseca Calvo mefonsec@cariari.ucr.ac.cr Oficina de Divulgación e Información / 21 ������� 22 / Oficina de Divulgación e Información ������� De allí que el soporte social como parte de la psi- coterapia que deben recibir resulta muy útil, pues pro- porciona un espacio para expresar sentimientos y emociones, lo que facilita la aceptación de la enfermedad y la adquisición de mejores habilidades de afrontamien- to. Los resultados obteni- dos hasta ahora en la terapia psicológica reportan bene- ficios emocionales y médi- cos que se traducen en una mayor efectividad de los tra- tamientos y en la reducción de los costos de los servicios médicos. No obstante, comen- tó que raramente los pro- fesionales de la salud son entrenados en el manejo psicológico ante el dolor del paciente y sus familias, lo que impide que pueda satis- facer adecuadamente sus necesidades, en momentos en que se encuentran muy vulnerables y no entienden razones. En un período así, el enfermo exige más allá de las capacidades del personal de salud, ya que necesita respuestas rápidas, garan- tías imposibles, médicos que lean sus pensamientos y necesidades, y que le pro- porcionen posibles solucio- nes a su situación. UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA El cáncer se ubica como la segunda causa de muer- te en ambos sexos, por lo cual esta enfermedad es uno de los problemas de salud pública más importantes del país. Según un estudio reali- zado en 1997 por el Minis- terio de Salud con ayuda del Registro Nacional de Tumores, la incidencia de cáncer en hombres empie- za a aumentar en el grupo de edad de 45 a 49 años, mientras que en las mujeres de 30 a 34 años. En cuanto a las loca- lizaciones, en el caso de los hombres la mayor tasa corresponde a cáncer de piel, seguido por el de estó- mago y el de glándula pros- tática, y en las mujeres el de piel, el de mama y el de cuello de útero. El cáncer de tiroides en las mujeres se ha introdu- cido entre los seis más fre- cuentes en San José, Here- dia y Guanacaste. De igual manera, en todas las provincias las leu- cemias se ubican en los lugares más frecuentes para hombres y en casi todas para las mujeres. Por otra parte, el cáncer gástrico ha sido desplazado del primer lugar de incidencia en la mayo- ría de las provincias y para ambos sexos. Por otra parte, Limón es la provincia con más bajas tasas de incidencia para la mayoría de las neoplasias. La mayoría de los casos se presenta en mujeres, quie- nes poseen la tasa mayor de cáncer de cuello uterino del país, llegando incluso al doble que en San José, Car- tago, Alajuela, Guanacaste y Heredia. En cuanto a la inciden- cia del cáncer por provincia, San José es la que reporta el mayor número tanto en hombres como en mujeres, y el Hospital San Juan de Para que el tratamiento de la enfermedad sea más efecti- vo, es necesaria una estrecha relación entre el profesional de la salud, el paciente y su familia. Dios el que más casos reci- be del país, seguido por el México y el Calderón Guar- dia. Según dijo la M.Sc. Rodríguez, frente a los sín- tomas que afectan la calidad de vida, si bien los pacientes oncológicos entienden que la defunción es inevitable, temen a la idea de muerte y al proceso de la enferme- dad. Indicó que ellos mani- fiestan inseguridad respec- to de su propia capacidad para enfrentar el dolor y temor a la dependencia de terceros, por la incapacidad para mantener normalmen- te actividades cotidianas. Estos miedos pueden precipitar la depresión, con la consecuente disminución de la calidad de vida. De allí que el personal en salud, al tomar las decisiones tera- péuticas debe ser sensible a la capacidad del enfermo para enfrentar el proceso y los efectos adversos asocia- dos al tratamiento, mostrar genuino interés por el bien- estar del paciente, optimis- mo y esperanza de mejor sobrevivencia. ATENCIÓN INTEGRAL Los talleres de sensibili- zación realizados con estu- diantes de TCU, pacientes del Hospital San Juan de Dios y sus familiares, con profesionales y con familia- res de pacientes atendidos en la Clínica de Cuidados Paliativos de Alajuela, per- mitieron recaudar informa- ción sobre sus necesidades, y proporcionar a los partici- pantes conceptos importan- tes para ayudarlos a sobre- llevar su dolencia de una manera más humana. Entre los resultados obtenidos se encontró que, a pesar de que la mayoría de los profesionales saben que deben tratar a sus pacientes con cariño, comprensión y apoyo, el trato es estricta- mente el profesional, porque se da mayor importancia a la cantidad de enfermos por atender que a la calidad del servicio por brindar. En el profesional de esta área existe una gran frustra- ción al ver que muchos de sus pacientes no reaccionan al tratamiento e incluso lle- gan a morir. También expe- rimentan sentimientos de ansiedad, angustia y tristeza, los cuales crean en él una gran demanda de reflexión. En la mayoría de los casos no saben cómo reac- cionar ni que decir ante algún comentario o pre- gunta de los familiares que acompañan al enfermo en el tratamiento, por lo que reconocen la necesidad de capacitarse para enfrentar estas situaciones, y crear espacios para liberar estrés y angustia. Se encontró falta de ayuda psicológica para que el paciente pueda soportar esta difícil etapa, lo mismo que asesoramiento nutricio- nal para educarlo al él y a sus familiares acerca de una nutrición adecuada en esos momentos. Uno de los mayores problemas que agobia a los pacientes y a sus familias durante el tratamiento, es la falta de recursos econó- micos para hacer frente al pago de medicinas, equipo médico, exámenes, etc. Entre tanto, el perso- nal de salud en su mayoría se limita a dar la informa- ción básica concerniente a la enfermedad, evitando de esta manera involucrarse en el proceso que la genera. Las damas voluntarias, por su parte, constituyen el per- sonal del hospital que más apoyo y consuelo espiritual brinda a estos pacientes. Es muy importante que en esos momentos difíciles y tristes, la familia y amigos den apoyo y esperanza y estén siempre con el pacien- te. Lo mismo sucede con los profesionales de la salud, quienes necesitan el apoyo de su familia para superar los sentimientos de frustra- ción, tristeza y cansancio. De modo que para garantizar una mejor calidad de vida para el paciente y quienes están a su alrededor, se requiere una atención integral, un trabajo en equi- po, y una buena comunica- ción entre los profesionales, el paciente y la familia. Oficina de Divulgación e Información / 23 ������� Es importante la presencia de familia y amigos para que den apoyo al paciente.