Actualidades en Psicología, 20, 2006, 141-147 Reseñas Bibliográficas Hoffman, M. L. (2000) Empathy and Moral Development: Implications for Caring and Justice: New York, United States of America: Cambridge University Press. Benjamín Reyes Fernández Cuando en psicología se abordan temas como el desarrollo moral surgen muchas preguntas. Una buena parte de ellas tienen que ver con el sujeto que concebimos como objeto de estudio. Hablamos de un sujeto con cogniciones y afectos, no estáticos, sino en proceso de cambio o desarrollo. Hablamos de un sujeto cuyo desarrollo tiene que ver con su medio, y cuyos primeros pasos son dados en el contexto de una familia. Hablamos de un sujeto que vive en una sociedad, la cual posee una dimensión moral. ¿Cuál es el papel de los afectos y cogniciones en el desarrollo moral? ¿Cuál es el rol de los padres y la familia en el desarrollo moral? ¿Qué relación tienen los afectos y las cogniciones con la conducta prosocial? ¿Cuál es el papel de los principios en el desarrollo moral? ¿Es la moral dependiente del contexto, o hay algo que sea universalizable? Durante años muchas de estas preguntas no recibieron el tratamiento adecuado. Algunas no fueron abordadas en absoluto, como todas aquellas relacionadas explícitamente con emociones y otras fueron abordadas de forma muy parcial, olvidando que en el desarrollo moral, así como en muchas otras áreas del desarrollo psicológico, lo cognitivo no es tan independiente de lo afectivo. El psicoanálisis, que algunos podrían considerar una excepción a la regla, no desarrolló sin embargo lo que se ha dado en llamar psicología sobre la moral, ni tampoco una psicología que tratara de abordar toda la gama de las emociones, aunque hizo algunos aportes iniciales importantes en la comprensión de la moral y de la culpa. Es a partir de los años setenta (Etxebarría, 1999) que el interés por las emociones volvió a resurgir, aunque todavía muy enfocado en el desarrollo de una teoría general de la emoción. En la psicología sobre la moral, en buena medida gracias al influjo del enfoque cognitivo evolutivo, las emociones morales fueron dejadas en un lugar secundario y sin abordaje de emociones específicas. Pero Hoffman fue una excepción en aquellos tiempos, mostrando interés por la relación entre lo afectivo y lo cognitivo, y particularmente en la empatía, la culpa y su relación con aspectos cognitivos y conductuales como la toma de roles, internalización moral y conducta prosocial (Hoffman, 1976, 1983). Reseñas bibliográficas En realidad a lo largo de su trabajo Hoffman (1976, 1983, 1987/1992, 1991, 2000) ha hecho frente a una cantidad de preguntas tan variada que supera las planteadas en el principio de esta reseña. Sus esfuerzos podrían ser considerados como pioneros, si bien es cierto actualmente puede nombrarse una cantidad enorme de investigadores que han vuelto la mirada sobre estos temas muchas estrellas brillan en el firmamento de la psicología de las emociones (véase por ejemplo Tagney, 1996; Lewis, 1996, Etxebarría, 1999). “Empathy and Moral Development: Implications for Caring and Justice”, la obra de la que trata esta reseña, fue publicada en el 2000, y cumple la función de resumir gran parte del trabajo de Hoffman. En ese tanto aborda, de alguna manera, todas las preguntas presentadas al principio. Sin embargo no se limita a resumir lo ya hecho. En ella Hoffman, su autor, procura dar un tratamiento renovado a temas estudiados a lo largo de años, recurriendo en ocasiones a la reflexión teórica y en otras a la presentación de hallazgos empíricos. Son numerosos los temas abordados por Hoffman (2000) en este libro. Con el fin de que el lector interesado se haga una idea de qué temas podrá profundizar al tener la obra entre sus manos, se presenta a continuación una lista de los mismos: a) la activación de la empatía y su relación con el funcionamiento prosocial, b) las emociones empáticas: ira empática, simpatía, culpa y sentimiento de injusticia, c) la relación entre disciplina, culpa e internalización moral, d) la relación entre empatía y principios morales, e) la educación moral desde una perspectiva que considera el papel de lo afectivo y lo cognitivo en los encuentros morales. El autor no es presuntuoso. En muchas ocasiones reconoce lo limitado de los hallazgos empíricos presentados, que con frecuencia mantienen solo un vínculo indirecto con las posturas que sostiene, dando cuenta de la falta de respaldo que actualmente tienen algunos de sus conceptos. Pero ello no elimina sin más el valor heurístico de los mismos. A través del libro Hoffman revaloriza el papel del afecto en la psicología de la moral. El afecto no es sencillamente un subproducto de procesos cognitivos. Por lo contrario, para él ciertamente “en el principio era el afecto”. La capacidad para experimentar empatía existe en el bebé, e incluso le hace llorar cuando escucha a otro llorar, aunque todavía no pueda diferenciarse cognitivamente de ese otro. Pero tampoco se trata de menospreciar el papel de la cognición. Esta diversifica y enriquece el “mapa” de lo afectivo. Por ejemplo, gracias al desarrollo de la capacidad cognitiva de hacer atribuciones causales, el niño puede transformar la empatía por el dolor del otro en culpa, al representarse como causante de ese dolor. Igualmente interesante resulta la revalorización que hace Hoffman del papel de los principios en la moral y la conducta prosocial. En vez de que la moral esté plenamente dentro de un ámbito cognitivo y gire alrededor de un Actualidades en Psicología, 20, 2006, 141-147 Reseñas bibliográficas principio, como sucede con Kohlberg (1992) y su concepción del principio de justicia, lo cognitivo y los principios están en interrelación con lo afectivo. Lo afectivo le da una carga motivacional a las cogniciones de tal manera que estas se convierten en cogniciones “calientes” motivadoras de conducta prosocial. Los dos principios más abordados por la filosofía occidental, a saber, cuidado y justicia, no tienen porque ser incompatibles con la empatía y demás emociones morales, según dice. La propuesta de Hoffman (2000), aunque provocadora e incipiente en muchos de estos temas, tiene limitaciones en dos sentidos. El primero de ellos es el teórico. Hay algunos puntos que no han sido tratados con suficiente detalle. Por ejemplo, cuando se afirma que la justicia y el cuidado pueden ser compatibles con la empatía, hace falta abordar con mayor detalle la relación que habría entre un principio y el otro, en apariencia contradictorios. El otro sentido tiene que ver con la necesidad de fundamento empírico de muchos elementos de la teoría. El mismo Hoffman (2000) lo reconoce. Por ejemplo, para temas como el de la ira empática no se presentan fundamentos empíricos directos, aunque la explicación expuesta sea verosímil. El desarrollo de lo empírico y el desarrollo de lo teórico tienen que ir necesariamente de la mano. Temas como las emociones empáticas requieren más solidez a partir de hallazgos empíricos y mayor rigurosidad teórica para que tengan más aceptabilidad como conceptos de los fenómenos que pretenden explicar. Un tema totalmente ausente tanto en lo teórico como en lo empírico, pero desde el cual sería interesante hacer una lectura de la obra, es la relación entre lo mental y el cuerpo. ¿Qué mecanismos neurofisiológicos participan en la culpa y la moral? ¿Cómo participa la biología en la moral? Sin lugar a duda tales inquietudes permitirían una revisión más exhaustiva de muchos de los conceptos originados por Hoffman. Finalmente hay que resaltar un compromiso ético de la psicología al tratar temas como el de las emociones y la moral. Cabe preguntarse en qué medida la revalorización que hace Hoffman de emociones tan controversiales como la culpa y la ira, entre otros aportes, permiten resolver problemas sociales relacionados con los principios de bienestar y justicia. Por ejemplo, en qué medida su perspectiva sobre la culpa y la ira llevaría hacia un mejor entendimiento de la agresividad, o cómo contribuirían las cogniciones ‘calientes’ en la construcción de comunidades humanas más solidarias. Una lectura de la obra a partir de esos principios es una lectura necesaria. Actualidades en Psicología, 20, 2006, 141-147 Reseñas bibliográficas Referencias Etxebarría, I. (1999). Los sentimientos de culpa. En E. Pérez-Delgado & V. Mestre (Eds) Psicología moral y crecimiento personal (pp. 103-120) Barcelona, España: Ariel. Hoffman, M. L. (1976). Empathy, Guilt and Role Taking. En T. Lickona (Ed.) Moral Development and Behavior: Theory, Research, and Social Issues (pp. 124-143). New York, EE. UU.: Holt, Rinehart and Winston. Hoffman, M. L. (1983). Affective and cognitive processes in moral internalization. En E. T. Higgins; D. N. Ruble & W. W. Hartup, (Eds.) Social Cognition and Social Development: A Sociocultural Perspective (pp. 236-274). New York, EE. UU.: Cambridge University Press. Hoffman, M. L. (1991). Empathy, social cognition and moral action. En W. M. Kurtines & J.L. Gewirtz (Eds.) Handbook of moral behavior and development. Vol 1: Theory (pp 275-301) New Jersey, EE. UU.: Lawrence Erlbaum Associates, Inc, Publishers. Hoffman, M. L. (1992). La aportaciónde la empatía a la justicia y al juicio moral. (I. Aizpurua, Trad.) En N. Eisemberg & J. Strayer (Eds.), La empatía y su desarrollo (pp.59-93). Bilbao, España: Desclée de Brouwer. (Reimpreso de The contribution of empathy to justice and moral judgment, pp. 47-80, por N. Eisemberg & J. Strayer, Ed., 1987, New York, EE.UU.: Cambridge University Press. Hoffman, M. L. (2000). Empathy and Moral Development: Implications for caring and justice. En N. Eisenberg & J. Strayer (Eds.), Empathy and its development. .New York, EE. UU.: Cambridge University Press. Kohlberg, L. (1992). Ensayos de desarrollo moral: Vol. 2, Psicología del desarrollo moral. (A. Zubiaur, Trad.) Bilbao, España: Desclée de Brouwer. (Trabajo original publicado en 1981). Lewis, M. (1996). Embarrassment: the emotion of self-exposure and evaluation. En J. P. Tagney & K. W. Fischer. Self-conscious Emotions. The Psychology of Shame, Guilt, Embarrassment, and Pride. New York, EE. UU.: The Guilford Press. Tagney, J. P. (1996). Shame and guilt in interpersonal relationships. En J. P. Tagney & K. W. Fischer. Self-conscious Emotions. The Psychology of Shame, Guilt, Embarrassment, and Pride. New York, EE. UU.: The Guilford Press. Actualidades en Psicología, 20, 2006, 141-147