UNIVERSIDAD DE COSTA RICA SISTEMA DE ESTUDIOS DE POSGRADO COMPARACIÓN DE ENFOQUES DE DIPLOMACIA CULTURAL EN GUATEMALA, EL SALVADOR, PANAMÁ Y COSTA RICA: TENDENCIAS ACTUALES Y BUENAS PRÁCTICAS PARA LA GESTIÓN COSTARRICENSE Trabajo final de investigación aplicada, sometido a consideración de la Comisión del Programa de Estudios de Posgrados en Administración Pública para optar al grado y título de Maestría profesional en Diplomacia RUBÉN SALAS PEREIRA Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, Costa Rica 2022 ii Dedicatoria A Isabella, Luly, mi razón de ser. A Silvia, por su confianza y apoyo. A la Madre, mi inspiración profesional. Al Padre, quien con su apoyo y alegría de siempre hubiera disfrutado este momento. QEPD . iii Agradecimientos Agradezco a doña Bernardina Vargas (doña Nina), por su invaluable apoyo y por su amable y fina dirección durante el desarrollo de este trabajo de investigación aplicada. A la Embajadora Carmen Claramunt, por su inspiración en la materia de diplomacia cultural, y por la especial ayuda en el enfoque y la redacción de este trabajo. A don Jaime Camacho, por su apoyo como asesor de esta investigación. A la Academia Diplomática Manuel María de Peralta por la oportunidad de prepararme en diplomacia. A mi madre, por su constante apoyo e inspiración, demostrando con su ejemplo que la preparación profesional se debe procurar siempre y que debemos avocarnos a esa tarea con entusiasmo durante toda la vida. A Silvia, por su confianza durante todos estos años para el desarrollo de la investigación y el trabajo. A Isabella, por su sonrisa que inspiró y dio sentido sin saberlo, a la redacción de este documento. iv “Este trabajo final de investigación aplicado fue aceptado por la Comisión del Programa de Estudios de Posgrado en Administración Pública de la Universidad de Costa Rica, como requisito parcial para optar al grado y título de Maestría Profesional en Diplomacia.” M.Sc. Victor Garro Martínez Representante de la Decana Sistema de Estudios de Posgrado MSc. Bernardina Vargas García Profesora Guía Dra. Carmen Claramunt Garro Lectora M.Sc. Jaime Camacho Soto Lector M.Sc. Victor Porras Fernández Representante del Director del Programa de Posgrado Rubén Salas Pereira Sustentante v Tabla de contenidos Dedicatoria…………………………………………………………………………...…..ii Agradecimientos………………………………………………………………………...iii Hoja de aprobación……………………………………………………………………..iv Resumen……………………………………………………………………………..…vii Summary…………………………………………………………………………..…...viii Lista de Cuadros………………………………………………………………………..ix Lista de Figuras………………………………………………………………………....x Lista de Abreviaturas……………………………………………………………........xv Capítulo 1. Introducción ……………………………………………………………...1 1.1 Justificación……………………………………………………………… ... 9 1.2 Importancia…………………………………………………………… ..... 12 1.3 Objetivos………………………………………………………………… .. 15 1.4 Alcance…………………………………………………………………… 16 1.5 Limitaciones…………………………………………………………… .... 18 1.6 Metodología…………………………………………………………........ 19 1.6.1 Tipo de investigación……………………………………… .... 19 1.6.2 Instrumentos metodológicos………………………………… 20 1.6.3 Fuentes……………………………………………………....... 21 Capítulo 2. Marco conceptual de la diplomacia cultural. ………………… ........ 23 2.1 Noopolítica, netpolitics, noosfera y diplomacia pública………………30 2.2 Diplomacia tradicional versus diplomacia pública…………………… 32 2.3 Poder blando, poder duro, diplomacia pública… …………………… 33 2.4 Poder inteligente………………………………………………………… 34 vi 2.5 Poder tangible y poder intangible……………… ………………………35 2.6 Diplomacia cultural y cultura…………………………………………… 36 Capítulo 3. Diplomacia cultural en Guatemala, El Salvador, Panamá y Costa Rica… .......................................................................................... 42 3.1 Diplomacia cultural en Guatemala………………… .......................... 43 3.1.1 Política Cultural. En el Marco General de la Política Exterior de Guatemala… ............................................................. 47 3.1.2 Plan de Acción de la Política Cultural. En el Marco de la Política Exterior de Guatemala…………………………………. 51 3.2 Diplomacia cultural en El Salvador………… …………………………57 3.3 Diplomacia cultural en Panamá………………… ..... …………………62 3.4 Diplomacia cultural en Costa Rica . ……………………………………71 Capítulo 4. Estudio Comparado del abordaje de la diplomacia cultural en Guatemala, El Salvador, Panamá y Costa Rica … ............... 79 Capítulo 5. Buenas prácticas instrumentales para la gestión de la diplomacia cultural costarricense. .......................................................... 86 5.1 Buenas prácticas instrumentales a partir de la revisión bibliográfica………………… .................................................................... 87 5.2 Buenas prácticas instrumentales a partir del estudio comparado…………… ................................................................. ………89 5.3 Propuesta de un programa estratégico para la acción cultural exterior de Costa Rica …… .................................................................... 94 Capítulo 6. Conclusiones ……………………………………………………… ... 103 Capítulo 7. Recomendaciones …………… ...... …………………………………110 Referencias Bibliográficas……………………………………………………… ... 112 Anexo 1. Fotografías de las visitas realizadas a Guatemala y El Salvador… 121 Anexo 2. Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala………………… ................................................. 124 vii Anexo 2. Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala………………… ................................................. 124 Anexo3. Plan Operativo Oficina de Asuntos Culturales, Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador. 2017………………… ............................................ 137 viii Resumen La diplomacia cultural ha sido ampliamente utilizada por los Estados a lo largo de los siglos para convencer, seducir y sensibilizar a través de elementos simbólicos en favor de sus intereses políticos, económicos y de cooperación. Como instrumento de la diplomacia pública y del soft power, ha permitido ingresar hábilmente en nuevas culturas, y permear positivamente en las ya conocidas, no solo para fortalecer los lazos ya existentes de amistad, comerciales y políticos, sino para abrir nuevas oportunidades y construir nuevos puentes, en apoyo a los intereses nacionales. Son múltiples los casos de éxito en el mundo, entre los cuales se reconoce el amplio trabajo de penetración cultural que realizan por ejemplo instituciones adscritas a los Ministerios de Relaciones Exteriores, como es el caso del British Council, el Instituto Goethe, y la Alianza Francesa. El presente trabajo de investigación describe las acciones recientes de acción cultural exterior desde una perspectiva institucional en Guatemala, El Salvador, Panamá y Costa Rica, seleccionados por la proximidad no solo geográfica, sino además por las similitudes poblacionales, económicas y culturales, con el objetivo de explorar la posibilidad de distinguir en ellas algunas buenas prácticas para la gestión costarricense. Con ello se pretende aportar insumos al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Cosa Rica, para el desarrollo, deseablemente en el corto plazo, de una estrategia robusta de acción cultural exterior, dentro de su modelo de gestión pública y relaciones internacionales. ix Summary Cultural diplomacy has been widely used by States over the centuries to convince, seduce, and sensitize through symbolic elements in favor of their political, economic and cooperation interests. As an instrument of public diplomacy and “soft power”, it has made it possible to skillfully enter new cultures, and positively permeate those already known, not only to strengthen existing friendship, commercial and political bonds, but to open new opportunities and build new bridges, in support of national interests. There are many success stories in the world, among which is recognized the extensive work of cultural penetration carried out, for example, by institutions attached to the Ministries of Foreign Affairs, such as: the British Council, the Goethe Institute, and the Alliance Française. This research report describes the recent actions of foreign cultural action from an institutional perspective in Guatemala, El Salvador, Panama, and Costa Rica, selected for the proximity not only geographical, but also for their populational, economic, and cultural similarities, with the aim of exploring the possibility of distinguishing in their actions some good practices for implementing a cultural diplomacy strategy in Costa Rica. This is intended to provide inputs to the Ministry of Foreign Affairs and Worship of Costa Rica, for the development, hopefully in the short term, of a robust strategy of foreign cultural action, within its public management model and international relations. x Lista de cuadros Cuadro 1. Propuesta de acciones para implementación de buenas prácticas de diplomacia cultural. Ámbito administrativo………………..................95 Cuadro 2. Propuesta de acciones para implementación de buenas prácticas de diplomacia cultural en el Ministerio de Relaciones. Cultura para la diplomacia……………….……………………………………..……………...97 Cuadro 3. Propuesta de acciones para implementación de buenas prácticas de diplomacia cultural en el Ministerio de Relaciones. Diplomacia para la cultura………………………….……………………………………………....99 Cuadro 4. Propuesta de acciones para implementación de buenas prácticas de diplomacia cultural en el Ministerio de Relaciones. Cultura en la diplomacia………….…………………………………………………………...101 xi Lista de figuras Figura 1. Portada de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala…………………………………………………………..….48 Figura 2. Portada del Plan de Acción de la Política Política Cultural en el Marco de la Política Exterior de Guatemala……...…………………..…….…….52 Figura 3. Gráfica de interacción del Plan de Acción 2012-2016……………..56 Figura 4. Organigrama vigente del Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador………..……………………………………………………………...60 Figura 5. Portada del documento de Estrategia Nacional de Diplomacia Cultural…….…………………………………………………………………….……64 Figura 6. Portada del documento del Plan Nacional de Cooperación de la República de Panamá. Panamá Coopera 2030………………………….……..65 Figura 7. Portada del documento del Plan Estratégico Nacional con Visión de Estado (PENVE) Panamá 2030……………………………….……….66 Figura 8. Portada del documento de la Política Nacional de Derechos Culturales 2014-2023, Ministerio de Cultura y Juventud de Costa Rica……...77 Figura A.1. Visita al Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Guatemala. 16 de febrero 2017……………………………………...……...121 Figura A1.2. Visita al Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala. Reunión con la Sra. Jenny Alvarado, Subdirección de Asuntos Turísticos y Culturales. 16 de febrero 2017………………………………………………..121 xii Figura A1.3. Visita al Ministerio de Cultura y Deportes de la República de Guatemala. 16 de febrero 2017………………………………………………..122 Figura A1.4. Visita al Ministerio de Cultura y Deportes de la República de Guatemala. Reunión con el Sr. Viceministro, Max Araujo. 16 de febrero 2017…………………………………………………………………………………..123 Figura A1.5. Visita al Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de El Salvador. 17 de febrero 2017………………………………….123 Figura A1.6 Visita al Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de El Salvador. Reunión con Lic. Ana Claudia Ardón de Portillo, Directora de la Oficina de Cultura, 17 de febrero. de 2017……………….….121 Figura A2.1 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito Cultura ……………………………………………………………………..124 Figura A2.2 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito Cultura. Continuación…………………………………………………….125 Figura A2.3 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito Cultura. Continuación…………………………………………………….125 Figura A2.4 Acciones Estratégicas para implementación de la Política xiii Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito Cultura. Continuación……………………………………………………….126 Figura A2.5 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito Cultura. Continuación……………………………………………………...126 Figura A2.6 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito Cultura. Continuación……………………………………………………...127 Figura A2.7 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito deporte y recreación……………………………………………………….127 Figura A2.8 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito deporte y recreación. Continuación……………………………………..128 Figura A2.9 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito deporte y recreación. Continuación…………………………………….128 Figura A2.10 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito deporte y recreación. Continuación…………………………………….129 Figura A2.11 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: xiv Ámbito deporte y recreación. Continuación…………………………………….129 Figura A2.12 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito político………………………………………………………………………130 Figura A2.13 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito político. Continuación…………………………………….……..……...130 Figura A2.14 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito político. Continuación…………………………………………...……...131 Figura A2.15 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito político. Continuación…………………………………………………….131 Figura A2.16 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito Económico, comercial y turístico………………………………………..132 Figura A2.17 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito Económico, comercial y turístico. Continuación……………………… 132 Figura A2.18 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito Económico, comercial y turístico. Continuación……………………….133 xv Figura A2.19 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito Institucional………………………………………………………………….133 Figura A2.20 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito Institucional. Continuación………………………………………………...134 Figura A2.21 Acciones Estratégicas para implementación de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala: Ámbito Institucional. Continuación………………………………………………...134 Figura A3.1. Plan Anual Operativo. Oficina de Asuntos Culturales, Ministerio de Relaciones Exteriores. República de El Salvador………………135 xvi Lista de abreviaturas CINDE: Coalición de Iniciativas para el Desarrollo EUNIC: European Union National Institutes for Culture ICT: Instituto Costarricense de Turismo MCJ: Ministerio de Cultura y Juventud MIRE: Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá MRE: Guatemala: Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala MRE: El Salvador: Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador MREC: Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PROCOMER: Promotora de Comercio Exterior SEGIB: Secretaría General Iberoamericana UNESCO: La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura 1 Capítulo 1. Introducción La scène internationale s'est transformée sous le poids de nouveaux acteurs. Dans cette situation, une présence culturelle forte dans des pays tiers permet à un Etat d'y améliorer positivement son image, de se faire des amis, des alliés, des clients, de partager des idées, des modèles, des valeurs et des idéologies. En somme, vendre sa culture à l'extérieur aide à mieux assurer sa sécurité, à faire des affaires et à exercer une plus grande influence dans le monde. Loïc Gerbault (Loïc, 2008) Desde las épocas de las grandes civilizaciones, la diplomacia cultural ha demostrado ser una poderosa herramienta a disposición de los gobernantes para lograr el posicionamiento de los valores simbólicos de sus naciones, persuadir, seducir, atraer a extranjeros y sus voluntades, y lograr el fortalecimiento de la comprensión mutua, aumentando su poder y permitiendo la consecución de sus propósitos. Rodríguez (2014) nos dice que “la diplomacia cultural ayuda a destacar los valores y las costumbres, los estilos de vida, las manifestaciones artísticas y culturales de un país; promueve una imagen positiva en el extranjero; posicionar temas de interés; y, generar un clima de cooperación propicio a los negocios e inversiones”. Es así, como varios Estados se han dado a la tarea, algunos por varias décadas, de desarrollar estrategias formales, sistemáticas, de diplomacia cultural, fortaleciendo y reforzando su posición y reputación en el mundo. En nuestra región, es posible encontrar múltiples ejemplos de exitosa 2 diplomacia cultural (Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, 2007), donde se pueden distinguir acciones de países como México, Colombia, Perú, Chile, que han sabido a través de los años, persuadir positivamente a favor de sus pueblos. La música, el cine, el teatro, la televisión, el arte, la gastronomía, los cursos de idiomas, los intercambios académicos, entre otros, han sido medios muy efectivos para crear un ambiente propicio de relaciones entre Estados. De esta forma, se observa que diplomacia cultural abordada desde los intereses del Estado1, sirve de “anzuelo”, muy poderoso, que “arrastra” consigo grandes beneficios en diversas esferas, como el turismo, el comercio, la inversión. El aprecio internacional por la cultura de un determinado país favorece un clima conveniente para los negocios, no solo económicos, sino políticos acompañando el esfuerzo de cabildeo y las gestiones que se realizan en las arenas bilaterales y multilaterales. Tal como lo indica Lejos (2015), “actualmente, el motivo más decisivo que justifica la intervención gubernamental en cultura exterior radica en la necesidad 1 Denominada así diplomacia cultural institucional o diplomacia cultural tradicional, distinguiéndola del intercambio cultural que se produce libremente por acción de la sociedad civil, la diáspora, los grupos culturales de índole privado o académico, que suman a la construcción de una imagen y simbolismo país, y a fabricar en el imaginario de la gente una percepción integral de la realidad. UNESCO (1996)aboga por una diplomacia cultural donde los gobiernos abandonen la intervención directa, a favor de un papel en el que se facilite la acción de otros actores culturales, sin embargo se remarca que “la política cultural constituye un pilar de la política exterior […] Frecuentemente centrados en las relaciones intergubernamentales y en el desarrollo del comercio, la cooperación y los acuerdos bilaterales que siguen estando ligados a las formas tradicionales de la diplomacia cultural, donde las manifestaciones culturales se ponen al servicio de objetivos nacionales”. (UNESCO 1997 citado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá, 2018) 3 de construir un soporte internacional de confianza mutua, beneficioso en términos económicos y de prevención de conflictos”. Se busca en las relaciones culturales, como lo indican el British Council y el Instituto Goethe (2018 p.7) “mayor conectividad, una mejor comprensión mutua, relaciones más profundas, transacciones mutuamente beneficiosas y un diálogo sostenible mejorado entre las personas y las culturas, conformado a través del compromiso y la atracción en lugar de la coacción” (traducción al español del autor). Se reconoce, sin embargo, que la diplomacia cultural es un ejercicio que no produce resultados económicos a corto plazo, motivo que limita a los gobiernos a asumir estrategias en esta materia. Especialmente en América Latina, o en general en países en desarrollo, es difícil encontrar gobiernos que se comprometan a asignar presupuestos para acciones de diplomacia cultural a largo plazo, por el costo político de asignar recursos a acciones que no ofrecen resultados cuantitativos ni tangibles en el período de sus gobiernos. Dejando así de lado, quizás por desconocimiento, la posibilidad de recibir en el tiempo, grandes beneficios. Es aquí donde el convencimiento y la creatividad son fundamentales. Se reconoce, por ejemplo, que en épocas recientes la diplomacia cultural ha tomado una nueva dimensión, permitiendo una mayor agilidad y economía, tomando en 4 cuenta el amplio desarrollo de vehículos2 poderosos como la comunicación digital y virtual. Loïc (2008) indica que "La evolución de los medios de comunicación, en definitiva, sólo ha multiplicado por diez el fenómeno de instrumentalización de la cultura por la diplomacia. Especialmente porque con la globalización y el fortalecimiento del fenómeno de la "interdependencia global", no hay duda de que la diplomacia cultural se desarrollará de manera generalizada en un futuro próximo.» En Centroamérica se han empezado recientemente a observar acciones importantes en materia de diplomacia cultural y en general de diplomacia pública. Esta tendencia resulta interesante para Costa Rica por tratarse de países que no solo guardan grandes similitudes de índole geográfico, económico y cultural, sino que compiten con el país en el concierto de las naciones por beneficios políticos, de cooperación, turismo, comercio e inversiones. Es así como Guatemala cuenta hoy con la Política Cultural en el marco de la Política Exterior. El Salvador ha creado recientemente la Oficina de Diplomacia Pública luego de contar por varios años con su Oficina de Asuntos Culturales dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores, y Panamá cuenta actualmente con la Dirección de Diplomacia Cultural, que desarrolla su trabajo con base en la 2 El Centro de Estudios de Diplomacia Cultural (ICD) por sus siglas en inglés, define los cuatro componentes clave para la diplomacia cultural como: Agenda, Agente, Vehículo y Audiencia Meta. Center for Cultural Diplomacy Studies (ICD) (2016). Video Lecture for Lesson A1. The History and Theory of Cultural Diplomacy. Berlin. 2016. www. www.ccds- berlin.de/index.php?en_e-learning-programs 5 Estrategia Nacional de Diplomacia Cultural alineada al Plan Nacional de Cooperación (Panamá Coopera 2030); acciones que en su totalidad, han sido realizadas desde los Ministerios de Relaciones Exteriores respectivos, en coordinación con la institucionalidad correspondiente. Por su parte, Costa Rica sigue realizando una diplomacia tradicional sin apoyo de una estrategia de diplomacia pública o cultural. Las acciones aisladas de diplomacia cultural que se realizan desde las misiones diplomáticas adolecen de un hilo conductor. El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, posiblemente por falta de voluntad de las altas jerarquías, quizás por desconocimiento, por razones presupuestarias o cálculo político, no ha querido desarrollar una política de diplomacia cultural coordinada de mediano y largo plazo. Se ha menospreciado así, lamentablemente, el hecho que las acciones culturales en el exterior son una herramienta estratégica fundamental para afianzar el buen resultado de los esfuerzos diplomáticos y económicos. A nivel de política exterior, se ha descuidado en Costa Rica el hecho que la diplomacia cultural puede permear estratégicamente en la colectividad internacional, a favor de la defensa de la paz y el desarme mundial, de la democracia y la integridad territorial, de la promoción, la protección y el respeto por los derechos humanos fundamentales, de la promoción del desarrollo sostenible, y del respeto y fortalecimiento del Derecho Internacional, ejes estratégicos de Estado. En el campo del comercio y la atracción de turismo e 6 inversiones, el acervo cultural y su potencialidad se ha utilizado solo tímidamente, a juicio del autor, para lograr el éxito de las campañas. Después del año 2020, con la creación del Proceso de Diplomacia Económica (PDE), adscrito a la Dirección General de Política Exterior, en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto se ha dado un impulso incipiente a la internacionalización de la cultura costarricense, por ser uno de sus pilares de acción. Sin embargo, la Cancillería sigue actuando, como en el pasado, con acciones desarticuladas en cultura, donde las misiones diplomáticas realizan actividades sin una línea estratégica institucional, y más bien por los intereses e impulso de los jefes de misión y funcionarios diplomáticos interesados en el tema, con el impulso entusiasmo del Proceso de Diplomacia Económica. No se omite indicar la existencia de la estrategia Marca País3 que existe desde el 2008, la cual es impulsada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio de Comercio Exterior, Ministerio de Cultura, la Promotora de Comercio Exterior y la Coalición de Iniciativas para el Desarrollo (CINDE); sin embargo, se privilegia en ese trabajo la imagen país para asuntos comerciales y turísticos, sin un verdadero enfoque en la estrategia política y el posicionamiento del sector cultural. Por lo anterior, un estudio conceptual de las bondades de la diplomacia cultural, y un estudio comparado de las acciones culturales en el exterior de los 3 Marca País Esencial Costa Rica. Disponible en: www.esencialcostarica.com/marca-pais/ 7 países de la región, como Guatemala, El Salvador y Panamá -seleccionados por la proximidad no solo geográfica, sino además por las similitudes geográficas, económicas y culturales- resulta de valor y permitirá distinguir buenas prácticas para apoyar la gestión diplomática costarricense. Este trabajo de investigación aplicada pretende así, conocer sobre diplomacia cultural como herramienta de diplomacia pública, y bajo la metodología de un estudio comparado, conocer las acciones de diplomacia cultural que realizan los países de la región indicados, aportando insumos para la construcción de una futura política de acción cultural exterior en Costa Rica. Dada la dispersión de recomendaciones que se encuentran en la literatura, se propone además en esta investigación una clasificación basada en la taxonomía propuesta por la Royal Society y la American Association for the Advancement of Science (AAAS) para la diplomacia científica (Royal Society, 2010)4, que tomaremos prestada y ajustaremos a la materia de diplomacia cultural. Así, en el capítulo de buenas prácticas se presentarán acciones o buenas prácticas, clasificadas en los campos: diplomacia para la cultura, instrumento para el apoyo al sector cultural interno; cultura para la diplomacia: 4 Taxonomía propuesta en la Conferencia sobre Diplomacia Científica organizada por la Royal Society y la American Association for the Advancement of Science (AAAS) junio 2009 y reportada en el informe “New frontiers in science diplomacy” (Royal Society, 2010). Los tres pilares propuestos fueron: “ciencia en la diplomacia: informar de los objetivos de política exterior con asesoramiento científico” “ ciencia para la diplomacia: facilitar la cooperación científica internacional” y “diplomacia para la ciencia: utilizar la cooperación científica para mejorar las relaciones internacionales entre los países”. 8 instrumento en apoyo a la política exterior; y, cultura en la diplomacia, instrumento para la formación y desenvolvimiento diplomático. El material de la investigación se organiza en cuatro capítulos, incluyendo marco teórico-conceptual sobre diplomacia cultural; enfoques de diplomacia cultural desde la gestión pública en Guatemala, El Salvador, Panamá y Costa Rica; discusión sobre el estudio comparado de acciones; y, finalmente, en el último una serie de buenas prácticas que pueden considerarse para la gestión costarricense en la materia. La investigación aplicada a desarrollar no cubrirá otras áreas de la diplomacia pública como son la diplomacia deportiva, la diplomacia académica ni la diplomacia científica, aunque se reconoce que de alguna manera también podrían ser reconducidas a nuestra esfera de análisis. Tampoco se aborda la diplomacia cultural desde la perspectiva de los derechos culturales definidos desde la declaración Universal de los Derechos Humanos de Naciones Unidas de 19485 (Naciones Unidas, 1948), en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966 de Naciones Unidas6 (Naciones Unidas, 1966) o definidos en la Declaración no vinculante de Friburgo (2007), siendo un tema de Política Cultural que define el Ministerio de Cultura como ente 5 Artículo 27 “toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes, a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten”. 6 Artículo 15ª “derecho de toda persona a participar de la vida cultural” 9 rector. Asimismo, se reconoce que un estudio comparado más exhaustivo, incluyendo las acciones de otros países o regiones, podría ser muy útil, pero su extensión y amplitud se escapa de los alcances de este ejercicio académico. 1.1. Justificación Como se ha indicado, Costa Rica no cuenta con una estrategia de diplomacia cultural. El Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) ha desarrollado a lo largo de las diferentes administraciones, acciones en apoyo al sector cultura a nivel nacional y ha generado documentos como la Política Nacional de Derechos Culturales 2014-2023 (Ministerio de Cultura y Juventud, 2014), pero no se conoce sobre alguna estrategia de diplomacia cultural que se haya realizado en conjunto con el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (MREC), o que tenga su propósito en la acción exterior. Por su parte, las acciones en materia cultural desde las misiones diplomáticas y oficinas consulares han sido realizadas lamentablemente en forma desarticulada, sin una línea de acción estratégica definida. Más aún, la Cancillería ha adolecido de una unidad de diplomacia pública o diplomacia cultural, excepto por el trabajo incipiente a través del Proceso de Diplomacia Económica (PDE) adscrito a la Dirección General de Política Exterior, que permita abordar el tema formalmente desde una perspectiva de las relaciones políticas internacionales, de cooperación y comerciales. 10 La Dirección de Promoción Exterior que existió en el Ministerio de Relaciones Exteriores hace una década, desarrolló proyectos culturales y apoyó las acciones que realizaban las Embajadas. Aun así, esta dirección no contó con la posibilidad de redactar una política, un plan de acción o una estrategia integrada de diplomacia cultural, en apoyo a las acciones de política exterior o de cooperación. En el año 2020, se trasladó el trabajo de coordinación de la promoción desde el Departamento Diplomático de la Dirección General de Servicio Exterior a la Dirección General de Política Exterior, con el liderazgo y conducción desde el despacho de la viceministra de Asuntos Bilaterales y Cooperación Internacional. A pesar de este esfuerzo, que ha dado como resultado el apoyo sustantivo y concreto a varios eventos culturales a través de las Embajadas y Consulados de Costa Rica desde el PDE, no se trabaja aún bajo un esquema de vinculación estratégica con la cultura, ni con acciones concretas en el marco de una estrategia de diplomacia cultural formal, dado que según se ha comprendido, esta vinculación y estrategia no es una prioridad definida por las altas autoridades. Como se ha mencionado en Costa Rica, los esfuerzos de posicionamiento país para la atracción de turismo y las inversiones, se realizan con apoyo del Comité Marca País y su Unidad Técnica, sin embargo, ese posicionamiento no abarca explícitamente ámbitos importantes de la diplomacia cultural que son de la potestad del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Ministerio de Cultura y 11 Juventud. Se comprende que las acciones de mercadeo de una marca apoyan las acciones de diplomacia comercial y posicionan al país, pero son únicamente una de las herramientas o vehículos dentro de la gama de posibilidades de la diplomacia cultural. Al observar lo que ocurre en la región centroamericana, encontramos que Guatemala desarrolló hace pocos años, con ayuda de una consultoría internacional de la UNESCO, la “Política Cultural. En el marco general de la Política Exterior de Guatemala” (Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, 2013) la cual fue definida a través del impulso que le diera el Ministerio de Cultura de ese país, con apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores. Por su parte, en El Salvador el Ministerio de Relaciones Exteriores ha trabajado durante varios años con la coordinación estratégica de eventos culturales desde su Oficina de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores, y recientemente, en la administración Bukele, se ha creado la Oficina de Diplomacia Pública, que le reporta a la jefatura de despacho del ministro del ramo. (Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador, 2021). En Panamá, se creó en la administración Varela el Departamento de Diplomacia Cultural, adscrito a la Dirección General de Proyectos Especiales y Cooperación Internacional de la Cancillería de la República7, y se desarrolló la “Estrategia Nacional de Diplomacia Cultural. Panamá Conectando Culturas para 7 Según Decreto Ejecutivo No. 138 de 7 de abril de 2014. 12 el desarrollo” (MIRE, 2018) la cual se vinculó con el “Plan Nacional Visión a largo plazo (PENVE)” y el “Plan Nacional de Cooperación Panamá Coopera 2030” (MIRE, 2017). Así, la pertinencia de esta investigación obedece, a la necesidad de contribuir a construir conciencia acerca de la importancia de la diplomacia cultural para la política exterior de un país, y favorecer el proceso de consecución de insumos para la eventual construcción de una estrategia de diplomacia cultural en el país. Con esta información, y con el deseo de aportar elementos a la discusión y comprensión del tema, este trabajo de investigación aplicada pretende resumir los conceptos principales que se han desarrollado alrededor de la diplomacia cultural, y responder a la pregunta: ¿Cuáles son los enfoques recientes y las buenas prácticas de Diplomacia Cultural, desde una perspectiva institucional, en Guatemala, El Salvador, Panamá y Costa Rica, que puedan abonar a la discusión de la necesidad de una estrategia costarricense de acción cultural exterior, dentro del modelo de gestión pública de las relaciones culturales internacionales, en apoyo a sus acciones en el campo político, económico y de cooperación? 1.2. Importancia La Diplomacia Cultural, definida por Milton C. Cummings (2003) como el “Intercambio de ideas, información, arte y otros aspectos de la cultura entre las 13 naciones y su gente, para promover la comprensión mutua”, es una valiosa herramienta de Política Exterior que permite persuadir y formar mediante la mutua comprensión y el entendimiento, un marco de respeto, así como una imagen de prestigio. Indica Rajan Menon8 que "pocos estadounidenses aprecian el grado en que el conocimiento sobre la cultura estadounidense ya sea adquirido al participar en nuestros programas de intercambio, asistir a nuestras presentaciones culturales o simplemente escuchar la Voz de América, contribuyó a la muerte del comunismo". Muchos países con grandes o medianos aparatos diplomáticos, se han dado a la tarea de desarrollar estrategias formales y sistemáticas de diplomacia pública a lo largo de los años, tendientes a apoyar sus objetivos de política exterior e incidir, sensibilizar y persuadir a favor de sus intereses. Estos esfuerzos, aunque no producen resultados a corto plazo, han sido muy exitosos en varios Estados, tomando en cuenta varios ejemplos que se pueden citar especialmente después de las experiencias de Estados Unidos durante la Guerra Fría y posterior a ella. Comentan Claramunt-Garro y Sáenz-Rodríguez (2020) que “la cultura es un importante recurso de poder blando que se encuentra al servicio de la 8 Citado por Helena K. Finn, “The Case for Cultural Diplomacy: Engaging Foreign Audiences,” Foreign Affairs, Volume 82 no. 6, p. 15 a su vez citada por Ivey, B y Cleggett, P. (s.f.). p.3. 14 imagen de un país y de la adhesión extranjera a sus objetivos de política exterior”, a su vez comentan que “la cultura potencialmente siempre puede tener puentes y una de las tareas de la diplomacia, es crear esos puentes, atrayendo la mirada del otro hacia nosotros, hacia lo nuestro, hacia nuestro país, a través de lo que creemos vale la pena compartir”. Lamentablemente, en Costa Rica, a pesar de que las altas jerarquías han encontrado deseables los esfuerzos en esta materia, no los han visto esenciales para apoyar sus acciones e intereses de política exterior y cooperación internacional, lo que se puede deber a falta de presupuesto y estructura administrativa, falta de comprensión de los beneficios de este enfoque, y la falta de visión integral de largo plazo. En este contexto, muchas acciones en materia cultural en el exterior, por las misiones diplomáticas, se realizan de forma desarticulada e improvisada, sin una verdadera táctica o estrategia de fondo que permita la sistematización y el alineamiento. Rodríguez-Barba (2008) nos dice que “la cultura está llamada a convertirse en un auténtico motor de la economía del siglo XXI. Durante las últimas dos décadas, la globalización y el desarrollo tecnológico han traído consigo una acelerada transformación de los sistemas de comunicación e información, y han convertido a las industrias culturales en uno de los sectores más dinámicos de la economía, que no solo genera empleo y capital, sino que constituye un espacio fundamental para la construcción y transformación de las identidades culturales”. 15 Claramunt (2013) señala en relación con la diplomacia suave de Costa Rica, que esta puede ser una fortaleza “para atraer países a la realización de sus metas y objetivos…” Sin embargo, “pareciera a veces que el problema radica en identificar cuáles son nuestras fortalezas, en qué terrenos son ejercitables, cómo se consolida ese historial, cómo se transmiten las experiencias y lecciones adquiridas y se le da continuidad a ese potencial”. Esta investigación plantea la importancia de discutir sobre el tema, reconocer su valor, generar conciencia, aportando información e insumos que sirvan de base para una estrategia nacional en la materia. 1.3. Objetivos 1.3.1. Objetivo general En concordancia con el tema y la pregunta de investigación, se plantea el siguiente objetivo general: Conocer sobre diplomacia cultural y comparar los enfoques recientes en materia de diplomacia cultural utilizados en Guatemala, El Salvador, Panamá y Costa Rica, para proponer buenas prácticas aplicadas en la región, para la gestión diplomática costarricense, en apoyo al trabajo y promoción relativos a los ejes de política exterior. 16 1.3.2. Objetivos específicos. Con base en el objetivo general anterior, se desprenden los siguientes objetivos específicos: a) Conocer sobre diplomacia cultural, sus definiciones y relaciones con otros términos. b) Investigar sobre los enfoques de diplomacia cultural desde una perspectiva institucional, desarrollados en Guatemala, El Salvador, Panamá y Costa Rica, para conocer el tipo de acciones recientes realizadas. c) Comparar los enfoques de la diplomacia cultural desde una perspectiva institucional, en los países seleccionados para identificar diferencias y oportunidades aplicables a la diplomacia costarricense en la consecución de sus objetivos de política exterior. d) Proponer buenas prácticas de diplomacia cultural desde la gestión pública de las relaciones culturales internacionales, que sirvan de base para enriquecer la formulación de una propuesta articulada de diplomacia cultural en Costa Rica. 1.4. Alcance Esta investigación aplicada pretende construir un marco conceptual y presentar mediante un estudio comparado, algunos ejemplos de políticas y buenas prácticas que se han desarrollado en otros países de la región como 17 Guatemala, El Salvador y Panamá, seleccionados por la proximidad no solo geográfica, sino además por las similitudes geográficas, económicas y culturales, con el propósito de identificar buenas prácticas para la gestión costarricense. Con ello se pretende aportar insumos al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Cosa Rica, para el desarrollo, de una estrategia de acción cultural exterior. Un estudio comprehensivo, incluyendo las experiencias y acciones de diplomacia cultural de grandes potencias y otros países en desarrollo sería de gran utilidad, aunque por la amplitud de un trabajo con esas características se escapa de las posibilidades de este Trabajo de Investigación Aplicada, cuyo ámbito de estudio debe ser acotado. A pesar de lo anterior, se identifican referencias bibliográficas en este estudio, las cuales han abordado ampliamente el trabajo de varios países o regiones. De esta forma, este estudio comparado, a nivel regional, pretende servir de complemento a esa información disponible, como insumo para la elaboración de una estrategia de acción cultural exterior desde el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Esta investigación se dirige y limita, por lo tanto, a apoyar las acciones del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto mediante la reunión de información de interés en diplomacia cultural, que le permita comprender su valor para la consecución de los objetivos nacionales, en materia política, de cooperación y 18 económica, así como conocer una serie de buenas prácticas que sirvan para encausar las discusiones y eventuales líneas estratégicas. Como se ha indicado antes, la investigación aplicada a desarrollar no cubrirá otras áreas de la diplomacia pública como son la diplomacia deportiva, la diplomacia académica ni la diplomacia científica. Tampoco se aborda la diplomacia cultural desde la perspectiva de los derechos culturales por tratarse un tema de la competencia del Ministerio de Cultura y Juventud como ente rector. Finalmente, el tipo de estudio es de carácter comparativo, y se encuentra limitado al espacio académico, así que no pretende elaborar una propuesta o estrategia integrada y articulada para Costa Rica, sino presentar un compendio de buenas prácticas a ser utilizadas o adoptadas por las autoridades, en caso de que se deseen definir y seleccionar objetivos, acciones y metas a futuro, en la materia. 1.5. Limitaciones El trabajo de investigación propuesto está limitado a ampliar conocimientos generales sobre la Diplomacia Cultural y en específico sobre las acciones de Diplomacia Cultural que se han planteado en años recientes en Guatemala, Panamá, El Salvador y Costa Rica. Se revisarán las fuentes primarias tales como discursos, entrevistas, libros, periódicos, documentos oficiales, así como fuentes secundarias como 19 memorias institucionales e informes. Además, para este trabajo de investigación aplicada se contará con la información del Curso Virtual de Diplomacia Cultural (Center for Cultural Diplomacy, Berlín) y de las visitas personales realizadas a Guatemala y a El Salvador, exclusivamente para este proyecto, con el fin de conocer directamente con los actores, las políticas y estrategias que se han desarrollado y adoptado en materia de diplomacia cultural. Ante el cambio de gobiernos recientemente en los países centroamericanos, y debido a la pandemia, se limita la posibilidad de confirmar personalmente si esos gobiernos han continuado recientemente con las políticas generadas en años anteriores, aunque el espacio virtual ha permitido investigar en términos generales sobre las acciones recientes más visibles y relevantes que han sido publicadas. 1.6. Metodología 1.6.1. Tipo de investigación. El tipo de investigación que se presenta se refiere a un estudio comparado. Según los niveles de Bloom, la investigación se ubica en el tercer nivel. Con base en los países identificados, con condiciones similares a las costarricenses, se realiza una investigación bibliográfica y entrevistas, para conocer sobre sus acciones y estrategias en el campo de estudio, comparando las características de 20 los ejercicios de diplomacia cultural que realizan e identificando buenas prácticas, para una gestión estratégica en Costa Rica. 1.6.2. Instrumentos metodológicos. Los instrumentos metodológicos para esta investigación incluyen cursos en línea, la entrevista personal, entrevista por medios digitales, búsqueda virtual de páginas de internet, búsqueda virtual en bibliotecas digitales del mundo, y de los Ministerios de Asuntos Exteriores de los Estados seleccionados. La metodología de la investigación consiste en los siguientes pasos: 1. Búsqueda de información en referencias bibliográficas y en cursos especializados. Lectura de documentos asociados. Elaboración del marco teórico. Definición de variables y fuentes. 2. Determinación de la información de cada país seleccionado (Guatemala, El Salvador, Panamá y Costa Rica). Esta etapa incluye entrevistas directas a representantes de los gobiernos o mediante búsquedas en las páginas de internet y cualquier otra fuente con información de ese país y su relación con sus políticas de diplomacia cultural. Esta búsqueda incluye la revisión de los planes de acción de los entes gubernamentales encargados de los asuntos exteriores y los asuntos culturales. 4. Una vez obtenida la información de cada país se procede a elaborar la comparación de las iniciativas y las acciones propuestas. Esta comparación se 21 lleva a cabo para determinar si estos Estados desarrollan una política estructurada de diplomacia cultural, o por el contrario, se refiere a esfuerzos individuales inconexos. Esta etapa incluye la investigación a nivel nacional, sobre lo que se realiza en Costa Rica en la materia. 5. Del estudio comparado se extrae una lista de buenas prácticas de diplomacia cultural, y se elabora una lista de objetivos y acciones, que pueden ser utilizados para apoyar la estrategia de diplomacia cultural que implemente el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica. 6. Finamente se elaboran conclusiones y recomendaciones sobre el campo de estudio. 1.6.3. Fuentes. Para el desarrollo de esta investigación, se hace uso de las siguientes fuentes de información: 1. Documentos del Programa en Diplomacia Cultural, a través de una serie de cursos cortos en línea: “E-learning Course in Cultural Diplomacy”, del Centro de Estudios en Diplomacia Cultural (The Center for Cultural Diplomacy Studies, CCD), Berlín, Alemania9 2. Información proporcionada a través de los cursos cortos en línea del CCD: 9 https://ccds-berlin.de https://ccds-berlin.de/ 22 • La historia y teoría de la Diplomacia Cultural • Diplomacia Cultural en un mundo multipolar • Diplomacia Cultural aplicada • Diplomacia Cultural y marca país • La aplicación de Diplomacia Cultural en los medios • Tendencias futuras en Economía Internacional y Diplomacia Cultural • Casos de estudio en Economía Internacional y Diplomacia Cultural 3. Entrevistas personales: • Lic. Ana Claudia Ardón de Portillo, directora de Cultura, Cancillería de El Salvador. 17 de febrero. de 2017 • Sra. Jenny Alvarado, jefe de Asuntos Turísticos y Culturales, Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala. 16 de febrero de 2017 • Sr. Maximiliano Araujo, viceministro de Cultura, Ministerio de Cultura de Guatemala. 16 de febrero de 2017 4. Documentos digitales disponibles en línea sobre las acciones, políticas y estrategias en los países seleccionados. 5. Artículos, libros y documentos sobre la materia disponibles en línea. 23 Capítulo 2. Marco conceptual de la diplomacia cultural. La diplomatie culturelle, en tant que dimension importante des relations internationales, risque toujours de se retrouver dans une position ancillaire, soit soumise et « instrumentalisée » ; soit immobile et menacée. Loïc, Gerbault (2008) La diplomacia cultural, anterior al concepto de diplomacia pública, ha sido un medio por el cual los gobernantes han podido promover una buena imagen, convencer a amigos y enemigos, y moldear con ello actitudes y decisiones en favor de sus intereses. Por su carácter polisémico, el concepto encierra varias connotaciones que con frecuencia se confunden y en otros se complementan, dando lugar recientemente a lo que indica Noya (2006) una gran “cacofonía de conceptos e ideas”. Así, como es posible encontrar en la literatura términos como: diplomacia pública, acción cultural exterior, política cultural exterior, diplomacia cultural, diplomacia de las personalidades, relaciones culturales, poder blando, duro y viscoso, tangible e intangible, cooperación cultural, comunicación política internacional, gestión de las percepciones, propaganda internacional, diálogo de culturas, diálogo de civilizaciones, relaciones públicas internacionales, comunicación estratégica internacional, construcción de relaciones, noopolítica, noosfera, netpolitic, diplomacia digital, poder inteligente, marca país, marketing, diplomacia de nicho, entre otros. 24 Dependiendo del contexto histórico es también posible encontrar el término “persuasión civilizada” en tiempo de paz, en contraposición a la “propaganda política” de las dictaduras en tiempos de guerra. Para ubicar este concepto dentro de la universalidad de la diplomacia, Mannheim (1994)10 nos clasifica las relaciones y contactos diplomáticos en cuatro grupos, a saber: • G-t-G: Gobierno-a-Gobierno o diplomacia tradicional; • D-t-D: Diplomático-a-diplomático o diplomacia personal; • P-t-P: Persona-a-Persona (P-t-P) donde caben los programas de la diplomacia pública blanda como los intercambios culturales, deportivos, educativos, científicos; y, • G-t-P: Gobierno-a-Persona o diplomacia pública tradicional propiamente dicha incluyendo la diplomacia pública dura de propaganda e información política. De estos grupos o tipos, son los dos últimos los que definen a la diplomacia pública, donde podemos distinguir que esta “se diferencia de la diplomacia tradicional en que supone la interacción no solo con los gobiernos sino fundamentalmente con individuos y organizaciones no gubernamentales” (Murrow, 1963)11. 10 Citado en Noya (2006) 11 Citado en Noya (2006) 25 Según Riordan (2004)12 la diplomacia pública complementa a la diplomacia tradicional en la medida en la que le “prepara el terreno”. Por su parte, Brown (2005)13 indica que la diplomacia pública sirve de colchón, garantizando continuidad de los vínculos entre Estados, aun cuando las relaciones diplomáticas formales se encuentren deterioradas o inclusive haberse roto. Batora (2005), por su parte, señala que las actividades de diplomacia pública contribuyen a mantener o aumentar el poder blando de una nación. Esto, aunque no sea un instrumento exclusivo del poder blando, como señala Hocking (2006)14 al indicar que también puede utilizarse como instrumento para el poder duro, y el poder viscoso. Mark Leonard (2002) señala que la diplomacia pública puede ayudar a obtener los siguientes objetivos: 1. Incrementar la familiaridad del ciudadano extranjero con el país; 2. Incrementar el aprecio del ciudadano extranjero por el país -creando percepciones positivas, produciendo visiones comunes de aspectos de importancia mundial-; 3. Atraer o encantar al ciudadano extranjero por el país -reforzando los lazos de amistad a través de la educación y cooperación científica, animando al extranjero a utilizar el país como destino turístico, para estudio a distancia, para 12 Ídem 13 Ídem 14 Citado por Noya (2006) 26 adquirir los productos nacionales, para compartir y comprometerse con los valores-; 4.Influenciar al ciudadano extranjero positivamente -atrayendo la inversión privada, logrando el apoyo público a las políticas y posiciones o postulaciones del país en foros u organismos internacionales, convirtiendo a políticos internacionales en socios. Una simple taxonomía del término diplomacia pública, según Nicholas J. Cull (sf) incluye las siguientes componentes: 1. Escuchar a la opinión pública externa, 2. Promoción, 3. Diplomacia Cultural, 4. Intercambio, 5. Difusión (Broadcasting) Internacional, 6. Guerra psicológica. El concepto de la diplomacia pública fue utilizado por primera vez en los Estados Unidos en 1965, en plena Guerra Fría, por Edmund Gullion, decano de la Fletcher School of Law and Diplomacy de la Tufts University, en Boston, y en los años 70 fue utilizado formalmente por el Gobierno norteamericano, formalizando su aplicación y ejecución a través de la agencia ejecutora United States Information Agency (USIA), -que sirviera durante la Guerra Fría y fuera desmantelada posteriormente para incorporarla al Departamento de Estado 27 norteamericano. Según Otero-Roth (2007) la diplomacia pública “se puede definir como aquel conjunto de acciones dirigidas por los gobiernos a las opiniones públicas de otros países; a sus líderes de opinión, como periodistas, intelectuales o artistas; a sus empresarios, políticos y al público en general, con el objetivo de difundir el conocimiento y mejorar la imagen de sus propios países en otras naciones. Es decir, para darse a conocer un país en el exterior, promover sus intereses y justificar sus actuaciones”. Sobre esta forma de diplomacia Mannheim (1994)15 señala que para mediados de los años 90 se contabilizaban “160 gobiernos que realizaban actividades de diplomacia pública en los Estados Unidos con el fin de influir sobre la opinión pública norteamericana, o sobre sus líderes políticos o de opinión. Estas actividades incluían la contratación de servicios de lobby, consultorías de relaciones públicas, campañas mediáticas, etc.” La diplomacia pública se realiza mediante la difusión de la información – que debe ser veraz - sobre el país, alejándose de la simple propaganda, y distinguiéndose de los esfuerzos de marca país, donde los medios se definen por la estrategia y no al contrario, centrándose en lo que para el mercado meta es importante, según indica Leonard (2005). La diplomacia pública no es solo comunicación sino estrategia política, y no es simple maquillaje, por lo tanto, debe 15 Citado por Noya (2006) 28 ser definida en la etapa de formulación de la política exterior. La diplomacia pública para las grandes potencias tiene el objetivo de lograr reposicionamiento de marca para sustituir imágenes viejas, por imágenes nuevas más atractivas. En el caso de las potencias medias y países pequeños más bien sirve para contrarrestar el desconocimiento o la invisibilidad, lo que se logra mediante diplomacia pública de nicho dados los recursos limitados, según lo definió Evans16. Dentro de este contexto se habla de la nueva diplomacia pública (NDP) la cual consiste dentro del nuevo entorno diplomático, en construir y alimentar relaciones de confianza mutua y reciprocidad, donde la educación, el arte, la ciencia y la tecnología tienen el campo “abonado”, según indica Leonard et al (2005)17. Es un enfoque basado en el diálogo, en el que participan las ONG, los partidos políticos, las diásporas, entre otros. La diplomacia pública inteligente requiere de la comprensión de la importancia de la credibilidad, la autocrítica y la sociedad civil en la creación del poder blando. Además, dada la gran cantidad de información disponible “paradoja de la plenitud- paradox of plenty” según Nye (2008), lo escaso no es la información sino la atención, y por lo tanto la diplomacia debe identificar lo importante y tener la capacidad de difundirlo con éxito. La diplomacia pública trabaja en tres niveles. El primero se refiere a una 16 Citado por Noya (2006) 17 Ídem 29 comunicación diaria sobre las explicaciones de las decisiones del quehacer político interno y de política exterior; el segundo, se refiere a las campañas de comunicación sobre temas simples como las campañas políticas o publicitarias; y, la tercera, se refiere a las relaciones de largo plazo para el desarrollo de relaciones duraderas con actores clave a través de becas, entrenamientos, intercambios, seminarios, conferencias y por medio del acceso a los medios de comunicación – radio, televisión, cine-, entre otros. (Nye, 2008) El poder blando (soft power) por su parte, término acuñado por Joseph Nye (2008) es la habilidad para persuadir a otros para lograr los objetivos deseados a través de la atracción en lugar de la coerción o el pago (poder duro). Si la cultura, los valores, y las políticas de un país que son difundidos por la diplomacia pública no son atractivas, esa diplomacia pública no puede producir poder blando. (Nye, 2008). En el caso de Francia, por ejemplo, luego de su fracaso en la guerra Franco-Prusiana en la segunda mitad del Siglo XIX, el gobierno francés optó por recuperar el prestigio perdido, y para ello creó entre otros la Alianza Francesa, en 1883, lo que ayudó con ese poder blando a permear en el exterior en apoyo a sus políticas. En esta serie de herramientas de diplomacia pública que tiene un país a disposición, se reconoce que la diplomacia cultural es una de ellas. Según Cummings (2003) diplomacia cultural se define como “el intercambio de ideas, 30 información, arte y otros aspectos de la cultura entre las naciones y sus pueblos para fomentar el entendimiento mutuo”. Asimismo, según indica Saddiki (2009) “En el pasado, los gobiernos habían utilizado la cultura como un instrumento para secundar objetivos generalmente políticos y económicos, mientras que hoy consideran los tres pilares de política exterior (política/seguridad; economía/comercio; y cultura) como componentes interdependientes de su sistema de política exterior. Por consiguiente, la cultura ya no es un elemento secundario, sino un nuevo foco de la agenda diplomática tanto de los actores estatales como de los no estatales”. Como se puede notar, al hablar de diplomacia cultural aparecen una serie de conceptos relacionados. Con el propósito de ofrecer una mayor claridad al lector, se presenta a continuación una serie de comparaciones entre los términos más usados: noopolítica, netpolitics, noosfera, diplomacia tradicional, poder blando, poder duro, poder inteligente, poder tangible e intangible, con el propósito de distinguirlos claramente de lo que debemos entender por diplomacia pública y como parte de ella la diplomacia cultural. 2.1. Noopolítica, netpolitics, noosfera y diplomacia pública No debe confundirse la noopolítica con la Diplomacia Pública, ni con el poder blando de Nye, aunque se refieren a temas complementarios. La 31 noopolítica, según Arquila y Ronfeldt18 “es una fusión del griego ‘noos’ (espíritu, conocimiento) y el concepto clásico Realpolitik, del alemán [énfasis en el poder duro y en el Estado como unidad de análisis]. La noopolítica es una aproximación al gobierno que, llevada a cabo tanto por el no-Estado [agentes no estatales] como por el Estado, enfatiza el papel del poder blando internacional en la expresión de ideas, valores y normas mediante cualquier tipo de medio”. “El conocimiento se está convirtiendo en la fuente más importante de poder y estrategia”. En este contexto la noopolítica actúa en la nueva noosfera, la cual habla de: el ascenso de la sociedad civil global, la tupida red de organizaciones no gubernamentales a través de la cual se diseminan muy rápidamente nuevas ideas; y fundamentalmente el aumento de interdependencia (Noya 2006). La noosfera, según indican Molina e Iglesias (sf) fue un término acuñado por el antropólogo y teólogo francés Teilhard de Chardin y que no hay que confundir con el ciberespacio o el infoespacio. Se refiere a la suma de ideas, mitos, creencias, actitudes… […] es un espacio a escala global de opiniones y consensos intelectuales, emotivos e imaginarios, que resuelve la “paradoja de la plenitud”. Por su parte, Noopolítica se refiere a nodos, redes, actores no estatales, primacía del poder blando, primacía de juegos ganador-ganador, armonía de intereses, cooperación, redes de aliados, primacía de los intereses compartidos, equilibrio de responsabilidades, poder de la “fábrica global”. (Noya 2006). 18 Citados por Noya (2006) 32 Recientemente Hocking19 habla además del giro del Noopolitics al Netpolitics por esta interdependencia de redes. 2.2. Diplomacia tradicional versus diplomacia pública Claramunt (2013) indica que la globalización – con una pérdida de control del Estado en espacios de poder-, en un marco más interactivo y democrático, ha cambiado las reglas, tomando en cuenta la emergencia de nuevos actores sociales, el desarrollo tecnológico en la nueva sociedad del conocimiento y la migración a la Noopolítica al citar a Noya, entre otros. Es aquí donde la diplomacia pública cobra importancia. Señala Claramunt que “mientras la diplomacia tradicional por un lado apunta a gobiernos y a sus interlocutores oficiales, es más cerrada y secreta, la diplomacia pública, por el contrario, apuesta a sectores o redes más amplias de individuos o colectividades y tiende a ser más transparente y de amplio conocimiento” […] como dirá Fitzpatrick, pasa de una estrategia general de tipo instrumental (utilitaria, búsqueda de resultados concretos) a una estrategia discursiva que tien[d]e a crear o a renovar la imagen de un país en el mediano y largo plazo.” Villamizar (2011) indica que la diplomacia pública debe entenderse más allá de la influencia o persuasión; es una capacidad de atraer a otros Estados más 19 Citado por Noya (2006) 33 que obligarlos. Por su parte, Laporte (2011)20, señala que la diplomacia contemporánea es el “arte de cultivar la opinión pública para alcanzar objetivos de política exterior”. El discurso debe ser coherente con las imágenes y los hechos del Estado, como lo indica Claramunt (2013) al citar a Noya (2007) y a Nye (2008), y es importante enfocarse, además, como lo indica Batora (2005), en algunos aspectos de imagen medulares para lograr el éxito de las metas y objetivos. Claramunt señala que “…parece importante entender que esta nueva concepción de diplomacia pública y las potencialidades que resultan de lo que se conoce como poder blando en el contexto de las relaciones internacionales actuales, llaman a sumar esfuerzos, crear alianzas, repartir tareas y afinar estrategias para posicionar al país en las áreas de acción y competencia de cada cual, pero donde el Estado puede ser un gran articulador o un facilitador de primera línea. 2.3. Poder blando, poder duro, diplomacia pública La diplomacia pública es un mecanismo para utilizar poder blando, pero no es la misma cosa que poder blando. (Cull, sf p. 60). La diplomacia pública es el medio, el poder blando es la acción. Claramunt (2013) cita a Nye (2004) al indicar que “el poder duro es el que 20 Citado por Claramunt (2013) 34 se ejerce sobre otros por la coacción directa y el poder blando, indirecto, es el que se basa en la captación, capacidad de atracción y persuasión a través de las ideas, es decir, en la posibilidad de lograr cambios a través del establecimiento de preferencias con la ayuda de una imagen favorable del país que requiere tales cambios para que otros Estados y sociedades se adhieran a su agenda. El poder blando puede ser aliado o complemento de la diplomacia pública, pero sería incorrecto asimilarlos”. 3.4. Poder inteligente El poder inteligente (Smart Power) se refiere a la estrategia de combinar adecuadamente el poder blando con el poder duro, siendo la diplomacia pública un instrumento importante en el arsenal del poder inteligente. (Nye 2008). El concepto de poder inteligente lo incorporó Joseph Nye, a partir de su obra “Soft Power. The Means to Success in World Politics” publicado en 2004.21 Por un lado se argumenta que el poder duro no era suficiente para mantener una política de liderazgo en el mundo, ya que el elemento de la opinión pública era fundamental para su legitimación. (Méndez-Coto 2012) Por otra parte, se dice que el poder suave, que se relaciona con el auge estadounidense a finales del Siglo XX y luego de la Guerra Fría, y usado en forma individual, es un concepto obsoleto. Wilson y Nye (Cull, sf) hablan por lo tanto de una combinación de poder 21 Citado por Méndez-Coto (2012) 35 blando y poder duro en el cual la diplomacia pública juega un papel importante, combinación que se refiere al uso del poder inteligente, con diferentes instrumentos ante las diversas situaciones que enfrentan los Estados, refiriéndose en especial a las grandes potencias. Hillary R. Clinton era Secretaria de Estado de Estados Unidos durante la Administración Obama, señaló que “[…] debemos utilizar lo que se ha llamado el “poder inteligente”, el rango completo de herramientas que están a nuestra disposición diplomáticas, económicas, militares, políticas, legales y culturales- escogiendo la herramienta correcta, o combinación de herramientas, para cada situación. Con el “poder inteligente”, la diplomacia sería la vanguardia de nuestra política exterior (CBS News. 2009)22. 2.5. Poder tangible y poder intangible Según señala Montiel (2007) el poder tangible se define como aquel poder coactivo, tradicional de la política exterior, mientras que el poder intangible, se entiende como aquel que no está basado en el interés económico o en la compra de favores, tampoco en ejercer temor sobre otros. “Se trata de un poder basado en una pluralidad de vías que tienen como eje la capacidad de persuadir, la capacidad de atracción y convencimiento de que los valores que dirigen un país o una región son los más convenientes para todos, al punto de aceptar la 22 Citado por Méndez-Coto (2012) 36 modificación de una conducta determinada”. Este poder funciona como sustento a la capacidad de un Estado para señalar su presencia en el mundo”. Sigue señalando Montiel, muy acertadamente que “los recursos intangibles pueden ser ejercidos por los diferentes cuerpos de la sociedad civil, desde los promotores culturales de todo tipo, las universidades, las ONG o por los individuos. Un director de cine puede ser un vector de influencia, un deportista conocido es un comunicador de imagen, una cantante puede fungir de embajadora cultural, un chef es un exponente de un arte culinario, un poeta puede resumir su país en tres palabras, un pintor expresar el estilo de un país y un pensador puede expresar de modo sapiencial la inteligencia de una nación. Esta era simbólica recurre mucho a personalidades emblemáticas o singulares”. 2.6 Diplomacia cultural y cultura “La expresión ‘diplomacia cultural’ hace referencia a la política exterior de un Estado hacia otros, pueblos y naciones, sobre la base de la cooperación y el ‘intercambio educativo y cultural’, como una modalidad o tarea de sus relaciones internacionales. Es un ‘conjunto de actividades desarrolladas por los Estados, dentro o fuera del marco de la comunidad internacional organizada, tendientes a lograr una interacción recíproca entre los actores, procesos y resultados de su labor cultural”. (Marcionni, 2004)23. 23 Citado por De Vega-Armijo (2011). 37 Por su parte, como se ha referenciado antes Cummings la define como “el intercambio de ideas, información, arte y otros aspectos de la cultura entre las naciones y sus pueblos para fomentar el entendimiento mutuo” (Cummings, 2003). Pero qué entendemos por cultura. Aquí, una de las definiciones más completas proviene de la UNESCO (1982), que señala que “en su sentido más amplio, la cultura es todo el complejo de características espirituales, materiales, intelectuales y emocionales distintivas que caracterizan a una sociedad o grupo social. Incluye no sólo las artes y las letras, sino también los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores y las creencias”. “El patrimonio cultural de un pueblo incluye las obras de sus artistas, arquitectos, músicos, escritores y científicos y también el trabajo de artistas anónimos, expresiones de la espiritualidad del pueblo y el cuerpo de valores que dan sentido a la vida. Incluye obras tangibles e intangibles a través de las cuales se expresa la creatividad de ese pueblo: idiomas, ritos, creencias, lugares y monumentos históricos, literatura, obras de arte, archivos y bibliotecas”. A su vez, la UNESCO en su Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural del año 2001 24, reafirmó que “la cultura tiene que ser considerada como el conjunto de características espirituales, materiales, intelectuales y emocionales propias de una sociedad o grupo social”, y que “abarca, además del arte y la 24 Citado por Saddiki (2009) 38 literatura, los estilos de vida, las formas de convivencia, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias”. Como indica Montiel (2007) “La cultura, a pesar de la visión convencional que quiere hacer de ella una práctica libre de todo tipo de influencias, nunca es neutra. Al contrario, es un elemento estratégico de primer orden, quizá el más influyente, por su versatilidad y plasticidad, pues actúa en el campo discerniente de las conciencias y las conductas.” Con estas definiciones, vemos que el éxito de una estrategia de diplomacia cultural se basa en el beneficio que se logra en ambas vías. Como dice Saddiki (2009) “La diplomacia cultural no significa solamente la transmisión y la difusión de cultura y valores nacionales. Un elemento importante de la diplomacia cultural también es el hecho de escuchar a las demás naciones del mundo, comprender su propia forma de vida y buscar un terreno cultural común para compartirlo con ellos. Así pues, la diplomacia cultural no debe basarse exclusivamente en contar nuestras historias al resto del mundo; hay que tener en cuenta también que “el éxito de la diplomacia cultural depende del diálogo intercultural y del respeto mutuo” Claramunt (2013) cita a Said Saddiki (2009) al señalar que la diplomacia cultural “enfatiza la función de la cultura, en sentido amplio, en la construcción del poder blando. Entre otras cosas, la destaca como el instrumento capaz de crear bases de confianza con personas de otros países, de facilitar en la percepción de 39 esa gente cuando las políticas dicen lo contrario favoreciendo el beneficio de la duda; la cultura crea igualmente una plataforma neutral de contacto y conocimiento mutuo de pueblo a pueblo, el contrapeso a malos entendidos y odios, el crecimiento de las sociedades civiles… y su contribución a la búsqueda de la paz en vez de incentivar los desacuerdos porque la cultura es dar y recibir”. Por su parte, la Unión Europea indica que “la diplomacia cultural está estrechamente relacionada con las prácticas de marca nacional y con el cultivo nacional de imágenes para alcanzar objetivos políticos (EUNIC, 2016) El Centro para los Estudios en Diplomacia Cultural (ICD) hace énfasis en indicar que la diplomacia cultural no es persuasión ni propaganda, sino entendimiento mutuo. La diplomacia cultural se base en la creación de confianza, como clave para el éxito de las relaciones internacionales, no solo entre gobiernos, sino además entre la gente y entre ciudadanos de diferentes países. El Observatorio Vasco de la Cultura (s.f. P. 3), por su parte, señala que “el uso del término diplomacia cultural es relativamente nuevo dentro de las relaciones internacionales, si bien la estrategia cultural ha formado siempre parte de la diplomacia tradicional. La cultura se sitúa como una de las principales tarjetas de presentación de muchos países, en su esfuerzo para promocionar una imagen característica que les ayude a conseguir sus otros retos políticos o de posicionamiento internacional. Pero más allá de este aspecto, la diplomacia 40 cultural juega un rol de vital importancia en las actuales relaciones internacionales. Los intercambios culturales permiten conocer y cimentar puntos en común y de acuerdo con otras realidades. De ser considerada como una parte soft de las relaciones internacionales, la diplomacia cultural gana terreno para situarse al mismo nivel que la diplomacia tradicional”. Según el Observatorio Vasco de la Cultura, Diplomacia Cultural se define como “el conjunto de relaciones que sitúan los valores y los recursos culturales como los elementos centrales para difundir las expresiones culturales de una sociedad o para levantar puentes de diálogo entre personas y pueblos distintos” Araujo (2011) resume que los beneficio de la Diplomacia Cultural incluyen el fortalecimiento de la cohesión a lo interno del país —cuanto más reconocimiento, mayores niveles de respeto y estima por parte de sus gentes—; y, la construcción y el mantenimiento de opciones a los canales oficiales de la diplomacia tradicional. Finalmente, cabe citar Rey (2007), al indicar que en épocas recientes “la diplomacia cultural se ubica, entonces, en un entorno de grandes cambios culturales: el auge de una cultura de las imágenes que tiende hacia la digitalización, el desarrollo de una economía creativa en que la cultura se convierte en un sector clave de la producción, la inversión y la rentabilidad económicas y los movimientos para la promoción de la diversidad cultural”. Es así como varios países han sabido utilizar las herramientas de la 41 diplomacia cultural en su beneficio. En un modo estructurado, como señala Montiel (2007) se han creado los institutos de extensión cultural, como la Alianza Francesa, el British Council, el Instituto Goethe, y más recientemente los Institutos Cervantes, Instituto Confucious, el Consejo Indio para la Relaciones Culturales, los Centros Culturales Mexicanos, la Casa Francisco de Miranda y los Centros Inca Garcilaso de la Vega, entre otros. 42 Capítulo 3. Diplomacia cultural en Guatemala, El Salvador, Panamá y Costa Rica “Los países… están otorgando un papel fundamental en la formulación e implementación de su política exterior al fortalecimiento de sus relaciones culturales y a la promoción de su cultura nacional. […] Todos coincidimos, …en que al hablar de cultura, nos referimos a lo que somos, a los más profundo de nuestras identidades, a las huellas de nuestra memoria como sociedad. …Es por ello que la cultura es una de las piezas centrales de la política exterior de un país.” Dr. Camilo Reyes, exviceministro de Relaciones Exteriores de Colombia (Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, 2007) En años recientes, se ha visto un creciente interés en nuestra región por la diplomacia cultural, ya sea para apoyar las nuevas estrategias nacionales de política exterior o para cambiar prejuicios e imágenes del pasado que les han afectado por muchos años. Es así como vemos acciones en los países de la zona andina, así como en Guatemala, El Salvador y Panamá, articuladas desde sus ministerios de relaciones exteriores, que elevan el nivel de atención al mensaje y a los vehículos de diplomacia cultural. Según señala Fernández (2015) a pesar de la “irrupción de los actores no estatales y la mayor capacidad de los agentes culturales para incluir sobre la agenda pública internacional” […] “el protagonismo de los gobiernos continúa 43 siendo esencial en el establecimiento de las condiciones jurídicas y comerciales bajo las cuales se desenvuelve el sector”, a su vez, se “corrobora el recurso legítimo de los gobiernos de servirse de las actividades culturales para proyectar en positivo la imagen exterior del país, siempre que ello no suponga un control estatal sobre las mismas, lo que por cierto debilita su impacto”. Este capítulo tiene como propósito, el de conocer las iniciativas recientes de diplomacia cultural institucionalizada -su agenda, los agentes, los vehículos y la audiencia meta- (dejando de lado el ejercicio de la diplomacia cultural en otros ámbitos, como aquellos desarrollados por la iniciativa privada o la sociedad civil), para Guatemala, El Salvador, Panamá y Costa Rica. Se repasa aquí la estructura administrativa para la atención de la acción cultural exterior y se conocen los instrumentos desarrollados recientemente, para encausar la gestión particular. 3.1 Diplomacia cultural en Guatemala La diplomacia cultural en la República de Guatemala, según se pudo conocer entro otros, a través de una entrevista personal al señor Viceministro de Cultura, don Maximiliano Araujo25 - un apasionado y creyente seguidor de la importancia de la diplomacia cultural- y a través de una entrevista personal a la señora Jefa de la Subdirección de Asuntos Jurídicos y Culturales, del Ministerio 25 Entrevista personal. 16 de febrero 2017. Sr. Maximiliano (Max) Araujo, viceministro de Cultura. Ministerio de Cultura y Deportes. República de Guatemala. Ver Anexo 1. 44 de Relaciones Exteriores de Guatemala, Sra. Jenny Alvarado26, cuenta con una plataforma administrativa y jurídica que, aunque aún ineficiente, supera las herramientas con que se contaba a finales del siglo anterior, y se encuentra dando pasos importantes para incorporar acciones sustantivas en el campo dentro de sus ejercicios de acción cultural exterior. Guatemala cuenta con el Instituto de Antropología e Historia y el Ministerio de Cultura y Deportes, que han servido de plataforma para las acciones culturales en ese país. Con su accionar, se adoptaron los derechos culturales y de la cultura como derechos humanos a partir de las Convenciones en el tema. El trabajo se enmarca, en parte en la Carta Cultural Iberoamericana (SEGIB, 2006) suscrita en la XVI Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, así como en la Política Cultural de Integración Centroamericana (2011)27. En el 2009, el Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) interesado en la diplomacia cultural, realizó una serie de talleres y se benefició de consultorías. Fue así, como con el apoyo de la oficina local de la UNESCO, la Embajada de Noruega y de varias dependencias del Ministerio de Cultura y Deportes se logró construir un marco conceptual base, incluyendo el trabajo del doctor Julio Solórzano Foppa (2011), consultor, quien presentó el documento “Estrategia para 26 Entrevista personal. 16 de febrero 2017. Sra. Jenny Alvarado. Jefetura de la Subdirección de Asuntos Turísticos y Culturales. Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Guatemala. Ver Anexo 1. 27 Política Cultural de Integración Centroamericana. Aprobada en reunión de presidentes en San Salvador, 16 de diciembre de 2011. 45 la Formulación de la Política Cultural Internacional de Guatemala. Su diplomacia cultural”. En su estudio y propuesta, el doctor Solórzano dio respuesta a varias consultas fundamentales, incluyendo, entre otras, cuál debía ser la imagen de Guatemala en el mundo, cuáles eran sus atributos principales, qué se debía promover, quién debía promover, a quién se le debía promover, con qué recursos se contaban y con qué personal se contaba. En su propuesta, Solórzano utilizó algunas de las recomendaciones sugeridas por el doctor Edgar Montiel (2007), representante de la UNESCO ante Guatemala, al incorporar el concepto de “intermediarios culturales” o “agregados culturales honorarios”. Según señaló el viceministro Araujo, en este proceso de discusión, quedó claro que la Política Cultural Exterior de Guatemala “debía estar acompañada de la decisión política, no solo de colocarla en el centro de su diplomacia, sino en el centro mismo del País. Esto implicaba que en paralelo se debería estar trabajando en el desarrollo de la Política Cultural Nacional que integrara la cultural de manera relevante como instrumento de desarrollo social y económico, como un ámbito de concordia y conciliación y como un elemento fundamental de la definición de la identidad de un país. Para Araujo, Guatemala debía crear dos niveles de instancias de relación entre la institucionalidad nacional, por una parte, encargada de la Política Nacional de Cultura y por otra de la Política Exterior de Cultura. Para ello, indicó que se 46 debía crear un Gabinete de Cultura integrado por el Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE), el Ministerio de Cultura y Deporte (MCD), el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT), el Ministerio de Economía, el Ministerio de Finanzas, el Ministerio de Educación, SEGPLAN y la Presidencia de la República. Y para la implementación operativa, se requería una Comisión Intergubernamental de implementación de Políticas Culturales conjuntas, conformada por el MRE, MCD y el INGUAT. Por otra parte, fuera del ámbito público, se proponía una Comisión Mixta entre el MRE, MCD y representantes del sector cultural y académico. La Estrategia debía incluir a corto plazo el diseño de la Política Cultural Internacional de Guatemala, la constitución del Gabinete de Cultura, la creación de la Dirección de Cultura en el MRE, la creación de la oficina de Relaciones Internacionales en el MCD, la constitución de la Comisión Intergubernamental y de la Comisión Mixta, la creación de base de datos, la creación de sistema de información digital, la elaboración de manuales operativos, el diseño de cursos de capacitación, la elaboración de listas de candidatos para agregados culturales honorarios, la implementación de la Política Cultural de Integración Centroamericana, y la adhesión a los programas culturales de la Secretaría Iberoamericana. A mediano plazo, se proponía incluir la implementación de las Políticas de Cultura de Guatemala, la calendarización de reuniones del Gabinete de Cultura, 47 de la Comisión Intergubernamental y de la Comisión Mixta, la actualización de la base de datos, la mejora en la comunicación digital, la elaboración de manuales y cursos, el nombramiento de agregados culturales honorarios, la formación del fondo de iniciativa privada para apoyo a la promoción de la cultura en el exterior, y la creación de repositorio. Finalmente, a largo plazo, se agregaría la consolidación de la Dirección General de Cultura en el MRE, la constitución de fondo para cubrir gastos de las actividades culturales en el extranjero, la formación de agregados culturales profesionales y consolidación de nombramiento de agregados culturales honorarios, el impulso a intercambios artísticos, y la elaboración de memorias. Para el Viceministro Araujo, la Política Cultural Exterior de Guatemala debía equilibrar la imagen en el exterior, promover y desarrollar un turismo cultural, generar procesos de desarrollo interno, aprovechar el recurso humano que Guatemala tenía en el exterior, crear y mantener el sistema nacional de información cultural, y cumplir con los compromisos internacionales adquiridos. 3.1.1. Política Cultural. En el Marco General de la Política Exterior de Guatemala. En el año 2012, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala publicó la Política Cultural, en el marco general de la Política Exterior, para el período 2012-2016 (MRE Guatemala 2012), un documento con el propósito de 48 “servir como instrumento estratégico de gestión pública para orientar las relaciones entre el Estado de Guatemala con otros Estados y sujetos de Derecho Internacional, y es la base para el establecimiento de instrumentos y mecanismos que contribuyan a su operativización, con el objetivo de implementar acciones que permitan afrontar los desafíos y alcanzar los objetivos y los ejes formulados en la Política Exterior”. La figura 1 muestra la portada del documento. Figura 1. Portada del documento de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala, 2012-2016. (MRE, 2012) 49 Luego de los procesos de conceptualización del 2009, la Política fue el resultado de un esfuerzo conjunto entre el Ministerio de Relaciones Exteriores quien lideró su elaboración, y el Ministerio de Cultura y Deportes, con representantes de la sociedad civil y de la cooperación internacional, a través de una serie de reuniones, seminarios, talleres e intercambios. Se aborda de esta forma en la Política la Cultura de Guatemala 2012-2016, la dimensión política y económica de la cultura, el posicionamiento de Guatemala en la comunidad internacional, el marco general de Política Exterior y la política cultural, el marco jurídico, la visión, misión, objetivos y propósitos, así como los principios, áreas de intervención, estrategias, resultados esperados y actores y sostenibilidad. En esa política y como información de base, se indicaba que las acciones respondían a las necesidades país y a que en esa fecha las industrias culturales estaban contribuyendo al 7.26% del PIB, la tasa de crecimiento promedio de las industrias culturales era de un 7,3 en su valor agregado para el período 2001- 2005, la aportación económica de las industrias culturales se ubicaba por encima de sectores como la minería y la construcción, y las industrias culturales habían contribuido a emplear al 7,14$ de la Población Económicamente Activa. El objetivo general de la Política consistió en “Visibilizar y promover los valores culturales y naturales de Guatemala por medio de la Política Cultural en 50 el Marco General de la Política Exterior y su Diplomacia Cultural, mejorando así la percepción del país en el exterior”. Las estrategias plasmadas en la Política fueron las siguientes: A corto plazo: • Creación de base de datos como instrumento de apoyo, tomando como referencia el Sistema de Información Cultural -SIC. • Incorporación de información cultural en la página WEB del MREC y establecimiento de vínculos con otros ministerios e instituciones públicas • Diseño y creación de manuales operativos y otros materiales de contenido cultural • Diseño de cursos para la capacitación del personal del MRE A mediano plazo: • Creación de un repositorio para crear pequeños espacios o vitrinas culturales en Embajadas A largo plazo: • Formación de agregados culturales • Impulso a los intercambios artísticos entre Guatemala y otros países • Presentación de exposiciones o muestras artísticas integradas con el apoyo del MCD y de la iniciativa privada • Consolidación y ampliación del programa de agregados culturales 51 En la Política se definieron resultados esperados en el ámbito de la cultura, el ámbito político y el ámbito económico-comercial. En lo político se destacó el propósito de “Consolidar la imagen de Guatemala como un país democrático, en paz, defensor de la libertad, la democracia y los derechos humanos”. 3.1.2. Plan de Acción de la Política Cultural. En el Marco de la Política Exterior de Guatemala El Plan de Acción 2012-2016 (MRE Guatemala, 2013) fue creado para operativizar la Política Cultural. Este documento provee de una hoja de ruta institucional para el cumplimiento de los objetivos trazados, y fue desarrollado por un equipo multidisciplinario de la Secretaría General de Planificación, el Ministerio de Cultura y Deportes, La Academia de Lenguas Mayas de Guatemala, el Ministerio de Relaciones Exteriores, consultores independientes, entre otros. La figura 1. muestra la portada del documento. 52 Figura 2. Portada del Plan de Acción de la Política Cultural en el marco general de la Política Exterior de Guatemala El Plan de Acción define en su Marco Operativo las funciones y responsabilidades para la operativización del Plan, incluyendo entre las funciones las siguientes: • Divulgación de la Política • Facilitación de espacios y mecanismos de articulación Estado- Sociedad Civil – Comunidad Internacional • Gestión del conocimiento: estrategia de monitoreo, evaluación y sistematización de la Política 53 • Ejecución de las acciones estratégicas, sectoriales y programáticas • Prestación directa de servicios • Asignación de recursos • Desarrollo de legislación y normativa, y • Asistencia técnica y financiamiento para la implementación. Además, incluye los cuadros operativos para cada uno de los resultados esperados, anotando las estrategias, las metas, los indicadores, los responsables institucionales y el presupuesto requerido, para las acciones de corto, mediano y largo plazo. Dentro de los resultados esperados se encuentran: • Contribuir al reconocimiento del Derecho de Autor y Derechos Conexos • Posicionar a Guatemala como país donde se reconoce la recreación, el deporte y el disfrute de tiempo libre y ocio, como un derecho de desarrollo humano • Sistematización de los procesos. • Que tres parques arqueológicos incorporen infraestructura deportiva y recreativa que reafirme contenidos para la apreciación de la cultura y el patrimonio • Plan Nacional de recreación, a largo plazo, incorpora estrategias, metas y acciones de posicionamiento de país como destino de 54 recreación y deporte • Creación y puesta en marcha con presupuesto propio para la Oficina de Festivales multiculturales • Guatemala líder en el posicionamiento de la atención del deporte y la recreación como estrategia de prevención del delito y criminalidad • Institucionalización de la Política Cultural Exterior en recreación y deporte. • Consolidar la presencia de Guatemala en el concierto de las naciones como un país que promueve y respeta su diversidad cultural y natural • Contribuir a la consolidación de la región centroamericana como bloque cultural • Contribuir a la consolidación del conocimiento de la cultura de Guatemala en la comunidad internacional • Consolidar la imagen de Guatemala como un país democrático, en paz, defensor de la libertad, la democracia y los derechos humanos • Promover el país como una potencia cultural y turística, y promover la inversión en infraestructura turística • Promover la exportación de productos de las industrias culturales 55 del país, así como de sus artesanías, gastronomía y otras expresiones culturales tradicionales • Propiciar en el marco de actividades culturales, encuentros y contactos que faciliten el intercambio comercial • Promover la capacitación de guatemaltecos en el exterior, con temas de: valoración cultural, acervo cultural, cultura de agua y sistema de información, entre otras • Propiciar la presencia de artistas guatemaltecos y otros connacionales en el exterior, así como de hacedores y portadores de expresiones culturales. • Promover el establecimiento de corredores culturales con países vecinos que tengan expresiones culturales similares • Promover la presencia de extranjeros en Guatemala en los festivales de arte, de artesanías y de expresiones culturales tradicionales • Socializada y Empoderada la Política Cultural. El Plan de Acción planteó la creación de una Secretaría Ejecutiva para acompañar la implementación de este instrumento y una estrategia de Monitoreo, Evaluación y Sistematización. Además, presentó un Cronograma para el año 2013, primer año de implementación. En la figura 3 se presenta la Gráfica de Interacción del Plan de Acción, como se incluyen en el documento. 56 En el Anexo 2 se incluyen los cuadros relativos a la operativización de la Política contenidos en el Plan de Acción 2012-2016. Para esta investigación, no fue posible encontrar evidencia de continuidad en la ejecución del Plan de Acción a la fecha, tomando en cuenta que el Poder Ejecutivo de Guatemala cuenta con nuevas autoridades. Lamentablemente no fue posible obtener información sobre los indicadores a la fecha ni información relativa a las experiencias. Figura 3. Gráfica de interacción del Plan de Acción 2012-2016. (MRE Guatemala, 2013) 57 3.2. Diplomacia cultural en El Salvador Las acciones de promoción cultural en El Salvador han sido coordinadas por medio de la Oficina de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores, la cual reporta a la Jefatura de Despacho. Esta unidad fue reestructurada recientemente, durante la administración Bukele, para impulsar no solo la diplomacia cultural, sino además otros asuntos que pertenecen a la diplomacia pública, como la diplomacia deportiva, gastronómica, ciencia, tecnología e innovación, comercial, industria naranja, entre otras. (MRE El Salvador, 2021). Según se desprende de la Memoria de Labores 2020-2021 “como parte del impulso a la diplomacia pública, el Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de su Oficina de Asuntos Culturales, ha promovido el arte y la cultura salvadoreña en el exterior, por medio de exposiciones y proyecciones de piezas audiovisuales. Aunque el 2020 limitó mucho los espacios de cultura, las actividades continuaron y se logró dar una proyección en temas culturales, gastronómicos y deportivos”. En la página web del gobierno salvadoreño28 se lee que “el Ministerio de Relaciones Exteriores lleva adelante una estrategia de Diplomacia Cultural, como una herramienta para promover la imagen del país y dar los merecidos espacios a los artistas nacionales, tanto en nuestra sede, en El Salvador, así como fuera 28 Tomado de: https://rree.gob.sv/programas/diplomacia-cultural/ [Consulta: 19 de diciembre de 2021]. https://rree.gob.sv/programas/diplomacia-cultural/ 58 de nuestras fronteras, de la mano con nuestras 82 Embajadas y Consulados”. Las acciones de diplomacia cultural en El Salvador forman parte de uno de los seis programas, a saber: diplomacia comercial, diplomacia cultural, fortalecimiento y modernización institucional, atención y reinserción de personas retornadas, vinculación con la diáspora, movilidad laboral. En el 2017 en entrevista realizada a la señora directora de Cultura del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lic. Ana Claudia Ardón de Portillo29, se conoció sobre las acciones que en ese momento realizaba El Salvador en el exterior en materia de promoción de la cultura en el exterior. En esa oportunidad, Lic. Ardón explicó que la Oficina de Asuntos Culturales estaba enfocada a la realización de eventos culturales en el exterior, en seguimiento al Plan Anual Operativo (ver Anexo 3) definido por parte de su Dirección, aunque no se contaba con una Política de Diplomacia Cultural.