FUTURO DE LOS PEQUEÑOS PRODUCTORES DE FREJOL EN MEXICO Y SU RELACION CON LA AGRICULTURA COMERCLAL Rogelio Lépiz* Resumen México en los últimos 20 años ha registrado una ligera reducción en la superficie cosechada de 2.1 a 1.8 millones de hectáreas y un incremento moderado en la producción de grano, de 0.91 a 0.99 millones de toneladas anuales; ésto ha sido posible debido al incremento en los rendimientos unitarios de 427 a 555 kg/ha. Igualmente, las estadísticas evidencian un cambio en las áreas productoras de frijol. Ha habido un desplazamiento de la superficie de algunos estados del centro del país como Jalisco y Veracruz hacia la región norte localizada en el Altiplano Central, especialmente hacia los estados de Zacatecas, IXirango y Chihuahua. En 1985 los estados mencionados cosecharon el 60% de la superficie nacional dedicada a fríjol. Lo anterior tiene relación con el tipo de productor; en el centro del país, los productores de fríjol son típicamente agricultores pequeños. Más del 80% cultivan menos de 5 hectáreas de fríjol, producen principalmente para autoconsumo, la principal fuerza laboral es familiar, utilizan sistemas de producción tradicionales, su producción y productividad son generalmente bajas e igualmente su ingreso, y realizan actividades económicas fuera de la unidad de producción. Por el contrario, los * Investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) de México, actualmente en CIAT, A.A. 6713, Cali, Colombia. 375 productores del norte del país incluyendo a Nayarit y Sinaloa, más del 70% presentan características de los llamados agricultores comerciales. En relación al futuro de los pequeños productores de fríjol en México, en los últimos 15 años se aprecia una reducción en el número y en el volumen de su producción; ésto debido al desplazamiento de la superficie dedicada a fríjol, del centro hacia el norte del país. Se estima que en algunos estados del centro ha habido una reducción de 203.000 pequeños productores, quienes han dejado de producir el 20% del total nacional. Esta situación ha sido motivada por el impulso a las siembras de maíz en esta región, por el uso de herbicidas y cosecha mecánica que no permiten la siembra de fríjol asociado, a la escacez y carestía de la mano de obra y por el desplazamiento del fríjol por otros cultivos de menor riesgo o de mayor retomo. No obstante lo anterior, en otros estados del centro y sur del país, la situación no ha cambiado y más bien en un futuro cercano, puede esperarse un incremento en el número y participación de pequeños productores. Esto debido a la demanda creciente de agricultores sin tierra y a la política agraria que está impulsando el minifundio más allá de lo técnico y económicamente recomendable. Por otra parte, desde el punto de vista socio-económico, el futuro de los pequeños productores no es muy promisorio. No obstante que en los últimos años ha aumentado el interés por este sector, los programas de investigación y desarrollo enfocados a mejorar sus ingresos a través de una mayor productividad, no son lo suficientemente amplios; hay problemas de financiamiento no solo para nuevos programas, sino para atender los que están en marcha; la tecnología generada en los campos experimentales está siendo muy poco utilizada por los pequeños productores; los servicios de extensión son limitados y se han burocratizado; los pequeños productores no tienen capital y muy pocas posibilidades de conseguirlo, especialmente 376 cuando son eji.d a. t.ari1os . Por lo anterior y sabiendo que este sector no va a desaparacer, sino por el contrario, que su participación puede ser cada vez más importante, se requiere intensificar los programas de investigación y desarrollo tendientes a lograr una mejoría en sus ingresos y bienestar social. Lograrlo no será nada sencillo y requerirá de un gran esfuerzo coordinado entre las diferentes partes que intervienen en la producción. En investigación deberán intensificarse los trabajos enfocados a este sector, considerar a las unidades de producción como un sistema, a nivel regional identificar los problemas reales de producción, causas y posibles soluciones, evaluar las tecnologías promisorias en campos y con la participación de los productores y al lanzar la recomendación de un componente tecnológico, deberán contemplarse todos los apoyos necesarios para que tenga éxito. Introducción Como en la mayor parte de los países productores de frijol de América Latina, en México un gran porcentaje de los agricultores que se dedican al cultivo de esta leguminosa, son pequeños productores. Estos tipos de productores se localizan principalmente en el centro y sur del pais, donde en los últimos 15 años se ha reducido considerablemente la superficie de frijol; la reducción ha sido mayor en los estados de Jalisco y Veracruz, donde en un periodo de 15 años la superficie se ha reducido en 395.000 hectáreas. Por el contrario en el norte de México donde predomina la agricultura comercial, las siembras de fríjol se han incrementado notablemente, de 444.000 ha en 1970 a 1'100.00 ha en 1985; ésto significa Productores que cultivan tierras nacionales pero que no son de su propiedad. 377 un incremento de 148% y representa el 62% de la superficie nacional cosechada en 1985. La ocurrencia de la situación anterior, que por ahora significa una reducción en la participación de los pequeños productores en la producción nacional de frijol, plantea interrogantes sobre las causas que han motivado el cambio, sobre el futuro del pequeño productor de frijol y en especial, sobre la atención que en un futuro cercano deben tener los programas de investigación y desarrollo. Como es bien sabido, en los últimos años ha habido mucho interés por parte de las instituciones públicas y en menor escala de las privadas, se han establecido programas orientados a mejorar la producción de los pequeños productores que tradicionalmente venéan siendo olvidados y sin que se pueda decir que en todos los casos ha habido éxito, algo se ha logrado. La pregunta ahora es sobre la atención que deben recibir los pequeños productores de frijol, en relación a los agricultores comerciales. Si la tendencia es a desaparecer, vale la pena invertir recursos en este sector? Por lo contrario, si su número se mantiene o eventualmente se incrementa, qué se debe hacer y hasta dónde se debe llegar? El presente documento intenta hacer una revisión de los tópicos anteriores a la débil luz de datos estadísticos poco abundantes y tomando en cuenta las experiencias y resultados de trabajos con pequeños productores en México y otros países del mundo. Evolución de la Producción de Fríjol en América Latina De acuerdo con la información estadística (FAO, 1986), Brasil y México siguen siendo los dos países de América Latina que más producen fríjol. En el trienio 1984-1986 Brasil cosechó más de 5 millones de hectáreas anuales (63.6% del total) y produjo 2.5 millones de toneladas (55.4%); México por 378 su parte y para el mismo período, cosechó un promedio de 1.8 millones de hectáreas (21.1%) y produjo 0.99 millones de toneladas anuales de grano (22.2% del total). Ambos países cosecharon el 84.7% y produjeron el 77.6% del total de América latina (Cuadros 1 y 2). Otro grupo de paises que se distinguieron en la producción de frijol, fueron Argentina, Guatemala, Colombia y Chile, cuya superficie cosechada durante 1984-1986 sumó el 7.2% con una producción que llegó al 12.2% del total de América latina. Estos países no obstante su reducida superficie dedicada al cultivo del fríjol, hacen una buena aportación a la producción en la región por sus buenos rendimientos unitarios, que en promedio fueron de 888 kg/ha para el trienio 1984-1986 (Cuadro 3). Por lo que respecta a la evolución de la producción en la región durante el período comprendido entre 1964 a 1986, puede apreciarse que de los seis paises principales productores de fríjol, Brasil, Argentina, Guatemala y Colombia, incrementaron significativamente la superficie cosechada y en consecuencia su producción. Los rendimientos unitarios en Brasil se redujeron considerablemente, de 657 a 511 kg/ha; en Argentina permanecieron sin cambios, alrededor de 1020 kg/ha y se incrementaron en forma importante en Guatemala y Colombia al pasar de 512 y 542 kg/ha a 670 y 769 kg/ha, respectivamente (Cuadros 1, 2 y 3). Por lo que respecta a México durante el mismo período, hubo una ligera reducción en la superficie cosechada, de 2.1 a 1.8 millones de hectáreas y un aumento moderado en la producción, de 0.91 a 0.99 millones de toneladas. Esto fue posible debido al incremento de los rendimientos unitarios que en el trienio 1964-1966 fueron de 427 kg/ha y en 1984-1986, de 555 kg/ha en promedio (Cuadros 1, 2 y 3). Chile ha mantenido cifras sin muchos cambios. La superficie ha variado entre 62.000 y 86.000 hectáreas cosechadas y la producción entre 87.000 y 95.000 toneladas anuales. Se aprecia un ligero descenso en los 379 rendimientos unitarios, de 1401 a 1104 en el mismo período de referencia. Otro de los países que ha registrado aumentos en su producción es El Salvador, especialmente por el incremento en la productividad, que ha ido de 556 a 769 kg/ha en el período señalado. Evolución de la Producción de Fríjol en México Al hacer un análisis histórico quinquenal de la producción de fríjol en México a partir de 1925, se aprecian algunos cambios importantes (Figura 1 y Cuadro 4). Hasta el quinquenio 1935-39, hubo un decremento tanto en la superficie cosechada como en la producción obtenida y en consecuencia en el consumo por persona que llegó al nivel más bajo de 6 kg al año. Este abatimiento muy posiblemente se debió a la irregularidad e inseguridad en la tenencia de la tierra, debido a la revolución mexicana iniciada en 1910. A partir de 1935-39 y hasta el quinquenio 1965-69, hubo un crecimiento dinámico y constante, etapa en que la superficie se incrementó a un ritmo anual del 10% y la producción creció en 22% por año. El mayor crecimiento de la producción fue debido al efecto combinado del aumento en la superficie y el incremento de les rendimientos unitarios que pasaron de 204 kg/ha a 467 kg/ha. El crecimiento tan dinámico y sostenido en esta etapa histórica, se explica por la estabilidad social que alcanzó el país, a la creación de instituciones de apoyo como bancos de crédito, instituciones de investigación y extensión y a la demanda del producto por el mayor ingreso de la población en general. Al final de este período, el consumo per capita llegó a su nivel más alto, de 18.5 kg de fríjol por persona por año. En la década de 1970 hubo una disminución considerable en la superficie cosechada y en la producción obtenida, no obstante que los rendimientos unitarios mantuvieron su ritmo de crecimiento ascendente. El abatimiento en la producción se explica por una parte por el desestímulo a las siembras de fríjol debido al congelamiento de los precios del producto e inclusive a la reducción de los mismos en los años de 1976 y 1977, de 21 380 y 17% respectivamente en relación al precio de 1975. Por otra parte, la producción resultó afectada por siniestros climáticos especialmente en 1979, donde la sequía y heladas al final del ciclo, abatieron la producción en 307.000 toneladas en relación al año inmediatamente anterior (Lépiz, 1986). En el quinquenio 1980-84 la producción recuperó su ascenso, pues la superficie cosechada es cercana a los dos millones de hectáreas, los rendimientos unitarios mayores a 600 kg/ha y la producción de grano de 1.2 millones de toneladas. No obstante ésto y debido a la demanda interna creciente de este producto base de la alimentación nacional, se ha estado inportando alrededor de 50.000 toneladas anuales de fríjol (Cuadro 4). Dinámica de las Zonas Productoras de Fríjol Ha quedado asentado anteriormente que la producción de fríjol al final de la década de 1960 alcanzó valores muy altos, que los años 70's registró un decremento y que en los años 80's se han recuperado los niveles de producción. Además de estas variaciones en la producción entre años, que se deben a efectos climáticos y a los precios de venta del producto principalmente, también ha habido cambios de producción en algunas de las regiones importantes del país que se dedican al cultivo de fríjol. El Cuadro 5 incluye la superficie cosechada de esta leguminosa por estados para los años de 1970, 1977 y 1985. A través de esta información, se puede apreciar que entre los estados principales productores de fríjol en México, Chihuahua, Durango, Zacatecas y Tamaulipas, aumentaron significativamente la superficie cosechada, de 444.000 hectáreas en 1970 a 1'100.000 en 1985; lo que significa un incremento de 148% y representa el 62% de la superficie nacional cosechada en 1985. El grupo de estados productores que mantuvieron más o menos constante la producción de fríjol fueron: Sinaloa, Nayarit, Querétaro, Guanajuato, 381 Puebla, Oaxaca, Chiapas y Yucatán. De acuerdo con los datos del Cuadro 5, Sinaloa y Nayarit más bien redujeron su superficie cosechada en los años que se incluyen; sin embargo al observar su producción en la serie histórica completa, en realidad han mantenido una superficie más o menos constante. El grupo de estados productores que redujeron significativamente la superficie dedicada a este cultivo fueron: Aguascalientes, Jalisco, Michoacán, Estado de México y Veracruz; en 1970 cosecharon 642.000 ha y en 1985 la cifra apenas llegó a 133.000 ha. Hubo una reducción muy importante en Jalisco (de 300.000) y también en Veracruz (de 95.000). Los cinco estados mencionados en 1970 cosecharon el 37% de la superficie nacional y en 1985 sólo el 7%. Lo anterior evidencia un movimiento interno en las áreas productoras de frijol en los últimos 15 años. Se aprecia claramente un desplazamiento de la producción de frijol del centro del pais hacia la región norte localizada en el Altiplano Central; es decir, hacia los estados de Zacatecas, EXirango y Chihuahua, que más incrementaron la superficie dedicada a frijol en los años de referencia. Tipos de Productores de Fríjol De igual forma como ocurre en la mayor parte de los países de América Latina, en México existe una mayor cantidad de pequeños productores de fríjol. Aunque por ahora no se dispone de información estadística para apoyar la afirmación anterior, no cabe la menor duda para el autor de que en el país el número de los llamados pequeños productores, agricultores pequeños o de subsistencia, es mayor en relación al número de los agricultores comerciales, empresariales o capitalistas. Lo que no es posible afirmar, es cuál de los dos tipos de agricultores aporta el mayor volumen de grano a la producción nacional. Esto 382 nuevamente por falta de estadísticas y también porque tampoco existe una definición clara de que es agricultor de subsistencia y cuáles productores quedarían en la categoría de agricultores comerciales. Como ha sido comentado por otros autores, no existe un criterio único para definir al pequeño productor; intervienen aspectos relacionados con la tenencia, extensión y calidad de la tierra, aspectos sociales y económicos y también de orden climático. La interacción de todos ellos y la variación en la dominancia de uno de ellos de una región a otra, hace imposible una separación en blanco y negro. Por lo anterior, generalmente se deja al arbitrio del lector la definición e identificación de los pequeños productores, señalándose sólo algunas de las características que les son comunes. En este documento tampoco se dará una definición, en cambio sí se anotarán algunas de las características que los identifican: 1. Poseen y/o cultivan una superficie generalmente no mayor de 5 ha. 2. Dedican la mayor extensión a cultivos básicos alimenticios. 3. El objetivo central es producir alimento para la familia y después la venta de productos. 4. La principal fuerza laboral es familiar. 5. Trabajan generalmente a base de recursos propios (escasos), con la menor inversión de capital y a bajo riesgo. 6. Utilizan sistemas de producción conplejos, de más de una especie en unicultivo, asociada, intercalada o en relevo. 7. El manejo agronómico de los cultivos es tradicional, de pocos insumos tecnológicos modernos. 8. La productividad y producción son muy bajas, e igualmente el ingreso. 9. Realizan actividades económicas fuera de la unidad de producción y sufren de migración de la fuerza de trabajo familiar a las grandes ciudades. 10. Tienen un bajo nivel de escolaridad y deficientes servicios de salud y 383 educacionales. 11. Están localizados generalmente en regiones apartadas, en terrenos de baja calidad y con problemas climáticos para la producción. Por el contrario, los agricultores comerciales cultivan extensiones mayores a las 5 hectáreas, pueden dedicarse a granos básicos, a cultivos industriales o de exportación, el objetivo principal es producir para el mercado (negocio), utilizan maquinaria y fuerza laboral contratada, trabajan con crédito y alta inversión de capital, con sistemas de unicultivos y altos insumos tecnológicos, su productividad, producción e ingresos son altos, localizados cerca de las vias de comunicación y generalmente con terrenos fértiles, de clima favorable o a base de riego; igualmente, tienen acceso a los diferentes servicios sociales, como educación, medicina y recreo. De acuerdo con la información estadística del Cuadro 5, en los años de 1979 a 1985 en México han ocurrido cambios importantes en las áreas productoras de frijol. Se aprecia un desplazamiento en la producción de esta leguminosa de los estados del centro del país (Jalisco, Edo. de México, Veracruz), hacia los estados del norte del altiplano semiárido. Zacatecas, EXirango y Chihuahua en 1985, cosecharon más de un millón de hectáreas, que en total representan el 60% de la superficie nacional. Lo anterior tiene relación con el tipo de productor de fríjol. En el centro y sur del país, los productores de esta leguminosa son típicamente agricultores pequeños. Sin ninguna duda, más del 80% cultivan menos de 5 hectáreas, producen primeramente para autoconsumo, la principal fuerza laborar es familiar, utilizan sistemas de producción tradicionales, su producción y productividad son generalmente bajas y realizan actividades económicas fuera de la unidad de producción (Cuadro 6). Por lo que concierne a los productores de fríjol del norte del país, incluyendo también a los estados costeros como Nayarit, Sinaloa y 384 Tamaulipas, más del 70% están del lado de los agricultores comerciales aunque no siempre llenando todos los requisitos del caso. En los Cuadros 7 y 8 se muestra la variación en la superficie que los productores de Los Llanos de Durango y Sombrerete, Zac., dedican a la siembra de frijol. En Curango por ejemplo, el 72% cultiva más de 5 hectáreas y en el área de Sombrerete, Zac. lo hace el 92%. Como es obvio, el propósito fundamental de estas siembras es para el mercado nacional, utilizan maquinaria principalmente para las labores de preparación del suelo, siembra y cosecha, tienen la necesidad de contratar mano de obra extrafamiliar para labores como deshierbas y hacen inversiones de capital propio o proveniente de crédito bancario para la compra de agroquimicos, preparación del suelo y cosecha. No obstante lo anterior y en especial los productores del altiplano semiárido, tienen algunas características que se señalan como propias de los pequeños productores; es decir, no siempre utilizan altos insumos tecnológicos, siembran variedades criollas, las condiciones climáticas son adversas [escasa (450 mm anuales) e irregular (períodos de 10 a 20 días sin lluvia) precipitación] y la productividad y producción en consecuencia, son bajas (473 kg/ha en 1985). Futuro de los Productores Pequeños de Fríjol En este escrito se han estado utilizando como equivalentes los conceptos de agricultores pequeños, productores pequeños, agricultores de subsistencia y productores de autoconsumo. Sin embargo, se ha preferido los nombres de productores pequeños o agricultores pequeños. Al hablar de agricultores de subsistencia, la combinación de palabras implica una fuerte inclinación de referencia hacia los pequeños productores que viven en condiciones muy críticas, a nivel de sobrevivencia; igualmente sucede con el concepto agricultor o productor de autoconsumo, donde nos estaríamos refiriendo estrictamente a los que producen sólo para el consumo familiar. Por otra parte y aunque no se dispone de información estadística, es opinión del autor que para el caso de México y de América Latina en 385 general, el porcentaje de productores de fríjol en condiciones reales de subsistencia o que producen exclusivamente para satisfacer sus propias necesidades de consumo, es muy reducido. Por tal razón, se han preferido los conceptos de productores o agricultores pequeños, donde por supuesto quedan incluidos todos aquellos a nivel de subsistencia y de autoconsumo. Al hablar del futuro de los pequeños productores de fríjol en México en relación al número y a su participación en la producción nacional de esta leguminosa y de acuerdo con los datos estadísticos del Cuadro 5 ya comentados, se puede afirmar que hay una clara tendencia a la reducción. lo anterior obedece al desplazamiento ocurrido en la superficie de fríjol del centro hacia el norte del país, como ya ha quedado asentado. Al hacer una estimación en la reducción del número de pequeños productores en los estados en donde en los últimos 15 años se ha registrado un decremento en la superficie cosechada de 509.000 ha y considerando una superficie promedio de 2.5 ha para cada productor, la reducción ha sido de 203.600 pequeños productores. Por otra parte al hacer la estimación de la reducción de la producción y considerando un promedio de rendimiento de 500 kg/ha, se han dejado de producir en el area señalada 254.800 ton de grano; este volumen representa alrededor del 20% de la produción nacional actual. A las estimaciones precedentes habría que descontar la superficie de fríjol que al trasladarse a los estados del norte, está siendo cultivada también por pequeños productores; no hay datos para intentar una estimación de esta superficie. Algunas de las posibles causas que han motivado la reducción en la superficie cosechada y en el número de productores de fríjol en el eje central del país de Jalisco a Veracruz, podrían ser las siguientes, no necesariamente en orden de importancia. 1. La politica del gobierno de apoyar la producción de maíz en los estados de Jalisco, México y Veracruz, con condiciones favorables para 386 este cultivo. 2. El uso de tecnologías en el cultivo del maíz como el uso de herbicidas y la cosecha mecánica, que han restringido la siembra de fríjol asociado. 3. La escasez y carestía de la mano de obra en el campo por el empleo de ésta en los centros industriales que se han incrementado en Aguascalientes, Jalisco, México y Veracruz. 4. El incremento en el tiempo dedicado a actividades extrafinca por la cercanía a las grandes ciudades y centros fabriles, que han elevado su capacidad de compra y le han permitido conseguir el fríjol en el mercado. 5. El desplazamiento del fríjol por otros cultivos de menor riesgo de producción como el sorgo y el mismo maíz o la siembra de otros de mayor retomo como las hortalizas. 6. En algunos casos la ocurrencia de daño severo por enfermedades como mosaico dorado en el norte de Veracruz y enfermedades fungosas en Jalisco o ataque severo de plagas (Epilachna y Apión) en Michoacán, que hacen poco rentable la siembra de fríjol. No obstante la tendencia de reducción en el número de productores y de la producción en algunos estados del centro del país y haciendo un análisis histórico y social, se puede afirmar que esta forma de producción no va a desparecer. Las mismas estadísticas muestran que en algunos estados como Yucatán, Chiapas, Oaxaca y Puebla, típicamente de pequeños productores, no han ocurrido cambios en el sentido que aquí se discute. Por el contrario y no obstante que la tasa de crecimiento de la población se ha reducido, que hay una migración constante del campo a las 387 ciudades y que en porcentaje la población agrícola ha disminuido, el número de demandantes de tierra en el campo, sigue creciendo. Debido a esta demanda creciente de tierra, a lo muy limitado de tierras nuevas y a las leyes de reforma agraria que siguen inpulsando el minifundio más allá de los límites recomendados por la productividad económica, se está incrementando el número de los pequeños agricultores. Por otra parte y desde el punto de vista social, económico y tecnológico, el futuro de los productores agrícolas pequeños en general, no es muy promisorio. De igual manera como ha ocurrido en otros países en desarrollo, sólo en los últirnos años los gobiernos, a través de las instituciones públicas de enseñanza, investigación, extensión y crédito, están haciendo esfuerzos serios por incorporar este sector al desarrollo. Sin embargo, debido a los problemas económicos ocurridos en México durante los último años de la década de los 80' s, hay problemas de financiamiento no sólo para incrementar, sino para mantener los programas de investigación y desarrollo en marcha. Hasta ahora la tecnología agrícola desarrollada en los campos experimentales y laboratorios de investigación está siendo muy poco utilizada por los pequeños productores. Los servicios de extensión son insuficientes, con personal de poca experiencia y motivación y con una estructura burocrática. los pequeños productores no tienen capital para invertir en insumos y muy poc.a,s ,p osiibilidades de conseguirlo; ésto seagrava aún más con los ejidatarios , quienes para ser sujetos de crédito, tienen que organizarse en sociedades de crédito. Muchos de estos productores están localizados en sitios aislados, donde no se consiguen insumos y hay problemas de mercado para sus productos; otros están cultivando tierras marginales, con fuertes problemas de suelo o de origen climático. En general su productividad es baja y en cosecuencia sus ingresos están muy por abajo de los que se perciben en las ciudades (2/3 abajo en 1970). Finalmente los servicios de comunicación, de educación y de salud, no se mejoran al ritmo deseado para lograr su incorporación al desarrollo nacional. 388 Programas de Investigación y Desarrollo No obstante el futuro poco promisorio de los agricultores pequeños y en consecuencia de los que se dedican a la producción de frijol en baja escala en México, actualmente existe la convicción de reducir la polaridad entre los pequeños productores y los agricultores comerciales o las grandes diferencias en el ingreso y los servicios entre la población rural y la de los centros urbanos e industriales. Por ahora no se sabe hasta donde se podrá llegar o que mejoras se podrán alcanzar. Lo cierto y urgente, es que mucho se puede hacer. Es necesario aceptar la hipótesis (o en su caso rechazar) que el pequeño productor es racional, que su falta de educación no significa ausencia de inteligencia, que como todo ser humano aspira a un mejoramiento material y social y que en consecuencia es capaz de asimilar e incorporar a su sistema de producción innovaciones tecnológicas. Definitivamente como lo han apuntado muchos investigadores, el camino no es nada sencillo; lograr una mejoría en los ingresos y en su bienestar social, requerirá de un gran esfuerzo coordinado entre los diferentes componentes que intervienen en la producción. En relación a la investigación, actualmente existe una seria preocupación de los investigadores y directivos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) en México, de que se haga mayor uso por los productores de la tecnología que se ha desarrollado para las diferentes especies. Con este propósito está auxiliando a la Productora Nacional de Semillas (PRONASE) a producir la semilla básica, está llevando parcelas de validación- difusión de los componentes tecnológicos promisorios en terrenos de los productores. Igualmente a nivel regional, se está buscando una mayor integración entre la investigación y los servicios de extensión, producción de semilla y crédito. 389 En relación a la investigación, se está buscando que ésta responda a las necesidades reales de los agricultores, en especial al de los pequeños productores. Con este proposito y a nivel regional, se insiste que se trabaje en los problemas reales de producción. No obstante lo anterior y como también ya ha quedado asentado, para lograr una mejoría en la producción, en los ingresos y en el bienestar de los pequeños productores, es condición indispensable intensificar los esfuerzos que se hacen actualmente. Apoyar programas regionales de investigación estrechamente ligados con los de producción de insumos (semillas, fertilizantes, etc.) y servicios (crédito, seguros, comercialización). En los proyectos de investigación aunque se trabaje con base en productos (frijol por ejemplo), no perder la perspectiva holistica de la unidad de producción como sistema. Igualmente, utilizar las técnicas actuales de diagnóstico para identificar problemas, causas y posibles soluciones, evaluar las tecnologías promisorias en campos de agricultores e involucrar a los mismos en la conducción de estos ensayos y en la selección final de un componente tecnológico a recomendar. Al lanzar la recomendación y difusión de un componente tecnológico, deberán contemplarse los apoyos necesarios para que tenga éxito. Primeramente que tenga un respaldo experimental sólido y que signifique una ventaja para el productor. Que se haga una difusión amplia del mismo. Cuando se haga la promoción y si se trata de un insumo (semilla, inoculante, agroquímico), que esté disponible y al alcance de los productores. Involucrar en forma organizada y responsable a las instituciones de apoyo necesarias. Finalmente, se deberá hacer un seguimiento de la evolución del componente tecnológico para saber de su éxito o fracaso y que sirva de retroalimentación a todo el proceso. 390 Bibliografía Biggs, H.H. and R.L. Tinnermeier. 1974. Small farm agricultural development problexns. CSU, Fort Collins, Colorado. Byerlee, D. y M. Collinson. 1983. Planeación de Tecnologías apropiadas para los agricultores: conceptos y procedimientos. CIMMYT, México. CATIE. 1978. Small farmer cropping Systems for Central America. Second annual report. 1976-1977. Turrialba, C. R. CIAT. 1974. Small farm systems. Program Progress Report. CIAT. 1984. International Bean Triáis Workshop. Cali, Colombia. CIAT. 1987. La investigación de fríjol en campos de agricultores de América Latina. 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Developing technology for small farms; a case study in Central America. CATIE, Turrialba, C. R. 391 Plasceneia, J., E.M. Borges y E. Reyna. 1986. Fríjol: oferta, demanda e inversión en la investigación agrícola. Foll. Inv. No. 66. INIFAP, México. Ruthenberg, H. 1985. Innovation policy for small farmers in the tropics. Ciarendon Press. Oxford. Sanders, J.H. y P.C. Alvarez. 1978. Evolución de la producción de fríjol en América Latina durante la última década. CIAT, Cali, Col. SARH. 1983. Econotecnia Agrícola. SAR-DGEA, México. SEARCA. 1985. Applied agricultural research for small farmers in Asia. SEARCA. Los Baños, Philippines. Streeter, C.P. 198 . Reaching the developing world's small farmers. A special report from the Rockefeller Foundation. New York, N. Y. 392 Cuadro 1. Evolución de la superficie cosechada (1000 ha) de fríjol en América Latina de 1965 a 1986. 1964-1966 1974-1976 1984-1986 País Promedio % Total Promedio % Total Promedio X Total Brasil 3243 51.9 4140 60.1 5374 63.6 México 2149 34.4 1680 24.4 1781 21.1 Argentina 32 0.5 129 1.9 230 2.7 Chi le 62 1.0 74 1.1 86 1.0 Guatemala 86 1.4 103 1.5 167 2.0 Colombia 72 1.2 104 1.5 126 1.5 Honduras 74 1.2 78 1.1 67 0.8 Nicaragua 59 0.9 71 1.0 91 1.1 Hai tí 40 0.6 41 0.6 85 1.0 El Salvador 27 0.4 53 0.8 59 0.7 Perú 58 0.9 57 0.8 62 0.7 Venezuela 89 1.4 83 1.2 68 0.8 Ecuador 65 1.1 66 1.0 47 0.5 Paraguay 32 0.5 59 0.9 51 0.6 R. Dominicana 38 0.6 44 0.6 55 0.6 Cuba 37 0.6 35 0.5 35 0.4 Bol ivia 9 0.1 9 0.1 9 0.1 Costa Rica 49 0.8 36 0.5 48 0.6 Panamá 19 0.3 14 0.2 10 0.1 Uruguay 5 0.1 4 0.15 5 0.1 América Latina 6249 100.0 6884 100.0 8456 100.0 Fuente: Sanders y Alvarez, 1978; FAO, 1986. 393 Cuadro 2. Evolución de la producción de frijol (1000 Ton) en América latina de 1964 a 1986. 1964-1966 1974-1976 1984-1986 País Promedio % Total Promedio % Total Promedio % Total Brasil 2130 58.6 2117 53.5 2465 55.4 México 917 25.2 1047 26.4 989 22.2 Argentina 32 0.9 132 3.3 237 5.3 Guatemala 44 1.2 78 2.0 112 5.5 Colombia 39 1.1 75 1.9 97 2.2 Chi le 87 2.4 73 1.9 95 2.1 Honduras 50 1.4 54 1.4 40 0.9 Nicaragua 39 1.1 53 1.3 52 1.2 Haití 41 1.1 44 1.1 48 1.1 Paraguay 30 0.8 42 1.1 41 0.9 El Salvador 15 0.4 37 0.9 45 1.0 Perú 46 1.2 36 0.9 48 1.1 Venezuela 43 1.2 37 0.9 36 0.8 R. Dominicana 25 0.7 35 0.9 45 1.0 Ecuador 28 0.8 28 0.8 29 0.6 Cuba 25 0.7 24 0.6 27 0.6 Bol ivi a 14 0.4 21 0.5 12 0.3 Costa Rica 19 0.5 16 0.4 28 0.6 Panamá 6 0.2 4 0.1 3 0.1 Uruguay 3 0.1 2 0.1 > 3 0.1 América Latina 3635 100.0 3957 100.0 4452 100.0 Fuente: Sanders y Alvarez, 1978; FAO, 1986. Fuente 394 Cuadro 3. Evolución de los rendimientos (kg/ha) del frijol en América latina de 1964 a 1986. Pais 1964-1966 1974-1976 1984-1986 Brasil 657 511 459 México 427 623 555 Argentina 1019 1021 1030 Chile 1401 987 1104 Guatemala 512 754 670 Colombia 542 719 769 Honduras 676 688 597 Nicaragua 661 739 571 Haiti 1025 1073 564 El Salvador 556 708 769 Perú 794 630 774 Venezuela 485 449 529 Ecuador 433 431 617 Paraguay 937 712 804 R. Dominicana 653 801 818 Cuba 675 686 771 Bolivia 1555 2333 1333 Costa Rica 388 444 583 Panamá 316 286 300 Uruguay 600 500 600 América Latina 582 575 526 Fuente: Sanders y Alvarez, 1978. FAO, 1986. 395 Cuadro 4. Evolución quinquenal de la producción de frijol en México desde 1925. SAFH, DGEA, 1983. Quinquenio Sup. eos. Rendimiento Producción Comercio Exterior Consumo (ha) (kg/ha) (ton) Imp.(ton) Exp.(ton) kg/per/A 1925/29 893.939 189 169.621 1.608 7.249 10.5 1930/34 666.367 198 132.000 2.533 3.755 7.6 1935/39 574.220 204 116.992 842 1.590 6.2 1940/44 698.460 223 156.026 86 6.224 7.2 1945/49 775.172 243 187.993 482 1.464 8.0 1950/54 997.969 287 286.591 29.094 218 11.4 1955/59 1*281.114 372 476.465 19.981 5.038 15.0 1960/64 1*683.671 413 695.186 10.951 10.865 18.0 1965/69 1'946.607 467 908.892 427 61.671 18.5 1970/74 1'764.076 536 945.759 13.873 15.912 17.4 1975/79 1'446.168 571 825.293 29.172 43.588 12.8 1980/84 1'913.499 632 1'209.855 - " 1983 Y 1984 de FAO 1985. 396 Cuadro 5. Superficie cosechada y rendimientos de frijol en México, por entidades federales. Entidad 19701 19772 19853 Sup.(ha) Rend.(kg/ha) Sup.(ha) Rend.(kg/ha) Sup.(ha) Rend.(kg/ha) Baja California N 348 849 278 705 120 1.066 Baja California S 1.078 1.036 802 1.081 2.401 908 Sonora 2.198 1.608 2.160 1.181 8.147 1.023 Sinaloa 38.670 1.282 84.885 1.112 35.680 1.064 Nayarit 91.200 938 64.569 1.125 37.905 1.015 Colima 1.630 680 1.100 678 289 740 Chihuahua 49.970 750 146.713 320 149.308 445 Durango 169.742 410 162.518 338 285.680 492 Coahuila 3.169 800 8.613 896 6.164 751 Nuevo León 4.349 620 11.862 501 2.566 412 Tamaulipas 8.795 548 8.785 576 23.656 427 Zacatecas 215.231 397 411.215 289 641.412 471 Aguascali entes 30.900 415 28.148 442 18.388 341 San Luis Potosf 56.486 505 40.892 376 58.726 290 Jalisco 350.635 426 122.650 828 51.188 530 Michoacán 85.264 255 91.745 195 19.803 722 Edo. de México 59.900 405 26.345 622 18.053 891 Querétaro 35.860 300 25.388 300 34.223 572 Guanajuato 130.725 508 45.034 655 112.577 307 Hidalgo 30.700 500 21.534 333 35.186 804 Puebla 43.100 316 72.255 254 57.543 468 Tlaxcala 6.126 170 9.600 721 2.342 761 Morelos 5.668 1.005 7.787 1.034 1.671 1.039 Veracruz 120.065 1.130 47.115 519 25.262 559 Distrito Federal 150 720 3.693 926 354 675 Guerrero 25.500 642 35.050 616 13.066 525 Oaxaca 70.980 466 76.890 407 36.244 428 Chiapas 80.075 400 57.500 512 74.484 689 Yucatán 17.645 424 8.155 397 19.334 309 Campeche 10.440 410 4.221 881 531 166 Quintana 398 518 5.000 600 5.878 271 T abasco 4.950 909 5.200 1.140 4.076 607 Nacional 1'746.947 529 1'636.703 475 1'782.257 507 Plascencia et aL, 1986. Lépiz, R. 1980. SARH, 1987 (datos no confirmados). 397 Cuadro 6. Características de los productores de fríjol asociado con maíz en los Altos de Jalisco en México. El 87% siembra de 1 a 5 hectáreas. El 78% utiliza semilla guardada del año anterior. El 90% utiliza variedades criollas. El 65% utiliza abonos orgánicos. El 73% utiliza fertilizante químico. El 95% no utiliza crédito. El 74% prepara el suelo con tractor propio o alquilado. El 67% realiza las escardas con tracción animal. El 85% no recibe asistencia técnica. Cosechan en promedio 350 kg/ha de fríjol. El 100% guarda por lo menos 100 kg para autoconsumo. Fuente: INIFAP, Jalisco. 1988. Cuadro 7. Extensión de las unidades de producción agrícola principalmente de frijol en la región de Los Llanos de Durango en México. Municipio _____________________________ Rangos de variación (ha) 0.5-5.5 5.6-10.5 10.6-15.5 15.5-20.5 20.6-25.5 > 25.6 Suchi l 114 231 7 19 V. Guerrero 247 861 50 19 17 31 Poanas 1084 1162 2 39 10 45 N. de Dios 725 541 87 14 3 11 Pánuco 174 1004 32 17 2 11 G. Victoria 713 2787 235 126 16 99 Cuencamé 152 181 56 37 38 98 P. Blanco 114 408 124 38 9 100 Total 3323 7175 593 309 95 395 % del Total 28.0 60.3 5.0 2.6 0.8 3.3 Fuente: INIFAP-Durango, 1982. 398 Cuadro 8. Extensión de las unidades de producción principalmente de fríjol en el municipio de Sombrerete, Zacatecas, México. Tamaño Subtotal Porcentaje (ha) (número) 1.0- 5.0 421 7.8 5.1-10.0 2066 38.1 10.1-20.0 2290 42.3 20.1-30 263 4.8 > 10.1 379 7.0 Total 5419 100.0 Fuente: INIFAP-Zacatecas, 1982. Figuras Fig. 1. Evolución quinquenal de la producción de frijol en México. SARH. 1983. FAO. 1985. Fig. 2. Superficie cosechada de frijol en algunos estados del norte de México. SARH. 1987. Fig. 3. Superficie cosechada de fríol en algunos estados del centro de México. SARH. 1987. Fig. 4. Extensión de las unidades de producción agrícola en 14 municipios de la región de los llanos de EXorango. México. INIFAP. Dgo. 1982. Fig. 5. Extensión de las unidades de producción agrícola en el municipio de Sombrerete, Zacatecas, México. 400 Producción Mil l /Ton. —1— Rendimiento Ton/ha. Superficie Mil i . ha. Figura 1. Evaluación Quinquenal de la producción de Frijol en México. Sarh, 1983. FAQ, 1985. 401 Superficie (Miles de ha.) Chihuahua Durango : Zacatecas Figura 2. Superficie cosechada de Frijol en algunos estados del norte de México. Sarh, 1987. 402 Superficie (Miles de ha.) Jalisco —l— Michoacan — E s t a d o de México Veracruz Figura 3. Superficie cosechada de Frijol en algunos estados del centro de México. Sarh, 1987. 403 Rangos de variación (ha) Figura 4. Extensión de las unidades de producción agrícola en 14 municipios de la región de ios Llanos de Durango, Mex. 404 Procentaje del Total Figura 5. Extensión de las unidades de producción agricola en el municipio de Sombrerete, Zacatecas, México.