UNIVERSIDAD DE COSTA RICA SISTEMA DE ESTUDIOS DE POSGRADO METAFÍSICA DEL HUMOR: SOBRE LA NATURALEZA DISPOSICIONAL E INTENCIONAL DEL HUMOR COMO INCONGRUENCIA Tesis sometida a la consideración de la Comisión del Programa de Estudios de Posgrado en Filosofía para optar al grado y título de Maestría Académica en Filosofía ALEXANDER TÉLLEZ AGUILAR Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, Costa Rica Año 2023 ii Dedicatoria A mis dos madrecitas, que incondicionalmente me han acompañado siempre. Ni en todos los mundos posibles podría tener madres como ellas. A mis michis, quienes son en gran medida, parte de mis mejores estados mentales. A todos aquellos que organizan el entusiasmo, no la obediencia (parafraseando a Buenaventura Durruti), porque es posible hacerlo desde la autonomía y la digna rabia. En memoria de la Dra. Ana Rodríguez Allen, quien siempre vio algo bueno en mí y con su forma muy particular de ser, me lo decía o demostraba con su franqueza y confianza. iii Agradecimientos Al Dr. Mario Solís Umaña, director del Programa de Posgrado en Filosofía, quien fue uno de los testigos del giro de 180o que di en mis propuestas de investigación, hasta llegar a la presente tesis. Gracias por los consejos y observaciones que me ha dado a lo largo de este proceso. Al Dr. Allan González Estrada, quien con su infinita paciencia supo orientarme a lo largo de esta investigación. Agradecido infinitamente por creer en mí y por introducirme a este horizonte filosófico que hace unos años era desconocido para mí, pero que con esta investigación terminé de embarcarme para ver y experimentar el mundo desde otra perspectiva. De verdad muchas gracias. Quiero agradecer también a mis lectores, al Dr. David Suárez Rivero y al Dr. Lorenzo Boccafogli, quienes con sus observaciones hicieron que mi trabajo tuviera una solidez filosófica digna de un trabajo de maestría. Al Dr. Mario Salas Muñoz, quien me acompañó en la defensa de esta tesis como representante del Sistema de Estudios de Posgrado. A mi amada Dani, por toda su compañía, paciencia, amor y comprensión que tuvo hacia mí mientras desarrollaba esta tesis. A mis compañeras y compañeros de la Escuela de Filosofía de la Universidad Nacional, quienes siempre me dieron su apoyo incondicional, quienes mostraron interés y preocupación hacia mí no solo en este proceso, sino en todo, de verdad les agradezco profundamente su compañía e invaluable amistad. A mi gente más cercana, que estuvieron ahí acompañándome en los años que estuve con esta tesis. No diré nombres porque no quiero que alguien quede por fuera, cada quién sabrá dónde y cómo estuvo. A quienes compartí risas y lágrimas (por la risa), porque el humor crea vínculos. iv “Esta tesis fue aceptada por la Comisión del Programa de Estudios de Posgrado en Filosofía de la Universidad de Costa Rica, como requisito parcial para optar al grado y título de Maestría Académica en Filosofía.” ______________________________________ Dr. Mario Salas Muñoz Representante de la Decana Sistema de Estudios de Posgrado _____________________________________ Dr. Allan González Estrada Director de Tesis ______________________________________ Dr. Lorenzo Boccafogli Asesor ______________________________________ Dr. David Suárez Rivero Asesor ______________________________________ Dr. Mario Solís Umaña Director Programa de Posgrado en Filosofía ______________________________________ Alexander Téllez Aguilar Candidato v Tabla de contenidos Dedicatoria ........................................................................................................................................... ii Agradecimientos ................................................................................................................................. iii Resumen............................................................................................................................................. vii Índice de figuras ................................................................................................................................ viii Introducción general ........................................................................................................................... 1 CAPÍTULO I: Hacia la comprensión de una Teoría analítica del humor como incongruencia ............. 9 1. Introducción .............................................................................................................................. 10 2. Teoría clásica de la incongruencia ............................................................................................ 14 3. Teoría analítica de la incongruencia: el humor como una propiedad disposicional de ciertos estados mentales .............................................................................................................................. 20 3.1 La naturaleza del humor como propiedad disposicional de los estados mentales ............. 21 3.2 La naturaleza de las disposiciones .................................................................................... 24 3.3 La incongruencia en los estados mentales......................................................................... 29 3.4 La incongruencia: intencionalidad como epistemología. .................................................. 32 4. Propósito y Alcances de la Teoría analítica de la incongruencia .............................................. 34 5. Conclusiones ............................................................................................................................. 37 CAPÍTULO II: La importancia de la incongruencia en el humor desde las propiedades disposicionales .................................................................................................................................. 40 1. Introducción .............................................................................................................................. 41 2. Epistemología del humor .......................................................................................................... 44 3. Sobre la incongruencia .............................................................................................................. 44 3.1 El humor como alivio ........................................................................................................ 45 3.2 La incongruencia y la realización del humor .................................................................... 47 3.3 El humor, la incongruencia y los procesos cerebrales ...................................................... 49 3.4 Estados mentales, incongruencia y humor ........................................................................ 52 4. Estados mentales, humor y creencias ....................................................................................... 54 4.1 Intencionalidad y creencias ............................................................................................... 56 4.2 Propiedades disposicionales .............................................................................................. 58 4.2.1 La propiedad “ausente” o Finkish disposition ........................................................... 60 4.2.2 Propiedades “encapuchadas” o Dispositional maskers ............................................. 64 4.3 Disposiciones y creencias ................................................................................................. 65 5. La resolución de la incongruencia ............................................................................................. 69 vi 6. Conclusiones ............................................................................................................................. 74 CAPÍTULO III: Análisis disposicional y proposicional del humor como incongruencia. ..................... 77 1. Introducción .............................................................................................................................. 78 2. La realización del humor como incongruencia ......................................................................... 80 3. Análisis disposicional del humor ............................................................................................... 85 4. Análisis del humor como incongruencia ................................................................................... 86 4.1 Sobre el análisis de los argumentos y sus posibles vías de interpretación ........................ 88 4.2 Análisis disposicional e incongruencia ............................................................................. 89 4.3 Representación, causas, e incongruencia .......................................................................... 90 4.3.1 Causas ....................................................................................................................... 90 4.3.2 Representación e incongruencia ................................................................................ 91 4.4 Razonamiento de la incongruencia ................................................................................... 93 5. Objeciones ................................................................................................................................. 98 5.1 Disposiciones .................................................................................................................... 98 5.2 El humor no se realiza por la incongruencia ..................................................................... 99 5.3 Contra el Internalismo ..................................................................................................... 102 5.4 Análisis proposicional ..................................................................................................... 104 6. Conclusiones ........................................................................................................................... 108 Capítulo IV: Conclusiones generales ............................................................................................... 110 Bibliografía ...................................................................................................................................... 118 vii Resumen La presente tesis versa sobre la metafísica del humor como incongruencia y su naturaleza disposicional e intencional de ciertos estados mentales. Se parte del supuesto que ante la percepción de un determinado hecho o circunstancia, se generan estados cerebrales relevantes los cuales realizan un estado metal cuyo contenido no corresponde con lo esperado, habiendo una incongruencia que es la no-correspondencia entre el objeto y la representación que tiene el agente sobre el mismo. Dado esto, se sostiene que el humor es una propiedad cuya naturaleza está sustentada en un estado mental. Por ello, el humor es una propiedad disposicional de los estados metales, siendo estas propiedades la capacidad que tienen los objetos o agentes de manifestar cierto comportamiento o estado, dependiendo del estímulo recibido, y donde estos estados mentales son de naturaleza física con propiedades representacionales y fenoménicas que se realiza ante la disociación entre el objeto y la representación esperada o bien la expectativa que se tiene de ellos. Para ello, se parte desde un funcionalismo analítico el cual permite examinar las funciones o roles que tienen dichos estados y que además permite explicar tanto la naturaleza material de los estados mentales y cómo es que se resuelven las incongruencias en términos disposicionales, que son los procesos por los cuales un estado mental se constituye a partir de la relación entre los estímulos y las conductas. viii Índice de figuras Figura 1 Esquema del Modelo de Sistema de Control Ejecutivo según Stuss ..................... 81 Figura 2 Disposición y Propiedad intrínseca ........................................................................ 87 Introducción general Apostar por un análisis del humor desde una perspectiva filosófica, es una empresa riesgosa. Uno de los riesgos que se asume al emprender dicha tarea, es la de “matar al humor”, es decir, eliminar cualquier vestigio que lleve a la realización del humor por medio del examen de la naturaleza del mismo. Ahora bien, siendo un poco más optimistas, es posible pensar en el hecho que el estudio de los fenómenos relacionados con el humor, pueden estar encaminados a una mejor comprensión del mismo, con el objetivo de crear estrategias más efectivas para que este se dé. En este sentido, una tesis sobre la naturaleza metafísica del humor es relevante ya que, si la reflexión sobre los fundamentos que sostienen los fenómenos o las cosas del mundo, es una de las tareas fundamentales del discurso filosófico, el humor es parte fundamental en la vida de los agentes, de modo que una mejor comprensión de este podría dar luces no solo sobre este, sino también de otras cuestiones relacionadas con el mismo. En este caso particular, la tesis sobre la naturaleza metafísica del humor como propiedad disposicional e intencional de ciertos estados mentales, apuesta por la relación entre la incongruencia, el humor y la realización de dichos estados. Por ello, si el humor es una propiedad disposicional realizada por estados cerebrales generados ante la percepción de un determinado objeto1 —objeto lingüístico, sonidos, cosas del mundo, personas, situaciones, etc. — la naturaleza del humor se puede estudiar desde una perspectiva filosófica enmarcada en la filosofía de la mente. Esta línea de investigación del humor ha sido poco explorada en el contexto de la relación de los estados mentales con sus contenidos representacionales, fenoménicos2 y la naturaleza de las propiedades disposicionales, lo que podría aportar a la teoría de la incongruencia una base metafísica y epistemológica. Se tiene claridad sobre el hecho que hay otros tipos de humor, el motivo por el cual se toma la relación de este con la incongruencia se debe a que ella parte de la ruptura entre los contenidos representacionales de los objetos (de esto se explicará más adelante) por lo que este modo de ver el humor es conveniente para los objetivos que se quieren alcanzar en esta investigación. Por ello, se parte de la idea de que el humor podría provocar ciertas 1 En consecuencia, es preciso afirmar que junto con el concepto de estado mental, está el de contenido, el cual se entiende como el modo particular desde el cual un objeto es representado en conjunto con un determinado estado mental. Esta noción se desarrollará con mayor detalle. 2 Es importante aclarar que en esta tesis, se entenderá la fenomenología desde una filosofía analítica, debido al carácter físico que se le da al humor. 2 reacciones de comportamiento; en circunstancias normales —de un contexto determinado— ante un hecho que es considerado como cómico, se tiene la expectativa de que las reacciones observables sean las esperadas, por ejemplo, la puesta en escena de un payaso malabarista en un circo. Ahora bien, como propuesta de investigación para el humor, se va a explorar la idea de que, ante la percepción de un hecho, se puede generar un estado cerebral, que va a realizar un estado mental cuyo contenido puede no corresponder a lo esperado. En otras palabras, se puede decir que habría una incongruencia: esto es, la no-correspondencia del objeto con la representación. No obstante, se podría definir si el humor es un estado mental en sí, o más bien una propiedad de un estado mental en un momento particular. Esta tesis explorará la segunda idea, siendo la primera la que sostenga la naturaleza del humor. En consecuencia, se puede tener una explicación filosófica que permita dar una fundamentación a la incongruencia. Es necesario recalcar que existe una diferencia entre un estado y una propiedad mental. Por un lado, un estado mental es aquello que tiene un contenido que representa el mundo bajo ciertas condiciones. Por otro lado, las propiedades mentales son aquellas que involucran la conciencia y la intencionalidad, la cual puede tener un contenido proposicional; que además están vinculadas con las propiedades físicas. Por ello es común que se reduzcan una sobre la otra, pero es importante aclarar que se optará por una vía fisicalista en términos no-reduccionistas. Esta vía se ampliará con mayor detalle en el desarrollo de esta tesis. A causa de esta distinción, se argumentará que las disposiciones son propiedades de los estados mentales, no estados mentales en sí mismos ya que, si se considera al humor como una propiedad disposicional, existe la posibilidad de que el humor se dé o no. De ahí que, el objeto de estudio para esta investigación es el humor como una propiedad disposicional de los estados mentales, siendo estos de naturaleza física con propiedades representacionales y fenoménicas, que ante la disociación entre el objeto y la representación esperada va a aparecer. Partiendo de la perspectiva de que los estados mentales son realizados por los estados cerebrales, hay que explorar la idea de que el contenido de estos estados proposicionales estaría dado por los procesos perceptivos que parten de un contexto social, histórico y lingüístico de un agente, estableciéndose así las características mentales del 3 humor. Esta naturaleza metafísica enmarca al humor desde una filosofía de la mente que define sus propiedades, problemáticas y vías de interpretación y análisis; es importante destacar que esta tesis también parte de una concepción materialista no-reduccionista, enmarcada con un funcionalismo analítico que posteriormente se explicará. A partir de la película Django unchained (2012) del director estadounidense Quentin Tarantino, han surgido discusiones acerca del carácter oportuno del sentido del humor, ya que en una escena en particular se plateó la discusión de si era graciosa o no; a algunos les pareció que sí lo era, mientras que a otros no. La escena en cuestión consiste en una absurda discusión acerca del uso de las capuchas blancas para realizar el linchamiento contra Django. En este sentido, se puede sugerir que el humor está determinado por estímulos internos que entrarán en conflicto con un contexto —externo— determinado, sirva de ejemplo lo presentado por algunos estudios en el campo de la neurociencia, tales como los publicados por Lockwood (2021), Amir y Biederman (2016), Mayseless y Reiss (2021) y Forabosco (1992), donde analizan las áreas cerebrales que detectan y resuelven las incongruencias. Si esto es así, se podría argumentar que el humor es una propiedad disposicional latente que depende de los estímulos antes mencionados. Filosóficamente, este concepto de propiedad latente que se desarrolla en la presente tesis, se investiga bajo la idea de propiedad disposicional3, que es la capacidad de manifestar ciertos comportamientos en condiciones específicas. Conviene subrayar que dichas propiedades disposicionales tienen una naturaleza física, por ejemplo, la fragilidad que presenta un vaso de cristal, que tiene la disposición de quebrarse. Tal como menciona Munford en su libro David Armstrong, estas disposiciones tienen una estrecha relación con estados futuros, por lo que no depende de que se produzca ese hecho (Mumford S. , 2007, p. 79). Se debe agregar que los objetos del mundo4 tienen propiedades explicadas por la física tradicional, como por ejemplo masa, aceleración, peso, las cuales son propiedades primarias, pero que también tienen propiedades como ser solubles, de incendiarse, de evaporarse, etc., que no son propiedades que tiene el objeto en un momento 3 Este concepto de propiedad disposicional es posible rastrarlo en otros filósofos. Por ejemplo, la dynamis en Aristóteles, la causalidad en Hume, la potencia en Spinoza, la superación en Hegel, por citar algunos ejemplos. Pero conviene aclarar que dichos conceptos tienen sus matices con respecto al de propiedad disposicional, pero el “espíritu” es básicamente el mismo. 4 Se entiende por objetos del mundo los objetos que estudia la física, como por ejemplo piedras. 4 determinado5. Ahora bien, cabe considerar al humor como una propiedad disposicional de los estados mentales6, argumentando que este parte de las ideas abstractas — las cuales pueden ser analizadas a la luz de las actitudes proposicionales—que representan al mundo. Por lo que es legítimo preguntar, ¿Por qué el humor es parte de ese sistema de ideas abstractas? ¿Por qué tiene contenido proposicional? Y además ¿por qué, según lo explica Hume, las ideas abstractas son disposiciones generales que hacen los individuos a partir de representaciones, que a pesar de tener un sentido particular, pueden ser universalizables? (THN, 1.7.6.19) como por ejemplo la silla que a pesar de las particularidades que muestra como objeto concreto, hay un concepto que permite reunirlas a todas. Teniendo en cuenta esto, es importante analizar al humor como una propiedad disposicional porque, como se señaló anteriormente, estas se relacionan con los estados futuros, es decir, son la actualización de los estados frente a los estímulos. Por ello, si se considera al humor como una propiedad disposicional, conviene analizarla a la luz de los estímulos externos al agente para determinar en qué condiciones se da o no una respuesta o manifestación relacionada con el humor. Es importante anotar que una idea abstracta no es una representación de algo, sino la representación de otras ideas particulares. Esto permite asociar las distintas ideas particulares que se tiene sobre las cosas. En tal caso, de ser esto cierto, por medio de la idea abstracta es posible que el agente pueda hacer representaciones sobre algo. Por ejemplo, la idea que se puede tener sobre el amanecer, que a pesar de sus distintas manifestaciones, la mayoría de los agentes tiene la capacidad de saber qué y cómo es un amanecer. Además, Hume menciona que esas representaciones están en disposición de ser utilizadas “[…] cuando así lo necesitemos o nos lo propongamos en un determinado momento.” (THN, 1.7.6.20) En otras palabras, se tiene un objeto y se representa, en esta relación se puede decir que si hay una 5 Por ejemplo, Locke en su obra Ensayo sobre el entendimiento humano (1999) señala que hay dos tipos de cualidades: “[…] llamo cualidades originales o primarias de un cuerpo, las cuales, creo, podemos advertir que producen en nosotros las ideas simples de solidez, la extensión, la forma, el movimiento, el reposo y el número.” (para. §9), es decir, las propiedades que son objetivas, que se mantienen bajo cualquier cambio. También llamó propiedades secundarias aquellas que “[…] en verdad no son nada en los objetos mismos, sino potencias para producir en nosotros diversas sensaciones por medio de sus cualidades primarias, es decir, por el bulto, la forma, la textura y el movimiento de sus partes insensibles, como lo son colores, sonidos, gustos, etc.” (para. §10), en otras palabras, son de carácter subjetivo, aportadas al objeto por el sujeto conocedor. 6 Conviene aclarar que los estados mentales son físicos, tal como lo señala Papineau (1993) y su teoría sobre la completitud de la física. Esto se desarrollará con más detalle en este trabajo de tesis. 5 incongruencia, la propiedad disposicional del humor aparece y generará el comportamiento esperado. Esto quiere decir que el humor se explora como una propiedad disposicional de la mente a partir de la experiencia fenoménica y las representaciones que se tiene de los estímulos externos e internos del mundo, por eso el camino de esta tesis es sugerir una aproximación metafísica del humor y su posterior análisis epistemológico, que aporta un fundamento a la teoría de la incongruencia. En esta perspectiva del humor, se define qué es un estado mental, que metafísicamente se puede definir a partir de un sentido funcionalista. En este sentido, Putnam generó la noción funcionalista con la ayuda de la idea de la realización múltiple, esto es, que cualquier ser que presente un sistema u organización que permite la realización de funciones, puede ser consciente independientemente de las diferencias en la constitución física entre los seres que presenten estas características, de modo que se pueda analizar la organización funcional misma (Las mil caras del realismo, 1994, p. 57), es decir, este funcionalismo es una refutación al materialismo reduccionista7 (Mind, language and reality, como se citó en Putman, 1997, pp. introducción, xiii) el cual decía que todo lo existente es explicado a partir de lo físico, inclusive los estados mentales, que a fin de cuentas son procesos que tienen asidero en la constitución física y química del cerebro. Sin embargo, el funcionalismo de Putnam dejaba abierta la puerta al dualismo, por lo que se debía pensar en una teoría funcional más fisicalista. Dentro de las corrientes funcionalistas, una perspectiva más acorde a estos propósitos es el funcionalismo analítico de Lewis, el cual está relacionado con las funciones o roles que tienen los estados. Dicho esto, estos estados se determinan desde los estímulos sensoriales (inputs), de los cuales se tendrán respuestas particulares (outputs). (Heil, 2004, p. 98). 7 En esta misma línea, Smart rechaza la idea que ciertas conductas sean reducibles a lo psíquico. Según lo explica, el desarrollo de la ciencia ha posibilitado ver a los organismos como seres físico-químicos (Sensations and Brain Processes, 1959, p. 142), es decir, que la explicación de las manifestaciones conductuales son también de carácter físicas. Pero afirma que la conciencia escapa de esa explicación, es decir, la conciencia va más allá de las explicaciones fisicalistas, al menos en apariencia. Pero no descarta la posibilidad de explicar lo relacionado con los estados mentales desde una posición fisicalista. Para ello, afirma que las sensaciones son procesos cerebrales (Smart, J, 1959, p. 144) valiéndose del sentido “identidad estricta”, en otras palabras, esta es aquella identidad que se mantiene temporalmente (Smart, J, 1959, p. 145) Por otro lado, el funcionalismo de Putnam permite debatir la posición de Smart cuando este identifica las sensaciones como procesos cerebrales (Smart, J, 1959, p. 145) Para mayor detalle, se puede ver el apartado “´Mental´states and ´logical´states” de su artículo “Minds and machines” (En Putnam, Mind, language and reality, 1997, p. 370) 6 Se debe agregar que estos roles son explicados a través del desarrollo de la teoría sobre la psicología popular que a grandes rasgos, es el marco conceptual de explicaciones del comportamiento humano que comprende las capacidades cognitivas que permiten predecir y explicar el comportamiento de los sujetos (Ravenscroft, I, 2016). Esto permite analizar el rol de la psicología popular en un estado funcional y su relación con una propiedad disposicional (como lo sería la del humor). Para lograr esto se analiza el contenido de los estados mentales en términos representacionales y fenoménicos. Primero, en tanto estos estados puedan examinarse desde una perspectiva funcional cuyo contenido va a estar dado por una teoría de la psicología popular, por su relación con las actitudes proposicionales8, y por otro lado, a partir de un análisis de las propiedades disposicionales, que se disparan en el momento en que se realiza la fenomenología y representación. De manera que la importancia de utilizar este funcionalismo analítico es explicar tanto la naturaleza material de los estados mentales y el modo en que se resuelven las incongruencias en términos disposicionales, que son los procesos por los cuales un estado mental se constituye a partir de la relación entre los estímulos y las conductas. Conforme lo anterior, esta tesis parte de una teoría metafísica que analiza al humor como una propiedad disposicional y representacional de los estados mentales, que se manifiesta a través de ciertos comportamientos dados en condiciones específicas, tomando en consideración la capacidad predictiva del cerebro y el conflicto de este ante la incongruencia del objeto representado. Para la consecución de esta tesis, se define estado mental como aquellos procesos que tienen un contenido y que desde este se hace una representación del mundo bajo ciertas condiciones. Dichas representaciones pueden ser de carácter fenoménico, es decir a partir de las creencias, o bien de carácter intencional, y las representaciones relacionadas con el modo en que se dirige al objeto representado. Según Rorty, explicar los estados mentales haciendo intento por unificar dichas concepciones trae consigo una dualidad que para el autor le resulta problemática. De acuerdo con esto, 8 Las actitudes proposicionales hacen referencia a “cosas” mentales como “creer, esperar, desear, miedo” y similares. Desde ellas, el agente se representa los objetos del mundo y toma posición frente a ellos. Más adelante se entrará en mayor detalle al respecto. 7 propone definir los estados mentales a partir de la disyuntiva ya antes mencionada. Esto permite explicar los estados mentales a partir del referente externo, es decir, que los pensamientos son los paradigmas de las representaciones de los objetos. Considerando esto, se parte de una teoría funcionalista en términos fisicalistas, la cual posibilita la identificación entre los estados mentales y los físicos. Un tipo de funcionalismo fisicalista es la teoría representacionalista, que es, según Rorty, “Saber es representar con precisión lo que hay fuera de la mente.” (1995, p. 13); esto es que los estados mentales son representacionales, lo que conlleva el contenido fenoménico. Lo anterior no quiere decir que se tomará el representacionalismo como vía de análisis, sino que se usará como fuente de interpretación un funcionalismo analítico inspirado en Lewis, tomando en cuenta —de manera tangencial— a Fodor y Putnam. Por consiguiente, si los estados mentales son funcionales y tienen propiedades fenoménicas e intencionales, esto permite explicar el fenómeno del humor desde una base material biológica, para examinar los procesos mentales relacionados con este. Por ende, el humor visto como una propiedad disposicional implica que este sea una propiedad que “actualice” los estados mentales frente a un estímulo, generando un determinado comportamiento, de modo que a partir de este posicionamiento, se pueda explicar el carácter fenoménico e intencional de los estados mentales frente al humor. En otras palabras, examinar cómo las creencias o el modo en que los estados mentales se dirigen al objeto a partir del humor. En relación con ello, existe un vínculo entre las proposiciones, la psicología popular y las actitudes proposicionales, donde las creencias de los agentes juegan un papel importante en los estados mentales. A partir de este vínculo, se espera que ante un estímulo, el agente tenga una reacción relacionada con el humor. Con esto, si el humor es una propiedad disposicional que aparece ante un estímulo, tiene la capacidad de actualizar los estados mentales. Se debe agregar que ante este carácter del humor, existe la posibilidad de que se realice o no, tomando en cuenta las circunstancias de los estados mentales. Asimismo, cabe considerar la teoría de la incongruencia, la cual sienta las bases para explicar si se da o no el humor ya que como se mencionó anteriormente, esta es la no-correspondencia de los conceptos con los objetos representados; de ahí que se pueda dar el humor, pero bien no podría producirse debido a las circunstancias también relacionadas 8 con la incongruencia, como por ejemplo los contextos y el carácter oportuno del fenómeno del humor. Así pues, el alcance de la presente investigación yace en la posibilidad de analizar el fenómeno del humor a partir de una fundamentación física no-reduccionista, la cual toma también en consideración el carácter metafísico de la mente, lo cual abre la posibilidad de analizar otros fenómenos relacionados con los estados mentales y los relacionados con dichos procesos. Para ello, esta tesis comprende cuatro capítulos, los cuales se desarrollan de la siguiente manera: en el primer capítulo se hace un análisis general de la teoría clásica de la incongruencia, seguido por la presentación de lo que se comprenderá como la Teoría Analítica de la incongruencia, la cual consiste en el análisis metafísico del humor como una propiedad disposicional de ciertos estados mentales. En el segundo capítulo se presenta la importancia del humor como incongruencia y su relación con las propiedades disposicionales. Para ello se toma en cuenta el papel del humor en los procesos cerebrales y mentales, el tema de las creencias y el contenido representacional de los estados mentales y cómo es que se da la resolución de la incongruencia para la realización del humor. En un tercer capítulo se desarrolla el análisis disposicional y proposicional del humor como incongruencia, donde se consideran las causas, la representación y la incongruencia, y para cerrar el capítulo se presentan algunas posibles objeciones a lo que se desarrolla en la presente tesis. Finalmente se tiene un cuarto capítulo en el que se muestran las conclusiones y recomendaciones que se dan en esta investigación sobre el humor. CAPÍTULO I: Hacia la comprensión de una Teoría analítica del humor como incongruencia ¿Cómo se siente el estudiante de filosofía cuando falla un examen sobre empirismo? Hum(e)-illado 10 1. Introducción La importancia del estudio sobre el humor como incongruencia radica en la posibilidad de explicar algunos fenómenos relacionados con los estados mentales de los agentes. Cuenta Diógenes Laercio (2007), que cuando Platón dio la definición de hombre como un animal de dos pies y sin plumas, Diógenes de Sínope tomó a un gallo, lo desplumó y lo tiró en la Academia de Platón diciendo “Este es el hombre de Platón.” (Vida de los filósofos más ilustres, p. 297) Aventurándose con la siguiente afirmación, es posible decir que Diógenes de Sínope fue uno de los primeros filósofos que utilizó la incongruencia como parte fundamental en su modo de hacer filosofía y aun con ello, no solo provoca la reflexión, sino que también una risa cómplice con el filósofo cínico. Otros filósofos como Aristóteles en la Retórica (III, 11, 1412a25) y Cicerón en Acerca del orador (II, 216-290), aseguraron que es posible provocar la risa de las personas cuando se crea una expectativa sobre algo y luego romperla con un cambio de discurso o también utilizando un juego de palabras. Si bien es cierto que ambos filósofos no utilizaron explícitamente el concepto de incongruencia para describir esto, es evidente que dicho elemento estaría presente en el cambio de la narración que está orientada a provocar la risa. Posteriormente, Immanuel Kant (Crítica del juicio, 1790 [2007], p. 262) y Arthur Schopenhauer (El mundo como voluntad y representación, 1818 [2003], p. 109) coincidieron al afirmar que la risa es provocada por la incongruencia, la cual es expresada por medio del chiste. En esta misma línea, James Beattie (1778) sostuvo que “La incongruencia no parece ridícula, cuando se trata de condiciones o circunstancias, como para provocar en la mente una emoción más poderosa que la de la risa.” (Essays: Poetry and Music, as they affect the Mind; on laughter, and ludicrous composition; on the utility of classicla learning, p. 454)9 Por lo que la incongruencia causa la risa debido a la falta de compatibilidad de las cosas, donde la mente percibe dicha incompatibilidad. A partir de esto último, se desarrollará un argumento que permita establecer al humor como una propiedad disposicional de los estados mentales. De momento, de acuerdo con Jerrold Levison, se entiende por humor “(…) para 9 En el original dice “Incongruity does not appear ludicrous, when it is fo qualified, or circumftanced, as to raife in the mind fome emotion more powerful than that of Laughter.” (Beattie, 1778, p. 454) Tradución propia 11 que algo sea humorístico tiene que estar dispuesto a provocar alegría en las personas apropiadas a través de conciencia o del conocimiento de ello, y no por razones ulteriores.”10 Se puede sugerir que los estados mentales son realizados a partir de un estímulo, como el personaje principal de La Naranja Mecánica11, Alex DeLarge, que al escuchar la Novena Sinfonía de Beethoven siente deseos de ejercer la ultraviolencia. Según Allan González (2018), “Hay una gran variedad de experiencias fenoménicas cuando percibimos el mundo: hay experiencias de colores, olores, texturas, formas, etc., a su vez, esas percepciones pueden realizar una serie de fenómenos como creencias, deseos, intenciones, esperanzas, miedos, o preferencias. La mente está de alguna manera en el centro de esos fenómenos y puede producir recuerdos o imágenes que pueden manifestarse en los recuerdos de experiencias previas. A esos se le llama “Estados Mentales”, y cuando hay experiencias como el olor del pan o la creencia que hay pan fresco en la panadería, se puede decir que la mente está ahí o que entra en un estado mental.”12 En otras palabras, ante un evento determinado se darían las posibilidades de que ciertas propiedades puedan generar, a partir de un estado cerebral, la realización de un estado mental que se traducirá en ciertos comportamientos por parte de un agente13. A partir de esta idea es que se considera al humor como una propiedad disposicional de los estados mentales, ya que se piensa que el humor podría provocar ciertas reacciones de comportamiento donde la percepción de un hecho puede no corresponder con lo esperado. A esto corresponde la incongruencia, ya que se explora la idea de que el humor tiene como uno de sus ejes fundamentales la no-correspondencia de las cosas con la representación que se tiene de estas. 10 Traducción propia. El original dice “(…) for something to be humorous is for it to be disposed to elicit mirth in appropriate people through their awareness or cognition of it, and not for ulterior reasons.” (Humour, 2000, p. 368) Con el desarrollo de esta tesis se entrará en mayor detalle sobre el humor. 11 Película dirigida por Stanley Kubrick en el año 1971 basada en la novela homónima de Anthony Burgess de 1962. Fue una producción compartida entre Estados Unidos y el Reino Unido, producida y distribuida por Warner Bros. Pictures. 12 Traducción propia. El original dice (There is a rich array of phenomenal experiences when we perceive the world: there are experiences of colours, odours, textures, shapes, and so on, at in turn, these perceptions may generate a series of phenomena such as beliefs, desires, intentions, hopes, fears, or preferences. The mind is somehow at the centre of these phenomena and can produce memories or images that can be manifested in the recollections of previous experiences. These are called “Mental states”, and when there are experiences like the smell of the bread or the belief that there is fresh bread in the bakery, it can be said that the mind is in, or enters into, a specific mental state.) (On the phenomenal, intentional and physical nature of Mind, p. 3) 12 Debido a lo anterior, es importante señalar que, a pesar del vínculo existente entre un estado y una propiedad mental, hay una clara diferencia entre una y otra. Por un lado, un estado mental es aquello que tiene un contenido. Estos contenidos pueden ser conceptuales, que según John McDowell, “Las experiencias son impresiones hechas por el mundo sobre nuestros sentidos, producto de la receptividad; pero esas impresiones en sí mismas tienen contenido conceptual.” (Mind and world, 2000, p. 46)14. Por otro lado, las propiedades15 mentales son aquellas que involucran la conciencia, la intencionalidad; que además tienen una naturaleza física16. A causa de esta distinción, se sostiene en este capítulo, que las disposiciones son propiedades de ciertos estados mentales, ya que si se considera al humor como un estado mental con una propiedad disposicional, es posible determinar su naturaleza, esto es, el humor es disposicional en su naturaleza. De este modo, se parte de un fisicalismo no-reduccionista para identificar la relación entre los estados mentales y las propiedades físicas17 . Por lo que, si el humor es un estado mental con propiedades disposicionales, este tiene una naturaleza física con propiedades representacionales y fenoménicas, las cuales podrían o no realizarse cuando no haya correspondencia entre el objeto y la representación esperada. Este análisis de la naturaleza del humor es una reinterpretación de la teoría clásica del humor y la incongruencia, la cual fue desarrollada al principio por J. Battie (1778), I. Kant (2007b), A. Shopenhauer (2003), S. Kierkegaard (2008) y posteriormente retomada por Thomas Schultz (1976) y Jerry Suls (1972), ya que esta nueva propuesta toma en cuenta no solo lo 14 Traducción propia En el original dice “Experiences are impressions made by the world on our senses, products of receptivity; but those impresions themselves already have conceptual content.” (Mind and world, 2000, p. 46) Y por otro lado, podrían ser no-conceptuales, que para Crane, no necesariamente debe tener algún concepto que se relacione con el contenido de dicho estado. (The nonconceptual content of experience, 1992, p. 139) 15 Según D. Stoljar, “(…) propiedades son cosas como ser rojo, ser cuadrado, ser fuerte, ser extraño, etc.” Traducción propia. En el original dice “properties are things like being red, being square, being powerful, being odd, and so on.” (Physicalism, 2010, p. 31) A primera vista se podría decir que dichas propiedades están relacionadas con lo físico. Pero el autor sostiene que hay propiedades que son fundamentales que no necesariamente son de carácter estrictamente físicas. En este sentido, Stoljar defiende la noción de “propiedades fundamentales”, las cuales son de carácter metafísico. Esta “distinción analítica” es importante porque forma parte del constructo teórico de la presente investigación. Posteriormente este tema se abordará con más detalle. 16 Para efectos de esta investigación, se seguirá una metafísica fisicalista la cual permitirá analizar la naturaleza de los estados mentales. al respecto se entrará en mayor detalle más adelante. 17 Seguir una tesis no-reduccionista es fundamental porque, por un lado, si se reducen las propiedades mentales como algo enteramente físicas, surge la dificultad de cómo poder explicar aquellas cuestiones que no tienen un carácter físico; mientras que, si se adoptara una postura dualista, el problema radica en cómo es que se da la relación entre los procesos mentales y los cerebrales si son elementos separados o de naturaleza distinta. Esta discusión se retomará más adelante. 13 externo a los agentes, que es aquello desde lo cual se establecen las características mentales del humor, sino que también se les da importancia a los contenidos de los estados mentales. En consecuencia, se habla de una metafísica del humor, porque es también la consideración de una teoría de la disposición a partir de las propiedades de los estados mentales relacionados con el humor. Esta línea de investigación ha sido poco explorada en el contexto de la relación de los estados mentales con sus contenidos representacionales, fenoménicos y la naturaleza de las propiedades disposicionales, lo que podría aportar a la teoría de la incongruencia una base metafísica y epistemológica. 14 2. Teoría clásica de la incongruencia En el desarrollo de la teoría de la incongruencia, quienes han contribuido con ella no necesariamente han adoptado dicho término, sino que lo han hecho de forma indirecta para examinar ciertos elementos que les ayudaron para alcanzar otros propósitos. Tal es el caso de Aristóteles y Platón, para quienes el humor no fue uno de sus temas principales. En primera instancia, Platón en su libro III de la República (1988) habla expresamente sobre la risa y su relación con los guardianes del Estado ideal; según él, quienes se encarguen de salvaguardarlo, no pueden estar prestos a reír prontamente ya que una risa violenta conlleva a un acto violento, por lo que es incorrecto que los guardianes, incluyendo los dioses, se les relacione con la risa (III, 388d-389a). Igual posición tiene con respecto al ridículo, ya que se vincula con la maldad y la locura (V, 452d). En tanto a la comedia, que es una forma de imitación, queda restringida para los guardianes debido al carácter de su “ocupación”. Tanto la comedia como la risa son tratados de forma negativa por Platón, ya que contribuye a la corrupción de los guardianes del Estado ideal, por lo que cree conveniente eliminar cualquier tipo de alusión que se haga de los héroes y dioses donde se les presenten presas de la risa. En el caso de Aristóteles, en la Poética (1974) enuncia que la comedia es la expresión que imita a los individuos inferiores en tanto que reproducen la fealdad de estos (V, 1499a). Cabe señalar que Aristóteles no considera dañina a la fealdad ya que simplemente es un defecto que no causa dolor. Por otro lado, en su Ética Nicomáquea (1988) tiene una postura que se desprende de su definición del justo medio. Para el filósofo, el justo medio que se relaciona con la risa es lo gracioso (II, 1108a) o más bien, la persona graciosa es aquella que con tacto e ingenio sabe los momentos oportunos para hacer reír (IV, 1128a). Es claro que para Aristóteles, la risa puede estar vinculada con la búsqueda de la virtud, siempre y cuando esta sea moderada y no vaya dirigida contra alguien en específico. Evidentemente, ambas posturas son divergentes entre sí y tienen como eje común la búsqueda de valores superiores, donde el humor es simplemente una excusa para exponer el verdadero objetivo que persiguen ambos filósofos. En cuanto al concepto mismo de incongruencia, es posible encontrarlo ya entrada la Época Moderna, con filósofos como Immanuel Kant y Arthur Schopenhauer como principales precursores. En primer término, Kant (2007) para explicar el origen de la risa, no utiliza el 15 concepto de incongruencia, sino que hace referencia a lo absurdo que se encuentra en las narraciones de los chistes. Sobre ello, dice que “En todo lo que deba excitar una risa viva y agitada tiene que haber algún absurdo (en lo cual el entendimiento no puede encontrar satisfacción alguna) La risa es una emoción que nace de la súbita transformación de una ansiosa espera en nada.” (p. 262) . Según Kant, cuando se cuenta un chiste, se tiene una expectativa de cómo es que va a terminar, pero al final esta desaparece por el cambio abrupto de las representaciones del entendimiento. Tal es el caso de un niño que le pregunta a su abuelo: “-Abuelo, ¿Por qué estás delante de la computadora con los ojos cerrados? Y este le contesta: -Es que Windows me ha pedido que cierre las pestañas.” Según la explicación de Kant, la satisfacción por reír aparece no porque el entendimiento ha logrado resolver algo por medio del chiste, sino porque se libera la tensión existente en la misma narración, la cual se refleja en el absurdo desenlace. Para lograr esto, el chiste necesita de un engaño momentáneo, que al final hace que el sujeto piense en retrospectiva para repensar el engaño y es en ese momento que surge la risa. Pero para que esta surja, el sujeto debe estar en una disposición voluntaria que Kant define como humor, el cual es (…) el talento de poder ponerse voluntariamente en una cierta disposición del espíritu, en la cual todas las cosas son juzgadas de una manera totalmente distinta a la ordinaria (incluso al revés), y, sin embargo, conforme a ciertos principios de la razón, en semejante disposición del espíritu. (1790 [2007], p. 266) En este sentido, dichos principios de la razón a los que se refiere Kant son aquellos que están por encima de la mera voluntad, es decir, que la disposición al humor es la capacidad de saber el momento oportuno para reír. Por lo demás, esta visión kantiana de la incongruencia humorística implica una apertura del sujeto de ver las cosas en un modo distinto al que está habituado, “incluso al revés”. A pesar de esto, Frank Buckley (2005) sostiene que la mera incongruencia no garantiza que algo sea gracioso o humorístico, ya que según lo sostiene, “El mismo Kant sabía que las incongruencias en la naturaleza no son divertidas.”18 (The morality of laughter, p. 29), como cuando está lloviendo, pero al mismo tiempo hay un fuerte sol; evidentemente hay una clara incongruencia en estas condiciones climatológicas, pero ello no provoca la risa. Ante esto, Buckley se distancia de la afirmación kantiana que dice 16 “(…) reímos y nos da un gran placer, no porque nos encontremos más inteligentes que ese ignorante” (Kant I. , 1790 [2007], p. 262) y afirma que la única incongruencia que resulta graciosa es la que expresa un sentido de superioridad19. En las teorías que explican el humor, hay una que parte de la idea de expresar el humor por medio del sentimiento de superioridad. No hay en esta teoría, una forma univoca de explicar dicho fenómeno ya que por un lado, podría haber elementos que escaparían del uso racional de las emociones (acá se podría considerar a Platón, Protágoras, Epicteto como los primeros críticos del humor como superioridad) Por otro lado, autores como H. Bergson y A. Schopenhauer se podrían posicionar a favor de esta teoría, en el sentido que el humor podría tener una función correctiva del comportamiento de las personas. Esto quiere decir que, si la incongruencia muestra una disonancia y esta causa risa, es porque se sabe que existe un error, un equívoco con respecto a algo que se sabe que no es como lo representa la incongruencia. Como en el caso que el abuelo cerró los ojos porque Windows le pidió que cerrara las pestañas. Posiblemente el chiste causa gracia no por el mero hecho que el abuelo siguiera literalmente las instrucciones que le aparecieron en la pantalla, sino que, siguiendo lo sugerido por Buckley, la risa surge por la ignorancia del abuelo al no saber el significado de “pestañas” en el entorno del sistema operativo. Asimismo, de cierta manera Søren Kierkegaard (2008) siguió un poco la línea planteada por Kant al situar la experiencia del humor a la luz de las expectativas y las experiencias sobre las cosas. A diferencia de Kant, el autor no hace referencia explícita sobre el vínculo entre la incongruencia y el humor, sino que hace referencia sobre lo cómico a partir de lo que llamó “contradicción.” Lo cómico y lo trágico guardan similitud porque ambos son contradicción, con la diferencia que lo trágico es sufriente mientras que lo cómico es indoloro (Postscriptum no científico y definitivo a Migajas filosóficas, p. 516). En la tragedia, la contradicción trae desesperación porque no se conoce el modo de superar el estado de dolor; mientras que en la comedia, la contradicción se manifiesta y así muestra la salida. Así lo demuestra el autor al asegurar que La distinción entre lo cómico y lo trágico consiste en la relación que entabla la contradicción con la idea. La interpretación cómica engendra la contradicción o la 19 Sobre esta teoría no se entrará en mayor detalle ya que va más allá de los objetivos planteados en esta tesis. 17 hace manifiesta, al tener in mente el medio de salir de ella; la contradicción, por tanto, es indolora. La interpretación trágica mira la contradicción y desespera al no hallar salida alguna. (1846 [2008], p. 518) En efecto, el medio por el cual se resuelve la contradicción20 es la comedia misma, ya que, a pesar de las disonancias mostradas en la trama de la obra, el fin último es la liberación de los personajes por medio de lo cómico. Además, con ella se muestra la ironía, que va más allá de un simple modo de expresión, por lo que es para el autor una cualidad existencial que forma parte de la esencia del individuo (Kierkegaard, 1846 [2008], p. 528). Esto ha de suponer que hay individuos que están de alguna manera predispuestos a ella, o bien, con la capacidad de desarrollarla. Desde esta perspectiva, los individuos podrían crear estrategias necesarias para superar las contradicciones y que estas no se conviertan en elementos que los lleven al sufrimiento. Dado lo anterior, se puede aseverar que la propuesta kantiana y kierkegaardiana sobre el humor está sustentada sobre la base de las expectativas y de la experiencia que se tiene sobre las cosas, dejando de lado elementos que posteriormente Schopenhauer (2003) iría a desarrollar. Siguiendo la filosofía kantiana, este autor localiza el origen del humor entre la percepción de las cosas y el conocimiento abstracto racional de las mismas. Según Schopenhauer, los sujetos perciben cosas específicas con muchas propiedades, que cuando se agrupan bajo los conceptos abstractos, esas muchas propiedades se ven reducidas a unas cuantas, de ahí que la gran variedad de objetos puede ser agrupados en un solo concepto. Por ello, cuando no existe correspondencia entre la cosa percibida y su concepto, se produce la incongruencia. De esto, el autor sugiere que “La risa no nace nunca sino de la percepción repentina de la incongruencia entre un concepto y los objetos reales que en algún respecto se habían pensado con él, y ella misma es la simple expresión de esa incongruencia.” (El mundo como voluntad y representación, p. 109). Si se sigue este planteamiento, podría resultar gracioso ver un bolillo para amasar con una forma cuadrada, o bien esto podría explicar por qué resulta graciosa la idea que tiene Quico 20 Tal y como lo señala Achille Varzi (Conjunction and Contradiction, 2004, p. 93) se entiende por contradicción como el conjunto de una proposición y su negación, o bien dos oraciones en las cuales una es la negación de la otra. Ahora bien, para una noción más detallada, conviene consultar “What is a Contradiction?” de Patrick Grim (2004) 18 de querer una pelota cuadrada. De ahí que, si se piensa en un bolillo o una pelota, se consideran ciertas formas, materiales y demás propiedades relacionadas con esos objetos, las cuales entrarán en conflicto cuando se presenta la incongruencia, como cuando Quico expresa su deseo de tener una pelota cuadrada. Posteriormente, en el siglo veinte, se recuperó esta discusión sobre la incongruencia y el humor. Según Morreall (2009) estas nuevas teorías sobre la incongruencia sostienen que la simple percepción de esta garantiza la realización del humor. Al respecto, el autor dice que “Claramente esto es falso, ya que las emociones negativas como el miedo, asco, y la ira son también reacciones que violentan nuestros patrones mentales y expectativas.”21 (Comic Relief. A comprehensive philosophy of humor, p. 12). Por consiguiente, la incongruencia no es el único factor que rompe aquello que los sujetos esperan sobre las cosas. Incluso, hay elementos que se relacionan con situaciones límite que rompen los patrones mentales o las expectativas, por ejemplo, Morreall señala lo grotesco, lo bizarro, lo macabro, lo horrible y lo fantástico como aspectos que van más allá de lo esperado, pero que a pesar de ello, podría haber un disfrute estético. Tal es el caso del artista plástico H.R. Giger, el cual su obra se caracterizó por sus tintes surrealistas en las que se pueden apreciar representaciones de cuerpos humanos mezclados con máquinas, o bien su notable genio al colaborar con la creación de la criatura de la saga cinematográfica de Alien el octavo pasajero. Bajo estas circunstancias, la incongruencia es notable, pero rara vez se esperaría ver que a alguien le produzca risa ver en la pantalla del cine, a un extraterrestre que mide más de dos metros, cuya sangre es corrosiva y que busca incubarse dentro de cuerpos humanos. Dado que la teoría de la incongruencia ha desarrollado otros ámbitos desde su relación con el humor, es importante tomar en cuenta el modo en que la incongruencia se presenta a través del uso de la palabra. Buckley sostiene que “(…) existe el placer de reconocer que, como en la paradoja, el juego de palabras opera en más de un nivel.”22 (2005, p. 30) Al parecer, el autor señala la complejidad existente de la incongruencia por medio de la palabra, esto gracias a la versatilidad que ellas tienen a través de sus múltiples significados. Cabe señalar 21 Traducción propia. El original dice “That is clearly false, since negative emotion like fear, disgust, and anger are also reactions to what violates our mental patterns and expectations.” (p. 12) 22 Traducción propia. En el original dice “(…) there is the delight that comes from recognizing that, like the paradox, wordplay operates at more than one level.” (2005, p. 30) 19 que para que la incongruencia en este aspecto sea efectiva, el juego de palabras debe estar articulado en una oración, ya que aisladas no tendrían el mismo efecto. Esto es posible apreciarlo en la célebre frase de Heráclito que dicta “El nombre del arco, biós, es vida, bíos; la obra, muerte.” Se tiene que dos palabras que se escriben y se pronuncian de forma similar, pueden tener significados distintos, vida-muerte, dependiendo del contexto que se le dé, incluso una misma palabra podría tener distintos significados los cuales podrían depender según la ubicación geográfica en la que se utiliza. Como la connotación que se le podría dar a la palabra fresa la cual varía, por ejemplo, en la mayoría de los países latinoamericanos; se entiende que es una fruta roja y dulce, pero específicamente en México hace referencia a un joven superficial, egocéntrico y vanidoso; mientras que en Costa Rica se le dice fresa no solo a la fruta, sino también a algo que sea llamativo. En resumidas cuentas, la incongruencia presenta al mundo de forma “desordenada” y a partir del desconcierto que esto produce, puede que se realice el humor. De modo que, según Morreall, “Nosotros vivimos en un mundo ordenado, donde hemos llegado a esperar ciertos patrones entre las cosas, sus propiedades, eventos, etc. Nos reímos cuando experimentamos algo que no encaja con estos patrones.”23 (1983, p. 15) A pesar que, esta teoría de la incongruencia trate de explicar el modo en el cual se da el humor como parte de las experiencias de las personas, su cometido es incompleto. Si bien es cierto que los estímulos externos son parte importante para explicar al humor, también es necesario darles importancia a los fenómenos internos de los agentes. Conviene subrayar que para el humor, tanto la cultura como las instituciones y demás elementos externos a los agentes, son importantes para su realización. No obstante, tal y como se ha mencionado, dichos factores no son determinantes ya que los procesos internos a los agentes tienen un papel fundamental, lo que podría influir en dicha realización. Tal es el caso de los agentes con alguna condición que les impide controlar sus emociones por algún daño cerebral, o bien por algún síndrome o trastorno en sus estructuras cognitivas (como el Síndrome de Asperger o el Trastorno del espectro autista), quienes podrían estar en situaciones que debido al contexto son consideradas como humorísticas, pero debido a su condición el humor no se realiza. Lo 23 Traducción propia. El original dice “We live in an orderly world, where we have come to expect certain patterns among things, their properties, events, etc. We laugh when we experience something that doesn´t fit into these patterns.” (1983, p. 15) 20 mismo podría decirse del humor que se da a partir de los juegos de lenguaje, donde no solo el contexto influye, sino que también las estructuras cognitivas y cerebrales. La teoría clásica de la incongruencia (al menos la que se desarrolló después de la primera mitad del siglo veinte) no da cuenta sobre el papel que tiene la consciencia, la mente y los procesos cerebrales con respecto al humor y la incongruencia. Con todo y que el último desarrollo de esta teoría consideró el uso de la palabra como modo para expresar la incongruencia, su alcance es incompleto porque, así como los demás planteamientos, se queda en la mera apariencia, es decir, en el fenómeno que se le presenta al agente, desde el cual se hace una idea sobre las cosas24. Debido a esto, es fundamental desarrollar otro tipo de análisis que dé cuenta de no solo los fenómenos externos, sino también de aquello que está entre los fenómenos relacionados con la experiencia de las personas, a saber, la mente. 3. Teoría analítica de la incongruencia: el humor como una propiedad disposicional de ciertos estados mentales Es posible estudiar la naturaleza del humor desde una perspectiva filosófica enmarcada en la filosofía de la mente, tomando en cuenta que los estados mentales tienen contenidos representacionales, fenoménicos, y las propiedades disposicionales. Esta propuesta parte del hecho que el humor es una propiedad disposicional que es parte de un estado mental junto con otras propiedades, como las representacionales y fenoménicas que aparecerá con la disociación entre el objeto y la idea esperada de este. Ahora bien, si se dice que para el estudio del humor se parte de la naturaleza física de los estados mentales, esto se hace, como se mencionó anteriormente, desde una concepción fisicalista no-reduccionista, a partir de un funcionalismo analítico25. Sobre la base de esto, es posible afirmar desde la neurociencia que 24 Sobre este tipo de posicionamiento, Chisholm sostiene que “Pero toda forma de fenomenalismo envuelve la tesis de que todo lo que conocemos acerca de las cosas materiales podría ser expresado en estamentos que únicamente se refieren a las apariencias.” (Perceiving. A philosophical study, 1957, p. 189)Traducción propia. El original dice “But every form of phenomenalism involves the thesis that anything we know about material things may be expressed in statements referring solely to appearances.” (Perceiving. A philosophical study, 1957, p. 189) 25 Se entiende por funcionalismo analítico como una aproximación teórica desde la cual es posible identificar los estados mentales con los estados físicos. Desde esta perspectiva, se consideran dichos estados a partir de la función o rol que estos cumplen, de modo que esto permite establecer su naturaleza tomando en cuenta el carácter irreductible de los estados mentales, que en el caso del humor como incongruencia, se verá como un factor que determina el carácter de la reacción que tenga el agente ante una situación humorística. 21 existen áreas en el cerebro que se encargan de resolver la incongruencia, tal y como lo sugieren P. Vrticka, J. Black y A. Reiss en su artículo “The neural basis of humor processing”, donde afirman que existen áreas cerebrales a nivel subcortical26 que se encargan de detectar y “resolver las incongruencias” a los estímulos presentados (2013, p. 860)27. En esta misma línea, el filósofo Daniel Dennett en su libro Inside the jokes: Using humor to reverse-engineer the mind, indica que el humor es un proceso cognitivo que permite reconocer los errores en los estímulos e inspeccionar las incongruencias (2013, p. 45) Considerando esto, dichos procesos cerebrales realizan estados mentales, cuyo contenido está relacionado con el humor. Ahora, es necesario examinar la naturaleza de esas propiedades que caracterizan a los estados mentales. 3.1 La naturaleza del humor como propiedad disposicional de los estados mentales Retomando la idea de que el humor es una propiedad mental (disposicional), donde ciertos estados mentales con propiedades representacionales y fenoménicas se dan ante la no- correspondencia del objeto y la representación de este, se puede sugerir que por un lado la naturaleza y el contenido de los estados mentales son realizados por los estados cerebrales, en el momento en que los contenidos de dichos estados mentales entran en conflicto con un contexto externo, o bien la idea que se tiene de las cosas no se ajusta con el mundo posible28 que está en ese momento, es donde cabe la posibilidad de que se realice la propiedad 26 Sobre este tema, Rafael Blanco sostiene en “Las estructuras cerebrales subcorticales y procesos lógicos” (2012) que existen estructuras subcorticales que participan en las funciones de pensamiento lógico. Esto significa que existen zonas del cerebro las cuales se encargan de regular, por ejemplo, las emociones, las respuestas instintivas, entre otras y además, intervienen en la resolución de problemas, como aquellos de orden lógico. Esto es importante señalar ya que la resolución de la incongruencia es parte fundamental para la realización del humor. Esto será tratado en capítulos posteriores de esta tesis. 27 En el mismo artículo, los autores hacen una recopilación de los distintos estudios que se han hecho por medio de la Imagen de Resonancia Magnética Funcional (fMRI sus siglas en inglés) sobre el humor en humanos. Tales estudios consisten en la estimulación de los agentes por medio de imágenes estáticas o dinámicas, audios con material divertido, material escrito, entre otro; con el objetivo de detectar las zonas del cerebro que se activan con el humor. Para mayor detalle, conviene revisar Vrticka, P; Black, J & Reiss, A, 2013, ya que la explicación detallada de dichos estudios va más allá de los objetivos planteados en la presente tesis. 28 Originalmente la idea de los mundos posibles es de D. Lewis que se define como “(…) el mundo del que formamos parte es solo uno de una pluralidad de mundos, y que quienes habitamos este mundo solo somos unos cuantos de todos los habitantes de todos los mundos.” Traducción propia. En el original dice “(…) the thesis that the world we are part of is but one of a plurality of worlds, and that we who inhabit this world are only a few out of all the inhabitants of all the worlds.” (On the Plurality of Worlds, 2001, p. vii) Esta idea introduce la noción de que las cosas podrían ocurrir de diferentes maneras. Según el autor, “(…) por lo tanto creo en la existencia de entidades que podrían llamarse ´modos en que las cosas podrían haber sido´. Yo prefiero llamarlas ´mundos posibles´.” Traducción propia. En el original dice “(…) I therefore believe in the existence of entities that might be called ´ways things could have been´. I prefer to call them ´possible worlds´.” (p. vii) 22 disposicional del humor29. En consecuencia, se podría afirmar que aquel es una propiedad disposicional de los estados mentales, los cuales son realizados por los estados cerebrales relevantes que se realizan a partir de la percepción de un objeto existente o inexistente30, no obstante, hay ocasiones en las que el contenido del estado mental realizado no corresponde con lo esperado, en ese momento es cuando se puede sugerir que se realiza un estado mental que conlleve a las reacciones físicas asociadas a algo humorístico. Esto es, lo que se va a llamar como la teoría analítica de la incongruencia, teoría que consiste en la no- correspondencia del objeto percibido con la idea que se tiene de este. Ejemplificando lo anterior, en un salón de belleza llega una persona que quiere teñirse el cabello de un color rojizo, quien lo atiende prepara todo lo necesario para proceder con el cambio de color, pero resulta que se equivoca con el tinte y en lugar de usar el color rojizo, aplica uno de color fucsia, provocando la risa de la persona cliente. En este contexto, esta persona esperaba que el color de su cabello fuera rojizo, pero ante el inesperado error con el color fucsia, esta persona se ríe porque no esperaba ver su cabello de ese color, por la incongruencia de lo que estaba viendo en su cabello y la idea del color que creía que iba a tener. En este sentido, el 29 Esta idea se puede sustentar a partir de los estudios mostrados por Dai (2017) en su artículo “To Resolve or Not To Resolve, that Is the Question: The Dual-Path Model of Incongruity Resolution and Absurd Verbal Humor by fMRI” donde se muestran cuáles son las áreas del cerebro encargadas en la resolución de la incongruencia. Tal y como se ha mencionado, estos estados cerebrales realizan un estado mental con contenido fenoménico y representacional en el cual, ante la percepción de un hecho, las propiedades mentales se “disparan” para realizar un determinado estado mental. Esta idea se desarrollará con mayor detalle con el desarrollo de esta tesis. 30 Quine (1957-1958) se refiere a lo difícil que es hablar o pensar lo que es un objeto. Al respecto dice: “Somos propensos a hablar y pensar en objetos. Los objetos físicos son la ilustración obvia cuando el estado de ánimo ilustrativo está en nosotros, pero también están todos los objetos abstractos, o al menos eso pretende ser: los estados y cualidades, números, atributos, clases. Persistimos en dividir la realidad de alguna manera en una multiplicidad de objetos identificables y discriminables, para ser referidos por términos singulares y generales. Hablamos tan inveteradamente de los objetos que decir que lo hacemos parece no decir nada en absoluto.” (Speaking of Objects, p. 5) Traducción propia. En el original dice “We are prone to talk and think of objects. Physical objects are the obvious illustration when the illustrative mood is on us, but there are also all the abstract objects, or so there purport to be: the states and qualities, numbers, attributes, classes. We persist in breaking reality down somehow into a multiplicity of identifiable and discriminable objects, to be referred to by singular and general terms. We talk so inveterately of objects that to say we do so seems almost to say nothing at all” (Speaking of Objects, p. 5) Esta dificultad se da gracias a que, según el autor, los agentes adaptan todo aquello que le es ajeno a sus propios procesos de entendimiento, o más bien, interpretan a su manera, esos términos ajenos. Por ello, sería conveniente establecer que un concepto general de objeto se podría derivar de lo que Locke (Ensayo sobre el entendimiento humano, 1999) estableció sobre las cualidades primarias y secundarias de un cuerpo, las cuales son las primarias, referidas a las que producen ideas simples como la solidez, extensión, forma, movimiento, reposo y el número. Mientras que las secundarias son aquellas que producen las sensaciones en los agentes, como el bulto, la forma, la textura, color, etc. (parág. 9-10) 23 cambio inesperado del color generó en esa persona una propiedad, que fue parte de un estado mental que provocó la risa ante la incongruencia del hecho. No obstante, podría pensarse en la posibilidad de que un agente no experimente procesos mentales. Ante esto, existen posiciones filosóficas que sirven como contraargumento al fisicalismo, el cual asume la identidad de los procesos cerebrales y mentales31. Por un lado, Keith Campbell (Body and Mind, 1970, p. 100) sugiere la idea de una “imitación de hombre” el cual es idéntico a un ser humano, pero con la particularidad que este no presenta sensación alguna. Posteriormente, Robert Kirk (1974) postula la idea de “zombie” quien es un ser físicamente idéntico a un humano, pero incapaz de tener sensaciones (Sentience and Behaviour, pp. 45-50) Por otro lado, David Chalmers (1996) sigue la idea de “zombie” tal y como la han desarrollado los filósofos anteriores a él (The Conscious Mind: In Search of a Fundamental Theory, p. 95) Esto dio pie al desarrollo del argumento más elaborado sobre aquellas cualidades subjetivas de las experiencias individuales, a saber, los qualia, que a grandes rasgos, estas son cualidades que no pueden ser reducidas a lo físico (Chalmers, 1996, pp. 4-5) Por el contrario, Danniel Dennett (1995) critica la noción de zombie desarrollada por estos filósofos, ya que cabe la posibilidad de que estos seres podrían expresar los estados físicos que están “experimentando” (The Unimagined Preposterousness of Zombies, pp. 322- 323) Además, Thomas Nagel (1998) señala que dicha concepción es también una ilusión (Conceiving the Impossible and the Mind-Body Problem, p. 340) que lleva a considerar la consciencia como un hecho subjetivo que bloquea cualquier posibilidad objetiva de explicación (Nagel, 1998, p. 342) Ahora bien, el problema con estas dos posiciones es que ambas son reduccionistas: la no-fisicalista separa los qualia de los procesos físicos, mientras que la segunda niega la existencia de esas cualidades subjetivas, por lo que la consciencia queda reducida a los procesos cerebrales. Tal y como se ha planteado en la presente tesis, es posible explicar los procesos mentales a partir de un fisicalismo no-reduccionista, donde estos tienen una base física, pero sin que se reduzca a ella; no obstante, esto no quiere decir que estos procesos tengan alguna 31 Es importante mencionar que el término de “identidad” es problemático ya que es posible que se asuma una postura reduccionista acerca de dicha relación. Por ello es conveniente aclarar que en esta tesis, cuando se habla sobre esta identidad, se hace desde una visión no-reduccionista, remarcando el vínculo existente entre los procesos cerebrales y los mentales. 24 independencia con respecto a los cerebrales, sino que por medio del funcionalismo analítico planteado por Lewis (1972), es posible examinar las funciones o los roles que tienen los procesos mentales. Esto lleva a pensar en una identidad irreductible entre los dos procesos, donde es posible pensar que si no hay actividad cerebral, tampoco abrían procesos mentales, ya que tal y como se ha mencionado, estos últimos tienen una naturaleza física. Conforme a esto, dichas cualidades subjetivas son fundamentales para la generación de contenidos representacionales y fenoménicos, desde los cuales se realizarán los estados mentales con un determinado contenido. Esto se pude sustentar a partir de los estudios presentados por Padilla-Zambrano, et. al (2018) y por García, et. al (2013) por medio del fMRI a pacientes que ingresan al servicio de emergencia, donde se explica que las alteraciones en los estados de conciencia afectan tanto la percepción que tiene el agente de sí mismo como la de su entorno. De ahí que no es posible que un agente que no presente actividad cerebral alguna, pueda mostrar actividad mental; por ello, no habría ningún tipo de representación, ni estado mental o cualquier otro fenómeno mental. 3.2 La naturaleza de las disposiciones Antes de continuar es necesario definir qué sería una disposición. Es imperativo recalcar que, las disposiciones no necesariamente son reducibles a meras posibilidades, sino que también tienen un estatuto de mayor complejidad. Tal y como lo afirma Noer (2016) Las Disposiciones son también específicas y potencialidades reales en el sentido que ellas pueden ser falseadas específicamente. Una mera posibilidad podría ser la misma mera posibilidad incluso si se pusiera a prueba y el resultado fuera negativo, y la razón de ello es que no tiene actualidad. Si la disposición no fuera actual, no sería ni específica ni falseable. La acusación de que la disposición carece de actualidad parece ser planteada por aquellos que nunca aceptaron en primer lugar que las disposiciones son algo más que meras posibilidades. (Philosophy of Nature: Rethinking naturalness, p. 99)32 32 Traducción propia. En el original dice “Dispositions are also specific and real potentialities in the sense that they can be specifically falsified. A mere possibility would be the same mere possibility even if it was tested and the result returned negative, and the reason for that is that it has no actuality. If the disposition were not actual, they would not be specific and not falsifiable. The accusation that the disposition lack actuality seems to be a claim raised by those who never accepted that dispositions are something more than mere possibility in the first place.” (Philosophy of Nature: Rethinking naturalness, 2016, p. 99) 25 Es decir, la disposición va más allá de la mera inmediatez de los estados. En otras palabras, y siguiendo lo que Noer sostiene en relación con este último punto, la disposición no es una “posibilidad”, en el sentido que puede o no estar ahí, sino que, a pesar de su “latencia”, es una propiedad inherente a los objetos o agentes que manifiestan ciertos estados, por lo que dichas propiedades son irreductibles tanto a la “actualidad” como a la “posibilidad”. Sirva de ejemplo la elasticidad de una banda elástica, en la que su capacidad de estirarse es permanente en tanto se le aplique una fuerza que realice su elasticidad y, no obstante, a pesar de que esta misma banda se mantenga “estable” o bien en pasividad, su propiedad elástica se mantiene, en otras palabras, tiene la disposición de elasticidad. En este caso, su propiedad no es una posibilidad que podría tener esta banda, sino que esta propiedad es algo que la determina. Debido a lo anterior, si el humor es una propiedad disposicional de los estados mentales, existe la posibilidad que este se realice o no, pero esto no quiere decir que sea una propiedad ajena a estos33. Siguiendo esta idea, George Molnar (2006) se opone a la tesis sobre la latencia o potencialidad de ciertas propiedades. Para el autor, el hecho que algunas propiedades sean concebidas como potencialidades es una contradicción (Powers: A Study in Metaphysics, pág. 174) Tal y como lo sugiere Molnar, es como un viajero que alista su equipaje pero nunca emprende el viaje, que en el caso de las propiedades disposicionales, los objetos tienen ciertas propiedades que no van a manifestar. En este sentido, D. Armstrong (2005) sostiene que “La causalidad se convierte en el mero paso de poderes (propiedades) de particulares a otros particulares. Para decirlo escolásticamente, el mundo nunca pasa de la potencia al acto.”34 (Four Disputes about Properties, p. 314) Ahora bien, ante esto cabe decir que Armstrong 33 En relación con este tema, se ha formulado la tesis de que el humor ha formado parte del proceso evolutivo de los seres humanos. Por ejemplo, Polimeni y Reiss (The First Joke: Exploring the Evolutionary Origins of Humor, 2006) sostienen que la sofisticación del humor está relacionada con la evolución del lenguaje, el cual su aparición se calcula aproximadamente dos o cuatro millones de años. Además, afirman que su desarrollo tiene como origen el crecimiento del cerebro, esto es por la aparición de funciones cognitivas de alta complejidad las cuales se relacionan con la aparición del lenguaje para darle soporte. Básicamente, las zonas del cerebro relacionadas con el lenguaje son las áreas corticales y subcorticales, las cuales están vinculadas con las áreas cerebrales encargadas del razonamiento lógico, como la corteza prefrontal. Esto da pie a pensar que el humor es una propiedad “natural” en los humanos, ya que al ser una propiedad de los estados mentales, no queda exenta de dicho proceso evolutivo. Sobre esta cuestión se volverá más adelante. 34 Traducción propia. En el original dice “Causality becomes the mere passing around of powers from particulars to further particulars. To put in scholastically, the world never passes from potency to act.” 26 sostiene que la actualidad de las disposiciones se encuentra únicamente en su manifestación. Esto habría que matizarlo un poco ya que tal y como se tratará más adelante35, la existencia de las propiedades disposicionales no depende de su manifestación, sino también de factores externos a los objetos, pero esto no se traduce en una independencia habida entre dichas propiedades y los objetos, ya que estas son inherentes a las cosas. De ahí que, asumir esta postura, se traduce en una especie de dualismo de propiedades, donde aquellas propiedades que no se manifiestan no tienen actualidad, lo que se traduce en su no-existencia. De momento, no se hará mayor referencia al respecto, ya que más adelante se abordará esta cuestión con mayor detenimiento. En relación con aquello que determina al humor para que se dé en ciertas circunstancias, cabe señalar que una propiedad disposicional se puede caracterizar según lo sugiere Mumford cuando “(…) un término usado en metafísica que usualmente indica un tipo de propiedad, estado o condición. Dicha propiedad es la que proporciona la posibilidad de algún estado o comportamiento adicional, usualmente en circunstancias de algún tipo en específico.”36 (Dispositions, 1998a) Según lo señala el autor, dichas propiedades son las que caracterizan un estado o comportamiento, como por ejemplo, la ebullición del agua, o la maleabilidad de ciertos metales. Estos comportamientos o estados se realizan en ciertos contextos o circunstancias, como que el agua debe alcanzar los 100 o C (al nivel del mar) para que hierva, o que ciertos metales reciban cierto grado de compresión para que se puedan deformar sin que se rompan. Conforme a lo anterior, es importante detallar lo que se entiende por disposición y propiedades disposicionales ya que esto permite distinguir su naturaleza metafísica y con ello no solo la pertinencia del término sino también su importancia dentro del discurso filosófico. De acuerdo con esto, se busca también una aproximación de índole epistemológica sobre las propiedades disposicionales desde la filosofía de la mente, para posicionarse en la discusión sobre la concepción contemporánea del término, con el propósito de desarrollar la propuesta que se va a defender con respecto al humor como una propiedad disposicional. 35 Este tema se abordará con mayor detalle en el Capítulo II, sección 4.2 de la presente tesis. 36 Traducción propia. En el original “(…) a term used in metaphysics usually to indicate a type of property, state or condition. Such a property is one that provides for the possibility of some further specific state or behaviour, usually in circumstances of some specific kind.” (Dispositions, 1998a) 27 Dentro de este orden de ideas, una definición más precisa de disposición es, de acuerdo con J. McKitrick (2009) (…) un término es disposicional si tiene las siguientes marcas de disposicionalidad: 1. El término es asociado con un tipo de evento -la manifestación de la disposición; 2. El término es asociado con un tipo de evento en el cual ocurre la manifestación - las circunstancias de la manifestación; 3. El término se adscribe a un objeto cuando la manifestación está ausente; 4. Si un término disposicional es adscribible a un objeto, entonces cierto subjuntivo condicional al efecto “si las circunstancias de la manifestación ocurrirían, entonces las manifestación que ocurrirían” es verdadera; 5. El término es semánticamente equivalente a una locución abiertamente disposicional –“la disposición a tal y tal.” (Dispositional Pluralism, p. 187) 37 En otras palabras, una disposición es aquello que permite determinar de una manera más concreta, un comportamiento o estado dado en una circunstancia específica. A partir de esta idea de disposición, se ha debatido sobre la capacidad que tienen los objetos de manifestar ciertos estados, dependiendo de algunos estímulos, como por ejemplo la solubilidad del azúcar en el agua, o la fragilidad del vidrio al ser golpeado con una determinada fuerza, o la maleabilidad de los metales con el calor, etc. Pero surge la crítica que podría hacer alguien que objete esta propuesta: esos son objetos físicos, pero la mente no es física, la crítica supondría pensar en la mente en términos dualistas, pero como se mencionó anteriormente, ni el dualismo, ni el reduccionismo dan explicaciones adecuadas a la naturaleza de la mente, el primero la separa de lo físico (dualismo de propiedades o cartesiano, y el reduccionismo o es en términos de identidad o de eliminitavismo). De igual forma se ha reconocido el uso del término cuando se hace referencia al comportamiento humano, considerando rasgos como lo irascible, alegría, generosidad, entre otras, como disposiciones que se manifiestan cuando los 37 Traducción propia. El original dice (…) a term is dispositional if it has the following marks of dispositionality: 1. The term is associated with an event type -the manifestation of the disposition; 2. The term is associated with an event type in which the manifestation occurs – the circumstances of manifestation; 3. The term is ascribable to an object when the manifestation is absent; 4. If a dispositional term is ascribable to an object, then a certain subjunctive conditional to the effect that “if the circumstances of manifestation were to occur, then the manifestation would occur” is true; 5. The term is semantically equivalent to an overtly dispositional locution –“the disposition to so and so.” (Dispositional Pluralism, p. 187) 28 agentes reciben ciertos estímulos y que, a partir de dichas disposiciones, se dan algunos comportamientos correspondientes al estado mental y al estímulo. En consecuencia a esto, es que el tema de las disposiciones ha sido un referente ineludible para explicar las causas que llevan tanto a los objetos como a los sujetos agentes, a tener ciertas manifestaciones de comportamiento, en tanto existan, como ya se ha mencionado, elementos que lo propicien38. Por ejemplo, el comediante de origen judío Gilbert Gottfried cuenta: “Un viejo sobreviviente de un campo de concentración compra un tiquete de lotería. Él gana 200 millones de dólares. El reportero está hablando con él y le dice, “Uh, bueno, dígame qué hará con el dinero.” Y el viejo judío dice, “Bueno, voy a levantar una estatua gigante en honor a Hitler.” Y el reportero le responde, “Espere un minuto, usted estuvo en un campo de concentración, ¿Por qué levantaría una estatua en honor a Hitler?” y él le responde “¿de dónde crees que obtuve el número?” (señalando su antebrazo izquierdo)” Generalmente, cabría esperar que la reacción más inmediata ante la narración de un chiste es la risa, la cual es la realización de un estado mental cuya propiedad disposicional es el humor. No obstante, hay ocasiones en las que dicha reacción no se da, debido a factores que están relacionados con el modo en que se cuenta el chiste o bien con otros elementos intrínsecos a los agentes39. Entre estos factores podrían estar la intencionalidad de los enunciados, las creencias o deseos de los agentes, entre otros. A propósito de tener claridad sobre la metafísica de las propiedades40 disposicionales, es preciso reafirmar el hecho que estas son más importantes de lo que se ha creído, y esto no se ha discutido en detalle, particularmente en el tema del humor. Debido a la naturaleza de los 38 En esta línea, D. Armstrong apunta que existe un vínculo entre las propiedades particulares y las universales, en las cuales dicho vínculo no es contingente sino necesario (Four Disputes about Properties, 2005, p. 317) En el caso de los particulares, estos tienen características inherentes, mientras que los universales tienen diferentes instancias que los convierten en entidades diferentes pero que necesariamente el particular lo debe tener. Esto permite que la realización de las cosas tenga una especie de ordenamiento en el sentido que lo universal categorice a los objetos y lo particular posibilite la realización de lo universal. De ahí que según el autor, dicho vínculo explica la realización de las propiedades sin ser ellas entes independientes. 39 Sobre esto se entrará en mayor detalle más adelante. 40 De momento, como los señalan Orilia y Swoyer se comprende por “Propiedades (también llamadas ‘atributos,’ ‘cualidades,’ ‘estructuras,’ ‘características,’ ‘tipos) son aquellas entidades que pueden ser predicados de cosas o, en otras palabras, atributos de ellas. Es más, propiedades son entidades que se dice que las cosas portan, poseen o ejemplifican.” Traducción propia. En el original dice: “Properties (also called ‘attributes,’ ‘qualities,’ ‘features,’ ‘characteristics,’ ‘types’) are those entities that can be predicated of things or, in other words, attributed to them. Moreover, properties are entities that things are said to bear, possess or exemplify.” (Properties, 2017) Para una mayor comprensión de las propiedades disposicionales, en este capítulo de desarrollará con mayor detalle dicho concepto y su relación con las disposiciones. 29 objetos, se podría sostener que todos estos existentes poseen propiedades disposicionales, como los citados en los ejemplos anteriores. Esto hace pensar que tal y como lo sostiene Aimar (2019) existe una especie de atribución disposicional, es decir, que las disposiciones están también atribuibles a tipos de objetos (Disposition ascription, p. 1667) Como podría verse en ciertas clases de pinturas que son solubles en agua, a las cuales se les podría adscribir propiedades que tengan los objetos, como por ejemplo la solubilidad, opacidad, suavidad, dureza, entre otros. 3.3 La incongruencia en los estados mentales Entrado el siglo XX, se ha retomado la discusión sobre la teoría de la incongruencia que había sido iniciada por filósofos como Immanuel Kant, Søren Kierkegaard y Arthur Schopenhauer. A grandes rasgos, estos filósofos consideraban que algo era incongruente cuando no había correspondencia entre un objeto y lo que se pensaba de este. Cabría decir que, según lo expresa McGhee (1979), la incongruencia es “(…) algo inesperado, fuera de contexto, inapropiado, irrazonable, ilógico, exagerado, etc.”41 (Humor, Its Origin and Development, p. 10) Esto es que la incongruencia es un elemento que podría desencajar la continuidad de un orden presentado ya sea en un acto comunicativo o bien a nivel epistemológico, cognitivo, emocional, entre otros, lo que generaría un estado mental o un comportamiento de los agentes derivado de dicho cambio. Tal sería el caso de que si en la presentación de una tesis de grado o posgrado, el sustentante se presentara con un saco de vestir color rojo y un pantalón azul, esto no sería de esperar en un acto tan sobrio en el ámbito académico como lo es la defensa de una tesis. Esta escena provocaría la sorpresa no solo de los espectadores del acto, sino también del comité asesor y de las autoridades universitarias correspondientes. Ahora bien, de momento se podría preguntar por el tipo de reacción que tengan los agentes en dicho momento, que podría ir de la simple sorpresa hasta la indignación al ver burlada la solemnidad del acto. Cabe añadir que parte de la teoría analítica de la incongruencia que se formula en la presente tesis, está sustentada sobre la base de la experiencia de los agentes. Tal es el caso de si se viera que uno de los discos de la cocina está de color rojo, el agente creería que está muy 41 Traducción propia. En el original dice “(…) something unexpected, out of context, inappropriated, unreasonable, illogical, exaggerated, and so forth.” (p. 10) 30 caliente o cuando alguien guarda café en un termo, este esperaría que, pasadas un par de horas, el café seguiría caliente. Dadas estas u otras experiencias, según lo aprendido, nadie esperaría que ocurriera otra cosa que no fuera lo que se cree que va a ocurrir. En este sentido, además de la experiencia, entrarían en juego las creencias o expectativas que tienen los agentes42, en otras palabras, la experiencia y las creencias realizan aprendizajes que según Morreall “La mayoría de las veces, la mayoría de las experiencias de la mayoría de las personas siguen esos patrones mentales. El futuro se vuelve como el pasado.”43 (Comic Relief. A comprehensive philosophy of humor, 2009, p. 11) De acuerdo con esto, la experiencia daría una especie de pre-visión que permitiría crearse expectativas sobre las cosas que podrían ocurrir en un determinado contexto, lo cual llevaría a que los agentes generen ciertos estados mentales sobre la base de la experiencia tenida gracias al contacto con las cosas. Esto es, el tema de la incongruencia trata también sobre los patrones mentales que se tiene en relación a ciertas circunstancias, es por ello que “(…) cuando el orden de los elementos constitutivos de un evento es incompatible con el patrón normal o esperado, el evento es percibido como incongruente.”44 (McGhee, 1979, p. 6) De ser así, la incongruencia cambiaría el modo en que los agentes ven al mundo, y con ello, sus acciones ligadas a sus estados mentales, intenciones, creencias, actitudes y demás. Cuando un agente necesita tirar un objeto al bote de la basura, este esperaría que al depositarlo ahí, se quede en su lugar; o bien que al entrar al elevador de un hospital, esperaría encontrarse con médicos o personal de enfermería. Pero en ambos casos, no es de esperarse que, al tirar la basura, esta se salga sorpresivamente del bote, o que el abrirse las puertas del elevador, dentro de él se encuentre un grupo de payasos vestidos con las gabachas que utilizan los médicos. Ante estas situaciones, por lo general las reacciones de los agentes están vinculadas con la sorpresa o la contrariedad; en casos extremos, estos podrían reaccionar con temor, entre otras reacciones más violentas. Evidentemente, este tipo de circunstancias rompen con los patrones mentales que tienen los agentes en determinados contextos. Por ello, no solo cambian dichos patrones, sino que también las futuras experiencias que ellos tengan en momentos similares. Ahora 42 Sobre este tópico se entrará en mayor detalle más adelante. 43 Traducción propia. En el original dice “Most of the time, most experiences of most people follow such mental patterns. The future turns out like the past.” (2009, p. 11) 44 Traducción propia. En el original dice “(…) when the arrangement of the constituent elements of an event is incompatible with normal or expected pattern, the event is perceived as incongruous.” (1979, p. 11) 31 bien, cabe señalar que, a pesar de esto, los patrones mentales no cambian de forma drástica, ya que se tendría la misma base de las creencias o expectativas, por lo que siempre que haya algo que cambie dichos patrones, se dará la incongruencia. En relación con lo anterior, es permisivo pensar que se podría realizar la incongruencia sin haber tenido algún tipo de experiencia previa que pueda sustentar la creencia que se tiene sobre algo. Para ello, Rakova (2006) sostiene que “Similarmente, los estados mentales pueden representar los objetos del mundo externo, propiedades, y relaciones mientras sean entidades internas a la mente.”45 (Philosophy of mind A-Z, p. 160)En el enunciado “Los querubines son un tipo de ángel que está a la guardia de Dios”, se expresa una representación realizada por un agente que profesa una fe judeocristiana. A pesar de que dicho agente tiene como referencia los pasajes bíblicos donde se mencionan esos seres, no tiene la posibilidad de saber en concreto cómo es un querubín, ya que estos forman parte del sistema de creencias de ciertos sectores del judaísmo y cristianismo, pero no se tiene la certeza de su existencia. Pero a pesar de ello, el mismo agente tiene la posibilidad de realizar un enunciado sin la necesidad del referente en concreto, como si dijera que “La prima de Alexander cree que todos los querubines tienen ojos azules, cabello rubio y mejillas rosadas”. En este caso, hay una relación que se establece a partir de una propiedad, es decir, la que relaciona a la prima de Alexander con los querubines, a saber, la creencia que estos últimos tienen ojos azules, cabello rubio y mejillas rosadas. Pero ¿de qué manera se establece la incongruencia ante un hecho que carece precisamente de un referente? Preliminarmente, se había afirmado que la incongruencia es aquello inapropiado, ilógico, exagerado, fuera de contexto, etc. Los agentes pueden determinar lo que es incongruente con sus creencias, por medio de las cosas que les genera la experiencia. Por ello, ante un hecho del cual no han tenido alguna especie de contacto que les genere cierto tipo de referente, existe la posibilidad que se dé la incongruencia con alguna de sus creencias, actitudes, intenciones, etc. Como, por ejemplo, que la prima de Alexander vea la representación pictórica de un querubín con ojos y piel negra. 45 Traducción propia. En el original dice “Similarly, mental states can represent the external world´s objects, properties an