PROYECTO COOPERATIVO CENTROAMERICANO ■ ■ ■ ■ ’ ■ mejoramiento del maíz SAN JOSE, COSTA RICA 12-16 DE MARZO DE 1S62 CENTROAMERICANA REUNION8a CONTENIDO INTRODUCCION 1 PROGRAMA.......................................................................................................................................................................... 3 ORGANIZACION .......................................................................................................................................................... 4 APERTURA.................................................................................................................................................................................. 6 Palabras de Apertura de las Reuniones de Maíz y Frijol, por el Ing. Carlos A. Salas . 6 Discurso de Inauguración de la Villa. Reunión Anual del PCCMM y la. del Frijol, a cargo del Ing- Luis A. Salas, Decano de la Facultad de Agronomía de Costa Rica .... 6 Palabras del Ing. Armando Samper, Director del Instituto Interamericano de Ciencias Agrí­ colas de la OEA........................................................... ... 8 Palabras del Dr. Lino Vicarioli, Director General de Agricultura del M.A.G. de Costa Rica 9 “Plan para el Mejoramiento Progresivo del Maíz en cooperación con los Agricultores”, por el Dr. E. J. Wellhausen 10 CONTRIBUCIONES E INFORMES ESPECIALES ......................................... 14 “Algunas enfermedades del maíz”, por A. J. Ullstrup...................................................................................14 “Efecto de diversas intensidades de contaminación en la producción de grano de cruzas intervarietales de maíz”, por Mario Gutiérrez G-...........................................................................................19 “Comentarios sobre el Desarrollo del PCCMM”, por E’mer C. Johnson..................................................24 “La Colaboración Interamericano en el Mejoramiento del Maíz”, por Alexander Grobman 28 “Informe de labores realizadas por el PCCMM en 1961”, por Angel Sa.'azar B. . 34 “Situación actual del programa de mejoramiento de maíz en Guatemala”, por Antonio A. Sandoval S...................................................................................................................................................................36 “Resultados del programa cooperativo centroamericano para el mejoramiento del maíz en 1961”, por Jesús Merino A. . ................................................................. 38 “Programa de mejoramiento del maíz en Honduras en 1961”, por Julio Romero F. . 39 “El programa cooperativo y local de maíz de Nicaragua en 1961”, por Angel Solazar y Laureano Pineda 41 “Experimentos del PCCMM sembrados en Costa Rica en 1961”, por Nevio Bonilla y Carlos A. Salas........................................................................................................................................................................... 43 “Programa Nacional de mejoramiento de maíz en Costa Rica”, por Carlos A. Salas y Nevio Bonilla...................................................................................................................................................................45 “Ensayos del PCCMM sembrados en Panamá en 1961”, por Joaquín Botado y Máximo Contreras........................................................................................................................................................................... 47 “Programa iniciado para la obtención de nuevos maíces mejorados para las condiciones de Panamá”, por Ezequiel Espinoza y Máximo Contreras......................................................................... 48 “Resumen regional de los datos obtenidos por el PCCMM en 1961”, por Angel Solazar B. 48 INFORMES SOBRE FERTILIZACION................................................................................. 53 “Ensayos de Fertilización de maíz en Guatemala”, por Oscar Ortiz M...............................................53 “Trabajo Experimental realizado en El Salvador por recomendación del PCCMM”, por José Roberto Solazar...................................................................................................................................................55 “Características del gran grupo de suelos latosoles arcillo rojizos de El Salvador”, por Miguel A. Rico H.......................................................................................................................................................... 56 “Ensayos de fertilizantes realizados dentro del PCCMM en Honduras en 1961”, por Julio Romero F................................................................................................................................................................................59 “Experimentos de fertilizantes químicos con maíz del PCCMM realizados en Nicaragua du­ rante 1961”, por Ronald Zelaya Q....................................................................................................................... 61 i/ “Ensayos de fertilización del PCCMM en Costa Rica”, por Carlos A- Salas y Nevio Bonilla 65 “Resultados obtenidos con un ensayo del Proyecto Cooperativo Centroamericano de fertili­ zación de maíz”, por Joaquín Botacio Jr........................................................................................................68 “Ensayos cooperativos sobre fertilizantes para maíz en Centro América, en el año 1961”, por John L. Malcolm...................................................................................................................................................69 INFORMES SOBRE ENFERMEDADES...................................................................................................................................76 “Estudios preliminares sobre la “Roya de Guatemala” causada por Physopella Zeae", por Eugenio Schieber..............................................................................................................................................76 “Estudios realizados con el achaparramiento del maíz en El Salvador”, por Oscar Ancalmo 79 “Labor desarrollada en El Salvador en relación con el vector del achaparramiento del maíz”, por Oscar Ancalmo ...... ... 83 ^“Especies parasíticas del gusano cogollero del maíz, Laphygma frugiperda (J. E. Smith), encontradas en “La Calera” de agosto de 1957 a julio de 1958”, por Mario Vaughan R. 86 ‘✓'“Control de cogollero Laphygma frugiperda (S&A) mediante el uso de insecticidas granula­ dos preparados en el laboratorio”, por D. E. Navas y M. Torres..................................................90 “Los insectos del maíz en Guatemala”, por Mario Hernández Paz..................................................92 PRODUCCION DE SEMILLA CERTIFICADA ■■■11111111111111111111111111111111111111111 ii iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiKiiiiiiiuiiiiiiiiiiiiiiiiiu ni mi ni ii iiiiiiiiiiii; En esta publicación cooperaron: Edición: Ing. Mario Gutiérrez Jiménez* Ing. Felipe Rodríguez Cano* Diseño e Ilustraciones: Fotografía: Personal Margarita Alvarado Ortega Neil B- MacLellan** Leobardo Terpan* del Departamento de “Producción y certificación de semillas en Nicaragua”, por Ulises Sandoval A. . 94 “Breve historia de la producción de semilla certificada de maíz en El Salvador”, por Ricardo Domínguez...................................................................................................................................................95 “Producción de semillas en Honduras”, por Otoniel G. Viera........................................ .98 “Informe sobre las actividades desarrolladas en relación con el proyecto de unificación de los sistemas de certificación de semillas en Centro América”, por Ricardo Domínguez 98 RECOMENDACIONES DEL COMITE ASESOR DE MEJORAMIENTO DE MAIZ 100 RECOMENDACIONES DEL COMITE DE FERTILIZANTES QUIMICOS 101 RECOMENDACIONES DEL COMITE DE CERTIFICACION DE SEMILLAS 101 RECOMENDACIONES DEL COMITE DE PLAGAS Y ENFERMEDADES . .................................................102 RESOLUCIONES DE LA Villa. REUNION ANUAL DEL PCCMM y la. DEL FRIJOL 103 DELEGADOS Y OBSERVADORES A LA Villa. REUNION ANUAL DEL MAIZ y la. DE FRIJOL .......................................................................................................................... Tercera de forros Divulgación Técnica del IN'IA, S.A.G. ** Personal de la Fundación Rocke- feller. iiiiiiiiiii:iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiihiiiiii>ihi>»iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii»iiiiiiiiiiii? Los editores agradecen al Dr. Elmer C. Johnson, del personal de la Fundación Rockefeller en México, su valiosa ayuda en distintas fases de la elaboración de la presente publicación, INTRODUCCION lllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllll Una vez más, los agrónomos de Centroamérica y Panamá que trabajan en el cultivo del maíz se reunieron con motivo de la Villa. Reunión Anual del Programa Cooperativo Centroamericano para el Mejoramiento del Maíz (PCCMM). Hace 8 años, en 1954, la primera reunión del PCCMM tuvo co­ mo sede Costa Rica y como tema principal, la discusión de los problemas agronómicos del maíz. En 1962 y nuevamente en Costa Rica, se reunieron los técnicos para informar sobre los últimos avances de los programas de mejoramiento así como los trabajos con fertilizantes, insectos y enfermedades del maíz. Esta vez, además, tuvieron la primera oportunidad de reunirse los técnicos que trabajan en el cultivo de frijol en Centroamérica y Panamá. La primera reunión de los “ frijoleros” realizada simultáneamente con la VHP de los “maiceros”, constituye un paso adelante en la labor que realizan individualmente los países de Centroamérica y Panamá. No cabe duda de que del trabajo cooperativo en la investigación de los problemas agronó­ micos del frijol se obtendrán los mismos resultados útiles obtenidos con el trabajo cooperativo en el maíz. La H Reunión de los técnicos que trabajan con frijol significa, también, que una vez aceptado el valor del cooperativismo internacional tal y como se lleva a cabo con el maíz, la idea está interesando a otras instituciones agrícolas, además de los organismos gubernamentales de Centroamérica y Panamá. También estuvieron presentes en las reuniones de San José, Costa Rica, algunos encargados de la producción y certificación de semillas, atendiendo una invitación del PCCMM y con el fin de promo­ ver la idea de conseguir la unificación de las reglas de certificación de semillas en Centroamérica y Panamá. De realizarse este ideal se facilitaría mucho el intercambio de semillas de un país a otro y con ello se llegaría a un mejor aprovechamiento de todo el volumen de semilla y que se produce en Centroamé­ rica y Panamá. Las reuniones VHP del maíz y P del frijol tuvieron la misma duración que las anteriores reunio­ nes anuales del maíz. Esto resultó en una apreciable limitación del tiempo disponible para los infor­ mes y discusiones de [os 40 delegados contribuyentes a estos eventos. Fue el sentir de varios delegados que las próximas reuniones se organicen de modo que den lugar suficiente a los informes y especial­ mente, a la discusión de ideas. Los informes de los organismos encargados de producir semillas mejoradas de maíz indican el aumento anual de la cantidad de semilla distribuida. Si bien esto muestra la aceptación creciente de semilla de calidad de nuevos maíces mejorados, no significa todavía un aumento apreciable en la pro­ ducción promedio de maíz de los países del PCCMM. Sabemos que para conseguir esto es necesario lo­ grar la acción coordinada de los diversos factores que contribuyen al problema de la deficiente dispo­ nibilidad del maíz; entre esos factores, los agronómicos constituyen sólo una parte, muy importante por cierto. Ahora bien, es el caso que aún los resultados obtenidos en algunos de los problemas agro­ nómicos del maíz, como las variedades de alto rendimiento y la fertilización, no están siendo aprovechados en escala apreciable por el agricultor. Esto se debe, en parte, a la falta de cooperación de los medios 1 y esfuerzos de los servicios de experimentación y extensión de los países del PCCMM. La FAO, or­ ganismo especializado de las Naciones Unidas, inició en 1962 un programa nara la obtención —en forma masiva— de datos experimentales con fertilizantes en maíz en El Salvador y Honduras y para esto, ha conseguido que los servicios de extensión de estos países participen efectivamente en este programa. Es­ tamos seguros que este esfuerzo será fructífero para los propósitos de ese programa y servirá de ejem­ plo a los otros países de Centrcamérica y Panamá. El presente informe contiene las contribuciones de los delegados a las reuniones de maiceros del área centroamericana; su publiccion ha sido posible gracias a la ayuda financiera proporcionada por la Fundación Rockefeller que, una vez más, ha patrocinado el costo de producción de este informe. Deseamos también dejar consignado el agradecimiento del PCCMM para aquellas personas y las instituciones en las cuales trabajan, que colaboraron en la edición, ilustración y formato de esta publicación. Ing. Angel Salazar B. Coordinador del PCCMM Los agricultores centroamericanos son tradicionales cultivadores del maíz. También, han sembrado frijol por muchísimos años; en algunos casos, este cultivo se hace en campos en donde se ha cosechado maíz, como aparece en esta fotografía. Esa secuencia entre cultivos de maíz y frijol hace simbólico el hecho de que, después de haberse establecido el grupo de mejoradores de maíz en Centroamérica, los técnicos que trabajan en frijol en la misma área se agrupan para poner en marcha un programa regional. PROGRAMA l|||||lllllllllllll!lllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllll PROGRAMA DE LA VIII REUNION ANUAL DEL MAIZ Y la. DEL FRIJOL San José, Costa Rica, 12 al 16 de Marzo de 1962. 12 de Marzo 13 de Marzo 8:30 Sesión inaugural. 8:30 Informes de los delegados de frijol. 1. 2. 3. 4. 5. 9:30 6. 7. 8. 9. 10. Apertura de la sesión por el Ing. Carlos A. Salas, Presidente Ejecutivo de la Vil Reunión Anual del PCCMM. Inauguración oficial de la reunión por el Ing. Luis A. Salas, Decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Costa Rica. Palabras del Dr. Lino Vicarioli, Director General de Agricultura del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica. Palabras del Ing. Armando Samper, Director General del Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas de la OEA. Palabras del Dr. Edwin J. IT ellhausen, Di­ rector Adjunto de Ciencias Agrícolas de la Fundación Rockefeller. Las enfermedades del maíz en USA, Con­ ferencia a cargo del Dr. Arnold ]. Ullstrup. Efecto de diversas intensidades de contami­ nación en el rendimiento de cruzas interva- rietales de maíz, por el Dr. Mario Gu­ tiérrez G. Comentarios sobre el desarrollo del PCCMM, por el Dr. Elmer C. Johnson. Organización de la investigación Agrícola en el Perú, a cargo del Dr. Alexander Grobman. Nombramiento de directivas y comités ase­ sores. 14:00 Informes de los delegados de maíz. 1. Informe de labores del PCCMM en 1961, por el Ing. Angel Solazar B. 2. Ejecución y precisión de ensayos de rendi­ miento en programas de mejoramiento de maíz, por el Dr. Alfredo Garbullo Q. 3. Informe de los resultados obtenidos en 1961 y sugerencia para el avance del PCCMM, a cargo de cada delegado. 20:30 Reunión del Comité Asesor de Mejoramiento del PCCMM. 1. Aspectos generales sobre un programa de mejoramiento de frijol, por el Dr. Alfonso Crispín M. 2. Estudio sobre la respuesta del frijol (Phase- olus vulgaris L.) a los fertilizantes, por el Ing. Guillermo E. Yglesias. 3. El problema del frijol y la labor experimen­ tal realizada con este cultivo, a cargo de cada delegado. 14:00 Informes sobre fertilización de maíz. 1. Resultados obtenidos en 1961, a cargo de ca­ da delegado. 2. Resumen regional de los ensayos cooperati­ vos, por el Dr. John L. Malcolm. 20:30 Reunión de los comités asesores de frijol y fer­ tilizantes. 14 de Marzo 7:00 Salida del Hotel para la Estación Experimental “Fabio Baudrit M”, San Josecito de Alajuela. 8:00 Informe sobre plagas y enfermedades del maíz. 1. Informe de cada delegado. 3. Labor realizada con el proyecto de certi­ ficación de semillas en Centroamérica y Pa­ namá, por el Ing. Ricardo Domínguez. 4. Los programas de producción y certificación de Semillas en Centroamérica y Panamá a cargo de cada delegado. 14:00 Visita a la Estación Experimental “Fabio Bau­ drit M”, de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Costa Rica. 20:30 Sesión clausura de las reuniones VIII y I del maíz y frijol. 15 de Marzo 8:00 Visita al Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas de la OEA en Turrialba. 16 de Marzo Regreso de las delegaciones a sus respectivos países. 3 ORGANIZACION iiiiiiiiniiiiiiiiiiiiiiiiiitiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii DIRECTORIO DE LA VIII Y I REUNIONES DE MAIZ Y FRIJOL Presidente Honorario: Lie. Carlos Monge A., Rector de la Universidad de Costa Rica. Presidente Honorario: Lie. Adrián Urbina G., Minis­ tro de Agricultura y Ganadería. Presidente Honorario: Ing. Armando Samper, Direc­ tor General del I.I.C.A. Presidente Ejecutivo: Dr. Eugenio Schieber. Vice-Presidente Ejecutivo: Edgardo Escoto. Secretario General: Laureano Pineda. COMITES DE ASESORAMIENTO DE MAIZ Mejoramiento Fertilizantes Antonio Sandoval, Guatemala Jesús Merino A., El Salvador Julio Romero, Honduras Laureano Pineda, Nicaragua Carlos A. Salas, Costa Rica Joaquín Botacio, Panamá Máximo Contreras, Panamá Edwin J. Wellhausen, Fundación Rockefeller Elmer C. Johnson, Fundación Rockefeller Robert L. Jeffers, I.C.A., Panamá Mario Gutiérrez G., I.I.C.A., PCCMM. Angel Salazar, PCCMM. Pedro Obregón, Venezuela Semillas Antonio Sandoval, Guatemala Ricardo Domínguez, El Salvador Gustavo Denys, El Salvador Edgardo Escoto, Honduras Otoniel Viera, Honduras Wilbur Harían, Honduras Ulises Sandoval, Nicaragua Guillermo Muñoz, Costa Rica Ezequiel Espinosa, Panamá Humberto Ortiz, Guatemala Oscar Ortiz, Guatemala José R. Salazar, El Salvador Miguel Rico, El Salvador Julio Romero, Honduras A. Bari Awan, Honduras Ronald Zelaya, Nicaragua Carlos Salas, Costa Rica Nevio Bonilla, Costa Rica Ezequiel Espinosa, Panamá John L. Malcolm, I.C.A., El Salvador Guillermo E. Yglesias, Costa Rica Plagas y enfermedades Eugenio Schieber, Guatemala Mario Hernández, Guatemala Oscar Ancalmo, El Salvador Ricardo Murillo, El Salvador Douglas Banegas, Honduras Wilbur Harían, Honduras Mario Vaughan, Nicaragua Alvaro Cordero, Costa Rica Diego Navas, Panamá William Davis, El Salvador. 4 . fS , Delegados y Observadores a las reuniones VIII del Maíz y I del Frijol. De pie: G. F. Freytag, A. Barí Awan, F. Fernández, J. Romero, W. Loria, M. Contreras, A. J. Ullstrup, E. B. Martín, M. Hernández, E. Schieber, R. Murillo, W. Davis, O. Ancalmo, F. Hernández, A. Carballo, E. Escoto, E. C. Johnson, E. Miranda, J. Botacio, L. Pi­ neda, A. Abella, R. Zelaya, R. K. Walker, A. Crispín, J. Merino. D. Navas, U. Sandoval, W. Harían, J. R. Salazar, C. II. H. ter Kuile, D. Banegas, J. L. Malcolm, Observador de Costa Rica, C. M. Arias, E. J. Wellhausen, L. A. Salas, R. L. Jeffers, M. Gutiérrez G. En cuclillas: A. Salazar. J. Alan, Observador de Costa Rica, C. A. Salas, Observador de Costa Rica, H. Ortiz, G. Denys, M. Vaughan, E. Espinoza, R. Domínguez, N. Bonilla, M. Rico, Observador de Costa Rica, P. Obregón, G. E. Yglesias. FRIJOL Presidente Ejecutivo: Guillermo E. Yglesias Costa Rica Vice-Presidente Ejecutivo: Gustavo Denys El Salvador Secretario General: Armando Abella Nicaragua COMITE ASESOR DE PLANEAMIENTO Antonio Sandoval, Guatemala Eugenio Schieber, Guatemala Gustavo Denys, El Salvador George F. Freytag, Honduras Julio Romero, Honduras Juan J. Alan, Costa Rica Edwin J. Wellhausen, Fundación Rockefeller Alfonso Crispín. México Gordon Havord, I.I.C.A. Armando Abella, Nicaragua Guillermo E. Yglesias, Costa Rica Robert L. Jeffers, Panamá 5 APERTURA lllllll|l¡llllil!IIHIIIIIilllllllllllllllllllllllllllllll.ll!llllllll PALABRAS DE APERTURA DE LAS REUNIONES DE MAIZ Y FRIJOL Carlos A. Salas Señores delegados a la Villa, y la. Reuniones de mejo­ ramiento de maíz y frijol. Señores todos: Hace 8 años y precisamente aquí en Costa Rica, tuvo lugar la primera reunión del Programa Cooperativo Cen­ troamericano para el Mejoramiento del Maíz. Ahora y en el mismo país, asistimos a la celebración de la Villa. Reunión Anual del PCCMM y a la la. del Programa Cooperativo Centroamericano para el Mejoramiento del Frijol. Este hecho es, por un lado, muy honroso para Costa Rica y provechoso para los técnicos de nuestro país que tienen la oportunidad de concurrir a estos eventos. Por otro lado, esta ocasión me brinda la oportunidad de dar a Ustedes una calurosa bienvenida a estas reuniones y a la vez, expresarles nuestros mejores deseos para que el tiempo que permanezcan en Costa Rica sea útil a sus propósitos científicos y agradable en lo personal. El funcionamiento del Programa Cooperativo del Maíz ha sido, a nuestro parecer, muy beneficioso en el esfuerzo que hacen nuestros países por resolver los problemas agronómicos del maíz. La prueba y el in­ tercambio posterior de la diversidad de materiales que el PCCMM ha puesto a la disposición de los progra­ mas de mejoramiento de maíz ha hecho posible selec­ cionar líneas prometedoras para su uso inmediato como maíces comerciales por un lado, y por otro lado, maíces que pueden ser valiosa fuente de germoplasma para los programas de mejoramiento en cada uno de los países cooperadores. A este respecto, sabemos que ya algunos países de Centroamérica han producido sus propios maíces mejorados. Este es un paso adelante que se ha dado en los programas que buscan el mejoramiento de este importantísimo cultivo para el área centroamericana. El naciente Programa de Frijol debe llegar a ser tan útil como lo ha sido el programa de maíz. Espe­ ramos que los problemas del cultivo del frijol se solu­ cionen paulatinamente mediante los beneficios que se ob­ tienen del trabajo cooperativo. Como Presidente Ejecutivo de la Vlla. Reunión Anual del PCCMM, realizada en Tegucigalpa, tengo el honor de dar comienzo a las sesiones de la Villa. Reunión Anual del PCCMM y la la. del Frijol. Les deseo a los delegados de estos dos importantes eventos el mayor éxito en sus labores. ¡Muchas gracias! DISCURSO DE INAUGURACION DE LA VIII REUNION ANUAL DEL PCCMM y la. DEL FRI JOL DEL INC. LUIS A. SALAS, DECANO DE LA FACULTAD DE AGRONOMIA DE COSTA RICA. Señor Director de Agricultura del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica, Dr. Lino Vicarioli. Señor Director General del Instituto Interame- ricano de Ciencias Agrícolas de la O.E.A., Ing. Ar­ mando Samper. Señores Representantes de la Fundación Rocke­ feller. Señores Delegados. Señores. Por encontrarse ausente del país el señor Rector de la Univesidad de Costa Rica, Profesor Car­ los Monge Alfaro, y por imposibilidad del señor Vice- Rector, Lie. Rogelio Sotela M., de asistir a este acto inaugural, me corresponde a nombre de la Universi­ dad de Costa Rica el privilegio de inaugurar la VIII Reunión Anual del Programa Cooperativo Cen­ troamericano del Mejoramiento del Maíz y I Reu­ nión Anual para el Mejoramiento del Frijol, a la vez que deseo presentar a los estimados Delegados de los países hermanos de Centroamérica y a los demás 6 El Ingeniero Luis Angel Salas, Decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Costa Rica, inauguró oficialmente la Villa, reunión de Maíz y la) la. de Frijol, celebradas en San José, Costa Rica. distinguidos participantes a este importante evento, el saludo más cordial y los mejores deseos por el buen éxito de sus labores en nombre de las autorida­ des universitarias y del pueblo de Costa Rica. Es verdaderamente significativo para nuestro país que, por tercera vez, haya sido la sede para la Reunión Anual de el PCCMM. En esta oportuni­ dad es para la Universidad de Costa Rica motivo de gran complacencia y vivo agradecimiento el que se le haya honrado al efectuar esta reunión inaugural en su seno; esto demuestra que esta Casa de Estu­ dios no sólo se interesa por su función académica sino también por todas aquellas actividades que tienden a estrechar los vínculos de los investigado­ res de países hermanos. Esta función ex-cátedra de nuestra Alma Mater estimula el paso de la corriente del saber; así, la experiencia obtenida fortalecerá nuestras mentes y afinará aptitudes para lograr me­ jores realizaciones. La labor cooperativa con miras al mejoramiento del maíz y del frijol que son base de la dieta de nuestros pueblos en el ámbito centro- américano tendrá el más decidido apoyo del grupo de investigadores con que cuenta, en este orden de actividades, nuestra, Universidad y otras instituciones del país. Necesitamos acelerar la resolución de los problemas intrínsecos de esos productos alimenticios los cuales será necesario producir en mayor canti­ dad y de mejor calidad a fin de satifacer la demanda de una población que aumenta a ritmo acelerado. En el caso de Costa Rica se estima que, si continúa la tasa de aumento de la población (4% anual) para el año 1971 habrá necesidad de alimentar 500.000 personas más aproximadamente. El Programa Cooperativo Centroamericano para el mejoramiento del Maíz, consciente de que no bas­ tan las buenas intenciones si éstas no se llevan a la realidad y ésta a su vez es insustancial si no existen programas bien dirigidos y con fundamento técnico, 7 se dió a la tarea con el apoyo decidido y efectivo de la benemérita Fundación Rockefeller de iniciar este Programa en 1954. Costa Rica participó desde su inicio a través del Ministerio de Agricultura, en esta loable actividad; en 1961 la Universidad de Costa Rica se incorporó al programa a través de la Estación Experimental de la Facultad de Agronomía. A nuestro país le cupo la honra de ser la sede de la I y II Reunión Anual, las que se realizaron en el Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, en Turrialba. Por tercera vez, hemos tenido este privi­ legio al celebrarse aquí la VIII Reunión que estamos ahora inaugurando. Así vuelve Costa Rica a iniciar la serie de reuniones anuales, esta vez también para el Programa del Mejoramiento del Frijol, el cual es­ peramos habrá de tener el mismo éxito logrado por el Programa del Maíz, ya que cuenta con el mismo plan de ayuda técnica que brinda la institución aus- piciadora. Esta institución que tantos beneficios ha proporcionado al avance de la ciencia, otorgando be­ cas de estudio y adiestramiento y estimulando inter­ cambio de informaciones y de material genético me­ rece la sincera gratitud de todos nosotros. Al ex­ presar el beneplácito de la Universidad de Costa Rica y de las autoridades agrícolas del país por la presencia de los señores Delegados quienes unirán más los lazos de la amistad centroamericana declaro oficialmente inaugurada la VIII Renuión Anual del Programa Cooperativo Centroamericano para el Me­ joramiento del Maíz y I Reunión Anual para el Me­ joramiento del Frijol. PALABRAS DEL INC. ARMANDO SAMPER DIRECTOR DEL INSTITUTO INTERAMERICANO DE CIENCIAS AGRICOLAS DE LA OEA. Señor Director General del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica; Señor Decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Costa Rica; Señor Jefe y Señor Coordinador del Programa Coo­ perativo Centroamericano del Mejoramiento del Maíz; Señor Presidente Ejecutivo de la VIII Reunión Anual: Señores Delegados a las reuniones del maíz y del frijol: La segunda guerra mundial introdujo una nueva modalidad en las relaciones internacionales: la coo­ peración técnica. A través de ella los países que tie­ nen un alto nivel de vida, han organizado institucio­ nes técnicas de gran envergadura han logrado im­ portantes avances tecnológicos y disponen de profe­ sionales muy calificados. Estos logros tan importan­ tes han sido puestos al servicio de otros países que no han logrado aún suficiente desarrollo económico. Esta ha sido una contribución valiosa para el desa­ rrollo de los países menos desarrollados. Sin embar­ go, la cooperación técnica en una forma u otra for­ ma y bajo diferentes nombres, constituía un instru­ mento de relación entre las naciones. Por ejemplo, las naciones más poderosas daban asistencia técni­ ca a sus colonias. Pero, la segunda guerra mundial convirtió esa modalidad de cooperación técnica en un vasto engranaje de acción internacional bilateral y multilateral. Algunos sostenían la opinión de que la ciencia había suministrado conocimientos suficientes y que sólo se requería extenderlos al campo. Otros opina­ ban lo contrario: que lo fundamental era la investi­ gación y que en alguna forma, los agricultores lle­ garían a aplicar las mejoras tecnológicas logradas en las estaciones experimentales. Quienes tenían una visión tan unilatral del problema, mirando sola­ mente una de las dos caras de esta medalla —cual­ quiera de las dos— estaban equivocados. Ese error demoró muchas veces, y malogró otras, los avances que se esperaban lograr en poco tiempo en el cam­ po de la aplicación de las ciencias agrícolas. La Fundación Rockefeller ha visto, desde un co­ mienzo, los dos lados de la medalla. Ha venido contribuyendo en forma sistemática y efectiva al mejoramiento de la investigación agrícola en Amé­ rica Latina en relación, principalmente con los cul­ tivos de alimentación básica de nuestros pueblos. Casi simultáneamente con la obtención de informa­ ción comprobada, sobre la cual se pueden basar re­ comendaciones, ha organizado —también sistemática y eficazmente—, la difusión de esos nuevos conoci­ mientos y la aplicación de la tecnología para lograr aumentos de producción por unidad a costos redu­ cidos. El caso del mejoramiento del maíz en Amé­ rica Central y en el resto de América es un ejem­ plo admirable de lo que puede lograrse cuando la investigación va mano a mano con la educación. 8 El Ing Armando Samper destaca la importancia de la coo­ peración técnica en programas regionales de mejoramiento de los cultivos básicos. Este programa ha tenido éxito por muchas ra­ zones: porque está basado en investigación técnica­ mente hecha por personal calificado; porque ha ha­ bido amplia comunicación —a base de reuniones anuales y por otros medios— entre los técnicos dedi­ cados al mejoramiento del maíz; porque los materia­ les mejorados en las estaciones experimentales se han multiplicado a través de servicios de producción de semillas; porque se han aplicado en el campo las técnicas educativas desarrolladas por los servicios de extensión. Y sobre todo, porque es un esfuerzo cooperativo —a largo plazo— con objetivos bien de­ finidos y metas concretas, al cual la Fundación Ro­ ckefeller le ha dado continuidad, con la ayuda di­ recta del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas de México y de las instituciones que en cada país centroamericano están directamente inte­ resados en el mejoramiento del maíz. No tengo duda alguna de que el Programa Cooperativo del Frijol, que ahora se inicia, tendrá igual buen éxito. El Instituto Interamericano de Ciencias Agríco­ las de la OEA mira, con la mayor simpatía las acti­ vidades cooperativas como las que se desarrollan en los programas de maíz y de frijol. Técnicos muy ca­ lificados de nuestro Centro de Turrialba, como los doctores Mario Gutiérrez Gutiérrez y Alfredo Car- bailo Quirós, han colaborado en el programa de maíz. Si bien es cierto que nuestra ayuda material ha sido limitada, esperamos poder contribuir más di­ rectamente a su buen éxito en el futuro, preferible­ mente a través, de la Asociación Latinoamericana de Fitotecnia, establecida a fines del año pasado en Buenos Aires, con sede anexa al Instituto y de su filial la Asociación Latinoamericana del Maíz. Señores delegados a la reunión anual de los pro­ gramas centroamericanos para el mejoramiento del maíz y del frijol: bienvenidos a Costa Rica, país sede de nuestra Dirección General y de nuestro principal centro de investigación y enseñanza para gradua­ dos, el Centro de Turrialba. Que sus deliberaciones sean fructíferas y que contribuyan a darle estabili­ dad social a nuestros países a través de la mejor ali­ mentación de nuestros pueblos. PALABRAS DEL DR. LINO VICARIOLI DIRECTOR GENERAL DE AGRICULTURA DEL M. A. G. DE COSTA RICA Señores delegados a la Villa. Reunión Anual del PCCMM: EN representación del señor Ministro y como fun­ cionario de Agricultura y Ganadería, entidad copatrocinadora de este evento, es para mí un honor el extender un cordial saludo a los Delegados de la VIII Reunión Anual del Programa Cooperativo Cen­ troamericano del Mejoramiento del Maíz y de la la. del Frijol. Después de escuchar las palabras del señor De­ cano de la Facultad de Agronomía de Costa Rica no me quedan sino algunos pocos comentarios que ha­ cer acerca de esta Reunión Técnica: en primer lugar, quiero manifestarles el agrado al ver incluido, en las discusiones de esta Reunión, el proyecto del Progra­ ma de Mejoramiento del Frijol; este producto cons­ tituye, junto con el maíz y el arroz, la base de la dieta de nuestros pueblos. Como ustedes bien saben, existe una situación paradójica con respecto al maíz; 9 siendo una planta que tuvo su origen en nuestros países ha alcanzado sus mayores producciones en los países de las zonas templadas; tal situación es el re­ sultado de factores ecológicos favorables y de técni­ cas agronómicas avanzadas. Es así como en los Es­ tados Unidos y en algunos países de Europa Occi­ dental se obtienen promedios generales de 3000 — 3200 kg. por hectárea, mientras que en América Central tal rendimiento promedio es sólo de 600 — 900; en términos generales, apenas una cuarta parte. Lo mismo sucede con el frijol; contra promedios de 1500 — 2000 kg., que se logran en otras latitudes, ape­ nas obtenemos promedios de 300 — 600. Está en ma­ nos de ustedes encontrar los medios por los cuales a través de la genética y de las técnicas agronómi­ cas, sea posible reducir tan marcada diferencia. Cier­ to es también el hecho de que no sólo con la inves­ tigación será posible lograr ese objetivo si no se lle­ va a cabo, en forma simultánea una vasta labor de divulgación y de fomento de estos cultivos. Nuestros gobiernos deben, si verdaderamente quieren mejorar el nivel de vida de la población, actuar con toda ener­ gía y brindar su completo apoyo a programas de es­ ta naturaleza. En Costa Rica, el Consejo de Producción ha estimulado la produción de Maíz por medio de la elevación de sus precios de compra, al punto que, prácticamente, son el doble de los del mercado mun­ dial. Esa acción de tipo económico es, indudable­ mente, beneficiosa; pero no es así como se favorece el consumo del maíz para la alimentación humana y para la industria zootécnica. Es necesario abara­ tar los costos de producción a través del aumento de producción por área; así, el agricultor podrá per­ cibir una justa ganancia con su producto y el con­ sumidor podrá adquirirlo sin sacrificios económicos esa ha sido la meta perseguida por el PCCMM desde su primera reunión celebrada aquí en Costa Rica. Mucho se ha logrado ya desde esa reunión y más habrá de lograrse al extenderse y profundi­ zarse la acción que se proyecta en estos programas. Deseo a los Señores Delegados mucho éxito en sus discusiones que, a no dudar, serán de gran bene­ ficio para nuestros pueblos. Para todos Ustedes, mí cordial saludo y una feliz permanencia entre noso­ tros. PLAN PARA EL MEJORAMIENTO PROGRESIVO DEL MAIZ EN COOPERACION CON LOS AGRICULTORES E. J. Wellhausen1 El maíz se cultiva en la América Central bajo una gran diversidad de condiciones ambientales que son consecuencia de la topografía accidentada, grandes variaciones en altitud, tipo de suelo y tem­ peraturas, estas últimas principalmente como resul­ tado de los cambios de elevación. La precipitación pluvial es aún más variable, tanto en cantidad como en su distribución. El maíz se siembra desde el nivel del mar hasta elevaciones de 10,000 pies, doquiera exista suficiente humedad para la germinación de la semilla, suelo y humedad adecuados para producir alguna cosecha. Bajo condiciones tan variables es difícil producir una variedad mejorada que se adap­ te a una área amplia y, en realidad, se requieren muchas variedades mejoradas para llenar las nece­ sidades de la mayoría de los agricultores, particular­ mente en las zonas altas. Director del Programa Internacional del Mejoramiento del Maíz de la Fundación Rockefeller. Durante los últimos 5 a 8 años se han desarro­ llado en Centroamérica variedades e híbridos de alto rendimiento adaptados a condiciones ambien­ tales específicas. Sin embargo, el área que se pue­ de cultivar con estas varidades mejoradas es limi­ tada por la enorme variación en condiciones climá­ ticas. Además, los problemas que se han suscita­ do para la producción y distribución de la semilla de este material mejorado son tantos que única­ mente una fracción de los agricultores que podrían utilizarlo ventajosamente están haciéndolo. Por tan­ to, considero que es preciso hacer algunos cambios radicales en nuestro enfoque al mejoramiento del maíz para producir un verdadero impacto en la efi­ ciencia de su producción en Centroamérica. Es preciso encontrar alguna forma para que los fito- mejoradores con facilidades y apoyo económico limi­ tados, puedan mejorar las variedades en un gran número de ambientes en forma más o menos simul­ tánea, al mismo tiempo que facilitan la multiplica­ ción y distribución de semillas en cada uno de ellos. 10 Parcelas demostrativas de las variedades compuestas sembradas en Nicaragua. Nótese la diferencia de la parcela de la derecha que fue fertilizada. Conceptúo que no existe método más simple para el mejoramiento del maíz que la selección masal. Varios investigadores, como el Dr. John H. Lonn- quist de la Universidad de Nebraska y colegas (4, 5), el Ing. H. H. Angeles A. (1), el Dr. E. C. Johnson (3) de México y el Dr. C. O. Gardner (2) de la Universidad de Nebraska, han demostrado re­ recientemente que este método es altamente efecti­ vo en poblaciones con considerable variación ge­ nética aditiva, cuando se emplean técnicas especia­ les que permiten la separación efectiva de los efec­ tos genéticos y ambientales en el rendimiento de las plantas individuales de una población. Considerando que la selección masal es muy efectiva cuando se aplica debidamente, que se re­ quieren muchas variedades y que los fondos desti nados al mejoramiento del maíz son limitados en la mayoría de los países, deseo presentar un plan que estimo puede aplicarse en forma muy efectiva para el mejoramiento del maíz, a costo relativa­ mente bajo, en Ctentroamérica, en colaboración con agricultores escogidos. El primer paso en el plan es la selección de materiales básicos a mezclar para obtener poblacio­ nes de comportamiento altamente satisfactorio con considerable variación genética aditiva, las cuales serán utilizadas para mejoramiento posterior con res­ pecto a rendimiento y adaptación a ambientes espe­ cíficos mediante selección masal u otra forma de se­ lección recurrente. Algunas de estas poblaciones han sido producidas ya como resultados de esfuer­ zos cooperativos, particularmente para las zonas ba­ jas. Disponemos de los siguientes materiales para el desarrollo de variedades blancas mejoradas: el com­ puesto “Tuxpeño-Caribe-Salvadoreño”, actualmente en la tercera o cuarta generación de mezcla; (2) el compuesto “Tuxpeño-ETO” en la segunda genera­ ción de mezcla, y, (3) el compuesto “Salvadoreño” que es una mezcla de las mejores variedades de la raza Salvadoreño. Además, el Ing. Julio Romero de Honduras dispone de otros que representan diversas mezclas de proporciones variables de Tuxpeño y Salvadoreño que podrían ser útiles. Para el desarro­ llo de variedades amarillas mejoradas contamos con: (1) el compuesto “Cuba 40-Hawaii 5-SLP 104” en la tercera o cuarta generación de mezcla, y (2) el com­ puesto “Caribe” que es una mezcla de las mejores variedades colectadas a elevaciones bajas en el Ca­ ribe y Centroamérica. El segundo paso en el plan comprende la se­ lección de un agricultor en cada una de las áreas ecológicamente diferentes, como cooperador para el mejoramiento del maíz en su área y que cada año puede proporcionar un cuarto de hectárea de buen terreno, con suelo uniforme y aislado de otros cam­ pos de maíz Estimo que cada agrónomo puede tra­ bajar por lo menos con 5 de estos cooperadores, si 11 cuenta con medios de transporte adecuados. Cada agricultor ayudará al agrónomo a preparar el terre­ no para la siembra, su fertilización, cultivo, protec­ ción de la parcela contra robo, o en cualquier otra actividad que sea necesaria para proporcionar un am­ biente favorable para la producción de maíz. Si la parcela no fuera muy fértil, deberá aplicarse sufi­ ciente fertilizante químico u otro fertilizante en for­ ma uniforme, para asegurar un alto nivel de pro­ ductividad. El tercer paso consiste en la siembra de la par­ cela con la población más adecuada para el área. La siembra debe hacerse con sumo cuidado, en hi­ leras espaciadas aproximadamente un metro para asegurar una densidad perfecta de una planta por cada 50 centímetros de surco. Esto puede implicar la siembra de 2 o 3 semillas por sitio y su posterior raleo a una planta cuando éstas han alcanzado una altura de 15 cms. Deben tomarse todas las precau­ ciones necesarias para proteger la semilla o plán­ tulas contra su destrucción por pájaros, roedores o insectos. El cuarto paso comprende el cuidado de la par­ cela durante el período de crecimiento del maíz. La parcela debe ser cultivada cuidadosamente y mantenida libre de malas hierbas todo el tiempo. En esta parcela deben demostrarse los métodos mo­ dernos de producción de maíz. El quinto paso comprende la selección de las mejores plantas al alcanzar el maíz su madurez. Esto implica la siguiente secuencia de operaciones: A. Marcar la mejor área de 1500 metros cua­ drados en el interior de la parcela del cuarto de hectárea para eliminar cualquier posible efecto marginal. B. Subdividir esta área en 60 bloques de 25 metros cuadrados cada uno (5x5 m.). Si no existen fallas, cada subparcela deberá contener 50 plantas. Las subparcelas se nu­ merarán de 1 a 60. C. Selecciónense visualmente en cada sub­ parcela las 12 plantas más productivas que posean caracteres agronómicos deseables y que tengan igual competencia. No debe­ rán seleccionarse plantas que puedan ha­ ber sido favorecidas por fallas en los sitios adyacentes. Las mazorcas de cada una de estas 12 plantas deberán colocarse en cos­ tales separados, incluyendo segundas ma­ zorcas o mazorcas producidas en hijos. Los costales deberán identificarse con el núme­ ro de la subparcela en que fueron cose­ chados. D. Trasládense los costales del campo a la secadora, o a un lugar de almacenamiento seguro, donde puedan secar hasta alcan­ zar un contenido de humedad uniforme. E. Una vez secas, pésense las mazorcas en cada costal de cada una de las subparcelas y con base en su peso, selecciónense las 5 Mazorcas del compuesto “Sal­ vadoreño” que, junto con otros, está disponible como base para formar variedades mejoradas de grano blanco. 12 plantas de mayor rendimiento en cada sub­ parcela. Esto dará un total de 300 plantas seleccionadas. Descártense las mazorcas restantes. F. Tómense 35 semillas de cada una de las 300 plantas seleccionadas con base en su rendimiento y mézclense para formar un lote de 10,500 semillas con que sembrar en la misma parcela aislada de un cuarto de hectárea u otra parcela semejante en la misma finca, para practicar otro ciclo de se­ lección. Fórmense dos lotes adicionales de semilla en la misma forma como mate­ rial de reserva y almacénense bajo condi­ ciones frías y secas. Este material se usará en futuros ensayos de rendimiento a para resiembras,, en caso de pérdida de la cose­ cha correspondiente. G. La semilla restante proveniente de las 300 plantas seleccionadas puede mezclarse y en­ tregarse al cooperador para su multiplica­ ción y subsiguiente distribución, si acaso demostrara ser superior al maíz del área. Los pasos tres a cinco deben repetirse en años sucesivos, hasta que los progresos alcanzados por la selección empiecen a disminuir. Los datos disponi­ bles indican que, bajo condiciones favorables de cre­ cimiento, es posible esperar un mejoramiento del 5% en rendimiento con cada generación de selec­ ción. Así, en 5 años se esperaría desarrollar una variedad con un rendimiento 25% superior a la po­ blación con que se inició el programa. Es dudoso que los retornos obtenidos en el mismo lapso con un híbrido, que implica un trabajo de mejoramiento más complicado y costoso, sean mayores. El mejo­ ramiento en rendimiento obtenido después de cada una o varias generaciones de selección, puede me­ dirse fácilmente sometiendo la semilla obtenida en el paso Quinto F a un ensayo de rendimiento en que se incluyan la población original y las mejores variedades criollas del área. Como las diferencias a medir son pequeñas, sugeriría el empleo de 10 - 15 repeticiones en cada prueba. Este plan para el mejoramiento progresivo del maíz con la cooperación de agricultores selecciona­ dos, sugerido en este artículo, tiene muchas ven­ tajas. No sólo es simple, comparativamente rápido y barato, sino que también se presta a la utiliza­ ción inmediata por parte de los agricultores de cual­ quier mejoramiento obtenido, sin involucrar planes complicados para la multiplicación y distribución de semilla. Inmediatamente que la variedad en proce­ so de mejoramiento alcanza superioridad sobre el maíz criollo del área, la semilla restante del paso Quinto F puede entregarse al cooperador para su multiplicación y distribución. Como resultado de la primera multiplicación, el cooperador probable­ mente no sólo tendrá suficiente semilla para satis­ facer sus propias necesidades, sino también un ex­ cedente para vender a sus vecinos, que, a su vez, ayudaría a la rápida distribución de la semilla en toda su área de adaptación. A medida que se ob­ tiene mayor mejoramiento en las siguientes genera­ ciones de selección, se pueden proporcionar nuevos lotes de semilla del paso Quinto F al cooperador, para su multiplicación y distribución, con objeto de reemplazar los lotes anteriores. Si se conoce el área sembrada con la semilla mejorada y en cuanto excede su rendimiento al del maíz, puede calcularse fácilmente el impacto hecho en una área dada mediante su distribución. Debiera ser relativamente fácil producir en for­ ma simultánea de 10 a 15 variedades para 10 o 15 áreas., en cada país, contando con los servicios de 3 o 4 agrónomas, particularmente si el maíz se siem­ bra en distintas épocas en las varias áreas. Dudo que ningún país, con la. sola excepción de Guatema­ la, necesite un número mayor ae variedades para suplir semilla mejorada en forma adecuada a todas las áreas importantes productoras de maíz. Es posible que el mejoramiento del rendimiento y otros caracteres deseables, puedan continuarse in­ definidamente mediante la selección masal, si se in­ troducen nuevos materiales en las poblaciones de ger- moplasma básico, a medida que el caso lo amerite. Referencias 1. Angeles Arrieta, Hermilo H. Comentarios sobre la Selección Masal en el pasado y sus posibili­ dades en los programas actuales de mejoramien- de de Maíz. Informe de la 7a. Reunión Centro­ americana del Proyecto Cooperativo del Mejora­ miento del Maíz. Tegucigalpa, Honduras, Feb. 20-23: 18-21, 1961. 2. Gardner, C. O. An evaluation of effeets of mass selection and seed irradiation with thermal nuetrons on yield of corn. Crop Science 1: 241-245. 1961 3. Johnson, E. C. El mejoramiento del maíz en México. Informe de la 7a. Reunión Centro­ americana del Proyecto Cooperativo del Mejora­ miento del Maíz. Tegucigalpa, Honduras, Feb. 20-23: 22-25, 1961. 4. Lonnquist, John H. El mejoramiento de las po­ blaciones del maíz. Informe de la 6a. Reunión Centroamericana del Proyecto Cooperativo del Mejoramiento del Maíz. Managua, Nicaragua, Feb. 15-18: 14-22. 1960. 5. Lonnquist, John H. and D. P. McGill. Perfor­ mance of corn synthetics in advance generations of synthesis and after two cicles of recurrent selection. Agron. Journ. 48:249 253. 1956. 13 CONTRIBUCIONES E INFORMES ESPECIALES ALGUNAS ENFERMEDADES DEL MAIZ A. J. Ullstrup á"' IERTAS enfermedades del maíz se hallan muy difundidas y ocurren dondequiera que se cul­ tive el maíz; algunas están limitadas a áreas tropica­ les y otras se las encuentra solamente en climas tem­ plados. En esta oportunidad trataré principalmente las enfermedades prevalentes en el ílamadó “Coro Relt” (Franja Maicera) de los Estados Unidos y men­ cionaré brevemente algunas enfermedades que son de reducida importancia económica pero que son in­ teresantes más que todo desde el punto de vista de la fitopatología básica. Las pudriciones de la raíz y marchitez de las plántulas pueden ser causadas por varias especies de Pythium.. Estos patógenos son. propios del suelo. En casos severos de infección, la semilla puede ser atacada antes o poco después de que haya empezado la germinación. En casos de infección mas benigna se pueden encontrar las lesiones de color café en las raíces y el mesocotilo. Bajo buenas condiciones de crecimiento estas plántulas pueden sobrevivir y des­ arrollarse en plantas productivas. La infección por estos patógenos es favorecida por los suelos húmedos y fríos que retardan la germinación y el crecimiento de las plántulas. Cuando el suelo tiene una tempera­ tura templada, la germinación y crecimiento son rá­ pidos y entonces la enfermedad ocurre raras veces o no hay infección. Son más susceptibles al ataque de estas especies de Pythium los granos inmaduros o aquellos con el pericarpio agrietado o roto. Son también capaces de causar pudrición de raíces y mar­ chitez de las plántulas las especies: Diplodia maydis, Gibberella zeae y Penicillium sp., especialmente si la infección de los granos con estos hongos es inter­ na. El uso de semilla bien madura, sana y libre de enfermedades, junto con la aplicación de fungicidas efectivos como tratamiento de semilla, ha reducido este complejo patológico a un problema de menor importancia económica. La prevalencia de las pudriciones de la raíz y tallo del maíz varía de un año al otro pero se les considera generalmente como importantes económi­ camente. Los tallos enfermos se quiebran y las ma­ zorcas se pierden en el suelo ya que la máquina cosechadora no puede recogerlas. Los principales patógenos asociados con las pudriciones de la raíz y el tallo en los Estados Unidos son: Diplodia may­ dis, Gibberalla zeae, Sclerotium bataticola (Rhizoc- tonia bataticola y Macrophomina phaseoli). Los sín­ tomas se caracterizan por el ablandamiento y deco­ loración de los entrenudos mas bajos y, cuando se les abre, la médula se halla desintegrada. Los entre­ nudos infectados con G. zeae tienen un color rojizo; los infectados con S. bataticola son de color gris o negro. La infección se manifiesta prematuramente por el color gris verde de las hojas. Estos hongos generalmente no atacan tallos y raíces en funciona­ miento activo y crecimiento vigoroso; mas bien in­ vaden los tallos, las panojas y raíces de plantas ma­ duras o que están llegando a la madurez. Las pudri­ ciones del tallo y la raíz, frecuentemente, son mas prevalentes donde el suelo es deficiente en potasio o donde el nitrógeno se encuentra en gran exceso. Un medio de reducir al mínimo las pudriciones del tallo y la raíz es manteniendo bien balanceada la fer- Mazorca de maíz que muestra crecimiento blanquecino típico, entre las hileras de granos del hongo Diplodia zeae. Este patógeno es común en la estación lluviosa; causa la pudrición de la mazorca y pueden ocasionar fuerte reducción en las cosechas. Pudrición de la mazorca causada por el hongo Nigrospora cryzae. Nótese la destrucción que causa este hongo en el olote, además del manchado del grano. tilidad del suelo. Un medio mas efectivo de reducir la prevalencia y severidad de este complejo patoló­ gico es a través del uso de híbridos resistentes. La pudrición del tallo causada por Pythium es una enfermedad diferente. Las plantas, en este caso, son atacadas muy antes de la madurez y a veces antes de la aparición de los estigmas. Usualmente, sólo un entrenudo cerca al suelo está atacado y se pone blando y torna café; luego la planta cae. El agente causal de estos síntomas es Pythium butlei (P. aphanidermatum). La infección usualmente tie­ ne lugar a continuación de un período de clima ca­ liente y húmedo. Por lo general, esta enfermedad no es difundida y tiene poca importancia en los Estados Unidos. Muy poco se sabe sobre la resis­ tencia relativa existente entre los híbridos de maíz. Las pudriciones de mazorca que se encuentran en el “Corn Belt” de los Estados Unidos son los cau­ sados por: Diplodia maydis, Fusarium moniliforme, Gibberella zeae y Nigrospora oryzae. La pudrición de mazorca causada por Diplodia se presenta como un micelio blanquecino en y entre los granos y la tuza. La infección usualmente comienza por la base de la mazorca y en estado más avanzado, la ma­ zorca se momifica y torna de color café grisáceo. Los síntomas' de la pudrición del grano, causada por Fusarium se presentan en la forma de granos color rosado o lavanda y esparcidos sobre la mazorca. Los granos tienen a menudo una textura polvorienta cuando secos. La infección causada por F. monili­ forme frecuentemente entra a través de heridas he­ chas por los gusanos de la mazorca. El síntoma distintivo de la pudrición de mazorca, causada por Gibberella es una pudrición de color rojo que co­ mienza por la punta de la mazorca. Ésta enfer­ medad se encuentra más frecuentemente en áreas de clima frío donde se cultiva el maíz en los Es­ tados Unidos. Los síntomas de la pudrición de el olote, causada por Nigrospora, se caracterizan por la desintegración y decoloración grisácea de la mé­ dula del olote. Én mazorcas severamente infecta­ das son visibles, a menudo, esporas negras en la punta de los granos. Un ataque severo de pudri­ ción del tallo, marchitez de la hoja, u otras con­ diciones que reducen el vigor de la planta o que causan muerte prematura, predisponen las mazorcas a la infección por este hongo. Se ha observado que hay, entre líneas de maíz, algunas diferencias en medad entre líneas de maíz pero muy pocas poseen un alto nivel de resistencia; algunas de estas líneas se han usado ventajosamente en programas de me­ joramiento tratando de obtener resistencia contra este tizón. 15 Otra enfermedad foliar, causada por Helmin­ thosporium maydis, se la conoce como “tizón foliar del sur” (Southern corn leaf blight). Las lesiones son relativamente pequeñas, variando en tamaño has­ ta 1 x 1/4 de pulgada. La extensión lateral de las lesiones está limitada por los haces vasculares en las hojas lo quej tiende a hacer aparecer las lesiones co­ mo teniendo lados paralelos. La enfermedad en el “Corn belt” es generalmente menos prevalente que el tizón foliar del norte y parece que prospera mejor en climas más calientes. Como en el caso del tizón foliar del norte, pocas líneas de maíz son marcada­ mente resistentes y estas se han usado como mate­ rial básico en programas de mejoramiento. Parece que no hay correlación en cuanto a la resistencia entre estos dos tizones foliares. El tizón foliar, causado por Helminthosporium carbonum, es una enfermedad virulenta pero, debi­ do a que sólo unas cuantas líneas son susceptibles y que la resistencia a la Raza 1 está determinada por un solo gene dominante, es de poca importancia eco­ nómica. Cuando menos se conocen dos razas fisio­ lógicas bien definidas de este hongo. La Raza 1 es muy virulenta y especializada en su parasitismo a unas pocas líneas autofecundadas de maíz. La Raza El hongo Helminthosporium maydis puede causar da­ ños al follaje en ciertos años. Mantiene las lesiones pequeñas, con bordes laterales limitados por los haces vasculares. la resistencia a la pudrición de mazorca debida a Diplodia. Generalmente, las pudriciones de mazor­ ca no causan pérdidas en áreas grandes y no se han encontrado ataques severos en áreas localizadas. La marchitez de la hoja causada por Helmin­ thosporium turcicum es una de las enfermedades más importantes del maíz en la mitad oriental de los Estados Unidos. Se le conoce comunmente como “tizón foliar del norte” (Northern corn leaf blight). La prevalencia de la enfermedad fluctúa de un año al otro, dependiendo grandemente de las condicio­ nes del clima. Temperaturas moderadas y suficien­ te humedad en la forma de lluvia o fuerte rocío fa­ vorecen la diseminación de la enfermedad. El sín­ toma distintivo de esta enfermedad es la aparición de grandes manchas foliares de color grisáceo y for­ ma elíptica; estas lesiones pueden alcanzar un ta­ maño de 1 x 6 pulgadas y a menudo es evidente una zonificación en las áreas necrosadas. Cuando la en­ fermedad se presenta en forma severa entre las 2 a 3 semanas después de la aparición de los estigmas se pueden esperar pérdidas apreciables de grano. Hay marcadas diferencias en la resistencia a esta enfer­ medad. La fotografía muestra daños por el hongo Fusarium moniliforme, el cual ataca grupos de granos aislados y los tiñe de color rosado. 2 es ligeramente patogénica, no especializada en su parasitismo y la resistencia parece ser de herencia poligénica. Las lesiones causadas por la Raza 1 son ovaladas y varían hasta lxl/2 pulgada de tamaño y a menudo muestran zonificación dentro del área necrosada. Las mazorcas son atacadas por ambas razas; las mazorcas infestadas tienen un apariencia de carbón debido al crecimiento de micelio negro en los granos. La Raza 2 produce, en hojas ma­ duras, lesiones pardas y elongadas pero se encuentra muy raramente infección foliar debido a esta raza. La marchitez bacterial se encuentra principal­ mente en el maíz dulce pero con la introducción de híbridos resistentes el riesgo, debido a esta enfer­ medad se ha reducido grandemente. La enferme­ dad causada por Xanthomonas stewarti es sistemá­ tica en las plantas susceptibles, El síntoma prima­ rio es la aparición de manchas largas e irregulares que luego se tornan necróticas. La marchitez ge­ neral y a menudo la muerte, es la consecuencia de un ataque severo de esta enfermedad. En el maíz dentado una fase, llamada tizón foliar, puede apa­ recer a media estación de crecimiento o bien más tarde. Las lesiones son largas e irregulares pero, ex­ cepto en líneas de maíz muy susceptibles, el pató­ geno usualmente no se torna sistemático. La pulga saltona del maíz actúa como vector de esta enferme­ dad. La prevalencia de esta enfermedad parece es­ tar correlacionada con la densidad de la población de este insecto. Los inviernos benignos permiten sobrevivir a la pulga en grandes números, de modo que en la siguiente estación de cultivo la enferme­ dad, a menudo, es severa. Por otro lado, la reduc­ ción en la prevalencia de la enfermedad es prece­ dida, frecuentemente, por inviernos severos en los que gran parte de las pulgas saltonas son destruidas. La mancha de la vaina de la hoja causada por Physoderma es importante en el sur de los Estados Unidos. Caracterizan esta enfermedad las pústulas de color anaranjado que luego se tornan pardo ro­ jizas y que se presentan en la vaina y hojas del maíz. Los tallos también pueden ser atacados por esta enfermedad y entonces se produce mucho aca­ me de las plantas. Favorecen la difusión de esta enfermedad períodos largos de clima caliente y hú­ medo. Se han observado diferencias notables en la resistencia relativa de líneas de maíz a esta enfer­ medad. La roya común, causada por Puccinia sorghi y la roya del sur, causada por P. polysora,, son las únicas royas del maíz que ocurren en los Estados Unidos. La roya tropical (Physopella zeae) no se ha encontrado aún en este país. La roya común se caracteriza por sus pústulas elongadas; las uredos- poras de color pardo rojizo son reemplazadas por teliosporas negras a medida que avanza la estación de cutivo y a medida que el hospedero madura. Esta roya prospera en los climas fríos y húmedos y se le puede hallar en la mayor parte de las áreas en que se cultiva maíz en los Estados Unidos. La roya del sur es, como su nombre lo indica, más prevalente en climas calientes. Las pústulas tienden a ser circula­ res; las uredosporas son de color rojo-naranja y las telias permanecen cubiertas por la epidermis del hospedero1. Se reconocen un número de razas fi­ siológicas de P. sorghi y la resistencia a cada una de estas parece estar determinada por un solo alelo en un solo “locus”. Cuando menos, se conocen tres razas fisiológicas de P. pclysora y se ha observado pocas fuentes de resistencia a cada roya. Ninguna de las royas tiene importancia económica en los Es­ tados Unidos, aun cuando se ha informado sobre epidemias aisladas y moderadamente severas de la roya común. El carbón del maíz causado por Ustilago may­ áis, está presente en casi todas las áreas donde se cul­ tiva maíz en los Estados Unidos. Se reconoce esta enfermedad fácilmente por las agallas suaves y bri­ llantes que, eventualmente, se romped' y exponen una masa polvorienta de esporas negras. El tejido meristemático es susceptible a este hongo por lo que las agallas son más frecuentes en las mazorcas, pa­ nojas y yemas adventicias. La epidemiología de la enfermedad no está aún bien entendida pero pa­ rece que es más prevalente en los climas frescos y secos donde se cultiva el maíz en los Estados Uni­ dos. Esta enfermedad parece ser rara en los climas tropicales. Las líneas de maíz difieren grandemente fección toma lugar en el estado de plántula sola- Pústulas típicas de la roya común, causadas por Puccinia sorghi. El carbón de la espiga del maíz, causado por el hongo Sphacelotheca reiliana, transforma la inflorescencia masculina y femenina en una masa de clamidosporas. en la resistencia a esta enfermedad y debido a lo conspicuo de sus síntomas, ha sido posible eliminar el material muy susceptible en el desarrollo de los programas de mejoramiento. El maíz dulce, sin em­ bargo, es generalmente mucho más susceptible que el maíz dentado. El carbón común es a menudo más prevalente donde se han hecho grandes aplicaciones de estiércol al suelo. El carbón de cabeza causado por Sphacelotheca reiliana ha sido encontrado en los Estados Unidos pero en general, es una enferme­ dad rara. Es mucho más prevalente en otros paí­ ses. La infección tiene lugar en el estado de plán­ tula y el patógeno viene a ser sistémico con las aga­ llas apareciendo usualmente sólo en las panojas y mazorcas. La enfermedad causada por Schlerophthora ma- crospora, (Crazy top) es de muy pequeña consecuen­ cia económica pero es de interés por el efecto que tiene sobre las plantas. El síntoma más conspicuo es la apariencia de arbusto que toma la panoja de­ bido al reemplazo de las partes florales normales por hojas. La gran mayoría de las plantas infecta­ das son estériles. El hongo es un parásito obligado que vive sistémicamente dentro del huésped. La in­ mente cuando el suelo está saturado de agua por uno o dos días. De aquí que el drenaje apropiado de los suelos es usualmente efectivo en el control de esta enfermedad. Un número de pastos silves­ tres son también susceptibles a la enfermedad y ex­ hiben, en general, los mismos síntomas que se en­ cuentran en el maíz infectado. Algunas enfermedades causadas por virus han sido encontradas en los Estados Unidos aunque hasta el presente no se han encontrado en el “Corn Belt”. El “achaparramiento” que es bien conocido en las áreas tropicales del hemisferio occidental se ha encontrado en Texas y el sur de California. El enanismo o “achaparramiento” de las plantas, el ve­ teado y enrojecimiento de las hojas, así como la pro­ liferación de yemas florales, son los síntomas carac­ terísticos de esta enfermedad. El mosaico de la caña de azúcar se ha encontrado en el maíz en, las pocas partes donde se cultiva la caña en los Estados Uni­ dos. El veteado del apio se ha observado en Flori­ da y las manchas del apio en California. Ninguno de estos virus ha causado daño apreciable al maíz. Algunas otras enfermedades fungosas y bacte­ riales han sido encontradas en los Estados Unidos pero, o bien ocurren raramente o nunca alcanzan proporciones epidémicas. Enfermedad del maíz conocida como “Crazy top”. Nótese la proliferación de las brácteas causadas por Schlerophthora macrospora. EFECTO DE DIVERSAS INTENSIDADES DE CONTAMINACION EN LA PRODUCCION DE GRANO DE CRUZAS INTERVARIETALES DE MAIZ Mario Gutiérrez G. 1 1 Genetista, Zona Norte, Instituto Interamericano de Ciencias Agrí­ colas de la OEA. Introducción El comportamiento de las cruzas entre varieda­ des de maíz ha ocupado la atención de los investi­ gadores interesados en este cereal, tanto desde el punto de vista práctico de mejoramiento como del teórico del mecanismo responsable de la heterosis. Desde el punto de vista práctico, es posible ob­ tener aumentos apreciables en producción de grano mediante el simple cruzamiento de variedades de maíz, así como también un número apreciable de cruzas satisfactorias entre un grupo de variedades de origen diverso. Resultados (sin publicar) obte­ nidos por el autor en el Centro Tropical de Inves­ tigación y Enseñanza para Graduados del Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas de la O.E.A. al comparar todas las cruzas posibles entre 18 va­ riedades de maíz amarillo de diverso origen, duran­ te un período de tres años en dos localidades de Cos­ ta Rica, indicaban rendimientos promedios 37.5% superiores para las cruzas intervarietales compara­ das con sus progenitores, así como también la cir­ cunstancia de que las mejores cruzas intervarietales igualaban en rendimiento a los híbridos usados co­ mo testigos en los ensayos. Uno de los peligros inherentes a la utilización comercial de cruzas entre variedades de maíz con caracteres morfológicos semejantes es la dificultad de denotar contaminaciones ocurridas en la produc­ ción de semilla. Toda vez que el material utilizado es heterocigoto y como tal, variable, las contamina­ ciones no se traducen en aumentos apreciables de vigor como sucede en el caso de las líneas endocria- das utilizadas en la obtención de cruzas simples para producir cruzas dobles a falta de uniformidad en aquéllas. El presente estudio fue efectuado para determi­ nar la disminución en el rendimiento de grano de cruzas intervarietales de maíz contaminadas intencio­ nalmente con proporciones conocidas de una varie­ dad de maíz de hábitos semejantes de crecimiento y adaptación pero inferior en rendimiento. Materiales y Métodos Las seis cruzas intervarietales de maíz amarillo 1-452 x Cuba 28, 1-452 x Rocol H-201 #, 1-452 x Amarillo de Nehualate, P.D.(M.S.) 6 x Coroeli 31 #, P.D.(M.S.) 6 x Mayorbela y Corneli 31 # y Escalante que habían demostrado alta capacidad de rendimiento en ensayos efectuados en dos localida­ des de Costa Rica durante un período de tres años, fueron usadas en este estudio. De las ocho varie­ dades involucradas en estas cruzas, una era proge­ nitor común en tres combinaciones, dos intervenían en dos cruzas cada una y las cinco restantes parti­ cipaban en una sola cruza. Semilla de alto poder germinativo de cada una de las cruzas mezclada con 0, 5, 10, 15, 20, 25, 30, 35, 40, 45 y 50% de semilla de la variedad Cuba 28 fue utilizada para el estudio. Las mezclas se prepararon introduciendo el número adecuado de granos del contaminante en cada uno de los sobres de semilla usados para sem­ brar cada una de las parcelas que componían el experimento. Las once intensidades de contamina­ ción en cada una de las cruzas intervarietales y el contaminante Cuba 28 fueron comparadas con res­ pecto a porcentaje de población a la cosecha y ren­ dimiento de maíz en mazorca en un ensayo de par­ celas subdivididas efectuado en la finca del Centro Tropical de Investigación y Enseñanza para Gradua­ dos del Instituto Interamericano de Ciencias Agríco­ las de la O.E.A., Turrialba, Costa Rica, C. A., en la primera cosecha normal de 1960. Las intensidades de contaminación y el contaminante fueron asigna­ dos al azar a las subunidades y las cruzas a las uni­ dades. Para evitar la posible remoción de plantas del contaminante, la siembra se hizo directamente a la densidad de población deseada (36,000 plantas por hectárea) y no se efectuó ninguna operación de raleo. Bajo esta restricción, el éxito del ensayo dependía del establecimiento de poblaciones comparables en cada uno de los tratamientos en las subunidades y a su vez, en las unidades. Se usaron parcelas de dos hileras con 10 hoyos espaciados .90 m en cuadro y 3 plantas por hoyo. Antes de la cosecha se registró el número de fallas y de matas por parcela, la altura de la ma­ zorca, el porcentaje de plantas volcadas y tallos que­ 19 brados bajo la mazorca. El rendimiento se midió en el campo en libras de maíz en mazorca por par­ cela y en el laboratorio se determinó el porcentaje de humedad del grano y el coeficiente de desgrane usando una muestra compuesta de las cuatro repe­ ticiones de cada uno de los tratamientos compara­ dos. Resultados Experimentales Unicamente los datos' de producción de maíz en mazorca y número de plantas por parcela relaciona­ dos con el estudio, serán presentados y discutidos. La comparación del rendimiento y porciento de población de los cruces intervarietales puros (0% con­ taminación) y el contaminante (100% contaminación) es de particular interés, toda vez que para ejercer un efecto el contaminante debe diferir de las cru­ zas intervarietales en rendimiento, independiente­ mente del tamaño de las poblaciones. La informa­ ción pertinente para esta comparación en el ensayo discutido aparece en el Cuadro 1 en el cual puede apreciarse que el rendimiento de cada una de las cruzas intervarietales fue superior al del contami­ nante. El rendimiento de maíz en mazorca, en Kg por hectárea, y el porciento de población para cada in­ tensidad de contaminación en cada una de las cruzas intervarietales aparecen en los Cuadros 2 y 3, res­ pectivamente. Los datos en* la hilera correspondien- Cuadro 1. Rendimiento de campo, en Kg. por hectárea, y % de población de 6 cruzas intervarietales de maíz y el correspondiente contaminante en ensayo efectuado en el Centro Tropical de Investigación y Enseñanza para Graduados del Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, Turrialba, Costa Rica, C. A. 1960. Kgs/ha % Población Cruzas Puro Contaminante Puro Contaminante 1-452 x Cuba 28 2,821.4 1,817.7 94.2 92.5 1-452 x Rocol H-201# 2,339.9 2,109.3 86.3 96.3 1-452 x Amarillo de Nehualate 2,116.1 1,736.3 90.8 89.6 P.DJM.S.) 6 x Corneli 31# 2,027.9 1,892.3 90.4 91.7 P.D.fM.S.) 6 x Mayorbela 1,933.0 1,715.9 85.4 87.5 Corneli 31# x Escalante 1,865.1 1,858.3 94.2 88.8 Promedio 2,183.9 1,855.0 90.2 91.1 Cuadro 2. Rendimiento de campo, en Kilogramos por hectárea, correspondiente a 12 intensidades de contaminación en 6 cruzas intervarietales de maíz ensayadas en el Centro Tropical de Investigación y Enseñanza para Graduados del Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, Turrialba, Costa Rica, C. A. 1960. 1-452 1-452 1-452 P.D.(M.S.)6 P.D.(M.S.)6 Corneli 31# % Conta- X X X X X X Promedio minación Cuba 28 R. H-201# Nehualate Corneli 31 # Mayorbela Escalante 0 2,821.4 2,339.9 2,116.1 2,027.9 1,933.0 1,865.1 2,183.9 5 2,577.3 2,346.7 2.251.7 2,170.3 1,926.2 1,668.4 2,156.8 10 2,373.8 2,122.9 2,258.5 1,858.4 2,000.8 1,661.7 2,046.0 15 2,373.8 2,095.7 2,116.1 2,048.3 1,824.4 1,743.1 2,033.6 20 2,333.1 2,462.0 2,197.5 2,116.1 1,858.4 1,797.3 2,127.4 25 2,590.8 2,183.9 2,129.6 1,858.4 2,014.3 1,810.9 2,098.0 30 2,434.8 2,014.3 1,966.9 2,041.5 2,204.2 1,512.5 2,029.0 35 2,448.4 2,170.3 1,994.0 2,048.3 1,770.2 1,600.6 2,005.3 40 2,455.2 2,272.1 2,048.3 2,034.7 2,177.1 1,682.0 2,11 1.6 45 2,326.3 2,238.2 1,858.4 2,021.1 1,953.3 1,783.7 2,030.2 50 2,217.8 2,021.1 1,878.7 2,319.5 2,027.9 1,824.4 2,048.3 100 1,817.7 2,109.3 1,736.3 1,892.3 1,715.9 1,858.3 1,855.0 20 Cuadro 3. % de población correspondiente a 12 intensidades de contaminación en 6 cruzas intervarie- tales de maíz ensayadas en el Centro Tropical de Investigación y Enseñanza para Graduados del Ins­ tituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, Turrialba, Costa Rica, C. A. 1960. % Conta­ minación 1-452 X Cuba 1-452 X 28 R. H-201# 1-452 X Nehualate P.D.(M.S.)6 X Corneli 31# P D.(M.S.)6 X Mayorbel Corneli 31 # X a Escalante Promedio 0 94.2 86.3 90.8 90.4 85.4 94.2 90.2 5 92.9 90.4 93.8 88.8 85.4 94.6 91.0 10 92.9 90.0 91.7 85.4 83.8 93.3 89.5 15 93.3 95.4 94.2 83.8 87.9 90.8 90.9 20 95.4 92.5 95.0 87.1 90.4 91.3 91.9 25 93.8 92.9 93.8 87.5 87.1 92.5 91.2 30 92.9 90.4 92.1 88.8 91.7 91.3 91.2 35 94.6 94.6 94.2 90.8 89.2 92.1 92.6 40 92.9 95.0 94.2 89.6 94.2 92.9 93.1 45 92.9 89.2 94.6 90.0 91.7 90.0 91.4 50 95.8 90.4 88.8 91.7 90.4 91.7 91.5 100 92.5 96.3 89.6 91.7 87.5 88.8 91.1 te al 100% de contaminación representa el com­ portamiento del contaminante, Cuba 28. En general, los rendimientos fueron inferiores a los observados para estas cruzas en ensayos anterio­ res y las poblaciones aceptables, oscilando entre 96.3 y 83.8% de una población perfecta. En todas las cruzas, los datos muestran una disminución bien de­ finida del rendimiento al aumentar el porciento de contaminación. Esta tendencia es más pronunciada si se consideran los promedios de todas las seis cru­ zas. Las fuentes de variación, grados de libertad, cuadrados medios y valores de F del análisis de va­ riación del rendimiento de campo y número de plan­ tas por parcela aparecen en el Cuadro 4. Las dife­ rencias en rendimiento y número de plantas por parcela atribuibles a cruzas son altamente signifi­ cativas pero únicamente las diferencias en rendi­ miento correspondientes a intensidades de contami­ nación alcanzaron significación al nivel del 5%. La tendencia del rendimiento a disminuir al aumentar el porciento de contaminación es general en todas las cruzas como lo evidencia la falta de significación de la interacción cruzas x variedades. Las diferencias altamente significativas en el ta­ maño de las poblaciones de las cruzas no sólo no habían sido anticipadas sino que son indeseables desde el punto de vista experimental toda vez que, para tener certeza de la presencia del contaminante en los tratamientos y dado que éste no era fácil­ mente reconocible morfológicamente, las compara­ ciones entre tratamientos debieran estar basadas en poblaciones del mismo tamaño. Una prueba de F de rango múltiple separó las seis cruzas intervarietales Cuadro 4. Fuentes de Variación, grados de libertad, cuadrados medies y valores de F en el análisis de variación de rendimiento de campo y plantas por parcela en ensayo de 12 intensidades de contami­ nación en 6 cruzas intervarietales de maíz. Centro Tropical de Investigación y Enseñanza para Gradua­ dos, Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, Turrialba, Costa Rica, C. A. 1960. 0 Excede el valor.de F para P.Or,. Excede el valor de F para P.oi. Fuente de Variación g- i. Rendimiento de Campo Plantas por Cuadrado Medio Parcela FCuadrado Medio F Repeticiones 3 6.62 2.06 0.77 Cruzas 5 32.87 10.21” 74.26 6.59” Error (a) 15 3.22 11.26 Intensidades de Contaminación 11 2.41 2.17° 7.95 1.71 Cruzas x intensidades 55 1.20 1.08 7.90 1.70 Error (b) 198 1.11 4.65 21 valor.de en dos grupos, el primero de ellos incluyendo las combinaciones P.D.(M.S.)6 x Mayorbela y P.D.(M.S.) 6 x Corneli 31# con un número promedio de 53.25 plantas por parcela y el segundo las restantes con un número promedio de 55.45 plantas por parcela.: Los elementos pertinentes de esta prueba de signi­ ficación aparecen en el Cuadro 5. Se hizo un nuevo análisis de variación incluyen­ do únicamente las cruzas intervarietales que no di­ ferían en el tamaño de sus poblaciones y los resul­ tados se presentan en el Cuadro 6. Las cruzas difie­ ren entre sí con respecto a rendimientos y las inten­ sidades de contaminación (incluyendo la cruza pura ó 0% contaminación) rinden más que el testigo como lo evidencia el valor de F de la correspondiente prue­ ba de significación que excede el valor tabulado para una probabilidad de .01 con 1 y 132 grados de libertad. La significación de la tendencia del rendimien­ to de campo a disminuir al aumentar el porciento de contaminación se probó mediante el análisis de regresión linear de rendimiento en porciento de con­ taminación presentado en el Cuadro 7. En este análisis de regresión se omitió el contaminante, toda vez que la región comprendida entre 50 y 100% de contaminación no fue muestreada por haberse esti­ mado que a partir del primero de estos puntos las posiciones relativas de contaminante y contaminado se invierten. La regresión en porciento de contaminación ex­ plica 55.7% de la variación en rendimiento atribui- ble a intensidades de contaminación. El coeficiente de regresión es altamente significativo y alcanzó el valor de — 21.7 Kg. con un error típico de 4- 1.6 Kg, indicando que la disminución del rendimiento por 1% de aumento de contaminación es de 21.7 + 1.6 Kg. por hectárea. La regresión de rendimiento en porciento de contaminación se presenta gráficamente en la Figu­ ra 1. Cuadro 5. Prueba F de múltiple rango del número de plantas por parcela correspondientes a 6 cruzas intervarietales de maíz en ensayo de intensidades de contaminación. Centro Tropical de Investigación y Enseñanza para Graduados, Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, Turrialba, Costa Rica, C. A. 1960. Rp P Plantas por Parcela 53.23 12) 1.46 53.27 (3) 1.53 55.17 (4) 1.57 1 55.17 (5) .60 (6) 1.63 55.63 56.21 Cruza P.D.(M.S.)6 X Mayorbela P.D.(M.S.)6 X Corneli 31# R. 1-452 X H-201# Corneli 31# X Escalante A. 1-452 X Nehualate 1-452 X Cuba 28 Cuadro 6. Análisis de variación de rendimiento de campo de cuatro cruzas intervarietales de maíz so­ metidas a 12 intensidades de contaminación probadas en diseño de parcelas subdivididas. Centro Tro­ pical de Investigación y Enseñanza para Graduados, Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, Tu­ rrialba, Costa Rica, C. A. 1960. 60 Excede el valor de F para P.ol Fuente de Variación g. 1. Suma de Cuadrados Cuadrado Medio Valor de F Repeticiones 3 5.46 1.82 Cruzas 3 153.17 51.06 1 1.74oe Error (a) 9 39.14 4.35 Intensidades de Contaminación 10 20.13 2.01 1.78 Intensidades vs. Contaminante 1 10.82 10.82 9.58°° Cruzas x intensidades 33 38.20 1.16 Error (b) 132 149.55 1.13 Total 191 416.47 22 Cuadro 7. Análisis de regresión de rendimiento de campo en porciento de contaminación en cuatro cruzas intervarietales de maíz ensayadas en diseño de parcelas subdivididas. Centro Tropical de Inves­ tigación y Enseñanza para Graduados, Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, Turrialba, Costa Rica, C. A. 1960. 00 Excede el valor de F para P.oi. Fuente de Variación g. 1. Suma de Cuadrados Cuadrado Medio Valor de F Debido a regresión 1 1 1.20 11.20 11.31o* Desviación de regresión 9 8.93 0.99 Total 10 20.13 Figura 1. Regresión de rendimiento de campo en % de contaminación en 4 cruzas inter­ varietales de maíz ensayadas en el Centro Tropical de Investigación y Enseñanza para Graduados, I.I.C.A., Turrialba, Costa Rica, C. A. 1960. Discusión Las cruzas entre variedades de maíz ofrecen un método seguro y sencillo para mejorar el rendimien­ to y comportamiento agronómico de este cereal. Su utilización no sólo permite ofrecer a los agricultores un producto mejorado en un período relativamente corto sino que, además, da al mejorador información sobre la habilidad combinatoria de las variedades, permiténdole elegir las poblaciones adecuadas a uti­ lizar en programas de selección recurrente recíproca u origen de las líneas a combinar en la producción de híbridos superiores. Por otra parte, el nivel sobre el cual se va a mejorar es más alto si se parte de cruzas intervarietales en vez de variedades, toda vez que las primeras exceden a éstas en rendimiento y comportamiento agronómico. Los resultados de este estudio indican claramen­ te que para conservar los aumentos en rendimiento y comportamiento agronómico alcanzados por el cru­ zamiento de variedades de maíz es preciso ejercer gran cuidado en asegurar su pureza y evitar conta­ minaciones accidentales. Es evidente que el efecto del contaminante de una cruza intervarietal guar­ dará relación a su propio comportamiento, pudiendo ser concebible, incluso, que algunos contaminantes tengan efectos despreciables o aún benéficos si su comportamiento iguala o excede al del contaminado. Sin embargo, si se considera que las cruzas interva­ rietales se introducen en una área dada por su su­ perioridad al material existente es posible esperar que, en general, las contaminaciones tengan un efec­ to deprimente en la producción de grano y compor­ tamiento agronómico de aquéllas. El presente estudio no se aplica al tipo de con­ taminación que ocurre cuando polen de terceras va­ riedades aparece en un lote de desespigamiento para la producción comercial de semilla de cruzas inter­ varietales de maíz. En este último caso, el efecto del contaminante dependerá de su habilidad combi­ natoria con el progenitor pistilado, pudiendo ser ad­ verso, despreciable o benéfico de acuerdo con la in­ tensidad de contaminación y el comportamiento de los cruzamientos no deseados en relación a los de­ seados. Resumen Se estudió la disminución en rendimiento de maíz en mazorca de seis cruzas intervarietales conta­ minadas intencionalmente, a intervalos de 5%, desde 0 a 50% con una variedad de maíz de hábitos seme­ jantes de crecimientos y adaptación pero inferior en rendimiento. Todas las cruzas intervarietales mostraron la misma tendencia general a disminuir su rendimiento al aumentar el porciento de contaminación. La regresión linear de rendimiento de campo en porciento de contaminación fue negativa, altamen­ te significativa y explicó el 55.7% de la variación en el rendimiento de campo. El valor del coeficien­ te de regresión indicaba una pérdida de 21.7 + 1.6 Kg en rendimiento de campo con cada 1% de au­ mento en contaminación. Los resultados destacan la necesidad de evitar contaminaciones para mantener la pureza de la se­ milla de cruzas intervarietales de maíz si se desea conservar los aumentos en rendimiento y comporta­ miento agronómico obtenidos mediante los cruza­ mientos de variedades. COMENTARIOS SOBRE EL DESARROLLO DEL PCCMM Elmer C. Johnson A NTE todo, deseo manifestarles que es para mí un verdadero placer el encontrarme entre uste­ des en una más de las reuniones anuales de este esfuerzo cooperativo dedicado al mejoramiento del maíz en la América Latina. Estoy seguro de que todos ustedes comparten conmigo la firme convic­ ción de que hemos progresado mucho durante los últimos años y de que podemos, con razón, confiar en logros futuros. Analicemos nuestro progreso, de un modo gene­ ral, enumerando las medidas que se han adoptado: 1) Se colectaron, clasificaron y ensayaron variedades de maíz nativo; 2) se introdujeron y evaluaron varie­ dades exóticas de México y otras regiones latinoame­ ricanas; 3) se han venido practicando el cruzamiento de variedades en un grado bastante extenso, y 4) se estudian diversos métodos de mejoramiento. Claro está que no todas estas medidas fueron definidas con meticulosidad, sino más bien con la mira a que se sobrepongan, y todavía están en marcha, en propor­ ciones diversas. 24 Cada uno de nosotros asistió a las anteriores reu­ niones trayendo sus propios trabajos y problemas en la mente. Después de escuchar informes y partici­ par en discusiones nos formamos nuevos conceptos y orientamos el pensamiento hacia, esos problemas. El intercambio de ideas entre técnicos es absoluta­ mente esencial como incentivo al progreso. Las mu­ chas revistas científicas que se publican, en las que se dan a conocer resultados de la investigación, ates­ tiguan la importancia que tiene el intercambio de información. En esta reunión se ha puesto en relieve otro cultivo muy importante para el área centroamerica­ na: el frijol. Esto me parece muy lógico ya que, después de todo, las diversas fases de la agricultura están relacionadas estrechamente entre sí y en este caso se trata de dos de nuestros cultivos alimenticios básicos. Esencialmente estamos procurando promo­ ver la investigación agrícola organizada como un es­ fuerzo cooperativo entre varios países. Aún cuando hemos elegido el mejoramiento del maíz como un buen punto de partida, sé que todos ustedes se dan cuenta de que —tarde o temprano— nuestro esfuerzo adquirirá mayores proporciones. La veracidad de mis palabras la atestiguan los muchos problemas con que hemos tropezado en los trabajos efectuados pa­ ra el mejoramiento del maíz,. Todos estamos cons­ cientes de su existencia pero, detengámonos a pen­ sar en ellos durante un momento: Primero, la fertilidad de los suelos fue uno de los primeros problemas con que tuvimos que enfrentar­ nos. Para superar estos obstáculos se requiere la investigación y la combinación de cultivos. Asimis­ mo, se encuentran insectos hambrientos, tanto en los suelos como en el aire, listos para devorar el maíz; de ahí la necesidad de los trabajos de entomología; se presentan enfermedades que atacan a las hojas, raíces y mazorcas; por lo tanto, los patólogos deben entrar en acción. Luego, suponiendo que logremos un maíz superior para que todos lo cultiven, alguien debe producir la semilla; ésta debe distribuirse en­ tre los agricultores y finalmente, alguien debe demos­ trar y convencer a los agricultores de que se trata de la variedad que deben cultivar y para ello se nece­ sita el trabajo de extensión. Esto sólo en cuanto se refiere al maíz, si consideramos los problemas simila­ res con que tropiezan los demás cultivos, llegaremos a la conclusión de que el esfuerzo total que se re­ quiere para resolverlos precisa un equipo coordinado y perfectamente organizado. Pienso que a todos nosotros nos corresponde me­ ditar concienzudamente en los conceptos generales, antes de ahondar demasiado en detalle en los pro­ yectos específicos; estoy seguro de que esa medita­ ción nos ayudará a ser más eficaces y a cumplir me­ jor nuestro cometido. Una de las consideraciones básicas es el hecho de que somos empleados o servi­ dores públicos. Por lo tanto, nuestros sueldos y gas­ tos provienen de fondos públicos; esta circunstancia hace que caiga sobre nosotros la responsabilidad de producir resultados que beneficien al público, el cual es muchas veces, exigente y con frecuencia, está mal informado. Asi pues, debemos procurar dejar satis­ fecho al público, así como a los funcionarios adminis­ trativos (cosa que a veces es difícil de lograr) en el sentido de que nuestros esfuerzos son meritorios. Es­ to significa que la producción de variedades supe­ riores, la recomendación de fertilizantes prácticos, mejores prácticas de cultivo, la utilización más efec­ tiva del agua y ciclos de desarrollo disponibles, etc., son actividades importantes para da vida de un pueblo. Necesitamos más alimento para nutrir a una pobla­ ción creciente, así como también precisamos de mé­ todos más eficaces de producción para mantener los costos bajos en beneficio de los consumidores, pro­ porcionando al mismo tiempo al agricultor un medio de vida decoroso. En esencia, se espera que haga­ mos una investigación “aplicada” —que utilicemos los conocimientos básicos quq han venido acumulándose durante muchos años para producir resultados tan inmediatos y tan palpables como sea posible. Se nos presiona para que resolvamos rápidamente los problemas urgentes que afectan a nuestra población y ésto es lo que debemos hacer, si queremos lograr aceptación y cooperación duradera. Nosotros, como científicos, sabemos que hay un límite que marca hasta dónde podemos llegar con el avance de la ciencia y con la aplicación de los cono­ cimientos ya existentes. De alguna manera, siempre hay que descubrir nueva información. La solución a los problemas, aplicada como último recurso, de­ pende de los nuevos hechos e ideas que emanan de la llamada “investigación básica” o sea de la explo­ ración de lo desconocido. De algún modo, debemos siempre encontrarnos en posibilidad de continuar proporcionando esos nuevos datos necesarios para el progreso evolucionante en los aspectos aplicados. Pero retrocedamos ahora a nuestra condición de servidores públicos que tenemos la encomienda de elevar la producción del maíz. Pareciera que fuera esa una posición realmente cómoda, en la cual al­ guien le dice a uno exactamente lo que se espera que haga pero en la realidad nuestro trabajo no es así. Debemos evaluar nuestra posición y decidir cuál actitud es la más razonable a seguir, de acuerdo con las facilidades y posibilidades con que se dis­ pone. Necesitamos, en nuestro trabajo general, de una orientación tan completa como sea posible antes de iniciar proyectos específicos. Volvamos al maíz. Después de todo, para qué necesitamos más maíz? Parte de la decisión de que se necesita más maíz la han tomado las personas que nos contrataron; otra parte, de esa decisión nosotros mismos hemos ayudado a tomarla, basándonos en nuestros conocimientos como científicos preparados. Necesitamos más maíz: primero, porque cada año hay más gente a quien debemos proporcionar ali­ mento; segundo, necesitamos más maíz para mejorar el nivel de alimentación de todas las personas. Es más razonable proveer mayor cantidad de un ali­ mento apetecido que tratar de sustituirlo con un ali­ 25 mentó distinto —por lo menos inicialmente. Cuando consideramos los cereales principales del mundo, des­ de el punto de vista del consumo humano total, en­ contramos que el arroz es No. 1; No. 2, el trigo; el sorgo, No. 3 y el maíz No. 4. De éstos, el trigo es el único que no se ha adaptado bien a ninguna región extensa de Centroamérica, así es que de los cuatro cereales principales, tres pueden utilizarse favorable­ mente en esta zona. Todos ustedes conocen las nece­ sidades ecológicas generales de cada uno y saben que ciertas regiones son más adecuadas para uno que pa­ ra el otro. El maíz es nativo de esta región y cons­ tituye un elemento muy importante de la alimenta­ ción. Es muy lógico que empezáramos a trabajar con este cultivo buscando un incremento de la pro­ ducción; por eso estamos aquí, celebrando nuestras reuniones y discutiendo nuestros programas de tra­ bajo. Sin embargo, creo que debemos considerar las posibilidades de utilizar los otros cereales que he­ mos mencionado para cultivarlos en zonas que les sean más propicias en lugar de dedicar totalmente nuestros esfuerzos a forzar el desarrollo) del maíz en zonas limitantes para este cultivo. En nuestra sociedad, cada vez más compleja, la especialización ha sido asociada a la eficiencia y los costos más bajos de producción por unidad pro­ ducida. Quizás necesitemos pensar acerca de la po­ sible concentración de esfuerzos para el cultivo del maíz en una zona, arroz en otra, otra más para el sorgo, para que el total de producción resulte mayor. Necesitamos estudiar las posibles combinaciones de cultivos; durante muchos años, los campesinos han producido conjuntamente el maíz y el frijol. Existe alguna forma más efectiva de lograrlo? Cuál es la mejor forma de obtener el mayor rendimiento por año en cada hectárea? Han de sembrarse el frijol y el maíz en épocas distintas o en épocas conjuntas? Qué es lo que en realidad sucede acerca de la efica­ cia en la utilización de fertilizantes y humedad?. En la actualidad, oímos hablar de un mercado común centroamericano. Esto puede ser de gran ayuda; las regiones montañosas pueden concentrar su trabajo en frutas y legumbres de clima templado y cambiar esos productos por maíz y arroz de las tie­ rras bajas, ya sea de dentro del propio país o del extranjero. Es necesario que tengamos en cuenta tales probabilidades al proyectar nuestro programa general. Se me ocurre que podríamos utilizar el sor­ go más ampliamente en zonas donde la precipitación pluvial no es precisamente adecuada para el cultivo del maíz con el fin de utilizarlo como un cereal com­ plementario del maíz. Los anteriores son conceptos generales; lo funda­ mental es: cómo abordar nuestro problema? A dón­ de podemos obtener mayores ganancias de acuerdo con, el esfuerzo y el capital empleados? Casi nunca encontramos respuestas sencillas pues los problemas son complejos e interelacionados entre sí. Si esta­ mos impulsando un nuevo programa, debemos mos­ trar resultados concretos dentro de una fecha no leja­ na. Hay diversos puntos de ataque que parecen pro­ metedores. Ya hemos logrado un progreso considerable con las variedades que se han obtenido. Es posible que un proyecto que resulte ser el más productivo para un trabajador no siempre será el de mayor recom­ pensa para otro. Por ejemplo, una buena variedad de maíz amarillo representa una necesidad inmediata en Panamá y ya estamos a punto de lograrla; pero, quizás, en El Salvador no exista esta premura de ob­ tener una variedad amarilla. Podría entonces resul­ tar más efectivo un programa extensivo de fertiliza­ ción. Nuestros problemas locales deben ser estudia­ dos tomando en cuenta la situación general a fin de decidir en cuáles problemas se ha de trabajar. Existen diversos colores de endosperma en el maíz y diversas texturas. El hecho de que haya ma­ yor demanda para los blancos duros, de madurez pre­ coz, no significa precisamente que debemos concen­ trar nuestro trabajo en este tipo de maíz. Qué tan importante es la textura, si podemos ob­ tener un 30% más de maíz si cultivamos dentados en lugar de duros? En realidad, es cierto que el período de sequía en agosto, nos limita a producir maíces precoces? Considerando la producción en va­ rios años, cuál de ellos dá mayor rendimiento? O se considera conveniente que podemos retirar del campo un maíz precoz para hacer inmediatamente otra siembra de frijol, sorgo o algún otro cultivo? Podremos encontrar, no una única solución al pro­ blema sino más bien diversas alternativas! Considerando que al presente nos preocupa so­ bremanera el mejoramiento de variedades, debemos recordar que estas variedades, que producimos deben ser utilizadas. Conocemos las ventajas de rendimiento de los híbridos pero con ciertas limitaciones. Nues­ tro objetivo es la producción de estas variedades en las haciendas, de manera que el aumento en rendi­ miento se refleje en los mercados. Un hídrido so­ metido solamente a nuestras pruebas de rendimiento es poco útil para la gente que necesita más maíz. La explotación de un hídrido requiere que los agri­ cultores estén dispuestos y en posibilidad de com­ prar la semilla. Necesitamos un sistema de produc­ ción y distribución a fin de cumplir debidamente con las entregas de semilla. Si faltara una de estas dos condiciones, sería preferible no dedicar nuestros esfuerzos al incremento de los hídridos. Realmente, creo que en los próximos años obtendremos mejores resultados si nos dedicamos a los compuestos y varie­ dades sintéticas. Además, este material puede muy bien llegar a producir mejores híbridos. Si podemos elevar los niveles de comportamiento de las varie­ dades de que están formados los híbridos, produci­ remos mejores híbridos. Entretanto, las limitaciones de las diversas condiciones climatológicas y de los suelos, la falta de produción de la semilla y los me­ dios de distribución, la necesidad de preparar al agri­ cultor por medio de trabajos de extensión, la obten­ ción del crédito para la compra de semilla y muchas 26 otras dificultades, indican la utilidad, por unos años más de las variedades de polinización abierta. Por supuesto que, adonde los híbridos tengan aceptación y los haya disponibles, por ningún motivo deben de­ jar de ser utilizados. Como lo he expresado antes, vamos a necesitar varias líneas de ataque para resol­ ver nuestro problema. Entremos más en detalle. En cualquier progra­ ma de mejoramiento genético la base del éxito de­ pende de a variabilidad en el material con el cual se está trabajando; si no existe variabilidad, no hay progreso posible. Decidamos primero cuáles son las cualidades que deseamos reunir en nuestra variedad de maíz; ha de ser blanco o amarillo, duro o denta­ do, dulce o reventón, precoz o tardío, su resistencia a enfermedades e insectos, su contenido de aceite, etc. Aislamos estos caracteres y procuramos combinarlos. Debemos conocer cuáles son los factores géneticos que están involucrados en la combinación que desea­ mos formar y el patrón hereditario que los.rige a fin de poder emplear los procedimientos fitotécnicos adecuados. Así, lograremos reunir en una variedad aquellas cualidades que hemos seleccionado como necesarias. No puedo exagerar al hacer hincapié en el problema que representa el juntar los caracteres que juzgamos necesarios. Por regla general, encon­ tramos la variación que necesitamos repartida entre muchas variedades de un cultivo. Para lograr que se manifieste una determinada característica en nues­ tra nueva variedad, tenemos que haberla selecciona­ do o incluyendo tal característica en nuestros mate­ riales progenitores. Es maravilloso el encontrar en una variedad, una nueva cualidad deseada que no habíamos constatado en los progenitores selecciona­ dos; éste encuentro fortuito no debe jamás formar parte de los planes de nuestro programa de mejora­ miento de un cultivo. Cuando nos detenemos a pen­ sar que 10 años es el tiempo promedio para produ­ cir una nueva variedad, es fácil comprender que lo que esperamos lograr debe incluirse en el comienzo del programa, como una de las variantes. En re­ súmen. seleccionen progenitores para todas las cua­ lidades que necesite en la variedad que va a produ­ cirse.. Esto incluye la capacidad de producir altos rendimientos en combinaciones (capacidad de com­ binación). Ustedes pueden observar cómo hemos ve­ nido seleccionando progenitores para compuestos va- rietales para rendimiento en nuestros cruces interva­ riables. No sería un planeamiento sensato si al cabo de 10 ó 15 años de trabajo descubriéramos que la va­ riedad producida es absolutamente inaceptable, sólo porque habíamos elegido mal a los progenitores. Ese tipo de error es sencillamente imperdonable! Nuestro trabajo experimental es, por naturaleza, específico y de mucho detalle. Preparamos nuestras pruebas de rendimiento en condiciones uniformes, re­ producimos las variedades, controlamos las malezas, etc., a fin de obtener comparacio