1 Informe Análisis de los montos otorgados en transferencias de Atención a Familias del IMAS Elaborado por: Valeria Lentini, Juan Robalino, Luis Oviedo, Cristina Barrantes y Alonso Venegas Agosto, 2022 2 Tabla de contenido I. Introducción .................................................................................................. 3 II. Experiencia internacional en transferencias monetarias no condicionadas ... 5 III. Antecedentes y descripción del Programa en Costa Rica ........................... 10 Montos asignados a las personas beneficiarias del programa Atención a familias ................................................................................................................. 24 IV. Datos y aspectos metodológicos ................................................................ 26 V. Análisis de las características de los hogares beneficiarios ........................ 27 VI. Cálculo del efecto de las transferencias sobre la condición de pobreza de los hogares beneficiarios ....................................................................................................... 36 VII. Participación de las TAF en el ingreso y gasto de hogares receptores ....... 40 VIII. Cuantificación de las TAF vs ingreso laboral de jefaturas en condición de pobreza 42 IX. Estimación del gasto de obtener el beneficio .............................................. 43 X. Evaluación de impacto en variables del mercado laboral ............................ 46 Variable independiente de interés: Beneficio del programa Asistencia a familias ................................................................................................................. 49 Pareo con propensity score....................................................................... 49 Variables de control utilizadas en el pareo ................................................ 50 Medición del impacto ................................................................................ 50 XI. Cálculo de la variación presupuestaria ante escenarios de modificación de los montos 52 XII. Consideraciones finales .............................................................................. 55 XIII. Principales recomendaciones ..................................................................... 57 XIV. Referencias ................................................................................................ 59 XV. Anexos ....................................................................................................... 62 3 I. Introducción El programa Atención a Familias coordinado por el IMAS, que otorga Transferencias Monetarias no condicionadas (TMNC) apoya económicamente a familias y personas que requieren transferencias para atender necesidades básicas. Este programa ha experimentado cambios a lo largo de los años desde de su surgimiento al tiempo de creación del IMAS, que incluyen variaciones en las transferencias y en el perfil de la población meta. En particular, los montos otorgados en Atención a Familias han estado ligados a disponibilidad presupuestaria de la institución del IMAS. Sobre el programa, no existen antecedentes de trabajos que analicen el efecto de la variación en los montos sobre su incidencia en la condición de pobreza de los hogares, la importancia de los montos sobre el gasto y el ingreso de las familias beneficiarias, y que hayan analizado el impacto del programa sobre la participación y el empleo. Esto, sumado a la necesidad de comprender la pertinencia de los montos del Programa, incidió en que, el IMAS, solicitara al Instituto de Investigaciones de Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE) realizar un estudio centrado en estos temas, que permitiera aportar elementos para la toma de decisiones a nivel institucional. El objetivo general del trabajo es analizar las variaciones en los montos otorgados en transferencias del programa Atención a familias del IMAS, a través de la estimación de los beneficios y costos de la población meta, que se constituya en un referente para revisiones periódicas sobre la suficiencia y fundamentación técnica de los montos establecidos para el beneficio. Los objetivos específicos del trabajo son los siguientes: 1. Estimar el efecto de otorgar diferentes montos de beneficio sobre el porcentaje de hogares viviendo bajo la línea de pobreza 2. Determinar qué proporción de los costos básicos del hogar promedio se cubren con diferentes montos de beneficio 3. Estimar los costos para las familias de acceder a la transferencia del IMAS. 4. Estimar el impacto de otorgar el beneficio sobre variables del mercado laboral (participación, empleo) 4 5. Estimar los costos presupuestarios para el IMAS de diferentes montos de beneficio. Los objetivos del trabajo fueron alcanzados analizando información documental, mediante el procesamiento y análisis de datos de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), con una encuesta autoadministrada con familias beneficiarias recientes, y la simulación de escenarios en el cambio de montos o aumento de familias beneficiarias. Los tres principales resultados del análisis son los siguientes: a) las trasferencias de Atención a Familias representan una parte importante del ingreso familiar y del gasto de consumo de los hogares de más bajos ingresos. No obstante, los efectos de las transferencias en términos de reducción de la incidencia de la pobreza y pobreza extrema no son significativos. Estos resultados se explican principalmente porque los recursos destinados a las transferencias no solo son escasos para cubrir la totalidad de hogares en condición de pobreza, sino para que los montos otorgados no superan el umbral de la línea de pobreza y de la canasta básica alimentaria (pobreza extrema); b) el impacto de las transferencias es negativo sobre la participación de jefaturas o cónyuges de hogares de quintiles de ingresos bajos en el mercado laboral, esto, a pesar de que el ingreso por trabajo es relativamente superior al que recibe un hogar beneficiario; y c) los esfuerzos presupuestarios para aumentar los montos mejorarían las condiciones socioeconómicas de las familias beneficiarias o al menos protegerían su valor adquisitivo (en un periodo de alta inflación, como el actual), pero distan de la posibilidad de cambiar su condición de pobreza. Adicionalmente, mismos esfuerzos presupuestarios, podrían aumentar la cantidad de familias atendidas, reduciendo la cantidad de demanda insatisfecha. Por lo tanto, el direccionamiento de los esfuerzos presupuestarios depende de la prioridad de los objetivos de política de las autoridades. Lo que resta del documento se organiza en las siguientes secciones, en la segunda sección, se revisa literatura sobre transferencias monetarias no condicionadas en otros países; en la tercera, se presentan antecedentes y descripción del programa; en la tercera, se presentan los datos y aspectos metodológicos; la cuarta, se hace el análisis de las características de los hogares beneficiarios; en la quinta, las simulaciones para calcular el efecto que tienen las transferencias sobre la condición de pobreza de los hogares; la sexta y séptima, se estima la participación de las TAF en ingresos y gastos de los hogares, así 5 como en comparación con ingresos laborales; en la octava se estima el gasto de obtener el beneficio; en la novena, se hacen escenarios de la variación presupuestaria ante escenarios de cambios en los montos o cantidad de personas atendidas; y por último, se incluyen secciones de consideraciones finales y recomendaciones. II. Experiencia internacional en transferencias monetarias no condicionadas Las transferencias monetarias son un mecanismo directo para mejorar las condiciones socioeconómicas de individuos y familias en condición desfavorable. El traslado de efectivo tiene como objetivo apoyar el consumo o los gastos del hogar y aumentar el bienestar general de los grupos beneficiarios1. A diferencia de las transferencias monetarias condicionadas (TMC) que requieren que los fondos se utilicen para propósitos específicos o requieren que se cumplan ciertas condiciones antes del desembolso (por ejemplo, asistir a la educación, controles de salud, información sobre nutrición, entre otros)2; las transferencias incondicionales no tienen tales requisitos. Las transferencias monetarias no condicionadas (TMNC) permiten a los hogares en condición de pobreza la opción y la flexibilidad de asignar recursos para satisfacer las necesidades que les resulten más apremiantes3, y aunque no tienen condiciones a cumplir, generalmente siguen metodologías para definir la población meta, y reglas de entrada y salida de los programas (UNESCO, 2015). La literatura aporta bastante evidencia sobre los beneficios que generan las TMC que proporcionan efectivo a los hogares e incentivan ciertas inversiones o comportamientos, sin embargo, hay menos evidencia sobre el impacto de las TMNC. Aunque las TMNC son menos costosas de administrar que las TMC porque no requieren monitoreo, algunas investigaciones sugieren que la falta de condicionamiento para obtener el beneficio puede hacer que las personas estén menos inclinadas a gastar el dinero de 1 Programas que incluyen una combinación de las intervenciones, pueden desbloquear la trampa de la pobreza, por ejemplo, pueden incluir: transferencia de activos productivos, capacitaciones técnicas, acceso al ahorro y formación en habilidades para la vida o información sanitaria. 2 El principal argumento para el establecimiento de condicionalidades (también llamadas corresponsabilidades) es su eficacia potencial para interrumpir la transmisión intergeneracional de la pobreza a través de su efecto sobre la acumulación de capital humano (Amarante y Brun, 2018). 3 Las TMNC han cobrado importancia como alternativa a las transferencias en bienes (como alimentos, material educativo) y servicios (entrenamiento). 6 manera responsable y no se dé seguimiento a los resultados de la inversión (Artuc et al., 2022). En diferentes contextos, el análisis de las TMNC se ha enfocado en entender su efecto sobre la situación económica, social y de empoderamiento de las familias, sus miembros, incluso sobre el entorno en el que residen, tanto en el corto como en el mediano- largo plazo y con distintos montos y periodicidad (mensual o un solo pago anual) en países de renta media y baja. Una manera para directa de medir el impacto de las transferencias es a través de asignaciones controladas aleatorizadas, con las cuales se pueden observar varios elementos de impacto. Por ejemplo, estudios de Haushofer y Shapiro (2016) y Haushofer y Shapiro (2018), que evaluaron la asignación de TMC a familias pobres rurales en Kenia permitieron medir cómo las transferencias habían tenido un impacto en el aumento en la adquisición de activos (ganado, muebles, arreglos en el techo de la vivienda), el consumo y la seguridad alimentaria de los hogares (a los 9 meses y a los 3 años), en comparación con las familias que no habían recibido recursos. El programa también mejoró el bienestar psicológico, especialmente entre los hogares con beneficiarias mujeres y los hogares que recibieron transferencias de mayor monto ($200 mensuales frente a $45 mensuales), sin embargo, no se observaron impactos en medidas de salud o educación, y un leve efecto negativo en hogares del entorno que no habían recibido el beneficio. Sobre esto último, el efecto en el entorno es poco claro en la literatura. Estudios como el de Egger et al. (2019) encontraron lo contrario, un efecto positivo en el gasto de hogares vecinos. Por otro lado, el aumento en el consumo y el gasto ha sido un efecto observado recurrentemente. Handa et al (2016), en Zambia, incluso encontraron efectos sostenidos en el gasto después de 3 años, y hasta en un 59% más que el valor de la transferencia recibida, lo que sugería un efecto multiplicador. Estos multiplicadores funcionan a través de una mayor actividad comercial de los hogares, que podrían estar sustituyendo el trabajo asalariado por la actividad económica propia (agrícola y no agrícola). Prifti et al. (2017) encuentran resultados similares, también en Zambia, en el cambio de trabajo asalariado por trabajo agrícola propio, e incluso contratando a otras personas. 7 La revisión de evidencia realizada por Baird et al (2018) sobre los efectos de las TMNC en indicadores del mercado laboral señala que cuando estas son otorgadas por un programa de gobierno (ya que también podrían ser otorgadas por organismos u organizaciones no gubernamentales) a personas adultas en edad de trabajar, las transferencias se han relacionado con cambios en el tipo de trabajo: favoreciendo el autoempleo y el desarrollo de actividades agrícolas propias. En la evidencia revisada por los autores, las transferencias a población adulta mayor han reducido actividad laboral, sin embargo, los resultados han sido mixtos en cuanto al trabajo de las personas en edad laboral que viven con ellos. Algunas personas que cohabitan con adultos mayores beneficiarios optan por trabajar por cuenta propia al recibir las transferencias, y otros deciden salir del mercado laboral. Osei y Lambon (2021), en Ghana, emplean técnicas de Pareo de propensity score, y diferencias en diferencias para examinar el efecto en el empleo de un programa de TMNC a personas en extrema pobreza. En general, encuentran que los programas pueden tener impactos productivos y descartan la afirmación de que tales subvenciones terminen haciendo que los beneficiarios dependan perpetuamente de la ayuda, que es una crítica a este tipo de programas (Ribas, 2018). En la misma línea, Salehi y Mostafavi (2017) en Irán, encuentran que las TMNC muy pequeñas son insuficientes para inducir a las personas pobres que estén trabajando a renunciar a sus ocupaciones. En el contexto latinoamericano, los resultados de las transferencias sobre variables del mercado laboral en miembros de familias beneficiarias han sido menos claros. Sin embargo, autores como Lehmann (2014) y Amarante y Brun (2018) señalan que dada la diversidad de programas y sus características, los resultados son poco comparables y muy variados. Adicionalmente, Lehmann (2014) encuentra que las transferencias de efectivo más grandes tienen un efecto positivo sobre la oferta laboral, mientras que las transferencias pequeñas desincentivan el trabajo. Los estudios de este tipo se han centrado principalmente en programas de transferencias que se otorgan a familias pero de manera condicionada, como son los siguientes: Oportunidades (Gertler et al., 2012, efecto positivo en el autoempleo en el corto plazo) y Progresa en México, Programa de Asignación Familiar en Honduras (Alzúa et al. 2012, sin efecto sobre la participación en la fuerza de trabajo), Bolsa Familia en Brasil (Gerard et al, 2021, efecto positivo sobre la participación en el mercado laboral formal, y Lima et al, 2021, sin efecto sobre cantidad de horas trabajadas 8 por mujeres rurales), y Familias en Acción en Colombia (Saavedra y Londoño, 2018, efecto en el aumento en el empleo informal). Por su parte, Banerjee et al. (2017) analizan evidencia de programas de transferencias tanto condicionadas y no condicionadas, y señalan que el impacto de las transferencias de efectivo a familias sobre indicadores laborales no es concluyente. Baird et al (2018) examinan evidencia sobre los impactos en el mercado laboral de adultos ante una amplia gama de programas de transferencia de efectivo y encuentran, en general, que las transferencias de efectivo que se realizan sin un enfoque explícito en empleo (como las TMC para propósitos distintos al trabajo, las TMNC y las remesas) tienden a generar poco o ningún cambio en la mano de obra adulta. Por último, en la revisión que hacen Bastagli et al (2019), evidencia extraída de 165 estudios en países de renta media y baja de 2000 a 2015, encuentran el efecto no deseado de las transferencias en efectivo en posibles reducciones en el esfuerzo laboral de los adultos, pero señalan que las pruebas son limitadas. La intuición sobre lo que se podría esperar con la participación en el mercado laboral de las personas adultas cuando reciben un ingreso inesperado en efectivo, como las TMNC: trabajar menos y ganar menos. Sin embargo, hay una gama de canales adicionales a esta simple compensación entre trabajo y ocio que puede hacer que esta intuición sea engañosa en países de renta media y baja (Baird et al., 2018). Otros estudios analizan las TMNC otorgadas a mujeres, observando el impacto en dimensiones no monetarias y encuentran que las transferencias pueden tener efectos para reducir la violencia de pareja. La reducción del estrés relacionado con la pobreza y la tolerancia a la violencia son posibles explicaciones de estos impactos (Kilburn et al. 2018; Haushofer et al. 2019). Sin embargo, estos efectos no siempre persisten después de que terminan las transferencias, y algunos subgrupos pueden experimentar efectos heterogéneos. Por ejemplo, mientras que las mujeres más educadas en Ecuador experimentaron una reducción en la violencia emocional después de recibir una TMNC, las mujeres con menor nivel educativo que tenían tanto o más educación que sus parejas experimentaron un aumento en la violencia emocional como resultado de la transferencia (Hidrobo, Peterman, y Heise 2016). Este hallazgo ilustra la necesidad de comprender resultados por subgrupos y los mecanismos que operan. Otros efectos encontrados en la 9 población de mujeres que recibe TMNC se encuentra en la maternidad en edades tempranas. Evidencia de dos programas de TMNC en Kenia y Malawi sugirieron que el aumento de los ingresos del hogar se convirtió en un mecanismo para retrasar la maternidad (Baird et al. 2015). Las TMNC proporcionadas a jóvenes en edad escolar en Malawi tuvo efectos en el matrimonio y la maternidad durante e inmediatamente después de la finalizó el programa, reduciendo la probabilidad de matrimonio y embarazo en 8 y 6 puntos porcentuales de 18 y 25 por ciento, respectivamente. Sin embargo, estos efectos fueron solo temporales. Los investigadores sugirieron que los programas dirigidos a jóvenes que tienen mayor duración podrían tener impactos más permanentes (Baird et al. 2015). La medición de los efectos sobre la contracepción se ha realizado analizado como un efecto no intencionado o como un efecto indirecto (Khan et al, 2016). Adicionalmente, algunos estudios han identificado mejoras duraderas en la salud y nutrición de los niños y niñas en los hogares beneficiarios. Los niños que están expuestos a TMNC cuando la madre estaba embarazada o entre edades de 0 y 5 años tienen menos probabilidades de sufrir retraso en el crecimiento (Barham T. et al., 2013; Agüero, J. et al, 2007). La manera en que se realizan las transferencias también puede tener efectos particulares. Transferir los fondos a través del celular en lugar de efectivo a las mujeres en Nigeria aumentó la diversidad de la dieta en el hogar, el gasto en ropa para niños y la probabilidad de que las mujeres vayan al mercado. Las mujeres que recibieron acceso a transferencias incondicionales a través de pagos electrónicos tenían 9 puntos porcentuales más de probabilidad de haber visitado el mercado en la última semana en comparación con el 19% de las mujeres que recibieron las transferencias en efectivo (un aumento del 47 %). Los investigadores concluyeron que los las transferencias móviles ofrecían privacidad y permitían a las mujeres ocultar y proteger sus recursos en comparación con el efectivo (Aker et al. 2016). Aun así, la evidencia es limitada sobre el aumento de los ingresos de las mujeres a través de las TMNC y su impacto en el poder de decisión en el hogar. Un estudio examinó los efectos de un TMNC programa en Kenia y no encontró un impacto promedio en el papel de las mujeres en la toma de decisiones presupuestarias (Merttens et al. Alabama. 2013). 10 Finalmente, autores como Artuc et al (2022) se han preguntado sobre la importancia de definir una condición para la contabilización de los impactos de los programas de transferencias monetarias en términos de recursos y tiempo para monitorear y hacer cumplir las condiciones, en comparación con el simple hecho de entregar el efectivo para reducir la pobreza, sin embargo, la respuesta no es sencilla.4 Los autores analizan evidencia de 15 años de experiencia en el Banco Mundial y sugieren que las TMC son efectivas para hacer cumplir comportamientos deseados como aumentar la matrícula y asistencia a la educación, o promover las visitas de centros de salud. Las TMNC constituyen un aporte clave en la protección social de las personas en condición de mayor vulnerabilidad y además son altamente efectivas para mejorar el bienestar psicológico de las familias beneficiarias, y reducir las tasas de embarazo adolescente y matrimonio infantil. Si bien hay pocos estudios a largo plazo sobre TMNC, la evidencia disponible sugiere que sus efectos a corto plazo no se mantienen. A veces, esto puede deberse a que, las transferencias terminan siendo un paliativo, lo que significa que mejoran los resultados mientras se da el apoyo a los ingresos, pero no provoca una acumulación suficiente de capital humano (u otras formas de) para alterar los resultados a largo plazo. En esos casos, los beneficiarios de TMNC terminan de nuevo en el punto de partida poco después del cese de las transferencias (Baird, et al, 2013). Es por esto, que Artuc et al (2022) sugieren que para algunos grupos poblacionales las TMNC pueden complementarse con apoyos para promover la mejora sostenible de la condición socioeconómica, por ejemplo, a través de fortalecer la educación y el entrenamiento en habilidades, o apoyo para mejorar las condiciones de salud (ejemplo, a través de programas de nutrición en Ahmed et al, 2019). III. Antecedentes y descripción del Programa en Costa Rica El área de Bienestar Social el Instituto Mixto de Asistencia Social (IMAS) apoya económicamente a familias y personas que requieren transferencias para atender necesidades básicas. Este tipo de transferencias en Costa Rica data de los años 70s y se destina a resolver parte de las carencias relacionadas al acceso al consumo de bienes ordinarios indispensables para la subsistencia inmediata de las familias beneficiarias. El 4 Las amplias diferencias en términos de diseño y la aplicación de las transferencias monetarias entre países ha dado lugar a una distinción entre los programas en los que las condicionalidades, incluido su seguimiento y sanción, son cruciales (conocido como programas con condicionalidades duras) y programas en los que condicionalidades no juegan un papel crucial y la sanción es más flexible (condicionalidades blandas) (Amarante y Brun, 2018). 11 área de Bienestar Social fue la primera de la institución en iniciar funciones, cuando aún el IMAS no se había instalado formalmente y carecía de presupuesto (Solís, 2012). Las transferencias (en especies o monetarias) del área de Bienestar Social se han denominado de varias formas desde entonces. Las que actualmente se conocen como Atención a Familias, en los 70s, se denominaron como Ayuda a particulares, y posteriormente, en los 90s, cambiaron de nombre a Apoyo a familias en desventaja social. Aunque desde sus inicios las transferencias han mantenido su objetivo central de atender necesidades básicas de las familias, la mecánica para su otorgamiento, así como los montos y depuración de beneficiarios ha ido cambiando, y el programa de asistencia ha ido adhiriendo motivos específicos para el para el otorgamiento del beneficio hasta sumar 15 motivos en la actualidad. Las primeras transferencias, Ayuda a particulares, se suministraban en especies. Por ejemplo, se entregaban alimentos mediante órdenes de estanco a ser cambiadas en expendios de víveres del Consejo Nacional de la Producción, según número de familiares y grado de necesidad, y, en dependencia de los recursos disponibles en la institución, se aportaba dinero y materiales. Cuando se entregaban materiales, se conseguían principalmente donados y de naturaleza muy variada. Estos incluían anteojos, prótesis, herramientas, uniformes, calzado, útiles escolares y otros. Por su parte, las ayudas en efectivo iban orientadas, sobre todo, aunque no de manera exclusiva, al pago de servicios como luz, agua, alquiler domiciliario, transporte, dietas especiales y hasta gastos funerarios. En los 90s, el IMAS cambió la forma de operar las ayudas, manteniendo el concepto original y el perfil de personas beneficiarias. Pasó de la entrega en especies a la entrega de efectivo. Las principales razones para hacer esa transición eran que la entrega de alimentos a través del CNP implicaba un trámite laborioso, costoso (preparación de paquetes, órdenes), y esta no estaba garantizada cuando el CNP se desabastecía de productos, y cuando algunas familias requerían canastas de consumo especiales que no podían ser suplidas con las canastas genéricas. Con el cambio a la entrega en efectivo (o cheque), la ejecución del Programa se hizo más ágil y funcional, tanto para el IMAS como para las familias beneficiarias (Solís, 2012). En la actualidad, las transferencias se realizan mediante cuentas bancarias. En particular, las transferencias de Atención a Familias (TAF), que se entregan 12 al núcleo familiar, a la cuenta bancaria de la jefatura, a la persona cónyuge o una persona de 18 años o más con cuenta activa.5 La Ley de creación del IMAS (en 1971), Ley N°4760, establece en su artículo No. 156 que "… del presupuesto total invertido por el IMAS, se destinará un mínimo de setenta por ciento (70%) a la inversión social…”, norma que desde 1996 se convirtió en una condición para la aprobación de los presupuestos institucionales. El porcentaje de gasto administrativo y planillas históricamente tendió a ser relativamente menor que el establecido por la Ley, siendo en promedio del 13% en promedio entre el 2015 y el 2020 (87% a gasto social), y alcanzando el nivel más bajo en 2019 con un 11% (IMAS, 2021).7 Aunque desde el año 2000, el presupuesto del IMAS pudo ir aumentando, la institución ha encontrado limitaciones presupuestarias para atender a la totalidad de la demanda familias en condición de pobreza. Cuando el presupuesto logra ampliarse en el segundo semestre del año parte de las familias en “lista de espera” logra atenderse. La prioridad de atención de las familias y personas en espera (así como la solicitud de renovaciones que se aceptan) se definen cada año mediante procesos de generación masiva (PROSI) (E: Elizondo, Vargas y Solano, 2022).8 De acuerdo con Solís (2012, p.155), “ante las limitaciones presupuestarias, desde los primeros años, el funcionario del IMAS encargado de la atención de las familias se habituó a reducir el monto de los subsidios con el objeto de que el presupuesto alcanzara para un número mayor de familias. Se pensaba o se decía que era mejor que todos tuvieran algo a que unas familias se quedaran sin nada”. Dependiendo del programa y del beneficio, los establecimientos de algunos montos se encuentra más documentados que otros. En el caso del beneficio de Atención a Familias, hasta donde sabemos, no cuenta con publicaciones que describan y analicen la definición de los montos de las transferencias. A partir de los 90s también evolucionó y se fue mejorando el proceso de recopilación de información para la “calificación” de las familias y de identificación de beneficiarios por 5 En caso necesario la jefatura puede autorizar a un tercero. 6 Reformado por el artículo 1º de la ley Nº 7647 de 6 de noviembre de 1996. 7https://www.imas.go.cr/es/comunicado/instituto-mixto-de-ayuda-social-aclara-por-cada-c100-que-percibe-el-imas-c87-se- destinan 8 La subgerencia de Desarrollo social y el área técnica del IMAS analizan, validan y crean los parámetros para el PROSI de cada año según disponibilidad de presupuesto. Al definirlo crean el Manual de procedimiento del PROSI del año. Por ejemplo: pueden ser las personas activas de la Estrategia Puente. 13 parte de personas trabajadoras sociales prácticamente no había variado hasta los 90s. Desde 1994 el IMAS inició la implementación del Sistema de Información de la Población Objetivo (SIPO). El SIPO se constituyó en una base de datos, que contiene información socioeconómica y demográfica de una gran cantidad de personas, hogares y familias usuarias y potencialmente beneficiarias de los programas y proyectos de índole social. El sistema se fue desarrollando y fortaleciendo con tres versiones: una realizada en el en el año 2000, la del 2011 (versión 2) y la versión tres que se ejecuta desde abril del 2018 con una versión mejorada en enero 2021, al realizarse la integración con el Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios del Estado (SINIRUBE) (IMAS, 2021). La recopilación de la información se hace a través de dos instrumentos: la Ficha de Información Social (FIS) y la Ficha de Información Social de Personas Institucionalizadas y Sin Domicilio Fijo (FISI). El volumen de familias atendidas mediante el beneficio de Atención a Familias fue aumentando, de un promedio de 19 mil anuales a inicios de los 70s, a casi 50 mil familias a finales de los 80s, sin embargo, la porción del presupuesto asignado del IMAS fue dependiendo de las prioridades de la institución según el tipo de ayudas a las cuales se diera preponderancia. Por ejemplo, aunque la proporción del componente de transferencias destinado a familias para necesidades básicas representaba el 18.3% del presupuesto a inicios de los 70s, y aumentó al 41% a inicios de los 80s, esta bajó su importancia a 27% a finales de esa década, cuando se dio mayor importancia a la vivienda. Para el 2010 el peso de este beneficio en el presupuesto alcanzaba el 24% y atendía más de 50 mil familias, más que duplicándose la cantidad para 2015 (119 mil). En 2021, Atención a Familias alcanzó el máximo número de familias atendidas, 137 mil, y los montos otorgados alcanzaron el 26,6% del presupuesto para beneficios otorgados por el IMAS. Sin embargo, en términos reales el monto promedio por familia se redujo con respecto a los años previos. La cantidad de beneficiarios ha oscilado en alrededor de 110 mil familias, y el promedio de inversión anual por beneficiario, a precios constantes, ha mostrado un crecimiento inferior al de la inflación desde 2016 (Ver Tabla 1). En relación con el PIB, la proporción destinada 14 a las TAF se han mantenido relativamente estable en los últimos 5 años, con excepción de la caída en 2018.9 Tabla 1. Familias beneficiarias por año con el Programa Atención a Familias y cantidad transferida por el IMAS a través del programa. 2014-2020 Año Familias beneficiarias % beneficiarios por necesidades básicas (motivo 1) Monto transferido por Atención a familias (en millones de colones del año) Transferencia real indexada (100=2014) Transferencia por familia indexada (100=2014) Transferencia real por familia en pobreza, indexado (100=2014) Proporción con respecto al PIB nominal 2014 98.545 85,2% 47.309,4 1,00 1,00 1,00 0,17% 2015 119.181 80,6% 64.865,8 1,38 1,14 1,39 0,21% 2016 108.209 98,7% 47.123,9 1,00 0,91 1,03 0,15% 2017 121.121 98,6% 52.474,2 1,08 0,88 1,13 0,15% 2018 123.281 n.d. 40.929,0 0,83 0,80 0,80 0,11% 2019 135.187 90,4% 59.975,4 1,19 0,87 1,13 0,16% 2020 114.402 98,7% 50.678,2 1,00 0,86 0,76 0,14% 2021 137.845 n.d. 58.384,5 1,12 0,80 0,76 0,15% 2022 76.902a/ n.d. 46.723,4a/ n.d. n.d. n.d. n.d. Fuente: Elaboración propia con base en IMAS (2021), IPPPS de cada año y Banco Central. a/Meta del Plan Operativo Institucional programada según presupuesto ordinario para el 2022. Durante el año se dan modificaciones extraordinarias al presupuesto que significan un aumento de las familias atendidas y el monto asignado, por ejemplo, en 2021 estos aumentos extraordinarios representaron el doble del presupuesto ordinario y más del doble de familias . En la actualidad, el Programa Protección y Promoción Social del IMAS está estructurado, en seis áreas: Área de Bienestar Familiar (ABF), Área de Desarrollo Socioeducativo (ADSE), Área de Desarrollo Socio productivo y Comunal (ADSPC), Área de Acción Social y Administración de Instituciones de Bienestar Social (AASAI), Área de Sistemas de Información Social (ASIS) y Área de Atención Integral e Interinstitucional (AAIII) (IPPS, 2021). El beneficio de Atención a Familias forma parte del grupo de beneficios que se otorgan en el ABF. Otros beneficios incluidos en esta área son los de: Emergencias, Atención de situaciones de violencia, Asignación familiar, Prestación Alimentaria, Veda, y Cuidado y desarrollo infantil. Ese grupo de beneficios se destina a familias en condición de pobreza extrema y pobreza (IPPPS, 2021) y sus componentes han ido variando a través del tiempo10. 9 Esta proporción es comparable con el Programa Tekopora de Paraguay y Juntos de Perú, aunque el monto por persona en Paraguay es el doble que en Perú. 10 Por ejemplo, en 2017, también se incluían: Mejoramiento de vivienda, Persona trabajadora menor de edad, Procesos formativos, Emprendimiento productivo individual, Capacitación, Garantías FIDEIMAS y Servicios de Apoyo FIDEIMAS (POA; 2017). 15 Según las características del hogar, conformación y condiciones, algunas familias pueden recibir más de un beneficio. Por ejemplo, en 2021, de 326.610 hogares que los recibieron, 137.745 hogares, un 42,2%, recibió más de un beneficio (hasta 6) captando el 65,2% de las transferencias (de un total de 218.212 millones de colones) y 188.865 hogares, es decir, el 57,8% de los beneficiados recibieron uno solo, captando el 34,8% del total de transferencias (cuadro 4, IPPPS, 2021). En los últimos 6 años la proporción de hogares que recibe más de un beneficio ha ido en aumento11. Específicamente, Atención a Familias, promueve la satisfacción de necesidades básicas de alimentación, salud, vivienda y servicios públicos, entre otros mediante una transferencia económica que aporta económico al ingreso familiar. Esta transferencia justifica su otorgamiento con 15 motivos. Sobre la mayoría de los motivos no hay aún documentos explicativos de su surgimiento y ni de la definición de sus montos. Los 3 motivos más recientes fueron incluidos en los últimos 3 años: financiamiento de Convertidores de señales digitales de televisión, apoyo a Personas en situación de abandono y gastos fúnebres. Los 15 motivos por los cuales se pueden hacer transferencias de Atención a Familias (TAF) se describen en la Tabla 2.12 Tabla 2. Motivos por los cuales se pueden dar transferencias de Atención a Familias, descripción e institución vinculada con el beneficio en 2021. 11 36.3% en 2015, 24,2% en 2016, 30,3% en 2017, 28,3% en 2018, 35.4% en 2019 , y 44,1% en 2020 y el 64,3% del monto transferido (IPPPS de cada año). 12 En 2021, mediante decreto para la atención integral – NIDO - se ingresaron 1.297 hogares, al programa Atención a Familias (https://www.imas.go.cr/es/general/nido-ninez-desarrollo-y-oportunidades) (IPPPS, 2021). MOTIVO DESCRIPCION Institución vinculada con el beneficio 1 Necesidades Básicas Complemento económico otorgado para cubrir necesidades de alimentación, transporte, vestido, pago de servicios básicos, gastos de servicios fúnebres, enseres domésticos, medicamentos, dieta especial, servicios y productos de apoyo, letrinas, servicios profesionales que no cubran otras instancias públicas (a excepción de los gastos de implementación para el beneficio Titulación), tanques sépticos, entre otras. IMAS 2 Enfermedad Compra equipo apoyo técnico y medicamentos. 3 Cuotas atrasadas de vivienda Permitirá a la familia cancelar las deudas de vivienda que amenacen la pérdida de este bien. Sistema Nacional para la Vivienda 4 Ley 8545 Cuotas atrasadas inferiores a ¢100.000 Beneficio INVU Permite cancelar las operaciones morosas inferiores a cien mil colones a las personas beneficiarias del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo, para lo cual, las personas competentes del área social debidamente autorizadas. INVU 5 Pago de alquiler de Vivienda Se otorga el subsidio de manera temporal ante situaciones en las que las personas, hogares o familias requieran satisfacer la necesidad de vivienda por situaciones externas e imprevistas. Para Estadísticas. MIVAH https://www.imas.go.cr/es/general/nido-ninez-desarrollo-y-oportunidades 16 Fuente: IMAS, 2021. De los 15 motivos por los cuales se otorgan las TAF, más del 90% de los beneficiarios las reciben por el primer motivo, el más “genérico”, para cubrir necesidades básicas (ver Tabla 2). En algunas ocasiones este subsidio se otorga junto con otros, es decir, se pueden dar combinaciones de motivos. Dependiendo del motivo, estos se otorgan por 3 a 12 meses (los más estables). De 2015 a 2018, el beneficio de Atención a Familias se coordinó con la Estrategia Nacional para la Reducción de la Pobreza: Puente al Desarrollo enmarcado en el Plan MOTIVO DESCRIPCION Institución vinculada con el beneficio 6 Personas Privadas de Libertad Subsidio que se otorga para la satisfacción de necesidades básicas, dirigido a familiares de personas privadas de libertad, que dependan económicamente de estas personas y que su calidad de vida se ve afectada socioeconómicamente. Ministerio de Justicia 7 Protección de Testigos y a la Víctima Atención de personas, hogares o familias que presentan factores agravantes y amenazantes contra la vida. Se identifican a través de la referencia enviada por la institución competente Oficina de Atención de Protección a la Victima del Delito – Ministerio Publico del Poder Judicial 8 Mujeres vinculadas a procesos penales y familiares dependientes Subsidio que se gira para la satisfacción de necesidades básicas y la prevención de la reincidencia en procesos penales. Su ejecución se inscribe en el marco de la participación del IMAS en la Red de Atención Integral a mujeres vinculadas a un proceso penal y sus familiares dependientes, por tanto, se coordina el envío de referencias a las ARDS a nivel interinstitucional Red de Atención Integral Mujeres vinculadas a procesos penales y familiares dependientes 9 Otras actividades pesqueras Subsidio para la satisfacción de necesidades básicas de familias que desempeñan labores relacionadas con la pesca y extracción de moluscos. 10 Personas en Situación de Calle Subsidio dirigido a la satisfacción de las necesidades básicas de personas en situación de calle Interno – ONG o Municipalidades 11 Enfermedades Crónicas y Terminales Subsidio que se otorga para la satisfacción de necesidades básicas, compra de medicamentos o productos o servicios de apoyo de personas o de familias que atienden personas con enfermedades crónicas degenerativas y terminales. CCSS 12 Personas en situación de abandono Transferencia económica para la atención de personas en situación de abandono, falta o pérdida de autonomía física o intelectual. 13 Actividades de Subsistencia y Autoconsumo Complemento económico que permite desarrollar actividades que coadyuvan en la satisfacción de necesidades básicas. Estas actividades no remuneran para la capitalización y no cubren costos laborales, apenas permiten la manutención de la familia. Dado que se tiene claro que se está apoyando el autoconsumo y la subsistencia (no el emprendimiento): compra de semillas para consumo personal o familiar, compra de animales para consumo personal o familiar (gallinas, conejos, patos, etc.), compra de electrodomésticos necesarios para mejorar la calidad de vida (lavadora, refrigeradora, licuadora), otras que por valoración profesional se consideren. Interno del IMAS (se va excluir y pasar próximamente a Ideas Productivas) 14 Convertidores de señales digitales de televisión IMAS brinda a las familias en pobreza extrema, un convertidor de televisión digital. 15 Gastos fúnebres Por muerte de un pariente 17 Nacional de Desarrollo de ese periodo (IMAS, 2015)13. La estrategia priorizó la asignación del beneficio a familias en pobreza extrema, planteando el reto de garantizar a 54.600 familias en esa condición, el acceso a programas, proyectos y servicios sociales de forma preferente, articulada e integral. Adicionalmente, se identificaron 75 distritos catalogados como prioritarios, de acuerdo con la incidencia de Pobreza, Pobreza Extrema y Necesidades Básicas Insatisfechas en la población. En los distritos seleccionados se ubicaba el 65% del total de familias en pobreza extrema del territorio nacional. Para el 2019-202114, la estrategia realizó algunas adaptaciones para pasar a formar parte de la Política Social del Bicentenario. Se había identificado la importancia de incluir procesos de promoción y formación humana que condujeran a la autonomía de las personas para la procura de su bienestar mediante la inserción en el mercado laboral o la potenciación de sus capacidades emprendedoras. Por lo tanto, además del componente inicial de atención integral a las familias (Bienestar), la nueva etapa de la Estrategia Puente al Desarrollo sumaba componentes e intervenciones en esa dirección y establecía la meta de atender integralmente 80 mil familias, que representaban prácticamente la totalidad de las familias en condición de extrema pobreza (GCR, 2020) (ver Gráfico 1). Las modificaciones tuvieron repercusión en el perfil de hogares que eran seleccionados para recibir el beneficio Atención a Familias. La nueva etapa de Puente llevaba a contemplar el empleo y el emprendedurismo como una bisagra entre lo económico y lo social, ampliándose el espectro del Puente construido en el 2015 y enlazando la transferencia con subestrategias localizadas en los territorios definidas en cinco áreas: a) Puente al Bienestar, para el acompañamiento y creación de oportunidades para el bienestar familiar (IMAS, principal responsable), b) Puente a la Comunidad y c) Prevención, para mejorar las condiciones de vivienda, urbanismo y seguridad en los territorios donde habitan familias en condición de pobreza, d) Puente al Trabajo, para propiciar el desarrollo de capacidades para el mundo del trabajo (empleabilidad) y emprendedurismo, y e) Puente Agro, para considerar las necesidades concretas de familias agroproductoras que requieren conectarse a mercados. Para ese periodo se definieron 104 distritos que se consideraron 13En el año 2015 mediante el Decreto Ejecutivo Nº 38954-MTSS-MDHIS-MIDEPLAN se creó la Estrategia de Atención a la Pobreza en Costa Rica Puente al Desarrollo; con el objetivo de atender a las familias en condición de pobreza extrema de manera preferente, oportuna, sostenible e integral. 14 En octubre de 2018 mediante Decreto Ejecutivo Nº 41351-MTSS-MIDEPLAN-MDHIS y modificaciones mediante el Decreto Ejecutivo N°40836-MTSS-MDHIS-MIDEPLAN-MEIC. 18 prioritarios de acuerdo con el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM). Específicamente en Puente al Bienestar, la prioridad se centró en 81 distritos, y en familias en extrema pobreza que en ese momento sumaban 66.832 hogares (Tabla A.1). El Gráfico 1 presenta la cantidad de hogares clasificados en condición de pobreza (por línea de pobreza) extrema y no extrema según las encuestas de hogares realizadas por el INEC15. Esta clasificación puede discrepar con la realizada mediante los sistemas del IMAS para identificar y clasificar hogares en su calidad de potenciales de beneficiarios, entre otros motivos, porque algunas variables se construyen de manera distinta.16 Gráfico 2. Cantidad de hogares en condición de pobreza extrema y no extrema. 1987-2021. Fuente: Elaboración propia con base datos de EPMH y ENAHO. Algunas diferencias entre los dos periodos de Puente al desarrollo son que de 2015- 2018 se priorizaba a las jefaturas femeninas, jefaturas en edad de estar en la económicamente activas (PEA) y desempleadas. El objetivo de la priorización de familia beneficiaria era tener necesidades básicas cubiertas, mientras podían generar capacidades 15 Mediante la Encuesta de Propósitos Múltiples de los Hogares (EPMH) de 1987 y el 2009 y la Encuesta Nacional de Hogares a partir de 2010. 16 Por ejemplo: para el INEC, la unidad de medida es el hogar. Un hogar puede tener varias familias y se define como “La persona sola o grupo de personas, con o sin vínculos familiares, que son residentes habituales de la vivienda, que comparten y participan entre sí de la formación y/o utilización de un mismo presupuesto, que llevan una vida en común, que elaboran y/o consumen en común sus alimentos.” (INEC, 2021). Para el IMAS, en el sistema SIPO, y desde los años 90s la unidad de análisis son las familias y sus núcleos, es decir, una desagregación mayor a la de hogar. Al conformarse el sistema de SINIRUBE, se inició el proceso de ¨empatar¨ SIPO y SINIRUBE. En 2019, observando que más del 80% de viviendas constan de solo un grupo/núcleo (hogar o familia) se abrió la posibilidad de que los folios de SIPO (que estaban por familia) se pudieran convertir en hogares y a principios de 2021 se inicia un proceso de integración en sistemas SIPO con SINIRUBE. A partir de esa integración, se revisa ese 15-17% con más de dos núcleos familiares para constatar si corresponde a más de 1 hogar mediante personal encuestador (E: Elizondo, Vargas y Solano, 2022). 104,712 93,542 104,553 212,948 242,353 278,952 0 50,000 100,000 150,000 200,000 250,000 300,000 350,000 1 9 8 7 1 9 8 8 1 9 8 9 1 9 9 0 1 9 9 1 1 9 9 2 1 9 9 3 1 9 9 4 1 9 9 5 1 9 9 6 1 9 9 7 1 9 9 8 1 9 9 9 2 0 0 0 2 0 0 1 2 0 0 2 2 0 0 3 2 0 0 4 2 0 0 5 2 0 0 6 2 0 0 7 2 0 0 8 2 0 0 9 2 0 1 0 2 0 1 1 2 0 1 2 2 0 1 3 2 0 1 4 2 0 1 5 2 0 1 6 2 0 1 7 2 0 1 8 2 0 1 9 2 0 2 0 2 0 2 1 Pobreza extrema Pobreza no extrema 19 y autonomía socioeconómica. En periodo 2019-2022, la búsqueda de la autonomía financiera, se mantuvo únicamente para algunos grupos de familias beneficiarias, y otras prioridades se centraron en reducir la pobreza extrema. Es decir, se combinan objetivos de promoción y de protección. Algunas familias, podrían entrar bajo un esquema de protección y pasar a promoción de capacidades económicas. Esto depende de las características de las jefaturas de las familias (por ejemplo, si son migrantes, personas adultas mayores), y ciertos perfiles están concentrados geográficamente. Si bien, se habla de dos diferentes procesos en la selección de familias beneficiarias de la estrategia de Puente a Desarrollo, que tuvo repercusión directa en la elegibilidad para la transferencia Atención a familias: de 2015-2018 y 2019-2021, la tabla 3 presenta cómo se fueron haciendo variaciones anuales de 2018 a 2021. Estas modificaciones que se fueron dando según prioridades de política, dificultan la evaluación de impacto en la población meta. Otro elemento que dificulta la evaluación de impacto con el uso de estadísticas nacionales con base en Encuestas de Hogares (ENAHO), es que las variables o clasificación de las personas es distinta en la definición de criterios de selección. Por ejemplo, mientras que la definición de discapacidad en la ENAHO responde a la declaración del informante del hogar sobre si cada habitante presenta alguna limitación que le dificulte o impida permanentemente ver aún con anteojos, oír, hablar, caminar o subir gradas, utilizar brazos y manos, o tiene limitaciones de tipo intelectual o mental. En cambio, la clasificación de personas con discapacidad en el IMAS sigue un procedimiento más riguroso, en ocasiones se debe respaldar con diagnósticos o epicrisis de la C.C.S.S o de otra institución competente, por referencia de CONAPDIS, o siguiendo definición detallada de lo que es considerado (o no) distintos tipos de discapacidad (IMAS, 2021b). 20 Tabla 3. Criterios para la selección de las familias beneficiarias de la estrategia Puente al Desarrollo. 2018-2021 Año Priorización distrito Pobreza extrema (SIPO) + (SINIRUBE a partir de 2019) Agravantes (para priorización según cantidad de agravantes) Particularidades de prioridad Jefatura femenina Jefatura femenina con menores de edad Presencia de personas con discapacidad Presencia de adultos mayores Jefatura desempleada Familias indígenas Jefatura femenina con personas a cargo Jefaturas adultas mayores 2015 75 de mayor pobreza x x X (2 o más) x x x 2016 75 de mayor pobreza Grupos 1 y 2 x X (2 o más) x x x x 2017 75 de mayor pobreza Grupos 1 y 2 x X (2 o más) x x x x 2018 78 de mayor pobreza x x X (2 o más) x x x x x Emergencia, migrantes, refugiados, desalojados 2019 81 Puente al Bienestar x x x x x x 2020 81 Puente al Bienestar x x x x x Mujeres embarazadas Mujeres privadas de libertad Mujer 18-35 años con alguna afectación por COVID 19 y no esté en listados de SINIRUBE 2021 81 Puente al Bienestar x x x x x x Mujeres en gestación o lactancia (hasta 36 meses) de estrategia NiDO17 En situación de violencia Mujeres privadas de libertad Jóvenes 18 a 25 del PANI Fuente: Síntesis del documento IMAS, 2021c. El otorgamiento o el retiro de la TAF se liga a una serie de procesos en cinco fases: 1) Elegibilidad, 2) Formulación del Plan Familiar, 3) Ejecución del Plan Familiar, 4) Seguimiento a la ejecución del Plan Familiar y 5) Movilidad, egreso o exclusión. La elegibilidad es una actividad continua de búsqueda y de priorización de la población más vulnerable, considerando los criterios de selección establecidos por el IMAS. Contempla la caracterización, priorización, verificación de la situación de vida y registro de los hogares en el sistema de información. La caracterización de los hogares comprende la identificación de hogares en situación de pobreza extrema, la detección de los factores de riesgo asociados a esta condición, y el establecimiento de perfiles prioritarios, según las características de cada región. Para la priorización de los hogares, se realiza un análisis de los datos por región, tomando en cuenta criterios como: hogares en pobreza extrema sin beneficios de programas sociales del Estado y con presencia de factores agravantes, con mayor concentración de pobreza en el territorio. La priorización se centra en perfiles particulares 17 Esta es una modalidad dirigida a la atención de las necesidades de aquellos hogares en situación de pobreza extrema, con presencia de mujeres en estado de gestación o lactancia, durante 36 meses. El fin de la iniciativa es generar oportunidades, capacidades y entornos protectores en los hogares beneficiarios para prevenir la transmisión intergeneracional del ciclo violencia-pobreza e incidir en el desarrollo infantil temprano, focalizando la atención integral en las necesidades de las madres gestantes o lactantes y las personas recién nacidas. 21 como: hogares con al menos una mujer en estado de gestación, hogares con al menos una mujer privada de libertad, y hogares con mayor acumulación de agravantes por jefatura femenina, presencia de personas de 0 a 18 años, presencia de personas adultas mayores, y de personas con discapacidad (el gráfico 2.1 presenta la proporción de hogares en condición de pobreza con jefatura femenina y cómo la proporción es siempre mayor cuando se presenta esta situación). Gráfico 2.1 Proporción de hogares en condición de pobreza extrema y no extrema. Total y con jefatura femenina. 1987-2021. Fuente: Elaboración propia con base datos de EPMH y ENAHO. Para verificar características y agravantes de los hogares, se aplica o actualiza, según corresponda, la Fichas de Información Social (FIS) de las familias. La FIS captura información para identificar, caracterizar, calificar y seleccionar a las personas, hogares y familias que, por su situación de pobreza, requieren la intervención del IMAS o de otras instituciones. Esta captura puede ser realizada aplicando el instrumento de la FIS ligado a un preimpreso, es decir, con el “cartón”, y luego se registra la información en el Sistema SIPO, a esto se le denomina FIS no digital; o bien se puede registrar la información directamente en el sistema, sin que exista un instrumento físico, lo que se denomina FIS automatizada identificada en el SIPO como digital (IMAS, 2021). La FISI se aplica a personas sin domicilio fijo (personas en situación de calle), que viven en casas u hoteles, o que se encuentran residiendo permanentemente en alguna institución de bienestar social (salud, rehabilitación) o centros 7.2% 5.8% 6.3% 14.6% 15.1% 16.7% 9.1% 7.5% 17.0% 18.6% 0% 5% 10% 15% 20% 25% 1 9 8 7 1 9 8 8 1 9 8 9 1 9 9 0 1 9 9 1 1 9 9 2 1 9 9 3 1 9 9 4 1 9 9 5 1 9 9 6 1 9 9 7 1 9 9 8 1 9 9 9 2 0 0 0 2 0 0 1 2 0 0 2 2 0 0 3 2 0 0 4 2 0 0 5 2 0 0 6 2 0 0 7 2 0 0 8 2 0 0 9 2 0 1 0 2 0 1 1 2 0 1 2 2 0 1 3 2 0 1 4 2 0 1 5 2 0 1 6 2 0 1 7 2 0 1 8 2 0 1 9 2 0 2 0 2 0 2 1 Pobreza extrema Pobreza no extrema Pobreza extrema (jefatura mujer) Pobreza no extrema (jefatura mujer) 22 penitenciarios(casos especiales de personas privadas de libertad). Los conceptos para la aplicación de la FISI son los mismos que para la FIS con dos diferencias: la primera es que en esta boleta se registra una sola persona y la segunda es que las variables son menos (IMAS, 2021). A partir del análisis de las FIS vigentes y actualizadas, se seleccionan los hogares a intervenir y se registran en el Sistema de Atención Personalizado de Familias (SAPEF) del IMAS. Desde 2011, la FIS contiene 10 variables de ubicación geográfica, 5 de control de calidad de los datos, 6 de iidentificación de las personas, familias, hogares, 22 de calificación socioeconómica (8 de uso indirecto) y 14 caracterizaciones (o complementos de información), para un total de 65 variables18. El SIPO del IMAS cuenta con tres métodos de calificación de la condición socioeconómica de las familias que están registradas en el sistema. Estos métodos son: Línea de Pobreza (LP), Medición Integrada de Pobreza (MIP) y Método de. El método LP se basa en el ingreso económico del grupo familiar; el método MIP considera además del ingreso, otras cuatro variables relacionadas con las necesidades básicas de las familias; y el Puntaje se basa en 22 variables ponderadas, cuya combinación ofrece un indicador resumen por familia, expresando de forma cuantitativa el grado de pobreza Puntaje (Elizondo, Poltronieri y Villalobos, 2001) (Elizondo, 2011). Los grupos de Puntaje o Grupos de Prioridad que se utilizaron hasta marzo de 2018 se habían implementado en 2011 (SIPO-2005). De marzo de 2018 hasta finales de ese mismo año se implementó una nueva versión del modelo de puntaje (SIPO-2010); para luego dar paso al uso predominante de la Metodología de Línea de Pobreza (LP). Por su parte, el SIPO ha pasado por periodos de actualización en los que tanto los manuales, documentos y variables que se van incorporando van depurándose y haciendo más práctica su recolección (ver evolución reciente en Tabla 4). 18 En 2011 se implementó una variación con lo cual la cantidad de variables pasó de 56 en 2000 a 65 (que se venían definiendo desde 2005). 23 Tabla 4. Actualización del SIPO por periodo de vigencia, documentos, procesos de recolección de información, variables y población objetivos Sistema y año Documento Recolección de información Variables Población objetivo 2015- Sistema de información de la población objetivo (SIPO) – Deroga el anterior (2013) Manual de procedimientos para la aplicación de la ficha de información social (FIS) del SIPO Sistema automático (por primera vez) o sistema manual (persona entrevistadora). Se identifica persona calificada para responder y se firma consentimiento. Con o sin visita domiciliar de personal autorizado por el IMAS. Generales, vivienda y servicios, relaciones de parentesco, actividades económicas (5 años o más), salud (incluidos aspectos psicosociales como violencia de género), previsión social, educación regular, capacitación técnica, patrimonio Familias beneficiarias y potenciales beneficiarias del IMAS a los efectos de que sean calificadas según el indicador de pobreza SIPO, el método de línea de pobreza u otro que establezca la institución La FIS se aplica a todas las familias con domicilio fijo, tanto en el lugar de residencia como en las oficinas del IMAS o bien en aquellos sitios autorizados por las personas funcionarias competentes de las Áreas Regionales de Desarrollo Social (ARDS) o la Proceso de Sistemas de Información Social de la Subgerencia de Desarrollo Social (SGDS). Corresponde aplicar una FIS por vivienda, indistintamente del número de personas, familias u hogares que la habiten. Personas/familias nuevas o actualizaciones (vigencia de 7 años o antes si cambia de domicilio, y actualización cada 3 años) 2017- Sistema de información de la población objetivo (SIPO) – Deroga el anterior (2015) Manual de procedimientos para la aplicación de la FIS del SIPO y la FIS de personas institucionalizada s y sin domicilio fijo Algunos cambios sobre variables a revisar antes de definir la actualización Se mantienen variables y se agregan o se profundiza en algunas. Como en: salud se profundiza en incluidos aspectos psicosociales como violencia de género, en capacitación técnica se agrega la tecnológica, se incorporan variables de uso de internet Sin cambios 2021- Sistema de información de la población objetivo (SIPO) – Deroga el anterior (2017) 71 variables en 12 apartados. Se mantienen variables y se agregan o se profundiza en algunas. Como asistencia a la red de cuido. Fuente: Elaboración propia con base en IMAS 2015, 2017 y 2021. Si bien desde 2019, se empezaron a incorporar criterios de medición de pobreza según el Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios del Estado (SINIRUBE) (ver Tabla 3), en 2021, la mayoría de los beneficios que se otorgaron desde el IMAS tomaron en consideración la definición de condición de pobreza identificados en ese sistema19. Al comparar el resultado de la clasificación con otros métodos como Línea de Pobreza (LP) de SIPO con valores Extrema y No extrema, la línea de pobreza por 19 Siguiendo normativa referente indicada en la directriz N° 060-MTSS-MDHIS y su reforma, así como la modificación a la Ley No. 9617. 24 discapacidad (LPD) de SIPO con valores Extrema, No extrema y Pobreza por discapacidad, se observan algunas discrepancias, sin embargo, el 99.03% hogares atendidos había sido clasificado en pobreza por alguno de los tres métodos (IPPPS, 2021). Ese porcentaje era del 94.07% en la verificación con el sistema SIPO en 2020 (cuando aún no se utilizaba SINIRUBE como fuente adicional) (IPPPS, 2020). Montos asignados a las personas beneficiarias del programa Atención a familias Desde el año 2015, la mayor proporción del presupuesto de Atención a Familias se ha destinado a la estrategia de Puente al Desarrollo (alrededor del 70%). Los montos por familia para necesidades básicas (motivo 1), son establecidos mediante procesos automáticos, y estos rondan entre los 50 mil, 60 mil y 65 mil colones mensuales. A partir de 2019, los montos que se establecieron en la estrategia Puente, en 75 mil colones mensuales. Los montos específicos que recibe cada familia, responden a la valoración profesional que hace el personal del IMAS ante la solicitud y la documentación que la familia brinde (sobre todo cuando se refiere a motivos específicos que se basan en facturas o en compromisos de pagos). Una vez ingresados al sistema se siguen procesos automáticos para la renovación del beneficio de los hogares, generalmente en el mes de enero de cada año. Si bien los montos específicos pueden variar por familia, incluso por mes debido a que algunas transferencias son otorgadas por motivos específicos, los valores obtenidos a través de las Encuestas de Hogares muestran que alrededor del 83% recibió entre 50 mil y 75 colones entre los años 2016 y 2017, y el 73% de 2019 a 2020 ya que una mayor proporción de familias empezaron a recibir más que 75 mil colones (ver gráfico 3). 25 Gráfico 3. Distribución de los hogares que recibieron transferencias del IMAS según el monto recibido (que no eran de educación). Fuente: Elaboración propia con base en ENAHOs. Los montos también pueden variar según alcance y meta del Plan Nacional de Desarrollo y la disponibilidad presupuestaria. Por ejemplo, desde 2015 aunque se definió un monto de 50.000 colones para Atención a Familias, para las familias del programa de Puente al Desarrollo 75.000 y en 2022, para las personas adultas mayores en 2022 se estableció un monto de 60.000 mensuales (E: Elizondo, 2022). Adicionalmente, a esta población se les asignaron los beneficios mediante procesos de generación masiva (PROSI) para que darles de prioridad. Estos procesos ocurren porque al inicio del año no todas las familias que cumplen con el perfil de ser beneficiarias reciben las transferencias. Hay sobredemanda para los recursos disponible, y aun cuando se generan procesos durante el año conforme se cuenta con más recursos para otorgarlos, siempre se mantiene una lista en espera. Según datos brindado por el IMAS, la cantidad de familias que en 2022 cumplían con el perfil para ser beneficiarias son: 4.544 que reciben por proceso ordinario, 6.959 mediante proceso de generación masiva, y 32.904 en lista de espera (74.1% de quienes cumplen el perfil). La designación de las familias beneficiaras se mantiene automáticamente por dos años, periodo al cabo del cual se verifica si la familia continúa calificando (por condición de pobreza y características del hogar y sus miembros). Adicionalmente, la cantidad de familias beneficiarias depende de la disponibilidad de recursos ordinarios y extraordinarios. Estos últimos hacen que las asignaciones no se definan únicamente en un momento en el año (enero), sino en otros meses entre familias que quedan en una lista de espera (y se les asigna en noviembre-diciembre). 52.2 48.1 49.6 48.6 40.5 31.4 27.8 39.3 37.9 33.3 37.2 53.7 0.0 10.0 20.0 30.0 40.0 50.0 60.0 2015 2016 2017 2018 2019 2020 Menos de 25 mil 25 mil a 49 mil 50 a 74 mil (modas: 50 mil y 60 mil) 75 mil o más (moda: 75 mil) 26 La TAF promedio por proceso ordinario y por proceso masivo tiende a ser diferente, y es mayor esta último ya que en general se focaliza a población con mayor vulnerabilidad socioeconómica. La TAF promedio también varía por región. Las regiones fuera de la región central son las que requieren mayores transferencias por familia debido a su condición de pobreza y factores agravantes (ver Tabla 5). La transferencia promedio mensual ordinaria pasó de 61.315 colones en 2018 a 74.382 en 2020 (un 21.3% mayor). Tabla 5. Transferencia promedio en colones mensuales por familia del beneficio de Atención a Familias. 2018-2020. 2018 2019 2020 Proceso Ordinario Masivo Ordinario Masivo Ordinario Masivo Central 59,162 60,516 70,088 69,923 82,350 71,537 Chorotega 57,461 66,085 83,037 72,701 76,998 72,746 Pacifico Central 71,134 71,016 67,073 73,663 64,776 71,335 Brunca 66,582 74,113 73,593 80,890 66,896 72,370 Huetar Caribe 65,443 72,960 75,181 69,216 69,031 71,813 Huetar Norte 53,779 67,832 67,896 78,121 69,966 69,370 Total 61,315 66,102 72,097 73,060 74,382 71,477 Fuente: Elaboración propia con información suministrada por IMAS, 2022. IV. Datos y aspectos metodológicos La información utilizada para este documento proviene de la Encuesta de Hogares de 2018 y 2020, así como de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares de 2018, todas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Costa Rica. Tanto la ENAHO como la ENIGH, mediante su formulario recolectan datos sobre los hogares beneficiarios de transferencias del IMAS y algunas de sus características. Tomando en cuenta que las transferencias del IMAS son identificadas en las ENAHO pero no son necesariamente exactas con el monto básico de las TAF, 50 mil o 75 mil colones mensuales (motivo 1), debido a que hay motivos adicionales que se agreguen a la transferencia, los análisis de las familias beneficiarias que se realizan en este documento asumen que son aquellas que reciben 50 mil a 80 mil colones mensuales (lo cual agrupa al 75% de quienes reciben transferencias del IMAS que no son para educación). 27 V. Análisis de las características de los hogares beneficiarios En análisis del perfil de los hogares beneficiarios se llevó a cabo con datos de las ENAHO 2018-2021. En 2020 la irrupción de la pandemia por Covid-19, hizo que la proporción de hogares en condición de pobreza por ingresos aumentara, no así la que estaba en condición de pobreza extrema que se mantuvo (estadísticamente) en las mismas proporciones (Ver gráfico 2). Un elemento que hay que tener presente en relación con los datos utilizados para el análisis es que la cuantificación de beneficiarios que se obtiene a través de la ENAHO es relativamente menor a los datos administrativos suministrados por el IMAS. Los datos de la ENAHO tienden a reportar una cantidad menor de hogares beneficiarios (menos del 50% en los últimos tres años). Una explicación posible de estas diferencias, es que, si bien la ENAHO capta información sobre ingresos mensuales de los hogares, algunos motivos por los cuales se otorgan las TAF son circunstanciales (por ejemplo, por veda). Otras situaciones que podrían contribuir en la explicación son: que la definición de hogares utilizada por el INEC y la definición de familias utilizada por el IMAS es distinta, que las familias no reporten adecuadamente sus ingresos, que algunos hogares en pobreza sean poco accesibles para ser captados por las encuestas, que existan algunos inconvenientes en los registros del IMAS para diferenciar por hogares/familias, y que parte de la población beneficiaria no es registrada por la encuesta porque no vive en hogares (por ejemplo, las mujeres privadas de libertad, aunque el beneficio llegue a sus hogares) (Tabla 6). Tabla 6. Cantidad de familias y hogares beneficiarios de transferencias de Atención a Familias. 2018- 2020. Año Familias beneficiarias reportadas por IMAS Hogares con transferencias mensuales del IMAS (cualquier monto) según ENAHO Proporción captada por la ENAHO Hogares con transferencias mensuales del IMAS de 50 mil a 80 mil colones según ENAHO Proporción captada por la ENAHO en montos por motivo 1 2018 123,281 61,829 50.2% 43,158 35.0% 2019 135,187 59,295 43.9% 42,936 31.8% 2020 114,402 52,155 45.6% 38,461 33.6% 2021 137,845 50,154 36.4% 38,520 27.9% Fuente: Elaboración propia con base en datos suministrados por el IMAS y ENAHOs. La Tabla 7 presenta el perfil de los hogares identificados en las ENAHO como beneficiarios de las TAF y no beneficiarios que están en condición de pobreza que por lo 28 tanto podrían ser hogares comparables. Las diferencias en algunas de las características que se observan podrían explicarse por los agravantes que hacen a un hogar más proclive a recibir el beneficio. Otro elemento no explorado en este trabajo que podría favorecer a unos hogares sobre otros es la cercanía a oficinas o el conocimiento y acercamiento para tramitar el beneficio cuando no son identificados por el sistema. A partir del 2018 los principales agravantes eran: Jefatura femenina, Jefatura femenina con menores de edad (más de 2), Presencia de personas con discapacidad, Presencia de adultos mayores, y en 2021 se incluyó que la Jefatura estuviera desempleada y también mujeres en situación de violencia, privadas de libertad, y jóvenes 18 a 25 del PANI. Sin embargo, estas situaciones no son captadas por las ENAHO. En 2020 y 2021 también se incluyó como agravante a mujeres embarazadas, y en 2018 hogares en situación de Emergencia, migrantes, refugiados, desalojados, que tampoco son identificables en las encuestas de hogares (tabla 3). Al analizar el perfil de hogares con TAF y los hogares clasificados en condición de pobreza por la ENAHO, se observa que los agravantes se presentan en mayor proporción de hogares beneficiarios. En hogares pobres, alrededor del 47% de las jefaturas son femeninas, en hogares con TAF esta proporción alcanzaba el 57.2% en 2018 (42.8% hombres), y 64.7% (35.3% hombres) en 2021. El incremento en la proporción de hogares femeninos entre beneficiarios, se dio en detrimento de hogares con jefatura masculina, sin embargo, en ambos tipos de hogares, la cobertura bajó en 2021 debido a que la pobreza aumentó. En 2018 el 18% de hogares pobres con jefatura femenina recibían TAF, y en 2021 esa proporción alcanzó el 15%; 12% y 7% de cobertura respectivamente en hogares pobres con jefatura masculina. Los hogares pobres con jefaturas con algún tipo de discapacidad declarada alcanzaron entre un 16% y un 18% en el periodo de análisis y esos porcentajes no son significativamente distintos entre quienes recibieron TAF. Sin embargo, todos los años, los hogares con al menos una persona con discapacidad presentó mayor probabilidad de contar con TAF, aumentando en 2021. Contrario a lo esperado, la proporción de hogares con jefatura adulta mayor, o con presencia de adultos mayores que recibe TAF, es relativamente menor que la se observa 29 en hogares en condición de pobreza. La subrepresentación de hogares con personas adultas mayores podría estarse explicando por la prioridad que desde el año 2018 fue adquiriendo la estrategia Puente al Desarrollo que da énfasis a hogares con menores de edad y jefaturas femeninas. En efecto, Las familias monoparentales con hijos (en su mayoría mujeres como jefaturas) que representan alrededor del 30% de los hogares pobres (39% las parejas con hijos) constituían el 41.1% de los hogares con TAF en 2018 (46.4% pareja con hijos) y llegaron a ser casi la mitad, 47.1% en 2021 (35.3% pareja con hijos). Si bien en términos absolutos la cantidad de este tipo de hogar se mantuvo relativamente similar de 2018 a 2021, se redujo la asignación a otros tipos. La presencia de menores en el hogar en aquellos en condición de pobreza también está sobrerrepresentada entre quienes reciben TAF. En 2018 el 80.2% tenía habitantes menores de 18 años (85.0% en el total de hogares en pobreza) y en 2021 ese porcentaje alcanzaba el 70.3% (74.6% en el total de hogares en pobreza). Esto está relacionado con la cantidad de personas que residen en el hogar y también son hogares que tienen porcentajes más altos que el promedio de hogares pobres que reciben transferencias adicionales del IMAS como Avancemos (transferencia condicionada a estar estudiando). Los hogares con TAF son en promedio más numerosos (3.9 personas promedio por hogar beneficiario frente a 3.5 de personas en un hogar pobre en general, en 2021). Cabe mencionar que el promedio de personas en cada hogar pobre (independientemente si recibe TAF) se ha ido reduciendo, así como la edad de las jefaturas de hogar, lo cual coincide con el envejecimiento de la población. Curiosamente la proporción de jefaturas de 18 a 35 años de hogares que reciben TAF bajó en términos absolutos a casi la mitad, lo cual se contrapone con la intención de los últimos años del gobierno de apoyar a mujeres en gestación (en ese rango de edad reproductiva). Tampoco se observa una sobrerrepresentación de jefaturas desempleadas entre hogares beneficiarios de TAF en 2021, a pesar de ser un agravante introducido particularmente ese año. El nivel educativo de las jefaturas de hogares pobres es relativamente bajo, y entre los beneficiarios, el nivel es aún más bajo. 30 Tabla 7. Cantidad estimada de hogares beneficiarios de las TAF. Perfil de hogares beneficiarios y no beneficiarios en condición de pobreza, por variables de interés. 2018-2021. Años 2018 2019 2020 2021 2018 2019 2020 2021 Descripción Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Absolutos Relativos Región de planificación 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 Central 15,992 150,072 14,550 158,553 12,046 224,649 12,002 177,983 37.1 50.2 33.9 51.9 31.3 57.4 31.2 50.0 Chorotega 4,129 28,652 5,375 21,593 4,781 34,790 4,466 30,308 9.6 9.6 12.5 7.1 12.4 8.9 11.6 8.5 Pacífico Central 5,369 19,533 5,663 24,138 5,413 29,150 5,967 26,288 12.4 6.5 13.2 7.9 14.1 7.5 15.5 7.4 Brunca 5,701 36,258 5,834 33,729 5,046 29,565 5,847 38,715 13.2 12.1 13.6 11.0 13.1 7.6 15.2 10.9 Huetar Caribe 4,331 34,270 5,540 37,230 6,432 39,660 5,420 44,143 10.0 11.5 12.9 12.2 16.7 10.1 14.1 12.4 Huetar Norte 7,636 29,934 5,974 30,366 4,743 33,447 4,818 38,791 17.7 10.0 13.9 9.9 12.3 8.5 12.5 10.9 Zona 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Urbana 23,243 202,113 24,414 211,315 21,903 289,085 22,023 247,466 53.9 67.7 56.9 69.1 56.9 73.9 57.2 69.5 Rural 19,915 96,606 18,522 94,294 16,558 102,176 16,497 108,762 46.1 32.3 43.1 30.9 43.1 26.1 42.8 30.5 Zona Recodificada 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Zona Urb. Central 13,034 124,520 12,761 134,525 9,543 197,049 10,159 154,695 30.2 41.7 29.7 44.0 24.8 50.4 26.4 43.4 Zona Urb. Resto 10,209 77,593 11,653 76,790 12,360 92,036 11,864 92,771 23.7 26.0 27.1 25.1 32.1 23.5 30.8 26.0 Zona Rur. Central 2,958 25,552 1,789 24,028 2,503 27,600 1,843 23,288 6.9 8.6 4.2 7.9 6.5 7.1 4.8 6.5 Zona Rur. Resto 16,957 71,054 16,733 70,266 14,055 74,576 14,654 85,474 39.3 23.8 39.0 23.0 36.5 19.1 38.0 24.0 Sexo jefatura 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Hombre 18,478 160,320 16,723 161,739 15,842 216,016 13,602 186,492 42.8 53.7 38.9 52.9 41.2 55.2 35.3 52.4 Mujer 24,680 138,399 26,213 143,870 22,619 175,245 24,918 169,736 57.2 46.3 61.1 47.1 58.8 44.8 64.7 47.6 Edad recodificada para IMAS 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 De 18 a 35 años 12,924 58,306 10,001 60,647 7,690 68,110 6,612 58,864 29.9 19.5 23.3 19.8 20.0 17.4 17.2 16.5 De 36 a 64 años 24,363 157,936 27,431 165,571 25,722 229,685 24,360 202,553 56.5 52.9 63.9 54.2 66.9 58.7 63.2 56.9 De 65 años + 5,871 82,354 5,504 79,250 5,049 93,343 7,548 94,811 13.6 27.6 12.8 25.9 13.1 23.9 19.6 26.6 Asistencia a educación formal 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 No asiste 38,654 283,402 37,121 292,291 34,005 375,991 33,297 335,455 89.6 94.9 86.5 95.6 88.4 96.1 86.4 94.2 Escuela 921 1,469 727 1,549 1,157 1,368 1,342 1,818 2.1 0.5 1.7 0.5 3.0 0.3 3.5 0.5 Colegio 953 3,670 1,785 3,372 1,097 5,477 815 6,583 2.2 1.2 4.2 1.1 2.9 1.4 2.1 1.8 Parauniversitaria 646 264 176 0.0 0.2 0.0 0.0 0.7 0.0 0.0 0.0 Universitaria 636 1,836 862 1,682 462 1,763 261 2,521 1.5 0.6 2.0 0.6 1.2 0.5 0.7 0.7 Otro tipo abierta 882 4,965 1,443 4,268 1,051 4,596 1,924 5,429 2.0 1.7 3.4 1.4 2.7 1.2 5.0 1.5 No formal 1,112 2,731 998 2,447 425 1,890 881 4,422 2.6 0.9 2.3 0.8 1.1 0.5 2.3 1.2 Nivel educativo recodificado 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Sin educación 3,898 22,536 3,523 25,375 1,707 26,554 2,876 25,893 9.0 7.5 8.2 8.3 4.4 6.8 7.5 7.3 Primaria Incompleta 13,572 84,586 12,775 78,659 13,143 87,511 10,638 88,388 31.4 28.3 29.8 25.7 34.2 22.4 27.6 24.8 Primaria Completa 14,467 103,760 14,096 107,203 11,750 137,323 13,972 125,558 33.5 34.7 32.8 35.1 30.6 35.1 36.3 35.2 31 Años 2018 2019 2020 2021 2018 2019 2020 2021 Descripción Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Absolutos Relativos Media Incompleta 7,008 50,861 8,170 55,814 6,886 80,393 7,470 65,127 16.2 17.0 19.0 18.3 17.9 20.5 19.4 18.3 Media Completa 2,800 26,404 3,145 28,596 3,572 41,309 2,757 35,490 6.5 8.8 7.3 9.4 9.3 10.6 7.2 10.0 Superior Incompleta 1,160 5,984 1,052 6,338 893 8,516 807 8,465 2.7 2.0 2.5 2.1 2.3 2.2 2.1 2.4 Superior Completa 125 4,281 175 3,158 510 9,036 5,324 0.3 1.4 0.4 1.0 1.3 2.3 0.0 1.5 Ignorada 128 307 466 619 1,983 0.3 0.1 0.0 0.2 0.0 0.2 0.0 0.6 Mención de discapacidad jefatura 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 En situación de discapacidad 5,902 48,723 6,392 44,311 5,787 58,754 7,676 64,132 13.7 16.3 14.9 14.5 15.0 15.0 19.9 18.0 País de nacimiento 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 CR 37,475 256,981 34,690 259,440 33,873 322,868 33,513 305,135 86.8 86.0 80.8 84.9 88.1 82.5 87.0 85.7 Nicaragua 5,421 37,443 7,670 42,291 4,191 60,206 4,615 44,566 12.6 12.5 17.9 13.8 10.9 15.4 12.0 12.5 resto CA 128 2,141 295 2,180 124 3,798 268 3,452 0.3 0.7 0.7 0.7 0.3 1.0 0.7 1.0 resto del mundo 134 2,154 281 1,698 273 4,389 124 3,075 0.3 0.7 0.7 0.6 0.7 1.1 0.3 0.9 Condición de actividad jefatura 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Ocupado 23,017 139,123 21,282 145,646 16,637 157,598 16,863 169,750 53.3 46.6 49.6 47.7 43.3 40.3 43.8 47.7 Desempleado 2,712 23,689 3,293 28,285 3,749 65,864 3,286 29,753 6.3 7.9 7.7 9.3 9.7 16.8 8.5 8.4 Fuera de la FT 17,429 135,907 18,361 131,678 18,075 167,799 18,371 156,725 40.4 45.5 42.8 43.1 47.0 42.9 47.7 44.0 Tipología de hogar 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Pareja con hijos 20,025 115,310 17,696 117,823 14,903 172,751 13,586 140,567 46.4 38.6 41.2 38.6 38.7 44.2 35.3 39.5 Pareja sin hijos 2,167 42,852 1,920 38,987 2,925 46,621 2,878 48,998 5.0 14.3 4.5 12.8 7.6 11.9 7.5 13.8 Monoparental hijos c.h. 18,169 89,056 18,707 96,393 17,172 124,619 18,139 112,868 42.1 29.8 43.6 31.5 44.6 31.9 47.1 31.7 Otro tipo de hogares 2,797 51,501 4,613 52,406 3,461 47,270 3,917 53,795 6.5 17.2 10.7 17.1 9.0 12.1 10.2 15.1 Tamaño del hogar 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 1 a 3 miembros 17,001 168,189 17,629 162,118 17,459 195,879 17,840 194,690 39.4 56.3 41.1 53.0 45.4 50.1 46.3 54.7 4 a 6 miembros 20,938 116,089 21,814 124,809 17,731 175,016 16,547 142,869 48.5 38.9 50.8 40.8 46.1 44.7 43.0 40.1 7 o más miembros 5,219 14,441 3,493 18,682 3,271 20,366 4,133 18,669 12.1 4.8 8.1 6.1 8.5 5.2 10.7 5.2 Cantidad de miembros 185,722 1,009,498 175,31 5 1,077,378 147,882 1,411,421 151,491 1,241,221 Tamaño promedio 4.3 3.4 4.1 3.5 3.8 3.6 3.9 3.5 Cantidad de adultos mayores de 65 años 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Sin adultos mayores 35,764 204,460 35,142 210,334 30,800 279,928 28,538 245,358 82.9 68.4 81.8 68.8 80.1 71.5 74.1 68.9 1 adulto mayor 6,640 63,350 6,382 64,284 6,582 73,586 8,742 75,409 15.4 21.2 14.9 21.0 17.1 18.8 22.7 21.2 2 adultos mayores 754 29,747 1,412 30,111 1,079 36,580 1,240 34,416 1.7 10.0 3.3 9.9 2.8 9.3 3.2 9.7 3 adultos mayores 1,037 880 1,167 1,045 0.0 0.3 0.0 0.3 0.0 0.3 0.0 0.3 4 o + adultos mayores 125 32 Años 2018 2019 2020 2021 2018 2019 2020 2021 Descripción Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Absolutos Relativos Cantidad de personas con discapacidad 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Ninguna 28,818 219,402 30,795 223,605 28,759 288,748 24,599 250,459 66.8 73.4 71.7 73.2 74.8 73.8 63.9 70.3 1 persona 10,896 61,294 9,463 63,221 7,862 78,447 10,531 80,455 25.2 20.5 22.0 20.7 20.4 20.0 27.3 22.6 2 personas 2,988 15,773 2,135 15,170 1,475 19,308 3,390 19,814 6.9 5.3 5.0 5.0 3.8 4.9 8.8 5.6 3 personas 179 1,986 543 3,364 244 4,642 5,035 0.4 0.7 1.3 1.1 0.6 1.2 0.0 1.4 4 o + personas 277 264 249 121 116 465 0.6 0.1 0.0 0.1 0.3 0.0 0.0 0.1 Tipo de vivienda 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Casa en condominio 1,966 1,532 178 1,429 306 591 0.0 0.7 0.0 0.5 0.5 0.4 0.8 0.2 Casa Independiente 27,532 196,644 25,873 181,447 28,445 226,274 26,548 230,493 63.8 65.8 60.3 59.4 74.0 57.8 68.9 64.7 En fila o contigua 14,351 93,029 16,359 116,673 9,838 158,820 11,200 119,148 33.3 31.1 38.1 38.2 25.6 40.6 29.1 33.4 En edificio 591 3,212 456 3,374 3,160 320 4,460 1.4 1.1 1.1 1.1 0.0 0.8 0.8 1.3 Cuartería 277 141 169 460 0.0 0.1 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.1 Tugurio 684 3,591 248 2,442 1,409 146 1,076 1.6 1.2 0.6 0.8 0.0 0.4 0.4 0.3 Tipo de tenencia de la vivienda 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Propia pagada 27,462 188,870 24,949 187,122 24,483 234,495 25,707 238,634 63.6 63.2 58.1 61.2 63.7 59.9 66.7 67.0 Propia pagando 1,012 11,217 2,219 13,537 1,439 17,757 709 14,113 2.3 3.8 5.2 4.4 3.7 4.5 1.8 4.0 Alquilada 8,223 49,824 7,326 51,179 6,562 81,094 6,919 55,618 19.1 16.7 17.1 16.7 17.1 20.7 18.0 15.6 En precario 2,483 11,849 2,067 11,733 1,363 13,609 835 9,063 5.8 4.0 4.8 3.8 3.5 3.5 2.2 2.5 Cedida, prestada 3,978 36,959 6,375 42,038 4,614 44,306 4,350 38,800 9.2 12.4 14.8 13.8 12.0 11.3 11.3 10.9 Estado físico de la vivienda 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Malo 9,947 51,336 10,467 49,178 6,328 58,631 8,792 60,377 23.0 17.2 24.4 16.1 16.5 15.0 22.8 16.9 Regular 20,030 137,915 20,579 144,724 20,488 176,948 18,557 162,608 46.4 46.2 47.9 47.4 53.3 45.2 48.2 45.6 Bueno 13,181 109,468 11,890 111,707 11,645 155,682 11,171 133,243 30.5 36.6 27.7 36.6 30.3 39.8 29.0 37.4 Calificación de la vivienda 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Inaceptable 9,947 51,845 10,600 49,576 6,328 59,060 8,792 61,003 23.0 17.4 24.7 16.2 16.5 15.1 22.8 17.1 Deficiente 2,673 14,521 2,772 11,321 2,472 12,568 1,844 10,881 6.2 4.9 6.5 3.7 6.4 3.2 4.8 3.1 Aceptable 19,423 131,725 19,636 141,022 20,532 175,601 17,726 160,105 45.0 44.1 45.7 46.1 53.4 44.9 46.0 44.9 Óptima 11,115 100,628 9,928 103,690 9,129 144,032 10,158 124,239 25.8 33.7 23.1 33.9 23.7 36.8 26.4 34.9 Disponibilidad de servicios básicos 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Ninguno 1,158 6,014 510 4,223 571 5,181 415 5,355 2.7 2.0 1.2 1.4 1.5 1.3 1.1 1.5 Deficientes 5,966 30,082 4,776 27,764 3,765 30,096 5,017 29,605 13.8 10.1 11.1 9.1 9.8 7.7 13.0 8.3 Óptimos 36,034 262,623 37,650 273,622 34,125 355,984 33,088 321,268 83.5 87.9 87.7 89.5 88.7 91.0 85.9 90.2 Estratos pobreza según ingreso familiar per cápita autónomo (antes de transferencias) 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 33 Años 2018 2019 2020 2021 2018 2019 2020 2021 Descripción Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Absolutos Relativos Indigentes 14,329 89,177 13,730 84,852 14,112 104,059 12,516 96,598 33.2 29.9 32.0 27.8 36.7 26.6 32.5 27.1 Pobres 12,784 209,542 14,731 220,757 12,203 287,202 12,859 259,630 29.6 70.1 34.3 72.2 31.7 73.4 33.4 72.9 No pobres 16,045 14,475 12,146 13,145 37.2 0.0 33.7 0.0 31.6 0.0 34.1 0.0 Material del piso de la vivienda 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 No tiene 1,774 9,162 1,057 6,082 823 5,592 621 4,963 4.1 3.1 2.5 2.0 2.1 1.4 1.6 1.4 Mosaico, cerámica 19,063 169,593 19,361 176,898 19,764 235,419 19,526 216,059 44.2 56.8 45.1 57.9 51.4 60.2 50.7 60.7 Cemento 18,296 96,554 19,221 100,526 15,796 116,361 15,271 109,295 42.4 32.3 44.8 32.9 41.1 29.7 39.6 30.7 Madera 4,025 22,828 3,297 21,813 2,078 33,889 3,102 25,564 9.3 7.6 7.7 7.1 5.4 8.7 8.1 7.2 Material natural 394 186 0.0 0.1 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.1 Otro 188 290 161 0.0 0.1 0.0 0.1 0.0 0.0 0.0 0.0 ¿La vivienda tiene cielo raso? 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 No 26,301 142,574 28,958 146,218 23,999 172,543 23,792 165,198 60.9 47.7 67.4 47.8 62.4 44.1 61.8 46.4 Sí 16,857 156,145 13,978 159,391 14,462 218,718 14,728 191,030 39.1 52.3 32.6 52.2 37.6 55.9 38.2 53.6 Condición de hacinamiento según dormitorios 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Vivienda hacinada 4,524 18,537 4,846 16,423 2,345 17,861 3,166 13,389 10.5 6.2 11.3 5.4 6.1 4.6 8.2 3.8 Vivienda no hacinada 38,634 280,182 38,090 289,186 36,116 373,400 35,354 342,839 89.5 93.8 88.7 94.6 93.9 95.4 91.8 96.2 Abastecimiento de agua de la vivienda 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 No tiene por tubería 860 2,699 288 3,224 1,030 403 2,244 2.0 0.9 0.7 1.1 0.0 0.3 1.0 0.6 Tubería dentro 40,306 285,450 40,821 295,231 37,681 379,993 37,118 343,380 93.4 95.6 95.1 96.6 98.0 97.1 96.4 96.4 Tubería fuera viv.y dentro del lote 1,379 8,190 1,198 6,165 780 8,154 879 9,817 3.2 2.7 2.8 2.0 2.0 2.1 2.3 2.8 Tubería fuera 613 2,380 629 989 2,084 120 787 1.4 0.8 1.5 0.3 0.0 0.5 0.3 0.2 Servicio sanitario de la vivienda 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 No tiene 646 2,467 510 2,627 446 1,797 115 2,337 1.5 0.8 1.2 0.9 1.2 0.5 0.3 0.7 Conectado a alcantarilla 6,979 53,176 6,879 55,936 5,733 80,576 6,414 70,573 16.2 17.8 16.0 18.3 14.9 20.6 16.7 19.8 Conectado a tanque séptico común 33,206 230,168 34,377 234,973 31,147 291,654 29,832 271,533 76.9 77.1 80.1 76.9 81.0 74.5 77.4 76.2 Conectado a tanque séptico con tratamiento 477 3,636 385 4,348 171 8,835 602 3,658 1.1 1.2 0.9 1.4 0.4 2.3 1.6 1.0 De hueco 1,708 8,392 785 7,725 964 7,913 1,383 7,374 4.0 2.8 1.8 2.5 2.5 2.0 3.6 2.1 Otro sistema 142 880 486 174 753 0.3 0.3 0.0 0.0 0.0 0.1 0.5 0.2 34 Años 2018 2019 2020 2021 2018 2019 2020 2021 Descripción Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Absolutos Relativos Posición en el empleo principal (quienes trabajan) 23,017 139,123 21,537 145,521 16,637 157,598 16,863 169,750 Asalari. de hogar privado 3,408 15,846 3,488 18,740 2,136 17,540 2,807 19,472 14.8 11.4 16.2 12.9 12.8 11.1 16.6 11.5 Asalariada de empresa 11,443 59,993 12,049 62,170 9,441 72,836 7,219 67,734 49.7 43.1 55.9 42.7 56.7 46.2 42.8 39.9 Auxiliar no remunerado 916 472 143 152 488 0.0 0.7 0.0 0.3 0.0 0.1 0.9 0.3 Empleadora 116 2,971 114 4,645 313 3,087 376 4,225 0.5 2.1 0.5 3.2 1.9 2.0 2.2 2.5 Cuenta Propia 8,050 59,397 5,886 59,494 4,747 63,992 6,309 77,831 35.0 42.7 27.3 40.9 28.5 40.6 37.4 45.9 Ocupación en el empleo principal (quienes trabajan) 23,017 139,123 21,537 145,521 16,637 157,598 16,863 169,750 Profesionales 385 1,319 287 548 243 1,516 155 142 1.7 0.9 1.3 0.4 1.5 1.0 0.9 0.1 Técni. y prof. medio 406 4,172 304 3,216 215 6,047 300 737 1.8 3.0 1.4 2.2 1.3 3.8 1.8 0.4 Personal administr. 333 1,844 422 2,843 122 5,587 377 3,847 1.4 1.3 2.0 2.0 0.7 3.5 2.2 2.3 Trabajadores serv. 4,719 29,694 4,633 28,714 3,492 27,711 4,034 2,393 20.5 21.3 21.5 19.7 21.0 17.6 23.9 1.4 Agricultores 2,070 10,463 1,150 8,328 791 10,140 1,260 37,674 9.0 7.5 5.3 5.7 4.8 6.4 7.5 22.2 Oficiales, operarios 2,980 24,041 2,070 20,905 2,443 26,162 2,379 11,662 12.9 17.3 9.6 14.4 14.7 16.6 14.1 6.9 Operadores 620 12,380 1,025 10,432 410 12,510 691 25,194 2.7 8.9 4.8 7.2 2.5 7.9 4.1 14.8 Ocup elementales 11,358 54,993 11,646 70,301 8,921 67,925 7,667 14,424 49.3 39.5 54.1 48.3 53.6 43.1 45.5 8.5 No bien especificadas 146 217 234 73,677 0.6 0.2 0.0 0.2 0.0 0.0 0.0 43.4 Tenencia de teléfono celular 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Sí 42,495 272,517 42,008 285,679 36,829 371,903 37,524 335,071 98.5 91.2 97.8 93.5 95.8 95.1 97.4 94.1 No 663 26,202 928 19,930 1,632 19,358 996 21,157 1.5 8.8 2.2 6.5 4.2 4.9 2.6 5.9 Tenencia de computadora portátil 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Sí 12,147 55,788 14,353 70,191 14,120 100,473 14,108 90,619 28.1 18.7 33.4 23.0 36.7 25.7 36.6 25.4 No 31,011 242,931 28,583 235,418 24,341 290,788 24,412 265,609 71.9 81.3 66.6 77.0 63.3 74.3 63.4 74.6 Tenencia de computadora 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Sí 336 15,912 1,035 15,547 774 24,202 1,387 19,697 0.8 5.3 2.4 5.1 2.0 6.2 3.6 5.5 No 42,822 282,807 41,901 290,062 37,687 367,059 37,133 336,531 99.2 94.7 97.6 94.9 98.0 93.8 96.4 94.5 Tenencia de automóvil (no de trabajo) 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Sí 3,970 55,861 2,996 60,537 4,589 76,285 3,972 65,672 9.2 18.7 7.0 19.8 11.9 19.5 10.3 18.4 No 39,188 242,858 39,940 245,072 33,872 314,976 34,548 290,556 90.8 81.3 93.0 80.2 88.1 80.5 89.7 81.6 Condición de aseguramiento 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 No asegurado 9,498 68,288 8,458 77,806 8,705 87,846 6,674 90,312 22.0 22.9 19.7 25.5 22.6 22.5 17.3 25.4 Asalariado 5,973 34,363 7,148 37,849 5,539 62,249 4,044 37,818 13.8 11.5 16.6 12.4 14.4 15.9 10.5 10.6 35 Años 2018 2019 2020 2021 2018 2019 2020 2021 Descripción Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Con TAF Hogares pobres Absolutos Relativos Mediante convenio 410 4,384 396 3,357 4,231 756 3,264 0.9 1.5 0.9 1.1 0.0 1.1 2.0 0.9 Por el Estado 12,053 37,015 10,973 34,698 11,667 38,357 11,170 43,204 27.9 12.4 25.6 11.4 30.3 9.8 29.0 12.1 Familiar asegurado 4,371 37,214 5,947 37,694 4,299 49,402 4,291 41,953 10.1 12.5 13.9 12.3 11.2 12.6 11.1 11.8 Pensionado del régimen no contributivo monto básico 3,550 31,538 3,024 28,540 2,988 33,564 4,849 30,807 8.2 10.6 7.0 9.3 7.8 8.6 12.6 8.6 Pensionado del régimen no contributivo 121 249 114 1,045 128 606 0.3 0.1 0.3 0.3 0.0 0.0 0.0 0.2 Pensionado del régimen de IVM 1,718 35,994 2,277 35,719 1,339 48,930 1,987 46,019 4.0 12.0 5.3 11.7 3.5 12.5 5.2 12.9 Pensionado del régimen otros 959 138 769 987 149 976 0.0 0.3 0.3 0.3 0.0 0.3 0.4 0.3 Familiar de pensionado 487 5,582 844 4,882 860 5,427 182 6,222 1.1 1.9 2.0 1.6 2.2 1.4 0.5 1.7 Otros (estudiante, refugiado) 841 322 253 158 0.0 0.3 0.0 0.1 0.0 0.0 0.7 0.0 Seguro privado 245 380 292 452 0.6 0.1 0.0 0.1 0.0 0.1 0.0 0.0 Voluntario 4,111 31,925 3,240 32,567 2,310 41,137 3,139 39,809 9.5 10.7 7.5 10.7 6.0 10.5 8.1 11.2 Trabajador independiente 621 9,987 377 9,896 754 18,551 1,026 14,791 1.4 3.3 0.9 3.2 2.0 4.7 2.7 4.2 Ignorado 173 289 0.0 0.0 0.0 0.1 0.0 0.0 0.0 0.1 Hogares según recepción de becas IMAS 43,158 23,306 42,936 24,572 38,461 23,148 38,520 22,850 No becas 21,202 10,022 18,797 9,187 16,934 8,634 17,410 9,125 49.1 43.0 43.8 37.4 44.0 37.3 45.2 39.9 Becas IMAS 21,956 13,284 24,139 15,385 21,527 14,514 21,110 13,725 50.9 57.0 56.2 62.6 56.0 62.7 54.8 60.1 Presencia de menores de 18 años 43,158 23,306 42,936 24,572 38,461 23,148 38,520 22,850 Sin menores 8,541 3,503 9,121 4,283 10,342 5,767 11,446 5,799 19.8 15.0 21.2 17.4 26.9 24.9 29.7 25.4 Con men.0 a 17 34,617 19,803 33,815 20,289 28,119 17,381 27,074 17,051 80.2 85.0 78.8 82.6 73.1 75.1 70.3 74.6 1 menor 11,282 5,097 10,005 5,106 8,689 4,390 9,345 5,314 26.1 21.9 23.3 20.8 22.6 19.0 24.3 23.3 2 menores 11,344 5,847 11,559 6,195 11,480 6,683 10,132 6,252 26.3 25.1 26.9 25.2 29.8 28.9 26.3 27.4 3 menores 5,683 3,764 6,494 4,820 5,230 4,018 4,099 2,806 13.2 16.2 15.1 19.6 13.6 17.4 10.6 12.3 4 o + menores 6,308 5,095 5,757 4,168 2,720 2,290 3,498 2,679 14.6 21.9 13.4 17.0 7.1 9.9 9.1 11.7 Total 43,158 298,719 42,936 305,609 38,461 391,261 38,520 356,228 Fuente: Elaboración propia con base en la ENAHO, 2018-2021. Nota. En gris se señalan los agravantes a partir de 2018. 36 Otras características particulares de hogares beneficiarios es que están en mayor proporción fuera de la Región Central, en zonas rurales y sus viviendas se encuentran en mal estado, con materiales y construcciones más precarias en comparación con el promedio de hogares en pobreza. Sin embargo, no se encuentran diferencias en el acceso a servicios públicos, ni en el tipo de tenencia de la vivienda. Es decir, las características que podría observar una trabajadora social que visita el sitio para confirmar la situación del hogar de un hogar beneficiario se relacionan con las condiciones de los inmuebles. Con respecto a otros bienes, solo se observan diferencias significativas entre beneficiarios y el promedio de hogares pobres, en que una menor proporción de beneficiarios cuentan con vehículo. Por último, la primera condición básica que se considera para que los hogares sean beneficiarios las TAF es que sean hogares pobres, principalmente pobres extremos. La definición del SIPO incluye múltiples variables entre las que se incluyen condiciones de la vivienda, educación, ocupación, ingresos, patrimonio y aseguramiento que se ponderan para definir el grado de vulnerabilidad socioeconómica del hogar. Aunque el ingreso de los hogares tiene el peso más alto en la definición (19/100, seguido del nivel educativo de la jefatura con 17/100), no es el único criterio (Elizondo, 2011). Por lo tanto, no es de esperar que el porcentaje de hogares pobres y pobres extremos coincida con lo definido por la EHANO que se basa únicamente en los ingresos. En 2021, el 32.5% de los hogares beneficiarios estaba en condición de pobreza extrema, y el 33.4% en pobreza no extrema. VI. Cálculo del efecto de las transferencias sobre la condición de pobreza de los hogares beneficiarios El Método del Ingreso o Método de Línea de Pobreza es utilizado para clasificar los hogares por su nivel de pobreza. Este consiste en estimar el costo de una canasta básica de bienes y servicios (Canasta Básica Total, CBT) que es requerida para mantener un nivel mínimo de subsistencia y que es comparado con el ingreso per cápita del hogar, que es captado a través de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO). La CBT contempla todas las necesidades: alimentarias, vivienda, vestido, salud, educación, transporte, telecomunicaciones, entre otras. El costo de la CBT es la Línea de Pobreza. Dada la importancia de la alimentación como primera necesidad a satisfacer, se establece un umbral de requerimiento energético mínimo para subsistir. Para conocer el costo de ese 37 requerimiento se define una Canasta Básica Alimentaria (CBA)20 (INEC, 2013). Aquellos hogares cuyo ingreso per cápita no alcanza para comprar la CBA se clasifican como en condición de pobreza extrema. El ingreso per cápita del hogar se ve aumentado mediante las TAF que reciben y esto puede hacer que su condición de pobreza se modifique, ya sea porque el hogar deja de ser pobre extremo, o pobre, aunque su situación siga siendo de vulnerabilidad socioeconómica por otras variables que no son de ingreso. La clasificación de las personas según su condición es definida, para el IMAS por el Sistema de Información sobre la Población Objetivo (SIPO) y en transición con lo establecido en el Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios del Estado (SINIRUBE). La manera en que el Sistema clasifica a las familias según su nivel de pobreza y vulnerabilidad presenta diferencias con respecto a la clasificación que resulta de utilizar únicamente la Línea de Pobreza, ya que incorpora más variables que el ingreso per cápita del hogar. De 2018 a 2021, la TFA promedio recibida por los hogares beneficiarios de la TFA cubrió entre un 34.3% (en 2018) y un 42.9% (en 2020) de la CBA por persona en zona rural, y 28.4% y 35,8% en zona urbana (Tabla 8). Tabla 8. Valor de la línea de pobreza y de la CBA y monto promedio recibido por mes por familia y per cápita en hogar receptor. 2018-2021. Año Línea de pobreza colones per cápita urbana Línea de pobreza colones per cápita urbana rural CBA colones per cápita urbana CBA colones per cápita rural Promedio de TFA por hogar receptor por mes a/b/ Promedio de habitantes por hogar receptor Promedio de TFA per cápita 2018 110,047.0 84,535.0 49,999.0 41,483.0 59,932.8 4.3 13,853.5 2019 112,317.0 86,353.0 50,618.0 42,117.0 63,824.6 4.1 15,275.2 2020 112,266.0 86,439.0 50,245.0 41,973.0 66,987.7 3.8 17,213.4 2021 114,670.0 88,300.0 51,307.0 42,871.0 62,320.8 3.9 15,794.6 Fuente: Elaboración propia con base en la ENAHO, 2018-2021. a/ Los montos promedio ordinarios calculados por el IMAS fueron 61,315 para 2018, 72,097 para 2019 y 74,382 para 2020. b/ Estos montos fueron calculados para familias que reciben entre 50 mil y 80 mil colones. 20 Para determinar la CBA se define un grupo de hogares de referencia, un grupo de alimentos, el aporte calórico de cada uno, los gramos y el costo, este costo es la Línea de Indigencia. Luego para las otras necesidades no alimentarias o sea para la Canasta Básica No Alimentaria (CBNA), se hace una estimación global según el peso relativo de la parte no alimentaria sobre el gasto de consumo total de los hogares de referencia (INEC, 2013). 38 Según datos de la ENAH