UNIVERSIDAD DE COSTA RICA SISTEMA DE ESTUDIOS DE POSGRADO PROGRAMA DE POSGRADO EN ESPECIALIDADES MÉDICAS “DESCRIPCIÓN CLÍNICA DE LOS PACIENTES CON ESTENOSIS AÓRTICA SEVERA SOMETIDOS A IMPLANTE PERCUTÁNEO DE LA VÁLVULA AÓRTICA Y CARACTERIZACIÓN ANATÓMICA DE LA VÁLVULA AÓRTICA MEDIANTE TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA, EN COSTA RICA DEL 2018 AL 2020” Trabajo Final de Graduación sometido a la consideración del Comité del Programa de Estudios de Postgrado en Cardiología para optar por el grado y el título de Especialista en Cardiología KIRSTEN MARÍA ALVARADO RODRÍGUEZ Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, Costa Rica 2022 II DEDICATORIA A mis padres, Kattia y Geovanny, y mi hermana Kolleen, porque con su amor y apoyo incondicionales, me han impulsado a alcanzar mis sueños. Y porque han estado ahí siempre. Gracias, porque sin ustedes estaría perdida. III AGRADECIMIENTOS No podré dejar de agradecer a Dios, que me ha guiado hasta este momento y me ha permitido sobrepasar los obstáculos hasta alcanzar mis metas. Al Dr. Andrés Benavides, por sus años en la jefatura del Postgrado de Cardiología, por todas sus enseñanzas y por dedicarse a la enseñanza de los y las cardiólogas del país. A los profesores del Posgrado de Cardiología, porque cada uno ha sido un gran aporte para mi formación académica, incluyendo también al Dr. Manuel Vindas a quien le deseo lo mejor en esta nueva etapa en la jefatura del postgrado. Gracias también a los Drs. Luis Gutiérrez Jaikel, Mauricio Vanegas y Vladimir Poutvinski por su apoyo en esta investigación. En definitiva, al Dr. Jorge Chavarría, porque creyó en mí, y me ha apoyado incondicionalmente. Con su empuje y motivación, ha logrado sacar lo mejor de mí. Mi agradecimiento eterno. A los compañeros con los que compartí este viaje de la residencia, porque me hicieron aprender día con día de todos. En especial, a los que me llevo con una increíble amistad: Silvia Gabriela, Alejandra, Tatiana, Alberto, Kenneth, Damián, Mar. Sin ustedes, esta experiencia no hubiese sido igual. A Gunther Debbe, quien me inspira a ser mejor con cada paciente. "The most difficult thing is the decision to act, the rest is merely tenacity." -Amelia Earhart IV V ÍNDICE RESUMEN _________________________________________________________________ VII ABSTRACT __________________________________________________________________ IX ÍNDICE DE TABLAS __________________________________________________________ XI ÍNDICE DE FIGURAS ________________________________________________________ XIII LISTA DE ABREVIATURAS ___________________________________________________ XVII INTRODUCCIÓN Y JUSTIFICACIÓN ____________________________________________ 1 CAPÍTULO I: ANTECEDENTES __________________________________________________ 3 Generalidades _____________________________________________________________ 3 Estenosis aórtica: causas ____________________________________________________ 4 Estenosis aórtica: fisiopatología ______________________________________________ 6 Estenosis aórtica: historia clínica _____________________________________________ 7 Estenosis aórtica: examen físico_____________________________________________ 10 Estenosis aórtica: estudios diagnósticos _____________________________________ 12 Estenosis aórtica: manejo __________________________________________________ 22 Estenosis aórtica: intervención quirúrgica y percutánea ______________________ 23 Estenosis aórtica: indicaciones para intervención y tipo de intervención ______ 28 Estenosis aórtica: planeamiento previo al procedimiento percutáneo ________ 32 CAPÍTULO II: MÉTODOS Y MATERIALES ________________________________________ 33 Pregunta de Investigación _________________________________________________ 33 Objetivos __________________________________________________________________ 33 Objetivo General __________________________________________________________ 33 Objetivos Específicos _______________________________________________________ 33 Justificación del estudio ____________________________________________________ 34 Método ___________________________________________________________________ 35 Criterios de inclusión _______________________________________________________ 41 Criterios de exclusión_______________________________________________________ 41 Muestra final para analizar _________________________________________________ 41 Diseño estadístico _________________________________________________________ 42 CAPÍTULO III: RESULTADOS __________________________________________________ 44 Características Generales __________________________________________________ 44 VI Antecedentes Clínicos _____________________________________________________ 48 Análisis anatómico por medio de las tomografías computarizadas ___________ 56 Caracterización del procedimiento de reemplazo percutáneo de válvula aórtica ____________________________________________________________________ 63 CAPÍTULO IV: DISCUSION ___________________________________________________ 72 CAPÍTULO V: CONCLUSIONES _______________________________________________ 80 CAPÍTULO VI: LIMITACIONES Y RECOMENDACIONES ___________________________ 81 Limitaciones _______________________________________________________________ 81 Recomendaciones ________________________________________________________ 82 BIBLIOGRAFÍA _____________________________________________________________ 84 VII RESUMEN Título: ¨Descripción clínica de los pacientes con estenosis aórtica severa sometidos a implante percutáneo de la válvula aórtica y caracterización anatómica de la válvula aórtica mediante tomografía computarizada, en Costa Rica del 2018 al 2020¨ Introducción: La estenosis aórtica es la valvulopatía cardíaca más común, principalmente secundaria al envejecimiento y degeneración de la válvula aórtica, aunque también puede relacionarse a otras condiciones congénitas como válvula aórtica bivalva. El manejo estándar de esta patología es la cirugía cardíaca para el reemplazo de la válvula aórtica. Sin embargo, existe un grupo de pacientes con múltiples factores de riesgo que son considerados inoperables debido a la probabilidad de no lograr sobrevivir a este tipo de cirugía. Es así como emergió una técnica menos invasiva como tratamiento para estos pacientes con alto riesgo quirúrgico: el implante percutáneo de la válvula aórtica. Este procedimiento, a través de un acceso vascular periférico, permite acceder hasta el corazón y colocar una válvula aórtica protésica biológica. Los estudios aleatorizados, metaanálisis y registros están demostrado de forma consistente los buenos resultados de este procedimiento. En nuestro país se realiza aproximadamente desde el año 2014 y ha beneficiado a muchos pacientes con estenosis aórtica severa sintomática. Toda la información requerida para la selección del paciente, escogencia de la técnica y predicción de complicaciones se basa predominantemente en métodos de imagen no invasivos: ecocardiografía y tomografía computarizada. Justificación: No existen datos a nivel local en Costa Rica del perfil clínico o anatómico de los pacientes con estenosis valvular aórtica sometidos a reemplazo percutáneo. Los resultados de esta investigación pretenden describir el perfil de la anatomía cardíaca, con el fin de comprender mejor las características de esta patología en nuestro medio. Métodos: se recopilaron los datos del Hospital México, Hospital San Juan de Dios y Hospital Calderón Guardia; incluyendo pacientes desde enero 2018 hasta VIII diciembre 2020 sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica, recolectando datos clínicos y los estudios de tomografía computarizada previa al procedimiento, las cuales fueron analizadas de forma centralizada y con un mismo software de forma retrospectiva. Además, se analizaron los principales resultados clínicos al año de colocada la válvula. Se excluyeron del estudio los casos en los que no hubo disponibilidad del estudio tomográfico completo para analizar, y aquellos que ya tenían una prótesis valvular previa. Resultados: se reclutaron172 pacientes a nivel nacional. La distribución de las comorbilidades en orden de incidencia fue: hipertensión arterial, dislipidemia, diabetes mellitus, enfermedad coronaria, fibrilación atrial y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. La mayoría de los pacientes se encontraban en clase funcional NYHA III. Anatómicamente, 27.33% de los casos presentaban válvula bicúspide, las cuales tenían mayores áreas anulares y volumen de calcio que las válvulas tricúspides. Además, la mayoría de los procedimientos se realizaron vía femoral, con una distribución similar entre válvulas balón expandibles y auto expandibles. Al final, 5 pacientes fallecieron a los 30 días y 13 pacientes al año del seguimiento, siendo la complicación más común en este análisis la vascular. Conclusiones: el reemplazo percutáneo de válvula aórtica es un procedimiento que se realiza desde hace 20 años en el mundo, y ha cambiado el manejo de la estenosis aórtica severa sintomática en pacientes con múltiples comorbilidades. En este análisis, se documentó que los pacientes realizados en nuestro país entre 2018 y 2020 han presentado un riesgo quirúrgico intermedio mayoritariamente, con uno de cada cuatro pacientes aproximadamente con anatomía bicúspide, las cuales son válvulas de mayor área que las tricúspides de forma significativa; uno de cada 10 pacientes ameritó un marcapaso permanente, 15% de los pacientes presentaron complicaciones vasculares, y un porcentaje de mortalidad al año del procedimiento de 7.55%. Se espera que este análisis sea el inicio de más estudios en nuestro país al respecto de este procedimiento y sus resultados. IX ABSTRACT Title: ¨Clinical description of patients with severe aortic stenosis undergoing transcatheter aortic valve implantation and anatomical characterization of the aortic valve by computed tomography, in Costa Rica from 2018 to 2020¨ Introduction: Aortic stenosis is the most common heart valve disease, mainly secondary to aging and degeneration of the aortic valve, although it can also be related to other congenital conditions such as bileaflet aortic valve. The standard management of this pathology is cardiac surgery for aortic valve replacement. However, there is a group of patients with multiple risk factors considered inoperable due to the probability of not being able to survive this type of surgery. This is how a less invasive technique emerged as a treatment for these patients with high surgical risk: transcatheter aortic valve implantation. This procedure, through a peripheral vascular access, allows access to the heart and placement of a biological prosthetic aortic valve. Randomized studies, meta-analyses, and registries have consistently shown good results with this procedure. In our country, this procedure has been performed approximately since 2014, with which it has been possible to benefit many patients with severe symptomatic aortic stenosis. All the information required for patient selection, choice of technique, and prediction of complications is predominantly based on non-invasive imaging methods: echocardiography and computed tomography. Justification: There are no national data on the clinical and anatomical profile of patients with aortic valve stenosis undergoing percutaneous replacement. The results of this research aim to describe the profile of the cardiac anatomy; and thus, better understand the characteristics of this pathology in our population. Methods: data from three central hospitals were collected: Hospital México, Hospital San Juan de Dios and Hospital Calderón Guardia; including patients from January 2018 to December 2020 who underwent percutaneous aortic valve replacement, collecting clinical data and computed tomography studies prior to the procedure, which were retrospectively analyzed centrally and with the same software. In addition, the main clinical results one year after valve placement were analyzed. X Cases in which the complete tomographic study was not available for analysis, and those who already had a previous valve prosthesis, were excluded from the study. Results: 172 patients were recruited nationwide; and it was documented that the distribution of comorbidities in order of incidence was arterial hypertension, dyslipidemia, diabetes mellitus, coronary disease, atrial fibrillation, and chronic obstructive pulmonary disease, and most of the patients were in NYHA III functional class. Anatomically, 27.33% of the cases presented bicuspid valves, which had larger annular areas and calcium volume than tricuspid valves. In addition, most procedures were performed via the femoral route, with a similar distribution between balloon-expandable and self-expanding valves. In the end, 5 patients died at 30 days and 13 patients at one year of follow-up, the most common complication in this analysis being vascular. Conclusions: percutaneous aortic valve replacement is a procedure that has been performed for 20 years in the world, changing the management of severe symptomatic aortic stenosis in patients with multiple comorbidities. In this analysis, it was documented that the patients who underwent the procedure in our country between 2018 and 2020 have mostly presented an intermediate surgical risk, with approximately one in four patients with bicuspid anatomy, which are valves with a significantly larger area than the tricuspid valves; one in 10 patients required a permanent pacemaker, 15% of the patients presented vascular complications, and a mortality rate one year after the procedure of 7.55%. This analysis is expected to be the beginning of more studies in our country regarding this procedure and its results. XI ÍNDICE DE TABLAS Tabla 1. Parámetros ecocardiográficos que definen una estenosis aórtica severa, según guías internacionales __________________________________________________ 13 Tabla 2. Principales prótesis valvulares utilizadas para reemplazo percutáneo de válvula aórtica y sus características ___________________________________________ 26 Tabla 3. Distribución de estadios de función renal por el cálculo de tasa de filtración glomerular, según KDIGO _____________________________________________________ 35 Tabla 4. Distribución de edad, peso, talla e IMC de los pacientes sometidos a TAVR entre 2018 y 2020 en Costa Rica, y clasificados según género __________________ 45 Tabla 5. Distribución por categorías de peso estándar asociadas al IMC de los pacientes sometidos a TAVR entre 2018 y 2020 en Costa Rica ___________________ 45 Tabla 6. Distribución por grupos de TFG según los lineamientos de KDIGO de los pacientes sometidos a TAVR entre 2018 y 2020 en Costa Rica ___________________ 49 Tabla 7. Resultados de laboratorios de los pacientes sometidos a TAVR entre 2018 y 2020 en Costa Rica ___________________________________________________________ 52 Tabla 8. Características demográficas y clínicas de los pacientes sometidos a TAVR entre 2018 y 2020 en Costa Rica ______________________________________________ 53 Tabla 9. Características anatómicas según tomografía computarizada de los pacientes sometidos a TAVR entre 2018 y 2020 en Costa Rica __________________ 58 Tabla 10. Comparación de parámetros de tomografía computarizada en pacientes con válvulas bicúspides vs tricúspides, sometidos a TAVR del 2018 al 2020 en Costa Rica _________________________________________________________________________ 60 Tabla 11. Principales variables del procedimiento de TAVR entre 2018 y 2020 en Costa Rica___________________________________________________________________ 67 XII Tabla 12. Principales complicaciones de los pacientes sometidos a TAVR entre 2018 y 2020 en Costa Rica_________________________________________________________ 68 XIII ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1. Representación de anatomía cardíaca y de la válvula aórtica, con sus posibles causas de estenosis aórtica ___________________________________________ 5 Figura 2. Esquema fisiopatológico de la estenosis aórtica severa ________________ 7 Figura 3. Mecanismos fisiopatológicos y evolución en el tiempo de la estenosis aórtica _______________________________________________________________________ 8 Figura 4. Evolución natural promedio de la estenosis aórtica severa en adultos __ 10 Figura 5. Onda de pulso carotídeo normal (derecha) comparado con un paciente con estenosis aórtica severa, con un pulso de pico tardío ______________________ 11 Figura 6. Gradiente de presión típica en estenosis aórtica severa, simultáneamente del ventrículo izquierdo con la aorta __________________________________________ 12 Figura 7. Criterios ecocardiográficos a evaluar en estenosis aórtica _____________ 14 Figura 8. Evaluación integral de la estenosis aórtica con estudios de imagen según guías internacionales ________________________________________________________ 16 Figura 9. Complejo de la raíz de aorta _________________________________________ 18 Figura 10. Representación de las morfologías y variaciones de válvula aórtica, incluyendo la distribución de la inserción de las valvas _________________________ 19 Figura 11. Representación de la clasificación de Sievers de válvulas bicúspides, en tipo 0, 1 y 2 __________________________________________________________________ 19 Figura 12. Tratamiento de los pacientes con estenosis aórtica severa ___________ 22 Figura 13. Indicaciones para intervención en estenosis aórtica severa, según las guías de recomendación europeas del 2021 __________________________________ 28 XIV Figura 14. Representación de las características a tomar en cuenta para decidir el tipo de intervención en estenosis aórtica severa _______________________________ 30 Figura 15. Esquema de inclusión y exclusión de pacientes en el análisis del estudio, para alcanzar la muestra final de pacientes por analizar _______________________ 42 Figura 16. Distribución de los pacientes con reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en los hospitales centrales, según provincia de procedencia ________________________________________________________________ 43 Figura 17. Distribución de edad de los pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en los hospitales centrales______44 Figura 18. Distribución de los pacientes con reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en los hospitales centrales, según centro hospitalario donde se realizó el procedimiento y género ___________________________________ 46 Figura 19. Esquema de las principales comorbilidades presentes en los pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en Costa Rica _________________________________________________________________________ 47 Figura 20. Distribución del manejo de la enfermedad arterial coronaria presente en los pacientes, previo al procedimiento de TAVR entre 2018 y 2020 en Costa Rica. 48 Figura 21. Distribución de la presencia de trastornos de conducción y marcapasos permanente en los pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en Costa Rica _______________________________________ 49 Figura 22. Distribución por clase funcional, y la FEVI promedio de cada grupo de clase funcional ______________________________________________________________ 51 Figura 23. Distribución según resultado de EUROSCORE II en bajo, intermedio y alto riesgo _______________________________________________________________________ 52 Figura 24. Representación gráfica de los principales resultados del análisis de las tomografías computarizadas _________________________________________________ 57 XV Figura 25. Representación gráfica del porcentaje de accesos vasculares utilizado en los pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en Costa Rica_________________________________________________________ 62 Figura 26. Distribución de número de balón de predilatación utilizado en los pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en Costa Rica________________________________________________________________ 63 Figura 27. Representación de tipos de prótesis valvulares utilizados en los pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en Costa Rica_________________________________________________________________________ 63 Figura 28. Distribución de número de prótesis valvular utilizada en los pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en Costa Rica _________________________________________________________________________ 64 Figura 29. Distribución de número de balón de postdilatación utilizado en los pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en Costa Rica________________________________________________________________ 65 Figura 30. Distribución de tipo de válvula utilizada en el grupo de pacientes con válvula bicúspide sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en Costa Rica _________________________________________________________ 65 Figura 31. Distribución de pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en Costa Rica _______________________________________ 70 Figura 32. Tendencia de distribución de pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en Costa Rica, según el EUROSCORE II por cada año del análisis______________________________________________________________________ 71 Figura 33. Porcentaje de pacientes que ameritaron marcapasos permanente, distribuidos según longitud de septum membranoso, en categorías de riesgo ___74 XVI XVII LISTA DE ABREVIATURAS CCSS Caja Costarricense del Seguro Social TAVI Transcatheter Aortic Valve Implantation TAVR Transcatheter Aortic Valve Replacement TC Tomografía Computarizada VI Ventrículo izquierdo TSVI Tracto de Salida de Ventrículo Izquierdo FEVI Fracción de Eyección del Ventrículo Izquierdo US Ultrasonido AV Atrioventricular IV Interventricular BRIHH Bloqueo de rama izquierda del Haz de His BRDHH Bloqueo de rama derecha del Haz de His NYHA New York Heart Association Classification TFG Tasa de filtración glomerular CKD EPI Cronic Kidney Disease Epidemiology Collaboration EDUS Expediente Digital Único en Salud UA Unidades Agatston Fr French (unidad de medida) IMC Índice de Masa Corporal XVIII XIX 1 INTRODUCCIÓN Y JUSTIFICACIÓN La enfermedad valvular aórtica es un problema de salud pública significativo. Incluso en Estados Unidos se reporta un 2.5% de la población con estenosis aórtica moderada o severa, con una prevalencia aumentada en pacientes mayores de 64 años, que en los mayores de 75 años es de hasta un 13%. Dentro de las causas principales se encuentran la degeneración cálcica de la válvula, la enfermedad reumática y otras causas congénitas como válvula bivalva. Normalmente, a través de la válvula aórtica no debe existir gradiente de presiones durante el ciclo cardíaco ni un área valvular mayor de 2 cm2. Conforme se reduce el área valvular, se produce un aumento del gradiente de presión a través de la válvula aórtica, lo cual aumenta la postcarga del ventrículo izquierdo y aumenta el estrés de la pared. La hipertrofia ventricular izquierda, los cambios en la morfología ventricular e incluso la disfunción sistólica ventricular izquierda son parte de las adaptaciones del ventrículo izquierdo ante el aumento de dicho gradiente. Para lograr el diagnóstico, además de la clínica con los síntomas del paciente como dolor torácico, síncope y disnea, el estándar de oro es el ecocardiograma. Este método de imagen permite determinar el daño valvular aórtico y la cuantificación de la severidad de la estenosis valvular, así como los cambios en el resto del corazón relacionados con la valvulopatía. Históricamente, el manejo quirúrgico usual de estos pacientes ha sido la cirugía de recambio valvular aórtico. Sin embargo, siempre ha existido un grupo de pacientes con comorbilidades que le confieren un alto riesgo, incluso prohibitivo, al procedimiento quirúrgico. Así es como surge la idea de realizar un procedimiento percutáneo para el reemplazo valvular aórtico, que fue usado en el 2002 por primera vez de forma exitosa en Rouen, Francia, por parte del Dr. Alan Cribier y la Dra. Helene Eltchaninoff. Desde entonces, este procedimiento ha venido a ofrecer una opción terapéutica para aquellos pacientes en que el riesgo quirúrgico es tan alto que no podría realizarse una cirugía de reemplazo valvular aórtico, lo cual permite ofrecerles mejor calidad de vida. Además, poco a poco se ha optimizado la 2 técnica conforme han pasado los años y ha aumentado la experiencia en relación con este procedimiento. Parte fundamental de la realización del reemplazo percutáneo de la válvula aórtica es el planeamiento de éste, que incluye la realización de una tomografía computarizada previo al procedimiento. Este estudio de imagen es fundamental porque brinda información no sólo de la válvula aórtica y la severidad de su daño, sino también de su relación con el tracto de salida del ventrículo izquierdo, el grado de calcificación, información funcional del corazón y de las estructuras vasculares por las que se podría acceder para realizar el procedimiento. Esta información ha permitido perfeccionar la técnica, el sitio de implante y realizar medidas que previenen las complicaciones más comunes del procedimiento. Al recolectar los datos más importantes de la válvula aórtica y el complejo aorto-ventricular, esta investigación pretende generar un perfil anatómico y clínico del paciente que se somete a este procedimiento percutáneo, dado que no hay publicaciones hasta el momento en el país que reporten esta información. Esto nos permitirá conocer el perfil del paciente con estenosis valvular aórtica que se somete a este procedimiento. A nivel internacional existen algunos registros sobre los resultados de este procedimiento percutáneo, así como de algunos datos anatómicos tomados de la tomografía computarizada. La eventual publicación de un protocolo de análisis de las tomografías cardíacas en este contexto permitirá la expansión de la sistematización y planeación de este tipo de procedimientos, lo que permite disminuir el riesgo de complicaciones, con una mejor selección de los pacientes o de la prótesis adecuada. 3 CAPÍTULO I ANTECEDENTES Generalidades El corazón es una bomba muscular con cuatro válvulas principales que separan diferentes cavidades: las válvulas mitral y tricúspide separan cavidades auriculares y ventriculares; mientras que las válvulas pulmonar y aórtica separan los ventrículos de grandes vasos. Las enfermedades valvulares involucran entre un 10 y un 20% de las cirugías cardíacas en los Estados Unidos 1. La enfermedad valvular es una afección de importante prevalencia y llega a involucrar principalmente pacientes adultos mayores de 65 años, con una prevalencia del 13% en mayores de 75 años2. Su manejo y tratamiento ha sido fundamental para mejorar calidad de vida y reducir mortalidad. A nivel global, la enfermedad reumática es la causa más prevalente de las valvulopatías, especialmente en zonas como África, India, Sur y Centroamérica, así como algunas zonas de Australia, Nueva Zelanda, China y Rusia1,2. En países desarrollados ha disminuido la incidencia de enfermedad reumática y predomina más la calcificación valvular, en especial la estenosis aórtica calcificada2. Sin embargo, existen otras causas como la endocarditis infecciosa y la valvulopatía inducida por drogas, fibrosis endomiocárdica, patologías congénitas, entre otras1. Recientemente, este grupo de patologías ha abierto el camino en busca de un diagnóstico certero y temprano, pero además de un manejo médico e invasivo apropiado. La tendencia actual es hacia el manejo multidisciplinario de las valvulopatías, involucrando cardiólogos clínicos, intervencionistas, cirujanos cardíacos, enfermería, rehabilitación, especialistas en imágenes cardíacas, entre otros, con el fin de optimizar el manejo del paciente1. 4 Anatomía de la válvula aórtica La válvula aórtica es la última puerta por la que pasa la sangre del corazón hacia la circulación sistémica. Permite el flujo anterógrado con mínima resistencia durante la sístole y evita la regurgitación del flujo durante la diástole. Está compuesta normalmente por tres valvas semilunares, de ahí que usualmente es tricúspide. Sus nombres derivan de su relación anatómica con los ostium coronarios: coronariana derecha e izquierda; y la valva no coronariana2. Las valvas están adheridas al anillo aórtico, en la base de los senos de Valsalva. La unión sinotubular es, por su parte, la sección más estrecha de la raíz aórtica (Figura 1). Existe además un esqueleto fibroso que soporta la válvula aórtica y continúa con la valva anterior de la mitral. El complejo válvula aórtica – raíz aórtica es importante para la toma de decisiones en el manejo del paciente con estenosis aórtica, puesto que no sólo se trata de disfunción de la válvula per se, sino que también se asocia con alteraciones de la raíz aórtica y aorta ascendente3. Estenosis aórtica: causas La estenosis de la válvula aórtica usualmente se debe a un proceso degenerativo asociado a la edad avanzada con calcificación de la válvula; además, usualmente se documentan anomalías congénitas de la válvula como aórtica bicúspide; y enfermedad reumática valvular1. Otras causas pueden ser aterosclerosis severa de la aorta y la válvula en pacientes con hipercolesterolemia severa; degeneración secundaria a radiación, desórdenes del metabolismo del calcio, o compromiso reumático de la válvula (con engrosamiento nodular)1. La degeneración cálcica de la válvula es un proceso que evoluciona desde los pequeños depósitos, que expone las valvas a cada vez mayor estrés y desencadena proliferación y cambios inflamatorios en las mismas. Usualmente se asocia con factores de riesgo como LDL elevado, diabetes mellitus, fumado e hipertensión, por lo que es común que también presenten enfermedad arterial 5 coronaria en un 25 - 50% de los casos, al compartir estos factores de riesgo con la aterosclerosis que causa esta enfermedad3. Cuando estos depósitos de calcio se acumulan en la base de las valvas impiden su movilidad normal y eventualmente incitan la fusión de las comisuras e impiden la apertura normal de la válvula1. Se presenta más comúnmente en pacientes mayores de 60 años, pero puede verse mucho antes en pacientes con válvula aórtica bicúspide. Esta patología congénita se presenta en 1- 2% de la población, siendo una válvula que está mucho más predispuesta a degenerarse y presentar insuficiencia, estenosis o ambos3. Por su parte, la enfermedad reumática tiende a presentar fusión comisural y además afección concomitante de la válvula mitral4. Figura 1 Representación de anatomía cardíaca y de la válvula aórtica, con sus posibles causas de estenosis aórtica. Tomado de Manning, W. 20134 6 Estenosis aórtica: fisiopatología Usualmente no existe gradiente a través de la válvula aórtica durante el ciclo cardíaco y el área usualmente es mayor de 2 cm2. Esta patología se caracteriza por presentar una estrechez progresiva del orificio valvular aórtico, que lleva a un aumento del gradiente transvalvular3. Esta estrechez progresivamente lleva a una obstrucción del flujo desde el ventrículo izquierdo y se convierte en una lesión severa cuando presenta los siguientes parámetros1: ▪ ¨Jet¨ de velocidad aórtica mayor de 4 m/s ▪ Gradiente medio de presión sistólica mayor de 40 mmHg, con un gasto cardíaco normal ▪ Orificio efectivo aórtico menor a 1cm2 y en algunos casos, menor a 0.8cm2. El aumentar el gradiente transvalvular, conlleva un aumento de la postcarga del ventrículo izquierdo y una eventual disminución del desempeño ventricular. La sobrecarga de presión con el tiempo evoluciona a una hipertrofia ventricular izquierda con aumento del grosor de pared en una cavidad que continúa de tamaño normal2. Al aumentar el grosor de pared, se mantiene la función contráctil mediante la normalización de la presión de pared con el aumento de la postcarga. Sin embargo, esto conduce a una fibrosis intersticial y eventualmente a disfunción diastólica3. Este proceso de compensación del aumento de la carga y el estrés de pared, aunado a fibrosis, resulta en falla ventricular sistólica, reducción de la fracción de eyección y descompensación clínica1. En el contexto de estenosis aórtica, el flujo coronario esta elevado en términos absolutos, pero corregido por la masa miocárdica es normal. Sin embargo, la reserva de flujo coronario reducida produce una oxigenación inadecuada en este contexto, aunque no exista enfermedad coronaria como tal. La perfusión miocárdica se ve afectada por varios mecanismos: un aumento del consumo miocárdico por mayor masa miocárdica, mayor presión sistólica y prolongación de eyección y una disminución del aporte de flujo por acortamiento de la diástole2. En resumen, esta perfusión alterada tanto en reposo como condiciones de aumento 7 de demanda, lleva a una isquemia subendocárdica, afectando la función ventricular1. En la figura 2 se esquematiza la fisiopatología de la estenosis aórtica, y sus mecanismos compensatorios iniciales y eventualmente cómo se puede desencadenar falla ventricular izquierda si no se detiene el proceso fisiopatológico. Estenosis aórtica: historia clínica La historia clínica es fundamental para lograr un diagnóstico certero y oportuno. Puede presentarse un antecedente de fiebre reumática, uso de medicamentos, radiación, patologías congénitas o bien, factores de riesgo que puedan predisponer a esta condición, entre ellos la edad, como se mencionó previamente2. Figura 2 Esquema fisiopatológico de la estenosis aórtica severa, los mecanismos sin oposición llevan a eventual falla ventricular izquierda, como se describe en el texto. Elaboración propia1 Elaboración propia 1 8 Usualmente, los pacientes se presentan con tres síntomas clásicos: angina, disnea por falla cardíaca y síncope. La angina se relaciona con el desarrollo de isquemia subendocárdica y además con la severidad de la obstrucción y el tiempo de llenado diastólico3. Ésta ocurre en aproximadamente 2/3 de los pacientes con estenosis aórtica5. Y es uno de los síntomas que más se confunden con otros diagnósticos, principalmente con cardiopatía isquémica1. El desarrollo de falla cardíaca y disnea es un signo ominoso en esta patología, puesto que es un indicador de que los mecanismos compensatorios de la hipertrofia ventricular fueron sobrepasados, y predomina ahora la disfunción diastólica y eventualmente, disfunción sistólica3. Figura 3 Mecanismos fisiopatológicos y evolución en el tiempo de la estenosis aórtica. La inflamación y la infiltración lipídica son elementos importantes para el inicio de la patología (línea punteada azul) y una vez activados estos mecanismos, la calcificación de las valvas resulta en estenosis aórtica eventualmente (línea roja). Elaboración propia1 9 La presentación de síncope se debe a varias teorías. Una de ellas es hipotensión durante el ejercicio, puesto que la caída de resistencias sistémicas no puede ser contrarrestada con aumento del gasto cardiaco por la estenosis aórtica 5. Otra sería síncope vasopléjico por presiones intraventriculares elevadas o bien, el desarrollo de arritmias ventriculares en contexto de isquemia inducida por ejercicio3. Comúnmente, muchos de estos pacientes presentan disminución de la tolerancia al ejercicio, fatiga y disnea de esfuerzo. Estos síntomas en ejercicio se deben, de hecho, a la limitada habilidad de aumentar el gasto cardíaco con ejercicio5. Además, es frecuente que muchos de estos síntomas sean desestimados por los pacientes y consulten cuando esté más avanzado el proceso patológico1. Otras comorbilidades que pueden presentarse incluyen fibrilación atrial, hipertensión pulmonar e hipertensión venosa sistémica, además de sangrado gastrointestinal debido a angiodisplasias de colon y malformaciones vasculares; o bien embolismos cerebrales por microtrombos en valvas engrosadas o calcificadas1. Cuando el paciente se encuentra asintomático, la mortalidad es de aproximadamente de 1% por año, pero una vez que inician las manifestaciones clínicas, la mortalidad aumenta de forma significativa. Además, se ha documentado en estudios clínicos, que la evolución del paciente es diferente según su síntoma pivote: si el paciente manifiesta angina como síntoma inicial, tiene una sobrevida aproximada de 5 años; si es síncope, la sobrevida promedio es de 3 años y por su parte, la falla cardíaca en promedio sobreviven 2 años luego de su inicio6,7 (figura 4). 10 Estenosis aórtica: examen físico Usualmente el examen físico correlaciona con la severidad de la estenosis aórtica, pero ninguna combinación de signos y hallazgos tiene la suficiente especificidad y sensibilidad para excluir una estenosis aórtica severa asintomática. Los puntos clave del examen físico de estos pacientes son: palpación del pulso carotídeo, evaluación del soplo y signos de falla cardíaca8. En el pulso carotídeo es común encontrar una onda de pulso de inicio lento, pico tardío y baja amplitud, usualmente conocido como ¨parvus et tardus¨, que refleja obstrucción del flujo sanguíneo en la circulación periférica1, 9. En pacientes adultos mayores, la amplitud del pulso carotídeo podría mantenerse preservada Elaboración propia, adaptado de Fuster, V. et al 20175 Figura 4 Evolución natural promedio de la estenosis aórtica severa en adultos (información postmortem). 11 por los cambios vasculares. En este caso se recomienda palpar simultáneamente el ápex y la carótida para detectar si existe un retraso en su pico máximo8. La auscultación, por su parte, permite documentar un soplo de eyección sistólico, mejor hacia la base del corazón, con pico tardío en media sístole, crescendo-decrescendo y que irradia a las carótidas3. Conforme empeora la severidad de la estenosis, el soplo tiene un pico más tardío al final de la sístole. El segundo ruido cardíaco (S2) tiende a ser suave y un solo sonido, dado que el atraso del cierre aórtico ocurre simultáneamente con el cierre pulmonar. Conforme es más severa la estenosis, el componente aórtico de S2 desaparece; así que un segundo ruido desdoblado excluiría la presencia de estenosis aórtica en un adulto1. El soplo de estenosis aórtica suele aumentar de intensidad cuando el paciente se encuentra de cuclillas, puesto que se aumenta el volumen sistólico. La intensidad se reduce con la maniobra de Valsalva o de pie, puesto que reduce el volumen de flujo a través de la válvula1. Adaptado de Fuster, V. et al 20175 Figura 5 Onda de pulso carotídeo normal (derecha) comparado con un paciente con estenosis aórtica severa, con un pulso de pico tardío. 12 Estenosis aórtica: estudios diagnósticos Si bien la historia clínica y el examen físico orientan el diagnóstico, existen una serie de estudios complementarios que corroboran la patología y la severidad de esta. En el electrocardiograma es usual encontrar datos de hipertrofia ventricular izquierda, con o sin cambios de la repolarización. Además hay dilatación auricular, eje desviado a la izquierda e incluso fibrilación atrial en algunos casos2. La radiografía de tórax usualmente no es requerida para evaluar la estenosis aórtica, pero se puede documentar congestión pulmonar en casos más descompensados clínicamente, o bien se puede solicitar en aquellos pacientes que presentan disnea de causa no determinada. En algunos casos puede documentarse calcificación en la zona del anillo aórtico1. Estudios más invasivos como el cateterismo cardíaco se reservan para aquellos pacientes en los que el ecocardiograma no es concluyente o además ameritan evaluación para definir su manejo. Este permite realizar una angiografía coronaria para conocer si existe enfermedad arterial coronaria concomitante y poder tomar medidas hemodinámicas que permiten determinar la severidad de la estenosis aórtica1. 13 En el laboratorio de hemodinamia se puede realizar la medición de presión ventricular izquierda y presión aórtica, con el que se determina el gradiente pico – pico entre ventrículo izquierdo y aorta; además de calcular el gasto cardíaco y el área valvular aórtica10,11. El estudio estándar de oro para el diagnóstico de estenosis aórtica severa es el ecocardiograma transtorácico7. La ecocardiografía permite evaluar la anatomía valvular y de la raíz aórtica, la hemodinámica de la válvula, las consecuencias en el ventrículo izquierdo, así como otras lesiones valvulares o estructurales concomitantes. Inicialmente es necesario determinar las características estructurales de la válvula, así como su movilidad reducida durante la sístole y valvas engrosadas o calcificadas. Se debe determinar además si la válvula es tricúspide, bicúspide o unicúspide, o bien si tiene tres valvas pero presentan rafé que une dos de las valvas. Elaboración propia, adaptación de Fuster, V. et al 20175 Figura 6 Gradiente de presión típica en estenosis aórtica severa, simultáneamente del ventrículo izquierdo con la aorta. Además, se marca el gradiente pico-pico como diferencia entre la presión pico ventricular vs aórtica. 14 En el caso de válvulas bicúspides, se debe evaluar cuidadosamente la raíz aórtica, en busca de que esté comprometida con dilatación de la misma3. Tabla 1 Parámetros ecocardiográficos que definen una estenosis aórtica severa, según guías internacionales. Grado de severidad Velocidad máxima Aórtica (m/s) Gradiente medio (mmHg) Área valvular aórtica (cm2) Leve 2.5 – 2.9 < 20 > 1.5 Moderado 3 – 3.9 20 – 39 1 – 1.5 Severa 4 – 4.9 40 – 59 < 1 Muy severa > 5 > 60 < 0.6 Adaptado de Guías Británicas de Ecocardiografía 12 Para determinar la morfología de la válvula se recomienda una vista de eje corto de grandes vasos, para observar cuántas valvas están presentes, si tienen rafé, cómo se mueven y si hay calcio6. Aparte de la evaluación 2D, la evaluación por Doppler permite determinaciones hemodinámicas que definen el diagnóstico y severidad de la valvulopatía. Se debe medir la velocidad a través de la válvula aórtica y calcular el gradiente transaórtico y el área valvular por ecuación de continuidad1. Es necesario anotar también las medidas del ventrículo izquierdo, determinar el grado 15 de hipertrofia, función sistólica y diastólica, así como el strain longitudinal del ventrículo izquierdo2. Tomado de Fuster, V. et al 20175 Figura 7 Criterios ecocardiográficos por evaluar en estenosis aórtica. En A se observa un eje paraesternal largo donde se puede describir la movilidad de las valvas y calcificación. En B una medición del TSVI. En C una imagen apical 5 cámaras desde donde se pueden medir los gradientes como se muestra en D y E. Asimismo, en F la imagen de paraesternal eje largo con Doppler color permite determinar el flujo por la válvula, si existe insuficiencia y su turbulencia. En G, un gradiente aórtico que demuestra una estenosis aórtica severa en una vista paraesternal derecha, útil en la evaluación de gradientes aórticos. 16 En algunas ocasiones puede realizarse un ecocardiograma transesofágico que permite una valoración con mayor resolución espacial y definición de la imagen de la válvula aórtica, para tener más clara la anatomía valvular, la apertura de las valvas, las dimensiones de la raíz aórtica y permite tomar medidas de área aórtica con vistas 3D1. La recomendación actual indica que la evaluación ecocardiográfica debe hacerse en condiciones estables, debe anotarse la presión arterial para conocer las condiciones de carga del paciente durante el estudio e idealmente en ritmo sinusal. Esta evaluación debe involucrar las medidas de gradiente de presión medio, velocidad pico valvular y el área valvular13. Con base en estos parámetros, y otros en relación con la función ventricular y el volumen sistólico, los pacientes pueden clasificarse en 4 grupos13: ▪ Estenosis aórtica con gradiente alto: gradiente medio > 40mmHg, velocidad pico > 4m/s y área valvular < 1 cm2. En este caso, la estenosis es severa sin importar la función ventricular. ▪ Estenosis aórtica bajo flujo – bajo gradiente con fracción de eyección reducida: gradiente medio < 40mmHg, área valvular < 1 cm2, FEVI < 50% y volumen sistólico indexado < 35 mL/m2. En este caso se recomienda realizar un estudio de estrés farmacológico con dobutamina a bajas dosis, para distinguir los casos de estenosis aórtica severa verdadera de la pseudo severa en la que el área valvular aumenta a más de 1 cm2. ▪ Estenosis aórtica bajo flujo – bajo gradiente con fracción de eyección preservada: gradiente medio < 40mmHg, área valvular < 1 cm2, FEVI > 50% y volumen sistólico indexado < 35 mL/m2. Este caso usualmente se encuentra en pacientes hipertensos, añosos, con cavidades ventriculares pequeñas e hipertróficas. Usualmente requieren otros estudios como la tomografía computarizada para determinar el score de calcio, como punto de información adicional para definir la valvulopatía ▪ Estenosis aórtica flujo normal – bajo gradiente con fracción de eyección preservada: gradiente medio < 40mmHg, área valvular < 1 cm2, FEVI > 50% y volumen sistólico indexado > 35 mL/m2. Este grupo usualmente corresponden a estenosis aórtica moderada, y se deben corroborar las 17 medidas realizadas, incluso con ecocardiograma transtorácico o con otros métodos diagnósticos invasivos en caso necesario. En el siguiente esquema se puede identificar la evaluación del paciente con sospecha de estenosis aórtica al que se le realiza un ecocardiograma, así como determinar la severidad de la misma13 (Figura 8). (Tomado de Guías de manejo ESC valvulopatías 202111) Figura 8 Evaluación integral de la estenosis aórtica con estudios de imagen según las guías internacionales 18 Por otra parte, la tomografía computarizada (TC) es otra de las herramientas diagnósticas en estos pacientes, muy útil para confirmar los hallazgos ecocardiográficos, analizar medidas de la aorta y, eventualmente, planear el procedimiento terapéutico1. Las medidas de la ecocardiografía 2D infraestiman las medidas verdaderas del tracto de salida del ventrículo izquierdo y el área valvular aórtica en comparación con la tomografía; mientras que la tomografía computarizada sobreestima estos valores en comparación con la resonancia magnética6. Además, la TC cardíaca permite determinar el valor de score de calcio valvular y el volumen de calcio y su localización en la válvula. En el grupo de pacientes con bajo flujo, es especialmente útil para definir el score de calcio que según el punto de corte le definen la severidad de la estenosis. Dicho punto de corte se ha definido como diagnóstico definitivo según guías europeas en > 3000 UA en hombres y > 1600 UA en mujeres13; mientras que otros autores han definido el corte como estenosis aórtica severa en > 2000 UA en hombres y > 1200 UA en mujeres14. Es fundamental para la planeación del procedimiento la toma de adecuadas imágenes y el posterior análisis sistemático de la tomografía computarizada, lo que permite realizar un procedimiento de forma segura. Este análisis de la tomografía computarizada previo al procedimiento debe incluir, al menos, las siguientes mediciones: 1. Anillo Aórtico: este análisis es fundamental para la selección del tipo y tamaño de la prótesis. Éste corresponde a un anillo virtual creado por los puntos basales de unión de las valvas aórticas y según el tipo de prótesis se utiliza el perímetro o bien el área del anillo aórtico15. Es importante tomar en cuenta los cambios del anillo durante el ciclo cardíaco, dado que durante la sístole hay menor elipticidad que resulta en mayores áreas y perímetros en comparación con la diástole16. 19 2. Morfología de la válvula: es importante describir el número de valvas, si existe rafé o no, y la presencia de calcificación17. En el caso de las válvulas bicúspides, que se encuentran hasta en un 6% de los pacientes para TAVR, existen diferentes clasificaciones por morfología que pueden utilizarse. Una de las más comunes es la de Sievers y Schmidtke que describe el número de rafé presentes (tipo 0 sin rafé, tipo 1 con un rafé y tipo 2 con dos rafé)18, 16,19. También existe otra clasificación en la que hay tres categorías de bicúspides según las comisuras presentes: en tricomisural (tres cúspides con 1 comisura fusionada por completo o también conocida como bicúspide funcional o adquirida), bicomisural con rafé (dos valvas fusionadas proximal o a nivel de la base del seno) o bicomisural sin rafé (solo dos comisuras sin rafé ni tercera comisura)20. La fusión derecha con izquierda es la más común (70-80%) entre los fenotipos de fusión de valvas. Le sigue fusión derecha con no coronariana (20-30%) y por último, menos común, la izquierda con no coronariana (3- 6%)17. Modificado de Patel, K. et al. (21) Figura 9 Complejo de la raíz de aorta. En A se representa la raíz aórtica, con la línea azul mostrando el anillo virtual aórtico. En B se representan las mismas estructuras, pero en una muestra anatomopatológica. En C la vista ecocardiográfica de la raíz de aorta, en azul el anillo y en naranja oscuro la unión sinotubular. 20 Elaboración propia, modificado de (24). Figura 10 Representación de las morfologías y variaciones de válvula aórtica, incluyendo la distribución de la inserción de las valvas. L=izquierda, D=derecha, NC= no coronariana. Figura 11 Representación de la clasificación de Sievers de válvulas bicúspides, en tipo 0, 1 y 2. L=izquierda, D=derecha, NC= no coronariana. Elaboración propia. 21 3. Tracto de salida del ventrículo izquierdo (TSVI): esta es un área virtual de la cual se debe medir diámetros y área, idealmente a los 4 mm del anillo aórtico. Esta área es parte de la zona de aterrizaje de la prótesis y está involucrado con resultados, principalmente cuando está calcificado y de morfología no tubular. 4. Altura de arterias coronarias – Senos de Valsalva: la altura de la salida de las arterias coronarias se mide en línea recta desde el anillo aórtico, cuando esta medida es menor de 10 mm el riesgo de oclusión coronaria es alto. Esta complicación del procedimiento es severa y puede tener una mortalidad de hasta 50%15. Además, los senos de valsalva se miden desde el medio de la valva hasta la comisura opuesta, y al ser esta estrecha (menor de 30 mm) se asocia a riesgo de obstrucción coronaria también16. 5. Unión sinotubular: corresponde a un área más estrecha de la raíz aórtica, y además se puede medir su altura desde el plano anular. Estas medidas son importantes, en especial para las prótesis balón expandibles puesto que un área pequeña puede causar lesiones a este nivel15. 6. Aorta ascendente: es parte de las medidas importantes, tanto en diámetro como en área, para determinar si existe una dilatación a este nivel en especial en casos de aorta bicúspide15. 7. Accesos vasculares: este análisis permite determinar por dónde acceder al procedimiento de forma segura o bien tomar decisiones sobre alternativas de accesos a los tradicionales. Se analiza las arterias femorales, tanto en dimensiones como en carga de placa y calcificación. Si esta no es una opción viable, se analiza también accesos subclavios y axilares izquierdos. En casos muy seleccionados, el acceso transaórtico o transpical pueden utilizarse, pero requieren más experiencia con el procedimiento y apoyo de cirugía cardíaca15. 22 Estenosis aórtica: manejo El tratamiento definitivo de estos pacientes es el reemplazo valvular, ya que al ser una obstrucción que ocurre a este nivel, solamente liberando la estrechez se corrige la patología y los síntomas6. Existen algunos fármacos que intentan retrasar la progresión de la enfermedad, pero aún ninguno se utiliza con finalidad curativa. El tratamiento médico se enfoca en tratar las comorbilidades que presente el paciente. El control de la presión arterial debe ser cuidadoso dado que la hipertensión representa otra sobrecarga sobre el ventrículo, así que se debe intentar mantener al paciente en metas. Para el manejo de la falla cardíaca se sugiere iniciar con dosis bajas de los medicamentos e irlas aumentando según tolerancia, de acuerdo con los lineamientos actuales de falla cardíaca1. Es necesario tener cuidado con ciertos fármacos de uso común en el caso de estenosis aórtica severa o sintomática. Por ejemplo, los diuréticos reducen la precarga y estos pacientes dependen de ella para mantener el gasto cardíaco; los vasodilatadores reducen la presión sistémica lo cual en presencia de una estenosis valvular fija no es bien tolerado y reduce la presión de perfusión coronaria. Por otra parte, los fármacos inotrópicos tienden a generar taquicardia y aumento del consumo miocárdico, lo cual predispone a más isquemia6. 23 Estenosis aórtica: intervención quirúrgica y percutánea En el caso de que el paciente presente una descompensación clínica se puede realizar una técnica como terapia puente a un recambio valvular definitivo: la dilatación aórtica con balón percutáneo. El objetivo es mejorar la estenosis, (Tomado de Guías de manejo ESC valvulopatías 202111) Figura 12 Tratamiento de los pacientes con estenosis aórtica severa, tanto evaluación como manejo con reemplazo quirúrgico (RQVA) o bien percutáneo (TAVI) 24 separar las comisuras, llevar a una reducción del gradiente, con una mejoría de los síntomas y de la hemodinámica del paciente. Un 75% de los pacientes en contexto de shock cardiogénico fallecen o recaen en shock cardiogénico al año, de ahí la importancia de derivar al paciente a un tratamiento de reemplazo definitivo21. Dado que el beneficio es solamente transitorio, e incluso que el aumento de área no es significativo, no se considera un tratamiento definitivo3. Entre un 10 a 20% de los casos pueden presentarse complicaciones como evento cerebrovascular, insuficiencia aórtica significativa o infarto al miocardio. Debido a esto y a la alta probabilidad de reestenosis este procedimiento se reserva como terapia puente para tratamiento definitivo con un reemplazo valvular (quirúrgico o percutáneo) o bien, como una terapia puente en aquellos pacientes que ameriten una cirugía no cardíaca urgente previo al reemplazo valvular3. El reemplazo valvular aórtico es el tratamiento de elección definitivo para estos pacientes y actualmente se tienen dos opciones: quirúrgica o percutánea1. La escogencia del tipo de procedimiento depende de múltiples factores como las comorbilidades, los riesgos del procedimiento y la expectativa de vida del paciente. Esta decisión debe llevarse a cabo en el contexto de un equipo multidisciplinario que permita definir con certeza cuál procedimiento es el mejor para el paciente3. El reemplazo valvular quirúrgico es un procedimiento que amerita una incisión esternal o toracotomía anterior para colocar una válvula aórtica protésica, que puede ser mecánica o biológica1. Es un procedimiento que se ha perfeccionado con el tiempo y es la cirugía valvular más común2, que amerita colocar al paciente en bomba de circulación extracorpórea y cardioplejia, abrir la aorta unos centímetros sobre la válvula, remover las cúspides y hacer desbridamiento del calcio, para posteriormente colocar la nueva válvula3. En la actualidad este procedimiento presenta una mortalidad baja a 30 días. El peri-procedimiento se reporta que puede ser de un 2% en pacientes de bajo riesgo quirúrgico, e incluso en pacientes mayores. De ahí la importancia de la selección del paciente, para lo cual se pueden utilizar escalas de riesgo como el STS o EUROSCORE II para guiar objetivamente el riesgo quirúrgico, así como determinar quiénes se benefician del procedimiento quirúrgico y cuáles pacientes tienen un riesgo extremo o prohibitivo3. 25 En la evaluación previa a la cirugía también se debe determinar si el paciente amerita intervención de la raíz de aorta, por ejemplo, en aneurismas de aorta ascendente, lesiones anulares por endocarditis o disección de aorta. Asimismo, se determina si es necesario realizar alguna otra intervención por enfermedad arterial coronaria u otras valvulopatías2. Por otra parte, desde el año 2002 contamos con una técnica alternativa para reemplazo valvular aórtico: el reemplazo valvular aórtico percutáneo conocido por sus siglas en inglés como TAVR (Transcatheter Aortic valve Replacement). Cuando se inició con esta técnica, esta era la última opción terapéutica3 para pacientes con riesgo quirúrgico prohibitivo que los hacían inoperables. Sin embargo, hoy en día se utiliza como opción terapéutica en un gran número de pacientes con riesgo quirúrgico alto e intermedio, e incluso se han realizado estudios en pacientes de bajo riesgo quirúrgico, en los que se muestran resultados alentadores para este grupo de pacientes también22, 23, 24. La evidencia en torno a seguridad y eficacia alrededor de esta técnica ha crecido desde sus inicios, en comparación con el reemplazo quirúrgico22. Es por esto, que para el 2011 se habían realizado 45.000 procedimientos percutáneos, además, se han perfeccionado las válvulas disponibles en el mercado, así como equipo adicional para hacer el procedimiento cada vez más seguro25. Las prótesis utilizadas en este procedimiento tienen valvas de tejido pericárdico que está dentro de un anillo tipo stent metálico, el cual se ensambla sobre un sistema de liberación de la válvula y que eventualmente va a pasar a través de una guía hacia la posición de la válvula aórtica nativa25. Actualmente, existen dos grandes grupos de válvulas en el mercado: las balón expandibles y las auto expandibles. Las válvulas balón expandibles (SAPIEN valve, Edwards Lifesciences, Irvine, CA) necesitan de un balón para dilatar la prótesis sobre la válvula22. La válvula SAPIEN 3 es la que ha sido aprobada más recientemente en esta categoría, amerita un acceso vascular de 14 Fr o 16 Fr para su colocación, que puede ser femoral, subclavia, transaórtico o transapical. La válvula se crimpa sobre el balón que la expandirá una vez colocada en la posición deseada, y el lado ventricular del stent está cubierto por una ¨falda¨ de tereftalato de polietileno diseñada para reducir el riesgo de fuga paravalvular25. 26 Por su parte, las válvulas auto expandibles (Corevalve, Medtronic, Minneapolis, MN) han evolucionado en estas dos décadas, recientemente se cuenta con las válvulas Evolut R y Evolut Pro. También tienen un stent metálico con unas valvas de tejido porcino supra anulares, que se libera a través de un sistema de 14 Fr o 16 Fr25. Dado que esta válvula se auto expande no requiere un balón para su liberación y a diferencia del otro grupo, puede ser recapturada y reacomodar la posición de liberación en caso necesario. Más recientemente se han diseñado y comercializado otras prótesis valvulares con las cuales aún se tiene poca experiencia y literatura en comparación con las mencionadas previamente. Por ejemplo, la válvula Lotus (Boston Scientific, Marlborough, MA) que es mecánicamente expandible; la válvula DirectFlow (Direct Flow Medical, Santa Rosa, CA); la válvula Navitor (Abbott, CHA) o la válvula Jena (JenaValve Technology Inc, Irvine, CA), tienen algunas diferencias en su sistema de liberación y en la configuración, pero todas pretenden lograr un reemplazo valvular con mayor seguridad y con mejor durabilidad25. De éstas, la válvula Lotus se descontinuó del mercado, y la válvula Navitor tiene una de las aprobaciones más recientes, con la novedad de presentar celdas de marco grande que facilitarían un acceso a las coronarias posteriormente y un brazalete o falda que evita las fugas paravalvulares severas26. 27 Elaboración propia. Imágenes tomadas de las empresas de manufactura. Tabla 02 Principales prótesis valvulares utilizadas para reemplazo percutáneo de válvula aórtica y sus características. 28 Este procedimiento, a diferencia de la cirugía cardíaca, puede realizarse de forma percutánea, ya sea con anestesia local o sedación consciente25. Se inicia a través de un acceso vascular arterial de gran calibre para el sistema de liberación de la válvula y otro acceso arterial más pequeño para realizar una aortografía y en algunos casos, acceso venoso para colocar un marcapaso transvenoso para la liberación de la válvula3. Se debe cruzar la válvula aórtica con una guía recta inicialmente, que se intercambia por una guía de punta curva por la que se avanza el sistema de liberación de la válvula. Con ayuda del marcapaso se sube la frecuencia cardíaca, se logra reducir el gasto cardíaco y mantener el corazón en una posición estable para la liberación de la válvula3. Una vez liberada, se procede a revisar la colocación y funcionamiento de la válvula por medio de aortografía y ecocardiografía. La mortalidad del TAVR con respecto a la cirugía es comparable, siendo menor de 1% en bajo riesgo, 2 a 4% en pacientes de riesgo intermedio y 3 a 7% en pacientes de riesgo alto3. Las complicaciones más importantes del procedimiento percutáneo son anormalidades de la conducción, fugas paravalvulares, evento cerebrovascular y complicaciones vasculares. Hay otras complicaciones menos frecuentes como la obstrucción coronaria, la ruptura del anillo o la embolización de la válvula3. Estenosis aórtica: indicaciones para intervención y tipo de intervención En los pacientes con estenosis aórtica severa sintomática, la recomendación es realizar el reemplazo valvular lo más pronto posible, excepto en aquellos casos en que la probabilidad de sobrevida sea menor de 1 año. Se puede considerar también la intervención en el caso de los pacientes asintomáticos con estenosis severa y alteración de la función ventricular o bien aquellos pacientes que desarrollan síntomas con el ejercicio13. En la figura 13, se resumen las recomendaciones de las guías europeas de cardiología, en relación con las indicaciones para el reemplazo valvular aórtico en estenosis aórtica severa. 29 El otro punto por definir aparte del momento de la intervención es el modo de intervención: ¿es el paciente candidato a reemplazo quirúrgico o percutáneo? En los casos de riesgo quirúrgico muy alto, el reemplazo percutáneo calza como la única opción terapéutica, tal y como se realizaba desde sus inicios en 20023. Con respecto de los pacientes de alto e intermedio riesgo, los estudios han demostrado no inferioridad entre el reemplazo percutáneo y quirúrgico en el seguimiento incluso a 5 años. Incluso en estudios más recientes, se ha documentado no inferioridad entre ambas técnicas a los 2 años de seguimiento en pacientes de bajo riesgo13. El reemplazo percutáneo tiene complicaciones vasculares, de la conducción o fugas paravalvulares mayores, con respecto a las complicaciones (Tomado de las Guías Europeas de Cardiología 2021) Figura 13 Indicaciones para intervención en estenosis aórtica severa, según las guías de recomendación europeas del 2021. 30 de la cirugía cardíaca. Sin embargo, el reemplazo percutáneo usualmente ofrece una recuperación más rápida, menos estancia hospitalaria y permite incluso involucrar pronto al paciente en un programa de rehabilitación y terapia física13. Si bien algunos pacientes calzan claramente en un grupo definido para una técnica u otra, en general se recomienda que la decisión del tipo de intervención sea consensuada en un equipo multidisciplinario, de acuerdo con la edad del paciente, su expectativa de vida, sus comorbilidades, escalas de riesgo quirúrgico y características anatómicas de la válvula y factibilidad de los accesos vasculares, sin olvidar la experiencia local y los resultados locales3. La morfología de la válvula y su calcificación también son puntos importantes para la decisión de la intervención2. Idealmente se habla de que en casos bicúspides o bien con extensa calcificación, se debe considerar cirugía, sin embargo, con el reemplazo percutáneo se puede planear bien el procedimiento y tomar previsiones ante las posibles complicaciones. Además, en casos específicos, si amerita intervención de la raíz de aorta es necesario plantear la posibilidad de cirugía, tomando en cuenta los riesgos y la estadística de cada centro3. Este equipo multidisciplinario, conocido también como Heart Team, toma la decisión de la intervención por aplicar. En general, la cirugía se debe considerar como primera opción en pacientes jóvenes (75 años) y de bajo riesgo quirúrgico. En los pacientes mayores de 75 años, con alto o prohibitivo riesgo quirúrgico, se debe decantar por la opción percutánea. Al final, esta discusión debe involucrar al paciente y su familia, tomar en cuenta sus deseos, los riesgos del procedimiento y las posibles complicaciones13. En el siguiente esquema se resumen las principales características que deben tomarse en cuenta para decidir el tipo de intervención en estos pacientes. Es fundamental tomar en cuenta no solamente lo antes mencionado sobre la anatomía de la válvula y riesgo quirúrgico del paciente, sino también algunas comorbilidades específicas como enfermedad coronaria o valvulopatía concomitante, que determinan aún más discusión en estos casos27. 31 Elaboración propia, modificado de (16). Figura 14 Representación de las características a tomar en cuenta para decidir el tipo de intervención en estenosis aórtica severa 32 Estenosis aórtica: planeamiento previo al procedimiento percutáneo El éxito del reemplazo valvular aórtico percutáneo inicia desde la adecuada escogencia del paciente y la planeación del procedimiento. La multimodalidad de las imágenes cardíacas ha permitido tener un panorama más claro para definir cómo realizarlo y con qué complicaciones podría enfrentarse el procedimiento, como trastornos de la conducción, oclusión coronaria, ruptura de anillo, complicaciones vasculares, evento cerebrovascular, entre otros 15. Originalmente, el planeamiento de la TAVR se hacía con ecocardiografía transtorácica y transesofágica, con ayuda de la aortografía tomada al inicio del procedimiento15. Sin embargo, el estándar de oro utilizado hoy en día es la tomografía computarizada cardiaca, con un protocolo gatillado con electrocardiograma16. Además de valorar la raíz de aorta y la válvula aórtica, se deben tomar imágenes de los accesos vasculares (los cuales no tienen que ser gatillados) para su análisis28. Este estudio requiere el uso de medio de contraste para demarcar el anillo y raíz aórtica, así como los accesos vasculares29. Se recomienda utilizar una vía periférica ante cubital y esta inyección se sincroniza con el electrocardiograma, para un total aproximado de 50-100 cc de medio de contrate en promedio. En pacientes con lesión renal, se debe considerar la modificación del protocolo con el fin de usar el mínimo de medio de contraste para obtener imágenes de buena calidad16. Las decisiones con respecto al procedimiento parten de este análisis: el número de válvula, el acceso vascular a utilizar, la necesidad de proteger coronarias o bien de utilizar sistemas de protección cerebral. Todo en aras de realizar un procedimiento de forma segura y exitosa16. 33 CAPÍTULO II MÉTODOS Y MATERIALES Pregunta de Investigación ¿Cuáles son las características clínicas de los pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica y las características anatómicas de sus válvulas aórticas previo al procedimiento por tomografía computarizada, en Costa Rica, en el periodo comprendido desde enero del 2018 hasta diciembre de 2020? Objetivos Objetivo General Describir las principales características anatómicas de la válvula aórtica y de la raíz de aorta por imagen de Tomografía Computarizada (TC) y las principales características clínicas de los pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de la válvula aórtica en los Hospitales México, San Juan de Dios y Calderón Guardia, en el período comprendido entre enero del 2018 a diciembre 2020. Objetivos Específicos • Identificar por TC las principales características anatómicas de la válvula aórtica de los pacientes que fueron sometidos a reemplazo percutáneo en los Hospitales México, San Juan de Dios y Calderón Guardia, en el período comprendido entre enero del 2018 a diciembre de 2020. • Identificar por TC las principales características anatómicas de la raíz de aorta de los pacientes que fueron sometidos a reemplazo percutáneo de la válvula aórtica en los Hospitales México, San Juan de Dios y Calderón Guardia, en el período de enero del 2018 a diciembre de 2020. • Determinar las principales características clínicas de los pacientes con estenosis aórtica severa que fueron sometidos a reemplazo percutáneo de 34 la válvula aórtica en los Hospitales México, San Juan de Dios y Calderón Guardia, desde enero del 2018 a diciembre de 2020. • Describir los principales datos del procedimiento de implante percutáneo de válvula aórtica en los Hospitales México, San Juan de Dios y Calderón Guardia, entre enero 2018 y diciembre 2020. • Describir las principales complicaciones relacionadas con el procedimiento de reemplazo percutáneo de la válvula aórtica en los Hospitales México, San Juan de Dios y Calderón Guardia en el período comprendido entre enero del 2018 a diciembre de 2020. Justificación del estudio La estenosis aórtica es una de las patologías valvulares más frecuentes a la que se enfrentan los servicios de Cardiología. El desarrollo de nuevas técnicas de reemplazo percutáneo permitió en sus inicios ofrecer la última opción de tratamiento disponible. Actualmente el reemplazo percutáneo de la válvula aórtica ha ampliado sus indicaciones a pacientes incluso de bajo riesgo quirúrgico, por los buenos resultados que se han documentado y la gran cantidad de evidencia disponible que lo apoya. En nuestro país se realiza este procedimiento aproximadamente desde el año 2014 y muchos pacientes con estenosis aórtica severa sintomática se han beneficiado. Sin embargo, hasta el momento, no se ha documentado la información clínica y anatómica de estos procedimientos. La realización de este registro centralizado y sistemático genera los primeros pasos en la evaluación a nivel nacional de los pacientes que han sido sometidos al reemplazo percutáneo de válvula aórtica, las características anatómicas tomadas en cuenta para la decisión del implante percutáneo y la posibilidad de la evaluación a futuro de los resultados clínicos y post procedimiento. Los resultados de esta investigación, al describir el perfil de la anatomía cardíaca y de la vasculatura periférica, nos permitirá comprender mejor las características de esta patología en nuestro medio, los diferentes mecanismos responsables del deterioro valvular aórtico así como conocer la anatomía valvular aórtica en nuestro país en comparación con lo publicado a nivel internacional. 35 En Costa Rica no se cuenta aún con una investigación de esta naturaleza en el tema, solamente se han documentado revisiones bibliográficas en relación con la estenosis valvular aórtica y algunas complicaciones del reemplazo percutáneo de la misma. A nivel centroamericano tampoco se encuentran datos sobre el perfil tomográfico de estos pacientes. Internacionalmente se documentan registros principalmente de pacientes estadounidenses y europeos sobre los pacientes, el tipo de procedimiento realizado y porcentaje de las complicaciones secundarias al procedimiento. De este contexto surge la necesidad de obtener los datos de nuestros pacientes costarricenses. Método Se procedió a recopilar la lista de pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de la válvula aórtica desde 2018 al 2020 en los tres hospitales nacionales, por medio de la información documentada de las prótesis valvulares utilizadas en ese período. Después, se procedió a excluir aquellos pacientes que tienen una prótesis previa (procedimiento valve-in-valve), es decir, se dejó sólo aquellos pacientes para procedimientos de válvula aórtica nativa. También, se excluyeron aquellos casos en que la prótesis valvular fue utilizada en otra posición, por ejemplo, tricúspide o pulmonar. Esto deja solamente a los pacientes para procedimiento de válvula aórtica nativa. Posteriormente, se procedió a recopilar los estudios de tomografía computarizada de estos pacientes, y se analizaron con el software 3Mensio (PieMedical, Países Bajos) para estandarizar la revisión de las tomografías. El análisis se realizó en una central de trabajo, y al ser posterior al procedimiento, fue completamente independiente de las decisiones tomadas en ese momento. No se analizó en este estudio aquellos pacientes cuyos estudios de tomografía computarizada presentaban series incompletas para este análisis. Tanto la información clínica, como la derivada de la tomografía computarizada se tabuló para su posterior análisis estadístico. La información clínica de los pacientes se obtuvo tanto del expediente electrónico como del expediente físico, en algunos casos. 36 A continuación se describen los métodos de análisis y clasificación de los criterios que ameritaron uso de escalas y clasificaciones: 1. Tasa de filtración glomerular – enfermedad renal crónica: este cálculo se realizó por medio de la fórmula de CKD-EPI, tomando en cuenta la creatinina de los pacientes, su edad y su género; se clasificó en grados según los lineamientos de internacionales de KDIGO (Kidney Disease Improving Global Outcomes)30. En la siguiente tabla se observa la distribución según el resultado de este cálculo, y cómo se clasifican en severidad de la lesión renal. Tabla 03 Distribución de estadios de función renal por el cálculo de tasa de filtración glomerular, según KDIGO. Estadio Función renal Tasa de Filtración Glomerular Estadio 1 Normal o alta > 90 cc/min/1.73 m2 Estadio 2 Levemente reducida 60 – 89 cc/min/1.73 m2 Estadio 3A Leve – moderadamente reducida 45 – 59 cc/min/1.73 m2 Estadio 3B Moderada – severamente reducida 30 – 44 cc/min/1.73 m2 Estadio 4 Severamente reducida 15 – 29 cc/min/1.73 m2 Estadio 5 Falla renal < 15 cc/min/1.73 m2 2. Clasificación de sintomatología: se utilizó la clasificación de la New York Heart Association, conocida como la escala de NYHA, en la cual se describen 4 clases para determinar el estado funcional y los síntomas que presenta el paciente, de la siguiente forma: - Clase I: sin síntomas ni limitación de actividad física normal - Clase II: limitación leve de actividad física, la actividad física normal resulta en fatiga, palpitaciones o disnea 37 - Clase III: limitación marcada de actividad física, incluso la actividad física menor que la ordinaria provoca fatiga, palpitaciones o disnea; usualmente cómodos solo en reposo. - Clase IV: incapacidad para llevar a cabo cualquier actividad física sin incomodidad; presentan síntomas como palpitaciones, disnea y fatiga en reposo. 3. Escala de riesgo prequirúrgico: se decidió utilizar la escala de EUROSCORE II, puesto que la información recolectada y descrita en los expedientes de los pacientes, permitía realizar su cálculo. Esta escala utiliza la edad, género, NYHA del paciente, angina, arteriopatía extra cardíaca, neumopatía crónica, movilidad, cirugía cardiaca previa, lesión renal, estado clínico perioperatorio, función ventricular y tipo de procedimiento31. Según la literatura, los pacientes pueden clasificarse en tres grupos según su EUROSCORE II: bajo riesgo cuando el resultado es <4%, riesgo intermedio entre 4 y 9% y alto riesgo cuando la escala es mayor de 9%32. 4. Análisis anatómico de tomografías computarizadas: para esta investigación se recolectaron las tomografías computarizadas de los pacientes sometidos a TAVR y se reanalizaron todas por medio del software de 3Mensio (PieMedical Imaging, Países Bajos), con las mejores imágenes de la adquisición. Este análisis de la tomografía, por tanto, fue completamente independiente del análisis que se realizó en su momento previo al procedimiento y por lo tanto no repercutió en la toma de decisiones del procedimiento. El análisis se realizó por dos investigadores en una central de trabajo, de acuerdo con las principales variables para la descripción anatómica: ▪ Área del anillo: esta área se logra medir a nivel de la estructura virtual del anillo aórtico, para lo que se debe determina el punto de base de las valvas, del cual se deriva un plano donde se delinea el anillo16. ▪ Perímetro anular: se toma la medida a nivel de la estructura virtual del anillo aórtico, al trazar el borde generado por el contraste y es 38 usada para decidir el número de prótesis por utilizar en el caso de las válvulas auto expandibles, por ejemplo16. ▪ Excentricidad: es un índice que correlaciona la medida mayor y menor del anillo aórtico, lo cual implica la circularidad de éste (1- Diámetro mínimo/Diámetro máximo)33, 34. Este parámetro se ha correlacionado con la ocurrencia de fugas paravalvulares significativas después del procedimiento, en especial en válvulas auto expandibles cuando es mayor de 0,2534. ▪ Tracto de salida del ventrículo izquierdo (TSVI): se mide a 1 mm y 4 mm del anillo valvular, para estandarizar la medida. Esta área es parte de la zona ¨de aterrizaje¨ de la prótesis valvular. Al igual que el anillo, esta área se traza en la tomografía siguiendo el borde que forma la sangre en la estructura. ▪ Morfología valvular: se describe además la morfología de la válvula aórtica según número de valvas presentes y si están fusionadas o no. Para el caso de las válvulas bicúspides se describe la morfología según la clasificación de Sievers, por presencia de rafé (figura 11) y clasificación según cantidad de comisuras: tricomisural, bicomisural con rafé o bicomisural sin rafé16,19. En las válvulas bicúspides se mide también el diámetro intercomisural a 4 mm y 8 mm del anillo aórtico. Con base en estas mediciones se describe la configuración anatómica del anillo y la zona de aterrizaje de la válvula protésica, en tres tipos de morfología diferente: tipo tubular donde la dimensión del anillo y del diámetro intercomisural a 4 mm es el mismo (menos de 10% de diferencia absoluta); tipo ¨flare¨ o embudo con la dimensión del anillo menor que la dimensión del diámetro intercomisural (con una diferencia del 10%); o bien tipo ¨taper¨ o embudo invertido, en que el diámetro del anillo es mayor que el diámetro intercomisural35 (con una diferencia del 10%). 39 ▪ Calcificación anular y TSVI (cualitativo): la presencia de calcio es una de las características importantes a determinar antes del procedimiento puesto que se asocia a posibles complicaciones como fugas paravalvulares o ruptura anular. Usualmente la localización del calcio puede variar en estos pacientes, está documentado que principalmente se acumula en la región debajo de las cúspides no coronariana y la izquierda. Se realiza la determinación de calcio en el anillo (±1 mm) y 5mm hacia el TSVI, por medio de la siguiente clasificación16, 36 ▪ Leve: un nódulo de calcificación, que se extiende menos de 5 mm en cualquier dimensión o que cubre menos del 10% del perímetro del anillo. ▪ Moderada: dos nódulos de calcificación separados, o una extensión de más de 5 mm en cualquier dirección o que cubre más del 10% del perímetro del anillo aórtico. ▪ Severa: múltiples nódulos de calcificación, o uno con extensión mayor de 10 mm o cobertura mayor de un 20% del perímetro del anillo. ▪ Senos de Valsalva: medición de la longitud de cada seno de Valsalva desde la cúspide hasta la comisura, en paralelo con plano del anillo aórtico16. Esta medición permite tener un panorama claro sobre la anatomía de la raíz aórtica y además se ha correlacionado estos valores con la probabilidad de oclusión coronaria por procedimiento. Se midió cada seno de Valsalva por separado en las tomografías, en los casos en los que había claridad de cada seno. Para aquellos en los que no existían los tres senos, se omitió tomar esta medida como uno u otro seno, para no sesgar la medición. ▪ Altura coronaria: medición del origen del ostium coronario de la arteria coronaria derecha y el tronco coronario izquierdo, de forma perpendicular al plano del anillo aórtico16. Este valor también 40 permite que se utilice protección coronaria durante el procedimiento porque predice la posibilidad de oclusión coronaria. ▪ Unión sinotubular: se mide utilizando el caliper para delinear el área en una imagen en plano paralelo al anillo aórtico, en la parte más estrecha de la raíz de aorta16. ▪ Aorta ascendente: permite valorar la presencia de aortopatía asociada, principalmente en los casos con factores de riesgo para dilatación de esta16. Se debe valorar en formato doble-oblicuo multiplanar. Para estandarizar la medida, en este grupo de pacientes se midió a los 30 mm del plano del anillo aórtico y, además, se decidió tomar una medida máxima de aorta ascendente, sin importar la altura desde el anillo. ▪ Longitud septum membranoso: la medición se encuentra por debajo del punto medio entre el seno derecho y el no coronariano; se mide en el plano coronal, desde el plano del anillo aórtico hasta el inicio del septum muscular. Sin embargo, en ocasiones puede que la estructura cruce el plano del anillo valvular16. ▪ Cuantificación de calcio (volumen de calcio): el calcio además se puede cuantificar con un calcio score, para lo cual se necesita una tomografía computarizada con una serie específica sin contraste; o bien con softwares de post procesado que permitan este análisis, como el utilizado en esta investigación. No todas las tomografías recolectadas presentaban serie sin contraste, por lo que no se pudo utilizar el score de calcio para corroborar la severidad de la estenosis, como se refiere en las investigaciones internacionales. En su lugar, se cuantifica el volumen de calcio en las imágenes con contraste, se define el área de interés como el anillo, TSVI y hasta 15 mm sobre el anillo valvular; y luego el sistema cuantifica todos aquellos voxeles que superen las 500 UH (o el punto de corte que se especifique) 41 como calcio. Al final, esto arroja un volumen total de calcio y además se puede separar por valva y cuantificarlo individualmente. Criterios de inclusión En este estudio se incluyeron la totalidad de los pacientes que fueron sometidos a reemplazo percutáneo de la válvula aórtica nativa desde enero del 2018 hasta diciembre del 2020, en los Hospitales México, Calderón Guardia y San Juan de Dios. • Rango de edad: mayores de 18 años. • Género: sin discriminación de género • Etnia: sin distinción de raza, comunidad lingüística ni cultural. • Inclusión de clases especiales o participantes vulnerables: adultos mayores, personas con discapacidad, pacientes en condición clínica delicada. Criterios de exclusión Se excluyeron del análisis a los pacientes que • Tengan una prótesis valvular aórtica previa. • Fallecieron entre la realización de la tomografía computarizada y el procedimiento de reemplazo percutáneo. • Tengan estudios de tomografía computarizada cardíaca con calidad de adquisición no óptima para el análisis sistemático con el software dedicado para este fin. Muestra final para analizar Después de realizar la selección de pacientes en el período comprendido entre enero 2018 y diciembre de 2020 sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica en los hospitales México, San Juan de Dios y Calderón Guardia, 42 quedaron 300 pacientes en total. De estos, 18 tenían válvulas protésicas previas (procedimiento de valve-in-valve), 1 paciente rechazó el procedimiento después de realizada la tomografía computarizada, 5 pacientes tienen tomografías de mala calidad para su análisis y 4 pacientes se realizaron procedimientos sin realizar tomografías (se utilizaron otros métodos de imagen). Aparte de estos casos, para 100 pacientes no se logró recopilar las tomografías computarizadas en los archivos o respaldos y, por tanto, no se pudieron analizar. Esto nos deja con un total de 172 pacientes para el análisis de datos de esta investigación. Diseño estadístico El análisis de los datos se utilizó estadística descriptiva, medidas de tendencia central, posición y de dispersión para las variables cuantitativas, para las variables cualitativas se usaron distribuciones de frecuencias y además se realizó una correlación de los datos de pacientes bicúspides y tricúspides con un análisis de chi cuadrado. La investigación fue aprobada por el Comité Ético Científico Central bajo el número de protocolo R022-SABI-00304 y se encuentra registrado ante el Consejo Nacional de Investigaciones en Salud del Ministerio de Salud de Costa Rica. 43 Figura 15 Esquema de inclusión y exclusión de pacientes en el análisis del estudio, para alcanzar la muestra final de pacientes por analizar. 44 CAPÍTULO III RESULTADOS 172 pacientes del total de 300 pacientes a los que se les colocó una válvula protésica aórtica percutánea, del 2018 al 2020, en los hospitales San Juan de Dios, Rafael Ángel Calderón Guardia y México se lograron incluir luego de criterios de inclusión y exclusión. Además, para un grupo de 100 pacientes las tomografías computarizadas no se lograron recopilar, por lo tanto, no se podían analizar en esta investigación (figura 15). Características Generales La distribución de pacientes según provincia de procedencia muestra 79 pacientes de San José, 32 de Alajuela, 22 de Cartago, 16 de Heredia, 8 de Limón, 7 de Guanacaste y 7 de Puntarenas (figura 16). 45 Según la distribución de género, se documentaron 92 pacientes masculinos, para un 53.49% de los pacientes analizados, y 80 pacientes femeninas, para un 46.51% de los pacientes, por lo que la diferencia de proporción de género no es significativa (X2 (1, N = 172) = 0.837, p = .36). La edad promedio de los pacientes fue de 75.71 años (tabla 4). En la figura 17 se muestra la distribución de edad de los pacientes, siendo la mayoría pacientes entre 70 y 79 años, pero mostrando una proporción importante de pacientes entre 80 y 89 años, e incluso 9 pacientes nonagenarios. Con respecto a las características antropométricas de los pacientes, el peso promedio fue de 70.99 kg y la talla promedio de 160.78 cm. En los pacientes masculinos es mayor el peso y talla, con 74.31 kg en promedio y 166.59 cm de talla en promedio. Así, el índice de masa corporal (IMC) promedio fue de 27.30, lo cual se cataloga como sobrepeso. A pesar de que el peso promedio fue mayor en hombres, las mujeres tuvieron un IMC promedio de 28.13 mayor en comparación Figura 16 Distribución de los pacientes con reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en los hospitales centrales, según provincia de procedencia. 46 con los hombres, de 26.57. Es importante destacar también que un 24.42% de los pacientes presentó un IMC mayor de 30, el cual se cataloga como obesidad (tabla 4). Tabla 04 Distribución de edad, peso, talla e IMC de los pacientes sometidos a TAVR entre 2018 y 2020 en Costa Rica, y divididos según género Variable General (n=172) Masculino (n= 92) Femenino (n= 80) Promedio Desviación Estándar Promedio Desviación Estándar Promedio Desviación Estándar Edad (años) 75.71 10.50 75.71 10.76 75.71 10.26 Peso (kg) 70.99 15.17 74.31 14.89 67.18 14.68 Talla (cm) 160.78 9.74 166.59 7.54 154.10 7.44 IMC (kg/m2) 27.30 5.02 26.57 4.73 28.13 5.24 Figura 17 Distribución de edad de los pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en los hospitales centrales. 47 En cuanto a los centros hospitalarios, 29 casos se realizaron en el Hospital San Juan de Dios, 77 casos en el Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia y 66 casos en el Hospital México. En la figura 18 se puede observar la distribución de pacientes por género en cada uno de estos hospitales. Tabla 05 Distribución por categorías de peso estándar asociadas al IMC de los pacientes sometidos a TAVR entre 2018 y 2020 en Costa Rica Distribución según IMC Cantidad pacientes (n= 172) % Bajo Peso (<18.5) 2 1.16% Peso Normal (18.5 – 24.9) 53 30.81% Sobrepeso (25 – 29.9) 75 43.61% Obesidad (> 30) 42 24.42% 48 Antecedentes Clínicos En cuanto a los antecedentes clínicos de este grupo de pacientes, se documentaron las principales patologías y estadios clínicos de relevancia, los cuales se presentan en la tabla 8. La comorbilidad más común fue la hipertensión arterial, con un 86.05%, seguido de dislipidemia con un 42.44% y diabetes mellitus tipo 2 con un 36.05%. Las neumopatías se presentaron en un 15.12% para enfermedad pulmonar obstructiva crónica y 4.65% para asma bronquial. Con respecto a las comorbilidades vasculares, un 4.07% presentaba historia de evento cerebrovascular previo; un 8.14% historia de enfermedad arterial periférica y un 27.33% historia de enfermedad coronaria. Además, se documentó asociada insuficiencia aórtica moderada a severa en 9 pacientes (5.23%). Figura 18 Distribución de los pacientes con reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en los hospitales centrales, según centro hospitalario donde se realizó el procedimiento y género. 49 De los pacientes que presentaban enfermedad coronaria, un 53.19% presentaban enfermedad de un vaso coronario; 23.40% presentaban enfermedad de dos vasos y 23.40% enfermedad de tres o más vasos coronarios. De igual forma, en este grupo de pacientes con enfermedad coronaria, un 78.72% estaban revascularizados de forma percutánea (angioplastía coronaria), 8.51% tenían antecedente de revascularización quirúrgica y un 12.77% se decidió manejo médico farmacológico. Un 4.07% de los pacientes tenían un marcapasos permanente colocado previo al procedimiento y un 17.44% de los casos presentaban fibrilación auricular, de los cuales un 80% estaban anticoagulados de forma crónica. La mayoría de los pacientes no tenían descrito en el expediente ningún trastorno de la conducción por electrocardiograma previo al procedimiento. Sin embargo, un 1.74% Figura 19 Esquema de las principales comorbilidades presentes en los pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en Costa Rica. 50 presentaban un bloqueo de rama izquierda del Haz de His, 2.33% un bloqueo de rama derecha del Haz de His y un 0.58% documentaba un bloqueo atrioventricular de primer grado. Es importante destacar que en un 23.26% de los pacientes no se describía en los expedientes un electrocardiograma previo al procedimiento, lo cual podría sesgar la presencia de trastornos de conducción previos. Figura 20 Distribución del manejo de la enfermedad arterial coronaria presente en los pacientes, previo al procedimiento de TAVR entre 2018 y 2020 en Costa Rica. 51 Con respecto a la enfermedad renal crónica, se analizó la tasa de filtración glomerular (TFG) de los pacientes previo al procedimiento con análisis de laboratorios antes del procedimiento. Se obtuvo que 35 pacientes están en estadio 1; 78 pacientes en estadio 2; 36 pacientes en grupo 3A; 20 pacientes en grupo 3B, y finalmente, 3 pacientes se encontraban en categoría de estadio 4, es decir, una función renal severamente deprimida. Ninguno de los pacientes analizados se encontraba en diálisis previo al procedimiento, según lo documentado en los expedientes. Tabla 06 Distribución por grupos de TFG según los lineamientos de KDIGO de los pacientes sometidos a TAVR entre 2018 y 2020 en Costa Rica Grados de función renal según TFG Número de pacientes (n= 172) Promedio de TFG (cc/min/1.73m2) Desviación Estándar Grado 1 >90 cc/min/1.73m2 35 98.88 11.62 Figura 21 Distribución de la presencia de trastornos de conducción y marcapaso permanente en los pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en Costa Rica. 52 Grado 2 60-89 cc/min/1.73m2 78 74.24 11.70 Grado 3A 45-59 cc/min/1.73m2 36 52.08 8.42 Grado 3B 30-44 cc/min/1.73m2 20 38.80 4.45 Grado 4 15-29 cc/min/1.73m2 3 23.33 6.03 Grado 5 <15 cc/min/1.73m2 (diálisis) 0 - - Según la sintomatología de los pacientes previo al procedimiento, se documentaron 2.91% de los pacientes en clase funcional I, es decir, sin síntomas; 31.40% pacientes en clase funcional II; la mayoría de los pacientes en clase funcional III y un 9.88% de pacientes en clase funcional IV. Al mismo tiempo, en el gráfico de la figura 22, se observa la distribución de fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) por cada grupo de clase funcional, y no se documentó diferencia significativa en este valor de FEVI entre los grupos (F(3,168)= 2.166, p=.0939). 53 De las comorbilidades documentadas, el hipotiroidismo fue la comorbilidad no cardiaca más frecuente, presente en 14 pacientes (8.14%). Para calcular el riesgo prequirúrgico de los pacientes, usualmente se utiliza la escala de STS Score para calcular mortalidad y morbilidad asociada al procedimiento. La escala de EUROSCORE II evalúa la mortalidad posterior al procedimiento. Sin embargo, para el cálculo del STS Score se necesitan varios aspectos clínicos y de laboratorio, y esta información no estaba completa en muchos de los expedientes de los pacientes, por lo que se decidió calcular el EUROSCORE II, para lo cual si se contaba con la información31. En los pacientes del análisis, se documentó un promedio general de EUROSCORE II de 5.14% (desviación estándar de 3.77), lo que categoriza como riesgo intermedio. La mayoría de los pacientes (48.84%) tuvieron un riesgo bajo y un 13.37% de los pacientes resultaron en un riesgo alto. Figura 22 Distribución por clase funcional, y la FEVI promedio de cada grupo de clase funcional, en los pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en Costa Rica. Entre paréntesis se anota la desviación estándar para la FEVI de cada grupo de pacientes. 54 En la siguiente tabla se documentan los resultados de promedio y desviación estándar de los resultados de laboratorio recolectados para este análisis. Tabla 07 Resultados de laboratorios de los pacientes sometidos a TAVR entre 2018 y 2020 en Costa Rica Variable Promedio Desviación Estándar Creatinina 1.07 mg/dL 0.42 Nitrógeno Ureico 20.98 mg/dL 10.07 Hemoglobina 12.46 g/L 1.61 Como resumen de las características clínicas de los pacientes, se reportan las principales variables en la tabla 8. Figura 23 Distribución según resultado de EUROSCORE II en bajo, intermedio y alto riesgo, en los pacientes sometidos a reemplazo percutáneo de válvula aórtica entre 2018 y 2020 en Costa Rica. 55 Tabla 08 Características demográficas y clínicas de los pacientes sometidos a TAVR entre 2018 y 2020 en Costa Rica Variable Frecuencia (%) o promedios [Desviación estándar] Edad (años) 75.71 [10.50] Género femenino 46.51% Peso (kg) 70.99 [15.17] Talla (cm) 160.78 [9.74] IMC (kg/m2) 27.30 [5.02] Hipertensión arterial 85.05% Diabetes mellitus 36.05% Dislipidemia 42.44% Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 15.12% Tasa de filtración glomerular (cc/min/1.73m2) Estadio 1 Estadio 2 Estadio 3A Estadio 3B Estadio 4 Tasa de filtración glomerular (cc/min/1.73m2) 98.83 74.24 52.08 38.80 23.33 Creatinina (mg/dL) 1.07 [0.42] Fibrilación atrial 17.44% Marcapasos permanente 4.07% Enfermedad coronaria 27.33% Evento cerebrovascular 4.07% Enfermedad arterial periférica 8.14% FEVI (%) 50.23 EUROSCORE II – bajo riesgo 48.84% EUROSCORE II – intermedio riesgo 37.79% EUROSCORE II – alto riesgo 13.37% 56 NYHA I 2.91% NYHA II 31.40% NYHA III 55.81% NYHA IV 9.88% Análisis anatómico por medio de las tomografías computarizad