UNIVERSIDAD DE COSTA RICA SISTEMA DE ESTUDIOS DE POSGRADO Diagnóstico de conflictividad en el condominio de interés social Río Damas en Desamparados: Requerimientos de espacios tangibles e intangibles para la mediación. Trabajo Final de investigación aplicada sometida a la consideración De la comisión del Programa de Estudios de Posgrado en Arquitectura para optar al grado de Maestría Profesional en Vivienda y Equipamiento Social ROY LEÓN RODRÍGUEZ Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, Costa Rica. 2022 Dedicatoria Dedico con gran amor este trabajo a mi esposa por ser lo mejor de mi vida que estuvo siempre para darme ánimo y gallardía, a mi hija por su brillantez y constantes preguntas que me ayudaron a seguir con entusiasmo, a mi hijo por su gran inteligencia y serenidad que me fortaleció con sus abrazos, así como a mi madre, padre, hermanos y hermana. Con gran recuerdo también dedico este trabajo a mi Hermana Carolina quien falleció sin poder molestarme una vez más diciéndome: será que al fin terminó la tesis... ii Agradecimientos Agradezco a mi tutor Dr. Manuel Morales director de vivienda y asentamientos humanos del Ministerio de Vivienda de Costa Rica por su confianza, empuje y respeto brindado, a la directora de Posgrado de arquitectura Dannia por encaminarme, entusiasmarme y no perder la fe en mi persona, a mis lectores la Dra. Marcela Moreno Decana de la Facultad de Derecho de la UCR por haberme señalado la ruta, a Luis Duran profesor, investigador y amigo Antropólogo a quien admiro, al Profesor y Mario Villalta gran humano y profesional que siempre me brindo aliento, refuerzos y ayuda, al profesor Daniel Morgan exdirector de la escuela de Arquitectura por ser el artífice de esta beta de conocimiento para científicos sociales enamorados del desarrollo local, el espacio y las transformaciones del Antropoceno; y a mis compañeros de carrera Mario Leiva Arquitecto consultor y al arquitecto Oscar López director de urbanismo de la Municipalidad de Cartago; así como a profesores como Roy Allan Jimenez Viceministro de Vivienda y Asentamientos Humanos de Costa Rica que estuvieron siempre para apoyar, discutir y cocrear. iii iv Contenidos Dedicatoria…………………………………………………………………ii Agradecimientos…………………………………………………………..iii Hoja de aprobación ………………………….……………………………iv Contenidos.…………………………………………………………….…..v Resumen………………………………………………………………......vii Lista de Figuras……………………………………………………...…...viii Abreviaciones…………………………………………………………......xii Introducción………………………………………………………………...1 Estado de la Cuestión………………………………………………………3 Justificación……………………………………………………...................9 Aproximaciones teóricas……………………………………….................17 Capítulo 1 | La experiencia vecinal………………………………….23 1.1 Origen……………………………………………………………24 1.2 Problema………………………………………………………...28 1.3 Objeto de Investigación acción Participante…………………….29 1.4 Objetivos………………………………………………………...31 1.5 Metodología……………………………………………………..32 v Capítulo 2 | El desarrollo del proceso de intervención y diagnóstico.40 2.1 Primera etapa: Caracterización ……….........................................41 2.2 Segunda etapa: estructura urbana………………………………..54 2.3 Tercera etapa: El condominio Río Damas……………………….61 Capítulo 3 | Ruta estratégica para el fortalecimiento de la acción organizativa y mejora física del condominio………………………..86 3.1 Síntesis Diagnóstica…………………………………………………...87 3.2 Ruta de Resolución Participativa……………………………………...89 3.3 Talleres participativos…………………………………………...........90 3.4 Aprendizajes y Potenciales cambios vecinales………………………102 Consideraciones finales………………………………………………...103 Bibliografía ………………………………………………..….................109 Anexos …………………………………………………………………..114 vi Resumen Este documento se desprende de una investigación realizada por el Laboratorio de Ciudad y Territorio de la Universidad de Costa Rica (LACITE), precisamente del Capítulo Especial para el Informe Nacional sobre la Situación de la Vivienda y Desarrollo Urbano (2019) presentado a la Fundación Promotora de la Vivienda (FUPROVI); dicho estudio exploró, mediante una metodología cualitativa, el condominio de interés social a fin de comprender ¿qué consideraciones se deberían tener en cuenta para su implementación idónea, así como para su consolidación? Tal como figura dentro del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda (SFNV) a partir de tres casos de estudio ubicados en el Cantón de Desamparados de la Provincia de San José, Costa Rica. Por lo cual se retoma la investigación aplicada al caso del Condominio de interés social llamado Rio Damas en el cantón de Desamparados, como parte de un proceso participativo para reencausar temas de convivencia, así como evitar el desentendimiento de los inquilinos y propietarios ante el alcance de una orden sanitaria interpuesta por el Ministerio de Salud al inmueble, misma que venía con un potencial de desalojo, justamente por las condiciones históricas de deterioro físico, social y ambiental del inmueble. El estudio realiza una revisión general del contexto urbano y social para incorporar a la discusión de lo arquitectónico la necesidad de vincular lo tangible con lo intangible mediante metodologías participativas y propuestas de resolución alterna de conflictos, que lograran incidir en la mejora física y social del condominio. Abstract This document emerges from an investigation carried out by the City and Territory Laboratory of the University of Costa Rica (LACITE), precisely from the Special Chapter for the National Report on the Situation of Housing and Urban Development (2019) presented to the Fundación Promotora para la vivienda (FUPROVI); Said study explored, through a qualitative methodology, the condominium of social interest in order to understand what considerations should be taken into account for its ideal implementation, as well as for its consolidation? As it appears within the National Financial System for Housing (SFNV) based on three case studies located in the Canton of Desamparados in the Province of San José, Costa Rica. Therefore, the investigation applied to the case of the Condominium of social interest called Rio Damas in the canton of Desamparados is resumed, as part of a participatory process to redirect issues of coexistence, as well as to avoid the misunderstanding of tenants and owners before the scope of a sanitary order filed by the Ministry of Health against the property, which came with the potential for eviction, precisely due to the historical conditions of physical, social, and environmental deterioration of the property. The study carries out a general review of the urban and social context to incorporate into the architectural discussion the need to link the tangible with the intangible through participatory methodologies and alternative conflict resolution proposals, which will influence the physical and social improvement of the condominium. . vii Lista de Figuras Figura 1: Escenarios cotidianos……………………………………………………….. 33 Figura 2: Modelo SAS, Tomado de Guía para la Investigación Colaborativa y la Movilización Social…………………………………………………………………… 36 Figura 3: Síntesis metodológica. …………………...…………………………………..36 Figura 4. Diagrama de trabajo……………………...…………………………………..39 Figura 5. Área de estudio……………………………………………………………… 41 Figura 6. Extensión Territorial por Distritos……………………………………………42 Figura 7. Iglesia católica central vista al este………………………………………….. 43 Figura 8. Línea de tiempo producción de la escena urbana…………………………… 43 Figura 9. Collage de inundaciones en el cantón………………………………………. 45 Figura 10. Mancha urbana de la GAM………………………………………………….49 Figura 11. Sector económico ocupado por la población del cantón…………………… 49 Figura 12. Historia de Desamparados………………………………………………….. 50 Figura 13. Población Distribuida por grupo de edad……………………………………51 viii Figura 14. Indicadores del cantón……………………………………………………… 52 Figura 15. Indicadores del cantón……………………………………………………… 52 Figura 16. Patrones de uso del suelo Desamparados…………………………………….54 Figura 17. Continuidades……………………………………………………………… 55 Figura 18. Contaminación de cuenca…………………………………………………...56 Figura 19. Mapa de valores de terrenos por zonas homogéneas provincia San José, cantón Desamparados…………………………………………………………………..56 Figura 20. Contraste de precios habitacionales en Desamparados……………………. 57 Figura 21. Ciudad 15 minutos………………………………………………………… 58 Figura 22. Equipamientos……………………………………………………………... 59 Figura 23. Fuente: Dirección de Proyección de Servicios de Salud, Área de Análisis y Proyección de Servicios de Salud………………………………………………………60 Figura. 24. Diagrama de planta Condominio Río Damas……………………………... 61 Figura 25. Línea de tiempo con datos de entrevistas…………………………………...65 ix Figura 26. Problemas desencadenantes……………………………………………….. 66 Figura 27. Actores relevantes…………………………………………………………. 69 Figura 28. Convivencia ………………………………………………………………...71 Figura 29. Biodiversidad……………………………………………………………… 72 Figura 30. Salud………………………………………………………………………. 72 Figura 31. Educación…………………………………………………………………...73 Figura 32. Trabajo…………………………………………………………………….. 74 Figura 33. Seguridad …………………………………………………………………...75 Figura 34. Recreación…………………………………………………………………..76 Figura 35. Deporte……………………………………………………………………...76 Figura 36. Organización Comunal……………………………………………………...77 Figura 37. Festejos……………………………………………………………………...78 Figura 38. Relación espacio/conflicto………………………………………………….80 Figura 39. Plano Río Damas……………………………………………………………81 Figura 40. Corte vertical de torre, Condominio Río Damas……………………………82 x Figura 41. Síntesis Diagnostica………………………………………………………...87 Figura 42. Voces………………………………………………………………………..88 Figura 43. Ruta de resolución participativa…………………………………………….89 Figura 44. Aprendizajes……………………………………………………………….102 xi Lista de Abreviaciones PNVAH: Política Nacional de Vivienda y Asentamientos Humanos PNDU: Plan Nacional de Desarrollo Urbano GAM: Gran Área Metropolitana INEC: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos CFIA: Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos SFNV: Sistema Financiero Nacional de Vivienda MIVAH: Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos SAS Sistema de Análisis Social FUPROVI: Fundación Promotora de la Vivienda LACITE: Laboratorio de Ciudad y Territorio de la Universidad de Costa Rica xii 1 Introducción Durante las últimas décadas el modelo horizontal de asentamientos humanos de interés social ha sufrido distintas presiones políticas, económicas y de modelos constructivos, ante todo por la necesidad de ocupar y aprovechar menos área para proveer más soluciones de vivienda a una creciente población, principalmente en los centros y ciudades del país. Lo anterior ha influido directamente en la construcción de un paradigma de transformación y uso del espacio en alta densidad contrapuesto al modelo tradicional de casas y lotes en horizontal. Con la intención de maximizar utilidades en un suelo urbano provisto de servicios, al integrar a la distribución del espacio de proyectos habitacionales, zonas mixtas y conjuntos, con distintas funciones, que representan las actividades humanas ˗como comercio, trabajo, habitación, ocio, recreación; entre otras˗ concentradas en un solo volumen físico, Este nuevo paradigma de condominio de interés social trae consigo la Ley Reguladora de la Propiedad en Condominio (7933), así como la propia institucionalidad estatal que regula la figura jurídica de copropiedad. Este tipo de normativas acarrea un impacto social que puede rastrearse en el discurso popular con la negativa o resistencia de muchas familias tradicionales, ante el paso de vida horizontal y de espacio propio, al de una convivencia con espacios comunes, reglas específicas y arquitectura en vertical. La tendencia hacia modelos de hábitat verticales se contempla, según Morales (2019) en: […] políticas y planes como la Política Nacional de Vivienda y Asentamientos Humanos (PNVAH) 2013-2030 y el Plan Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU), y como las autoridades del Sector vivienda y Asentamientos Humanos (SVAH) han impulsado un fomento al desarrollo de vivienda en mayor densidad. 2 En Costa Rica el papel de resguardo habitacional para apoyar familias de escasos recursos, y clase media, recae principalmente en las autoridades del sector vivienda. Hecho que se constituye en un baluarte del desarrollo social costarricense, al consolidar una plataforma sólida que sigue impulsando el desarrollo de vivienda en el país. En este intento por fortalecer la atención a cada vez más familias se ha impulsado la solución de vivienda en mayor densidad; a fin de alcanzar oportunidades de uso del suelo urbano a menor costo, principalmente en lo que se conoce como el Gran Área Metropolitana (GAM), área que se configura como una mancha urbana que se acrecienta día con día. Dicha mancha urbana genera gran presión sobre el suelo urbanizable, con efectos en las políticas municipales ante su regulación, acto que provoca una confrontación entre el voraz mercado inmobiliario y las políticas institucionales que procuran equilibrar la balanza y ofrecer oportunidades de vida digna a personas y cientos de familias ˗que poseen capacidades de pago limitadas o nulas- atendiéndolas mediante proyectos de vivienda˗ . En este punto es importante mencionar que existe una reducida cantidad de literatura sobre el tema tanto a nivel nacional como internacional. Por lo tanto, es necesario encauzar más acciones desde todo tipo de metodología de investigación para producir más y mejor información que sea útil para la toma de decisiones en un corto y largo plazo; pues esta posibilita la toma de previsiones para la mejora en la gestión de la cotidianidad y la resolución alterna de conflictos, propios de la figura del condominio de interés social en Costa Rica. 3 Estado de la cuestión En Costa Rica el modelo individualista contemporáneo (principalmente en las urbes) ha roto con el concepto tradicional de comunidad y barrio, tanto en los centros como en los subcentros y en las periferias. Como oportunidad de negocio, muchos inmobiliarios ofrecen el condominio privado como una figura de prestigio (principalmente por las amenidades y complejos de seguridad que venden), mientras que por el contrario los condominios de interés social, por sus bajos presupuestos y reducidas áreas de residencia, se han visualizado con categorías menos prestigiosas. Junto con la carga simbólica que se menciona anteriormente, el condominio de interés social al ser una oferta “rígida” representa una transición difícil, y hasta dolorosa, para familias provenientes de contextos carentes de normas y regulaciones específicas para la convivencia. A pesar de esto, existen algunos esfuerzos puntuales de entidades autorizadas que han incorporado modelos más cálidos y humanos con procesos educativos previos, así como de capacitación para la vida en condominio. Aun así, quedan por fuera muchas posibilidades como la participación en el diseño, el deseo de ser parte de la solución arquitectónica, la instauración de modelos de mediación y resolución de conflictos, entre otras aristas que procuren una mejora en búsqueda de fortalecer elementos para una vida digna y placentera. Dicha transición, mencionada anteriormente, propicia una relación directa entre espacio simbólico urbano y los procesos de identidad; a manera de ejemplo, Sergi Varela (1996) establece tres dimensiones que respaldan la afirmación sobre la existencia de una identidad social urbana, estas son: dimensión territorial, dimensión temporal y dimensión psicosocial. Para el interés de la presente investigación se trabajará con la de dimensión psicosocial, Firey (1974) lo expone de la siguiente forma: Si consideramos que cada 4 pueblo tiene su propia imagen, la afiliación a una determinada categoría urbana puede también derivar en un conjunto de auto y hetero atribuciones internas que configuren un carácter especial o distintivo a los miembros asociados a esta categoría, es decir, que doten de un cierto tipo de "personalidad" a los sujetos como característica diferencial respecto a los otros grupos (Lalli, 1988; 1992). Paralelamente, un determinado entorno urbano puede diferenciarse de los otros en función de la calidad de las relaciones sociales percibidas por sus habitantes (Reid y Aguilar, 1991), en función de la calidad de vida que representa (Francis, 1983) o en función del estatus o prestigio social conferido a sus habitantes. (Firey, 1974, citado por Varela 1997). Dicha imagen y estatus ha catalizado cada vez más los procesos de urbanización, conjugando categorías sociales y prejuicios asociados al territorio y sus habitantes; hecho que contrasta directamente con las soluciones habitacionales, por la capacidad de carga, servicios, oferta de trabajo, cercanía a instituciones públicas de primer orden (salud y educación), así como recreación y ocio; atribuidos a la zona en la que se construye la solución habitacional. Lo anterior genera, a su vez, un proceso de segregación social y exclusión del uso del suelo principalmente por la especulación inmobiliaria y la falta de planificación territorial que reduce las posibilidades de articular soluciones en sitio. Ante este entramado de complejidades, la densificación ha sacado partida y logrando acercar a las poblaciones más vulnerables y excluidas a formatos de vivienda en condominio de interés social en vertical utilizando, en varios casos, modos más sensibles por generar mayor conectividad a la ciudad. 5 A manera de ejemplo, para el caso de interés del presente documento, el desarrollo inmobiliario, según el V Censo Nacional de Vivienda del INEC (2012), presenta a San José como el principal foco de construcción, ya que de 70 mil viviendas en condominio alrededor de todo el país un 55% se ubica en San José, puntualmente los cantones que tienen más casas, apartamentos y apartamentos en condominios son el Cantón Central, Desamparados y Escazú. Siendo así, la tendencia de crecimiento urbano prosigue, para el año 2021 San José continúa como uno de los lugares con mayor tramitación de áreas de construcción, ante el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), con 388.419 metros cuadrados, según datos de la Cámara Costarricense de la Construcción en su Informe Económico de noviembre del año 2021, donde se puede observar que la mayor cantidad de metros cuadrados a los cuales se les dio curso, durante los primeros once meses de 2021, corresponden al sector vivienda, representando el 52.4% del total gestionado, donde vivienda unifamiliar representó el 47.5% del total tramitado, mientras que condominios el 4.9%. El siguiente tipo de edificación con mayor presencia corresponde al sector comercio, que representó el 20.2% del total tramitado. En este sentido, según el CFIA, Desamparados presenta una tasa de crecimiento de construcción dinámica con 157.030 metros cuadrados desarrollados en el 2014, 24.4784 metros cuadrados en el 2015 y 136.156 metros cuadrados para el 2016. Esta constante expansión urbana genera en el cantón diversos tipos de presiones, entre los que resalta una mayor incomprensión del sistema sobre diversidad de hábitat y sus requerimientos particulares, el cual contrasta directamente con las regulaciones de ley que emplazan a una localidad cada vez más compleja socialmente. 6 Independientemente del formato ˗interés social o privado ˗ o la zona ˗alta plusvalía o residual˗ en la que se edifiquen soluciones de vivienda en condominio ˗horizontal o vertical˗ estas continúan siendo regidas por la misma Ley Reguladora de la Propiedad en Condominio y su correspondiente reglamento. Esta ley debe lidiar con la variabilidad de escenarios constructivos y de solución residencial en cuanto a forma y fondo se refiere; por lo mismo se encuentra complementada con una serie de instrumentos jurídicos provenientes de otras instituciones estatales como Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos, Colegio de Ingenieros y Arquitectos, Secretaría Técnica Nacional Ambiental, Ministerio de Salud, entre otros, que actúan como garantes del cumplimiento de aspectos de seguridad social, ambiental, sanitaria, de ordenamiento territorial, así como de planes municipales. Morales (2019) entiende el condominio de interés social de la siguiente manera: El Proyecto de Modificación al Reglamento a la Ley Reguladora de la Propiedad en Condominio1 define al condominio habitacional de interés social como todo aquel que vaya a ser financiado total o parcialmente con fondos del SFNV (Sistema Financiero Nacional de Vivienda) y que haya sido expresamente declarado como tal por el BANHVI (Banco Nacional Hipotecario de la Vivienda). En su artículo 40 BIS, plantea que en los CIS que sean financiados con fondos del SFNV, el reglamento de condominio y administración debe acatar la normativa vigente y los lineamientos que emiten el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (MIVAH) o el Banco Hipotecario para la Vivienda (BANHVI) con respecto a la convivencia y organización, cuyo cumplimiento es verificado por el Registro Nacional. Se señala en este proyecto, entre otros aspectos, que la normativa vigente carece de ciertas regulaciones específicas necesarias para promover la creación de condominios 1 Decreto Ejecutivo No.32303-MIVAH-MEIC-TUR. 7 verticales destinados a vivienda de interés social (VIS) que garanticen un uso eficiente de los recursos del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda (SFNV) y tomen en consideración las particularidades de las familias beneficiarias. El artículo 39 establece que, en los condominios de interés social, los complejos habitacionales disfrutarán de todos los derechos especiales, los programas, las normas específicas, las facilidades crediticias, las subvenciones, los controles y las obligaciones que goza la vivienda de interés social, sin perder por ello ninguna de las prerrogativas de la propiedad en condominio. (Ley 7933, 1999, art.39) A pesar de lo antes expuesto, en la evaluación de este se puede notar que las modificaciones realizadas se han centrado en aspectos meramente tangibles como la cantidad de espacios de estacionamiento, casetas de vigilancia, permisos de construcción, áreas de zona verde, entre otros, dejando por fuera aspectos intangibles como previsiones y efectos sociales de convivencia importantes. Coincidimos con Miranda cuando señala (…) Habría que flexibilizar un poco el tema a nivel de la Ley de condominios, ya que está hecha para proyectos de clase media y alta, no para proyectos de interés social (Miranda, 2018). “Las propuestas de modificación referidas son de carácter puntual, y se quedan cortas de cara al patrón de incremento de proyectos planteados en esta modalidad” (Morales: 2019) -así lo reseña en su investigación para el capítulo especial del Informe Nacional Situación de la Vivienda y Desarrollo Urbano 2019 entregado a la Fundación Promotora para la Vivienda-. “La normativa en materia de convivencia muchas veces no es completamente abarcativa de las vicisitudes y características propias de la misma sustancia que pretende normar, y ese esfuerzo jurídico plantea una serie de retos de organización social previos, 8 de los cuales se carece para la mayoría de soluciones en condominio, queda muy endeble la noción de vida, desde un paso de propiedad individual tradicional, a la interacción requerida para comprender lo colectivo y cómo se regulan usos, accesos y recursos que por norma son irrenunciables como deberes. En dicho sentido, todos son responsables de todo, de la puerta de su finca filial hacia afuera, pero además también de lo que sucede de la puerta hacia adentro” (FUPROVI: 2019). Todo esto, entre otros factores, implica formas de organización participativas, delegativas, representativas y rotativas, a las cuales muchas familias no están acostumbradas.2 Esto requiere con frecuencia que emerjan liderazgos positivos en el conjunto vecinal, pero también capacidades administrativas, dedicación de tiempo y recursos (humanos y materiales) a su gestión”. Según Morales (2004): La interacción para efectos de administrar el conjunto y asegurar un estándar mínimo de calidad físico espacial y social, va a exigir un grado de comunicación y articulación mayor a la que existía antes entre los residentes. Por ende, las normas de conducta esperadas, tanto en áreas privativas como comunes, pasarán a ser objeto de acuerdos y regulación (Morales:2004) Aunado a la regulación establecida por ley, el presente trabajo responde a la articulación de aprendizajes desde el ejercicio profesional de la Antropología y la aplicación de contenidos especializados de la Maestría Profesional en Vivienda y Equipamiento Social, por lo que utiliza ambos conocimientos para fraguarse en un esquema de trabajo que formula la importancia de la aplicación de disciplinas sociales en la generación de insumos que conceptualicen esquemas metodológicos que posibiliten la 2 De acuerdo con la Ley Reguladora de la Propiedad en Condominio, los órganos fundamentales destinados a organizar y administrar el condominio son la Asamblea de Condóminos y la Administración. El reglamento de condominio y administración representa el instrumento jurídico que complementa y especifica las disposiciones de la Ley Reguladora de la Propiedad en Condominio de acuerdo con las características de cada condominio; es el estatuto que regula los derechos y obligaciones específicas de los copropietarios de un edificio o conjunto sometido al régimen de propiedad en condominio. 9 comprensión del fenómeno de conflictividad en el condominio de interés social Río Damas en Desamparados, ubicado en San José de Costa Rica. Reconocer estos antecedentes, y el contexto en el que los mismos se han desenvuelto, es indispensable para repensar esquemas más integrales que permitan humanizar las soluciones de vivienda en una dialéctica que permita intercomunicar aspectos técnicos, políticos, económicos, arquitectónicos, sociales, jurídicos y, en general, de hábitat. Todo ello a fin de robustecer principalmente el derecho a una vida digna, instrumentada a partir de la comprensión de la realidad cotidiana y sus requerimientos culturales en la implementación de la figura de condominio de interés social. Justificación La historia de los asentamientos de interés social en Costa Rica se encuentra supeditada a las decisiones políticas de turno, a las concepciones de desarrollo dominantes y a los intereses locales. Muchas veces esto incide negativamente en la forma y en el fondo de las soluciones urbanas planteadas ante problemas inmediatos. Por años, las soluciones de vivienda no engranaron modelos participativos en la planificación urbana con los habitantes, quienes han sido en muchos casos invisibilizados y vagamente incorporados al sistema, debido a que no existe asignación de responsabilidades integrales a las instituciones encargadas (y cuando la hay, los efectos positivos y requerimientos colaterales de las obras se diluyen, pierden su potencial con el tiempo), ante la falta de modelos de acompañamiento, seguimiento y evaluación sobre convivencia, satisfacción y la calidad de la solución en términos sociales. 10 En el último estudio del Colegio de Ingenieros y Arquitectos de Costa Rica: “Proyecto Pensar en Costa Rica”3 (2021), en su apartado Sector Vivienda y Asentamientos Humanos, hace hincapié exclusivamente a temas cuantitativos, financieros, políticos y de construcción sostenible; dejando por fuera los temas sustantivos y cualitativos. De esta forma, el modelo de definición de obras de edificación para soluciones habitacionales de interés social que ha sido utilizado durante años resulta limitado, pues no determina un rubro presupuestario para la investigación y la gestión arquitectónica ni social ni mucho menos para modelos de mediación de conflictos o capacitación requerida en términos de convivencia. Carencia que se evidencia en la construcción de obras sin carisma, sin significado social y sin apego local, como resultado en muchos casos, a largo plazo se da la falta de interés, la ausencia de mantenimiento y el deterioro paulatino del inmueble. De esta forma Costa Rica vive a la esperade que el gobierno, mediante chispa de interés, programe o planifique atención a sectores históricamente vulnerables o que la empresa privada visualice una oportunidad de negocio al incorporar nuevos formatos ˗principalmente arquitectónicos para soluciones de vivienda˗, o explore nuevas metodologías desde sus propias limitaciones logísticas y técnicas. Esta es la realidad para muchos sectores que existen y están inventariados por el Estado bajo categorías como precarios, zonas marginales, tugurios o áreas de interés estatal. Al respecto, la lógica de atención es reducida, orientada solo a atender lo que los técnicos perciben, dentro de sus alcances presupuestarios, ante una mirada focalizada al plano constructivo y económico, apartándose de la necesaria relación entre lo ético y lo estético dentro de la formulación espacial, situación que deja a la deriva, en la mayoría 3 El Proyecto “Pensar en Costa Rica” presenta recomendaciones de planificación estratégica en materias de competencia de este Colegio Profesional, las cuales se deben aplicar en atención a los mejores criterios técnicos y profesionales que busquen el beneficio de la sociedad costarricense. 11 de los casos, proyectos de gran envergadura física y social. Falta generar espacios socialmente válidos, ˗diseñados para la toma de postura comunal ante uno u otro escenario local˗; sin embargo, existe una negativa a proponerlo siquiera, decisión que afecta el ejercicio ciudadano de construcción de hábitat El panorama al aunar la pandemia por el COVID-19 y sus efectos se complica aún más; de hecho, históricamente el país ha tenido que pasar por la justificación de inversión social, basada en indicadores cuantitativos y de alcance regional, al perder de vista la necesidad de propiciar nuevas metodologías de intervención que potencien las iniciativas tanto estatales como comunales y así alcanzar nuevos indicadores de satisfacción. Es indispensable incorporar porcentajes presupuestarios destinados a la construcción de nuevas metodologías de atención y comprensión del fenómeno social y arquitectónico, estrategia que acarrearía necesariamente una adecuación de los antiguos modelos de inversión económica y de política social. En dicha línea se han venido presentando distintas propuestas desde la Universidad de Costa Rica ˗tradicionalmente desde la Escuela de Arquitectura y más recientemente de la escuela de ingeniería Civil˗ que según la misma Universidad cuentan con el visto bueno de la presidencia para la reconstrucción de la Costa Rica post pandemia y que apuntan a fortalecer la construcción de obra pública y de viviendas de interés social, como soluciones para enfrentar la crisis a partir de alianzas público- privadas que además deben incrementarse ante la carencia de recursos estatales. Montero (2020) menciona que el estudio de la Escuela de Ingeniería Civil plantea el eje de construcción con varios temas de gran envergadura, en el que se destaca el de vivienda de interés social con un empuje significativo dirigido a desarrollos en condominios. 12 La propuesta se enfoca en fortalecer y acelerar la iniciativa del Banco Hipotecario de la Vivienda (BANHVI), el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) y el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (MIVAH) denominada “Vivienda Inclusiva Sostenible 4x1”. Esta consiste en la identificación de lotes pequeños y casas que hayan cumplido su vida útil, dentro de los cascos urbanos de las ciudades, donde pequeñas y medianas empresas diseñen y desarrollen proyectos residenciales de condominio vertical de pequeña escala; según Montero (2020). Sus objetivos principales son los siguientes: 1) Presentar una alternativa que permita aprovechar mejor la infraestructura y repoblar la ciudad. 2) Dar mayor accesibilidad a las familias de escasos recursos a terrenos con buena ubicación. 3) Generar opciones de empleo para trabajadores de la industria de la construcción, así como para profesionales y empresas de ingeniería y arquitectura. 4) Contribuir con los esfuerzos del plan de reactivación económica del país. Esta intención de crecimiento contrasta con algunos vacíos identificados en el tema de condominios de interés social, específicamente porque la justificación común es la de activación económica desde la óptica constructiva, ejercida mediante políticas de vivienda desde los técnicos, para asegurar la dotación de soluciones de vivienda, perdiendo de vista el componente participativo del diseño arquitectónico, los emplazamientos geográficos de población, las metodologías requeridas para la resolución de conflictos y las propuestas de convivencia. Al respecto, Miranda (2018) encuentra que hay vacíos no solamente en la perspectiva de comprensión del fenómeno de los condominios de interés social sino también en la producción de investigaciones al respecto; ya que estas en los últimos años, a nivel nacional, enfatizan en el repaso por la política de vivienda sin identificar el https://www.banhvi.fi.cr/ https://www.banhvi.fi.cr/ http://cfia.or.cr/ https://www.mivah.go.cr/InicioN.shtml 13 contexto y los hitos que inciden directamente en las razones por las que el país se encamina en la búsqueda del régimen de condominio como una opción de vivienda. Por otra parte, en materia de vida en condominio, las investigaciones fueron en su mayoría diseñadas para una evaluación interna de la institución; elemento que contrasta con temas de legislación, ya que si bien es cierto se encontró una investigación que indaga la comprensión de los habitantes sobre la Ley de Propiedad en Condominio ninguna hace referencia a la afectación de esta ley en la vida de las personas que habitan bajo dicho régimen. Las investigaciones dedicadas a este tema usualmente se encuentran vinculadas al mantenimiento y apropiación de espacios comunes, así como a la organización interna de los vecinos; al respecto Miranda (2018) afirma: El seguimiento a los proyectos de vivienda densificada por parte de las instituciones encargadas es nulo al igual que las investigaciones que se realizan del tema, por lo cual las deficiencias, así como las buenas prácticas de estos, no son identificadas de modo que se continúan reproduciendo en los siguientes proyectos. Por lo tanto, evitar la manera tradicional de ejecutar proyectos de vivienda es casi un deber para reducir los efectos sociales negativos ante decisiones político-económicas descontextualizadas que omiten posibilidades reales de hacer proyectos integrales y novedosos que fomenten el hábitat y no solo el número de casas construidas. Esto conlleva pasar de la fórmula rígida de hacer proyectos estatales a la innovación y flexibilidad que exigen las mismas o nuevas problemáticas; estrategia que no solo beneficiaría a las comunidades que son atendidas, sino que también permite ubicar al país en términos de competitividad urbana en un nivel más o menos moderno de respuesta estatal. Basta pensar en los logros de países como Colombia, Brasil y Ecuador que han apostado a la mejora integral de sus barriadas con metodologías de intervención 14 social, las cuales comprenden la manifestación del hábitat como insumo principal del programa arquitectónico. A manera de ejemplo, se mencionan algunos proyectos en la región. Según los informes del Banco de Desarrollo de América Latina 2016 Estas iniciativas, son el resultado de largas discusiones en las que participó activamente la sociedad civil; tales como el proyecto de Desarrollo, regeneración urbana y vivienda en Guayaquil (Ecuador): enfocado en las iniciativas para normalizar la tenencia de la tierra y reubicar a las familias que residen en zonas de riesgo y la recuperación de los esteros en la ciudad. Las riberas con asentamientos fueron intervenidas, se crearon corredores de espacio público para contener la expansión y proyectos de alcantarillado para mitigar la contaminación del agua con aguas servidas. Además, se construyeron escuelas de primera infancia, centros de asistencia de salud, espacios recreativos y públicos, incluyendo parques de agua y zonas deportivas. Otro ejemplo es el aprovechamiento del Espacio público y cohesión social en Fortaleza (Brasil): Para mejorar la recolección de desechos, solucionar los problemas de sedimentación y contaminación que presentan las lagunas de la ciudad y posteriormente construir nuevas viviendas, áreas deportivas y de esparcimiento... Así como los programas de mejoramiento Barrial de Bogotá Colombia. Este tipo de iniciativas propicia directamente un rédito político que no ha sabido leerse aún en estas latitudes, ya que indicadores en torno a gobernabilidad, descentralización, transparencia y democracia se incrementa la credibilidad de los habitantes ante la gestión pública, a la vez que incrementa la economía local. Ante este panorama tan complejo, también se debe reconocer que el Estado parece haber escuchado ligeramente hasta, hace unos pocos años, las voces que le gritan formas, fondos y prácticas innovadoras; estas voces vienen principalmente desde la academia y 15 de la inmersión de profesionales en apuestas a nuevos modelos de gestión y diseño de proyectos. De esta forma se ha ido generando (por presión de estos profesionales comprometidos) un llamado de atención desde organismos no gubernamentales, fundaciones, instituciones y gobiernos locales, entre otros, a redirigir la mirada a la forma y el fondo de cómo se han venido haciendo las cosas en el país; a fin de repensar su efectividad, funcionalidad, aceptación y satisfacción social. Cabe destacar que el papel que jugó el modelo (básicamente neoliberal) del Sistema Nacional de Vivienda se centró en la excesiva preocupación para con los indicadores cuantitativos y omitió las escasas posibilidades de participación de los usuarios en el proceso de construcción de hábitat; no obstante, esto ha venido a cambiar con la injerencia de Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica y el Sistema de Estudios de Posgrado, mediante el desarrollo de un nuevo pensamiento que ha involucrado disciplinas de las ciencias sociales como antropología, derecho, psicología y sociología en maestrías profesionales de la Escuela de Arquitectura. Lo anterior ha venido a subsanar la falta de integralidad de los modelos de intervención urbana, así como la lejanía ante nuevas aproximaciones metodológicas que constataron con evidencia su eficacia en procesos urbanos de otras latitudes como Chile o Colombia, por mencionar dos ejemplos latinoamericanos. Todo lo anterior se justifica con el razonamiento integral, haciendo crítica del enfoque “viviendista” de la política de vivienda, mediante un Trabajo Final de Investigación Aplicada dentro de la Maestría de Vivienda y Equipamiento Social en el que predomina la preocupación por comprender la forma en la que se unen los hilos que tejen el conflicto social en el espacio de convivencia, principalmente ante la llamada “solución de vivienda” del modelo de condominio de interés social. El reto es grande 16 cuando de intervención social y mejora comunal se refiere. Se necesita de apoyo y coordinación a nivel de decisión no solo vecinal sino también institucional, se precisa fomentar el empate de visiones, unir criterios encontrados, orientar recursos y formular proyectos. Es una tarea indispensable que plantea necesariamente marcos de trabajo sólidos, objetivos claros y laboriosidad conjunta. Por lo tanto, de pasar a ser una necesidad, estos modelos de intervención social deben ir adquiriendo un rango de requisito, ya que no solo establecen formas pertinentes y aterrizadas de gestión proyectual, sino que además propician una serie de nuevos indicadores positivos, tanto en números y cantidades como en personas y cualidades que aumentan tanto la celeridad de los proyectos (al reducir costos) como fomentando la participación de las personas (al activar el capital social). Esto implica la necesidad de mejorar y refinar las metodologías, engrosándolas y fortaleciéndolas para poder sintonizar las necesidades con las expectativas (sean estas estatales, comunales o privadas). De esta manera se hace necesario registrar y documentar nuevas iniciativas que se soporten en metodologías de intervención social, a la vez que articulan la comprensión del fenómeno del condominio de interés social de manera participativa y con enfoques de investigación-acción. Por todo lo anterior en este Trabajo Final de Investigación Aplicada, dentro de la Maestría de Vivienda y Equipamiento Social, predomina la preocupación en torno al espacio en la mediación de conflictos, a fin de activar la participación ciudadana en el desarrollo local y no solo sobre soluciones estáticas de vivienda. 17 Aproximaciones teóricas Reflexionar sobre el concepto de condominio de interés social se hace necesario para hilar más delgado e integrar definiciones de ingeniería, presupuestos, figuras jurídicas, regulaciones y políticas de dotación de vivienda que les rodean; es decir, consiste asumir el reto de consignar la vida en condominio como una categoría teórica, flexible y propensa a ser transformada desde sus habitantes. De alguna manera es dar voz a los cientos y miles de personas que requieren de vivienda para alcanzar una vida digna. Por lo tanto, pertinente es repensar la construcción del hábitat desde una visión que referencia, como sociedad, el interés por transformar el medio o acoplarnos a él, ya sea a partir de la suma de conocimientos técnicos, o la mera necesidad de cobijo y resguardo (ante las inclemencias) que es una de las principales manifestaciones del significado de vivir en grupo y sociedad a lo largo del tiempo. Si se reflexiona a fondo, dichas expresiones de habitar están estrechamente vinculadas a orientaciones políticas, cambios económicos, innovación tecnológica, así como relaciones sociales. Estas a su vez se encuentran situadas en espacios y escenarios ˗sean estos simbólicos, físicos o imaginarios˗ que se constituyen al mismo tiempo en referentes culturales de la vida humana en el espacio y el tiempo que les acoge, figurando como huellas y lecciones para la vida en sociedad. Tales referentes espaciales y temporales construyen, junto con el accionar cotidiano, modelos de apropiación del ambiente (manifestaciones de hábitat)4 que engranan y moldean patrones de conducta, rituales y costumbres donde se resignifica la cultura local, a la vez que se construye para el habitante una imagen (individual y 4 Para Gordillo (2015) el concepto de hábitat desde allí tuvo numerosas interpretaciones como un lugar espacial, físico e imaginario que permite el asentamiento geográfico de los grupos humanos para su desarrollo por medio de la vivienda, la ciudad y los territorios, y admite así mismo, significación y sentido en el individuo (Gordillo, 2015, citado por Jiménez, 2020). 18 colectiva) localizada de hábitat. Por lo tanto, el conocedor es claramente el habitante cotidiano del espacio, el que llena o vacías zonas con su actividad humana. Así mismo, tanto el habitante local como el visitante, el forastero, el histórico, el nativo desde diferentes ópticas sigue siendo los interlocutores adecuados e imprescindibles en la resignificación, validación, constitución, mantenimiento y apropiación de las obras y sus diseños. Dentro de este entramado se entenderá el conflicto ambiental desde la perspectiva del antropoceno, misma que resalta los conflictos socio territoriales y ambientales y su relación con procesos históricos, tal y como lo expone Ulloa (2017): Las relaciones con las naturalezas entrañan una visión territorial y una dimensión política, dado que involucran el uso, acceso y control, los derechos y la toma de decisiones de los seres ˗humanos y no humanos˗ en dichos territorios. Asimismo, implican formas de relacionarse ˗reciprocidad, protección, depredación, entre otras˗, de clasificar y de representar dichas naturalezas. Estas formas de relacionarse responden a prácticas económicas atravesadas por desigualdades de clase, género, etnicidad y locación, por mencionar algunas. El Antropoceno, como base conceptual, permite abordar los efectos del contexto ambiental en la psique colectiva e individual para poder crear categorías de análisis participativamente. Lo cual posiciona, en palabras de Marín (2019) a las “etnografías contemporáneas de las urbes ciborg del mundo occidental y nos permiten hacer lecturas de conexiones vitales entre entidades diversas más allá de la escisión naturalista”. A lo antes expuesto Mauelshagen (2017) agrega: El Antropoceno requiere que redefinamos el lugar de los seres humanos y sus sociedades dentro de la red de la vida y eso es precisamente el punto en el que definir el anthropos no sólo como un animal social, sino como una especie animal. 19 Este aporte planteado por Mauelshagen resulta útil, pues no solo puede ayudar a las ciencias sociales, sino que también permite dimensionar el conflicto urbano y sus sinergias con lo natural y ambiental. En la misma línea de pensamiento, la psicología ambiental ˗por allá de la década de los 90 incursionó en un concepto que será retomado para profundizar en la categoría de los aspectos simbólicos del espacio urbano˗ explora los elementos intangibles y entiende que todo espacio tiene un significado. De manera que los elementos intangibles del espacio también funcionan como estructurantes del quehacer humano cotidiano. “Este significado puede derivarse de las características físico-estructurales, de la funcionalidad ligada a las prácticas sociales que se desarrollan en él o bien ser fruto de las interacciones que, a nivel simbólico, se dan entre los sujetos que ocupan o utilizan ese espacio. Asimismo, el significado espacial puede mantenerse en un nivel individual (significación personal) o puede ser compartido por un grupo de individuos o por toda una comunidad (significación social)” (Valera:1996); dentro de esta misma perspectiva pueden incluirse trabajos como el de Lynch (1990) según el cual toda imagen ambiental consta de tres elementos: identidad, estructura y significado. A fin de propiciar una mayor comprensión de la vida en condominio se retomará el concepto de convivencia desde el marco de lo multicultural como trasfondo, ya que los elementos fundamentales acerca de esta se encuentran tejidos por las hebras de la cohesión social y la conflictividad en contextos cargados con fuertes transformaciones socioeconómicas que vislumbran rápidamente procesos de diversificación sociocultural, estratificación y segmentación. Todos ellos fruto de las confluencias de inmigrantes y nacionales en espacios de crisis de donde devienen actitudes contestatarias ante la imposición idealizada de masificar, homogeneizar y hacer la vida vecinal tranquila y silenciosa en medio de las urbes. 20 Del anterior argumento se desprende aristas que son posibles de dilucidar a partir de lo expuesto por Gómez (2020), quien expone: El acceso a la vivienda, las características de esta y del territorio donde se ubica, su precio, la facilidad o no en el acceso a equipamientos y servicios, la cercanía a los medios de transporte accesibles y asequibles que permitan o no una fácil comunicación con los lugares de trabajo, de estudio, los servicios y el ocio, la existencia o no y las características de los espacios públicos, la seguridad, etc., en resumen, todos aquellos aspectos que conforman el hábitat son elementos esenciales a la hora de abordar la convivencia. A ello se suma el contexto socioeconómico en cuanto a la inserción y condiciones laborales, políticas, programas y acciones que afronten la desigualdad, la fragmentación social agudizada por la crisis económica. Por lo tanto, bajo la figura de condominio de interés social, también se fraguan conflictos tangibles tanto sociales como físicos y arquitectónicos que se expresan en un espacio y tiempo determinado. Tales eventos se encuentran traspasados por discursos normativos y regulaciones que se naturalizan en la cotidianidad para la convivencia. Dicha naturalización no se da de manera espontánea, o por ósmosis, sino que más bien responde, o debiera responder, a un programa complementario de convivencia y resolución de conflictos; no obstante, este es un tema al que no se pone especial atención dejando por fuera de la discusión a los condóminos y a la reflexión de la misma ley que les norma. Entre tanto se asumen las normas como políticas obvias sin comprender cómo estas catalizan el diseño arquitectónico y la solución de vivienda en sí misma, así como el derecho a la ciudad. A lo anterior se suma la falta de procesos de participación en el diseño de la solución de vivienda y los accesos a hábitat regidos por la lógica de políticas 21 estatales, centrados en la maximizar el uso del suelo urbano a bajos costos de producción en las periferias de los centros urbanos. En esta disyuntiva se encuentra casos como el del Condominio Río Damas que apostó por ser una gran oportunidad de solución de vivienda interés social; sin embargo, las circunstancias históricas (que se ampliarán más adelante) imposibilitan la implementación de procesos complementarios de convivencia bajo las reglas de condominio, volviendo el fenómeno cotidiano de convivencia en un discurso sui generis porque el mismo se autorregula a su manera en el tiempo. El abordaje del concepto estratégico de mediación será analizado desde el enfoque del Sistema de Análisis Social (SAS), el cual permite interpelar a los “medios hábiles” que se proponen para el programa alternativo sugerido en el presente diagnóstico. Para ello se retomará brevemente lo expuesto por este enfoque: Mediar: Quienes ponen en práctica el SAS2 aprenden a apoyar el razonamiento y el diálogo entre los actores con diferentes perspectivas, entre las diferentes disciplinas y en muchos entornos culturales. Para ello, se requiere de la habilidad de poder dejar de lado los juicios de valor, tomar en cuenta los puntos de vista de otros, e integrar diversos intereses y el reconocimiento que los actores aportan a la solución de problemas. Precisamente en Costa Rica la normativa se establece en la ley 77275. 5 Resolución Alterna de Conflictos y Promoción de la Paz Social RAC. ARTICULO 1.-Toda persona tiene derecho a una adecuada educación sobre la paz, en las escuelas y los colegios, los cuales tienen el deber de hacerles comprender a sus alumnos la naturaleza y las exigencias de la construcción permanente de la paz. ARTÍCULO 2.- Solución de diferencias patrimoniales Toda persona tiene el derecho de recurrir al diálogo, la negociación, la mediación, la conciliación, el arbitraje y otras técnicas similares, para solucionar sus diferencias patrimoniales de naturaleza disponible. 22 Fundamentar: Para que sea relevante, la investigación debe ser sistemática; ello significa que se debe fundamentar en el razonamiento en medio de los acontecimientos en marcha y los procesos que cobren sentido para los actores involucrados. Navegar: La complejidad es la norma. Para navegar en la incertidumbre y lo desconocido, es necesario que existan medios para escoger y combinar múltiples formas de investigación, planificación y acción. Calibrar: El nivel de evidencia, análisis, participación y planificación que necesita un grupo en una situación particular no es fijo. El arte de calibrar significa saber escoger la combinación correcta de herramientas y ajustar su nivel de aplicación hasta que sea apropiado para realizar el trabajo asignado. Interpretar: El hecho de poder darle sentido a una información que es compleja abarca el análisis y el relato de una historia. El diálogo y el razonamiento pueden lograr ambas cosas. En conjunto, estos crean un significado que puede salvar la brecha entre las teorías y las perspectivas que compiten, al igual que entre la recopilación de datos cuantitativos y cualitativos. 23 Capítulo 1 | La experiencia de acercamiento vecinal 24 1.1.Origen Este documento aborda algunos de los puntos analizados en el Capítulo Especial para el Informe Nacional sobre la Situación de la Vivienda y Desarrollo Urbano (2019) presentado a la Fundación Promotora de la Vivienda (FUPROVI); dicho estudio fue realizado por Investigadores del Laboratorio de Ciudad y Territorio de la Universidad de Costa Rica (LACITE). En este se explora, mediante una metodología cualitativa, el condominio de interés social a fin de comprender ¿qué consideraciones se deberían tener en cuenta para su implementación idónea, así como para su consolidación? Tal como figura dentro del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda (SFNV) a partir de tres casos de estudio ubicados en el Cantón de Desamparados de la Provincia de San José, Costa Rica. En dicho momento los investigadores senior (siendo el director el Dr. Manuel Morales) contaron con apoyo de otros investigadores junior para formular, recopilar y analizar los datos. Ese momento fue crucial ya que permitió vincular este análisis directamente con el caso de Río Damas desde la perspectiva de investigación ; sin embargo, se debe aclarar que previo al proceso de diseño de investigación del estudio de LACITE se había trabajado profesionalmente desde una perspectiva antropológica en el Condominio de Río Damas como parte de un proceso para reencausar el problema del desentendimiento de los inquilinos y propietarios ante el alcance de una orden sanitaria interpuesta por el Ministerio de Salud al inmueble, misma que venía con un potencial de desalojo justamente por las condiciones históricas de deterioro físico, social y ambiental del inmueble. De esta forma se logró plantear el primer intento de confluencia y organización vecinal mediante estrategias participativas (talleres, entrevistas, visitas guiadas, observaciones) que permitieron ganar la confianza de los habitantes de dicho condominio 25 para poder dar inicio a la fase de investigación, propia del estudio de LACITE, la cual permitió generar insumos para la fase de diagnóstico que plantea el presente informe. Ese estudio permitió profundizar en la realidad propia del condominio para poder ser contrastada con la de otros dos condominios de interés social en la zona de Desamparados. Este análisis propició no solo una comprensión de las formas de vida y el impacto de la figura del condominio en las relaciones humanas, sino que también abrió un abanico de preguntas que empezaban a vislumbrar posibles correlaciones ambientales, sociales y arquitectónicas. Previo al diseño de investigación de LACITE, se había avanzado en el análisis del Condominio Río Damas desde una perspectiva antropológica (mediante la metodología cualitativa) que permitió ahondar en el acercamiento y construcción de lazos de confianza con la vecindad, así como el establecimiento de contactos y la definición de actores claves que permitieron la elaboración de un mapa preliminar de liderazgos, así como la puesta en escena de reuniones de concertación (para la construcción de un criterio informado sobre el peso legal de la orden sanitaria). Posteriormente se conformaron subgrupos por bloque posibilitando la realización de un taller participativo con el bloque que presentaba, según los vecinos, más problemas para identificar potenciales soluciones. El interés sobre el tema ha adquirido una mayor dimensión, al incorporar en trabajo de campo al proyecto de Extensión Cultural EC-573, inscrito en la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica, el cual desarrolla el Observatorio de los Conflictos Socio Ambientales en espacios Urbanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica. La Dra. Marcela Moreno Bujan coordina dicho proyecto y ante la relevancia que ha adquirido la presente investigación accedió a incorporarla, como estudio preliminar, en su proyecto de extensión que se realizará en el mismo Condominio Río Damas. Además, la Dra. Marcela Moreno, ˗actual decana de la Facultad de Derecho, 26 profesora de la Universidad de Costa Rica e investigadora en dicha institución˗ consideró junto con el director de la presente tesis profundizar en un acercamiento transdisciplinario que facilite el abordaje de nuevos paradigmas metodológicos analizado desde el engranaje de las ciencias sociales y la arquitectura. Cabe mencionar, como un elemento de suma importancia que el presente proyecto en sí mismo se enmarca en los resultados del estudio de LACITE para FUPROVI e intenta complementar, a través de una metodología de Acción Participativa, un diagnóstico de conflictividad del condominio, ya que parte de los resultados ahí presentados señalan la conflictividad como uno de los elementos a comprender en el fenómeno de convivencia en el Condominio Río Damas. Con esto se pretende que este estudio sirva como insumo para la toma de decisiones futuras para la mejora física y social del condominio, la puesta en marcha del paradigma de la Antropología Jurídica y la operacionalización de la cotidianidad, utilizando la instrumentación del Movimiento de la Resolución Alternativa de conflictos (RAC)6, , ya que permite considerarlo, en palabras de Moreno (2019): “[…] desde una perspectiva sociopolítica, implica, en primera instancia, incorporar la negociación, la mediación, la conciliación y otros procedimientos de resolución alternativa de disputas en la lógica del discurso jurídico hegemónico”. En esta misma línea Moreno (2019) aclara que lo anterior conlleva el reconocimiento de las distintas manifestaciones procedimentales que se adoptan en los procesos de resolución alternativa de disputas en las diversas culturas y en distintos momentos históricos, para tratar los conflictos sociales de forma pacífica y auto compositiva7. 6 Conocido también como Alternative Dispute Resolution (ADR). 7 Cuando se hace referencia a la autocomposición del conflicto implica que :“ […]se logra cuando las partes, a través de una reflexión sistemáticamente guiada por el mediador acerca de sus necesidades, sus opciones y sus alternativas, están en condiciones de tomar la decisión que en ese momento sea posible para el tratamiento de [la] disputa. Para que 27 Parte de la propuesta realizada consiste en identificar los requerimientos de mediación8 en cuanto a espacios intangibles o simbólicos e incorporará lo tangible, a su vez, en el análisis del objeto arquitectónico, así como sus implicaciones socio ambientales y culturales. La doctora Marcela Moreno Bujan (2020) indica al respecto: […] resulta apropiado detenerse en las propuestas de antropólogos dedicados al estudio de la mediación, quienes señalan la necesidad de que los mediadores analicen los conflictos con pertinencia transcultural. Esto permite entender que las controversias no son ni falsas ni verdaderas, ni buenas ni malas, ni poco o más importantes que otras, sino que, por el contrario, constituyen un escenario de contrastes inmerso en una realidad social compleja y heterogénea donde no hay una única respuesta correcta. esto sea así, los mediadores debemos creer auténticamente en la sabiduría de las personas para resolver sus situaciones, dejando de lado cualquier atisbo de paternalismo que, aun con las mejores intenciones, implique transmitir una experiencia personal o un conocimiento en desmedro de la decisión reflexiva de cada una de las partes. El sustento de esta condición es la creencia de que nadie puede saber mejor que los protagonistas del conflicto la manera de resolverlo, y que, cuando son los propios interesados los que encuentran las soluciones, adquieren más compromiso con los resultados del acuerdo. Este compromiso, a su vez, augura una mayor posibilidad de cumplimiento de los términos estipulados” (Caramel al., 2010, 53 citado por Moreno, 2019). 8 Para los fines del presente artículo, la mediación ha de ser entendida, según Moreno (2015) como: “[...] un proceso a través del cual se pueden abordar los conflictos de manera autocompositiva. A partir de la década de los años setenta fue incorporada en lo que hoy se conoce como Movimiento RAC. Asimismo, comprende técnicas de comunicación y negociación que son ejercidas por las partes con la coadyuvancia del mediador, tercero neutral sin poder de decisión sobre la controversia. [...] los enfoques a través de los cuales se ejerce este proceso se diferencian según el énfasis que hacen en el conflicto, la comunicación o la negociación. En este sentido, la mediación se ejerce desde distintos enfoques teóricos, los cuales son disímiles entre sí en cuanto a fines y metodología. En concreto, son cuatro los modelos que se utilizan mayoritariamente para enseñar y ejercer este proceso, a saber: a) el enfoque tradicional-lineal basado en los postulados del Programa de Negociación de la Escuela de Leyes de Harvard, orientado hacia la satisfacción del mayor número de intereses de las partes, siendo su meta el acuerdo negociado; b) el enfoque transformativo propuesto por Robert A. Baruch Bush y Joseph P. Folger, que hace foco en la revalorización y el reconocimiento del otro en aras de transformar la relación entre los intervinientes, se dé o no un acuerdo; c) el enfoque circular-narrativo enunciado por Sara Cobb, que enfatiza la potencialidad narrativa de la mediación ofreciendo un marco teórico para deconstruir las historias individuales de los involucrados, retomando las piezas desagregadas del relato de ambos para construir una nueva descripción compartida del conflicto; y d) el enfoque Transcend formulado por Johan Galtung, teniendo como fin la paz al trascenderse las contradicciones mediante la compatibilización de las metas y los medios que sostienen las partes. Tiene la particularidad de proveer un conjunto de herramientas para abordar conflictos violentos a diferencia de otros modelos. Presenta una metodología basada en el presente-pasado-futuro, lo que permite visibilizar las raíces profundas y las trayectorias de las violencias. Por último, aunque no es un modelo difundido de enseñanza de la mediación y su aplicación se restringe a los contextos y ámbitos de la cultura en la que se ha gestado, a criterio de la investigadora el proceso ho’oponopono o mediación hawaiana constituirá un quinto modelo” (Moreno Buján, 2015, 111-112, citado por Moreno, 2020). 28 1.2.Problema: La carencia de un componente metodológico para la resolución y mediación de conflictos en el modelo de condominios de interés social de Costa Rica en el caso del condominio vertical Río Damas, en Desamparados. Conflictos de convivencia, deterioro del inmueble, abandono ambiental y carencia de espacios tangibles e intangibles funcionales para la mediación son algunos de los elementos claves que redundan en una desvalorización de la propiedad, estigmas sociales y baja capacidad de gestión participativa para la mejora colectiva. El problema surge singularmente por la impresión de un nuevo paradigma de vida a través de conceptos como vida en vertical y copropiedad que se constituyen en dinamizadores de nuevas formas de construir, no solamente soluciones de vivienda sino también trama social. Estos nuevos formatos han sido promovidos en las últimas décadas por diseñadores urbanos y políticos concentrados en la maximización y eficiencia de las ciudades. Muchos de estos modelos de ciudades han sido importados desde Europa, principalmente hacia Latinoamérica, convirtiéndose en tendencia constructiva y normativa. Algunos de ellos han tenido una perspectiva humanizada (con la preocupación de incorporar factores culturales al diseño), a fin de transformar las ciudades en lugares para el disfrute de la vida; mientras que otros más bien se aprovechan de la inercia de la tendencia para guindar sus edificios y soluciones como meros contenedores humanos en un entramado urbano particular; estos últimos desprovistos de calidez y humanidad no solo en su arquitectura sino también en la forma de congregar y aglutinar a los habitantes, los cuales han enardecido el conflicto de convivencia ante la falta de metodologías que incorporen la noción de convivencia reglamentada y participativa en las distintas fases de producción del hábitat. 29 1.3. Objeto de Investigación- acción-participante Si bien es cierto los modelos de vida modernos en las grandes urbes se perciben cada vez más volátiles y efímeros, por la velocidad en que suceden muchas de las transacciones sociales, emocionales, comerciales y productivas; el conflicto es un común denominador en la historia de la humanidad, la cual también ha establecido con el paso del tiempo las estrategias para lidiar con el conflicto, algunas con resultados agradables y otras completamente lo contrario (por la forma con la que son convocados y ejecutados). A pesar de ello, y en el marco que compete a esta investigación, se centrará la atención directamente en la convivencia de un grupo de individuos que forman parte de una comuna delimitada por la figura de condominio de interés social. Mucha de la problemática deviene de que no existe, dentro del molde de figura de condominio de interés social, un componente metodológico que vuelva práctica la comprensión del fenómeno del conflicto y su posible relación con aspectos tangibles e intangibles de la convivencia humana, razón oportuna para que este sea definido como objeto de investigación acción dentro de esta investigación. En esta construcción metodológica cobra vital importancia la perspectiva de la antropología jurídica, la cual permite amparar las premisas regulatorias sobre la figura de condominio de interés social que reglamentan un tipo específico de convivencia, así como sus aristas de interacción social acerca de cómo se comprende, regula y sanciona el conflicto. La Antropología Jurídica se ha ocupado de visibilizar las formas en las que distintas sociedades ventilan sus conflictos y las razones por las cuales se prefieren unos métodos de resolución sobre otros. Al respecto Merry (1987) expone: La forma en que una disputa es gestionada depende de la estructura de la sociedad en la que surge y la relación social existente entre las partes disputantes. […] En general, los estudios antropológicos indican que cuando los contendientes se encuentran unidos por múltiples 30 y variados vínculos sociales, buscarán la forma de arreglar sus diferencias mediante un acuerdo, pero cuando sólo se encuentran relacionados por una única razón particular, procurarán ganar adversaria mente en una contienda en vez de intentar alcanzar un acuerdo. (Merry, 1987, citado por Moreno, 2019) Este esquema de pensamiento permite dilucidar los complejos culturales que conforman distintos ambientes, en palabras de Vincenzo-Ferrari (2015): “En la socialización primaria que proveen las familias, las escuelas y las iglesias se transmiten noticias sobre el derecho, sobre la justicia, las reglas individuales y, lo que es más relevante, sobre el concepto mismo de regla, así como los espacios abiertos a la discrecionalidad y a la desviación”. Desagregar esta compresión del concepto de regla en los individuos, suma muchísimo al análisis del conflicto y a la identificación de oportunidades de mediación en el antropoceno9, entendiendo como el ambiente (en términos generales) es un elemento profundamente determinante y su incidencia en términos específicos, como debelador de fenómenos en la interacción social. 9 El 35 Congreso Internacional de Geología realizado los días 27 de agosto al 4 de septiembre de 2016 - en Cape Town, South Africa- confirmó que la Tierra ha entrado en el Antropoceno, una era causada por la actividad humana que ya está instalada de manera irreversible. Una de las pruebas que ejemplifica de que el mundo ha cambiado para siempre, está en la Ría de Bilbao, en una franja de siete metros de sedimentos acumulados por la industrialización. El grupo de científicos encargados de tomar esta decisión acaba de votar que ya hemos superado el Holoceno. La huella de la actividad humana quedará para siempre grabada en todo el planeta como una línea bien identificable en los estratos que se verán dentro de miles o millones de años en cuevas y acantilados, una referencia permanente para los científicos del futuro. (Nota de prensa Congreso, Diario El País de España Url corta: httDs://aoo.ai/2n2vbs ). En Ortiz veas(2019) 31 1.4. Objetivos General: Realizar un diagnóstico participativo de conflictividad, en el condominio de interés social Río Damas en Desamparados, con el propósito de plantear un programa de atención estratégica y fortalecimiento socio-organizativo para la resolución alterna de conflictos, usando la identificación de requerimientos físico-espaciales tangibles e intangibles como dinamizador común. Objetivos específicos 1. Caracterizar la zona desde los espacios tangibles e intangibles y su papel en la generación del conflicto. 2. Realizar un inventario sociocultural de conflictos del Condominio Río Damas. 3. Identificar requerimientos comunes sociales y físico-espaciales del Condominio Río Damas para establecer una ruta de proyectos estratégicos que fortalezcan la acción organizativa y guíe la mejora física del condominio a posteriori. 32 1.5. Metodología Este método también se guía por áreas o temas significativos de investigación. Sin embargo, en lugar de que la claridad sobre las preguntas de investigación e hipótesis preceda a la recolección y el análisis de los datos (como en la mayoría de los estudios cuantitativos), los estudios cualitativos pueden desarrollar preguntas e hipótesis antes, durante o después de la recolección y el análisis de los datos. Con frecuencia, estas actividades sirven, primero, para descubrir cuáles son las preguntas de investigación más importantes; y después, para perfeccionarlas y responderlas. La acción indagatoria se mueve de manera dinámica en ambos sentidos: entre los hechos y su interpretación, y resulta un proceso más bien “circular” en el que la secuencia no siempre es la misma, pues varía con cada estudio. Ya que el planteado acercamiento es de carácter dinámico se compromete a acoger como sombrilla metodológica al Sistema de Análisis Social (SAS) pues este ofrece inestimables herramientas conceptuales, así como prácticas para recuperar una vasta base de conocimiento dentro de las comunidades marginadas. Para su creador Jacques Chavelier (2009), el SAS ofrece una “fundamentación social” y una “mediación” a través de un “acto de interpretación [con el que] se finaliza un proceso de reflexión aplicado con destreza a través de los esfuerzos de todos los actores involucrados” (Chevalier:2009). A partir de este enfoque la interpretación adquiere un espíritu mucho más poderoso y democrático, debido a que las comunidades le dan sentido a la realidad, liberando al investigador de la tarea interpretativa de la subjetividad y las parcialidades individuales del experto autoritario. Por lo que, potencialmente, permite se puedan mezclar fases para aprovechar los tiempos sociales; a pesar de ello se define una línea de recorrido preliminar y flexible en diferentes etapas, con el propósito de obtener la información requerida. Razón por la que, inicialmente, se retomará la dimensión física como insumo del análisis de sitio ˗entendiendo esta como aquellos estudios descriptivos de 33 la realidad de la unidad territorial del Condominio Río Damas y sus circundantes˗ usando documentación física y digital para caracterizar la zona; para luego adentrarse en la dimensión socio-cultural caracterizando la población a partir del análisis de indicadores de desarrollo, análisis demográficos, pobreza, empleo, problemas y potencialidades socio-culturales; entre otros. Una vez delimitada y caracterizada la zona y la población se pasará a la gestión social del diagnóstico, la cual empleará el método etnográfico combinado con técnicas participativas. Es importante mencionar que se entenderá como metodología etnográfica ˗ya que este método permite un acercamiento al territorio y a la población utilizando el envolvimiento en sus prácticas cotidianas˗ a aquel registro que posibilita caracterizar a los actores y reglas que identifican cada escenario del espacio urbano (ver figura 1); “de manera que cada lugar que integra al espacio urbano es estudiado a través de la dimensión cultural de las prácticas urbanas que cobran importancia por la escala humana con que se concibe y se aborda la ciudad. (Figura 1) Elaboración propia: escenarios cotidianos 34 Siendo de esta forma los espacios son analizados a través de la vida diaria del ciudadano común y del visitante en lugares donde ocurren contactos personales, encuentros y desencuentros, trayectos, el trabajo, la vida doméstica y la sociabilidad” (Tena, 2004). Este aspecto metodológico es transversal a la intervención y paralelo al desarrollo de los procesos propios del diagnóstico en términos generales. La etnografía empleada como instrumento metodológico tendrá fuerza principalmente en las primeras etapas; es decir, a partir del contacto inicial, la identificación de los actores y el establecimiento de la plataforma comunal, al tiempo que se reconocen las posiciones de los grupos y los líderes. Con el fin de permear el paisaje cultural se utilizarán insumos anteriores como recorridos peripatéticos, observaciones, historias de vida y entrevistas históricas. El eje metodológico transversal al estudio se presenta como parte de la investigación acción participativa (IAP), el cual es abordado desde un enfoque basado en el principio de indagar las acciones reales, o propuestas de los actores, que resultan afectados. Como tal, la IAP difiere de la investigación tradicional que los expertos conciben y ejecutan lejos de las personas en estudio y de las acciones o procesos de investigación, contrario a ello el presente análisis pretende librarse de agendas impositivas y hacer fluir las concomitantes del estudio desde y con las personas del condominio. Los aspectos participativos serán entendidos desde la perspectiva teórica de Ezequiel Ander-Egg (1992)) quien considera que hablar de participación requiere, en primera instancia, de la explicación del significado “participar”, el cual define como: “un acto ejercido por un sujeto/agente que está involucrado en un ámbito en donde puede tomar decisiones, debido a que la participación ciudadana incluye todas las actividades que los ciudadanos realizan voluntariamente ˗ya sea a modo individual o a través de sus colectivos 35 y asociaciones˗ con la intención de influir directa o indirectamente en las políticas públicas y en las decisiones de los distintos niveles del sistema político y administrativo (Font et al. 2006) De esta forma se define la participación, a partir de lo expuesto por Chevalier; (2009): La movilización interactiva de los grupos de actores involucrados, los cuales se consideran como “comunidades de interés” (incluidos aquellos que convocan a la actividad, los representantes de los grupos y la comunidad de todos los actores). Ello supone hacer lo que es conveniente con la gente apropiada y en el momento correcto, recopilando: 1) la determinación de los hechos y el análisis de todas las partes competentes, y 2) puntos de vista negociados sobre los problemas y las opciones para la acción. El resultado de este enfoque para la investigación colaborativa y la movilización social es eliminar una indagación extractiva y socialmente irrelevante que se gestione “desde afuera”. Así pues, se facilitan procesos participativos a través de talleres, reuniones focales y entrevistas a sujetos clave, para potenciar la capacidad agencial de los actores sociales, así como el uso de estrategias de interacción y comunicación que permitan una mayor capacidad de gestión y decisión ante una visión de futuro. El enfoque de la presente investigación realiza una mirada abierta, generadora en perspectiva, hasta posicionarse en lo micro y detallado. De esta forma el presente estudio utiliza el enfoque cualitativo, como marco lógico investigativo, de donde se rescata lo expuesto por Hernández (2014) al respecto de dicho enfoque: “en construcciones dinámicas del colectivo que permiten potenciar las energías y sinergias comunales, de manera que no sean obstáculos ni compromisos aburridos, sino más bien espacios de expresión, de empatía y conocimiento local diseminado entre los propios actores”. La idea de generar una síntesis metodológica de análisis, propiciada por el enfoque SAS, se muestra en la siguiente figura: 36 (Figura 2): Modelo SAS, tomado de Guía para la Investigación Colaborativa y la Movilización Social (Chevalier:2009) Del anterior insumo se seleccionan y adecuan herramientas para el análisis, quedando conformado un diagrama metodológico como el que se muestra a continuación en la figura (3). Figura 3: Síntesis metodológica. Elaboración propia 37 Una vez establecida la escogencia de herramientas idóneas de análisis, el diseño de la estrategia de comunicación y convocatoria fueron realizadas de forma transversal al proceso por parte de los distintos agentes sociales a fin de establecer la plataforma del inicio participativo; con el fin de acercar más las personas desde lo local, a través de las perspectivas comunales, entendiendo según lo expuesto por Mefalopulos (2008) que: “Para asegurar que la estrategia es pertinente y efectiva, debe ser diseñada con la comunidad para tener en cuenta sus prioridades y sus aspiraciones. Dicha estrategia reduce la posibilidad de usar enfoques, idiomas, medios, canales o materiales de comunicación inadecuados; Al ser diseñada la estrategia con la gente, es necesario tener en cuenta que: cambio no es necesariamente sinónimo de mejoramiento” (Mefalopulos: 2008) Para dicha aplicación se realiza una aproximación a la mirada conjunta de un análisis sobre las necesidades, oportunidades, problemas y soluciones con distintas técnicas de proyección participativa. La idea es tener una imagen comprensiva más o menos general de la situación comunal para estos ejes de intervención y mediación de conflicto. Se retoma una iniciativa de la antigua administradora y residente del condominio de segmentar por grupos y bloques la conformación de la plataforma social para el condominio, ya que el inmueble consta de 4 torres, por cuatro pisos y dos caras de apartamentos. Posteriormente se inicia con las visitas y entrevistas informalmente a distintos residentes e inquilinos antiguos que se vislumbran como líderes y, a su vez, escogieron a líderes de bloque y edificio ˗siendo que el encadenamiento lo iban recomendando ellos mismos˗ en términos de actores claves. Una vez inventariados los bloques, se pasa a conformar la lista de convocatoria para las reuniones. 38 Las reuniones se realizan en diferentes horarios y espacios dentro del inmueble, siendo que uno de estos espacios, con un gran carácter simbólico, la Casa de Dios (apartamento destinado a actividades de carácter cristiano evangélico); mientras que otros se daban en las zonas de estar, escaleras y apartamentos de vecinos; se establecen horarios por las noches o durante los fines de semana, momento en que las personas disponen de más tiempo y están en los apartamentos. Por primera vez se establece una plataforma de comunicación mediante la aplicación WhatsApp, la cual se utiliza principalmente para aspectos referentes al inmueble. Dicha plataforma se utilizó también para recopilar, mediante un formulario en línea, datos propios del diagnóstico. Los informantes clave10 alimentan todas las fases del proceso diagnóstico, estos se alcanzan mediante la observación de elementos propios de la cotidianidad y de uso del espacio, destacando al mismo tiempo valoraciones culturales y transculturales en torno a las prácticas, costumbres y creencias en torno a la vida en condominio. Durante la pandemia se realizaron entrevistas virtuales a informantes clave mediante aplicaciones web, principalmente como insumos para el estudio de LACITE presentado a FUPROVI; sin embargo, también funcionan como fuente de información pertinente al presente diagnóstico. Se debe aclarar que la mejora de la infraestructura del inmueble es deseable durante las diferentes etapas de análisis; no obstante, esta no se encuentra dentro de los alcances de la presente investigación. 10 Ver Anexo #1:Analisis socio cultural: donde puede encontrarse el detalle metodológico para la recopilación de información a partir de entrevistas a informantes clave. 39 A continuación, se muestra un diagrama (ver figura 4) con la ruta tomada para la realización del diagnóstico, del cual se desprende el marco de formulación del proyecto, aspectos propios de la identificación del problema, contextualización, fases y objetivos, así como estrategias metodológicas, productos y programas. Figura 4. Diagrama de trabajo (Elaboración propia) 40 Capítulo 2 | El desarrollo del proceso de intervención y diagnóstico 41 2.1. Primera etapa: Caracterización 2.1.1. Contexto Geográfico A continuación (ver figura 5) se muestran algunas de las características perteneciente al contexto geográfico del condominio Río Damas: Figura 5. Elaboración Propia (área de estudio) Tal y como se aprecia en la figura 5, Desamparados es el cantón número 3 de la provincia de San José, se localiza al sur de la Gran Área Metropolitana y su fundación se remonta a 1862. En la actualidad es uno de los municipios con mayor densidad poblacional del país (proyecciones al 2024 de la Municipalidad de Desamparados estiman la población en 244.52911 personas), a causa de una intensa inmigración urbana y rural en las últimas tres décadas.; Dicho cantón se encuentra conformado por 13 distritos: Desamparados, San Miguel, San Juan de Dios, San Rafael Arriba, San Antonio, Frailes, Patarrá, San Cristóbal, Rosario, Damas, San Rafael Abajo, Gravilias y Los Guido. Esta unidad política-administrativa limita al norte con Alajuelita, San José, Curridabat y La Unión; al oeste con Aserrí; al sur con León Cortés y Dota; al este con Cartago y el Guarco. 11 Datos extraídos del Plan Regulador de la Municipalidad de Desamparados. 42 Su extensión territorial, delimitada a partir de los 13 distritos que la conforman, evidencia la distribución por kilómetros cuadrados (ver figura 6). Figura 6. tomado de (Briseño; 2021) 2.1.2. Delimitación: Paisaje Urbano Distintos estudios urbanos revelan que más del 60% de la población de Costa Rica se concentra en la Gran Área Metropolitana (GAM), la cual aglutina las cuatro ciudades más grandes del país: San José, Alajuela, Heredia y Cartago; con ello aglomera prácticamente a una veintena de cantones en sus alrededores. Uno de estos cantones circunvecinos, cuyo crecimiento irrumpió de manera acelerada, fue el cantón de Desamparados, tal y como se aprecia en la figura 7 con la trama urbana fijada durante el año 2021. 43 Figura 7. (imagen con fines ilustrativos desde de la iglesia católica central vista al este) Esta región creció aceleradamente y con poca planificación urbana a partir de la década de 1970; situación que devino en un cambio de uso del suelo, al pasar de una marcada ruralidad y de producción agrícola hacia una clara tendencia urbana que incluye servicios, comercio e industria. Como se puede apreciar en la figura 8, la preocupación ante la carencia de planificación urbana ha pasado por episodios complejos que redundan en la configuración actual de las tramas urbanas. Figura 8. línea de tiempo producción de la escena urbana Tomado de (Jimenez;2017) 44 Tal y como se muestra en la figura 8, la planificación urbana en el cantón de Desamparados debió ser pensada como una estrategia indispensable en el desarrollo de la zona; al respecto Jiménez (2017), en su artículo Planificación Urbana en Costa Rica. Apuntes sobre nuestra forma de hacer ciudad en el último siglo señala que: “Se debe vencer el enfoque reglamentario del urbanismo y avanzar a procesos más dinámicos y participativos de gestión consorciada de la ciudad, haciendo énfasis en la renovación de las ciudades y en el uso de los instrumentos de gestión del suelo presentes en el urbanismo contemporáneo. El concepto mismo de plan regulador debe redefinirse y evolucionar hacia planes de ordenamiento territorial más integrales y estratégicos”. A esta tendencia de expansión poblacional acelerada se suma además la complejidad del clima tropical, así como características propias de tierras nuevas y de relleno, ya que este cantón presenta una composición tectónica, geológica y geomorfológica compleja. Según Quesada (2018) esta conformación imprime características geodinámicas intensas, condiciones que hacen de este territorio un espacio geográfico idóneo para el desarrollo de procesos naturales que podrían ser peligrosos para la población, llegando incluso a convertirse en desastres naturales. Al respecto este autor menciona: “Del mismo modo, los registros de desastres se ubican, en mayor medida, dentro de la GAM, donde cabe resaltar que, en 45 años de estudio de desastres en esta unidad político- administrativa, se observó cómo el cantón de Desamparados, entre 1985 y 2013, tiene el registro más alto de eventos” (Quesada-Román, en Quesada: 2018). De esta forma resulta mucho más oportuno una división territorial dividida de acuerdo con sus características fisiográficas en planicies y rampas, así como en las zonas montañosas. Aunado a lo antes expuesto se suma a los eventos, altos niveles de precipitación media anual, que varía entre los 1500 y 3000 mm anuales; no obstante, debido a su localización, frente a una serie de cuencas hidrográficas que drenan hacia el río Virilla, al 45 norte, y el río Candelaria, al sur, durante lluvias extraordinarias dichos sistemas fluviales resultan insuficientes llegando a sobrepasar su capacidad de drenaje y provocar inundaciones en comunidades cercanas a dichos cauces (ver figura 9). A estas características debe agregarse la condición producto de las fuertes pendientes en las zonas montañosas, lo que incide en la ocurrencia de deslizamientos prácticamente todos los años, según el estudio anteriormente citado. Figura 9. Tomado del Plan de prevención de Riesgos y atención de emergencias del cantón de Desamparados. Municipalidad de Desamparados 2017-2021. Estos eventos naturales, propios de las características geomorfológicas y geotectónicas del lugar, así como su ubicación céntrica, contrastan con la presión urbana de construcción de viviendas y condominios sobre los distintos sistemas ecológicos y de infraestructura presentes. A manera de ejemplo para el 2012, según el VI Censo de Vivienda, se contabilizaba que en el país había casi 70.000 casas ubicadas en condominios, en edificios de apartamentos o en apartamentos en condominio; de esta cantidad, el 55% se ubica en la provincia de San José. 46 En San José, los cantones que tienen más casas o apartamentos en condominios y apartamentos son el Cantón Central, Desamparados y Escazú. Esta tendencia de crecimiento de construcción de condominios se fue direccionando con el tiempo a la búsqueda de mayores espacios desconcentrados del cantón de Desamparados, así como para otros cantones de la GAM, ampliando la mancha urbana hacia otras zonas. Para el periodo del año 2010 al año 2018 en total se han construido cerca de 6.314.582 m2, esto representa cerca del 70% de todos los m2 construidos en el país en un solo destino. El cantón de Alajuela se ubica como el número 1 en desarrollo de condominios a nivel nacional. Según datos proporcionados por Sánchez (2019): Durante el periodo de análisis, 1 de cada 5 m2 dentro del GAM se localizó en este cantón. A nivel país, el 15% de toda el área en condominios se concentró en este municipio. El restante 50% del área construida en condominios dentro del GAM se ubica en 6 cantones: San José, Santa Ana, Heredia, Curridabat, Cartago y Escazú. Luego, existe un grupo de 8 cantones que agrupa un 20% del área, estos son: La Unión, Montes de oca, San Pablo, Goicoechea, El Guarco, Santo Domingo, Alajuelita y San Rafael. Los restantes 14 cantones agrupan menos del 9% del área construida en condominios. A esta información proporcionada por Sánchez es preciso agregar que el cantón de Desamparados aporta el 1.54% de áreas construidas en condominios. 47 Figura 10. Mancha urbana de la GAM (Tomado de Sánchez;2019) Como se aprecia en la figura 10, la mancha urbana en la GAM, y específicamente en el cantón de Desamparados, está siendo contenida, como consecuencia de los esfuerzos de regulación y planificación municipal e interregional; sin embargo, estos planes muchas veces adolecen de carencia de actualización, modernización. En este punto es importante mencionar que muchos municipios no cuentan con Plan Regulador, mientras otros solo los poseen de forma parcial, tal es el caso del cantón de Desamparados, situación que permea en una débil aplicación de las políticas de uso del suelo y los valores asociados al precio de la tierra. Es claro que la necesidad de vivienda de interés social es un aspecto sumamente relevante en el cantón de Desamparados debido a bajos índices de desarrollo social cantonal que, según Castro (2020) lo ubican en el puesto 49 de 81 cantones, así como por múltiples factores históricos-económicos. A manera de ejemplo, el último informe nacional de vivienda de FUPROVI (2021) menciona que desde el año 1987 hasta el año 2020 se ha asignado la suma de 12.554 bonos de vivienda a este cantón. 48 Desamparados se presenta como una muestra clara de expansión urbana, dinámica y en constante crecimiento que alberga una tendencia hacia la verticalidad, condominios, vivienda formal, informal y asentamientos en precario que subsisten en un contexto geomorfológico social y urbano complejo. Estos son algunas de las condiciones que caracterizan la vida en condominio de los habitantes de Río Damas, más adelante se abordarán aspectos específicos de las vicisitudes cotidianas, debido que, territorialmente hablando, el inmueble se localiza en el distrito de San Antonio; no obstante, se ubica precisamente al borde del límite del Casco Central, razón por la que sus quehaceres se encuentran estrechamente ligados a esta zona situada a tan solo unas cuantas cuadras de distancia. 2.1.3. Caracterización Social El emplazamiento se constituye en un componente que muchos autores han señalado como explicación para las tendencias urbanas con respecto a su dirección, programación e intención desde un posicionamiento de las fuerzas económicas; es decir, a partir de su comportamiento en el mercado e incorporación ideológica en las rutinas humanas y sociales, así lo aborda Fürts (2009) en su artículo “Globalización, urbanización y ambiente. Elementos para una agenda alternativa del desarrollo urbano-espacial” en el cual argumenta que: “El proceso de cambio al sector terciario se acompaña de la expansión territorial, del capital comercial a través de centros comerciales en las periferies de la ciudad, una forma de organización caótica de la economía de servicios y capitales transnacionales en un proceso de globalización corporativa”. Estudios en el tema evidencian que en los años 90 se dio una transformación de la economía costarricense que reconfiguró el espacio urbano, Al cambiar el modelo productivo a la tercerización provocando con ello una dinámica urbana excluyente. 49 Como consecuencia del cambio de modelo se fortalecieron distintos polos de desarrollo habitacional consignándoles una alta plusvalía, mientras se limitaba la inversión de vivienda social; Sasa (2017) entiende “de allí que el proceso urbano dominante fuese la modernización de algunos sectores de la trama urbana consolidada y en consecuencia el fortalecimiento de la distinción y segregación espacial”. De esta forma se fue moldeando, en gran medida, la configuración social a partir de las reproducciones de lógicas espaciales en sintonía con las fuerzas económicas imperantes. Así el cantón de Desamparados es una pieza más (del gran mosaico de la GAM) traslapado por la acelerada expansión física provocada en sus inicios por las fuerzas económicas; mismas que exigían saltos del sector primario de agricultura al secundario de la industrialización, el cual no fue capaz de absorber la masiva migración interna, acompañada por la inercia de asentamientos y requerimientos de servicios, saltando a una dinámica de vida que solicitaba cada vez más la tercerización de la economía, incluyendo servicios del gobierno, pequeños comercios y servicios personales. Esa lógica, tal como se aprecia en la figura 11, se impuso a lo largo de los años en Desamparados, marcada por la falta de mecanismos de planificación urbana. De ahí que actualmente, este cantón ese constituya en la tercera área política administrativa más poblada del país -justo después de Alajuela- donde su densificación cantonal se contabiliza en 1994.44 habitantes por km2 (INEC 2016). Figura 11. tomado de (Briseño 2021). 50 2.1.4. Historia Desamparados fue fundado, con el nombre de "Dos Cercas", aproximadamente en 1750 cuando pobladores de la capital empezaron a buscar áreas para abastecer la entonces naciente San José de La Boca del Monte. Algunos de los nuevos pobladores se establecieron en el paraje entre los ríos Tiribí, Damas y Cucubres, lugar donde actualmente se halla la ciudad Desamparados. El nombre Dos Cercas se debe a que la zona era una gran área dedicada a agricultura y sus moradores delimitaban grandes fincas con púas a ambos lados del camino rumbo a la capital. A continuación, en la figura 12, se esbozan algunos de los puntos claves en cuanto a la construcción y consolidación histórica de Desamparados: Figura 12. Historia de Desamparados. Fuente: (Briceño;2021) Tal y como se muestra en la figura 12, en 1821 empezó a venerarse en el lugar a la Virgen de los Desamparados y es cuando cambia su nombre a “Villa de Nuestra Señora de los Desamparados”, erigiendo su respectiva parroquia en 1825; con el tiempo se le conoce solo como "Desamparados". En 1855 alcanzó el grado de Villa y para 1862 el cantonato; sin embargo, no es hasta 1877 que logra convocar su primera sesión de Concejo Municipal. 51 Desamparados se compone actualmente de 13 distritos todos representados en su Concejo Municipal, el último en crearse fue Los Guido en el 2003 (Estrada; 2015). 2.1.5. Indicadores Sociales del Cantón Tal como muestra la figura 13, para el año 2025 se estima un aumento de la población de Desamparados de un 22.4%, en relación con la población del año 2011, sumando un total de 255.000 habitantes en este territorio. Figura 13. Tomado de Briseño 2021 A partir de figura 13 se infiere que la población del cantón es bastante joven y con una clara tendencia al crecimiento, por lo que su participación en el sector terciario redundará en mayores requerimientos de espacio y suelo urbanizable para atender la demanda de requerimientos básicos y trabajo. Seguidamente, en las figuras 14 y 15, se describen algunos de los principales indicadores del cantón; a fin de extrapolar la caracterización de los pobladores del Condominio Río Damas y su contexto social. 52 Figura 14. Elaboración Propia Figura 15. Elaboración Propia 53 De esta forma se evidencia cómo el cantón presenta grandes fenómenos en temas urbanos, económicos y sociales. Su mayor fortaleza: gran cantidad de población se constituye al mismo tiempo en su mayor reto. Los problemas asociados emergen desde distintas aristas desencadenando indicadores como: falta de trabajo, tercerización de la economía, pobreza multidimensional, afectación de la salud, baja protección social, movilidad urbana reducida, alta congestión vehicular, faltante de vivienda digna, carencia de espacios públicos, conflictividad social, inseguridad y narcotráfico; así como problemas ambientales por contaminación de ríos y riesgo de inundación, escasez de oferta cultural, deportiva inclusiva y amplia. Todo ello se constituye en factores asociados ante la carga de los sistemas, producto de la expansión urbana, y a la carencia de requerimientos para asentamientos con ubicaciones cercanas a la capital. 54 2.2. Segunda etapa