UNIVERSIDAD DE COSTA RICA VICERRECTORÍA DE ACCIÓN SOCIAL ESTACIÓN EXPERIMENTAL FABIO BAUDRIT GUÍA PARA EL CULTIVO DEL MELOCOTÓN ING. GUILLERMO SANCHO ESCUELA FITOTECNIA PROGRAMA DE COMUNICACIÓN AGRÍCOLA 1984 Primera edición: Febrero 1985. Editor: lng. Dennis Mora Acedo Revisión: /ng. Luis Felipe Arauz Agr. Alfredo Durán Ouirós Fotograffas: lng. Dennis Mora Acedo Levantado de Textos: Sección Levantar Textos Diseño y Diagramación: Franklin Marfn Mendez Impresión: Gilberto Zúñiga R. - José Alberto Castillo R. Publicado por: 634.25 PROGRAMA DE COMUN/CACION AGRICOLA DE LA UNIVERSIDAD DE COSTA RICA S2 l 1g Sancho Mora, Guillermo. Guía para el cultivo del melocotón Guillermo Sancho. -- 1. ed. -- San José, Costa Rica : Oficina de Publicaciones de la Uni­ versdiad de Costa Rica. 1985. p.: il. A la cabe,a de la portada: L:niversidad de Costa Rica. Vicerrec­ toria de Acción Social. Estación Experimental Fabio Baudrit. Escuela de Fitotecnia. Programa de Comunicación Agrícola. ISB~ 9977 91 7 10-8 CCCIBUCR 03 l. Melocotones Cultivo. l. Título. o La información contenida en este folleto en su mayor parte es producto del Programa de Investigación en Frutales de A /tura, que realiza la Estación Experimen­ tal Fabio Baudrit Moreno de la Universidad de Costa Rica. INTRODUCCIÓN Muchos han sido los intentos de establecer en diversas zonas altas de Costa Rica cultivos frutales propios de otras latitudes, que en la actualidad son importados. Esto es deseable no solo porque evita la fuga de divisas, sino porque puede ser una nueva alternativa de producción muy rentable para los agricultores; sin embargo, muchas veces se ha experimentado fracasos al no presentarse una buena adaptación de las variedades escogidas, lo que unido a la escasa información disponible sobre el cultivo, ha impedido su expansión en mayor escala. En el caso del melocotón, existen algunas plantaciones localizadas en las faldas de la Cordillera Central del país; en su mayoría se trata de siembras muy rústicas, con escasa utilización de técnicas frutícolas, por lo que la producción es poca y de baja calidad. El objetivo de esta guía es brindar la información necesaria para resolver los problemas básicos que pueden encontrarse al iniciar el cultivo del meloco­ tonero en nuestras condiciones. GENERALIDADES: El melocotonero (Prunus pérsica L.) es un árbol de la familia de las rosáceas, originario de China Septentrional, desde donde se difundió por muchos países. Los conquistadores españoles trajeron a Costa Rica semillas que han permanecido en una forma casi silvestre y cuyos frutos, de muy 7 diversas características, son conocidos en el país con el nombre de durazno, aunque en realidad son tipos de melocotón. Estos dos nombres, durazno y melocotón, son equivalentes y no desig­ nan por tanto diferentes frutas; la diferencia es sólo varietal. No fue sino hasta 1930 que se importaron las primeras variedades de nombre conocido; en la actualidad se cuenta en el país con gran número de cultivares con características ampliamente estudiadas. El melocotonero es un árbol de tamaño mediano, por lo general no sobrepasa los 5 metros de altura, aunque en huertos comerciales esto depen­ de de las prácticas de cultivo y las condiciones del medio. El melocotonero es un árbol poco difundido en nuestro país si lo com­ paramos con otros frutales. La duración en cultivo tecnificado, no sobrepasa los veinte años. Su inicio de producción lo logra al tercer o cuarto año después de injertado y a partir del quinto puede estabilizarse su rendimiento. El proceso de fructificación se realiza exclusivamente sobre los creci­ mientos del año anterior, con la particularidad de que cuando una rama ha florecido, no lo vuelve a hacer más, lo que explica la necesidad que tiene de ser podado cada año para renovar los tejidos productores. El fruto del melocotonero es una drupa, con tamaño y peso muy varia­ ble. La cáscara puede o no presentar vellos y la coloración puede ser amarilla, rosada o roja. La pulpa o mesocarpio es carnosa, más o menos gruesa, de consistencia variable cuando el fruto está maduro; puede ser amarillenta, blanquecina o rojiza, dependiendo de la variedad. La comercialización de los frutos se hace según sus características de tamaño, época de maduración, consistencia y coloración de la carne, adhe­ rencia de ésta al hueso y a la cáscara. CLIMA V SUELO: El melocotonero es un árbol que por su lugar de origen se adaptó a soportar temperaturas muy bajas, para lo cual detiene su crecimiento y entra en el llamado período de reposo, del cual no sale hasta que han pasado un cierto número de horas de frío. A ese número de horas frías (con tempera­ tura inferior a 1 OºC) se le conoce como requerimiento de frío y es caracte­ rística de cada variedad, lo que indica la necesidad que tenemos en pa ises 8 e -o '8 ::, "O e c. "' .... "' c. "' E ·;::¡ c. -o e: :Q u "' E o ..... "' e: ::, o "O e: ~ ... o E e: •O ... o u o o:; E QJ "O o D 4: 9 como Costa Rica, de tomar en cuenta este factor para decidir qué variedades debemos plantar. Debe preferirse siempre aquellas variedades cuyas necesida­ des de frío sean menores y establecer los huertos en zonas altas del país, en donde se presenten temperaturas bajas que permitan la adaptación de este frutal. En nuestro país puede cultivarse melocotón en alturas superiores a 1500 m.s.n.m., conviene escoger aquellos sitios en que haya buena luminosi­ dad, la humedad no sea excesiva y exista protección contra el viento. El melocotonero se adapta bien a diversos tipos de suelo gracias a la utilización de adecuados portainjertos; sin embargo, prefiere los terrenos sueltos, profundos y permeables. La humedad excesiva le perjudica hasta el punto de impedir su cultivo. En climas secos y en terrenos muy ligeros, para mantener la producción es necesario el riesgo en las cantidades precisas y en los momentos oportu­ nos. WARIEDADES: En la zona de Fraijanes, Alajuela, las variedades que mejor se han com- portado son: Big Boston: Es el cultivar más productivo en esta localidad, en donde existen árboles con producciones hasta de 100 kg. Tiene una excelente respuesta a la poda, así como tolerancia a las princi­ pales enfermedades. Su fruto es de buena calidad, de carne blanca con el hueso adherido. Presenta el problema de que su coloración externa rara vez alcanza tonos atractivos en esta localidad, por lo que con frecuencia se cosecha de color verde claro. Hall's Yellow. Es también un cultivar recomendable para esta zona. Es en términos generales semejante a Big Boston, excepto que su fruto es amarillo y que presenta algunos problemas con enfermedades, en espe­ cial Taphrina sp. En otros lugares del país, como en la zona de Los Santos, se cultivan con éxito algunas variedades procedentes de Florida como son: Sharp, Flor­ dabelle, Flordasum, etc. Estos cultivares, en especial los dos primeros tienen frutos de excelente calidad en esas condiciones. Externamente son de color rojo intenso, mientras que la carne o pulpa es amarilla. Sin embargo aún hay poca información sobre ellas. 10 :l -------..::..- 1 Fig. 1. Rama vagetativa con hojas en época de reposo. ( ' ,) / ¡ i ·) Fig. 2. Rama mixta en época de reposo y con indicación de los puntos de fructificación. ) ( 3 4 Fig. 3. Chifones en épocas de reposo y de vegetación. Fig. 4. Ramilletes en época de reposo y de floración, con indicación de la cosecha. 11 .. ..,. .. ,-. ·- PROPAGACIÓN: Aunque algunas variedades conservan todas sus características al repro­ ducirlas por semilla, esta se utiliza sólo para la obtención de patrones para injerto. De una manera general se emplea en la multiplicación el injerto, y dentro de sus diversos tipos, el de escudete. Los patrones que se utilizan en otros países incluyen no sólo al durazno, sino también al ciruelo, almendro y albaricoque, sin embargo en nuestro país aún no se tiene experiencia con estos y se prefiere recomendar el durazno común con el cuidado de hacer una buena selección de las semillas y las plántulas obtenidas. Una vez separada la semilla del hueso o parte dura que la rodea, debe dársele un tratamiento en frío por un período de 20 días (en el caso del durazno común), para lo cual las semillas se mezclan con arena húmeda de río, luego de tratárseles con un fungicida protector como el Captan, y se colocan en bolsas plásticas que se introducen en el refrigerador. El semillero se hace en hileras a 15 cm. entre sí y una distancia entre semillas de 1-2 cm., una vez ocurrida la germinación y el brotamiento de las primeras hojas se transplantan las mejores plantas al vivero, el cual puede hacerse en bolsas plásticas o directamente en el suelo. En el caso del melocotón, el transplante a la siembra definitiva puede realizarse ara íz desnuda en la época de latencia o reposo, por lo que es más conveniente hacer el vivero en el suelo sin utilizar ningún recipiente, para evitar el transporte de suelo, lo que es más económi­ co y reduce la posibilidad de llevar a la plantación malezas, enfermedades o plagas que puedan ocasionar problemas. Una vez que los árboles alcanzan en el vivero un grosor de tallo cercano a 1 cm. pueden ser injertados y al inicio de la época lluviosa siguiente, sembrarse en el huerto. SIEMBRA: La_ plantación puede hacerse en los sistemas cuadrado, rectangular o tres bolillos cuando se trata de terrenos planos. Si no se van a realizar cultivos intercalados en forma permanente, el sistema rectangular con distan­ cias ~e 6 metros entre calles y 4 metros entre plantas es adecuado, ya que permite establecer 416 plantas por hectárea y aún queda suficiente espacio para transitar. 12 1/~ ~- tr ra EVOLUCION DE LAS YEMAS DE MELOCOTON Ramas de Madera con anticipados 2 años Brindilla Ramillete de mayo Dardo Latente Ciega 3 años CD, 13 En terrenos de topografía quebrada conviene utilizar sistemas de siem­ bra a contorno o sea en curvas de nivel para controlar la erosión. Es recomendable hacer una preparación del suelo arando y rastreando cuando se trata de terrenos en que la compactación pueda ser severa; si la pendiente no permite esta labor, debe hacerse la siembra en agujeros de suficiente tamaño (1 x 1 x 1 m.), de manera que la raíz de los árboles pueda iniciar su desarrollo sin dificultad. Es importante también que la profundidad a la que se plante el árbol sea la misma que tenía en el vivero; así como que se oriente de manera que el injerto quede de frentP. a la dirección en que predominan los vientos fuertes; esto con el fin de prevenir la quebradura de los injertos. PODA: En el melocotonero esta práctica es de tal importancia aue de ella depende en alto grado el éxito que se pueda alcanzar, de tal forma que no sólo se logre una buena formación del árbol, con gran resistencia en su estructura, sino adecuada luminosidad y aireación. Con el correcto empleo de la poda, se logra mantener a los árboles durante muchos años en condicio­ nes de alta productividad, de gran calidad, sin envejecer, ni producir cosechas alternadas. En el melocotonero la floración ocurre siempre en madera nueva, es decir en ramas que se desarrollaron el año anterior por lo que los puntos de fructificación no están fijados, sino que se presentan cada año en las nuevas ramas emitidas de los tejidos viejos. Sin embargo, no todas las ramas que brotan son adecuadas para producir, por lo que conviene conocer cuales ti pos existen y sus características: 14 Rama vegetativa o chupón: Es el caso de ramas con vigor variable que tienen en toda su extensión exclusivamente yemas vegetativas no pro­ ductoras. Puede tratarse de ramas anticipadas o sea aquellas emitidas a partir de un brote del mismo año o de los llamados chupones. Por lo general este tipo de ramas son indeseables y deben eliminarse, ya que aparte de no ser productivas, pueden llegar a entorpecer la formación del árbol y su vida productiva. Rama mixta: Es el tipo de rama más deseable, aunque suele ser vigoro­ sa, posee yemas vegetativas y florales o productoras, agrupadas en toda .q.1~. f!l_g,. (R. Jr,/I fílrn¡a PODA DE FRUCTIFICACION DEL MELOCOTON 15 su longitud por lo que puede aprovecharse tanto para la formación de ramas de estructura como para la obtención de ramas fructíferas, en las que se presenta un gran equilibrio entre el número de hojas y de flores y por lo tanto de los frutos que se formarán. Chifón: Es una rama de poco vigor de 1 O a 20 cm. de longitud, delgada, que por lo general posee sólo yemas florales, a excepción del extremo en donde se presenta una yema vegetativa que es la única posibilidad de brotación de otra nueva rama. Es por tanto una rama que no tiene un equilibrio adecuado entre hojas y flores. Si un árbol posee suficientes ramas mixtas es conveniente eliminar los chitones. En nuestro país es frecuente que deba recurrirse a este tipo de ramas, ya que debido a la ausencia de frío, muchas veces la brotación de ramas mixtas es reduci­ da. Ramilletes: Son crecimientos de 1 a 3 cm. de longitud muy débiles y se comportan como chifones de menor vigor. Poseen muchas yemas flora­ les y sólo una vegetativa por lo que las hojas no son suficientes. Al igual que en el caso anterior, en condiciones como las de nuestro país se utilizan este tipo de ramas para producción; sin embargo si existen sufi­ cientes ramas mixtas, deben desecharse los ramilletes. PODA DE FORMACIÓN: Como su nombre lo indica, consiste en modificar la estructura del árbol, de tal manera que permita mejor iluminación, aireación y resistencia mecáni­ ca. Aunque existen muy diversos sistemas, en nuestro país los rnás conocidos son las llamadas formas libres, como es el caso de la formación en copa; se escogen 3 ó 4 ramas que se dejan como primarias y a partir de ellas se busca la formación de ramas secundarias y terciarias que dan origen a las ramas productoras; no conviene que las primarias se inicien en un mismo punto, sino que estén separadas para mejorar la resistencia. En este sistema lo que se busca es lograr un buen equilibrio en todo el árbol, de manera que las ramas que lo constituyen sean, cada una en su categoría de vigor o fortaleza s¿mejan­ te y tengan el mismo peso, volumen, cantidad de hojas y capacidad de producción. Visto desde arriba, las ramas principales deben guardar entre sí ángulos de 120° (forma de una letra ye), si se trata de formación con 3 ramas principales, o de 90° si se dejan 4 (forma de cruz). Una rama principal nunca debe estar colocada encima de otra y deben surgir a una altura del 16 tallo principal lo más pequeña posible, ya que entre más bajos sean los árboles más fácil será su manejo, aunque conviene tener en cuenta que el peso de la cosecha hace descender las ramas por lo que una altura de 30 cm. entre el suelo y la primera rama es la adecuada. Todo el conjunto de ramas de estructura forma la copa, armazón o esqueleto permanente del árbol que tienen las funciones de conducción y sostén. La producción de follaje y frutas estará en los otros tipos de ramas mencionadas que son más delgadas y se encuentran a lo largo de las ramas de estructura. PODA DE FRUCTIFICACIÓN: El objetivo de esta labor es doble; por un lado se busca permitir la existencia de ramas que produzcan la fructificación en el año y por otro promover la formación de ramas de reemplazo con lo que se garantiza la siguiente cosecha. Si existen suficientes ramas mixtas se pueden eliminar total o parcial­ mente los chitones y ramilletes, así como las ramas mixtas que ya han producido. De no ser así, y esto es muy frecuente en nuestro país, lo que se hace es permitir la existencia de esas ramas débiles y despuntar las ramas mixtas por encima de las yemas que no brotaron en el año anterior, con lo cual se provoca el brotamiento de nuevas ramas mixtas para el siguiente año. Una vez finalizada la cosecha, el árbol comienza a perder su follaje y entra en un período de descanso en el cual no conviene efectuar ninguna labor. En nuestras condiciones rara vez se desprenden todas las hojas, si bien no se producen nuevos crecimientos una gran parte de las hojas viejas permanecen adheridas. Por este motivo es conveniente la utilización de pro­ ductos defoliantes que al atomizarse permitan eliminar todas esas hojas. El sulfato de cobre al 2 % tiene un buen efecto defoliante, el momento adecua­ do para aplicarlo es cuando la máxima cantidad de hojas ha caído en forma natural. Una vez que se ha logrado defoliar los árboles, se dejan en ese estado hasta que empieza a notarse un abultamiento de yemas, es entonces el mo­ mento adecuado para realizar la poda de fructificación. En forma adicional a las podas de formación y fructificación, en el melocotonero deben realizarse labores de mantenimiento con el fin de elimi­ nar ramas mal colocadas, dañadas o envejecidas para evitar excesivas compli­ caciones de la estructura. 17 En años en que las condiciones son favorables, algunas variedades pue­ den presentar una fructificación demasiado grande, por lo que se hace nece­ sario quitarle una parte de la cosecha cuando la fruta está pequeña, ya que si no se reduce el tamaño de fruta. FERTILIZACIÓN: Primera fertilización: Se hace al inicio de las lluvias, aplicando enterra­ do cada dos metros sobre el círculo de la gotera del árbol, 60 gramos por hueco de la fórmula 10-30-10. Junto con esta fertilización se debe aplicar al voleo en la zona cubierta por la copa del árbol, 230 gramos de la fórmula 18-5-15-6-2. Segunda fertilización: Se realiza antes de la floración,aplicando al voleo 230 gramos de nitrato de amonio (Nutran). ENFERMEDADES: 18 Pudrición café de la fruta: Esta enfermedad causada por hongos del género Monilia es de gran importancia en nuestras condiciones, sobre todo en lugares con alta humedad atmosférica. Los síntomas se presen­ tan como manchas color café oscuro que aumentan rápidamente de tamaño y pudren por completo el fruto, que al final queda momificado sin desprenderse de la rama, si no se eliminan, sirven como fuente de contagio en la siguiente cosecha. El control químico debe comenzar desde la floración, justo antes de ésta, una aplicación de Benlate es de gran utilidad. Una vez que el fruto ha cuajado pueden hacerse aplicacio­ nes de Captan o Daconil en intervalos de 2 a 3 semanas, según las condiciones ambientales. Durante la latencia del árbol (defoliado) se puede hacer una aplicación de cobre, en dosis altas, para que elimine el hongo presente en las ramas. Abollado: Esta enfermedad, causada por el hongo Taphrina deformans se presenta como deformaciones o abolladuras de las hojas de color Nota: rosado o rojo. Cuando las condiciones ambientales le son favorables, excesiva lluvia y nubosidad, la dispersión de la enfermedad es muy rápida. Hay diferencia en cuanto a susceptibilidad en diferentes cultiva­ res, de manera que deben preferirse variedades más resistentes, como Big Bastan en lugares donde el ataque es muy fuerte. Las aplicaciones de Captan o Daconil que se realizan para el control de Monilia sp. por lo general controlan también a ésta; pero de ser necesario puede utilizarse Difolatán. Cribado o perdigón: Esta enfermedad es producida por el hongo Claste­ rosporium carpophilum. Los síntomas son manchitas muy numerosas que se secan y desprenden dejando muchos agujeros en la superficie de la hoja. Si se controla Monilia yTaphrina el perdigón no causa proble­ mas serios. Pudrición bacteria!: Causada por Xanthomonas pruni. Esta bacteria cau­ sa chancros en las ramas, manchas en frutos y hojas así como exudados en tiempo húmedo y puede causar daños de consideración si no se toman medidas adecuadas. Si se utiliza cobre como defoliante, la nueva vegetación no presenta grandes problemas. El cobre es tóxico para el melocotón, pues provoca la caída de hojas, por lo que los productos a base de cobre (Kocide, Trimiltox, Cobox, Cupravit, etc.) sólo deben usarse cuando el árbol está en reposo, o como defoliantes para provocar el reposo. 19 Se terminó de imprimir en la Oficina de Publicaciones de la Universidad de Costa Rica en el mes de junio de 1985. Su edi­ ción consta de 540 ejemplares. Ciudad Universitaria Rodrigo Facio San José, Costa Rica. A. C.