silukEight COMPANY BROCHURE Company Brochure 2018 CARLOS E. PERALTA COLECCIÓN SUSTENTABILIDAD Y ESTADO ECOLÓGICO DE DERECHO VOLUMEN I EN LA SOCIEDAD DE RIESGO EL ANTROPOCENO ENTENDIENDO EL CONTEXTO DEL PROBLEMA ECOLÓGICO GPDS El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 2 3 El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 4 5 Carlos Eduardo Peralta Montero es Docente Catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR); Coordinador del Grupo de Pesquisa Derecho y Sustentabilidad (GPDS) de la UCR; Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UCR; Pos-doctor en Derecho por la Universidade Federal de Santa Catarina -UFSC (PDJ/CNPq); Pos-doctor en Derecho por la Universidade do Estado do Rio de Janeiro -UERJ (CAPES); Doctor en Derecho Público por la UERJ; Prêmio CAPES de Tese 2012 (Brasil); Finalista del Prêmio JABUTI 2015 (Premio de la Cámara Nacional del Libro Brasileira, en la Categoría Derecho); Prêmio José Bonifácio de Andrada e Silva del Instituto O Direito por um Planeta Verde, de Brasil (2010, categoría doctorando); Coordinador de la Cátedra de Derecho Ambiental y de la Cátedra de Métodos de Investigación de la Fac. de Derecho de la UCR. Miembro de la Red Internacional Just-Side. 344.046 P426a Peralta Montero, Carlos Eduardo. El antropoceno en la sociedad de riesgo : entendiendo el contexto del problema ecológico / Carlos E. Peralta. – [San José, Costa Rica] : Universidad de Costa Rica, Facultad de Derecho, 2022. 1 recurso en línea (118 páginas) : ilustraciones (principalmente a color, fotografías (principalmente a color), gráfico a color, archivo de texto, PDF, 5.2 MB. – (Colección sustentabilidad y estado ecológico de derecho ; volumen I) ISBN 978-9930-568-52-1 1. DERECHO AMBIENTAL. 2. NATURALEZA - INFLUENCIA SOBRE LOS SERES HUMANOS. 3. EVALUACIÓN DE RIESGOS ECOLÓGICOS. 4. CAMBIO AMBIENTAL GLOBAL – ASPECTOS SOCIALES. I. Título. II. Serie. CIP/3857 CC.SIBDI.UCR SOBRE EL AUTOR GPDS 2021 El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 6 7 CONSEJO EDITORIAL Alexandra Aragão, Universidade de Coimbra, Portugal. Silvia Nonna, Universidad de Buenos Aires, Argentina. Gabriel Real Ferrer, Universidad de Alicante, España. Hugo Iván Echeverría López, Universidad Hemisferios, Ecuador. Natália Jodas, ITA (Instituto Tecnológico de Aeronáutica), Brasil. Annelise Monteiro Steigleder, Fundação Escola Superior do Ministério Público, Estado do Rio Grande do Sul, Brasil. Pedro Curbello Saavedra Avzaradel, Universidade Federal Fluminense, Brasil. Luciano J. Alverenga, Instituto de Educação Continuada, Brasil. Emanuel Fonseca Lima, Procuradoria Geral do Estado de São Paulo, Brasil. Germana Belchior, Centro Universitário 7 de Setembro (UNI7), Brasil. Patryck de Araujo Ayala, Universidad Federal de Mato Grosso, Brasil. José Rubens Morato Leite, Universidad Federal de Santa Catarina, Brasil. Alana Ramos Araujo, Universidade Federal de Campina Grande, Brasil Alejandro Santamaría Ortiz, Externado de Colombia, Colombia. Melissa Salas Brenes, Universidad de Costa Rica, Costa Rica. Gonzalo Monge Núñez, Universidad de Costa Rica, Costa Rica. Anahí Fajardo Torres, Universidad de Costa Rica, Costa Rica. Carlos Eduardo Peralta Montero, Universidad de Costa Rica, Costa Rica. Marcela Moreno Buján, Universidad de Costa Rica, Costa Rica. Talden Farias, Universidade Federal de Paraíba, Brasil. Ana Alice De Carli, Universidade Federal Fluminense, Brasil. Fernando Reverendo Vidal Akaoui, Universidade Santa Cecília, Brasil. José Irivaldo Alves Oliveira Silva, Universidade Federal de Campina Grande, Brasil. Línea editorial de sustentabilidad de la CAS, Facultad de Derecho de la UCR Dedicatoria A mi esposa Adri, compañera académica y amiga con la que comparto mis sueños, proyectos y alegrías. A Lucas, mi pequeño carioca, la alegría de sus ojos y el brillo de su sonrisa llena de luz cada segundo de mi camino. Con ambos tengo el puerto seguro de mi jornada. A Tía Iris (in memoriam); su paz, cariño, empatía y gentileza siempre serán mi ejemplo para tratar de ser un ser humano mejor. Carlos E.Peralta El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 8 9 AGRADECIMIENTOS Esta obra es el resultado de una investigación realizada con mucha curiosidad y empeño. Por la naturaleza del tema de investigación, el trabajo deberá estar en constante revisión, con la seguridad de que siempre habrá una nueva evidencia, un nuevo hallazgo, una nueva perspectiva que exija su actualización. Como todo en la vida, el trabajo es fruto de la convivencia y diálogo con colegas, amigos y maestros. Todos, con su apoyo, amistad y valiosos conocimientos, me permiten aprender un poco más cada día y tener la certeza de que la llama de la curiosidad deberá ser siempre como la de un niño: cada vez mayor y guiada por un espíritu honesto, alegre, solidario y empático. A todos los que, queriendo o no, han sido parte de mi proceso de aprendizaje inacabado, les soy inmensamente grato. Un especial agradecimiento a mis padres, Vera y Eduardo, por su cariño, apoyo y ejemplo dedicado; también a mis hermanos Francisco y Alonso por su alegre amistad a lo largo de la vida. Agradezco a mi querida amiga y hermana académica de la Facultad de Derecho de la UCR, Marcela Moreno Buján, hoy Decana de nuestra unidad académica. Con mucho orgullo, al igual que yo, es discípula académica de la escuela suramericana. Le agradezco su “parceria” incondicional, su generosidad para compartir conocimientos a partir de perspectivas sociales, y su apoyo en todos los proyectos que hemos emprendido juntos desde que nos conocimos en el 2015. Muchas han sido nuestras conversaciones académicas, y muchos los proyectos que tenemos por delante. Mi agradecimiento a la Vicerrectoría de Acción Social de la UCR, a la Comisión de Acción Social de la Facultad de Derecho y a la actual Decanatura de esa misma unidad académica, por la confianza brindada al GPDS. El apoyo de esas instancias universitarias ha sido fundamental para el desarrollo de mis actividades de investigación. A Ulises Vargas, asesor de la VAS de la UCR, por su constante disposición y apoyo al proyecto GPDS. A mi amigo “mineiro” y hermano de vida, Luciano Alvarenga, por los diálogos académicos y por compartir una visión de academia y de vida que va más allá de la clásica estructura cartesiana. Nuestra amistad supera las fronteras geográficas. Mi gratitud sincera y profunda a mis tres grandes maestros académicos. Ellos compartieron conmigo sus conocimientos de forma genuina y me guiaron en procesos de investigación muy marcantes en mi vida académica: El Prof. José Rubens Morato Leite, mi supervisor de posdoctorado en la UFSC, mentor en la apasionante búsqueda de caminos para el Estado Ecológico de Derecho; maestro y amigo que en el GPDA me mostró el valor y la alegría del trabajo en equipo. Su espíritu académico alegre, abierto y dedicado, es fuente de inspiración para toda una generación comprometida con el estudio de caminos para un derecho ecológico. A él lo conocí desde el 2007 y ya van casi 15 años de una valiosa amistad y fuerte cooperación académica. Es un honor poder decir que soy su discípulo y que su ejemplo me motivó a formar el Grupo de Pesquisa Derecho y Sustentabilidad (GPDS) en la Universidad de Costa Rica; el GPDS es hijo académico del GPDA que el Prof. Morato coordina en la UFSC, de Brasil. Al “saudoso” y querido Prof. Ricardo Lobo Torres (in memoriam), mi orientador de doctorado en la UERJ, de Rio de Janeiro, que con su compromiso académico y don de gente me permitió ver la importancia de analizar el derecho desde una perspectiva crítica y multifocal, que pretenda ir más allá de la fosilización fría de la letra de la regla jurídica. Sus enseñanzas me permitieron profundizar mis estudios en el campo de la teoría de los derechos fundamentales y reconocer el valor de los aportes de la ética para pensar en una idea de justicia acorde con las necesidades de la Sociedad de Riesgo. Al apreciado Prof. Ricardo Lodi Ribeiro, amigo y supervisor de mi pos-doctorado en la UERJ, actual Rector de mi querida casa académica de Rio de Janeiro y referencia académica en el campo del derecho tributario. Él, con el carisma que lo caracteriza y con su vasto conocimiento e ímpetu académico, me mostró la relevancia de hacer que la universidad sea siempre motor de cambio y de búsqueda de una sociedad más equitativa. Finalmente, mi agradecimiento a todos los estudiantes que han estado y los que actualmente conforman el GPDS; ellos me hacen sentir enormemente orgulloso y feliz de ser docente e investigador universitario y, de poder ser, en palabras del famoso escritor brasileiro Ariano Suassuna, un “realista esperanzoso” que sueña con la posibilidad de contribuir para heredar un futuro más sustentable a las nuevas generaciones. ¡A todos que han caminado conmigo en algún momento de mis peripecias académicas, muchas gracias! El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 10 11 Tengo el placer de hacer el prólogo de este primer trabajo de la colección Sustentabilidad y Estado Ecológico de Derecho, intitulado: El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo, dirigido por el Coordinador del GPDS, el Prof. Dr. Carlos E. Peralta, docente e investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR). Estoy muy orgulloso de mi colega el Prof. Dr. Carlos E. Peralta, a quien conozco desde hace mucho tiempo y tuve el placer de guiarlo en su Programa de Postdoctorado en el Programa de Posgrado en Derecho de la Universidad Federal de Santa Catarina. Este orgullo es evidente cuando noto como el colega lidera su Grupo de Investigación (GPDS), siempre involucrando a sus estudiantes, abriendo puertas y formando excelentes investigadores en la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica. La satisfacción es aún mayor cuando me doy cuenta de que él se inspiró en la buena relación con sus alumnos durante su postdoctorado en Brasil, llevando su experiencia a la Universidad de Costa Rica y en especial a la Facultad de Derecho. El tema de la Sociedad del Riesgo de este libro es un tema muy importante para una reflexión crítica de la actual crisis ecológica y social. Teniendo en cuenta que una sociedad de riesgo es aquella que, debido a su continuo crecimiento económico, puede sufrir las consecuencias de una catástrofe ambiental en cualquier momento. Hay, por tanto, evolución y agravamiento de los problemas, seguida de una evolución de la sociedad (de la sociedad industrial a la sociedad del riesgo), sin, sin embargo, una adecuación de los mecanismos jurídicos a la solución de los problemas de esta nueva sociedad. Hay conciencia de la existencia de riesgos, no acompañada, sin embargo, de políticas de gestión, fenómeno denominado irresponsabilidad organizada. Lo que se discute, en este nuevo contexto, es la forma en que se pueden distribuir los daños que acompañan a la producción de bienes, es decir, la autolimitación de este tipo de desarrollo y la necesidad de establecer nuevos estándares de responsabilidad, seguridad, control, limitación y consecuencias del daño. A todo ello, sin embargo, se suman los límites del conocimiento de la previsibilidad, la cuantificación, la determinación del daño y la gestión del riesgo. De esta forma, es cierto que toda esta difusión subjetiva, temporal y espacial de las situaciones de riesgo, peligro y daño, llevan a pensar el medio ambiente de una manera diferente, superando el modelo jurídico tradicional. En este sentido, el riesgo es actualmente uno de los mayores problemas a los que se enfrenta cuando el objetivo es la tutela jurídica efectiva del medio ambiente y especialmente la rendición de cuentas, en temas como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación difusa, la gestión de residuos y los límites planetarios. El libro retrata bien la importancia de la Teoría de la Sociedad del Riesgo. Aún en la visión de Ulrich Beck, la Teoría de la Sociedad del Riesgo comienza a imponer al planeta una metamorfosis involuntaria sobre el ser y la forma de ver el mundo, cuyo factor principal es precisamente la producción de riesgos que, a su vez, alteran la realidad social, política y legal existente. Beck advierte así de la Irresponsabilidad Organizada, desencadenada en el complejo de relaciones de definición de riesgo, de las cuales los responsables escapan de las sanciones por los desastres y daños causados, de modo que las viejas relaciones de poder de definición y producción de estos riesgos se convierten en relaciones de poder de dominación, porque la práctica política detrás de tal metamorfosis, además de producir los riesgos, da cuenta de su definición y también de su invisibilidad. Encontré sumamente interesante el tema de la serie de esta colección organizada por el Prof. Carlos E. Peralta, porque sustentabilidad y Estado de Derecho Ecológico son palabras clave para mirar el futuro del planeta, siempre en el enfoque intergeneracional de la comunidad de la vida. En este sentido, destaco que, en un contexto ecológico, el Estado de Derecho se expande para incluir responsabilidades ecológicas y traer nuevas dimensiones globales de responsabilidad, a partir de su norma fundamental: el respeto a los límites de la Tierra, es decir, a la integridad que sustenta los fundamentos de la vida. Prefacio Presentación Introducción 1. La Sociedad de Riesgo de la Segunda Modernidad: Entendiendo el contexto del Antropoceno 2. El Antropoceno y el Pacto de la Modernidad: La desviación cultural del ser humano de su entrono natural 3. Entendiendo el Antropoceno a partir de un Paradigma de Complejidad: ¡todo está interconectado! 3.1 El Homo Sapiens y su huella sobre la Tierra 3.2 El reconocimiento de una nueva era: el Antropoceno 3.2.1 Caminos para identificar el Antropoceno: Un fenómeno complejo en debate 3.2.2 Acercamiento a una posible dimensión temporal del Antropoceno 3.2.3 Dimensión compleja y multifocal del Antropoceno 3.2.4 Cuestionando el concepto 4. Huellas ecológicas del Homo Sapiens en el Antropoceno: La hibridación y el plastiglomerado como marcas de la nueva época 4.1 Los límites biofísicos del Planeta: Alerta del Antropoceno y pauta para una sociedad más sustentable. 5. La Justicia Ecológica en el Antropoceno 6. Responsabilidad por el futuro y reconocimiento del otro. El Principio de Responsabilidad de Hans Jonas 7. La pandemia provocada por la Covid-19 es consecuencia de la crisis civilizatoria del Antropoceno Conclusiones Referencias Para Profundizar 11 15 20 28 38 43 44 50 50 54 65 70 74 79 88 93 97 101 104 109 PREFACIO El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 12 13 Felicito al editor y organizador, al Grupo de Investigación Derecho y Sustentabilidad (GPDS) de la UCR, a la Facultad de Derecho de la UCR y a la Vicerrectoría de Acción Social de la UCR por brindar esta obra y una colección tan importante para una mejor comprensión de los derechos ecologizados y de un derecho ambiental socialmente comprometido. Estoy seguro de que los temas tratados en este libro darán a sus lectores una visión moderna y actual de los nuevos elementos de la juridicidad ecológica. Profesor Dr. José Rubens Morato Leite, Profesor Titular de los Cursos de Graduación y Posgrado en Derecho de la Universidad Federal de Santa Catarina - UFSC; Postdoctorado en la Universidad Alicante, España 2013/4; Post-Doctor en el Centro de Derecho Ambiental, Macquarie University - Sydney - Australia 2005/6; Doctor en Derecho Ambiental por la UFSC, con pasantía de doctorado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Coimbra; Maestría en Derecho de University College London; Miembro y Consultor de la UICN - Unión Mundial para la Naturaleza - Comisión de Derecho Ambiental (Comité Directivo); Ex Presidente del Instituto "Derecho para un Planeta Verde (2013-2018); Coordinador del Grupo de Investigación Derecho Ambiental y Ecología Política en la Sociedad del Riesgo, del CNPq. Publicó y organizó varios trabajos y artículos en revistas nacionales y extranjeras. es miembro del Consejo Científico de la Revista de Derecho Ambiental de la Editora Revista dos Tribunais, además de ser socio fundador de Aprodab - Asociación de Profesores de Derecho Ambiental de Brasil Investigador Destacado de la Universidad Federal de Santa Catarina 2011. Miembro Electo del Consejo de Administración (Consejo de Administración) de la Academia de Derecho Ambiental de la UICN (2015 a 2018) Premio de Tesis Capes 2019, categoría asesora, Capes Profesor João David Ferreira Premio Medalla Lima Ayuntamiento de Florianópolis, 2020. Florianópolis, 08 de abril del 2022. Apraz me prefaciar esta obra inaugural da coleção Sustentabilidad y Estado Ecológico de Derecho intitulada: El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo, liderada pelo Coordenador do GPDS Prof. Dr. Carlos E. Peralta, Catedrático da Faculdade de Direito da Universidade da Costa Rica ( UCR). Tenho imenso orgulho do colega Prof. Dr. Carlos E. Peralta, que já conheço de longa data e tive o prazer de orientá-lo no seu Pós-doutorado no Programa de Pós Graduação de Direito da Universidade Federal de Santa Catarina. Este orgulho fica patente quando noto como o colega cuida de seu Grupo de Pesquisa (GPDS) sempre engajando seus alunos, abrindo portas e formando excelentes investigadores na Faculdade de Direito da Universidade da Costa Rica. A satisfação ainda é maior quando percebo que ele se inspirou no bom relacionamento com seus pupilos durante seu pós doutoramento no Brasil e levou para sua Universidade da Costa Rica e especialmente para Faculdade de Direito . O tema Sociedade de Risco deste livro é um tópico muito importante para uma reflexão crítica da crise ecológica e societária da atualidade. Lembrando que sociedade de risco é aquela que, em função de seu contínuo crescimento econômico, pode sofrer a qualquer tempo as consequências de uma catástrofe ambiental. Nota-se, portanto, a evolução e o agravamento dos problemas, seguidos de uma evolução da sociedade (da sociedade industrial para a sociedade de risco), sem, contudo, uma adequação dos mecanismos jurídicos de solução dos problemas dessa nova sociedade. Há consciência da existência dos riscos, desacompanhada, contudo, de políticas de gestão, fenômeno denominado de irresponsabilidade organizada. O que se discute, nesse novo contexto, é a maneira pela qual podem ser distribuídos os malefícios que acompanham a produção de bens, ou seja, verifica-se a autolimitação desse tipo de desenvolvimento e a necessidade de estabelecer novos padrões de responsabilidade, segurança, controle, limitação e consequências do dano. A isso tudo, porém, somam-se os limites do conhecimento de previsibilidade, quantificação, determinação da lesão e da gestão de riscos. Dessa forma, é certo que toda essa difusão subjetiva, temporal e espacial das situações de risco, perigo e dano, conduzem a pensar o meio ambiente de forma diferente, superando o modelo jurídico tradicional. Nesse sentido, o risco, atualmente, é um dos maiores problemas enfrentados, quando se objetiva uma efetiva proteção jurídica do meio ambiente e especialmente a responsabilização, em temas como mudança climática, perda da biodiversidade, poluição difusa, gestão de resíduos e limites planetários. O livro retrata bem a importância da Teoria da Sociedade de Risco. Ainda na visão de Ulrich Beck, a Teoria da Sociedade de Risco começa a impingir ao planeta uma involuntária metamorfose sobre estar e ver o mundo, cujo fator principal é justamente a produção de riscos que, por sua vez, alteram a realidade social, política e jurídica até então existentes. Beck assim alerta para a Irresponsabilidade Organizada, acionada no complexo de relações de definição dos riscos, a partir das quais os responsáveis escapam das punições por desastres e danos causados, de forma que as antigas relações de poder de definição e produção desses riscos tornam-se relações de poder de dominação, pois a práxis política detrás de tal metamorfose, além de produzir os riscos, dá conta de sua definição e ainda de sua invisibilidade. Achei interessantíssimo o tema da série desta coleção organizada pelo Prof. Carlos E. Peralta, pois sustentabilidade e Estado de Direito Ecológico são palavras chaves para olhar para o futuro do planeta sempre no foco intergeracional do comunidade da vida. Neste sentido, destaco que em um contexto ecológico, o Estado de Direito se expande para incluir responsabilidades ecológicas e trazer novas dimensões globais de responsabilidade, a começar por sua norma fundamental: o respeito aos limites da Terra, isto é, à sua integridade que sustenta as bases da vida. PREFÁCIO El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 14 15 Siempre resulta ser un honor y una alegría presentar una obra académica del Profesor Dr. Carlos Peralta Montero. En esta oportunidad, se me ha solicitado desarrollar algunas líneas de introducción a la obra titulada “El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo. Entendiendo el contexto del problema ecológico”, la cual forma parte de la Colección Sustentabilidad y Estado Ecológico de Derecho, desarrollada por el Dr. Peralta Montero desde el proyecto de extensión docente ED 3405: Grupo de Pesquisa Derecho y Sustentabilidad Socio-ambiental (GPDS). La obra consiste en una compilación de reflexiones académicas relacionadas con el análisis del contexto y/o la nueva era del Antropoceno desde una perspectiva de pensamiento complejo. Valga reconocer que este trabajo refleja el abordaje pionero que ha realizado el Dr. Peralta Montero sobre la temática de comentario en nuestro país. Este libro constituye una recopilación de las primeras discusiones y debates que en torno al Antropoceno se han desarrollado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica en la última década. Asimismo, el presente libro viene a nutrir el repositorio especializado de nuestra Unidad Académica en temáticas relacionadas con la Sustentabilidad y la operacionalización de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Por otro lado, el trabajo desarrollado por el Dr. Peralta Montero incorpora reflexiones que relacionan el Antropoceno con la actual crisis sanitaria mundial generada por la propagación del Coronavirus SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad denominada como COVID-19, labor realizada desde los tres quehaceres que componen a nuestra Universidad, a saber: la acción social, la docencia y la investigación. En el marco de la articulación de los quehaceres universitarios recién mencionados, la obra cristaliza los esfuerzos de trabajo conjunto entre el equipo de investigación de los proyectos Sustentabilidad y Desarrollo: Perspectivas para la Construcción de un Estado de Derecho Ambiental en Brasil y Costa Rica y Dimensiones del Estado Ecológico de Derecho en el Antropoceno: Fundamentos Epistemológicos y Hermenéutica Jurídica Ambiental para un nuevo Paradigma de Sustentabilidad, inscritos en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad de Costa Rica (UCR), el proyecto de extensión docente GPDS UCR ya referido y las Cátedras de Métodos de Investigación y Derecho Ambiental de la Facultad de Derecho de la UCR. PRESENTACIÓN “Nadie puede ignorar que en el Siglo XX se deterioró más el planeta que en todos los milenios anteriores y que el ritmo de degradación de las condiciones de habitabilidad humana, si se proyecta sin interrupción, lleva a la catástrofe y a la extinción de la vida humana en la tierra que, por el momento –y parece que por mucho tiempo aún- es el único hogar de la especie”. Eugenio Raúl Zaffaroni 1 Eugenio Raúl Zaffaroni, La Pachamama y el Humano (Buenos Aires: Ediciones Madres de Plaza de Mayo y Ediciones Colhue, 2012), p. 90. 2 A partir de las disposiciones generales que establece el Estatuto Orgánico de la Universidad de Costa Rica, el quehacer universitario ha de ser concebido de manera tripartita, en el cual confluyen las actividades de acción social, investigación y docencia. De tal manera, y en la medida de sus posibilidades, las Unidades Académicas están llamadas a desarrollar actividades, inscribir proyectos y re-diseñar sus Planes de Estudios procurando la integración de los quehaceres mencionados en el currículum académico. Parabenizo o editor e organizador, o Grupo de Pesquisa Derecho y Sustentabilidad(GPDS) da UCR, Faculdade de Direito da UCR e a Vicerrectoria de Accion Social da UCR por proporcionar está obra e série importantíssima para melhor entender o direito ambiental ecologizado e socialmente engajado. Tenho certeza que os temas tratados neste livro darão um visão moderna e atual dos novos elementos da juridicidade ecológica aos seus leitores. Professor Titular dos cursos de Graduação e Pós-graduação em Direito da Universidade Federal de Santa Catarina - UFSC; Pós- Doutor pela Unversidad Alicante, Espanha 2013/4; Pós-Doutor pelo Centre of Environmental Law, Macquarie University - Sydney - Austrália 2005/6; Doutor em Direito Ambiental pela UFSC, com estágio de doutoramento na Faculdade de Direito da Universidade de Coimbra; mestre em Direito pela University College London; Membro e Consultor da IUCN - The World Conservation Union - Comission on Environmental Law (Steering Commitee); Ex Presidente do Instituto "O Direito por um Planeta Verde (2013-2018); Coordenador do Grupo de Pesquisa Direito Ambiental e Ecologia Política na Sociedade de Risco, do CNPq. Publicou e organizou várias obras e artigos em periódicos nacionais e estrangeiros. É membro do Conselho Científico da Revista de Direito Ambiental da Editora Revista dos Tribunais, além de ser sócio-fundador da Aprodab - Associação dos Professores de Direito Ambiental do Brasil. Foi tutor do PET/MEC. Bolsista e Consultor Ad Hoc do CNPq e Fapesc. Prêmio Pesquisador Destaque da Universidade Federal de Santa Catarina. 2011. Membro Eleito do Governing Board (Conselho Administrativo) da IUCN Academy of Environmental Law (2015 a 2018). Prêmio Tese Capes 2019, categoria orientador, Capes. Prêmio Medalha Professor João David Ferreira Lima da Câmara Municipal de Florianópolis, 2020. Florianópolis, 08 de abril del 2022. El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 16 17 Según lo anterior, resulta relevante visibilizar la importancia de promover la discusión crítica y el debate inter y transdisciplinario relacionado con vislumbrar el acontecer de nuestra especie en la era del Antropoceno y los desafíos que tal situación impone a las sociedades globalizadas del Siglo XXI en aras de preservar la Casa Común para la propia humanidad y la Madre Naturaleza. Tal desafío sería imposible de afrontar si no se realiza una reflexión epistemológica previa respecto a reconocer cuáles son los conocimientos válidos que han de operacionalizarse en aras de hacer retroceder las acciones humanas que han sobrepasado los límites de equilibrio planetario (véase Boff, 2017) y que han puesto en grave peligro la existencia y sobrevivencia de Gaia (véase Lovelock, 1985) en el futuro cercano. Una vez realizada la reflexión indicada, surge un nuevo desafío que ya vislumbra la obra acá presentada, lo cual remite a la necesaria alfabetización ecológica de nuestra especie, a ser realizada desde los niveles primarios de enseñanza hasta la educación superior donde el objetivo principal lo constituye la idea de entender la Tierra como un super-organismo vivo y autorregulado en donde la acción de nuestra especie, especialmente en la era del Antropoceno, sobrepasa el equilibrio planetario, lo que amerita repensarnos y reinventarnos como humanidad. Finalmente, la obra en su totalidad nos invita como seres humanos a emprender la tarea prioritaria de avanzar hacia el desarrollo de una nueva forma de coexistir con la Naturaleza (acá las cosmovisiones indígenas/pueblos originarios pueden aportar muchísimo) en aras de articular un nuevo pacto socio- ambiental planetario, que no sólo es necesario sino urgente. Que sirvan estas palabras introductorias para incitar al lector al disfrute de la presente obra, la cual cuenta con el apoyo académico de la Decanatura de la Facultad de Derecho y la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica. Ciudad Universitaria Rodrigo Facio Brenes, 01 de abril del 2022. *Dra. Marcela Moreno Buján * Decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR). Coordinadora de la Cátedra de Resolución Alternativa de Conflictos de la misma Casa de Estudios. En la misma Facultad, también ha coordinado las Cátedras de Razonamiento Jurídico y Métodos de Investigación y ha sido docente de las Cátedras de Sociología Jurídica y Derecho Ambiental. Investigadora adscrita y miembro del Consejo Científico del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UCR. Doctora con énfasis en Derecho Social y Especialista en Negociación por la Universidad de Buenos Aires (UBA), República Argentina. Especialista en Derechos Económicos, Sociales y Culturales de los Pueblos Indígenas y Derecho a la Alimentación por la Organización de las Naciones Unidas para la Ali- mentación y la Agricultura (FAO) y la Fundación Henry Dunant América Latina, República de Chile. Formadora de mediadores para la Dirección Nacional de Resolución Alterna de Conflictos (DINARAC) del Ministerio de Justicia y Paz de la República de Costa Rica, la UCR y el Colegio de Abogados y Abogadas de Costa Rica. 1 Cf. https://cartadelatierra.org/lea-la-carta-de-la-tierra/preambulo/. Acceso: 12 de diciembre de 2021. Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro. A medida que el mundo se vuelve cada vez más interdependiente y frágil, el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes promesas. Para seguir adelante, debemos reconocer que, en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común. Debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz. En torno a este fin, es imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras. Preámbulo de la Carta de la Tierra 1 Gentileza gera Gentileza! https://cartadelatierra.org/lea-la-carta-de-la-tierra/preambulo/. Acceso: 12 de diciembre de 2021. El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 19El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 18 2 'Planet Under Pressure' conference. Imagen disponible en: https://globaia.org/geophanies .Acceso en 14 de diciembre de 2021. . https://globaia.org/geophanies .Acceso en 14 de diciembre de 2021. El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 20 21 Este libro digital materializa el primer resultado de un largo e inacabado camino de investigación que tuvo sus inicios en el segundo semestre de 2011. Fue en esa época cuando me aproximé a las obras de Edgar Morin y a los hallazgos pioneros de Paul Crutzen y Eugene F. Stoermer. Sus trabajos me despertaron una enorme curiosidad por estudiar el Pensamiento Complejo e investigar, a partir de una perspectiva de complejidad, el fascinante y al mismo tiempo preocupante fenómeno del Antropoceno. En esa época poco se hablaba del Antropoceno en los debates académicos del área jurídica, y, aún en pleno 2022, pasadas más de dos décadas de que se introdujera esa discusión en el campo de la geología, escasas discusiones y pocos trabajos académicos existen el campo de la ciencia jurídica en Costa Rica. Mi interés por la complejidad del Antropoceno creció aún más cuando tuve la oportunidad de participar junto con el GPDA, de la Universidade Ferderal de Santa Catarina, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre desarrollo sostenible y la Cúpula dos Povos, ambas de la RIO+20, realizada en Rio de Janeiro en el 2012. En aquella época, el estudio de la visión sistémica de Morin me acercaba a trabajos de otras áreas del conocimiento y me convencía de la necesidad de que el Derecho realice un profundo trabajo de reflexión para aproximarse y nutrirse del conocimiento inter y transdisiplinario. El Derecho, a fin de cuentas, puede entenderse como la ciencia social que busca, por medio de un “orden imaginario” 3 -en palabras de Harari-, encontrar caminos que permitan las libertades, la vida y la igualdad en un entorno complejo, dinámico y que no puede ser comprendido única y exclusivamente a partir de la aplicación literal de “teorías puras” que desconsideren los ricos aportes de las ciencias y de los conocimientos tradicionales. Es el diálogo de conocimientos el que permitirá conocer el vasto mundo fáctico y axiológico que da lugar al mundo jurídico. Por ello, en el caso de los problemas ecológicos, solo a través de una comprensión de complejidad será posible identificar, entender y analizar los desafíos del Antropoceno, a fin de estructurar un Nomos con un lenguaje coherente y efectivo. Mi aproximación al Paradigma de Complejidad y a la novedad de un fenómeno revolucionario como el Antropoceno, orientaron, a partir del 2011, mis investigaciones sobre derecho ecológico. En ese proceso, se fueron planteando múltiples interrogantes e indagando posibles caminos para comprender los desafíos que el joven derecho ambiental podría adoptar para consolidar un paradigma de sustentabilidad fuerte que le permita transformarse y consolidarse como un derecho ecológico efectivo. La primera lección encontrada en el camino fue la idea de que no existe verdad absoluta ni norma petrificada: ¡todo es y será siempre objeto de revisión y debate científico! La segunda enseñanza del proceso fue comprender que el Paradigma de Complejidad es fundamental para que el derecho ambiental pueda “madurar” y transformarse en un derecho ecológico efectivo. Para ello, el derecho ecológico deberá: (1). Comprender y analizar el problema objetivo que exige acuerdos intersubjetivos; (2). Partir de una perspectiva compleja, que permita comprender que el derecho ecológico deberá ser visto más allá de la letra fría de la regla jurídica, escapar de las engañosas “autonomías disciplinarias”, de las “ramas jurídicas” que lo encajan en una perspectiva cartesiana y que lo llevan a repetir los mismos errores; y, (3). Despegarse de la idea de que la regla jurídica -desprovista de una sólida epistemología y de una comprensión holística del problema que pretende regular-, puede, por generación espontánea, resolver absolutamente todo de forma marginal y sin una perspectiva sistémica. De modo que, es necesario crear una epistemología y una hermenéutica ecológica sólida, dialógica, que permita orientar una sustentabilidad ambiental fuerte. En síntesis, se requiere una ruptura de paradigma. INTRODUCCIÓN Así, el camino del Pensamiento Complejo, particularmente al analizar la imprevisibilidad del Antropoceno, plantea el enorme desafío de romper esquemas de conocimientos arraigados en la ciencia jurídica, exigiendo la lectura, el estudio y el diálogo de trabajos de diversas áreas del conocimiento -economía, estadísticas, sociología, antropología, ecología, filosofía, geología, geografía, biología, saberes culturales, etc.-. No se trata de pretender ser un “todista”, lo que sería imposible en la Sociedad de Riesgo contemporánea, sino abrirse a canales de diálogo que permitan una comprensión más adecuada y dialógica de los problemas ecológicos. Teniendo en cuenta esas ideas preliminares, cada paso dado a lo largo del proceso de la investigación me ha permitido constatar que el derecho ecológico -posible estadio avanzado del derecho ambiental- debe ir más allá del pensamiento cartesiano, disciplinario, reductor; y deberá abrirse para una perspectiva sistémica capaz de entender que el universo normativo ecológico debe superar la mera creación fría positivista. El Derecho deberá adoptar una perspectiva sistémica que le permita entender el contexto fáctico y axiológico del Antropoceno a partir de las evidencias científicas y de los conocimientos tradicionales. Esa perspectiva deberá propiciar una reflexión sobre la exigencia de un nuevo contexto axiológico para la “tercera modernidad ” capaz de reformular el Pacto de la Modernidad adoptado por el racionalismo iluminista, e introducir en el debate la necesidad de un Pacto Posmoderno permeado por una racionalidad ecológica que permita orientar las decisiones políticas, económicas y jurídicas. En el contexto de la Sociedad de Riesgo del Antropoceno parece evidente la necesidad de un Pacto Posmoderno cosmopolita, holístico e inclusivo. Esa línea de investigación nos direcciona a entender los derechos humanos como derechos interconectados e inseparables: los derechos humanos de las clásicas tres dimensiones/generaciones solo podrán ser verdaderamente efectivos en un ambiente ecológicamente estable para la vida, tal y como la conocemos durante los últimos doce mil años -Holoceno-. Por ello, la concepción de derechos humanos no puede ni debe ser excluyente de la idea de los derechos de la naturaleza y de los derechos de los animales no humanos, pues, en el fondo, todos ellos deben ser concebidos como derechos del planeta Tierra que aseguran el núcleo esencial que permite la vida en condiciones de libertad y equidad. Así, el paradigma antropocentrista que ha vigorado, debe, necesariamente, ceder lugar a un paradigma ecocentrico. Dentro de ese contexto, la presente investigación ha sido un proceso continuo y enriquecedor; pautado por una detenida observación, una constante actualización y una pretensión de mirada sistémica. Podría decirse que el proceso ha sido una especie de mandala en constante movimiento, que me ha llevado a formular un sin número de preguntas y a identificar una gran cantidad de respuestas parciales que me presentan nuevos caminos, nuevos autores, nuevas investigaciones y, claro, nuevas preguntas. Esa mandala dinámica, entre otros temas, me ha hecho interesarme por los límites biofísicos del planeta propuestos por Rockstrom y su equipo de investigación, aprender con Boaventura de Sousa Santos sobre las Epistemologías del Sur, analizar la propuesta de sustentabilidad fuerte desarrollada por Gerd Winter y el Prof. Morato Leite, estudiar las ideas de justicia ecológica de Martínez Alier, leer y releer la obra de Hans Jonas sobre el principio de responsabilidad, y, por supuesto, identificar y analizar el carácter multifocal del complejo fenómeno del Antropoceno. Más recientemente, en ese camino de constante búsqueda de referencias sobre el tema, me deparé con los brillantes trabajos de Manuel Arias Maldonado, Bruno Latour y Helmuth Trischler. Las obras de esos autores, sin duda, referencias obligatorias para reflexionar sobre la era del Homo Faber, me permitieron profundizar sobre las diversas variables del Antropoceno, y me llevaron a buscar y analizar otros estudios. Dichos autores, son, sin lugar a duda, base fundamental para las apreciaciones realizadas en este trabajo. De igual manera, debe resaltarse el valioso trabajo de Globaïa, tanto en lo que respecta a la traducción de las variables del Antropoceno en propositivas imágenes, como en cuanto a datos sobre la comprensión del Antropoceno. 3 Al respecto, consultar: HARARI, Yuval Noah (2014). El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 22 23 Dentro del contexto preliminar expuesto, con orgullo, puedo afirmar que esta obra es el resultado del trabajo que realizo como coordinador del Grupo de Pesquisa Derecho Sustentabilidad (GPDS), proyecto de extensión docente de la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica. Coordino ese grupo desde el 2019 y me enorgullece muchísimo que la Profa. Dra. Marcela Moreno Buján, actual Decana de la Facultad de Derecho (2021-2025) sea investigadora asociada del equipo. El GPDS es conformado, en 2022, por aproximadamente 25 estudiantes, y es una iniciativa que es fruto de la grata experiencia y el valioso aprendizaje que tuve al realizar estudios de doctorado y pos-doctorado en Brasil. El Grupo de Pesquisa, es, por así decirlo, hijo académico del Grupo de Pesquisa Direito Ambiental e Ecologia Política na Sociedade de Risco (GPDA) de la Universidade Federal de Santa Catarina, de Brasil, grupo coordinado por mi querido maestro y amigo, el Prof. Dr. José Rubens Morato Leite. El Prof. Morato Leite es uno de los grandes referentes mundiales del derecho ecológico en la actualidad. Además, cabe recalcar que el trabajo realizado en el GPDS se nutre de la intensa cooperación con grupos de investigación de derecho ambiental de Brasil, como es el caso del citado GPDA, del GEMADI de la UFF (de Rio de Janeiro), del JUS-CLIMA de la UFMT (de Mato Grosso), del GEMPSI de la UFCG (de Campina Grande), entre otros. Además, el GPDS tiene una estrecha cooperación con el Observatorio de Derecho a la Ciudad de la Facultad de Derecho de la UCR. De manera que, los primeros resultados de un complejo proceso de investigación sobre las perspectivas del Estado Ecológico de Derecho se materializan en este primer volumen de la colección Sustentabilidad y Estado Ecológico de Derecho. En este primer volumen, como se indicó, se busca una aproximación al fenómeno del Antropoceno, como contexto de los problemas ecológicos que debe observar, comprender y regular el Derecho. Así, entendemos que los diversos problemas ecológicos, locales o globales, están interconectados, son parte y componen un problema mucho mayor: El ¡Antropoceno! Esa idea revolucionaria, lanzada a inicios del siglo XXI por Crutzen y Stoermer, va más allá de una propuesta geológica, exigiendo un análisis cultural y la comprensión de la convergencia entre la historia natural y la historia social. El fenómeno exige también redimensionar la forma de plantear los conocimientos, demandando una perspectiva multifocal. Por ello, el lector podrá percibir que la obra pretende colocar en evidencia el recorrido, las características y los desafíos de un problema de enorme y alarmante relevancia para la sociedad de la segunda modernidad y particularmente para la ciencia jurídica. No obstante, cabe resaltar que este primer trabajo no pretende aventurarse a dar respuestas cartesianas mediante resultados materializados en propuestas de códigos, reglamentos o algo por el estilo. Este primer volumen es, esencialmente un trabajo que busca delimitar un problema de estudio. Problema de tal magnitud que, como afirma Bruno Latour (2020), puede representar el “más relevante concepto filosófico, religioso, antropológico y, como veremos en breve, político para comenzar a alejarnos para siempre de las nociones de “moderno” y “modernidad”. La obra busca identificar los alcances del enorme problema que el Derecho debe tratar de comprender. Consecuentemente, invita al lector a diálogos iniciales con diversos saberes del conocimiento para poder entender las variables del problema objeto de estudio. En segundo lugar, la obra tiene como objetivo incentivar, a partir de la comprensión del problema identificado, futuros debates sobre la necesidad de una nueva epistemología y hermenéutica ecológica. De manera que, en esencia, el trabajo pretende, a partir de una perspectiva de complejidad, transitar, en un primer momento, por las ideas de Sociedad de Riesgo colocadas por U. Beck. En una segunda fase, busca exponer y delimitar los principales debates sobre las diversas variables del complejo fenómeno del Antropoceno. En una tercera etapa, la investigación se adentra en la comprensión de la idea de justicia ecológica y del principio de responsabilidad que debe guiar caminos sustentables en el Antropoceno. Finalmente, teniendo en cuenta el actual contexto de “nueva normalidad”, introducido desde finales de 2019 por la pandemia del virus SARS-CoV-2, que origino la Covid-19, la obra realiza algunas reflexiones sobre como dicha situación sanitaria es un preocupante síntoma y una advertencia de lo que le puede esperar a la humanidad en un futuro no muy distante si no se toman medidas capaces de lidiar con el Antropoceno. No cabe duda de que el modus vivendi del homo faber ha provocado una propagación de los riesgos ecológicos. Dichos riesgos alcanzan una dimensión global e intemporal, ocasionando un desequilibrio en la Naturaleza de tal magnitud que está poniendo en peligro la existencia y la calidad de los recursos naturales y la propia vida en el planeta. Cabrá a nuestra generación la enorme responsabilidad de entender y analizar el contexto del Antropoceno con la finalidad de poder dar las respuestas adecuadas para mantener una vida futura estable en la Tierra, o, asumir las responsabilidades por las omisiones y acciones depredadoras para con nuestra Casa Natural. Así, dentro de las breves anotaciones colocadas, este libro digital pretende ser una invitación y una provocación para una reflexión inicial sobre el momento histórico que demarca el Antropoceno y, poder entender su “epistemología”. Así, la obra es un acercamiento a un problema complejo, muy probablemente el mayor de nuestro tiempo, buscando contribuir para que, en los próximos volúmenes de la colección, sean analizados posibles caminos jurídicos que, a partir de una perspectiva de complejidad, permitan orientar una racionalidad ecológica capaz de consolidar una ciudadanía global pautada por una ética de la alteridad. En otras palabras, un problema de la dimensión del Antropoceno exige que las respuestas: jurídicas, políticas, económicas, éticas, etc., deban primero partir de un proceso reflexivo que pretenda “entender el contexto del problema ecológico” al que nos enfrentamos; de lo contrario continuaremos adoptando medidas aisladas y descontextualizadas. Espero que este libro digital pueda contribuir para comprender la complejidad del Antropoceno y proponer futuros debates sobre ese fenómeno. ¡Buena lectura! El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 24 25 Entendiendo el contexto del problema ecológico. Volumen 1 — EL ANTROPOCENO EN LA SOCIEDAD DE RIESGO Lo que hace del Antropoceno un excelente punto de referencia, un “clavo de oro”, claramente detectable mucho más allá de la frontera de la estratigrafía, es que el nombre de ese periodo geo-histórico puede tornarse el más relevante concepto filosófico, religioso, antropológico y, como veremos en breve, político, para comenzar a alejarnos para siempre de las nociones de “moderno” y “modernidad” 4. Bruno Latour 4 Traducción propia del libro consultado en portugués. 5 Transparent anthroposphere. Imagen disponible en: https://globaia.org/geophanies . Acceso en: 12 de diciembre de 2021. 5 https://globaia.org/geophanies . Acceso en: 12 de diciembre de 2021. El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 26 27 PRINCIPALES REFERENTES TEÓRICOS IDEAS CLAVE DE LA OBRA Sociedad de Riesgo, Primera Modernidad; Segunda Modernidad, Tercera Modernidad, Modernidad Reflexiva, Irresponsabilidad Organizada, Pacto de la Modernidad; Pensamiento Complejo; Antropoceno, Gran aceleración, Hibridación; Límites biofísicos del planeta, fronteras de riesgo ecológico, Huella ecológica; Justicia ecológica, sustentabiliad ambiental fuerte, Estado Ecológico de Derecho; SARS-CoV-2; Covid-19. 6 Imagen disponible en: https://sgkplanet.com/por-que-no-se-ha-aceptado-el-antropoceno-como-una-nueva-epoca-geologica/#iLightbox[gallery_image_2]/6 . Acceso en: 12 de diciembre de 2021. 6 https://sgkplanet.com/por-que-no-se-ha-aceptado-el-antropoceno-como-una-nueva-epoca-geologica/#iLightbox[gallery_image_2]/6 El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 28 29 LA SOCIEDAD DE RIESGO DE LA SEGUNDA MODERNIDAD: ENTENDIENDO EL CONTEXTO DEL ANTROPOCENO “Muy probablemente se hundirán las grandes urbes, a las culturas tradicionales se las tragara el mar, mientras nuestros hijos habrán de pasar buena parte de sus vidas emigrando y recuperándose de tormentas despiadadas y sequías extremas. No tenemos que hacer nada para que este futuro se haga realidad. Basta con no hacer nada. ”. Naomi Klein 01 — El término Sociedad del Riesgo surge en el marco de la sociología cuando se analizan las características que marcan la sociedad de la Segunda Modernidad. Esta sociedad, concebida para aumentar el confort y la calidad de vida de los seres humanos está, paradójicamente, marcada por la inseguridad constante y la producción de riesgos globales que comprometen nuestra existencia en el planeta 7 El autor alemán Ulrich Beck entendía que los retos de la sociedad del riesgo son los peligros producidos por la civilización, riesgos que no pueden ser socialmente delimitados ni en el tiempo ni en el espacio. Sobre la idea de riesgo U. Beck (1998, p. 89) explicaba que, Los riesgos de la modernización son el arreglo conceptual, la versión categorial en que se captan socialmente las lesiones y destrucciones de la naturaleza inmanente a la civilización, se decide sobre su vigencia o su urgencia y se dispone el modo de su ocultamiento y/o elaboración. 7 Imagen de U. Beck disponible en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/beck-vislumbro-podia-pasar-sociedad-carga-riesgo-identi- dad/20200324143027179272.html .Acceso en: 10/08/2021. 7 8 Traducción propia del libro consultado en portugués. 9 Traducción propia del libro consultado en portugués. Anthony Giddens, al analizar la idea de riesgo, (2007, p. 32-34) apunta que: La palabra risk parece haber sido introducida en el inglés a través del español o el portugués, donde se utilizaba para denotar la navegación en aguas inexploradas. En otras palabras, originalmente tenía una orientación espacial. Más tarde se trasladó a nuestra época, tal y como se utiliza en las operaciones bancarias y de inversión, para designar el cálculo de las consecuencias probables de las decisiones de inversión para prestamistas y prestatarios. Más tarde pasó a designar una amplia esfera de otras situaciones de incertidumbre. (...) El riesgo no es lo mismo que la desgracia o el peligro. El riesgo se refiere a los infortunios evaluados activamente en relación con las posibilidades futuras. La palabra sólo se generaliza en las sociedades prospectivas, que ven el futuro precisamente como un territorio que hay que conquistar o colonizar. El concepto de riesgo presupone una sociedad que intenta activamente romper con su pasado, lo cual es la característica principal de la civilización industrial moderna. (...) Los dos aspectos del riesgo -su lado negativo y su lado positivo- se manifiestan desde los inicios de la sociedad industrial moderna. El riesgo es la dinámica movilizadora de una sociedad propensa al cambio, que desea determinar su propio futuro en lugar de confiarlo a la religión, la tradición o los caprichos de la naturaleza. 8 Giddens (2007, p. 36) continua su reflexión indicando que la idea de riesgo siempre ha estado implicada en la modernidad, pero (...) en el periodo actual, el riesgo asume una nueva y peculiar importancia. Se suponía que el riesgo sería una forma de regular el futuro, de normativizarlo y someterlo a nuestro dominio. Las cosas no han resultado así. Nuestros propios intentos de controlar el futuro tienden a rebotar y caer sobre nosotros, obligándonos a buscar modos diferentes de relacionarnos con la incertidumbre. 9 10 https://www.mundiario.com/articulo/politica/beck-vislumbro-podia-pasar-sociedad-carga-riesgo-identidad/20200324143027179272.html https://www.mundiario.com/articulo/politica/beck-vislumbro-podia-pasar-sociedad-carga-riesgo-identidad/20200324143027179272.html El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 30 31 En la Sociedad de Riesgo, el crecimiento económico y la tecnología son los pilares fundamentales del modelo de desarrollo. En opinión de Beck, el progreso acelerado provocó la sustitución de la Primera Modernidad -simple, lineal, industrial, basada en sociedades de estados-nación-, en la que las relaciones sociales y las comunidades se entendían en un sentido territorial claramente demarcado. En la Primera Modernidad, las consecuencias de las acciones humanas eran claramente delimitadas en el tiempo y en el espacio. Las características de esta Primera Modernidad fueron sustituidas por cinco procesos interrelacionados que identifican lo que Beck llama la Segunda Modernidad. Según Beck (1998), estos procesos serían: 10 Imagen disponible en: https://genotipia.com/genetica_medica_news/seleccion-natural-y-salud/. Acceso en: 10/08/2021 11 Traducción propia del libro consultado en portugués. 12 Imagen disponible en: https://wallpapersafari.com/w/XZiTWs .Acceso en: 30/08/2021 13 Traducción propia del libro consultado en portugués. La Globalización La Individualización El subempleo Los riesgos globales entre los problemas ecológicos Figura 1. Fuente: Elaboración propia, 2021 La revolución de género 10 Esos procesos están interligados, formando una especie de engranaje complejo. Puede afirmarse que esos cinco aspectos son consecuencias imprevistas de la victoria de la Primera Modernización, y que acaban produciendo el fenómeno llamado Modernidad Reflexiva (BECK, 2002 p. 2). Se trata de una etapa de la modernidad en la que empiezan a tomar cuerpo las amenazas producidas hasta ahora en el camino de la sociedad industrial (BECK, 1997, p. 17). Sobre este fenómeno, Lash (1997, p. 238) explica que, La modernidad reflexiva se ocupa en gran medida de los efectos secundarios, los peligros o males que surgen de la producción de bienes de la simple modernidad. Además, el ethos de ambivalencia de la modernidad reflexiva contradice el imperativo de orden de la modernidad simple. Beck afirma que la reflexividad también incluye la reflexión. Esta última puede ser individual o colectiva e institucional. Así, la oposición entre la modernidad reflexiva y la modernidad simple como reflexión implica la oposición de las instituciones modernas reflexivas a las de la modernidad simple 11 . La modernización radicalizada socavó los cimientos de la Primera Modernidad, transformando su marco de referencia de una manera nunca prevista. La idea misma de control y seguridad se derrumbó y surgió un mundo que parece estar fuera de control y cuyo futuro es incierto 12. En la Segunda Modernidad, las sociedades no occidentales comparten con Occidente no sólo el mismo espacio y tiempo, sino también los mismos retos. La preocupación de la sociedad industrial (que giraba en torno a la distribución de la riqueza y los bienes) queda desplazada y los conflictos de responsabilidad distributiva, referidos al problema de la exposición desigual de riesgos -como sería el caso, por ejemplo, de la investigación genética, las tecnologías militares y los problemas ambientales, entre otros- pasan a ocupar un lugar destacado (BECK; GIDDENS; LASH, 1997, p. 17). El proceso de transición de la época de la modernidad industrial a la época del riesgo se produce involuntariamente y no se percibe compulsivamente en el curso de la dinámica de la modernización, que se ha vuelto autónoma, según la agenda de las consecuencias involuntarias (BECK, 2002, p. 114). Sobre esa realidad, Vieira de Andrade (2001, p. 61) explica: (... ) los sociólogos describen la sociedad actual, ya evidentemente postindustrial, como una "sociedad del riesgo" (BECK) o una "sociedad de la desaparición" (BREUER), en la medida en que corre "peligros ecológicos" (y genéticos) o, según algunos, incluso se mueve, por la fuerza de su propio movimiento, hacia la destrucción de las condiciones de vida naturales y sociales (y de la propia persona) - es decir, en la medida en que se produce el peligro de pasar, o de transitar efectivamente, de la autorreferencia (autopoiesis) a la autodestrucción.13 En este nuevo marco de nuestra realidad, los riesgos son multicausales, imperceptibles y tienen consecuencias imprevisibles e inconmensurables. Estos riesgos tienen un carácter global y sinérgico, no respetan fronteras ni diferencias sociales; sus efectos son intemporales, ya que afectan a la calidad de vida de los seres humanos en el presente, pero también a la supervivencia de las generaciones futuras y de todas las especies que habitan el planeta. https://genotipia.com/genetica_medica_news/seleccion-natural-y-salud https://wallpapersafari.com/w/XZiTWs El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 32 33 (1). Somos muchos en un mundo de gran afluencia y desigualdades. Externalidades positivas y negativas son aprovechadas y asumidas de forma desigual; (2).En la sociedad de riesgo tenemos preguntas muy fuertes, respuestas muy débiles y relaciones fantasmales entre teoría y práctica; (3). Estamos mal diseñados al no observar las leyes de la Naturaleza Figura 2. Fuente: Elaboración propia, 2021 Los riesgos que amenazan al ser humano son, en términos generales, el resultado de tres circunstancias: A pesar del carácter global e indiscriminado de los riesgos, Beck advierte que esta característica no significa una igualdad global del riesgo. Por el contrario, en materia de ambiente natural, por ejemplo, los riesgos causados por la contaminación y la degradación de la Naturaleza están estrechamente relacionados con la pobreza y las desigualdades sociales. Sin embargo, Beck señala que, aunque ciertos grupos sociales se vean más afectados por los problemas ambientales, independientemente de dónde se produzcan estos riesgos, acabarán produciendo un efecto bumerang, es decir, en algún momento acabarán afectando, de una forma u otra, a quienes producen o se benefician de los riesgos 14 . Todo el mundo puede verse afectado en algún momento por el efecto global del riesgo (BECK, 2002 p. 8) Los riesgos ecológicos son el resultado de la forma en que el ser humano ha realizado sus intervenciones en el medio natural, son consecuencia del modo en que el Homo Sapiens se apropia y utiliza el espacio de la Naturaleza y sus recursos 15 . Para Beck (1995, p. 2), la Sociedad de Riesgo es propia de una época en la que el lado oscuro del progreso ha dominado cada vez más el debate social. Lo que nadie vio o no quiso ver - la auto-amenaza y la devastación de la naturaleza; se ha convertido en el motor de la historia. Paradójicamente, en poco tiempo, en la transición para el Antropoceno, la “polis humana”, que inicialmente estaba limitada por la Naturaleza, se ha incrementado, se ha transformado irreflexivamente en una aldea global, y hoy es la Naturaleza la que se convierte en un espacio limitado por ese entorno artificial creado por el Homo Sapiens. Esa “polis” pasó a ser el “ambiente habitual” de la sociedad de la Segunda Modernidad, relegando al entorno natural a un papel de proveedor de recursos, depósito de residuos y espacio ocasional de “selfies” y “storys”, principalmente para una muy pequeña parcela de la población mundial. En la Sociedad de Riesgo se crea una concepción “pos-natural de Naturaleza”. 14 Al respecto Beck (1998, p. 29) afirma que “Ciertamente, en algunas dimensiones éstas siguen a la desigualdad de las situaciones de clases y de capas, pero hacen valer una lógica de reparto esencialmente diferente: los riesgos de la modernización afectan más tarde o más temprano también a quienes los produ- cen o se benefician de ellos. Contienen un efecto bumerang que hace saltar por los aires el esquema de clases”. 15 Giddens (2007, p. 36) distingue dos tipos de riesgo: el riesgo externo y el fabricado. El primero es lo que llama de “risco experimentado como vindo de fora, das fixidades da tradição ou da natureza”. Por su parte, el riesgo fabricado es aquel “ criado pelo próprio impacto de nosso crescente conhecimento sobre o mundo. O risco fabricado diz respeito a situações em cujo confronto temos pouca experiência histórica. A maior parte dos riscos ambientais, como aqueles ligados ao aquecimento global, recaem nesta categoria. Eles são diretamente influenciados pela globalização (...) À medida que o risco fabricado se expande, passa a haver algo mais arriscado no risco”. Al respecto, Thomas Beery (In: Corman Cullinan, 2019, p. 31-32), en el prólogo del libro “Derecho Salvaje. Un manifiesto por la Justicia de la Tierra”, señala que, La visión mecanicista del mundo, controlada por humanos, para beneficio de los humanos, ve al mundo que nos rodea como un inmenso agregado de recursos naturales al servicio del humano, y no como una manifestación de lo sagrado y sublime para sentir y vivir la maravilla de las montañas y los océanos, la belleza de sus prados, aves y más criaturas de los bosques, el potencial sanador de la soledad del alma humana y de las enfermedades del cuerpo humano. Con la contaminación luminosa de nuestras ciudades, perdimos la presencia y el poder de la noche estrellada, con su luna, las estrellas y los planetas misteriosos. Dejamos de sentirnos parte de la gran liturgia cósmica, una liturgia en la que los humanos de cualquier parte del mundo se insertaron con sus ritos y dieron sentido a su propia existencia, que inspiró a pueblos indígenas e iluminó la existencia de las pasadas grandes civilizaciones. Estas fueron las fuentes que dieron lugar a las maravillosas disciplinas espirituales, al arte, la música, la danza y las obras literarias que han permitido al espíritu humano experimentar su más completa realización. (…) Lo más increíble de todo es que la historia de la pérdida del espíritu se ha considerado como un triunfo, una liberación, una iluminación, un maravilloso logro de la civilización. Se experimentó una nueva libertad. La mente humana pudo entonces desarrollar la nueva economía, la nueva ingeniería y las nuevas ciencias. Entramos en una etapa transformadora de desarrollo industrial, aunque la palabra “desarrollo” debería, en la gran mayoría de las veces, ser escrita como “desarrollo destructivo”, dado que el desarrollo para los humanos en el contexto industrial fue al mismo tiempo la devastación de la naturaleza. En el mundo industrial rara vez encontramos desarrollo sin la correspondiente destrucción. Hasta ahora, en nuestro gran autoengaño moderno, no hemos querido relacionar estas dos palabras en la misma frase. Este autoengaño está en el centro de nuestras dificultades actuales entre los humanos y la Tierra. El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 34 35 La Sociedad de Riesgo es consecuencia de varios factores interconectados: (1.) Adaptación agresiva del ser humano a su entorno natural a lo largo de la historia. Agricultura, domesticación de animales, ocupación del espacio sin planificación, etc.; (2.) Separación dualista/cartesiana -ilusoria- entre la historia natural y la historia socio- cultural. Pérdida del sentimiento de biofilia ; (3.) Inicio del desarrollo industrial (a partir del siglo XIX) basado en el uso de combustibles fósiles; (4.) Gran aceleración (Iniciada en la segunda mitad del siglo XX). Crecimiento demográfico exponencial, surgimiento de una modernidad líquida, sociedad de riesgo fundamentada en un modelo de desarrollo orientado por el crecimiento económico como sinónimo de bienestar y prosperidad; El modelo capitalista que prevaleció a partir de la segunda mitad del siglo XX permitió una gran afluencia, pero fue incapaz de frenar el aumento de las desigualdades sociales; (5.) Surgimiento acelerado, a partir de la década de los noventa del siglo XX, de una sociedad de la información y conexión virtual constante: “On line, All time, Full time”; (6.) Universalización de la cultura occidental; (7.) Globalización de las relaciones, de la economía y de los riesgos ecológicos; (8.) Colonización de la naturaleza virgen por parte de la sociedad humana, lo que trajo como consecuencia el proceso de hibridación; (9.) Los subsistemas de la sociedad (economía, política, derecho, etc…) carecen de una racionalidad ecológica y de un diálogo inter y transdisciplinario. (10.) Ausencia de consideraciones bioéticas en relación con las demás especies. La Sociedad de Riesgo de la Segunda Modernidad desencadenó un proceso complejo, multifocal, que colocó a la especie humana como principal agente de cambio del sistema ecológico del planeta. Como parte de ese proceso, se genera una Modernidad Reflexiva en la Sociedad de Riesgo, lo que provocó dos consecuencias: 1. En primer lugar, levantó el debate científico sobre la posibilidad de que la huella ecológica de la especie humana haya ocasionado el surgimiento de una nueva era geológica; y 2. Derivado del debate geológico, en el ámbito de las ciencias sociales, surgió una profunda preocupación por el análisis sobre la relación de aparente contradicción entre el ser humano y la Naturaleza. Desde una perspectiva compleja, ese proceso reflexivo, que tiene origen en las ciencias geológicas, exige un debate cultural que permita un análisis histórico, sociológico, económico, ético, político, jurídico, etc. Así, se trata de un fenómeno complejo que plantea el redimensionamiento del estudio del pasado, la comprensión del presente y la problematización del futuro. A ese fenómeno multifocal e impredecible, aún en proceso de reflexión, se le conoce como Antropoceno. Desde el inicio del siglo XXI, comienza, de forma lenta, pero constante, principalmente en la academia, a tratar de construirse una representación sobre la idea de Antropoceno como fenómeno marcante de nuestra época. La reflexión pretende identificar, entender, analizar y dar respuesta a las consecuencias sinergéticas, transfronterizas e intemporales que la huella ecológica del ser humano está dejando en el sistema de la Tierra. El fenómeno del Antropoceno, que remite al marcado egoísmo de una especie que se considera propietaria de la Tierra, desde inicios del siglo XXI se ha tornado motivo de portadas de revistas científicas y económicas, título de inúmeras publicaciones académicas, y tema central de documentales y filmes. Además, paulatinamente, los diversos temas ambientales, como el cambio climático, la extinción de especies, la bioética animal, la seguridad alimentaria, el derecho a la ciudad, el manejo de residuos, la contaminación de las aguas, las enfermedades zoonóticas, las migraciones ambientales, entre otros asuntos, se vuelven temas cada vez más frecuentes en la academia, en las conversaciones diarias y en los noticieros. A marzo de 2022, una pesquisa en el buscador de Google en inglés arroja 4.940.000 resultados para el concepto de “Anthropocene”. Para el término “Antropoceno”, Google español Latinoamérica muestra 558.000, y Google Brasil coloca 555.000 17. En la Sociedad de Riesgo de la Segunda Modernidad, pareciera que el Homo Faber posee un alto grado de autonomía, al tener un mundo altamente tecnológico e interconectado, lo que le da la falsa impresión de tener todo bajo control. Sin embargo, al mismo tiempo, paradójicamente, estamos colocando en jaque la estabilidad de la biosfera y, consecuentemente, nos estamos dando un tiro en el propio pie, condenándonos a perder esa supuesta independencia. La racionalidad del Pacto de la Modernidad 18 no integró la vulnerabilidad y la capacidad de resiliencia de la Naturaleza en sus procesos de decisión. Así, la problemática ecológica del Antropoceno es una característica central de la racionalidad de la Sociedad de Riesgo de la Segunda Modernidad, y, al mismo tiempo, una consecuencia lógica de un modelo de desarrollo anclado en la idea del crecimiento económico continuo. Como afirma Eduardo Galeano (2005, p. 288) en su libro “Patas arriba. La escuela del Mundo al Revés”, irónicamente, en un mundo que desconsideró a la historia natural, el ciudadano de la Segunda Modernidad, al elogiar una flor señala que “parece de plástico”. La “vista del crepúsculo” del escritor uruguayo refleja el estado actual de la Sociedad de Riesgo: 16 Sobre la idea de biofilia consultar la provocativa obra de Edward O. Wilson: Biofilia. El amor a la naturaleza o aquello que nos hace humanos (2021). 17 Búsqueda actualizada al día 08 de marzo de 2022. 18 Sobre la alianza de la modernidad puede consultarse: HARARI, Yuval Noah (2016). Vista del crepúsculo, a fin de siglo Está envenenada la tierra que nos entierra o destierra. Ya no hay aire, sino desaire. Ya no hay lluvia, sino lluvia ácida. Ya no hay parques, sino parkings. Ya no hay sociedades, sino sociedades anónimas. Empresas en lugar de naciones. Consumidores en lugar de ciudadanos. Aglomeraciones en lugar de ciudades. No hay personas, sino públicos. No hay realidades, sino publicidades. No hay visiones, sino televisiones. Para elogiar una flor, se dice: «Parece de plástico». 16 El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 37El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 36 Las características del Antropoceno han provocado en los ecosistemas cambios sin precedentes en la historia de la humanidad. Prácticamente todos los ecosistemas han sufrido una transformación significativa -se han hibridizado- en sus ciclos naturales, afectando la capacidad de regenerarse y de prestar servicios ecosistémicos. La resiliencia del entorno natural está comprometida. En la época del Antropoceno, ya no existe el lugar desconocido, el ser humano ha impregnado su huella en todo el planeta, cartografiando cada espacio existente. El Antropoceno ha generado problemas complejos, todos conectados y de consecuencias imprevisibles. Esos problemas comprometen la calidad de la vida tal y como la conocemos. Entre algunos de ellos podemos citar: Ese modelo de desarrollo de la Modernidad pareciera obviar que el entorno natural es el hogar que permite el ejercicio de las libertades humanas y ofrece las condiciones para la subsistencia de la sociedad como sistema autopoiético. En resumen, la Sociedad de Riesgo, como contexto humano que propicia el surgimiento y desarrollo del Antropoceno, puede ser considerada como un marco temporal y espacial irreflexivo, en el cual, la sociedad se alienó del entorno natural, privilegió el capital artificial, adoptó un modelo de crecimiento económico constante y marcadamente desigual, alcanzó un alto desarrollo tecnológico, se comunicó globalmente, se urbanizó, colonizó todos los hábitats naturales del planeta y, desde un punto de vista ético, adoptó un paradigma egocéntrico de “Homo Deus”. En ese contexto, en la segunda década del siglo XXI, los seres humanos estamos cosechando las consecuencias ecológicas de nuestra irresponsabilidad, y, ahora, ante intensos debates sobre el reconocimiento del Antropoceno, es necesario replantear el Pacto de la Modernidad. El contexto del Antropoceno tiene importantes consecuencias éticas, económicas, jurídicas y políticas, que requieren una decisión colectiva que, en el corto y mediano plazo, deberá ser ampliamente debatida, adoptada y aplicada políticamente (GUDYNAS, 2019). Este escenario exige una profunda reflexión sobre el Estado Ecológico de Derecho como punto de partida para una metamorfosis civilizatoria que promueva una nueva racionalidad ecológica. Los problemas ecológicos que caracterizan el Antropoceno tienen una dimensión intrageneracional, pero también un alcance intergeneracional e interespecies que pone en riesgo las fronteras de riesgo ecológico, y, por ende, la resiliencia del planeta. La problemática ecológica es una característica y al mismo tiempo una consecuencia del Pacto de la Modernidad. El modus vivendi de la Sociedad de Riesgo está orientado por una Irresponsabilidad Organizada que desconsidera el valor intrínseco de la Naturaleza y su importancia para la sociedad. Dentro de esa “organización” todos, en mayor o menor medida, somos irresponsables, por acción o por omisión. Figura 3. Fuente: Elaboración propia, 2021 Problemas Globales 19 Anthroposphere. Imagen disponible en: https://globaia.org/geophanies .Acceso en: 05 de diciembre de 2021. 19 https://globaia.org/geophanies El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 38 39 EL ANTROPOCENO Y EL PACTO DE LA MODERNIDAD: LA DESVIACIÓN CULTURAL DEL SER HUMANO DE SU ENTRONO NATURAL 02 — Desde una perspectiva de complejidad 20 debe entenderse que el ambiente natural es un elemento constitutivo e indispensable para la vida de los seres humanos. El ser humano tiene una relación de autonomía/dependencia dentro de dos niveles de auto organización (VICENTE GIMÉNEZ, 2002): (1) la complejidad sociocultural que le proporciona su relativa independencia; y, (2) su complejo entorno natural, del cual es dependiente, y que al mismo tiempo le permite su autonomía. El ser humano participa del entorno natural del cual forma parte, y dentro de él construye un núcleo sociocultural que está capacitado para la autorregulación. El ambiente natural es el espacio que condiciona nuestra existencia y permite el pleno desarrollo de nuestras libertades; el medio natural da al hombre la posibilidad de desarrollarse física y socialmente21. Por una parte, el ambiente proporciona la materia y la energía necesarias para nuestro desarrollo físico, permitiéndonos obtener recursos para la producción de alimentos y otros bienes de consumo, y provee una serie de servicios ambientales indispensables para nuestra vida en el planeta. Por otro lado, el entorno natural presta la información y la complejidad necesarias para el desarrollo social y psicológico del ser humano. Así, el ser humano tiene una relación de autonomía y de dependencia con la Naturaleza; se adapta y crea las condiciones necesarias para modificar su entorno, y, al mismo tiempo, obtiene del ambiente natural todo lo que necesita para su desarrollo. El ambiente natural es el espacio que condiciona la existencia humana y permite el ejercicio de las libertades. El ser humano no puede ser visto como ajeno a su entorno. Al respecto, De Prada García (1998, p. 20-21) explica que, Tan íntima es la conexión entre una y otra cosa que se difumina la distinción entre individuo y medio ambiente. Una porción del aire que respiramos se convierte en parte de nosotros. El oxígeno metaboliza nuestros alimentos y se convierte en una parte de nuestra carne y de nuestra sangre; las partículas que respiramos se acumulan en nuestros pulmones. Un porcentaje de los líquidos que bebemos pasan a formar parte nuestros cuerpos, al igual que, a su vez, se transforman en nuestros tejidos. (…) debería recordarse constantemente que, de formas muy importantes, “«nosotros y nuestro medio ambiente somos uno». La autonomía y la capacidad de organización del ser humano le permiten, en cierta medida, “cerrarse” a su entorno natural para dominarlo y adaptarlo a sus necesidades. Pero, paradójicamente, al mismo tiempo el Homo Sapiens debe estar atento y abierto a su entorno natural, ya que depende ontológica, existencial y funcionalmente de ese entorno, que le proporciona los medios para su subsistencia. El Homo Sapiens depende de la Naturaleza en la medida en que la necesita para su salud física y mental, para el desarrollo de su personalidad y para mantener y mejorar las condiciones que determinan su calidad de vida (VICENTE GIMÉNEZ, 2002, p.16-20). De forma que ese supuesto “dominio” es apenas aparente. En esa relación de autonomía/dependencia radica la gran paradoja de la crisis ecológica de la Sociedad de Riesgo, la independencia del ser humano está sujeta a los límites que le impone su entorno natural. Su libertad está condicionada por el ambiente natural. Sin embargo, el desarrollo humano pareciera invisibilizar esos límites. El Pacto de la Modernidad llevó a la humanidad a tomar un camino de desviación cultural que trajo como consecuencia un sujeto alienado de su entrono natural. El modelo de desarrollo del Pacto de la Modernidad ha colocado al ser humano como si fuese un ser superior, que es capaz de alterar y dominar todo su entorno natural sin una ética de alteridad y sin una visión prospectiva. Las ideas de progreso y de bien estar están guiadas por un utilitarismo marcadamente desigual y carente de una racionalidad ecológica. Esa perspectiva está provocando una situación tensa en la elasticidad de los ecosistemas, colocando en jaque a la biodiversidad y las condiciones climáticas del planeta que prevalecieron durante aproximadamente de doce mil años. El Pacto de la Modernidad ha desencadenado una época de incertidumbres, de riesgos y de posible exterminismo: El ¡Antropoceno! Al respecto Arias Maldonado (2018, p. 127), señala que existe un dualismo que separa jerárquicamente a la humanidad del resto de la naturaleza y le hace olvidar que pertenece a ella y que de ella depende. Esta aparente «superioridad» quedaría consagrada en el Antropoceno, fruto de una colonización de los sistemas naturales que amenaza con conducirnos a ese estadio histórico que el eminente historiador Edward Thompson llamaba de «exterminismo». En su versión contemporánea, el exterminismo combinaría escasez ecológica y apartheid medioambiental: una lucha por los recursos que privilegiaría a unos pocos grupos humanos y perjudicaría a todos los demás. Esta paradoja permite ver por qué muchos de los mayores retos a los que se enfrenta la Sociedad de Riesgo, de una forma u otra, están relacionados con la separación ser humano/Naturaleza. Como explica Arias Maldonado, el Homo Sapiens ha contemplado el mundo natural por medio de los filtros de cada época, de acuerdo con juegos del lenguaje, representaciones sociales y cuestiones de índole afectiva. Esos filtros han delineado trayectorias separadas para lo natural y lo social, (Arias Maldonado, 2018, p. 76). Desde la filosofía del racionalismo ilustrado, la relación Homo-Sapiens/Naturaleza ha sido tensa y de constante contradicción. La sociedad actual se ha desarrollado sin integrar el elemento ecológico en sus procesos de decisión. Para Arias Maldonado, (2018, p. 103) “La separación -temporal, ontológica, epistemológica, institucional- entre sociedad y naturaleza podría resumirse en la siguiente formula: vivíamos en el mundo y no en la Tierra”. 20 Edgar Morin, sociólogo francés, es considerado el padre del paradigma de pensamiento complejo, idea que desarrolla en su basta obra el “Método”, compuesta de seis volúmenes. Para él, la complejidad debe ser entendida como aquello que es tejido en conjunto. Morin explica que el pensamiento complejo se origina en las ciencias naturales y exactas, y evidencia la necesidad de superar el reduccionismo de las fronteras disciplinarias desarrolladas a partir de una perspectiva cartesiana, simplista que fragmenta el conocimiento. La complejidad puede apreciarse en el desarrollo de las teorías de la información y de la cibernética. La complejidad entiende que todo fenómeno está sujeto a contradicciones, siendo la incerteza parte de la cotidianidad humana. Así, el pensamiento complejo busca la articulación y el diálogo de conocimientos, aventurándose para la transdisciplinariedad. Edgar Morin (1996, p. 32) explica la complejidad de la siguiente forma: “¿Qué es la complejidad? A primera vista la complejidad es un tejido (complexus: lo que está tejido en conjunto) de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados: presenta la paradoja de lo uno y lo múltiple. Al mirar con más atención, la complejidad es, efectivamente, el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen nuestro mundo fenoménico. Así es que la complejidad se presenta con los rasgos inquietantes de lo enredado, de lo inextricable, del desorden, la ambigüedad, la incertidumbre... De allí la necesidad, para el conocimiento, de poner orden en los fenómenos rechazando el desorden, de descartar lo incierto, es decir, de seleccionar los elementos de orden y de certidumbre, de quitar ambigüedad, clarificar, distinguir, jerarquizar... Pero tales operaciones, necesarias para la inteligibilidad, corren el riesgo de producir ceguera si eliminan a los otros caracteres de lo complejo; y, efectivamente, como ya lo he indicado, nos han vuelto ciegos.” 21 Para profundizar, Cf. Ramón Martín Mateo (1991); Pérez Luño (1999). El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 40 41 En la Sociedad de Riesgo, el “metabolismo cultural” absorbió el entorno natural en su afán de desarrollo. Al respecto, Vicente Giménez (2002, p. 24) explica que La explotación humana del medio natural ha existido siempre, el hombre ha incidido constantemente en el medio y provocado su regresión en distinta medida, pero el ecosistema ha ido superando con su propio mecanismo esta regresión, cuya intensidad no era superior a otras causas de regresión naturales. Es actualmente cuando el fenómeno alcanza connotaciones totalmente distintas, debido a que la explotación excesiva del hombre y la no conservación del medio natural determinan un proceso de grave regresión, una destrucción irreversible del ecosistema que llega a cuestionar la sucesión ecológica. En esta etapa civilizatoria, que coincide con la llamada industrial y tecnológica, la explotación adquiere una nueva dimensión. Se trata de la explotación de la humanidad entera del conjunto de la biosfera como una unidad, lo que hace también universal la dispersión de los residuos e introduce como hábitos de vida del hombre moderno una desaforada explotación del medio ambiente del que se alimenta el metabolismo cultural. De este modo los ecosistemas humanizados (aquellos controlados por el hombre) detienen o invierten el proceso de sucesión. El economista Barry C. Field (1997, p. XV) destaca la contradicción entre desarrollo y ambienta natural, al explicar que, (…) junto con los desarrollos contemporáneos de mundo en los campos económico, demográfico y tecnológico, las repercusiones ambientales involucradas se están extendiendo mucho más y cada vez se hacen más letales. Los que alguna vez eran impactos ambientales localizados, y fácilmente corregibles, ahora se han convertido en efectos diseminados que muy bien podrían convertirse en hechos irreversibles. En efecto, algunas de nuestras preocupaciones más inquietantes de hoy corresponden a los impactos ambientales a escala mundial”. En el modelo de desarrollo del Pacto de la Modernidad, la Naturaleza fue considerada como un mero “objeto” con utilidad incorporada, infinito, renovable, desechable, pasible de apropiación indiscriminada y que puede ser explotado sin restricciones. En ese contexto, la Naturaleza ha sido visto como si fuese una “cosa de nadie” –Res nullius. Sobre la relación entre seres humanos y Naturaleza, François Ost (1997, p. 9) enseña que, Mientras no sea repensada nuestra relación con la naturaleza y mientras no seamos capaces de descubrir lo que de ella nos distingue y lo que a ella nos vincula, nuestros esfuerzos serán en vano, como lo muestra la tan relativa efectividad del derecho ambiental y la tan modesta eficacia de las políticas públicas en este dominio. 22 La agenda de desarrollo de la Modernidad se ha caracterizado por la apropiación (desigual) de los sistemas naturales, a menudo con un gran costo para otras especies y para el propio bienestar de la humanidad a largo plazo. La idea de desarrollo de la sociedad de la Segunda Modernidad ha perdido de vista que la Naturaleza tiene un valor intrínseco, constituyéndose como nuestro hogar y nuestra fuente de sustento. El modus vivendi del ser humano de la Segunda Modernidad se caracteriza por contradecir el orden de la Naturaleza, dominándola y apropiándose de ella sin criterios de sustentabilidad ambiental. En palabras de Hans Jonas (2006 p. 21), el "Prometeo definitivamente desencadenado", motivado por las fuerzas "antes inimaginables" de la ciencia y "el impulso de la economía", es ahora víctima de sus actos, y "clama por una ética" que establezca frenos voluntarios, un nuevo poder que impida que el actual poder de los hombres se convierta en una desgracia para sí mismo. A pesar del vertiginoso y sorprendente progreso alcanzado por el ser humano y de su alta capacidad para dominar su entorno, en nuestra época, el Homo Sapiens siente más que nunca la necesidad del medio natural (que le rodea y del que forma parte) para desarrollar su personalidad y manifestar su comportamiento más humano, emocional, estético y cultural. El contacto y la contemplación de la naturaleza, fuente de energía física y psicológica, son imperativos; una especie de retorno a la esencia humana. Las circunstancias que caracterizan la problemática ecológica de la Segunda Modernidad instan a la prudencia y a la responsabilidad humana con respecto al entorno natural. Para Leff (2006, p.77), el colapso ecológico ha incitado una vuelta a la naturaleza. La crisis ambiental se expresa como una angustia por la separación de la cultura de sus raíces orgánicas, buscando reconstituir el orden social desde sus bases naturales de sustentación .23 En el contexto de la crisis ambiental que caracteriza a la Segunda Modernidad, el discurso ético deberá necesariamente entrelazarse con el discurso ecológico, político y jurídico. Se necesitan nuevos valores y postulados éticos ambientales para guiar la acción humana de forma más sustentable. Este apoyo ético debe constituir el motor de los esfuerzos jurídicos que pretenden dar forma a las normas de protección del ambiente natural. La ética debería ser un punto de referencia necesario en cualquier debate político-jurídico sobre los problemas ambientales. El diálogo entre el derecho y la ética deberá ser el punto de partida de un proceso que busca conciliar el desarrollo y la sustentabilidad ambiental. Maria da Glória F. P. D Garcia (2007, p. 74-75) explica que “não admira que o discurso ético deva entrelaçar-se com o discurso ecológico, reconhecendo a importância dos diversos saberes e respeitando o contributo que cada saber traz para o conhecimento do homem e seu relacionamento com o mundo. Em consequência, os argumentos de defesa do meio ambiente como suporte de vida deixam de ser apresentados como inevitabilidades biofísicas e os argumentos ético-filosóficos como inacessibilidades metafísicas”. Não se trata, porém, de «ecologizar» a filosofia o eticizar a ecologia, para usar, recriando, uma sugestiva expressão que, no contexto jurídico, foi utilizada por FRANÇOIS OST e por GOMES CANOTILHO. Trata-se, tão simplesmente, de proceder a um diálogo identitário, um diálogo entre iguais que se completam na diferença que os singulariza. Certos de que têm de encontrar uma linguagem técnica adequada para o diálogo, um esperanto que permita o fortalecimento dos laços entre as respectivas ciências. Nisso se traduz a multidisciplinariedade na procura da resolução da questão ecológica. Em suma o discurso ético não pode ser alheio à ecologia, nem esta, enquanto ciência, se pode apresentar como substituto de princípios éticos, quaisquer que sejam esses princípios, sob pena de faltar a base que confere coerência às ações e comportamentos humanos em relação à envolvente ambiental e se cair no caos das escolhas individuais ou em derivas autoritárias movidas por interesses ou ideologias”. En este contexto, la incipiente conciencia ecológica exige un cambio en los patrones que han guiado el desarrollo económico hasta hoy. Puede decirse que esta moderna conciencia ambiental encuentra su primer antecedente en las manifestaciones del movimiento ecologista de los años 6024. La conciencia ecológica moderna debe defender una actitud que vea las consecuencias del Antropoceno como un problema ético que afecta dramáticamente al bienestar de la vida en el planeta y que, tiene una trascendencia política, social y económica para la humanidad. Esta conciencia debe basarse en raíces éticas, articulando valores y modelos de conducta. Los nuevos valores ecológicos deben guiar las relaciones sociales contemporáneas, creando una nueva concepción ética que supere la cosificación del medio ambiente. Dentro de esta nueva postura, el valor de la solidaridad y el Principio de Responsabilidad son postulados esenciales para asegurar el futuro de la vida en el planeta. La conciencia ecológica, arraigada en los distintos ámbitos intelectuales25, representa, en cierto modo, un nuevo estado de madurez ética -y no una nueva ética- que orienta las elecciones y opciones del ser humano en su interacción con el ambiente natural y que exige una nueva actitud a la hora de analizar y resolver los problemas ambientales. 22 Traducción propia del texto original consultado en portugués. 23 Traducción propia del texto original consultado en portugués. 24 Sobre las diferentes corrientes del ecologismo. cf. Joan Martínez Alier (2021). 25 Sobre la difusión de la consciencia ecológica cf. Ramón Martín Mateo (1991). El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 42 43 ENTENDIENDO EL ANTROPOCENO A PARTIR DEL PARADIGMA DE COMPLEJIDAD: ¡TODO ESTÁ INTERCONECTADO! 03 — Un día es el aumento del nivel del agua; otro, la erosión del suelo; en la noche, el derretimiento acelerado de las hieleras. En el noticiero de las ocho, entre los relatos de crímenes de guerra, somos informados de que millares de especies están prestes a desaparecer antes mismo de haber sido debidamente identificadas. Todos los meses las mediciones de CO2 en la atmósfera se muestran peores que las estadísticas de desempleo. Todos los años nos dicen que este es el año más caliente desde que las estaciones meteorológicas iniciaron las mediciones. El nivel de los mares solo sube y el litoral está cada vez más amenazado por las tempestades de primavera. Cada campaña de medición del océano lo encuentra más ácido. Es lo que los periódicos llaman de vivir en la época de una “crisis ecológica”. 27 Bruno Latour (2020) 28 26 Imagen disponible en: https://museudoamanha.org.br/livro/es/10-vivendo-no-antropoceno.htm .Acceso en: 05 de diciembre de 2021. 26 27 Traducción del texto original consultado en portugués. 28 Earth´s core. Imagen disponible en: https://globaia.org/geophanies. Acceso en: 05 de diciembre de 2021. https://museudoamanha.org.br/livro/es/10-vivendo-no-antropoceno.htm https://globaia.org/geophanies El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 44 45 La Tierra está caracterizada por una sutil red de conexiones ocultas29 . Dentro del engranaje natural, la complejidad ecológica es una significativa marca del metabolismo de la Tierra. Como explica Edgar Morin (2002, p. 47), la Naturaleza se desorganiza y reorganiza constantemente permitiendo la vida a través de un complejo engranaje articulado. James Lovelock formuló, en 1970, la Hipótesis Gaia, mediante la cual sostiene que la Tierra es un complejo sistema activo que se autorregula, teniendo como objetivo mantener el equilibro de las condiciones ecológicas que permitan la vida en el planeta 30. Sobre la complejidad de la Naturaleza, Arias Maldonado (2018, p. 67) resalta que se trata de, una entidad autogenerativa y autosostenible, definida por un télos, o sea, la capacidad para mantener su organización interna en presencia de fuerzas externas y de ejercer su propia fuerza en el medio ambiente en que se desenvuelve a fin de mantener su integridad. Es, por tanto, Aquello que ha empezado a existir, continúa existiendo y, finalmente, se desintegra o decae, dejando con ello de existir, en principio, con completa independencia respecto de la intencionalidad o voluntad humana, de su intervención, control o manipulación. Continúa indicando el autor español que debemos entender que “la Tierra constituye un sistema complejo, esto es, un sistema de fuerzas y flujos interconectados de forma intrincada y potencialmente inestable” (ARIAS MALDONADO, 2018, p. 40). La Naturaleza “es una realidad multiforme compuesta por seres y procesos particulares; una multiplicidad viva que también se configura como una dinámica red de relaciones” (ARIAS MALDONADO, 2018, p. 208). Diana Coole y Samantha Frost, citadas por Arias Maldonado (2018, p. 112), destacan las complejas conexiones que caracterizan la vida en la Tierra, al indicar que, Nuestra existencia depende en cada momento de una miríada de microorganismos y especies más elevadas, de nuestras apenas comprendidas reacciones celulares y corporales, de distantes movimientos cósmicos, de los artefactos materiales y elementos naturales que pueblan nuestro entorno, así como de las estructuras socioeconómicas que producen y reproducen las condiciones de nuestra vida cotidiana. La Tierra se formó hace aproximadamente 4,5 billones de años. Si pudiéramos contar la historia de nuestro Planeta en veinticuatro horas, podríamos afirmar que nuestros primeros antepasados aparecieron en el último minuto del día (hace aproximadamente 200.000 años), y el ser humano moderno sólo entró en escena en el último segundo del día (hace aproximadamente 10.000 años). Desde que el ser humano habita el planeta, las diversas actividades que realiza han causado algún tipo de impacto en el entorno natural. Los problemas relacionados con la calidad ambiental no son una novedad de nuestro tiempo, existen desde hace mucho tiempo y la historia está llena de ejemplos. El ser humano es Como explica Cecilia Polacow Herog (2013, p. 35, 36 y 38), En el período anterior a la sedentarización, los seres humanos eran integrados a la naturaleza y sabían que dependían de ella para sobrevivir. Pese a ello, modificaron los ecosistemas de manera sutil y llevaron varias especies de animales a la extinción a través de la caza intensiva. (…) Hace aproximadamente 12 mil años, tuvo inicio un proceso de transición, con la domesticación de animales y vegetales, originando la agricultura y la intensificación de la cría de mamíferos. (…) Esa evolución llevó a la sedentarización, a un cambio radical en la estructura social y a un nuevo orden económico. Esa importantísima transición es conocida como “Revolución del Neolítico”. Sin embargo, no se trató de una verdadera revolución, ya que llevó millares de años para que sucediera. Estudios señalan que tal proceso haya pasado primero en las montañas de Zagros, en el actual Irán. (…) Es importante resaltar que la explotación exhaustiva de los recursos naturales, con eliminación de ecosistemas nativos y de la biodiversidad, colaboró expresivamente para el declino y el colapso de numerosas civilizaciones a lo largo de la historia. Algunos ejemplos son: la isla de Pascua; la civilización anasazi en el sudoeste de los Estados Unidos; los mayas en la Península de Yucatán, en México; y hasta el imperio romano, con su inmensa extensión y poder. Actualmente, el Antropoceno, como fenómeno multifocal, vino a comprometer la forma en que funciona el sistema biofísico de la Tierra y, consecuentemente, a provocar intensos debates sobre sus implicaciones en la forma en que está organizada la sociedad de la Segunda Modernidad. A pesar del breve lapso del Homo Sapiens sobre la Tierra, las actuales evidencias científicas advierten que, en los últimos doscientos años, el elevado impacto de la huella ecológica ha desencadenado una nueva era geológica: el ¡ANTROPOCENO! Con la llegada de la Revolución Industrial, la explotación constante y acelerada del ser humano empezó a comprometer seriamente el equilibrio ambiental. Lo que hasta entonces era un impacto ambiental concreto y localizado se convirtió en un problema global de consecuencias imprevisibles. Desde la filosofía del racionalismo ilustrado, la relación Sapiens-Naturaleza se convirtió en una relación tensa. La Revolución Industrial del Siglo XIX y la Gran Aceleración tecno-científica de siglo XX aumentaron esa tensión. La intensidad de las actividades orientadas para el crecimiento 31 económico comenzó a comprometer la capacidad de resiliencia de la Naturaleza, provocando una sobrecarga ecológica que no respeta los límites biofísicos. 3.1 EL HOMO SAPIENS Y SU HUELLA SOBRE LA TIERRA 29 Al respecto son de enorme interés las obras de Capra: CAPRA, Fritjof. (2005); CAPRA, Fritjof; LUISI, Pier Luigi (2014). 30 Para profundizar, consultar: James Lovelock (2006). 31 Imagen disponible en: https://imgur.com/r/images/YrcqG .Acceso en: 07 de diciembre de 2021. 31 https://imgur.com/r/images/YrcqG El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo El Antropoceno en la Sociedad de Riesgo 46 47 A partir de ese momento, los problemas ambientales, antes locales y corregibles, pasaron a alcanzar carácter sinergético, intemporal y global. La relación ser humano y Naturaleza pasó a ser marcada por el utilitarismo antropocéntrico32. La especie humana creó el capitalismo, la democracia, y los derechos humanos; también avanzó en el campo de la tecnología y la medicina, se interconectó a nivel global y conquistó cada rincón del espacio físico de la Tierra. No obstante, al mismo tiempo que el Homo Sapiens alcanzó todos esos grandes logros, desencadenó un complejo engranaje denominado Antropoceno. El Antropoceno, desde una perspectiva multifocal, exige un Pensamiento Complejo que permita entender las estrechas relaciones existentes entre la historia natural y la historia cultural. 33 Para Latour (2020, p. 28-29) “estamos lidiando de hecho con un único y mismo concepto que consiste en dos partes, eso demuestra que las partes son mantenidas juntas por un núcleo común que distribuye las diferencias entre ellas.” El Antropoceno es un fenómeno que trasciende el conocimiento de las estadísticas geológicas. Su complejidad supone superar la aparente contradicción entre el tiempo social, construido por el ser humano y el tiempo de la Tierra, reconociendo la relación de profunda dependencia del Homo Sapiens con su entorno natural, y, consecuentemente, exigiendo una profunda reflexión sobre la manera de replantear el Pacto de la Modernidad, reformulando las antiguas ideologías políticas y económicas, modificando los institutos jurídicos anclados en el tiempo y, sobre todo, discutiendo nuevas posibilidades éticas capaces de una visión de alteridad y respeto por la Naturaleza, que ha sido invisibilizada en los procesos de decisión del desarrollo, como si fuese un “otro” ajeno a la condición humana. En palabras de Arias Maldonado (2018, p. 103, 222) Si el Antropoceno designa la época geológ