Costa Rica: Un mapa de carencias críticas para el año 2000 Floribel Méndez Fonseca1 Juan Diego Trejos Solórzano2 Resumen En la mayoría de los países de América Latina desde la década de los ochenta se han elaborado mapas de pobreza o de carencias críticas a partir de la información censal. En Costa Rica solo se han realizado esfuerzos parciales en esta dirección y este trabajo busca subsanar esta laguna de información aprovechando el Censo de Población y de Vivienda del año 2000. Para su construcción por distrito, se hace uso del método de necesidad básicas insatisfechas, el cual consiste en identificar los hogares que sufren alguna carencia básica. Para hacerlo, se definieron cuatro dimensiones o macro necesidades: Acceso a albergue digno, Acceso a una vida saludable, Acceso al conocimiento y Acceso a otros bienes y servicios. Dentro de cada dimensión se identificaron componentes y dentro de éstos, variables y criterios de asignación. Las variables que se utilizan están sujetas a la información recolectada por el censo y los criterios de asignación fueron validados con la Encuesta de hogares y de acuerdo a su relación con el ingreso del hogar. Los resultados indican que 1 Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Floribel.mendez@inec.go.cr Por limitaciones de espacio se extrajeron algunas secciones del documento original, el cual se puede consultar completo en la página Web del INEC www.inec.go.cr 2 Investigador del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica. jdtrejos@fce.ucr.ac.cr Se agradece a Inés Sáenz y Luis A. Oviedo por el apoyo en el procesamiento de las encuestas de hogares para validar los criterios utilizados. 206 Costa Rica, un mapa de carencias críticas un 36% de las familias, y un 40% de las personas, tienen al menos una macro necesidad no satisfecha. Estas carencias presentan una gran dispersión geográfica que va desde afectar al 97% de las familias en el distrito de Chánguena de Buenos Aires, hasta incidir solo en el 8% de las familias del distrito de Sánchez de Curridabat. El trabajo incluye una caracterización de los hogares según el grado de intensidad relativa con que se sufren las carencias y concluye con recomendaciones sobre el trabajo en el futuro. Antecedentes En los países de la región la metodología de las necesidades básicas insatisfechas (NBI), fue impulsada por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) en los años ochenta, teniendo como principal objetivo identificar hogares en situación de pobreza por insuficiencia de ingresos, pero utilizando la información censal que no tenía, en general, esa información. La utilidad de usar los censos es que permite el análisis con una desagregación geográfica que no es posible con las encuestas de hogares y con ello se pueden construir mapas3. En Costa Rica solo se realizaron intentos parciales con el censo de 1984, como el De los Ríos (1989) para la región Central y MIDEPLAN (1991) para el Área Metropolitana de San José, de modo que no existe un mapa de carencias críticas para el país en su conjunto4. El método de NBI identifica a los hogares, y a sus miembros, que no alcanzan a satisfacer un conjunto de necesidades consideradas indispensables según niveles de bienestar aceptados como universales. Estos hogares se consideran en situación de carencias críticas y su caracterización es muy útil en el diseño, ejecución y evaluación de políticas que apunten a aliviar determinadas necesidades básicas. Mediante el uso de información censal es posible registrar con alto grado de detalle algunas necesidades básicas insatisfechas y construir mapas de 3 La primera experiencia en esta dirección fue el mapa de pobreza de Argentina (INDEC, 1984) que sistematiza el método, pero es a partir de los trabajos en Uruguay (Kaztman, 1989) que se populariza y se generaliza el método en la región, utilizando el caso uruguayo como modelo que se aplica, en general, sin mayores ajustes a las realidades de cada país (CEPAL; 2000). 4 El trabajo pionero de Céspedes et. al. (1977) permitió arribar a estimaciones de pobreza por cantón, utilizando los censos de 1973 (población, vivienda y agropecuario) e imputando ingresos para estimar directamente la pobreza por insuficiencia de ingresos. Trabajos posteriores de MIDEPLAN han llevado a construir un Índice de Desarrollo Social por distrito (1987, 2001) a partir de indicadores sociales y utilizando por ende el área geográfica y no la familia como unidad de análisis. Méndez & Trejos 207 carencias críticas (MCC) que permitan identificar geográficamente esas necesidades y optimizar el gasto social destinado a aliviarlas. En tal sentido los mapas de carencias críticas constituyen la utilización más ambiciosa y de mayor éxito de la información censal con fines de programación social (Kaztman, 1996). En este trabajo se utiliza la metodología de las NBI, con adaptaciones a las características del país, para construir un mapa de carencias críticas para Costa Rica, a partir de la información que brindan los censos del 2000. El trabajo comprende tres secciones adicionales. En la primera sección se presentan los aspectos metodológicos envueltos en su construcción. La siguiente sección presenta los principales resultados agregados, incluyendo una caracterización de las familias en los distintos grupos de distritos. La última sección presenta algunas conclusiones principales y líneas de investigación futura. Metodología La aplicación de este método requiere de la elección de características de los hogares, que además de representar alguna dimensión importante de la privación, también estén muy asociadas con la situación de pobreza (por insuficiencia de ingresos) como para representar a las demás carencias que configuran tal situación. Cuando un hogar presenta carencias en alguna de las dimensiones, este se considera con necesidades básicas insatisfechas (NBI). Por lo tanto, en estricto rigor este método permite medir el número de hogares que no han satisfecho alguna necesidad considerada como básica y por ello sus resultados deben verse como un complemento importante de la visión del fenómeno de la pobreza y no como un método alternativo para medir pobreza. En esta línea es que se utiliza el término de carencias críticas en lugar de pobreza en el presente estudio. Kaztman (1996) identifica algunas normas que debiera cumplir un indicador de NBI. 1) En primer lugar señala como deseable que este alcance la mayor desagregación geográfica posible, por lo que la fuente de información más adecuada pasan a ser naturalmente los censos nacionales de población y vivienda. 2) En segundo lugar, el indicador debiera dar cuenta de necesidades que no son reportadas directamente en el censo, lo cual se logra a partir de una relación estadísticamente significativa entre el indicador y el ingreso del hogar, susceptible de probarse generalmente por medio de las encuestas de hogares. 208 Costa Rica, un mapa de carencias críticas 3) Una tercera condición, es que los umbrales de satisfacción para cada indicador, debieran ser razonablemente alcanzables para todos los hogares de la población bajo estudio. 4) En cuarto lugar, el criterio de estabilidad requiere que los indicadores correspondan a características relativamente permanentes en el hogar. 5) Y por ultimo, si existen dos indicadores relacionados con una misma carencia, debiera elegirse entre ellos al de uso más simple y mayor facilidad de comprensión. Como todo método tiene ventajas y desventajas. Dentro de las ventajas de utilizar NBI para la elaboración de MCC se mencionan las siguientes: 1) Es un instrumento que ha sido profundamente utilizado para la formulación y gestión de políticas sociales (Giusti, 1988). 2) Proporciona una respuesta satisfactoria al criterio de agregación geográfica por el que se busca localizar hogares con carencias y analizarlos con la mayor desagregación geográfica posible, puesto que se usan los censos de población como fuente de datos (Boltvinik, 1990). Entre las principales críticas y limitaciones de la metodología de las NBI se pueden citar: 1) La mayor parte de los hogares identificados como pobres lo son a partir de una sola necesidad básica sin satisfacer, circunstancia agravada por la mínima incidencia del único indicador (capacidad de subsistencia) que remitiría a la pobreza coyuntural (Giusti, 1988). 2) El uso de los censos como fuente de datos pone límites muy claros a la selección de indicadores (Boltvinik, 1990). 3) La cantidad de hogares que se identifican con carencias depende de la cantidad de indicadores que se utilizan para definir la población con NBI (Boltvinik, 1992). 4) No es posible la distinción entre grados de satisfacción de necesidades, dado que la metodología incorpora indicadores que solo captan situaciones extremas (INDEC, 1994). 5) El problema de la elección de ponderadores para cada indicador al momento de agregar las distintas necesidades entre sí. Méndez & Trejos 209 Para elaborar el MCC para el año 2000 con el método de NBI se definieron dimensiones y dentro de cada dimensión componentes. Para la conformación de los indicadores se siguieron los estándares generales con respecto a la universalidad, desagregación geográfica, relación con el ingreso y permanencia. El procedimiento para el cálculo de carencias críticas fue el siguiente: Primero se definieron cuatro dimensiones o macronecesidades: Acceso a albergue digno, Acceso a vida saludable, Acceso al conocimiento y Acceso a otros bienes y servicios y dentro de cada una componentes, excepto en Acceso a bienes y servicios donde existe solamente un componente. La justificación y componentes de cada macronecesidad son: 1) Acceso a albergue digno: El acceso a albergue digno o de calidad es primordial para que los miembros de un hogar se protejan del medio ambiente, puedan llevar una interacción de calidad y posibilitar el desarrollo individual. Para la medición de esta dimensión se tomaron en cuenta tres componentes que expresan diferentes grados de privación relacionados con la calidad de la vivienda, el hacinamiento y el acceso al alumbrado eléctrico. El componente de calidad se mide con el tipo de vivienda (si es eventual o tugurio) y por el tipo y estado de los materiales de la vivienda (si son de desecho o estaban en mal estado). El componente de hacinamiento se define si en las viviendas hay más de dos personas por aposento, pues afecta la convivencia en familia y las posibilidades de desarrollo individual. El tercer componente alude a la ausencia de alumbrado eléctrico dentro de la vivienda. La incorporación de este componente no es frecuente en la metodología estándar de la región y se hace, pues se considera que en un país electrificado como el nuestro y en una época donde la tecnología en todas las instancias descansa fundamentalmente en la energía eléctrica, ello implica una fuente de privación y exclusión importante. Estos componentes fueron definidos luego de una revisión que se hizo del comportamiento de estos indicadores con relación al ingreso de los hogares según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples. 2) Acceso a vida saludable: La salud de las personas depende, entre otras cosas, de las condiciones sanitarias donde viven y del acceso a agua potable. Las viviendas deben tener las condiciones adecuadas para que los miembros puedan crecer en un ambiente sano, para ello se consideró el abastecimiento de agua de buena calidad para satisfacer las necesidades de alimentación e higiene y la eliminación de excretas. Con ello se definieron dos componentes: agua potable y saneamiento (eliminación de excretas). Es importante señalar que el cálculo de los indicadores fue 210 Costa Rica, un mapa de carencias críticas diferenciado según área geográfica urbano-rural, tomando en consideración las condiciones propias en cada zona. En el caso de la zona rural, dado que en el censo no se diferenció para el consumo de agua si era pozo con bomba o sin bomba, el pozo sin bomba que es una situación más precaria se aproximó cruzando la variables consumo y abastecimiento de agua, si era de pozo y no tenía cañería dentro de la vivienda, sufría esta carencia. Cabe mencionar que el acceso oportuno a servicios médicos para la prevención de la enfermedad o su curación, es otro componente básico para determinar esta carencia. Con el tipo acceso al seguro de salud, que indaga el censo, se puede aproximar la carencia pero solo si se logra controlar por ingreso, aspecto que no se pudo hacer y por ende no se consideró en la definición de NBI. 3) Acceso al conocimiento: Constituye un requerimiento mínimo para que las personas puedan integrarse adecuadamente a la vida productiva y social, por lo que se considera una necesidad básica. Para cuantificar esta carencia se consideraron dos componentes: asistencia escolar y rezago escolar para la población de 7 a 17 años. Todos aquellos hogares con al menos un miembro entre 7 a 17 años que no asista a la escuela o colegio tiene carencia o si un miembro o más asiste pero con un rezago de más de dos años. Comparada con la práctica tradicional, las definiciones seguidas implican una ampliación al considerar la asistencia durante la época de educación secundaria y al introducir el logro educativo, con lo que los criterios se tornan más amplios y estrictos. Cabe señalar que esta es la única dimensión que no es medible en el universo de los hogares. 4) Acceso a otros bienes y servicios: Capacidad de consumo, esta dimensión no se orienta a captar una necesidad en particular sino refleja la disponibilidad potencial de recursos del hogar, para adquirir los bienes y servicios de consumo en el mercado y, a través de ellos, los chances de vida de sus miembros (CEPAL / PNUD, 1989). Recordemos que muchas necesidades no se pueden medir con la información censal (vestido, alimentación, transporte, entre otras) por lo que, con este indicador se tratan de aproximar. Para esta dimensión no se definieron componentes pero las variables utilizadas para medir dicha carencia fueron: la edad y educación del jefe, la presencia y educación de los perceptores regulares5 del 5 Perceptor se definió como aquellos miembros del hogar que se declararon ocupados o pensionados o rentistas. Méndez & Trejos 211 hogar y el número de dependientes de estos. Para los hogares donde no habían perceptores regulares de ingreso se tomó como carencia aquellos cuyo jefe fuera de 50 años o más y con primaria completa o menos. Para los hogares con perceptores se establecieron diferentes combinaciones según cantidad de perceptores, años promedio de educación de los perceptores y la dependencia por perceptor y además diferenciado por zona urbano-rural. Con estas variables se trata de considerar el aporte de todos los integrantes del hogar, según sus características, y no solo las calidades del jefe, como ha sido lo común en la mayoría de los países. Las variables educación, perceptores y dependencia, guardan una alta correlación con el ingreso, por ello fueron utilizadas como una aproximación para definir la carencia de capacidad económica para el consumo a través del mercado. La Tabla 1 resume los criterios seguidos. En segundo lugar, para cada componente se definieron variables como se detalló en el punto anterior y se resume en la Tabla 1, para poder medir la carencia y se estableció el criterio para determinar si un hogar tenía carencia o no. En tercer lugar, para que un hogar tenga carencia en alguna dimensión, debe cumplir con al menos uno de los criterios definidos para cada componente. Por ejemplo, en el caso de acceso a albergue digno, el hogar tendría esta carencia, si tiene las paredes, piso y techo en mal estado, o está hacinada o no tiene alumbrado eléctrico o la vivienda es un tugurio o eventual o tiene el piso de tierra o tiene las paredes de material de desecho o tiene el techo de material de desecho. Si el hogar reside en una vivienda que cumple con al menos un criterio de los anteriores tiene carencia de albergue digno. Este mismo procedimiento se siguió para las otras tres dimensiones, con los criterios establecidos en cada una. Por último y después de que cada hogar ha sido analizado para cada una de las cuatro dimensiones o macronecesidades, se calcula el indicador de carencias críticas, que nos dice si el hogar tiene una, dos, tres o cuatro carencias críticas y que comúnmente es conocido como NBI. Es importante señalar que en este trabajo, como es lo usual, las cuatro dimensiones tienen igual ponderación, lo que implica que dentro del grupo de hogares con una carencia estarían los hogares con carencia de albergue, o con carencia de vida saludable, o con carencia de conocimiento o con carencia de acceso a otros bienes y servicios, ubicados en igual posición. La intensidad de las carencias se mide por el número de macronecesidades o dimensiones con carencias y se establecen cuatro niveles de intensidad: leve (carencia en solo una dimensión o macronecesidad), moderada (carencia en dos macronecesidades), grave (carencia en tres dimensiones) y extrema (carencia en las cuatro macronecesidades). 212 Costa Rica, un mapa de carencias críticas Principales resultados A continuación se bosquejan los principales resultados obtenidos con la aplicación de la metodología. Estructura de las cuatro dimensiones El porcentaje de hogares con una o más carencias críticas según el censo 2000 es de 36%, lo que corresponde a 346 092 hogares y el porcentaje de población, es del 40% del total o sea 1 514 428 personas. Esta alta incidencia, que duplica las estimaciones de pobreza por ingreso, responde a los criterios amplios seguidos, sobre todo en educación, y refleja un hecho importante como lo es, que tener ingresos que superan los umbrales de pobreza no garantiza la ausencia de carencias críticas ni resuelve su insatisfacción. La zona con mayor incidencia es la zona rural donde el 51% de los hogares tienen problemas de carencias, contra un 27% en la zona urbana (Cuadro 1). De las cuatro dimensiones o macronecesidades definidas, el orden de incidencia es: acceso al conocimiento con un 15,2%6 , acceso a albergue digno un 14,7%, acceso a otros bienes y servicios un 11,2% y por último y no por ello menos importante, acceso a vida saludable con un 10,7%; este comportamiento no es igual si se observa por zona ya que en la zona rural la incidencia de las dimensiones cambia pasando a primer lugar albergue seguido de conocimiento, vida saludable y por último consumo (Gráfico1). Aunque en nuestro país hay una amplia cobertura en educación, la dimensión con mayor carencia es el acceso al conocimiento donde el componente de la no asistencia a la escuela o colegio de la población de 7 a 17 años contribuye con un 11.4%7 a nivel nacional, siendo mucho más fuerte en la zona rural con un 17%. Como es conocido la no asistencia se da mayormente en la población de 13 a 17 años o sea esta población es la que en mayor proporción no asiste a la educación regular y representa alrededor de un 11% del total del país y un 16% en rural. El rezago que es el otro componente, brinda un aporte del 2,8% a nivel nacional y no presenta diferencias considerables a nivel de zona geográfica. También 6 El 15,2% se interpreta como el porcentaje de hogares en el país que tiene como mínimo la carencia de acceso al conocimiento, esto equivale a la contribución bruta de la macronecesidad a los hogares carenciados. 7 Este 11,4% significa que del total de hogares, 109 288 hogares tienen uno o más miembros en edades de 7 a 17 años que no están asistiendo a la escuela o al colegio; este es el aporte neto o marginal al aporte bruto de acceso al conocimiento, ya que hay un 1% que tienen carencia de no asistencia y de rezago; además pueden tener otras dimensiones de carencias. Méndez & Trejos 213 existe un 1% de los hogares que tienen problemas en los dos componentes. Es importante tener presente que la no asistencia que se mide es a la educación regular, que es lo que capta el censo8. En cuanto a acceso a albergue digno, el componente que más contribuye a nivel nacional es calidad de la vivienda con un 8,5% de las familias sufriendo esa carencia, un 1,6% de las familias vive en situaciones de hacinamiento y por último como era de esperarse dada la amplia cobertura en electrificación, el alumbrado eléctrico con un aporte de 1,6%; además hay un 3% de las hogares que residen en viviendas con carencias en más de un componente. La dimensión de acceso a otros bienes y servicios que se ubica en tercer lugar de incidencia no tiene componentes, pero la situación con mayor aporte son aquellos hogares donde solo existe un perceptor, su nivel de escolaridad es inferior a primaria completa y hay tres o más dependientes en el hogar, con un 6,2% y en segundo lugar están aquellos hogares donde, no habiendo perceptores regulares, el jefe tiene un nivel de educación bajo y es mayor de 50 años con un 4,3%. Esta tendencia se repite por zona geográfica y en porcentajes que no son muy disímiles. Dentro de la dimensión de acceso a vida saludable que ocupa el cuarto lugar en incidencia, su principal aporte lo da el componente de acceso a agua potable con un 7,4% a nivel nacional y como era de esperar más fuerte en el zona rural con 18%, o sea en la zona rural de cada 100 hogares 18 consumen agua no potable o con problemas de calidad. El otro componente que es eliminación de excretas aporta un 2,7% total país. Hogares con una o más carencias críticas y algunas características Como se ha señalado, los hogares con carencias críticas fueron divididos en cuatro grupos mutuamente excluyentes (Gráfico 2 y Cuadro 1). Los hogares que tenían una sola dimensión se denominaron con carencias leves, que son el más alto porcentaje de incidencia con un 67% y donde la principal carencia es el acceso al conocimiento con un 24%. Esto significa que dos de cada tres hogares carenciados, sufren de carencias leves, lo que equivale al 24% de los hogares del país (26% de las personas). En el Cuadro 1 se puede apreciar la estructura de las carencias 8 En la pregunta diez de la boleta censal queda reflejada la asistencia a la educación regular y se excluyen si asisten a los institutos donde preparan a los estudiante para la obtención del bachillerato por madurez o para la aprobación de años de secundaria a través de exámenes, cualquier otro sistema abierto de educación, asistencia a centro de educación no regular como el INA o escuelas de capacitación comercial o de cómputo que imparten cursos cortos. 214 Costa Rica, un mapa de carencias críticas tanto a nivel de hogar como de población total, urbano-rural. Además en el Anexo 1 se detalla el aporte desagregado de cada dimensión total país, urbano-rural. Si se pone la atención en los que sufren dos o más carencias críticas, como una aproximación más estricta a las familias carenciadas, se tiene que para el conjunto del país, solo el 12% se encuentra en esa situación (14% de las personas), porcentajes que llegan al 6% de las familias que residen en las zonas urbanas y al 20% de las familias en el ámbito rural, corroborando la mayor extensión e intensidad de las carencias en ese dominio. Con dos dimensiones, carencias moderadas y se presenta en un 24% de los hogares y la combinación con mayor aporte es albergue-salud con un 7,4%. El tercer grupo son los hogares con tres dimensiones o carencias graves que afecta a un 7,3% donde la secuencia con mayor porcentaje es albergue-salud-conocimiento con un 2,8% y por último y con la incidencia más baja, los hogares con cuatro dimensiones o carencias extremas con un 0,6%; esta estructura es similar por zona. El grupo de hogares que tienen solo una carencia representan dos de cada tres hogares carenciados del país, por lo que es importante hacer algunas reflexiones para no llegar a conclusiones erradas. El acceso al conocimiento ocupa de nuevo el primer lugar, esto quiere decir que estos hogares están carenciados porque al menos uno de sus miembros de 7 a 17 años no asiste a la educación regular o asiste pero con un cierto rezago. Sabemos que el mayor aporte viene por la no asistencia a la educación regular, por lo que puede darse el caso de que un hogar esté quedando carenciado pero, las razones por las cuales no asiste no son el no disponer de un centro de educción cercano, ni por problemas económicos, sino simplemente es que el miembro del hogar asiste pero a un sistema de educación no regular o porque no quiere asistir. Esto pone en evidencia una de las limitaciones del método donde todas las carencias tienen igual ponderación y están definidas de acuerdo con la información investigada en la boleta censal. Por esta y otras razones, es que con este método no podemos hablar de pobres o que con solo una carencia ya es pobre, sino utilizarlo como un complemento del análisis tan complejo como es el fenómeno de la pobreza. Cuando se trata de caracterizar a los hogares según tipo de carencias, hay variables como tamaño del hogar que están muy relacionadas con el tipo de carencias o sea a más carencias el tamaño del hogar aumenta, pasando de un tamaño de 3,7 personas en promedio en los hogares sin carencias, a 6,5 personas en promedio en los hogares con carencias extremas. Asociada a esta característica, los hogares con una o más carencias tienen más miembros menores de 12 años y menor número de perceptores, Méndez & Trejos 215 aunque sean hogares más grandes, lo que induce a una mayor dependencia económica (Cuadro 2)9. Otra variable que guarda relación con el aumento de carencias es la escolaridad tanto a nivel de perceptores como a nivel de jefe de hogar, ya que en promedio la escolaridad de los perceptores de los hogares con carencias extremas tienen cuatro años menos de educación, que los hogares no carenciados y a nivel de jefe de hogar la diferencia se hace aún mayor, de siete años de educación regular. En lo que respecta a migración, se analizó la nacionalidad del jefe del hogar y también muestra un comportamiento progresivo conforme aumenta el número de carencias en los hogares y el contraste es que un 6% de los jefes de los hogares sin carencias son extranjeros contra un 24% en los hogares con carencias extremas (Cuadro 2). Distritos con mayor porcentaje de carencias críticas Como el objetivo principal del trabajo es elaborar un mapa de carencias críticas para Costa Rica, es necesario luego de tener el cálculo de carencias a nivel de hogar, agregar los datos a nivel de distrito para poder mapear. Al calcular el porcentaje de incidencia10 a nivel de distrito, se tiene un rango de variación que va de 7,8% hasta 97,3% y donde los primeros 15 distritos con mayor porcentaje de carencias y los 15 con menos carencias son: Distrito % Distrito % Chángueña, Buenos Aires 97,3 Sánchez, Curridabat 7,8 Cureña, Sarapiquí 97,1 San Juan, Tres Ríos 9,9 Dos Ríos, Upala 96,8 San francisco de Dos Ríos 10,2 Llanuras de Jaspar, Sarapiquí 95,9 Mercedes, Montes de Oca 10,8 Yolillal, Upala 92,9 Anselmo Llorente, Tibás 10,8 Pilas, Buenos Aires 89,2 Sabanilla, Montes de Oca 11,1 Sierpe, Osa 87,7 Carmen, San José 12,1 Sabanillas, Acosta 86,2 Gravilias, Desamparados 12,2 Delicias, Upala 86,1 Mata Redonda, San José 12,6 San José (Pizote), Upala 84,2 San Vicente, Moravia 13,0 Río Nuevo, Pérez Zeledón 82,8 Zapote, San José 13,6 Boruca, Buenos Aires 82,6 Barva, Heredia 13,7 Potrero Grande, Buenos Aires 82,4 San Antonio, Desamparados 13,9 Caño Negro, Los Chiles 82,2 Mercedes, Heredia 14,0 9 La dependencia económica se definió como: el número de miembros en el hogar dividido por el total de perceptores del hogar. 10 El porcentaje de incidencia se refiere al porcentaje de hogares con una o más carencias dentro del distrito. 216 Costa Rica, un mapa de carencias críticas Estos distritos tienen características particulares, los de mayor incidencia son casi 100% rurales, con muy baja densidad poblacional, donde Delicias de Upala con 37 personas por km2 ocupa el primer lugar, todo lo contrario a los distritos con baja incidencia donde son totalmente urbanos y donde la densidad poblacional más baja la tiene Sánchez de Curridabat con 751 persona por km2. Por ello aunque los porcentajes de carencias entre ambos grupos de distritos son tan diferentes, esta situación no queda reflejada en el porcentaje de hogares con carencias acumulado en cada uno, ya que en los distritos de mayores carencias es de 2,4% y de 1,9% en los de menores carencias. La escolaridad promedio de los perceptores para ciertos distritos con valores extremos positivos y negativos de incidencia es muy diferente, ya que los distritos con mayor porcentaje de carencias tienen un promedio menor de años de educación regular que la media nacional, caso contrario sucede con los distritos de menores carencias donde se sitúan por encima y a menor porcentaje de carencia más se alejan de la media nacional en forma positiva, este indicador es muy importante por la incidencia que esto puede tener en la inserción laboral y por tanto en los niveles de ingreso de los hogares (Gráfico 3). Agrupación de distritos según porcentaje de carencias críticas Para apreciar mejor el comportamiento a nivel de distrito utilizando siempre la variable porcentaje de hogares con una o más carencias críticas por distrito, se aplicó la técnica de Cluster11 para hacer cinco grupos de distritos según el porcentaje de incidencia. Los grupos quedaron formados de la siguiente manera: distritos con muy alta incidencia aquellos que tienen en promedio un 80% de hogares carenciados, alta incidencia un 63%, media alta incidencia un 48%, media incidencia un 33% y por último baja incidencia con una media de hogares carenciados del 19%. Teniendo los grupos definidos se procedió a mapear el país a nivel de distrito (Mapa 1). Los distritos con mayores problemas en términos de carencias son los que están de color rojo o sea son los distritos de muy alta incidencia y se ubican principalmente en las zonas fronterizas, y en menor medida en las costas, pero con excepción de los dos puertos principales que aparecen en mejor situación. Se puede hacer un análisis rápido de la situación del país y observar que las provincias de Guanacaste, Puntarenas 11 La técnica de Cluster es la de k-mean que consiste en hacer grupos definiendo medias como centroides y mediante la realización de una serie de interacciones maximiza la distancia de cada observación a los centroides definidos y ubica cada distrito en un estrato, en este caso de 1 a 5 ya que se definieron 5 grupos para trabajar; su aplicación se hace mediante el paquete SPSS. Méndez & Trejos 217 y Limón son las que tienen distritos con porcentaje de incidencia más altos, tal y como lo muestra el mapa con muchas áreas de color rojo y rosado que son los grupos más carenciados. La provincia de Alajuela también tiene un sector bastante problemático y es toda la zona fronteriza. Pero conforme nos alejamos de las fronteras y las costas, la situación del país mejora, es el área de color amarillo que es una situación media. Conforme avanzamos hacia el centro del país, encontramos la mayor concentrada de color verde, que es la zona de menor carencia y que es básicamente la parte más urbana de las cuatro provincias de San José, Alajuela, Cartago y Heredia (Mapa 1). También se elaboraron los mapas a nivel de distrito para cada dimensión o macronecesidad y para cada caso, estableciendo la agrupación con base en la misma técnica de Cluster (mapas 2 a 5) y otro a nivel de cantón (Anexo 2). Observando los mapas de cada macronecesidad es claro que existe una mayor dispersión geográfica en las macronecesidades de acceso al consumo y de acceso al conocimiento y con una mayor proporción de distritos con incidencias altas y muy altas. Llama la atención la mejor situación relativa que muestra la región central de Guanacaste en la macronecesidad de acceso al conocimiento y en menor medida al consumo, lo que corrobora logros educativos en esa región documentados en otros estudios. Las otras dos macronecesidades, acceso a albergue digno y acceso a una vida saludable, reflejan una concentración de distritos en situación de incidencia media y baja. En todos los casos, los distritos con mayores carencias relativas tienden a concentrarse en las zonas fronterizas y en las costas. Es importante aclarar que el mapa global de las cuatro carencias está hecho según porcentaje de hogares con una o más carencias dentro de cada distrito, este panorama cambia si se mapea el porcentaje de hogares carenciados en cada distrito con respecto al total de hogares con una o más carencias, lo que daría la concentración de hogares con carencias. Esta concentración depende tanto de la incidencia interna de las carencias en cada distrito, lo que se ha analizado previamente, como del tamaño relativo (población) de los distritos. En el Mapa 6 se muestra esta información y es claro cómo distritos de la zona metropolitana y los puertos, si bien tienen bajas incidencias de familias con carencias, si concentra un porcentaje importante del total de familias carenciadas. Ello destaca la necesidad que en la selección de áreas prioritarias para programas sociales focalizados, se consideren simultáneamente ambos criterios: incidencia y concentración. Una vez distribuidos los distritos en los cinco grupos, es posible conocer algunas características adicionales de ellos. En el Cuadro 3 se incorporan una serie de indicadores para esos grupos de distritos. Los tres con distritos con mayor incidencia tienen una baja densidad poblacional y son 218 Costa Rica, un mapa de carencias críticas en su mayoría rurales, por ello el mayor porcentaje de hogares con carencias críticas se ubican en los grupos del centro de media alta y media incidencia acumulando un 25% de los hogares carenciados y no en los grupos extremos. Los otros indicadores de tamaño promedio del hogar, número de perceptores, años de escolaridad, dependencia económica para los grupos con mayor porcentaje de carencias, se encuentran en posiciones más desfavorecidas que la media nacional, el grupo de incidencia media tiene un comportamiento muy similar al promedio nacional y el último grupo de incidencia baja se ubica en condiciones más favorables con respecto al promedio nacional. Como ejemplo de ello se puede observar la disparidad en el comportamiento de la escolaridad del jefe según grupo de incidencia y la composición de los hogares según grupos de edad en los Gráficos 4 y 5. Conclusiones Los mapas de carencias críticas tienen la gran ventaja de que pueden ser desagregados a diferentes niveles geográficos, ya que la fuente utilizada para su elaboración es la información censal. Por ello, aunque en este documento solo se ha presentado a nivel de distrito y cantón, la información puede ser presentada o agrupada a otros niveles geográficos ya sea a nivel de provincia, a nivel de región de planificación, o por áreas específicas de interés. En la aplicación del método todas las carencias tienen la misma ponderación, lo cual es una de las limitaciones de NBI, lo que implica que los hogares con una carencia se ubican en iguales condiciones indistintamente de su necesidad, lo mismo pasa con los hogares que tienen dos o tres carencias todas las posibles combinaciones de dos o tres carencias se valoran de igual manera. Esto quiere decir que si un hogar tiene la carencia de albergue digno y otro tiene la carencia de acceso a vida saludable, se clasifican en igual situación de carencia. No obstante y como se mostró en los mapas 2 a 5 como ejemplo, la metodología tiene la ventaja de que se pueden mapear carencias específicas que resultan de la mayor utilidad, para la programación de las instituciones involucradas en satisfacer esas carencias específicas. Es importante señalar que el porcentaje de hogares carenciados (tienen una o más carencias) no debe ser interpretado como hogares pobres, sino como un complemento del análisis de la pobreza, donde esta información pueda apoyar la planificación y evaluación de la política social del país y que este estudio sea complementado con otras fuentes de información, para poder tener una visión más integrada de la situación del país y poder tomar las acciones más acertadas en este campo. En todo caso, y eso Méndez & Trejos 219 apunta a una área de investigación futura, con el uso de las encuestas de hogares se pueden imputar ingresos a las familias del censo y en esa dirección afinar la medición de la pobreza y su mapeo con este instrumento. Otra área de investigación futura tiene que ver con el análisis a un nivel de desagregación menor al distrito. Como se mostró, la región central del país, sea el Área Metropolitana de San José o la Gran Área Metropolitana, presenta incidencias por distrito muy reducidas. En estas zonas es claro que existen bolsones de pobreza o de familias con carencias críticas que los agregados distritales ocultan. Su identificación y caracterización pasa por un manejo de la información a nivel de segmento censal. Bibliografía Beccaria, Luis. 1999. Medición de la pobreza. 4o Taller Regional, MECOVI, Buenos Aires, Argentina. Noviembre. Boltvinik, Julio. 1990. Pobreza y necesidades básicas. Conceptos y Métodos de medición. Caracas, Venezuela: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Boltvinik, Julio. “El Método de medición integrado de la pobreza. Una propuesta para su desarrollo”. Comercio Exterior, Vol. 42, No 4, México. Céspedes, V.H., et. al. 1977. La pobreza en Costa Rica. Problemas metodológicos para determinar algunas de sus características. San José, Costa Rica: La Academia de Centroamérica. CEPAL/PNUD. Mapa de necesidades básicas insatisfechas.Santiago de Chile. De los Ríos, Rebeca. 1989. Pobreza, necesidades básicas y estrategias de sobrevivencia familiar. El caso de la Región Central de Costa Rica, Tesis no publicada para optar al grado de maestría en Demografía. CELADE, sede San José. Feres, Juan Carlos. 2001. Enfoque para la medición de la pobreza. Breve Revisión de la Literatura. Santiago, Chile: CEPAL. Giusti, A. 1998. Pobreza Taller sobre diseño conceptual del Censo Nacional de Población y Vivienda de 1990. Buenos Aires, Argentina: INDEC, (mimeo). INDEC. 1984. La pobreza en Argentina: Indicadores de necesidades básicas insatisfechas a partir de los datos del Censo Nacional de Población y 220 Costa Rica, un mapa de carencias críticas Vivienda 1980. Buenos Aires, Argentina: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. INDEC. 2000. El Estudio de la pobreza con datos censales. Nueva perspectiva metodológica .5o Taller Regional, MECOVI, Aguascalientes, México. Junio. INDEC, 1994. Pobreza: Modelo alternativo de medición a partir de datos del censo de 1991. Documento de trabajo No 4, Buenos Aires (mimeo). INEI, Perú. Necesidades básicas insatisfechas. 5o Taller Regional, MECOVI, Aguascalientes, México. Junio 2000. Kaztman, R. 1996. “Virtudes y limitaciones de los mapas censales de carencias críticas”. Revista de la CEPAL, No 58, Santiago. __________. 1989. “La heterogeneidad de la pobreza: el caso de Montevideo”. Revista de la CEPAL, No. 37, abril. Lustosa, Tania Quiles de O. 2000. Aplicación del abordaje de las necesidades básicas insatisfechas en Buenos Aires y San Pablo. 5 o Taller Regional, MECOVI, Aguascalientes, México. Junio 2000 MIDEPLAN. 1987. Costa Rica. Diferencias geográficas en el nivel de desarrollo social 1984. San José, Costa Rica: MIDEPLAN. __________ 1991. Pobreza urbana: el caso del Área Metropolitana de San José. San José, Costa Rica: MIDEPLAN. __________ 2001. El índice de desarrollo social. San José, Costa Rica: MIDEPLAN. Méndez & Trejos 221 Tabla 1. Definición y medición de las carencias críticas Dimensión Componente Variable y Criterio de Insatisfacción Hogar en vivienda eventual o tugurio. Calidad de la Hogar en vivienda de paredes de desecho u otro o techo de vivienda desecho o piso de tierra. Acceso a Hogar en vivienda con materiales en mal estado albergue digno simultáneamente en paredes, techo y piso. Hacinamiento Hogares en viviendas con más de dos personas por aposento. Electricidad Hogares en viviendas sin electricidad para alumbrado Hogar en vivienda urbana que consume agua de pozo, río o lluvia. Agua potable Hogar en vivienda rural que consume agua de río o lluvia. Acceso a vida Hogar en vivienda rural que consume agua de pozo y no saludable tiene cañería dentro de la vivienda. Hogar en vivienda urbana con eliminación de excretas por Saneamiento pozo o u otro sistema o no tiene. Hogar en vivienda rural con eliminación de excretas por otro sistema o no tiene. Hogares con uno o más miembros de 7 a 17 años que no Acceso al Asistencia escolar asiste a la educación regular. conocimiento Hogares con uno o más miembros de 7 a 17 años que Logro escolar asiste a la educación regular con rezago mayor a dos años. Hogares sin perceptores regulares (ocupados o pensionistas o rentistas) y cuyo jefe tiene 50 años o más y primaria completa o menos. Hogares urbanos con un perceptor y primaria incompleta y tres o más dependientes. Hogares urbanos con dos perceptores y con menos de cinco años de educación en promedio y tres o más dependientes. Acceso a otros Hogares urbanos con tres o más perceptores y con menos bienes y Capacidad consumo de cuatro años de educación en promedio y tres o más servicios dependientes. Hogares rurales con un perceptor y menos de cuatro años de educación y tres o más dependientes. Hogares rurales con dos perceptores y con menos de tres años de educación en promedio y tres o más dependientes. Hogares rurales con tres o más perceptores y con menos de dos años de educación en promedio y tres o más dependientes. 222 Costa Rica, un mapa de carencias críticas Cuadro 1. Costa Rica distribución de hogares y población por tipo de carencias críticas Tipo de Hogares Población Carencias Absoluto Relativo Relativo Absoluto Relativo Relativo Total País 959144 100,0 3790875 100,0 Sin Carencias 613052 63,9 2276447 60,1 Con una o más carencias 346092 36,1 100,0 1514428 39,9 100,0 Carencias leves 232370 24,2 67,1 970210 25,6 64,1 Carencias moderadas 83036 8,7 24,0 376637 9,9 24,9 Carencias graves 25404 2,6 7,3 133182 3,5 8,8 Carencias extremas 5282 0,6 1,5 34399 0,9 2,3 Zona Urbana 580470 100,0 2239183 100,0 Sin Carencias 426525 73,5 1570275 70,1 Con una o más carencias 153945 26,5 100,0 668908 29,9 100,0 Carencias leves 116528 20,1 75,7 486002 21,7 72,7 Carencias moderadas 29128 5,0 18,9 137868 6,2 20,6 Carencias graves 7132 1,2 4,6 37749 1,7 5,6 Carencias extremas 1157 0,2 0,8 7289 0,3 1,1 Zona Rural 378674 100,0 1551692 100,0 Sin carencias 186527 49,3 706172 45,5 Con una o más carencias 192147 50,7 100,0 845520 54,5 100,0 Carencias leves 115842 30,6 60,3 484208 31,2 57,3 Carencias moderadas 53908 14,2 28,1 238769 15,4 28,2 Carencias graves 18272 4,8 9,5 95433 6,2 11,3 Carencias extremas 4125 1,1 2,1 27110 1,7 3,2 Méndez & Trejos 223 Cuadro 2. Costa Rica: Tipo de carencias críticas según indicadores Indicadores Total Sin carencias Con carencias críticas críticas Total Leve Moderada Graves Extremas Hogares 959144 613052 346092 232370 83036 25404 5282 Distribución 100,0 63,9 36,1 24,2 8,7 2,6 0,6 Composición 100,0 67,1 24,0 7,3 1,5 % rural Personas 3790875 2276447 1514128 970210 376637 133182 34399 Distribución 60,1 39,9 25,6 9,9 3,5 0,9 Composición 100,0 64,1 24,9 8,8 2,3 Grupos de edad 0-14 32,0 29,4 36,0 33,3 38,7 44,1 49,7 15-65 62,4 64,8 58,9 61,1 56,7 52,2 47,9 65 y más 5,5 5,8 5,1 5,6 4,6 3,7 2,3 Estructura del hogar Personas por hogar 4,0 3,7 4,4 4,2 4,5 5,2 6,5 Perceptores promedio 1,5 1,5 1,3 1,3 1,2 1,1 1,0 Educación promedio 4,9 5,6 3,4 3,8 2,8 2,1 1,1 Menores de 12 años 1,0 0,9 1,2 1,1 1,3 1,7 2,4 % dentro del hogar 25,3 23,9 27,5 25,4 29,7 33,4 37,0 En edad de trabajar 3,0 2,8 3,2 3,1 3,2 3,5 4,1 Activos por hogar 1,4 1,4 1,4 1,4 1,3 1,3 1,5 Ocupados 0,3 1,4 1,2 1,3 1,2 1,2 1,3 Dependientes/ocup 1,9 1,6 2,5 2,2 2,8 3,4 3,8 Características del jefe Jefatura femenina 22,7 22,3 23,5 24,8 21,4 19,9 18,1 Educación (años) 7,3 8,6 4,9 5,5 3,9 2,8 1,4 Edad (años) 44,9 44,6 45,4 45,7 44,8 45,2 45,9 Tasa de participación 74,3 76,7 69,9 70,1 69,7 68,4 75,2 Tasa de desempleo abierto 3,2 2,2 5,0 4,4 6,2 7,2 3,6 Nacionalidad extranjera 7,4 5,6 10,7 8,2 14,3 19,9 23,7 224 Costa Rica, un mapa de carencias críticas Cuadro 3. Costa Rica: Características de los distritos según grado de carencias INDICADORES Grupos de distritos con incidencia Media Muy alta Alta alta Media Baja Total Geográficos Area km2 11165,63 17024,53 17593,95 4793,22 498,82 51076,15 Área promedio 319,0 202,7 132,3 38,0 6,2 111,3 Densidad 10,0 21,7 50,1 290,9 2072,7 74,2 Número de distritos 35 84 133 126 81 459 Personas Total 111233 369095 882302 1394334 1033911 3790875 Porcentaje con una o más carencias 83,2 66,6 51,5 36,1 21,2 39,9 Distribución de la población con carencias 2,4 6,5 12,0 13,3 5,7 39,9 Grupos de edad (porcentaje) 0 a 14 años 40,3 37,9 35,2 32,2 26,2 32,0 15 a 64 años 55,0 57,6 60,0 62,7 66,6 62,4 65 y más 4,6 4,5 4,8 5,1 7,2 5,5 Hogares Total 24773 89569 217257 350960 276585 959144 Porcentaje con una o más carencias 80,3 62,8 47,5 32,7 18,7 36,1 Porcentaje rural 99,1 91,4 63,6 32,3 7,5 39,5 Estructura por hogar Tamaño promedio del hogar 4,5 4,1 4,1 4,0 3,7 4,0 Perceptores promedio 1,1 1,2 1,3 1,5 1,7 1,5 Escolaridad promedio de los perceptores 3,5 3,7 4,3 4,9 5,6 4,9 Menores de 12 años 1,4 1,2 1,2 1,0 0,8 1,0 % dentro del hogar 32,2 30,4 28,0 25,3 20,4 25,3 En edad de trabajar 3,0 2,9 2,9 2,9 2,9 2,9 Activos por hogar 1,3 1,2 1,3 1,4 1,5 1,4 Ocupados 1,2 1,2 1,2 1,4 1,5 1,4 Dependientes/ocupados 2,6 2,5 2,2 1,9 1,5 1,9 Jefe Jefatura femenina 13,7 14,5 19,7 23,3 27,8 22,7 Años promedios de escolaridad 4,2 4,7 5,8 7,3 9,5 7,3 Edad (años) 45 43 44 45 47 45 Tasa de participación 74,0 75,2 74,3 75,3 72,8 73,3 Tasa de desempleo abierto 3,2 4,6 4,3 3,1 1,9 3,2 Méndez & Trejos 225 Gráfico 1. Distribución de las dimensiones por zona Conocimiento Albergue Consumo Salud 0 5 10 15 20 25 Porcentaje Total Urbano Rural Gráfico 2. Distribución del tipo de carencia por zona Leves Moderadas Graves Extremas 0 20 40 60 80 Porcentaje Total Urbano Rural Dimensión Carencia 226 Costa Rica, un mapa de carencias críticas Gráfico 3. Años de escolaridad de los perceptores de los distritos con mayor y menor incidencia Mata Redonda San Juan San Pedro Mercedes Costa Rica Chángueña Cureña Dos Ríos Pilas 0 1 2 Año3s de e4scolar5idad 6 7 8 Gráfico 4. Promedio de años de escolaridad de los jefes de hogar por grupo de incidencia Baja Media Costa Rica Media Alta Alta Muy alta 0 2 4 6 8 10 12 Pocentaje Distrito Grupo Méndez & Trejos 227 Mapa 1 COSTARICA: INCIDENCIA DE LAS CARENCIAS CRÍTICAS POR DISTRITO, 2000, (PORCENTAJE DE HOGARES CON CARENCIAS CRITICAS) Simbología: Incidencia muy alta Incidencia alta Incidencia media alta Incidencia media Incidencia baja Area de Detalle Fuente: Ins titu to N acio nal de E stadística y Censos. Mapa 2 COSTA RICA: CARENCIA DE ALBERGUE DIGNO POR DISTRITO, 2000, (PORCENTAJE DE HOGARES CON CARENCIA) Simbología: Incidencia muy alta Incidencia alta Incidencia media alta Incidencia media Incidencia baja Area de Detalle Fuente: I ns ti tu to Na cio nal de E stadístic a y Ce nso s. 228 Costa Rica, un mapa de carencias críticas Mapa 3 COSTA RICA: CARENCIA DE ACCESO A VIDA SALUDABLE POR DISTRITO, 2000, (PORCENTAJE DE HOGARES CON CARENCIA) Simbología: Incidencia muy alta Incidencia alta Incidencia media alta Incidencia media Incidencia baja Area de Detalle Fuente: I ns t itu t o N acion al de E sta dís tic a y Ce nso s. Mapa 4 COSTA RICA: CARENCIA A ACCESO A OTROS BIENES Y SERVICIOS POR DISTRITO , 2000, (PORCENTAJE DE HOGARESCON CARENCIA) Simbología: Incidencia muy alta Incidencia alta Incidencia media alta Incidencia media Incidencia baja Area de Detalle Fuente: Insti tuto Na cional de Es tadístic a y Censos. Méndez & Trejos 229 Mapa 5 COSTA RICA: CARENCIA A ACCESO AL CONOCIMIENTO POR DISTRITO, 2000, (PORCENTAJE DE HOGARES CON CARENCIA) Simbología: Incidencia muy alta Incidencia alta Incidencia media alta Incidencia media Incidencia baja Area de Detalle Fue nte : Ins titu to N acion al de E sta dís tica y Censos . Mapa 6 COSTARICA: DISTRIBUCIÓN DE LOSHOGARESCARENCIADOS POR DISTRITO, 2000, (PORCENTAJE DEHOGARESCON UNAOMÁSCARENCIAS) Simbología: Incidencia muy alta Incidencia alta Incidencia media alta Incidencia media Incidencia baja Area de Detalle Fuente: InstitutoNacional de Estadística yCensos. 230 Costa Rica, un mapa de carencias críticas Anexo 1 Anexo 1.1: Costa Rica: Distribución de los hogares y la población por tipo de carencia crítica. 2000 Tipo de carencias Hogares Población Absoluto Relativo Relativo Relativo Absoluto Relativo Relativo Relativo Total 959144 100,0 3790875 100,0 Sin carencias 613052 63,9 2276447 60,1 Con una o más carencias 346092 36,1 100,0 1514428 39,9 100,0 Carencias leves 232370 24,2 67,1 100,0 970210 25,6 64,1 100,0 Albergue 57233 6,0 16,5 24,6 214840 5,7 14,2 22,1 Higiene 35586 3,7 10,3 15,3 129354 3,4 8,5 13,3 Saber 84243 8,8 24,3 36,3 445091 11,7 29,4 45,9 Consumo 55308 5,8 16,0 23,8 180925 4,8 11,9 18,6 carencias moderadas 83036 8,7 24,0 100,0 376637 9,9 24,9 100,0 Albergue-Higiene 25779 2,7 7,4 31,0 85137 2,2 5,6 22,6 Albergue-Saber 17572 1,8 5,1 21,2 112307 3,0 7,4 29,8 Albergue-Consumo 11726 1,2 3,4 14,1 42572 1,1 2,8 11,3 Higiene-Saber 8970 0,9 2,6 10,8 48498 1,3 3,2 12,9 Higiene-Consumo 6523 0,7 1,9 7,9 22961 0,6 1,5 6,1 Saber-Consumo 12466 1,3 3,6 15,0 65162 1,7 4,3 17,3 Carencias graves 25404 2,6 7,3 100,0 133182 3,5 8,8 100,0 Albergue-Higiene- Saber 9679 1,0 2,8 38,1 57665 1,5 3,8 43,3 Albergue-Higiene- Consumo 8537 0,9 2,5 33,6 30958 0,8 2,0 23,2 Albergue-Saber- Consumo 4951 0,5 1,4 19,5 32296 0,9 2,1 24,2 Higiene-Saber- Consumo 2237 0,2 0,6 8,8 12263 0,3 0,8 9,2 Carencias extremas 5282 0,6 1,5 34399 0,9 2,3 Méndez & Trejos 231 Anexo 1.2: Costa Rica Urbano: Distribución de los hogares y la población por tipo de carencia crítica. 2000 Tipo de Hogares Población carencias Absoluto Relativo Relativo Relativo Absoluto Relativo Relativo Relativo Total 580470 100,0 2239183 100,0 Sin carencias 426525 73,5 1570275 70,1 Con una o más 153945 26,5 668908 29,9 100,0 carencias Carencias leves 116528 20,1 75,7 100,0 486002 21,7 72,7 100,0 Albergue 30584 5,3 19,9 26,2 116367 5,2 17,4 23,9 Higiene 11459 2,0 7,4 9,8 41442 1,9 6,2 8,5 Saber 44524 7,7 28,9 38,2 232133 10,4 34,7 47,8 Consumo 29961 5,2 19,5 25,7 96060 4,3 14,4 19,8 Carencias moderadas 29128 5,0 18,9 100,0 137868 6,2 20,6 100,0 Albergue-Higiene 7910 1,4 5,1 27,2 27638 1,2 4,1 20,0 Albergue-Saber 7383 1,3 4,8 25,3 47468 2,1 7,1 34,4 Albergue- 4914 0,8 3,2 16,9 18371 0,8 2,7 13,3 Consumo Higiene-Saber 1881 0,3 1,2 6,5 9821 0,4 1,5 7,1 Higiene-Consumo 1559 0,3 1,0 5,4 5583 0,2 0,8 4,0 Saber-Consumo 5481 0,9 3,6 18,8 28987 1,3 4,3 21,0 Carencias graves 7132 1,2 4,6 100,0 37749 1,7 5,6 100,0 Albergue-Higiene- 2550 0,4 1,7 35,8 14467 0,6 2,2 38,3 Saber Albergue-Higiene- 2291 0,4 1,5 32,1 8631 0,4 1,3 22,9 Consumo Albergue-Saber- 1847 0,3 1,2 25,9 12204 0,5 1,8 32,3 Consumo Higiene-Saber- 444 0,1 0,3 6,2 2447 0,1 0,4 6,5 Consumo Carencias 1157 0,2 0,8 7289 0,3 1,1 extremas 232 Costa Rica, un mapa de carencias críticas Anexo 1.3: Costa Rica Rural: Distribución de los hogares y la población por tipo de carencia crítica. 2000 Tipo de Hogares Población Carencias Absoluto Relativo Relativo Relativo Absoluto Relativo Relativo Relativo Total 378674 100,0 1551692 100,0 Sin carencias 186527 49,3 706172 45,5 Con una o más carencias 192147 50,7 100,0 845520 54,5 100,0 Carencias leves 115842 30,6 60,3 100,0 484208 31,2 57,3 100,0 Albergue 26649 7,0 13,9 23,0 98473 6,3 11,6 20,3 Higiene 24127 6,4 12,6 20,8 87912 5,7 10,4 18,2 Saber 39719 10,5 20,7 34,3 212958 13,7 25,2 44,0 Consumo 25347 6,7 13,2 21,9 84865 5,5 10,0 17,5 Carencias moderadas 53908 14,2 28,1 100,0 238769 15,4 28,2 100,0 Albergue-Higiene 17869 4,7 9,3 33,1 57499 3,7 6,8 24,1 Albergue-Saber 10189 2,7 5,3 18,9 64839 4,2 7,7 27,2 Albergue- Consumo 6812 1,8 3,5 12,6 24201 1,6 2,9 10,1 Higiene-Saber 7089 1,9 3,7 13,2 38677 2,5 4,6 16,2 Higiene-Consumo 4964 1,3 2,6 9,2 17378 1,1 2,1 7,3 Saber-Consumo 6985 1,8 3,6 13,0 36175 2,3 4,3 15,2 Carencias graves 18272 4,8 9,5 100,0 95433 6,2 11,3 100,0 Albergue- Higiene-Saber 7129 1,9 3,7 39,0 43198 2,8 5,1 45,3 Albergue- Higiene-Consumo 6246 1,6 3,3 34,2 22327 1,4 2,6 23,4 Albergue- Saber-Consumo 3104 0,8 1,6 17,0 20092 1,3 2,4 21,1 Higiene- Saber-Consumo 1793 0,5 0,9 9,8 9816 0,6 1,2 10,3 Carencias extremas 4125 1,1 2,1 27110 1,7 3,2 Méndez & Trejos 233 Anexo 2 COSTARICA: INCIDENCIADE LAS CARENCIASCRÍTICASPORCANTÓN, 2000, (PORCENTAJE DEHOGARES CONCARENCIAS CRÍTICAS) 510 214 213 Simbología: Incidencia muy alta 501 215 Incidencia alta 210 Incidencia media alta 410 Incidencia media505 504 508 702403 Incidencia baja 506 503 507 211 706502 202 206 601 604 703 511 207 705 602 204 509 209 601 116 305 701 106 112 611 104 105 609 117 Area de Detalle 704 606 119 410 211 212 702 401 603 206 208 404 402 706 207 403 201 405 608 406 111 408 114 409 305 605 205 407 401 403 307 113 108 115 607109 101 306 116 118 303102 110 304 610 107 301 607 104 112 106 103 302 308 Elaborado por: Datos, Unidad de Estadíst icas Continuas; Mapa:Unidad de Cartografía; INEC, 2002