Un cuerpo que no es uno: carne, sexo y género Un cuerpo que no es uno: carne, sexo y género A body that is not one: flesh, sex and gender Dra. (c). Isabel Gamboa Barboza Recepción: Universidad de Costa Rica 08 de abril de 2017 isabelgamboabarboza@gmail.com Aceptación: San Pedro de Montes de Oca- Costa Rica 12 de mayo de 2017 La autora declara no tener conflictos de interés con la Revista APORTES RESUMEN La duda es el motivo de este trabajo. En él, reflexiono sobre el tema de la incertidumbre que conllevan tanto el cuerpo, como el deseo. Para ello, discurro sobre dos corrientes de pensamiento que cuestionan las certezas sobre la carne, el deseo y el género. Además, discuto sobre algunos dispositivos culturales, principalmente desde el Estado, que insisten en fijar a los seres humanos en dos categorías corporales correspondientes con un género y un deseo. Por último, propongo algunas breves reflexiones. Palabras Claves:Incertidumbre, cuerpo, género, sexo ABSTRACT Doubt is the reason for this work. In it, I reflect on the subject of the uncertainty that both the body and the desire entail. To do this, I discuss two currents of thought that question the certainties about the flesh, desire and gender. In addition, I discuss some cultural devices, derived mainly from the State, that insist on fixing humans in two corresponding body categories with a gender and a desire. Finally, I propose some brief reflections. Keywords:Uncertainty, body, gender, sex 40 APORTES Nº 22 / Julio de 2017 / Pág. 40-44 / ISNN: 2306-0871 Isabel Gamboa Barboza Introducción nero es un constructo cultural que requiere ser constan- EEn el año de 1929 el endocrinólogo madrileño, Gregorio temente actuado para lograr una subsistencia apenas im-Marañón, dijo que los varones y las hembras tipo eran perfecta; y que, de la misma manera, los deseos están en entes casi en absoluto fantásticos, y que los estados de constante formación (2006). Así, para Butler, el cuerpo confusión sexual eran tan abundantes que apenas hay no sería un instrumento, ni de liberación, ni de opresión, ser humano cuyo sexo no esté empañado por una duda sino una construcción cultural inacabada (1999). concreta o por una sombra de duda (1929). Al decirlo, cuestionó las certezas sobre el cuerpo, que se construyen Por su parte el también filósofo, Michel Foucault, desveló desde la medicina y la cultura, y que tanto nos empeña- que la homosexualidad, tal y como la conocemos hoy, fue mos en cumplir. un invento de las instituciones médicas y de justicia penal del siglo XIX, y que, junto a ella, también se produjo una Muchísimos años después de la afirmación de Marañón formidable tecnología del cuerpo conformada por una -en lo que sería el comienzo de una investigación que serie compleja y abundante de mecanismos para admi- planeaba hacer, sobre intersexualidad-, fui a buscar a una nistrar la carne y los deseos (2003). persona que alguien me recomendó entrevistar y que vi- vía “retirada en la montaña”. Desde la antropología, Gayle Rubin afirmó que la se- xualidad occidental responde a una serie de paradigmas Así, llegué a la Suiza de Turrialba, en la provincia de Car- culturales que reconocen como normalidad sólo algunas tago, Costa Rica, casi a la hora del café, y la llamé desde prácticas, algunos deseos y algunos cuerpos, dejando al el alto de la colina, pero sólo me respondieron los perros. resto en lo más bajo de un sistema clasificatorio. Desde el Después de insistir, salió ella. A su lado, la incertidumbre. paradigma dominante, esos escalones bajos de la sexua- Era, ciertamente, una extraña persona que se burló -con lidad representarían un peligro para la estabilidad de la solo poner su cuerpo frente al mío- de mi supuesta aper- sociedad (Rubin, 1989). tura frente a la intersexualidad. Finalmente, el historiador, Thomas Laqueur, asegura que Ya en la sala, mis ojos se fueron acostumbrando a ella la idea de los dos sexos no ha estado siempre presente en como se acostumbra una al paso de la oscuridad a la luz la cultura occidental, y que más bien se fue conformando, repentina. Tomamos café y hablamos: le conté de la in- a través de los siglos, a partir de la creencia original grie- vestigación y la invité a participar, pero se negó a acep- ga en la existencia de un único sexo (1994). tar. Al despedirme de ella -en muy buenos términos- me quedé con un vacío, con un hueco que estaba debajo No todo el mundo cree lo mismo: desde la política de la certeza que ella me arrebató con su presencia. Se La segunda corriente de pensamiento que interpela la trataba de un hombre transexual, cuya familia lo había certeza de los dos sexos y de una supuesta correspon- “depositado” en aquel remoto lugar para evitar que les dencia con el deseo, la integran las personas -militantes, avergonzara. o no, profesionales, o no-, que con sus declaraciones ex- plícitas, sus existencias individuales o sus investigacio- Esa experiencia me hizo pensar en lo que pasaba cuando nes empíricas, desafían la relación unívoca entre cuerpo esa seguridad era arrebatada a alguien con un título en la y deseo, y ponen en evidencia una serie de mecanismos pared y un bisturí en una mano: un médico. Casi siempre institucionales empeñados en sostener forzosamente cortan, cosen y medican. Pero para bien de la humanidad, dicha relación. existen al menos dos corrientes de pensamiento que cues- tionan las certezas que llevan a mutilar estos cuerpos. Aquí debo citar a aquellas personas que con su sola pre- sencia corporal socavan las certidumbres sobre cómo son No todo el mundo cree lo mismo: desde las ciencias los cuerpos y cuáles son sus deseos. Por ejemplo, la mo- Mencionaba antes que existen al menos dos corrientes delo brasileña Lea T1, el modelo bosnio Andrej Pejic2, la de pensamiento que se enfrentan al saber institucional conductora y actriz mexicana Alejandra Bogue3 o la muy sobre los cuerpos. La primera, surgida principalmente a enigmática escritora Patricia Highsmith4. partir de la década de los años sesenta, está constituida por intelectuales de distintas disciplinas que han venido Además, tengo que mencionar a las abundantísimas or- interrogando la relación entre el cuerpo, el sexo y el gé- ganizaciones -presentes en prácticamente todos los paí- nero, y la manera en que la cultura interviene en ello. ses del mundo- autodenominadas gays, lésbicas, transe- xuales, intersexuales, bisexuales, etc. Estas agrupaciones, La filósofa Judith Butler, por ejemplo, supone que el gé- gracias generalmente al financiamiento de organismos 1 Una de sus fotografías puede verse en: https://encryptedtbn2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcSP7kahSHuYIqUSwN6ocVQre8Vt03HueGI6ibl9WqOO-Z_YcGEE 2 Una fotografía suya puede ser vista en: https://encrypted-tbn3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTsyKDA-hmu4DYMeu63H6q1I9823ZYni8Q2M5QTNDLog4YVjJHSKA 3 Puede ver su foto en: http://www.bacanalnica.com/images/stories/old_blog/alejandra_bogue_02.jpg 4 Su foto en: https://encryptedtbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTfcF5UV8ywKJw1IXDveMlMAaOmrlCzwveJwS48du0Ivl08AMMkHQ APORTES Nº 22 / Julio de 2017 / Pág. 40-44 / ISNN: 2306-0871 41 Un cuerpo que no es uno: carne, sexo y género de derechos humanos, investigan, intentan intervenir las La medicina tiene un largo camino nombrando y nor- legislaciones que regulan el tema, se reúnen y denuncian mando la carne que no enuncia certidumbre: empezando lo que consideran atropellos a los derechos humanos aso- con el eunuquismo, la disfunción ovárica, el virilismo, el ciados al cuerpo, la sexualidad o el género 5. criptorquismo y las hipospadias (OMS, 1957); continuan- do con la hiperplasia suprarrenal congénita, la feminiza- Estas organizaciones han venido denunciando que desde ción testicular, el seudohermafroditismo y el síndrome de muchas instituciones médicas, jurídicas y educativas, es Klinefelter (OMS, 1978); y acabando con el síndrome de decir, desde el Estado, se instituyen esos cuerpos como resistencia androgénica, la ectopia testicular y el síndro- truncados y se establecen procesos de administración me de Turner (OMS, 1995). corporal, mediante la realización de investigaciones, in- tervenciones médicas, administración de justicia, y pro- Pero, cada vez más intensamente, al lado de la voz médi- ducción de discursos. ca, se oyen otras voces que planten que, lo tomado por ambigüedad, no es más que un destino cultural de la di- Según lo han reportado estas organizaciones, como por versidad de cuerpos sexuados, algo así como un desafío, ejemplo GATE (Acción Global para la Igualdad Trans)6, en tanto diversidad corporal, de las normas culturales en los hospitales, cada vez que nace una persona cuyo (Cabral, 2009). sexo es difícil de determinar dentro de las categorías de femenino o masculino, la endocrinología, seguida por la Así, en disputa del supuesto saber institucional sobre los genética y la cirugía, con la ayuda eventual del trabajo so- cuerpos, existen abundantes investigaciones y publica- cial, la psiquiatría, pediatría, urología, psicología y la gine- ciones que se han llevado a cabo en los últimos tiempos. cología, se encargan de zanjarlo cortando lo que decidan Por ejemplo, una de las más ambiciosas, porque incluye cortar y agregando lo que consideren necesario. varias investigaciones en muchos países latinoamerica- nos, es el libro Interdicciones, editado por Mauro Cabral Pero como el poder no es un objeto sino una relación, (2009). En él, se presentan los resultados parciales de como nos lo recuerda Halperin (2000), el equipo médico cinco indagaciones, llevadas a cabo desde diferentes dis- suele contar con la venia de quienes rodean a la persona ciplinas y con una postura militante reconocida explíci- por operar: además de médicos, hay mamás; a la par de tamente. una psicóloga, hay papás; con el enfermero, hay una ve- cina. Al final, es una comunidad la que opera a un cuerpo El primer trabajo (Alcántara, 2009), discurre sobre los que no recibirá en su barrio sin arreglo previo. resultados de una investigación etnográfica, con fuen- tes documentales y entrevistas a familiares y personas Además, otras instituciones juegan un papel determinan- en condición intersexual, provenientes de diferentes de- te para garantizar la eficacia de estos dispositivos nor- partamentos mexicanos. En ella, la investigadora sugiere malizadores. Por ejemplo, en Costa Rica, el Ministerio de que la relación existente entre el personal médico y las Educación Pública, lleva décadas produciendo materiales personas tratadas en los hospitales, está marcada por el educativos -usados por quienes estudian y por quienes poder desde niveles diferentes. Por ejemplo, desde el ra- educan- en los que insiste en las diferencias biológicas cismo. Apunta también que la condición intersexual se y sociales entre mujeres y hombres. En ellos, se reiteran vuelve algo secundario, para estas personas, frente a su afirmaciones tales como que el hombre y la mujer son condición de pobreza extrema. Agrega que en las comu- necesarios para tener y cuidar hijos, que las células re- nidades donde habitan personas en condición intersexual productoras determinan el comportamiento de género, suelen ser más tolerantes con ellas que el mismo personal y se hacen llamados a valorar la identidad y el rol sexual médico. propios (Gamboa, 2010). En el segundo ensayo (Lins, 2009), se hace una reflexión Desde el punto de vista médico, la incertidumbre corpo- a partir del caso de la judoka intersexual brasileña Edi- ral, más que eso, es interpretada como un incumplimien- nanci Silva, ganadora de una medalla de oro en unos to que puede ser de tipo gonodal (ovarios y testículos), Juegos Panamericanos. Lins narra cómo las instituciones genético (cromosomas), genital (vulva, vagina, pene y deportivas reaccionaron acatando completamente los próstata), fenotípico (caracteres sexuales secundarios), discursos médicos y su prescripción de dos sexos, y cómo o, ya más asociado a lo social, de aspectos psicosexuales los medios de comunicación reprodujeron, sensaciona- (una persona no se identifica con el sexo con el que se le listamente, las representaciones de sentido común con reconoce)7. respecto a la intersexualidad, al presentar a Silva como 5 Sólo por señalar algunas pocas: International Lesbian and Gay Associaton (ILGA); Asociación Lésbica gay de Sierra Leona (SLLAGA); Centro de Investigación y Promoción para América Central de Derechos Humanos (CIPAC), ubicada en Costa Rica y dedicada a la investigación y promoción de los derechos; Proyecto de Minorías Sexuales bajo Acción de las Mujeres para el Cambio (WAC), organización de las islas Fiji; Sexuality Policy Watch (SPW), organización internacional dedicada a la investigación y el activismo; Blue Diamond Society, organización ubicada en Nepal que trabaja en los temas de salud sexual; Asociación Brasileña de gays, lesbianas y transexuales, también dedica a los derechos; Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid, que se ocupan del mismo tema. 42 APORTES Nº 22 / Julio de 2017 / Pág. 40-44 / ISNN: 2306-0871 Isabel Gamboa Barboza una aberración y como un prodigio, al mismo tiempo, y al Que el cuerpo sea una condición imborrable se debe a ubicarla en el lugar de lo exótico. que posibilita eso que él llamó ser-del-mundo. La natu- raleza terrenal y corporal de la existencia de los seres El tercer ensayo (Lavigne, 2009), critica los discursos humanos hace que tener un cuerpo permita a alguien, teóricos y categoriales de la medicina en cuanto a diag- en particular, formar parte de un contexto específico e nóstico, tratamiento, prevención y clasificación de la in- involucrase en él (Merleau-Ponty, 1975). tersexualidad. La investigadora hizo un trabajo de campo que incluyó entrevistas a personal médico y a militantes El ser el cuerpo - los brazos, los ojos, la espalda, los geni- intersex de Argentina. Sus hallazgos develan y confirman tales- el medio para ser-del-mundo, una “anormalidad” las estrategias de intervención y normalización de la se- significaría, culturalmente, una marca que erige una di- xualidad por parte de la medicina. ferenciación. Mi “anormalidad” sería interrogada por el mundo en una especie de reclamo por la ausencia que El cuarto avance (Grégori, 2009), se ocupa de estudiar el evidencia (Merleau-Ponty, 1975). Esas regiones de silen- contexto español en función de las personas diagnosti- cio como llamó el filósofo a lo que queda en el lugar de la cadas como intersexuales. En su investigación, la autora falta, determinan el lugar en el mundo. encontró que en España las personas intersexuales com- parten historias de silencio y soledad, pero también de Precisamente desde ahí, desde los postulados de Mer- lucha y reivindicación política. Además, Grégori hizo un leau-Ponty, el filósofo español, Francisco Vázquez, pro- recorrido por la organización política intersex, pasando pone la consideración del a priori carnal en el estudio de por la incorporación de esta población en agrupaciones lo que considera como límites del constructivismo en el militantes ya existentes, los debates al interior de las mis- análisis de la transexualidad (2009). mas y los encuentros y contradicciones que se revelan allí. Vázquez sugiere que, tanto el personal de salud, como las Finalmente, el quinto (Sadrine, 2009), es un estudio et- personas transexuales, mantienen una postura construc- nográfico, en un hospital de Brasil, que expone tres his- tivista que debería moderarse con elementos fenomeno- torias de campo correspondientes a tres casos de la vida lógicos de la interpretación del cuerpo (2009). real. A través de ellos, Sadrine discute sobre la construc- ción de un binarismo sexual por parte del personal de sa- Fundamenta su argumento en el hecho de que las per- lud, responsable de tratar a personas intersex, describe sonas trans pueden ubicarse en dos grupos, quienes cómo se ha visto históricamente la ambigüedad sexual, obedecen al modelo médico, mediado de común por la argumenta contra el poder de los médicos, expone el pa- necesidad de contar con un estatus legal que les posibi- pel del avance de las tecnologías médicas en el tema de lite una vida normal, y quienes se agrupan para desafiar la sexualidad, y desvela la existencia de tensiones entre el enteramente dicho modelo y sus representaciones, argu- discurso médico y las experiencias cotidianas de las per- mentando que, tanto el sexo como el género, son meras sonas intersex. construcciones sociales (2009). El a priori carnal Por otra parte, asegura que el personal médico también Me parece que puedo afirmar que, tanto la posición de está integrado por posiciones contradictorias al sostener los que se aventuran en corregir los cuerpos de los de- la visión dicotómica de la existencia de dos sexos y dos más, como la de quienes abogan por otorgarles una exis- géneros pero, también, al cuestionar dicho esencialismo tencia simbólica tal cual nacieron, se fundamentan par- cuando reconocen el carácter cultural del género (2009). cialmente en una actitud voluntarista. Esto es, en la idea de que se puede decidir y actuar en uno u otro sentido, De esto resulta que, según Vázquez, ambos grupos tie- según el propio deseo. Y a este propósito es que deseo nen en común el oponer la naturaleza a la cultura y en comentar rápidamente una postura que interrogaría di- olvidar que el cuerpo es la materialidad desde la que se cha voluntad. está en el mundo. Según Vázquez, unos dan el protago- nismo a la biología, otros a la cultura, reduciendo la cues- Para el filósofo francés Maurice Merleau-Ponty: “La vo- tión del cuerpo a una imposición que no considera qué luntad de poseer un cuerpo sano o el rechazo del cuerpo hace el sujeto, por ejemplo, con eso que la cultura le im- enfermo no se formulan por sí mismos; la experiencia del pone (2009). Para Vázquez, después de todo, no todas brazo amputado como presente, o de un brazo enfermo las personas transexuales pueden elegir entre un cuerpo como ausente, no son del orden del “yo pienso que…”” y otro, ni pueden darse la libertad de vivir tal cosa como (1975:100). una transgresión. 6 Gate informa regularmente en su sitio: http://transactivists.org 7 Consúltese por ejemplo, Money, J. (2002). Errores sexuales del cuerpo y síndromes relacionados. Una guía para el asesoramiento de niños, adolescentes y sus familias. Córdoba: Editorial Biblos. Y Pombo, M. (2002). Tratado de endocrinología pediátrica. Madrid: McGraw-Hill. APORTES Nº 22 / Julio de 2017 / Pág. 40-44 / ISNN: 2306-0871 43 Un cuerpo que no es uno: carne, sexo y género Conclusiones Halperin, D. (2000). San Foucault. Para una hagiografía gay. Si se es, o no, intersexual, si una se asume transexual o Cuadernos de Litoral. Edelp. Córdoba. transgénero, si nos declaramos heterosexuales (duros Laqueur, T. (1994). La construcción del sexo. Cuerpo y géne- o vainillas) o en el cuerpo equivocado.… Pareciera que ro desde los griegos hasta Freud. Madrid: Ediciones Cátedra. todo lo asociado al sexo lo está también a la angustia. Si esto fuera así, el sexo y todas sus manifestaciones serían, Lavigne, L. (2009). “La regulación biomédica de la intersexua- parafraseando a Allouch, el síntoma gracias al cual sabe- lidad. Un abordaje de las representaciones socioculturales do- minantes”. En Mauro Cabral (Ed.). Interdicciones. Escrituras mos que nos cuidamos calamitosamente. de la intersexualidad en castellano. Córdoba: Anarrés editorial. ¿De qué se cuida alguien cuando se siente muy femeni- Lins, I. (2009). “Ahora, es toda una mujer: Un análisis del no, muy masculina, poco o muy sexual, con los senos o caso de Edinanci Silva en los medios latinoamericanos”. En el pene muy pequeño? ¿De la ignorancia que nos nace al Mauro Cabral (Ed.). Interdicciones. Escrituras de la inter- creer que, como diría Cabral (2008), del sexo no sabe- sexualidad en castellano. Córdoba: Anarrés editorial. mos nada? Será que, con o sin hormonas u operaciones, Marañón, G. (1929). Los estados intersexuales en la especie las personas siempre estamos condenadas a nuestra pro- humana. Madrid: Javier Morata, editor. pia carne en la forma en que lo planteó Merleau-Ponty. Merleau-Ponty, M. (1975). Fenomenología de la percep- Casi como si dijéramos, creyendo a la tradición judeo ción. Barcelona: ediciones península. cristiana, que sufrimos las tribulaciones de la carne. Money, J. (2002). Errores sexuales del cuerpo y síndromes Bibliografía relacionados. Una guía para el asesoramiento de niños, ado- Alcántara, E. (2009). “Pobreza y condición intersexual en lescentes y sus familias. Buenos Aires: Editorial Biblos. México: reflexiones y preguntas en torno al dispositivo mé- Organización Mundial de la Salud. (1957). Manual de la cla- dico”. En Mauro Cabral (Ed.). Interdicciones. Escrituras de sificación estadística internacional de enfermedades, trau- la intersexualidad en castellano. Córdoba: Anarrés editorial. matismos y causas de defunción. Ginebra: OMS. Allouch, J. (2006). Spichanalyse. Revista “Me cayó el veinte” Organización Mundial de la Salud. (1978). Manual de la cla- no. 13, p.1-12. sificación estadística internacional de enfermedades, trau- Butler, J. (1999). “Sujetos de sexo/género/deseo.” En: Neus matismos y causas de defunción. Texas: OMS. Cabonell y Meri Torras (Editoras.) Feminismos Literarios. Organización Mundial de la Salud. (1995). Clasificación es- Madrid: Arco/libros. tadística internacional de enfermedades y problemas rela- Butler, J. (2006). Deshacer el género. Barcelona: Paidós. cionados con la salud. Texas: OMS. Cabral, F. (2008). No saber. Acerca de XXY. En: http:// Pombo, M. (2002). Tratado de endocrinología pediátrica. www.clam.org.br/publique/cgi/cgilua.exe/sys/start. Madrid: McGraw-Hill. htm?infoid=3956&sid=28 Rubin, G. (1989). “Reflexionando sobre el sexo: notas para una Cabral, M. (Ed,). (2009). Interdicciones. Escrituras de la in- teoría radical de la sexualidad.” En Carole S. Vance (compiladora). tersexualidad en castellano. Córdoba: Anarrés editorial. Placer y peligro. Explorando la sexualidad femenina. Madrid: Talasa. Foucault, M. (2003). Historia de la Sexualidad. La voluntad Sadrine, P. (2009). “Confesiones corporales: algunas narra- de saber. Buenos Aires: Siglo Veintiuno. tivas sociomédicas sobre los cuerpos intersex”. En Mauro Gamboa, I. (2010). “Sexualidad en la primaria, tratado de Cabral (Ed.). Interdicciones. Escrituras de la intersexualidad un inútil combate”. En: Revista de Historia. No 61-62, 2020, en castellano. Córdoba: Anarrés editorial. enero-diciembre. San José: Editorial de la Universidad de Vázquez, F. (2009). “Del sexo dicotómico al sexo cromático. Costa Rica. La subjetividad transgenérica y los límites del constructivis- Grégori, N. (2009). “La experiencia intersexual en el contex- mo”. En: Sexualidad, Salud y Sociedad Revista Latinoame- to español. Tensiones, negociaciones y microrresistencias”. ricana. Número 1. Río de Janeiro: Centro Latinoamericano En: En Mauro Cabral (Ed.). Interdicciones. Escrituras de la de sexualidad y derechos humanos. Disponible en: www. intersexualidad en castellano. Córdoba: Anarrés editorial. sexualidadsaludysociedad.org 44 APORTES Nº 22 / Julio de 2017 / Pág. 40-44 / ISNN: 2306-0871