1 Efectos de la actividad turística en los patrones de comportamiento de Stenella Attenuata Gray, 1846 (Delfín Manchado) Del Pacífico Central de Costa Rica Raúl Sobrero (Tesista) Laura May Collado (Directora) Mercedes Marchese (Co-Directora) Universidad Nacional del Litoral - Argentina Facultad de Humanidades y Ciencias Universidad de Costa Rica Sistema de Estudios de Posgrado en Biología Programa de Voluntariado UCR JUNIO 2002 1 2 3 4 2 1. C o n t e n i d o 1. Contenido 1 2. Resumen 3 3. Marco teórico 5 3.1. Earthwatch y la legislación 11 4. Objetivos 15 5. Materiales & Métodos 16 5.1. Área de estudio 16 5.2. Toma de Datos 18 5.2.1. Datos ambientales 20 5.2.2. Datos de navegación 21 5.2.3. Datos biológicos 24 5.2.4. Encuestas a la tripulación 28 6. Resultados 29 6.1. Condiciones meteorológicas 29 6.2. Distancia con respecto a la costa y profundidad 29 6.3. Descripción de la estructura social 29 6.4. Patrón de comportamiento animal 30 6.5. Tipos de maniobras y estrategias implementadas 33 por las embarcaciones. 6.6. Descripción por día en la toma de datos 34 6.7. Tráfico marino 37 3 6.8. Estilos de avistajes 38 6.9. Presencia de vida silvestre asociada 39 6.10. Presencia de cicatrices o lesiones 40 6.11. Signos de contaminación marina 41 6.11.1. Marea roja 41 6.11.2. Polución 42 6.12. Encuestas - análisis descriptivo 43 6.12.1. Turistas 43 6.12.2. Análisis de las preguntas 44 6.12.3. Nacionalidades - edades de la 46 tripulación 6.12.4. Propietario 47 7. Discusión 49 8. Conclusiones 58 8.1. Guía de Conducción 59 9. Bibliografía citada 62 10. Anexo 70 10.1. Fotos 10.1.1. Stenella attenuata (Gray, 1846) 10.1.2. Área de estudio 10.1.3. Marea roja 10.2. Modelos de encuestas 10.2.1. Turista 4 10.2.2. Propietario 2. R e s u m e n Costa Rica se caracteriza mundialmente por su elevada biodiversidad. Los mamíferos marinos, pertenecientes al orden Cetacea, representan un total del 30% de las especies conocidas. El turismo en torno a delf ines ha aumentado a escala global, durante las últ imas dos décadas en forma signif icativa y fundamentalmente afectando a especies costeras. Esta actividad con frecuencia, no es l levada a cabo adecuadamente, ya que los operadores turísticos con el f in de concretar el avistamiento, ejecutan cualquier maniobra sobre las poblaciones si lvestres. La falta de control y los disturbios crónicos, en diversas poblaciones mundiales, han concluido en la desaparición de la especie del sit io por la migración masiva, trayendo como consecuencia definit iva el cese de la actividad turística y obviamente un impacto importante sobre los animales y el medio marino. Los objet ivos de planteados fueron determinar el patrón de comportamiento de Stenella attenuata Gray, 1846 (delf ín manchado) del Pacíf ico central de Costa Rica ante la presencia de embarcaciones turísticas y sugerir normas de conductas junto con recomendaciones de acercamiento a los delf ines en el área estudiada. Para el lo, se implementó la siguiente metodología: con 43 Hs de navegación, (1:00-6:00 p.m.), durante el mes de marzo de 2001 (estación seca), se recolectaron datos en aguas del Parque Nacional Manuel Antonio - Quepos; las plataformas de observación fueron las embarcaciones prestadoras del servicio turístico. Periódicamente fueron considerados datos ambientales: meteorológicos; de navegación y biológicos. Se elaboraron encuestas para los turistas que avistaban y a los operadores prestadores del servicio. 5 Durante las observaciones la distancia con la l inea costera fue menor a los 500 m con una profundidad cercana a los 37 m y las condiciones meteorológicas fueron estables. De 10 grupos avistados con un total de 99 animales, el rango para el tamaño del grupo fue de 5 -15 individuos en toda ocasión con presencia de animales jóvenes; algunos adultos y también conformando parte del grupo hembras con crías. En ningún se registró la presencia de recién nacidos. En cuanto al patrón de comportamiento diurno de los delf ines la social ización posee la mayor frecuencia de registro, seguido por el forrajeo y con menor ocurrencia aún al desplazamiento. Las subcategorías comportamentales con mayor ocurrencia denotada dentro de la categoría social ización fueron las exhibiciones (saltos), seguido por el nado en proa. Algunos animales desplegaron Spy- hopping aunque con una ocurrencia menor. En las reacciones medibles a corto plazo se pudo ver a la desociación del grupo animal con la mayor ocurrencia durante las observaciones; tai l-slapping demostró una baja frecuencia. La dirección de nado mayori tariamente fue centrífuga con altas velocidades y variando conjuntamente parámetros f isiológicos como la venti lación (incrementada). Puede considerarse incorrecto el manejo del recurso fauna marina en esta región, la actividad demuestra un alto crecimiento y es demandada principalmente por el turista nortemaericano. 5 3. M a r c o T e ó r i c o Costa Rica se caracteriza mundialmente por su elevada biodiversidad. Los mamíferos marinos, pertenecientes al orden Cetacea, representan un total del 30% de las especies conocidas mundialmente (May - Collado et al., 2001 en prensa) y en algunas regiones protegidas del país, como en el área de conservación Osa (Golfo Dulce), Islas Murciélago, Parque Nacional Manuel Antonio (PNMA), Gandoca Manzanil lo y en el Parque Nacional Isla del Coco; existen poblaciones residentes de las siguientes especies: Tursiops truncatus (n.v. bufeo), Stenel la. attenuata (n.v. delf ín manchado), S. longirostris centroamericana (n.v. estenela gi radora o Tornil lo), Sotalia f luviati l is (n.v. tucuxi). Según May - Collado (com. pers., 2002) en el pacíf ico oriental tropical S. attenuata posee tres subespecies: oceánica, costera (S. a. graffmani) y la hawaiiana. La especie de interés, en este estudio, S. attenuata (Gray, 1846), en centroamérica comúnmente l lamada delf ín manchado, es reconocida por su cuerpo esbelto; dorso de color gris oscuro, con vientre claro y gran profusión de manchas blancas, distribuidas en los f lancos. El color varía con la distribución y la edad de los ejemplares. Su hocico es largo; aleta dorsal alta curvada, falcada; aletas pectorales cortas y puntiagudas. El tamaño del animal adulto t iene un rango de 1,6 - 2,4 m (hembras) o 1,6 - 2,6 m (machos), pueden alcanzar los 120 Kg de peso y al nacer t ienen un largo total aproximado de 85 cm (Jefferson et al., 1993) (Fig.1). Según May - Collado (com. pers., 2002) la subespecie costera se mueve en manadas por lo general menores a los 300 individuos, mientras que la oceánica supera este número (≥ 300). Se caracterizan por su distribución en mares templados de 22°C o más (Gambell et al ., 1975 en Lichter & Hooper, 1983). Es citada para 6 todos los océanos entre los 40°N y 40°S, aunque es más abundante en las lati tudes más bajas de este rango (Jefferson et al. , 1993). Es depredadora principalmente de peces epipelágicos y calamares, fundamentalmente durante el día (Cubero - Pardo & Rodríguez - Fonseca, 2000). Los nacimientos ocurren a lo largo de todo el año con un mínimo incremento durante la transición de la estación seca a la l luviosa (mayo-agosto) (Cubero - Pardo & Rodríguez - Fonseca, 2000). Para el Pacíf ico costarricense t iene el estatus de especie residente y sus poblaciones son relativamente abundantes. CITES (Convención Internacional para el Tráf ico de Especies Silvestres) incluye al delf ín manchado en el apéndice II; las frecuencias de varamientos citadas para el mundo son medias, mientras que para Costa Rica es baja. Fig. 1. Morfología externa de S. at tenuata . (Tomado de Jef ferson et al. , 1993) 7 Estos animales son los más abundantes en el Pacíf ico oriental y es la especie de mayor interacción con el atún. Se lo asocia con el atún de aletas amari l las "yellowfin tuna", S. longi rostris y otros depredadores pelágicos. Los pescadores uti l izan esta asociación para local izar ef icientemente al atún. Northridge (1992) al examinar la interacción entre mamíferos marinos y pesca, identif ica al del f ín manchado como la especie más frecuentemente capturada en la pesquería del atún con artes de cerco, estimando que en 1989 los ejemplares capturados fueron unos 55.000 y el volumen total (dos poblaciones) se estimó en 3,6 mil lones de ejemplares. Otro arte de pesca empleado es la pesquería costera con redes de enmalle, siendo de gran impacto sobre especies costeras y menos numerosas. En Costa Rica el impacto de la pesca artesanal no se conoce con certeza, aunque podría tener impacto de relevancia en ciertas local idades (May - Collado com. pers., 2002). Las grandes bal lenas y los delf ines, principalmente los últ imos, históricamente fueron considerados por el hombre animales carismáticos por el hombre (Lochyer, 1990 en Leatherwood & Reeves, 1990). Por lo tanto, son populares debido al apoyo recibido por di ferentes medios de comunicación que los muestran como animales con alto grado de social ización con el hombre y de una gran intel igencia. Las campañas de conservación real izadas por diferentes organizaciones no gubernamentales también han contribuido ampliamente en este sentido. Esto fomentó diferentes actividades relacionadas con poblaciones si lvestres, diferentes tipos de usos del recurso fauna, entre las que se reconoce al turismo (nado con delf ines, avistamientos de ballenas), extracción para cautividad (shows en oceanarios) e incluso en algunos casos para actividades mili tares. El turismo en torno a los cetáceos ha aumentado a escala global, durante los últ imos 20 años en forma signif icativa y 8 fundamentalmente afectando a especies costeras. La observación de cetáceos (Whale and dolphin watching I) en el mundo y otras actividades de entretenimiento con el los, impl ican un ingreso cercano a 1 bi l lón de dólares y atraen a más de 9 mil lones de turistas por año en 87 países y terri torios (Hoyt, 2000). La falta de control y los disturbios crónicos, en diversas poblaciones mundiales, han l levado a la desaparición de grupos residentes por la migración masiva (sin reconocer la especie), trayendo como consecuencia defini t iva el cese de la actividad turística y obviamente un impacto importante sobre los delf ines y el medio marino (IFAW et al ., 1995). IFAW et al.(1995) reconoce tres actividades principales en relación al turismo con ballenas y del f ines: al imentación a los animales, natación con los animales "swimming whit dolphins and whales" y circulación de botes. Durante el período correspondiente al año 1998 en aguas de Costa Rica fueron involucradas en este tipo de act ividad 1.227 ballenas (sin reconocer la especie) con un ingreso total de U$ 218.000. Según Hoyt (2000) se pudo observar el incremento en el número de animales avistados desde 1991 (mínimo) y 1994 (más de 100). La actividad turíst ica alrededor de estos animales en aguas jurisdiccionales está presente con mayor énfasis como dij imos anteriormente a partir de 1997; la popularidad de la actividad fue incrementando de manera gradual y especialmente a lo largo de la costa del Pacíf ico: la península de Nicoya (Sámara y Carri l lo), la península de Osa (Bahía Drake y Golfo Dulce) y el Golfo de I Observación de del f ines y bal lenas s i lves t res , casi invar iablemente es conducida desde una p lataforma (e .g. embarcación, avión) no se excluye act ividades ta les como al imentar o nadar con los cetáceos ( IFAW, Theth ys Research Ins t i tute & Europe Conservat ion , 1995) . 9 Papagayo (Cubero - Pardo & Rodríguez - Fonseca, 2000; May - Collado com. pers., 2002). Podrían citarse a modo de ejemplo una empresa norteamericana de turismo l lamada "Divine Dolphin" (www.divinedolphin.com) que ofrece tours a la isla Caño (localizada en el pacíf ico sur costarricense), promocionando al lugar como óptimo para nadar con ballenas jorobadas. "Talamanca Dolphin Foundation" que ofrece viajes para observar al tucuxi y bufeo, dentro del marco de proyecto de conservación del recurso. No se ha l legado a conocer cuánto afecta esta actividad al grupo animal, es por eso la necesidad de medir y cuanti f icar el nivel de alteración de los cetáceos frente a esa presión, a corto o largo plazo, y así poder tomar decisiones para el manejo y conducción de estas actividades, mejorar su legislación y las normas gubernamentales relacionadas (IFAW et al., 1995). En Costa Rica según Cubero Pardo & Rodríguez Fonseca (2000) la fauna terrestre se ve protegida por la Ley General de Vida Silvestre (GVS) y por la reciente Convención de CITES (Nº 7416 Ley gubernamental). Indirectamente se protege a los mamíferos marinos a través de la Convención Internacional sobre Leyes Marinas Nº 7291, sin embargo, el medio marino no tiene una adecuada legislación y en casos particulares no existe; aunque habría que considerar el acatamiento de leyes mundiales sobre jurisdicción nacional por ser miembro activo de la Comisión Internacional Ballenera (IWC) (May - Collado com. pers., 2002). En términos de la GVS solamente se incluye al manatí (Mammalia: Sirenia). En 1998, se crea por Decreto del Gobierno un Acta para la protección de los miembros de la famil ia Delphinidae, la misma incluye prohibición de caza, persecución, captura y posesión de delf ines que habiten aguas de soberanía costarricense. Ante la presencia humana los animales, principalmente los mamíferos, reaccionan de diferentes maneras, conociéndose gran 10 parte de esto en los de hábitos terrestres. Los animales cambian su patrón comportamental o su f isiología (aumento de la frecuencia cardíaca, def iciencia inmunológica, diversas patologías) en respuesta a la presencia humana, a un corto o largo plazo de tiempo, o pueden también ignorar la presencia del hombre, es decir se produce habituación (falta de reacción a largo plazo a ciertos estímulos). Los animales pueden además indicar tolerancia frente a un estímulo, aunque el estímulo sea modif icador, será "tolerado" simplemente por ser importante para la realización de alguna actividad del grupo. Frente a otros estímulos los animales podrían volverse más sensibles, es decir, reaccionando de manera desproporcionada, sinérgicamente (IFAW et al., 1995). Todos los mamíferos exhiben estos parámetros, en los terrestres su observación se faci l i ta por la accesibi l idad al medio, mientras que en los marinos se dif iculta. Cuantif icar correctamente el impacto II de las actividades sobre los animales no es una tarea fáci l , porque, en primer lugar nos encontramos con la carencia de conocimiento de lo que puede considerarse como normal, sin disturbios, en el comportamiento de los cetáceos. De esto surge la imposibi l idad de aislar y reconocer el factor potencial de disturbio. A esto se suma el hecho de que los cetáceos están sujetos a un amplio rango de otros estímulos ambientales. No obstante, cada vez se hace más evidente la respuesta negativa de los animales ante la presencia de embarcaciones. Según IFAW et al. (1995), los disturbios pueden ser clasif icados en tres niveles de consecuencias: II Se def ine como l a al t eración de a lguna caracter ís t ica del individuo, grupo o población de cetáceos mediado por whale watching . Un impacto no necesar iamente es negat ivo pudiendo ser pos i t ivo , neut ro o desconocido (IFAW, Thethys research Inst i tu te & Europe Conservat ion , 1995) . 11 • Inmediata: acciones frente a la col isión directa animal - embarcación. • A corto plazo: impacto sobre el comportamiento, afectando cortejos e interacción madre - cría ocasionando desequil ibrios energéticos en el rendimiento de los animales. • A largo plazo: reducción del rendimiento poblacional, consecuencia de los cambios ecológicos y en los sucesos de crianza. Generalmente los estudios se enfocan a reconocer los parámetros relacionados con efectos a corto plazo, de fácil interpretación y medición; mientras que los de efectos a largo plazo si bien son de mayor relevancia y signif icativos, porque poseen una implicancia directa sobre la productividad, las condiciones físicas y la distribución de la población animal, son más di f íci l de interpretar. Las investigaciones científ icas, se han intensif icado en los úl t imos años en Costa Rica (May - Collado com. pers., 2001) y esta tendencia también fue observada en Argentina. La investigación en mamíferos marinos comparte con otras ciencias un comienzo descriptivo - natural ístico, etapa que se mantiene y que continua siendo productivo. No obstante, en la actualidad se denota un desplazamiento hacia una fase tecnológico - instrumental (Campagna, 1999). 3.1. Earthwatch y la legislación. Entre los países que redactaron normas de conductas frente a las poblaciones naturales de delf ines y ballenas y que han gestado legislaciones de protección hacia los cetáceos y otros recursos en relación se identif ican a los Estados Unidos con el Acta de Protección 12 para los mamíferos marinos de 1972. Luego, el acta de especies en peligro de 1973 que protege a las ballenas y su medio; rige dentro de las 200 mil las marinas y prohibe el acoso hacia los animales por operadores turísticos o cualquier persona. Se define la palabra acoso, como "cualquier acto intencional o negligente hacia la vida si lvestre, que creen incomodidad extendiéndose a la alteración de los comportamientos normales". En relación a esto últ imo se han creado confusiones en cuanto a "comportamientos normales" reconociéndolo como un concepto ambiguo. Los responsables de ejecutarlas son el Servicio Nacional Marít imo de Pesca y las fuerzas de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration). Nueva Zelanda regula a través del Departamento de Conservación (DOC) el cual posee un sistema para otorgar permisos a los operadores comerciales. El permiso es administrado dentro de las regulaciones de protección de mamíferos marinos de 1978 y 1992. Se prescribe una correcta conducta por los operadores de turismo y otras personas en presencia de cetáceos en aguas de alrededores de Nueva Zelanda así como en aguas pesqueras de la misma. En caso de malas conductas esto se reporta a la DOC que puede suspender el permiso otorgado y el sistema resulta efectivo. El Reino Unido posee legislaciones que se tornan ambiguas en el momento de practicarlas, principalmente en lo que respecta a la jurisdicción de actuación de las leyes y actas. El Acta de 1981, Parte 1, Secc. 9 4 (a) y (b) trata la intencionalidad en cuanto a la actuación con estos animales. La misma Acta es revisada en 1986 donde se le da importancia relevante a las poblaciones de cetáceos, siendo por esto en la actualidad la más importante base para el control y regulación. Sin embargo existen contradicciones en el momento de definir al hábitat como el mobil iario de cada especie. Otra de las Actas que trata al tema es la del Gobierno Cívico de Escocia del año 1982, Parte 1, Secc. 121. 13 Portugal, específ icamente en área de las islas Azores donde esta act ividad es frecuente, está prohibido nadar con grandes cetáceos aunque se permite con ciertas condiciones y regulaciones nadar con 5 especies de delf ines: Delphinus delphis , Stenella attenuata, S. coeruleoalba, Grampus griseus y Tursiops truncatus. En estos casos solamente se autoriza el snorkel y no SCUBA. Organizaciones no gubernamentales junto con las Insti tuciones universitarias y el Gobierno trabajaron en conjunto para la regulación de la observación de ballenas y delf ines. En la Asamblea Legislativa regional en marzo de 1999 se aprueba y acepta un código de conducta para la observación de cetáceos (Dec.Leg.Reg. 9/99/A del 22 de marzo). Esta regulación incentiva la formación de una estructura independiente: la Sociedad para el estudio y protección de los mamíferos marinos de las Azores así como el nacimiento de un santuario. En la patagonia Argentina, como caso particular la península de Valdés con sus golfos y caletas puede ser considerada una gran reserva de mamíferos marinos. Las condiciones favorables contribuyen para la congregación de ballenas francas australes (Eubalaena austral is) para el cumplimiento de sus funciones vitales. El perf i l de costero de la península es variable y ofrece una gama de ambientes propio para el desarrol lo de distintas act ividades biológicas. En 1992 la W.W.F (World Wildl i fe Found) est imó en 2000 ejemplares la población mundial de esta especie, desde 1990 se l levan censado en la zona mas de 1000 ejemplares, cifra que implica la mayor concentración de este animal en el mundo. Existe una regulación que protege internacionalmente a esta especie desde 1935, también la IWC decretó el cese total de la caza desde 1985 a 1990. En 1984 debido al boom turístico y publicitario el Congreso Nacional por Ley # 23094 declara a la especie "monumento natural nacional". 14 En 1972 el Gobierno de la Provincia de Chubut declara al Golfo San José: parque marítimo provincial. Como presión antrópica de importancia se reconoce en el área, a pesar de la legislación vigente, al turismo y a los ejercicios por parte de la Armada Argentina. En el otro golfo de la península (el mas extenso en superf icie): el gol fo Nuevo, se repiten estas presiones y se le suman la creciente contaminación urbana e industrial del más importante asentamiento humano de la región (Puerto Madryn) y el constante tráf ico naviero que genera dicha población costera. Por el momento no se han realizado trabajos de relevancia científ ica en relación al impacto causado por el gran número de turistas que cada año avistan a estos animales. Por otro lado, sí se pudo comprobar cambios evidentes en los comportamientos habituales, algunas madres pueden abandonar a las crías, modif icando sus trayecto de desplazamiento (tornándose errát ico, cambiando dirección, sentido y velocidad de natación). La otra parte de la población de esta especie del Atlánt ico sur reside en aguas de Sudáfrica. Debido a que en estas costas se repiten los posibles factores de disturbio observados en Argentina, (siendo las principales el turismo y el tráf ico naviero), se controla prohibiendo y definiendo todo acoso a las ballenas francas, adoptado en 1980 como parte del Acta de pesca marina (Sea fisheries Act . de 1973), se reforma en 1984 y se incorpora como parte del acta de 1988 como regulación #30. El Departamento de Conservación Natural y Parques fortalece la legislación realizando el control of icial. 15 4. O b j e t i v o s • Determinar el patrón de comportamiento de Stenel la attenuata (delf ín manchado) del Pacíf ico central de Costa Rica ante la presencia de embarcaciones turísticas. • Sugerir normas de conductas y recomendaciones de acercamiento a los delf ines manchados (S. attenuata) en el área estudiada, considerando regulaciones mundiales y los datos aportados en este trabajo. 16 5. M a t e r i a l e s & M é t o d o s 5.1. Área de estudio. La costa del Pacíf ico tropical de Costa Rica (imagen satel i tal) es reconocida por diferentes aspectos, uno de el los es la abundancia zooplanctónica; por lo mismo se especial iza en importantes tramas tróf icas incluyendo a grandes animales como pueden ser los cetáceos y otros animales como tiburones ballenas, rayas y peces sierra (Cubero - Pardo & Rodríguez - Fonseca, 2000). La línea costera caribeña costarricense es recta a diferencia de la pacíf ica (Fig.2) que es i rregular con la existencia de tres importantes golfos: Papagayo (182 Km²), Nicoya (1326 Km²) y Dulce (745 Km²); acompañados de bahías y estuarios que en conjunto brindan relevantes refugios para las especies migratorias y residentes de la zona (Cubero - Pardo & Rodríguez - Fonseca, 2000). El área de estudio comprende al Parque Nacional Manuel Antonio (ver anexo, punto 10.1.2.) sobre la costa del océano Pacíf ico, que se localiza a 7 Km al SE de la ciudad de Quepos (09°26´N, 84°09´W) (ver anexo, punto 10.1.2.). El parque comprende un área terrestre de aproximadamente 682 Ha y 55.000 Ha marítimas, e incluye 12 islas localizadas a una corta distancia desde la costa. La fauna es diversa, siendo citadas 109 especies de mamíferos y 184 especies de aves, siendo las marinas las de mayor abundancia (ICT/SPN-MIRENEM, 2000). Otras especies citadas por ICT/SPN- MIRENEM (2000) son: Poriphera (10 especies), Cnidarios, clase Anthozoa (19 especies), crustáceos (24 especies), algas (17 especies) y 78 especies de peces (muchos de el los con importancia económica) 17 Arr iba: imagen satel i tal sector izada de Amér ica Centra l, donde se observa de norte a sur: El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Colombia. Tomada de Nat ional Geographic - Map Machine (2002). Izquierda: Fig. 1. Mapa con div isión pol í t ica de Costa Rica marcando el área de estud io, modif icada de UCR (1996). 18 5.2. Toma de datos. Con un promedio aproximado de 43 hs de navegación, durante el mes de marzo de 2001 (estación seca), fue recolectada información en el área de estudio. La información obtenida se relacionada con la actividad turística en torno a cetáceos si lvestres, es decir el comportamiento de las embarcaciones en el momento de avistar grupos de delf ines y las conductas exteriorizadas por los úl t imos en el momento de producirse el encuentro. También fueron consideradas variables ambientales y previamente a la toma de datos en campo se presentaron objetivos del trabajo a todos los prestadores de servicios turísticos de la región. Se elaboraron encuestas para los turistas que avistaban y a los operadores prestadores del servicio. La plataforma para el registro de los datos fueron las embarcaciones prestadoras del servicio turístico (Tabla 1). Desde cubierta los animales eran observados cubriendo los 360° del horizonte mediante rastreos con y sin prismáticos binoculares, al ternativamente y de manera permanente; cronometrando la variable temporal. Tipo de embarcación. Motor [Hp] Eslora [Fts] Capacidad máxima de tr ipulación. Bote con motor fuera de borda 65 26 10 personas Velero con motor "Sloop" 25 35 5 personas Velero con motor "Catch-gulestar" 230 53 25 personas Tabla 1 .Caracterís t icas de las p lataformas de observac ión. 19 2  Fig. 3. Mapa del área de estudio, con t ransecta (en línea cont inua con f lechas: ruta y direcc ión de crucero). Modif icada de LTQ (2001) Sitio de Snorkel Parque Nacional Manuel Antonio El t iempo de observación desde la plataforma coincidió con el t iempo destinado para completar el recorrido involucrado en el tour (4 horas aproximadamente). El recorrido no varió demasiado entre los viajes, ya que siguen un recorrido casi estandarizado, lo cual podría ser considerado a modo de una transecta para la toma de muestras (Fig.3). 2 Playa Espadilla 20 Periódicamente fueron considerados los siguientes datos: • Datos ambientales: meteorológicos. • Datos de navegación. Tipos de acercamientos de las embarcaciones. • Datos biológicos – Cetáceos. – Vida si lvestre asociada. – Contaminación marina. • Encuestas a la tripulación 5.2.1. Datos ambientales Fueron registrados antes que los datos biológicos, considerando siempre la misma posición: frente a la isla Largo (500 m desde la l ínea costera) punto considerado inicio del PNMA. Para el registro de datos en que fuera necesario instrumental específ ico, se uti l izaron los disponibles a bordo. Los datos meteorológicos tenidos en cuenta fueron: estado de la superf icie del mar (escala beaufort), viento real (en nudos [Kts] : fuerza, dirección), nubosidad (cubierto, despejado). El estado de la superf icie del mar uti l izando la escala de Beaufort, donde 1 implicó ausencia total de ondas; 2 ref lejó presencia de pequeñas ondas sin espuma; 3 incluye formación de espuma en algunas crestas, y 4 la formación de crestas con rompimiento y más espuma (WCI, 1995 en Cubero - Pardo, 1998). El estado del mar inf luye sobre las posibi l idades de avistar grupos de animales. 21 Otras mediciones: oleaje (en metros [m] < 1 m, >1<2 m, >2 m), profundidad (en metros [m] , en el momento del avistaje), Signos de contaminación marina (por observación directa: si, no, t ipos) 5.2.2. Datos de navegación: Tipos de acercamientos de las embarcaciones. Número de embarcaciones en actividad (por unidad, =1, =2, +2). Tipo de maniobras (súbita, cambios abruptos; predecible, cambios lentos, variable, otros). Estrategias esquematizadas para el avistaje del grupo animal, modif icadas de Martinez Rivarola et al. (1994):  Delf ín (individuo)  Embarcación  Dirección del desplazamiento (animal/embarcación)  Maniobra de la embarcación turística Rodeo (ROD) La embarcación navega en círculos Alrededor de un grupo de delf ines. 22 Aproximación Tangencial (APT) La embarcación navega desde la transecta, hacia la zona en donde se encuentra el animal que desea avistar, pero no directamente hacia el mismo. Aproximación Directa (APD) La embarcación navega desde la transecta, directamente (en línea recta) hacia donde se encuentra el animal objetivo del avistaje. Cruce (CR) La embarcación navega desde la transecta, directamente (en línea recta) hacia donde se encuentra el animal objetivo del avistaje, cruzando la formación. 23 Encierro (EN) Participan mas de una embarcación. Desde diferentes direcciones, se acercan al grupo animal. Persecución. Una o mas embarcaciones adoptan la misma dirección de navegación que el grupo animal, alcanzando o superando la velocidad del mismo. Detenido (a la deriva) con los motores 1. apagados, 2. encendidos. Distancia aproximada entre la embarcación y los animales avistados (en metros, -100, =100, +100). Velocidad aproximada de crucero (en nudos [Kts] - 8 Kts, + 8 Kts, variable). Tiempo aproximado de permanencia con los animales (con un grupo, en minutos: -30´, =30´, + 30´; individual: -15´, =15´, +15´). Colisiones entre embarcación - animal (ocurrencia: si, no). Tráf ico marít imo y actividad pesquera (alto, medio, bajo) 24 5.2.3. Datos biológicos I. Cetáceos • Descripción de la composición del grupo. Especie animal observada (uso de claves para reconocimiento por observación directa). Número de individuos que conforman el subgrupo observado. Composición social del grupo basado en Wells (1991): crías recién nacidas, madres y crías, juveniles, adultos. Presencias de cortes o cicatrices en los animales (si, no. Local ización). • Etología. Muestreo comportamental Se realizaron 10 muestreos comportamentales siguiendo la metodología de Altmann (1974) aplicando el método focal individual y en subgrupos. La duración de cada uno de los muestreos dependió del t iempo de permanencia con el grupo animal avistado (15´- 40´), dentro del rango temporal uti l izado para actividad turística (t iempo total ≅ 4 hs: 1:00 - 5:00 p.m.). Medición de las conductas exteriorizadas por el grupo, según Shane (1990a); al conceptualizar "grupo" se considero como cualquier número de delf ines observados en ocasión aparente, moviéndose en la misma dirección y a menudo, pero no siempre, involucrados en la misma actividad) o por un individuo. El comportamiento se clasif icó en tres categorías mayoritarias, las cuales a su vez fueron divididas en subcategorías siguiendo la metodología de Cubero-Pardo (1998) : 25 1. Forrajeo 2. Desplazamiento 3. Social ización Búsqueda - Captura (activa, pasiva). Persecución de la presa (activa). Persecución con saltos. Merodeo. Interacciones. Exhibiciones. Spy Hopping. Nado en proa. Descripción de las categorías comportamentales Forrajeo. Interpretado como comportamiento al imentario (en algunos casos pudiéndose observar a la presa y también vida si lvestre asociada):  Búsqueda - captura activa: delf ines solos o en grupos ampl iamente dispersos por distancias mayores a 100 m. entre individuos o entre sub-grupos, que se mueven en direcciones variables dentro de un área específ ica, con buceos frecuentes en los que se deja ver el pedúnculo o incluso la aleta caudal.  Captura pasiva: delf ines colocados en posición estática en contra de una corriente de marea. Los cambios de posición se dan únicamente al seguir o capturar una presa.  Persecución activa: individuos soli tarios que acorralan a la presa contra algún paredón rocoso de la costa, o que lanzan el 26 aire para luego golpearlas con las aletas caudales. Estas no son estrategias comunes de observar.  Persecución con saltos: individuos o grupo animal, persiguen a la presa combinando el desplazamiento con saltos (generalmente al ras del agua), pudiéndose observar a la presa. Desplazamiento: Puede combinarse o no con otras actividades y se ref iere exclusivamente al movimiento constante en un dirección definida. El merodeo consiste en individuos, dúos o grupos que permanecen inmóviles (descanso) o se mueven extremadamente despacio, con direcciones individualmente voluntarias; se mantienen en un área o puede ocurrir cierto desplazamiento. Puede confundirse con el comportamiento al imentario. Socialización: Se registra al interactuar individuo - individuo, individuo - embarcación y/o exhibiciones. Como interacción se consideran a los roces entre dos individuos o más, luchas y persecuciones. Las exhibiciones son referidas principalmente a di ferentes tipos de sal tos (en alto, de lado, de espalda, al ras del agua, vientre arriba y lado). Se define como Spy hopping: Sacar la cabeza fuera del agua (dejando ver 25% o mas del cuerpo) de manera vertical. El nado en Proa también se lo incluye dentro de esta categoría: uno o mas animales nadan en la proa de la embarcación en desplazamiento, pudiendo ser combinada con tipos de interacciones. Otros parámetros considerados: Según Kruse (1991); IFAW et al .(1995); Janik & Thompson (1996) y Randall (1997); posibles signos 27 de alteración o disconformidad frente a algún factor modif icador del comportamiento (a corto plazo), considerados en el momento de ser exhibidas por uno o más individuos de un subgrupo animal: Reacciones a corto plazo Categoría Parámetro mensurable  Golpes con la aleta caudal "coletazo": Tail slapping. Ocurrencia.  Cohesión Asociación de animales.  Dispersión Desasociación de animales.  Venti lación (ciclo respiratorio) Aumento, disminución, sin cambios.  Velocidad de natación Aumento, disminución, sin cambios.  Dirección de natación Centrífuga, centrípeta, indiferente. II. Presencia de vida silvestre asociada (peces, repti les, aves, otros mamíferos marinos, etc.), uso de claves para reconocimiento por observación directa. III. Contaminación marina. Presencia (si) de af loramientos del f i toplancton: blooms algales, polución por vertidos o residuos, etc. 28 5.2.4. Encuestas a la tripulación Fueron realizadas un total de 22 (n=22) encuestas a tripulantes seleccionados al azar, luego de haber observado a los cetáceos. La metodología se basó en una serie de 10 preguntas con opciones cada una de el las (hasta 5), algunas con posibi l idad de comentarios personales. Otros datos registrados fueron la edad y la nacionalidad del encuestado (Ver modelo de encuesta). Para el análisis descriptivo sólo se tuvieron en cuenta algunas preguntas (1,3,5,7 y 9) que arrojan datos de mayor relevancia para el manejo. 29 6. R e s u l t a d o s 6.1. Condiciones meteorológicas. Las condiciones meteorológicas durante las observaciones en Quepos fueron por lo general estables, el oleaje nunca excedió el metro de altura y el beaufort se l imitó en un rango de 1-2. En relación al viento tuvo una marcada dirección suroeste, con una velocidad promedio de 11.7 nudos y en el mayor porcentaje de los avistajes la cobertura nubosa fue escasa, siendo en general días despejados y calurosos (21 - 28 °C). 6.2. Distancia con respecto a la costa y profundidad. Los avistajes fueron concretados entre los 300 - 500 m con respecto a la l ínea costera a una profundidad aproximada de 36.6 m (120 Fts). 6.3. Descripción de la estructura social. De 10 grupos avistados con un total de 99 animales (Fig. 4), el rango para el tamaño del grupo fue de 5 -15 individuos (con una media de 9,9) teniendo el mínimo en la muestra 5 y el máximo en la 7 y 8. En toda ocasión se observó la presencia de animales jóvenes; 9 grupos (#1-5, 7-10) estuvieron conformados por algunos adultos y en 7 (#1-5, 7, 10) fueron parte del grupo hembras con crías. En ningún grupo observado se registró la presencia de recién nacidos. 30 Fig. 4. Tamaño del grupo an imal. 6.4. Patrón de comportamiento animal Siempre diurnos, t iempo de actividad (1:00 - 5:00 p.m.), coincidiendo con el t iempo de la toma de datos. Analizando las categorías mayori tarias comportamentales (Fig. 5), la socilal ización en las escuelas posee la mayor frecuencia de registro, seguido por el forrajeo y con menor ocurrencia aún al desplazamiento. Las subcategorías comportamentales con mayor ocurrencia observadas dentro de la categoría social ización fueron las exhibiciones (saltos), seguido por el nado en proa. Algunos animales desplegaron Spy-hopping aunque con una ocurrencia menor. (Fig.6). En las reacciones medibles a corto plazo se pudo ver a la disociación del grupo animal con la mayor ocurrencia durante las observaciones. El tai l-slapping demostró una baja frecuencia. 0 2 4 6 8 10 12 14 16 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Nro. de muestra N ro . de in di vi du o s (S ch o o l s iz e) 31 0 1 2 3 4 5 FOR DES SOC Categorías comportamentales O cu rr e n ci a 0 2 4 6 8 10 12 SAL NAP SPH Subcategorías comportamentales (Socialización) O cu rr en ci a 0 1 2 3 4 5 TAS DIS COH Reacciones a corto plazo O cu rr en cia Fig. 5. Ocurrencias de los comportamientos cons iderados categorías mayor itar ias, donde FOR (forrajeo), DES (desplazamiento) y SOC (soc ia l izac ión). Fig. 6. Ocurrencia de los comportamientos inc luídos dentro de la categoría comportamenta l soc ia l ización, donde SAL (sal tos), NAP (Nado en proa) y SPH (Spy hopping ) . Fig. 7. Ocurrenc ias de los comportamientos cons iderados como reacc iones a corto p lazo f rente a l pos ible impacto de la act iv idad tur íst ica, donde TAS (Tai l s lapp ing), DIS (d ispers ión) y COH (cohes ión) . 32 La dirección de nado mayori tariamente fue centrífuga (Fig. 8). Los animales ante la presencia de las embarcaciones optaban por reaccionar, tomaban distancia de la plataforma de observación y se fugaban del área de observación. Conjuntamente varíaron parámetros f isiológicos como la venti lación (Fig. 9), que se vió mayormente incrementada, nunca disminuída. También asociado se observó el aumento de velocidad de nado por parte de los del f ines, en el momento del encuentro, modif icando la conformación grupal como antes se menciono mediante la huída. Fig. 8. Direcc ión de nado de los de lf ines durante el encuentro Fig. 9. Vent i lac ión ( t iempo de apnea) de los delf ines durante el encuentro. 0 2 4 6 8 10 Incrementada Disminuída Sin Cambios Ventilación N ro . de m u e st ra 0 1 2 3 4 5 6 7 8 Centrípeta Centrífuga Indiferente Dirección de natación N ro . de m u e st ra 33 0 1 2 3 4 5 6 7 c.a.s. c.p. variables Tipo de maniobra O cu rr e n cia 6.5. Tipos de maniobras y estrategias implementadas por las embarcaciones. Los tipos de maniobras implementadas (Fig. 10) con al ta frecuencia fueron las caracterizadas por los cambios abruptos y súbitos. En algunos casos se mostraron predecibles para los del f ines y variables. Las estrategias operacionales (ver punto 5.2.2.) más frecuentes por parte de los conductores de embarcaciones prestadoras del servicio, una vez localizado el grupo de delf ines, fueron las de aproximación directa. Las persecuciones fueron observadas con una misma ocurrencia que las aproximaciones tangenciales, mientras que los rodeos, los cruces y encierros fueron las estrategias menos observadas. Las embarcaciones fueron detenidas (a la deriva) por voluntad propia del conductor, teniendo como causa en algunos casos: la "espera" del comportamiento a desplegar por el grupo de delf ines, la presencia de otras embarcaciones en movimiento dentro del área de avistaje y una mínima distancia plataforma - animal/es. Pudo categorizarse a estos hechos como embarcaciones detenidas con motores encendidos o motores apagados, siendo registrados con las mismas ocurrencias (Fig. 11). Fig. 10. Tipos de maniobras para concretar el avista je, donde c.a.s (cambios abruptos, súb itos), c.p. (cambios predecibles). 34 Fig. 11. Estrateg ias de l operador durante el encuentro, donde ROD ( rodeo), APD (aprox imación directa), APT (aprox imac ión tangencia l) , CR (cruce), EN (encierro) y Det .c.m.a/e (detenido con motores apagados/encendidos). 6.6. Descripción por día en la toma de datos. (Tabla 2). Comportamiento animal 1, conducta desarrol lada por el grupo animal a una distancia mayor a los 100 m en un primer momento (momento de la ubicación para el avistaje) y comportamiento animal 2, conducta desarrol lada por el grupo animal, a una distancia menor a los 100 m durante el encuentro. Donde T es la temperatura ambiental (°C), V la dirección del viento, C la conducción (t ipos de maniobras y estrategias) de las embarcaciones turísticas en torno a los cetáceos si lvestres, En la muestra 9 el conductor de la embarcación golpea el lateral del bote con el objetivo de "l lamar" a los animales, descuidando el manejo de la embarcación. En otros sit ios de avistaje en el mundo, también se pudo registrar esta estrategia por parte del operador de la embarcación donde, el objetivo es atraer a los 0 1 2 3 4 5 6 RO D AP D AP T CR EN Pe rs ec uc ión De t.c . m . a De t.c . m . e Estrategias del operador O cu rr e n ci a 35 animales a la embarcación. Esto es considerado un tipo de interacción y en varias ocasiones los golpes pueden ir suplementados con aplausos. Muestra, Fecha. Año 2001 T (°C) V. Comportamiento animal 1 C. Comportamiento animal 2 1. 15-03 22 SO Forrajeo. Nado en proa Cazan individualmente, con persecusión activa. Saltos al tos. No se observan roces, tampoco giros, por lo que se supone actividad sexual no observada. Dispersión (di f icul ta la ubicación). c.a.s. APT Sin cambios en la conformación grupal. Aumento de la apnea. Velocidad de natación aumentada. Dirección de nado sin cambios. Nado en proa. Saltos 2. 16-03 22 SO Forrajeo c.a.s. APD Persec. Huída, saltos al ras del agua. Apnea aumentada. Dirección de nado variado.saltos. 3. 17-03 25 SO Desplazamiento. c.p. APD Dispersión, huída. Frecuencia de buceo 36 Persec. Det.c.m.a. sin cambios, velocidad de natación en aumento, huída. 4. 18-03 21 SO Roces. nado en proa. c.p. APD Huída. Apnea sin denotar cambios. Velocidad de natación incrementada. Cohesión. Nado en proa. 5. 23-03 28 SO Roces. Saltos. c.a.s. ROD APD Persec. Dispersión, huída. Saltos altos y bruscos. Apnea en aumento, velocidad de natación incrementada, dirección variada. Nado en proa. 6. 24-03 28 S - SE Forrajeo, desplazamiento, nado en proa. Saltos altos, en el mismo número y por los mismos individuos. c.p. APD APT Det.m.e. Tail slapping, dispersión, sal tos al ras del agua. Apnea en aumento, velocidad de natación incrementada, dirección de nado variada. 7. 25-03 27 SE Roces. Saltos. c.p. APD APT Tail slapping, dispersión, sal tos. Sin cambios en la frecuencia de buceo, 37 dirección de nado variada. 8. 30-03 25 SO Forrajeo. c.a.s. EN Sin cambio en la conformación grupal. Apnea en aumento, velocidad de natación incrementada, huída, saltos. 9. 31-03 22 SO Forrajeo, saltos al tos. c.p. ROD APT Spy - hopping , sin cambios en la conformación grupal, saltos. Frecuencia de buceo incrementada, velocidad en aumento, huída, saltos. 10. 01-04 22 SO Desplazamiento, saltos real izado por crías. c.a.s. APD Persec. Det.m.e. Spy - hopping, huída, saltos con medio cuerpo y de lado. Apnea en aumento, velocidad de natación incrementada, huída. Tabla 2. Descr ipc ión por día en la toma de datos, cons iderando condic iones meteorológ icas, conducción de las embarcaciones y comportamiento animal. 6.7. Tráfico marino. El tráf ico marino registrado fue bajo (presencia de "camaroneros" aislados, anclados en la costa en espera) así como yates de pesca deportiva trasladándose a velocidades máximas desde el muelle hacia alta mar y viceversa. En dos de los muestreos, 38 el tráf ico observado fue alto, transitando por la misma área un total de 12 embarcaciones (camaroneros, pescadores de atún, pesca deportiva, privados). La pesca deportiva posee índices importantes en la región, exist iéndo tiendas en Quepos que ofrecen tours que incluyen todo el equipamiento (e.g. Pescadore, Costa Rican Dreams, High Tec). A lo largo del Pacíf ico costarricense las bases pesqueras de mayor importancia son Guajiniquil , El Coco, Paquera, Puntarenas, Quepos, Puerto Cortéz, Puerto Jiménez y Golf i to (Cubero - Pardo & Rodríguez - Fonseca, 2000). 6.8. Estilos de avistajes. Dos tipos de embarcaciones se uti l izan para prestar el servicio de avistajes de cetáceos si lvestres en aguas de Quepos: botes y veleros con motor fuera de borda (25 - 230 Hp); esloras que van desde los 7.9 m (26 Fts) - 16.15 m (53 Fts), capacidad máxima de 10 - 25 tripulantes; mantenimiento del casco: bueno (según pregunta #8 encuestas a tripulantes). Las embarcaciones de menor calado y mayor velocidad ejecutan un acercamiento mayor al grupo animal y posiblemente originan el mayor impacto, como es el caso de los jet skies (1 tripulante) en grupos de 6 embarcaciones encierran al grupo animal, persiguiéndolo a alta velocidad, también se observaron maniobras como la de cruzar el grupo, muchas veces, excediendo la velocidad de natación de los delf ines, los cuales se dispersan y huyen. La empresa Surfari Yacht Cruises t iene como norma apagar los motores si las condiciones cl imáticas lo permiten y así avistar a los delf ines propulsándose con las velas. 39 6.9. Presencia de vida silvestre asociada. Durante la toma de datos se observó vida si lvestre asociada en el área de distribución de los delf ines, pudiendo en algunos casos estar relacionados directamente con la actividad desarrol lada por el grupo. Las aves marinas fueron las más frecuentes (Tabla 3), sobretodo los boobies, estos siempre fueron observados, asociados al grupo de delf ines durante el forrajeo. Los operadores turísticos los uti l izan en diversas ocaciones para faci l i tar la localización del grupo animal y asi concretar el avistaje. Son aves que se desplazan en grupos importantes, volando en f i la, con planeo ondulado sobre las olas, zambulléndose desde el aire. También se reconocieron en el área de distribución de los cetáceos pero no en una asociación directa con el grupo animal a fregatas y pelícanos. Orden Famil ia Género Nombre vulgar Pelecaniformes Sul idae Sula Alcatraces Boobies Pelecaniformes Fregatidae Fregata Fregatas Frigatebirds Esteganopoda Pelecanidae o P.Pelecaninae Pelecanus Pelícanos Pel icans Tabla 3. Aves mar inas asoc iadas, según Or log (1968) y Altman & Swif t (1993) . Se reconcocieron con frecuencia peces óseos pertenecientes al género Cypselurus spp. (Atherinomorpha:Exocoetidae), comunmente l lamados peces voladores: f lyingfishes , en la mayoría de las veces como presa de los delf ines, quienes ejecutan sobre el cardúmen una persecusión activa. Aunque no se encontraron trabajos de preferencia al imenticia con estas poblaciones, los peces voladores parecen ser 40 una de las presas más preferidas por los delf ines de estas costas (Manfred com. pers., 2001). Durante la mayoria de los avistajes, cuando los grupos de cetáceos se al imentaban, se los pudo observar en persecusión act iva a altas velocidades frente a grandes bancos de peces voladores, los cuales escapan sobrevolando grandes distancias sobre la superf icie del mar. Estos peces tienen como preferencia un hábitat pelágico - costero y una tal la media de 20 cm (Nelson, 1976; Cervigón & Fisher, 1979). En lo que respecta a otros grupos animales (repti les, mamíferos) no se observaron representantes en asociación directa con el grupo de delf ines; sin embargo, los prestadores turíst icos comentan sobre el avistaje en cierta época del año de jorobadas (en tránsito) en mar abierto, vainas de orcas patrul lando y "grandes delf ines", pudiendo ser estos últ imos falsas orcas por la descripción aportada por los mismos (también en tránsi to). 6.10. Presencia de cicatrices o lesiones. En la toma de datos (#6) pudo observarse un corte a nivel de la aleta dorsal en un individuo de delf ín manchado adulto. Respetando la clasif icación de lesiones propuesta por Randall et al. (1997) podría considerárselo un corte en pedúnculo dorsal con un 25 % de la aleta relacionada. También se pudo observar en algunos ejemplares cicatrices en el cuerpo sin reconocer un patrón evidente. Como posibles causas de las lesiones podría considerarse al al to tráf ico marino observado en la región, es decir, los animales chocando contra el casco de los botes, por voluntad propia (los animales por el misma distribución espacial, durante el desplazamiento, se "empujan" contra la embarcación generalmente durante el nado en proa) o por parte de la embarcación (para reducir la distancia con el grupo animal durante el avistaje). 41 Según prestadores de turismo del área de conservación Osa fueron registradas colisiones (2000 - 2001) entre embarcaciones que tienen como destino la isla Caño (y otras regiones del Pacíf ico sur de Costa Rica) y ballenas jorobadas en tránsito, provocándose la muerte de un ballenato. En un caso concreto con un ballenato, dandole muerte. En las costas del Golfo Dulce según Cubero - Pardo & Rodríguez - Fonseca (2000) dos delf ines (sin reconocer la especie) vararon posiblemente por mala conducción de las embarcaciones. 6.11. Signos de contaminación marina. 6.11.1. Marea Roja. El día 17-03 (#3) desde cubierta se localizó una mancha muy cercana a la costa producido por el aumento en concentración de dinof lagelados: marea roja. Coincidiendo con lo registrado, las autoridades de Salud y Agricultura f irmaron el 23-03 un decreto para la prohibición de la venta de moluscos con concha en el país, segundo de este tipo desde enero (Castro, 2001). Se reconoció a Quepos (Bahía Azul) como el sector del Pacíf ico más afectado por la f loración algal (ver anexo, punto 10.1.3.). Se hizo mención al problema económico ocasionado en la actividad pesquera a pequeña escala, acarreando pérdidas de hasta 10.000 colones diarios (aproximadamente U$ 28,00). Se produjo además, inconvenientes en las artes de pesca (l íneas, redes superpuestas) sumado al cese de aparición del pescado (pargo, corvina, macarela). Es importante destacar la toxicidad de las algas, favoreciendo a la f loración el aporte de nutrientes (eutrof ización del medio) por di ferentes fuentes contaminantes (en este caso la descarga de los ríos y aportes de la agricultura de la población costera). La afección abarca diferentes niveles en la trama tróf ica del ecosistema marino costero, pudiendo directa (presa) o indirectamente afectar las 42 poblaciones de delf ines residentes. En Gipsland Lakes - la costa este de Victoria, Austral ia por el mismo fenómeno se produjo una gran mortandad de delf ines (sin reconocer la especie) en ACF (2000). 6.11.2. Polución. Directamente se pudo observar posibles signos de polución marina costera: Peces muertos (#3), latas de aluminio y botel las de plástico (#6) coincidiendo con el sit io donde se practica snorkel (arrecifes). Al plástico se lo puede encontrar de dos maneras: como piezas manufacturadas (en este caso) o como piezas en crudo sin procesar. En las costas prevalece las particulas manufacturadas teniendo como fuente de generación embarcaciones de transporte, pesca y recreación (Coleman & Wehle, 1984). Diversos animales marinos (aves, tortugas, mamíferos) incluyen como i tems alimenticio al plástico, produciéndole múlt iples trastornos gastrointestinales, ulceraciones y problemas en otras estructuras anatómicas, pudiendo alcanzar la muerte (eg., muerte de delf ines, ballenas minke y cachalotes por obstrucción intestinal con plástico). Otra de las características a destacar es el poder acumulativo y poder de persistencia de este tipo de material en la trama tróf ica principalmente el PCBs: policlorinato bifenilo, que no es degradado en agua y se acumula en el tej ido animal. Las hembras amamantando transf ieren el químico en la leche (Coleman & Wehle, 1984; Bannister et al . 1994; Hutchinson, 1996; Kemp, 1996 y Donoghue, 1996 en Simmonds & Hutchinson, 1996). Los mamíferos marinos son particularmente susceptibles a la ingesta del plástico debido a la tendencia a examinar objetos f lotando (Coleman & Wehle, 1984). En aguas de Costa Rica se han detectado signi f icativos niveles de metales pesados y organoclorados (Guzmán & Jiménez, 1992; 43 Tanabe et al., 1994) por el excesivo uso de pesticidas en la agricultura, en donde la erosión causada por las precipi taciones, favorece al traslado desde los ríos hacia el mar. En Golfo Dulce se definieron como importantes los organoclorados presentes en los sedimentos del río Esquinas (Spongberg & Davis, 1998). Según Cubero - Pardo & Rodríguez - Fonseca (2000) recientes estudios patológicos en delf ines manchados y bufeos demostraron acumulación a nivel t isular de DDE-pp (versión metabólica DDT-pp degradado). 6.12. Encuestas - análisis descriptivo. 6.12.1. Turistas Se reconocen otros países ofertantes de la actividad, donde los encuestados tuvieron experiencias previas al avistaje an aguas de Costa Rica. Los países fueron los siguientes: Argentina, Colombia, México, Nueva Zelanda y U.S.A. (Hawai i, Massachusetts). No obstante en la mayoría de los casos no existían experiencias previas en esta opción turística. Una minoría reclama información previa de la diagnosis del grupo para una mayor comprensión (fotos, videos, etc.), asimismo pocos reconocen maniobras bruscas por parte de la embarcación y un elevado número de embarcaciones avistando al mismo grupo animal. 44 59% 15% 19% 7% 21% 8% 71% 6.12.2. Análisis de las preguntas. P1. ¿Por qué escogió un tour con cetáceos? La mayoría (59%) escoge el tour "por gusto", un 19% del total por resultarles "místicos" y el 15% por interés en aprender sobre el grupo. La minoría (7%) por otras razones. P3. ¿Qué tipo de actividades espera poder realizar con los cetáceos? Un 71% de los encuestados pref ieren observar las escuelas III desde una plataforma (embarcación), al 21% le gustaría nadar con los animales; snorcklear y bucear con tanques (SCUBA) estarían dentro de las actividades menos preferentes por los turistas encuestados (8% y 0% respectivamente). III Según Bel´kovich et a l (1991) unión de manadas o grandes un idades de 100 individuos aproximadamente. 45 95% 5% 23% 33% 27% 17% 19% 27%39% 15% P5. ¿Qué valor tiene para usted un tour con cetáceos silvestres? La selección de las opciones fueron relativamente equitativas, el 33% lo valoriza en relación al "contacto", como esparcimiento (27%) y como una opción más del ecotursimo regional (23%). Con un menor porcentaje (7) lo valorizan con el aprendizaje. P7. ¿Qué cambios mejorarían este tour? El mayor porcentaje de los encuestados (39) mejoraría la oferta turística ofreciendo mayor interacción con los animales ("swim with", "Touching", "snorckeling"). El 27% lo relaciona con un aporte mayor de información; con un mayo tiempo de excursión (19%) y con otros cambios el 15%. P9. Como considera las maniobras de la embarcación en torno a los cetáceos? La mayoría consideró que las maniobrasimplementadas respetaban la voluntad de los animales (95%), mientras que el 5% restante las consideraron buenas pero reconociendo que se podrían mejorar en ciertos aspectos. 46 P 10. Comentarios adicionales. Hacen referencia al t iempo de observación de los animales, reconociéndolo como escaso. En un caso mencionan al sonido como posible factor modif icador o alterador del comportamiento de los delf ines, también el alto número de botes avistando al mismo grupo animal. Otros reclaman por una tripulación menor durante los viajes, por información previa del t ipo gráf ica (fotos, videos, etc.), combinar con el avistamiento: snorkeling y al imentar a los animales. 6.12.3. Nacionalidades - Edad de la tripulación. (Fig. 12). Del total de las personas encuestadas el mayor porcentaje (48%) tenian como país de procedencia los Estados Unidos (e.g Boston); de la Unión Europea un 14% (e.g.Holanda, Suiza, Alemania); un 19% provenía de países latino americanos (e.g. Argentina, Colombia) y con el mismo porcentaje de Canadá. El rango para las edades fue muy amplio entre los 20 - 60 años. Fig. 12. Edades, nac ional idad y nro. de t r ipu lantes durante las observac iones para la toma de datos. 0 5 10 20-27 28-35 36-43 44-51 52-59 Ed a de s Nro. de personas Unión Europea América latina América del norte 47 6.12.4. Propietario. Se encuestó al encargado y propietario de una de las empresas ofertante de la actividad en Quepos - Manuel Antonio, Reef and Release Sport Fishing, Sr. Steven Wofford; de 43 años y de nacionalidad nortemaericana (Texas). Participa en este tipo de emprendimiento desde el año 1991, abarcando las siguientes áreas: Dominical, Bahía Drake, Isla Caño, Parque Nacional Marino Ballena, Uvita y Quepos (la últ ima con mayor frecuencia: 8 años) todas situadas a lo largo de la costa del Pacíf ico central y sur de Costa Rica. El propietario af irma haber recibido capacitación especial con respecto a la observación de cetáceos si lvestres por parte de PROMAR (Centro de Proyección del Ambiente Marino, con sede en San José). El t ipo de actividad que ofrece en los tours observación de los animales desde plataformas (bote) junto a la práctica de snorkel en los arrecifes, reconociendo como peligroso el nadar con los animales y al imentarlos. No ofrece información previa a la tripulación sobre el grupo animal. Relaciona el nadar con los delf ines como una ventaja económica, es decir aumento de ingresos, para este tipo de emprendimientos. Disponen de una embarcación para el avistaje (bote) "Planet dolphin". Por año reconoce un total de 400 viajes (tours) con un promedio de 8 - 10 personas por viaje. La tripulación estaria conformada principalmente por público internacional (90%) seguido por escolares. Acceden a los tours por contactos realizados por los hoteles y agentes turísticos, así como por internet (www.planetdolphin.com). 48 Comenta adicionalmente lo importante de la enseñanza del manejo de los recursos marinos costeros para un mejor aprovechamiento. 49 7. D i s c u s i ó n Los trabajos real izados con poblaciones residentes en el pacíf ico costarricense son escasos, concentrándose esfuerzos en la zona sur: Golfo Dulce (Acevedo - Gutiérrez & Buckhart, 1998; Cubero - Pardo, 1998) y norte, Golfo de Papagayo: Islas Murciélagos y Bahía Culebra (May - Col lado & Forcada, 2001). No hay antecedentes de trabajos para la zona del Pacíf ico central en relación con algún parámetro ecológico, ni tampoco a planes de manejo del recurso fauna. Se desconoce información cientí f ica sobre los delf ines manchados residentes en aguas del Parque Nacional Manuel Antonio y Quepos, según Manfred (com.pers., 2001) reconociendo su relativa abundancia, son avistados aproximadamente a 20 mil las marinas desde la costa, teniendo como presa principal a los peces voladores y no existirían problemas en cuanto a varamientos y encallamientos en redes de pesca. A modo de discusión se compararan los datos aportados desde las tres regiones: norte, centro y sur; considerando la diferencia en cuanto al esfuerzo de estudio. El rango de individuos observados en aguas de Quepos se estableció entre 5-15 individuos, con una media de 9,9 y una estructura social def inida por la presencia de animales jóvenes y adultos. Para el gol fo de Papagayo e Islas Murciélagos el tamaño de la escuela osciló entre 1-50 individuos, con una media de 8.44 y 9.95 en correspodencia a cada una de las regiones (May - Collado & Forcada, 2001); existiendo una relación directa entre número de delf ines, profundidad y transparencia de las aguas. En Golfo Dulce según Cubero - Pardo (1998) el tamaño grupal denotó la mayor abundancia, siendo de 50-225 individuos, 50 predominando las agrupaciones de delf ines manchados frente a otra especie. Ocasionalmente en esta región se observaron grupos reducidos (4 delf ines), coincidiendo en este momento con distancias menores a los 400 m desde la costa. En esta región pareciera hacer uso de áreas más alejadas con respecto a la l ínea costera, (exclusivamente el centro del golfo o saliendo del mismo) es decir, aguas más profundas y grupos más numerosos. El valor de la profundidad puede encontrar respuesta en la estructura de los grupos. Los delf ines establecen jerarquías sociales con base en posiciones espaciales dentro de la agrupación, más que uti l izando estrategias agresivas o inhibitorias entre sí (Bel´kovich et al ., 1991). Ese ordenamiento espacial no se l imita a dos dimensiones, mas bien es tridimensional (Dudzinski, 1995 en Cubero - Pardo, 1998). Las asociaciones de manchados con zonas más profundas debe tener alguna relación con el espacio necesario para dicho ordenamiento, es decir, responde a una necesidad espacial que permite mantener la cohesión de grandes grupos. En el área estudiada, la mayoría de las veces los cetáceos se observaron a distancias menores a los 500 m con respecto a la l ínea costera, a profundidades no máximas; comparando con lo ocurrido en Golfo Dulce durante la estación seca, existi ría una tendencia a disminuir el grupo animal en número mientras la distancia con la costa disminuya. Cabe destacar la falta de estudios en Quepos para la preferencia de hábitat. Según Shane et al. (1986) en las especies de cetáceos con distribución costera, los grupos pequeños son lo más común y, por el contrario, mientras más alejada es la distribución con respecto a la costa, mayor es el tamaño de los grupos, incluso, las especies oceánicas forman escuelas que alcanzan los miles de individuos. En la mayoría de las poblaciones de delf ines, la agregación en grupo es una regla, ya que ésta resulta más adaptativa en 51 comparación con la vida soli taria (Corkeron, 1989 en Cubero - Pardo, 1998). El tamaño de los grupos queda determinado por las características del hábitat, entre las cuales se destacan las tasas de depredación y la cantidad de dispersión del al imento. Esto ha sido determinado para otros grupos de mamíferos, entre los que quedan incluídos los coatíes y algunos primates los cuales parecen variar el tamaño de los grupos de manera directamente proporcional a los riesgos de ser depredados (Burger & Gochfeld, 1992; Stanford, 1995 en Cubero - Pardo, 1998). La cercanía de la costa puede ofrecer protección contra depredadores (e.g. t iburones) a través de estructuras rocosas o coral inas o incluso por la turbidez derivada del impacto de los ríos. En términos generales podemos decir que la distribución espacial y temporal de los cetáceos se halla bajo la inf luencia de una serie de factores ambientales, como variables f ísico-químicas y cl imatológicas; factores bióticos: competencia y depredación; y factores antropogénicas: la actividad pesquera, el tráf ico marít imo y otros. Las interacciones que se dan entre los distintos aspectos varían según el área de que se trate (Au et al ., 1979; Jefferson et al ., 1993; T.I.O., 1995 en Cubero - Pardo, 1998). En el grupo no se reconoce una distribución aleatoria sino determinada por la inf luencia de los factores ambientales. Las condiciones cl imáticas durante la toma de datos en Quepos fueron por lo general estables. En relación a las meteorológicas, el oleaje y beaufort se mostaron l imitados, el viento tuvo una marcada dirección con una velocidad promedio de 11.7 nudos y en el mayor porcentaje de los avistajes la cobertura nubosa fue escasa, días despejados y calurosos. En Golfo Dulce los animales fueron observados con cobertura nubosa mayor, oleaje mayor a los 0.4 m y una marcada tendencia a las condiciones meteorológicas menos 52 favorables, pudiendo existir una correlación con las condiciones biogeográf icas del mismo golfo. El ordenamiento de actividades de manera secuencial en el t iempo deriva no sólo en ef iciencia sino también en ahorro energético, algunos estudios referentes a los patrones comportamentales en los delf ines revelan algunas diferencias entre zonas y entre especies (Drickamer & Vessey, 1992; Bräger, 1993; Shane, 1990; Würsig & Würsig, 1979; Scott et al., 1990; Day, 1998; Hanson & Defran, 1993) El ordenamiento, que es más bien una secuencia de actividades, es el resultado de la regulación de respuestas a estímulos externos (e.g. estímulos ambientales biót icos y abióticos) por parte del estado interno del animal en un momento determinado (reloj biológico), el cual ref leja las condiciones f isiológicas particulares que afectan el estado motivacional (Mora com. pers., en Cubero - Pardo, 1998). De ese modo, los animales se comportan de acuerdo con patrones que resultan predecibles en cierto grado (Alcock, 1989 en Cubero - Pardo, 1998). Analizando los patrones comportamentales; en el Golfo de Papagayo e Islas Murciélagos los animales tendrían como actividad más frecuente el forrajeo (mayor en la estación seca) ocurriendo en el 58% de los grupos observados, el desplazamiento en un 23% y un 19% social izando. En Golfo Dulce las actividades sociales activas estuvieron fuertemente asociadas con la alta frecuencia de diversos tipos de exhibiciones y contactos, entre los cuales se destacaron los saltos y los roces, respectivamente. Se evidenciaron diferencias en comportamiento en relación al tamaño grupal. También la actividad con mayor dedicación fue la al imenticia, principalmente durante los meses de la misma estación. Esto es atribuído a una posible estrategia que permita crear reservas para la época l luviosa, cuando la abundancia de presas parece disminuir, 53 mientras que la mayor frecuencia de actividades sociales activas se registraron durante el f in del período de l luvias, explicado por términos de un posible pico reproductivo. En las regiones norte y sur, pareciera que los animales durante la estación seca tienen como actividad frecuente al forrajeo, aunque en este estudio el forrajeo demostró una ocurrencia importante, las exhibiciones (sal tos) fué la actividad desplegada con más frecuencia. Otros signos de disconformidad se observaron en los animales estudiados, producto del posible incorrecto manejo de la actividad, coincidiendo con los preestablecidos por varios autores (Kruse, 1991; IFAW et al.,1995; Janik & Thompson, 1996; Randal l, 1997; Cubero - Pardo & Rodríguez - Fonseca, 2000). Los delf ines frente a la proximidad de los botes, desplegaron comportamiento tales como: tai l slapping y spy hopping (el últ imo incluido en este estudio como subcategorías de social ización). El nado en proa fue una actividad con alta frecuencia para delf ines manchados del Golfo Dulce; en Quepos esta actividad también fue común (50% de las observaciones). Estudios realizados denotan que la mayoría de las veces, el avistajes de cetáceos si lvestres no es l levado a cabo adecuadamente, ya que los operadores turísticos con el f in de concretar el encuentro con los delf ines, ejecutan cualquier maniobra sobre la población animal (IFAW et al. , 1995). El t ipo de conducción ejercida en torno a los del f ines en aguas de Quepos es variada, aunque se implementan algunas estrategias con mayor frecuencia, como podría ser la aproximación directa a los delf ines; las maniobras por lo general son abruptas y súbitas, muy pocas veces predecibles para los animales. Los operadores de la región podrían di ferenciarse en cuanto al esti lo implementado para concretar el avistaje, siendo observados en algunos casos maniobras consideradas como correctas sobre el recurso, como el respeto de una distancia 54 prudente animal - embarcación y la detención de los motores al producirse el encuentro ut i l izando la vela para la propulsión. El tráf ico de botes afectaría la distribución, el comportamiento y los requerimientos energéticos de odontocetos diversos (Randall ,1997). Según Janik & Thompson (1996) las reacciones dominantes en el comportamiento denotado en la superf icie, afectados por el tráf ico de embarcaciones serían: aumento de la velocidad de natación, variaciones en la distribución espacial y cambios en las frecuencias de buceo. Esto fue observado en Quepos, donde los delf ines frente a una distancia mínima con las numerosas embarcaciones, modif ican su venti lación, aumentando el t iempo de apnea y así los ciclos respiratorios; la velocidad de natación también es modif icada observando en la total idad de los avistajes un incremento en la misma. En cuanto a la distribución espacial también se vió variada, los animales se dispersan nadando en subgrupos o inclusive en individuos aislados, también f rente al posible impacto optan por cohesionarse, sumando subgrupos, en ambos casos huyendo a al tas velocidades. Algunos autores (e.g. Barlow, 1985; Polacheck & Thorpe, 1990; en Simmonds & Hutchinson, 1996) registraron movimientos migratorios masivos y comportamientos evasivos en marsopas como respuesta al tráf ico marino, recomendando por lo tanto, l ímites de acercamiento de las embarcaciones a dichos animales. Kinze (1988) señala casos de marsopas con crías recién nacidas exteriorizando un comportamiento denominado "shielding" (protegiéndose, escudándose) probablemente indicando inseguridad de los animales. El autor concluye que anál isis de estos comportamientos es complejo y que existi ría una relación con la edad. El grado de estrés ocasionado a los del f ines por altas densidades de botes depende del estadio de vida en que se encuentren. En cambio otra especie, como T. truncatus han desarrol lado la capacidad de adaptarse a un amplio rango de 55 condiciones tolerando altos niveles de disturbios (Thompson, 1992 en www.w-isles.gov.uk/minch/wildl i fe/wildtour-07.htm#topOfPage.) lo que queda de manif iesto cuando los animales son atraídos por las embarcaciones debido al ruido de sus motores. Las colisiones animal - embarcación no fueron observadas, aunque sí lesiones y cicatrices, lo cual posiblemente evidencie este tipo de interacción en algún momento. Colborn (1999) menciona a las colisiones como un factor a corto plazo, causante de modif icaciones a largo plazo en el comportamiento y así aumento de la mortal idad en la población. El excesivo tráf ico marino modif ica la distribución de los cetáceos, siendo más vulnerables las hembras con crías, estas úl t imas inexperimentadas en sus movimientos. Indirectamente los cardúmenes (presas posibles) modif ican sus desplazamientos y así afectan la al imentación de los grupos. En algunos casos inclusive se observó que por el acoso de los botes los delf ines reducen el t iempo de al imentación extendiéndolo en otra actividad, como la sexual (Colborn, 1999). El t ipo de embarcación podría tener una conexión con el nivel de disturbio causado; los jet skies observados en actividad no respetan norma alguna de manejo sobre los delf ines. Según Gordon et.al. (1992), Evans et al. (1994) en The Minch Project - appendix 1 - wildl i fe tourism management , este tipo de embarcaciones como todas las consideradas de alta velocidad, el calado del casco, el sonido generado por las hélices averiadas (generalmente de alta frecuencia) causarían disturbios en pequeños cetáceos, siendo nocivas para las poblaciones si lvestres, interf iriendo sobre áreas de al imentación, crianza y posiblemente afectando al sistema de ecolocalización de los mamíferos marinos. El tráf ico marino adicionado al impacto de la producción de ruidos producen severas interrupciones en los procesos de comunicación entre mamíferos marinos, reconocidos como esenciales para la supervivencia de las poblaciones. 56 Las altas velocidades (25 nudos o superior) generan una banda se sonido desde los 1 - 50 kHz, esto signif ica que existe una sobre - posición con la banda (rango) de vocal ización de delf ines y marsopas, teniendo como consecuencia el "dolor" y malestar en los animales (Evans, 1987; Evans et al . , 1992 en The Minch Project - appendix 1 - wildl i fe tourism management ). Frente a esto, los veleros pueden ser una buena opción para minimizar el disturbio originado por las embarcaciones a motor. Al imentar a los del f ines es una opción ofrecida por algunas empresas prestadoras, pero no se registró este tipo de actividad en el área de estudio, lo cual signif ica una ventaja debido a los peligros que ésta acarrea: alteración del comportamiento (pérdida de habil idad en la caza, por habituación), es decir dependencia con el humano al imentador; vulnerabil idad frente a depredadores y sumado a esto la fal ta de adaptaciones f isiológicas para el proceso de ciertos al imentos y así riesgos de diversas patologías (NMFS, 1990). También existe la posibi l idad de transferencia de microorganismos de naturaleza humana desconocidos por el sistema inmune de los mamíferos marinos (Rhinehart, 1998 en Cubero - Pardo & Rodríguez - Fonseca, 2000). El nado con los delf ines, en el mundo, es reconocido como una de las actividades principales de este tipo de opción turística y en esta región no se registró la oferta de la actividad, lo que también podría considerárselo como ventaja. Los riesgos se asemejan a los del factor al imentar a los animales, es decir, las dos actividades involucran la interacción directa con los delf ines; también habría que mencionar el accionar impredecible. Recientemente en Brasil , se documentó por primera vez la muerte de un bañista por la "agresión" por parte de un delf ín. Conocido con el nombre de Tiao, aparecía en las costas de San Pablo durante agosto de 1994 social izando con los bañistas; así comenzó a establecerse como atracción turística en 57 esas playas formándose en algunos casos grupos de hasta 30 turistas en contacto con el animal y en el mes de diciembre respondió ante la presión con topetazos y embestidas, dando como resultado una muerte (Kemp, 1996 en Simmonds & Hutchinson, 1996). 58 8. C o n c l u s i o n e s  Los delf ines manchados de Quepos-PNMA denotaron un tamaño grupal relativamente bajo y una distribución más bien costera que oceánica.  Las condiciones ambientales durante el t iempo de toma de datos coinciden con las registradas en Golfo Dulce (Cubero - Pardo, 1998) para el delf ín manchado.  Los animales tienen al forrajeo como actividad frecuente, sin embargo las exhibiciones fueron las de mayor ocurrencia demostrada, posiblemente por el impacto de la actividad turística.  Los avistajes, causan modif icaciones, a corto plazo, en el patrón comportamental de los cetáceos; podría reconocerse los siguientes parámetros alterados: la venti lación, la conformación grupal y la dirección de natación.  La conducción sobre el recurso fauna marina en la región, no es óptima, evidenciando irregularidades en los tipos de maniobras y estrategias implementadas, siendo las de mayor uso las de aproximación directa con cambios abruptos y súbitos, no predecibles. La distancia entre embarcación-animal son mínimas.  La actividad t iene un altísimo crecimiento en Quepos y es demandada principalmente por el turista nortemaericano. 59 8.1. Recomendaciones para el dolphin watching en Quepos - Pacíf ico central de Costa Rica, para minimizar el posible impacto de la actividad sobre el recurso y así un uso racional del mismo. Basado en la experiencia mundial y datos aportados por dicho estudio: Se observó en la región velocidades de crucero variables entre los 2 - 15 nudos aproximadamente. Es conveniente acercarse al individuo / grupo animal a una velocidad en lo posible no mayor a los 8 Kts. Al aumentar la velocidad de crucero, aumenta la probabil idad de col isiones animal - embarcación, animal - animal. Los animales en estos casos se muestran "confusos" y optan por huir nadando a altas velocidades, alterando sus ciclos respiratorios y el t iempo de apnea. La distancia entre la plataforma de avistaje y los animales, en el momento del encuentro fue menor a 100 m (aprox.). Como mínimo se aconseja una distancia de 100 m. Evitando de esta manera posibles varamientos y cambios en el patrón comportamental de los del f ines. El número de botes en actividad por lo general fue de 2 o mas; el máximo reconocido es de 2, en caso de superar el número: mantener distancia del área de avistaje (300 m aprox.) con motores apagados y en una condición de espera. Respetando las distancias mínimas se anulan las acciones invasivas y modif icadoras hacia los animales. El cambio abrupto y no predecible caracterizó al t ipo de maniobra para concretar el avistaje en la región. El earthwatch recomienda en el momento del encuentro maniobras del t ipo predecibles y lentas. Nunca abruptas ni súbitas. Al anticipar la maniobra durante la conducción, los delf ines tienen la posibi l idad de concretar a voluntad sus desplazamientos dentro del área de distribución. 60 La estrategia de acercamiento con más ocurrencia en Quepos fué la aproximación directa, es conveniente nunca aproximarse directamente al individuo/grupo animal; tampoco encerrarlos ni cruzarlos. La estrategia considerada como correcta es la aproximación tangencial y paralela, s iempre por detrás de la escuela, respetando el desplazamiento de los delf ines. La probabil idad de colisión conduciéndose de esta manera disminuye, evitando la confusión y huída de los cetáceos. La conformación grupal no denotará modif icaciones involuntarias y el patrón comportamental y parámetros f isiológicos no se verán alterados. El nado con los animales (swimming with), y el contacto directo con humanos (touching) no fueron observados en la región. No es aconsejable nadar ni tocar los delf ines. De esta manera se logra anular una posible acción invasiva, es decir, no se interf iere en las actividades normales de los animales y así posibles reacciones agresivas e impredecibles, también habría que tener en cuenta al hombre como posible vector de patologías no reconocidas por el sistema inmune de los cetáceos. El buceo con delf ines, aunque no fue registrado para Quepos, no es recomendable, conociendo las posibles reacciones de agresividad por parte de los animales hacia el buzo; de querer implementar este t ipo de opción se recomienda el snorckel y nunca SCUBA (con tanques). Alimentarlos tampoco fue registrado, igualmente no es aconsejable de realizar ya que genera acostumbramiento por parte de los delf ines (habituación), considerándola una acción invasiva y generando posibles peligros a nivel individual o poblacional a corto y largo plazo. Podrían recomendarse a modo de complemento las siguientes actividades: Antes de concretar el avistaje prover al turista del máximo de información sobre la biología de los cetáceos. Facil i tarles acceso a l ibros, claves de reconocimiento, videos, fotografías, 61 internet, estadísticas y trabajos científ icos de relevancia en relación al earthwatch. Es de relevancia introducir al turista en generalidades de mamíferos marinos, colaborando así con una mayor comprensión sobre el comportamiento de los delf ines en su medio natural. Sería correcto explicar el plan de avistaje, las desventajas de implementar incorrectas maniobras y así los posibles pel igros para la población animal residente. En el momento de estar avistando los delf ines, establecer absoluta prioridad en el grupo animal objeto del viaje, reconocer la especie observada, describir la estructura social: presencia de juveniles, adultos y fomentar la habi l idad en el turista de identif icar di ferentes comportamientos desplegados, mediante amplias categorías comportamentales como forrajeo, desplazamientos y social ización. 62 9. B i b l i o g r a f í a • Acevedo-Gutiérrez, A. and M.A. Smultea. 1995. 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