69 This work is licensed under Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International Rev. estudiantil de Filosofía Tolle Lege, N. 1, 69-77, Julio-Diciembre 2024 ISSN: 2215-4493 La relación de Goethe y Spinoza I parte Hans Naether Traducción de Arturo Rojas Alvarado Hans Naether, Maestría en Artes, State University of Iowa, 1918. La traducción y restauración del presente texto se realiza a partir del capítulo sexto de la tesis por el grado de maestría en Artes de la Universidad estatal de Iowa, presentado en 1918, titulado The pantheism of Goethe in its relation to that of Spinoza, pp. 30-37. Por su antigüedad es de dominio público. Recibido: 10/08/2024 Aprobado: 18/08/2024 Arturo Rojas Alvarado (https://orcid.org/0000-0002-2085-9889). Bachiller en filosofía (UCR) y Licenciado en Administración pública (UCR). Dado que Goethe y Spinoza tienen muchas ideas en común, el primero podría ser llamado spinozista. Este capítulo estará dedicado a la discusión de su relación filosófica. Se verá que Goethe no aceptó las ideas de Spinoza de manera servil. De hecho, las tendencias panteístas fueron manifestadas en el alma de Goethe antes de que hubiese leído a Spinoza. Lavater, a quien Goethe acompañó en su camino de Ems a Frankfurt, reporta la siguiente conversación que se entabló entre ellos: Goethe me contó muchas cosas sobre Spinoza y sus escritos. Él sostenía que el filósofo estaba en completa armonía con las enseñanzas del propio Salvador. No existe duda en su mente sobre la sinceridad de Spinoza y la franqueza de su carácter. Incluso aquellos en altas posiciones le pedían consejo en las materias más importantes. Él podía justamente ser llamado homo temperatissimus. Prudencia y desinterés fueron rasgos de su carácter. El número de sus admiradores, por lo tanto, era extenso. A pesar de que negara los profetas del Antiguo testamento, era un profeta en sí mismo. Sus palabras respiraban el espíritu de la humanidad y la sinceridad.1 https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/?ref=chooser-v1 70 ARTURO ROJAS ALVARADO Rev. estudiantil de Filosofía Tolle Lege, N. 1, 69-77, Julio-Diciembre 2024 ISSN: 2215-4493 Esta conversación nos brinda una idea de la profunda influencia que el filósofo ejerció sobre Goethe. Spinoza se convirtió en su ídolo. Será interesante señalar cuánto Spinoza fue el prototipo de Goethe, pero nos cuidamos de la idea de que ellos concordaron en todo punto particular. Ellos difirieron, por instancias, en su concepción de la naturaleza. Aun así, primero consideremos las similitudes en los pensamientos y escritos de ambos: Fue en 1773 cuando Goethe repentinamente se volvió a Spinoza. La posterior influencia sobre el poeta estuvo presente a lo largo de toda su vida. Goethe experimentó gran comodidad de los libros de Spinoza, a pesar de que estos fueran considerados ateístas. En sus viajes, Goethe a menudo leyó la inspiradora Ética. Pero sería erróneo decir que Goethe estuvo completamente satisfecho con este sistema. Sus propias palabras, las cuales escuchamos citadas frecuentemente: “Dos almas, ¡ay!, habitan en mi pecho”, indican que el poeta nunca tomó completamente una postura filosófica. En las citaciones posteriores de sus escritos se mostrará esta inconsistencia e inquietud interior en el poeta. Sin embargo, esa unidad interna la cual él nunca alcanzó, nunca la deseó devotamente. Él indica: Teilen kann ich nicht das Leben, Nicht das Innen noch das Aussen. Allen muss das Ganze geben, Um mit Euch und mir zu hausen. Immer hab’ ich nur geschrieben, Wie ich fühle, wie ich’s meine. Und so spalt’ ich mich, ihr Lieben, Und bin immerfort der Eine.”2 Lo que Goethe vio y sintió fue aquello que Spinoza probó y definió. El universo eterno, que fue para el filósofo un teorema, fue para el poeta materia de las emociones. Goethe abraza una filosofía que “confirma nuestros sentimientos originales como si fuéramos uno con la naturaleza”, como es expresado en las siguientes palabras: Su paz que todo lo reconcilia contrastaba con mi agitación que todo lo revolvía; su mesura intelectual era la contraparte de mi manera poética de sentir y expresarme, e incluso la inflexible regularidad de su proceder lógico, que podría ser considerado poco apto para temas morales, me hizo su más apasionado estudioso y su devoto admirador. Mente y corazón, entendimiento y sentido, fueron dibujados juntos con una inevitable afinidad electiva, y esto al mismo tiempo produjo una íntima unión entre los individuos más diversos.3 Fundamentalmente, Spinoza y Goethe estuvieron en armonía respecto a los siguientes puntos: 71 LA RELACIÓN DE GOETHE Y SPINOZA Rev. estudiantil de Filosofía Tolle Lege, N. 1, 69-77, Julio-Diciembre 2024 ISSN: 2215-4493 1. La unidad de Dios y el Mundo. 2. La divinidad de la Naturaleza. 3. La determinación del Universo y todos los seres por la necesidad. 4. Dios como Causa Immanens del Mundo.4 Que ambos estuvieron en acuerdo respecto a los primeros tres puntos es generalmente concedido, mientras que la contienda respecto a que estuvieran de acuerdo con la cuarta proposición es materia de opiniones diversas, pues no todos los críticos se expresan afirmativamente al respecto. Goethe no sintió la necesidad de probar la unidad y divinidad de la naturaleza. En el seno de la naturaleza creativa, él vio fuerzas divinas trabajando. En su alma, experimentó el mundo infinito. Lleno de reverencia y profunda contemplación, él pudo admirar las fuerzas invisibles. Al ave en el aire, al gusano en el camino, los llamó sus hermanos, pues sintió el poder divino en todas partes y la unidad de la naturaleza le fue revelada directamente en todos los seres vivientes. En una conversación con Eckermann, Goethe afirma: ¿Acaso Dios no dotó al ave con este eterno amor hacia sus crías? Y si lo mismo no puede ser dicho de todas las criaturas vivientes en la naturaleza, el mundo no podría existir. Así, el poder divino es difundido en todas partes y el eterno amor de Dios fue efectivo en todos sus seres.5 En un aforismo, Die Natur, encontramos estas remarcables palabras: “Confío en ella (la naturaleza): ella me comanda. Ella no odiará su obra. Hablo con ella. Ella ha hablado. Todo es su culpa o su mérito”. Otra importante sentencia es encontrada en Zahme Xenien, 260, donde Goethe va un paso más allá, diciendo: “Cuanto más tienes el sentimiento de ser un humano, más te pareces a los dioses”. Aunque estas palabras nada expresan más que sobreestima propia, para Goethe son la más alta forma de reverencia. Él está de acuerdo con el argumento de Spinoza: “Cuando decimos que la mente humana percibe esta o aquella cosa, no decimos otra cosa sino que Dios, (…) tiene esta o aquella idea.”6 A lo cual encontramos esta misma idea expresada en la primera parte de Faust7: Wo fass’ ich dich, unendliche Natur? Such’ Brüste, wo? Ihr Quellen alles Lebens, An denen Himmel und Erde hängt, Dahin die welke Brust sich drängt, Ihr quellt, ihr tränkt, und schmacht’ ich so vergebens?8 72 ARTURO ROJAS ALVARADO Rev. estudiantil de Filosofía Tolle Lege, N. 1, 69-77, Julio-Diciembre 2024 ISSN: 2215-4493 Una cita de Pfleiderer arrojará más luz en la íntima relación entre la concepción de Dios-Naturaleza en Spinoza y la perspectiva de Goethe: Spinoza hizo a la inviolable regularidad del mundo la piedra angular de su pensamiento, él quien vio en el orden regular y conexión inquebrantable de todo lo que sucede la omnipotencia de la naturaleza creadora o la causalidad de Dios inmanente en el mundo, y fue quien, en su conocimiento del Uno incondicionado, condicionante del todo, había encontrado emancipación de la tiranía de las pasiones y la beatitud del reposo en el amor intelectual a Dios. Esta idea de Dios fue para Goethe la fundación de su mundo moral. La dependencia a esta eterna ley divina, la cual incluso la deidad no podría cambiar, fue bálsamo para el alma apasionada de nuestro filósofo-poeta. Los siguientes pasajes contienen el pensamiento de la dependencia de Dios como el fundamento de su mundo moral. Fausto le dice a Margarita, cuando ella le interroga sobre su creencia en Dios, que él cree en un poder que lo incluye todo, mantiene todo y sostiene todo. Él le dice: En una carta escrita a Jacobi el 5 de mayo de 1786, Goethe vigorosamente protesta contra el antropomorfismo: Yo me apego más y más a la admiración por el Dios de Spinoza y te dejo a ti llamar religión a lo que veas que quepa llamarla. Tú enfatizas en la fe a Dios, yo afirmo: debemos contemplar a Dios. Spinoza habla de la scientia intuitiva, diciendo, ‘Hoc cognoscendi genus procedit ab adaequata idea essentiae formalis quorundam Dei attributorum ad adaequatam cognitionem essentiae rerum.’ Esas pocas palabras me brindan gran confort; dándome coraje para dedicar toda mi vida a la contemplación de aquellas cosas que puedo obtener por mí.9 Llamar a Dios persona sería una humillación y rebajar su dignidad. El infinito, sin límites, eterno Dios y Naturaleza fue el pensado por Spinoza y Goethe. Dios y naturaleza son inseparables. Si el cristianismo debe enseñar que Dios está separado o fuera de la naturaleza, Goethe preferiría unir fuerzas con los paganos y exclamar con el orfebre de Éfeso, “¡Grande es Diana de los efesios!”10. Goethe, el poeta, en primer lugar, elogia la confianza en sí mismo (Selbstsicherheit). Esta idea se sustenta en el hecho de considerarse una parte del todo poderoso que está gobernado de acuerdo con la ley inviolable, eterna. Esto es estrictamente una idea de Spinoza. La idea de Selbstsicherheit no fue la dominante en Prometheus. Este desafió a los dioses, rebelándose incluso contra el propio Zeus. Esta 73 LA RELACIÓN DE GOETHE Y SPINOZA Rev. estudiantil de Filosofía Tolle Lege, N. 1, 69-77, Julio-Diciembre 2024 ISSN: 2215-4493 idea está en marcada contradicción con la calma y tranquilidad del alma en Spinoza. Goethe tenía una mente inquieta, turbulenta, sin embargo, este rasgo particular de confianza en sí mismo, tan expresamente sostenido por Spinoza, dejó una profunda y duradera impresión en él. Las siguientes palabras del poeta son, podríamos decir, una reproducción del pensamiento de Spinoza: Hier meine Welt, mein All! Hier fühl ich mich! Hier alle meine Wünsche In körperlichen Gestalten! Meinen Geist so tausendfach Geteilt und ganz in meinen teuren Kindern.11 Debemos actuar de acuerdo con nuestra naturaleza: esto es la más alta perfección. Otro de los pensamientos de Spinoza es expresado en este poema: la naturaleza ordena de acuerdo con leyes eternas que no pueden ser alteradas incluso por el propio Dios: Und welch ein Recht, Ergeizen sich die stolzen Bewohner des Olympus Auf meine Kräfte? Sie sind mein, und mein ist ihr Gebrauch.12 Además, parecería que la concepción de la relatividad del bien y el mal, como es expresado en este poema, es el mismo que el sostenido por nuestro filósofo: Ihr seid nicht ausgeartet, meine Kinder, Seid arbeitsam und faul, Und grausam, mild, Freigebig, geizig, Gleichet all euren Schicksalsbrüdern, Gleichet den Tieren und den Göttern13 La intención de Goethe, expresada en su Prometheus, no necesita mayor elucidación. Él declara que seguirá su propio genio, confiándose en sí plenamente, desafiando al mundo y su resistencia. Como la naturaleza, creará obras poderosas. Este es su ideal. El tema del poema es el poder colosal para crear. Eso representa el poder de voluntad en competencia con el poder de actuar. En este respecto, Goethe se encuentra en oposición a la opinión preponderante de su tiempo, como Spinoza hizo cuando residió entre los hijos de los mortales. El hombre bajo el dominio de la ‘Tormenta e ímpetu’ descubrió en el tranquilo y siempre ecuánime Spinoza ciertos rasgos que le apelaban fuertemente. La similitud de las ideas expresadas en el Prometheus con las de Spinoza no deberían, aun así, ser tomadas como prueba de un discipulado inequívoco por parte de Goethe. Caro podría tener razón en su opinión respecto a que “Goethe était plus de la famille de Spinoza 74 ARTURO ROJAS ALVARADO Rev. estudiantil de Filosofía Tolle Lege, N. 1, 69-77, Julio-Diciembre 2024 ISSN: 2215-4493 que de son école.”14 Adherimos un pasaje de Dichtung und Wahrheit, en el cual Goethe dice, “La Naturaleza trabaja de acuerdo con leyes eternas, que incluso como deidad no puede cambiar… Se reflexiona cómo un fenómeno natural que apunta a la razón, al entendimiento, provoca asombro e incluso da horror”. En Die Natur (1783) leemos, “Se obedece a las leyes de la naturaleza incluso cuando se les resiste; se trabaja con ella incluso cuando se intenta trabajar en su contra. De acuerdo con la ley por la cual has venido aquí, así debes ser, no es posible liberarse. Condiciones y leyes, y toda volición es decretada, y en presencia de la voluntad el capricho es silenciado.” Unas cuantas líneas de Metamorphose der Tiere (1819) podrían ser insertadas aquí apropiadamente: Doch im Inneren scheint ein Geist gewaltig zu ringen, Wie er durchbräche den Kreis, Willkür zu schaffen den Formen, Wie dem Wollen; doch was er beginnt, beginnt er vergebens. (Sin embargo, parece que un espíritu interior lucha con fuerza Esforzándose por romper el círculo y las formas dotar con discreción. Así como la voluntad; pero, esforzándose en cuanto puede, su lucha sigue siendo en vano.) El testimonio de Schiller fortalecerá grandiosamente la aserción de que Goethe estaba en completa armonía con el filósofo Spinoza. Él reconoció en una fecha temprana que era imposible para Goethe ser nada excepto spinozista, que significaría la destrucción de su naturaleza hermosa e ingenua si se convirtiera en un libertario. También le dijo a Goethe que no encontraría nada similar en Kant y le advirtió no adherirse a la filosofía kantiana. En su viaje a Italia Goethe escribe (6 de sept., 1787), “Las grandes y hermosas obras de arte todavía han sido creadas por el humano de acuerdo con las leyes verdaderas y naturales. Aquí todo capricho, todo lo asumido, cae sobre tierra. Ahí está la necesidad, ahí está Dios”. En el libro 16 de su Dichtung und Wahrheit, Goethe dice: “He llegado a la convicción de que mi talento poético innato es simplemente naturaleza”. La doctrina expresada en los pasajes anteriores dirige a Goethe a confiar en Dios todas sus acciones y emprendimientos. Él cree que Dios lidia con nosotros como considera bien. Dios es más poderoso y sabio que nosotros: trata con nosotros de acuerdo con su buen parecer. Vivimos tanto tiempo, acierta a decir Goethe, como Dios ha determinado. En su Wilhelm Meister dice, “Él no 75 LA RELACIÓN DE GOETHE Y SPINOZA Rev. estudiantil de Filosofía Tolle Lege, N. 1, 69-77, Julio-Diciembre 2024 ISSN: 2215-4493 parece decir nada más que el ser humano, a pesar de su necedad y sus errores, está dirigido por una mano superior, que al final llegará a un final feliz”. Somos, por lo tanto, de la opinión de que Goethe y Spinoza están de acuerdo respecto a la doctrina del determinismo. El mundo, así como también los individuos, están sujetos a las eternas, inviolables e incambiables leyes de Dios. Notas [1] Traducido por el autor al inglés. [2] La vida, para mí, resiste a la división, Tanto la interna como la externa. El todo debe ser dado a todo, Así, tú y yo estamos en comunión. Eso es todo lo que he estado escribiendo, Lo cual profundamente siento y aprecio. Así, una división debo sufrir, Aun manteniéndome uno y el mismo. (El texto proviene de las Zahme Xenien [nota del traductor]). [3] El pasaje proviene de Dichtung und Wahrheit, XIV (nota del trad.). [4] Pfleiderer, Goethe. [5] 29 de mayo, 1831. [6] Del corolario de la onceava proposición de la segunda parte de la Ética (E2p11c). Se agrega el paréntesis pues la cita está cortada (nota del trad.). [7] De Faust, vv. 455-9. La traducción de Naether (nota 6) parece no apegarse a la fuente alemana brindada por él. Aun así, se traduce del inglés apegado a la versión del autor (nota del trad.). [8] ¿Por dónde te asiré, naturaleza infinita? Por tus pechos, tus fuentes de toda vida, donde Cuelga cielo y tierra, de donde el alma arruinada Anhela dibujar dulce consuelo, todavía rondas, Tus dulces y alentadoras mareas, ¿dónde estás?, ¿dónde? [9] Traducido por el autor al inglés. [10] Del poema Gross ist die Diana der Epheser. [11] El autor no brinda la traducción de esta y la cita siguiente, por lo cual se refiere a la versión en prosa de Cansinos: “¡Aquí es donde está mi mundo, mi universo! ¡Aquí es donde a mí mismo me siento! ¡Realizados veo aquí en figura corpórea mis anhelos todos! ¡Mi espíritu repartido en miles de pociones e íntegramente al par en mis dilectos hijos!” (nota del trad.). [12] Igual al anterior (nota 11), la versión de Rafael Cansinos de este fragmento de Prometheus: “¿Qué derecho podrían, pues alegar sobre mis energías esos soberbios moradores del Olimpo? Mías son y mío el empleo que de ellas haga” (nota del trad.). [13] No sois degenerados, hijos míos, Sois laboriosos y ociosos, Crueles y amables, Generosos y codiciosos, Igual a los hermanos de vuestro destino, Igual tanto a los animales como a los dioses. [14] “Goethe fue más de la familia de Spinoza que de su escuela” (Al parecer de Elme-Marie Caro, La philosophie de Goethe [nota del trad.]). 76 ARTURO ROJAS ALVARADO Rev. estudiantil de Filosofía Tolle Lege, N. 1, 69-77, Julio-Diciembre 2024 ISSN: 2215-4493 Bibliografía Las referencias marcadas con un asterisco indican que no hay certeza del nombre debido a que no es completamente legible en el texto original. La bibliografía está ordenada y numerada de la forma en que lo hizo el autor y corresponde a la bibliografía total de la tesis. El formato es el usado por el Naether. 1. Goethe’s Werke. 2. Spinoza, Ethica. 3. Perry, Approach to Philosophy, Ch. 1, p. 51. 4. Fossler, The Philosophy of Goethe’s Faust. 5. Santayana, Three Philosophical Poets. 6. Hibbert Journal, The World View of a Poet, Thiely. 7. Caird, Edward, Literature and Philosophy. 8. Strong, The Great Poets and Their Theology. 9. Carlyle, Essay on Goethe. 10. Chamberlain, B.S., Immanuel Kant, Volume 1, Pages 18-98. 11. 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