LAS REVISTAS CENTROAMERICANISTAS EDITADAS EN COSTA RICA Saray Córdoba González Socia honoraria de Latindex Catedrática jubilada Universidad de Costa Rica Introducción: La comunicación científica se ha encargado desde mediados del siglo XX, de divulgar los resultados de la investigación una vez que estos hayan sido analizados y aceptados por sus pares. Por ello Meadows (1999) advirtió que esta se coloca “en el propio corazón de la ciencia”, con lo cual quiso indicar que los resultados de la investigación que no se comunican, es como si no se hubiera hecho absolutamente nada; todo el esfuerzo por buscar respuestas a los problemas se dilapida. Por ello, asumimos que la comunicación de la ciencia forma parte del ciclo natural de la investigación, sin la cual no estará completo. Esta comunicación puede darse de forma oral -ponencias en congresos, conferencias, mesas redondas- o escrita, en cuyo caso, el artículo científico es fundamental y este se agrupa en las revistas científicas y académicas. En ciencias sociales y humanidades, el libro cobra importancia también, aunque ambas versiones se combinan mutuamente para comunicar el conocimiento. Con el advenimiento de la Internet, la comunicación científica se transforma para dar paso a las revistas en línea, a la divulgación masiva de datos e información y también a las prácticas espurias, como resultado de las presiones por publicar y de los sistemas de evaluación que optaron más por la cantidad que por la calidad. Esas prácticas espurias también fueron aprovechadas y estimuladas por la comercialización de la información; un fenómeno que sobresalió mucho antes de la Internet -a partir de la venta profusa de suscripciones a las bibliotecas universitarias- pero con la distribución masiva de información, este comercio creció desmedidamente. Realmente, la internet facilitó la comunicación científica; generó en los albores del siglo XXI el movimiento de Acceso Abierto y más tarde la Ciencia Abierta, pero 2 también favoreció las prácticas espurias y comerciales, para distorsionar lo que pudo haber sido un camino correcto y directo hacia la democratización de la ciencia. No obstante, el crecimiento de las infraestructuras de acceso abierto para dar visibilidad a la producción científica que se generaba y proliferaba en el mundo, fue un resultado inevitable. La aparición de nuevas revistas y su crecimiento rápido, el surgimiento de los portales de revistas y repositorios; más tarde de cosechadores y los sistemas de agrupamiento -como directorios- e indización de esos productos científicos, abrieron una senda hacia la apertura, la accesibilidad y el reconocimiento de los resultados de la investigación. Costa Rica, como país centroamericano, no ha estado exento de todos esos esfuerzos, y por lo tanto, la generación de repositorios y revistas creció y se hizo visible a partir de estas condiciones. En este corto repaso, me propongo explorar algunas de las razones por las que las revistas científicas, como la figura más importante con que se concreta la comunicación científica, se desarrollaron en Costa Rica, tanto en cantidad como en calidad y adicionalmente, destacar su interés por la región centroamericana. Los albores del desarrollo cultural en Costa Rica América Latina ha sido una de las regiones más prolíficas en el mundo, en la producción de información en acceso libre y abierto. El acceso abierto “ha existido siempre” -según decimos- porque en la década del 70 -por ejemplo- no se nos ocurrió cobrar por una revista que se publicara en Argentina, México o Brasil, a pesar de que ya existía Blackwell’s para comercializar las revistas del norte global, pero no incluía a las de la región porque “no tenían calidad”, no estaban incluidas en la corriente principal. Quizás ese fue un factor positivo en el desarrollo de la comunicación científica de la región: nos permitieron tomar el rumbo más conveniente por nuestros propios medios, aunque fueran limitados. Costa Rica ha sido parte de ese rumbo que fortaleció la generación de revistas de acceso abierto no comercial -o diamante-, mucho antes de la Internet. No obstante, los inicios de la publicación literaria, cultural y científica se mostraron en los diarios y semanarios que aparecieron antes de la forma que comúnmente conocemos: la https://en.wikipedia.org/wiki/Blackwell%27s 3 revista independiente, con una periodicidad definida y un título que las identificara. En 1830 llegó la imprenta a Costa Rica, más tarde que otros países latinoamericanos (Solano y Díaz, 2011). Sin embargo, este acontecimiento contribuyó a la publicación de libros y periódicos que fortalecieron los esfuerzos por la investigación y la alfabetización que se dieron más tarde, en el último tercio del siglo XIX. La aparición de la Gaceta Médica en 1896 -70 años después de la conformación del estado costarricense- como parte del quehacer de la Facultad de Medicina, Cirugía y Farmacia de la República que abrió sus puertas en 1895, fue una de las primeras iniciativas en este campo. También los Anuarios Estadísticos en 1883, los Anales del Instituto Físico y Geográfico (hoy Instituto Meteorológico) en 1889, los Anales del Museo Nacional de la República de Costa Rica en 1887 tuvieron ese papel científico, con la particularidad de que fueron de corta vigencia o cambiaron de título muchas veces. A pesar de esto, los aportes de estas revistas tuvieron una proyección internacional, gracias al canje que se establecía a partir de ellas (Solano y Díaz, 2011). Por otro lado, la mayoría de estos esfuerzos respondieron a gestiones institucionales y no tanto a lo que algunas personas podrían hacer individualmente. No fue este el caso de las múltiples y buenas revistas literarias, pedagógicas y culturales, que fueron apareciendo en los albores del siglo XX (Sistema, s.f.; Solano y Díaz, 2011; Ovares, 1992). Estas iniciativas -dirigidas por importantes intelectuales de la época- cumplieron un papel preponderante en la conformación de redes o grupos de discusión sobre las corrientes literarias o artísticas, o en servir de plataforma para las polémicas y estudios propios de la época. Nacen así Costa Rica Ilustrada (1887-1888), Revista de Costa Rica (1890-1892), Arte y Vida (1901), Páginas Ilustradas (1904-1908) y Pandemónium (1905-1914), entre otras. El despertar de la ciencia costarricense y la huella que deja en sus revistas no fue casual. Obedeció a las decisiones del Estado y la ciudadanía, que se dieron en beneficio de la educación, la cultura y la ciencia. La reforma educativa llegó con la “Ley General de Educación Común” en 1886, en el gobierno de Bernardo Soto, el cual se caracterizó por sus ideas liberales, por expandir la administración pública y fortalecer la agricultura capitalista (la producción y exportación de café). Los resultados de esas políticas se observaron ya en las primeras décadas de 1900, con https://www.sinabi.go.cr/biblioteca%20digital/revistas/Gaceta%20Medica%20de%20Costa%20Rica.aspx https://www.sinabi.go.cr/biblioteca%20digital/revistas/Anales%20del%20Instituto%20Fisico%20Geografico.aspx https://www.sinabi.go.cr/biblioteca%20digital/revistas/Costa%20Rica%20Ilustrada.aspx https://www.sinabi.go.cr/biblioteca%20digital/revistas/Costa%20Rica%20Ilustrada.aspx https://www.sinabi.go.cr/biblioteca%20digital/revistas/Revista%20de%20Costa%20Rica.aspx https://www.sinabi.go.cr/biblioteca%20digital/revistas/Arteyvida.aspx https://www.sinabi.go.cr/biblioteca%20digital/revistas/Paginasilustradas.aspx https://www.sinabi.go.cr/biblioteca%20digital/revistas/Pandemonium.aspx 4 el aumento en la alfabetización, la creación de instituciones culturales como la Biblioteca Nacional, el Teatro Nacional y el Museo Nacional, para ir formando una identidad nacional basada en un discurso que nos hacía diferentes del resto de centroamericanos: la laboriosidad, la índole pacífica, la condición de propietarios y la pertenencia a la raza blanca, según señalan Molina y Palmer (2009). Igualmente, en esta época se da un intercambio cultural importante, en tanto que el gobierno promovió la asignación de becas para formar científicos en Europa. Fue así como se desarrollaron talentos en el campo de la botánica -con Alberto Manuel Brenes- en la microbiología -con Clodomiro Picado Twight- en educación -con Marco Tulio Salazar- o la visita de la Misión Pedagógica Chilena y el traslado de importantes intelectuales a ese país. Sus aportes fueron muy importantes para desarrollar valiosas instituciones que fortalecieron la ciencia en el transcurso de los años. Así mismo, tuvimos la visita de importantes científicos europeos que vinieron a estudiar la naturaleza del país y a publicar importantes obras: Paul Biolley, Francisco Lloret Bellido, Henri Pittier (director de los Anales del Instituto Físico y Geográfico), Félix Noriega y la Misión de Unesco que analizó y propuso reformas educativas en 1951 (Monge y Rivas, 1980). Como es de suponer, con esa efervescencia se fueron creando revistas que, aunque algunas tuvieran una vida corta, fueron “un logro de la comunidad científica y de los fuertes vínculos entre ésta y el poder político” (Solano y Díaz, 2011:33). Por ellas conocemos aún más el quehacer intelectual y cultural de las primeras décadas del siglo XX y podemos consultarlas en línea, gracias al proceso de digitalización que ha desarrollado el Sistema Nacional de Bibliotecas (Sistema, s.f.). Además, la inversión social fue creciente entre 1890 y 1929, pues los gastos en educación, salud, pensiones y obras públicas aumentaron del 24% al 39% en ese periodo (Molina y Palmer, 2009). Para alcanzar estos logros, los gobiernos costarricenses invirtieron recursos en las revistas, pero también el sector privado aportaron su parte. Así, llegamos a las décadas treinta y cuarenta en que se dieron luchas muy importantes, que generaron cambios fundamentales. La huelga bananera, el levantamiento de obreros y artesanos y la crisis mundial de entre guerras provocaron una mayor intervención del Estado en el quehacer político y económico y una 5 expansión de la actividad económica, a pesar de la depresión mundial. De igual manera, aparecieron importantes intelectuales que luego fueron líderes en la educación y la cultura, muchos de ellos responsables de valiosas revistas que se generaron en esa época: el Repertorio Americano (1919-19581) en manos de Joaquín García Monge, que tuvo una amplia proyección fuera de las fronteras costarricenses, o Estrella de Centro-América (1944-1949) que se publicaba en El Salvador pero su contenido abarcaba toda la región más México. Según apunta Ovares (2004: 1008) “la revista [Repertorio Americano] acoge la defensa del republicanismo y la condena de las tiranías y abre sus páginas a los adversarios de éstas al punto que su circulación estuvo vedada en varios países de Centroamérica”. De esta manera, Repertorio Americano que sobrevivió 39 años, constituyó un ícono en la cultura latinoamericana, lo cual indica que de manera muy temprana pudo romper las fronteras, utilizando el correo postal y las escasas vías de comunicación que existían en la época. Pero ante todo, contó con una red de escritores que sostuvieron la revista con sus contribuciones y el intercambio epistolar: Miguel de Unamuno, Gabriela Mistral, Alfonso Reyes, Baldomero Sanín Cano, José Vasconcelos , José Enrique Varona, y tantos otros (Oliva, 2008: 12). Se decantó como defensora de la democracia, de la patria que se opone al racismo y al nacionalismo y en su defecto, propiciaba la unión del continente americano, dando voz a los principales americanistas de la época. Por su parte, la Estrella de Centro-América, dirigida por Francisco Gavidia (escritor salvadoreño) y Alberto Ordóñez (radicado en Costa Rica), mostraba una visión integracionista y democrática a partir del ideal bolivariano, según reza en su editorial: “Y la libertad, únicamente podemos gozarla en toda su integridad cuando sean borradas sobre el mapa de nuestro hemisferio las dictaduras, las factorías económicas, las zonas de influencia política y otros males —ya endémicos— en el suelo americano.” (Editorial: 2). Varios de sus artículos muestran una intención para que los pueblos centroamericanos se unan para resolver sus problemas y que -por el contrario- no vivan como “una nacionalidad absurdamente fraccionada” (Idem: 50). 1 La colección completa del Repertorio Americano se puede encontrar en el Repositorio de la Universidad Nacional: https://repositorio.una.ac.cr/handle/11056/2923 https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/repertorio/about https://www.sinabi.go.cr/biblioteca%20digital/revistas/La%20estrella%20de%20Centroamerica.aspx https://repositorio.una.ac.cr/handle/11056/2923 6 Este discurso expresado en sus textos políticos y literarios, muestra los ideales de un grupo de intelectuales -entre los que se encuentran Froilán Turcios, Carlos Luis Sáenz, José Coronel Urtecho, Edelberto Torres Rivas y muchos otros- quienes destacaban las condiciones de dependencia económica y política. Este ideal se expresó también en Costa Rica en las revistas que mostraron la efervescencia política: Renovación (1914-1919), y Liberación: Revista centroamericana de vanguardia (1935). La primera fundada y dirigida por Carmen Lyra y José María Zeledón y la segunda fue dirigida por Vicente Sáenz, en la que se publicaron manifiestos políticos, como el del Partido Socialista, y destacados escritores costarricenses. Más tarde aparece Surco (1940-1945) que tuvo una importancia capital en las discusiones sobre el futuro político y social del país, porque sirvió de vocero para el Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales Estudios que dio origen al partido social demócrata que llegó a gobernar intermitentemente, en los siguientes 70 años (Ovares, 1992). Producto de esa corriente reformista fue la creación de la Universidad de Costa Rica (UCR) en 1940, como una institución autónoma para darse su propio gobierno, la creación de la Caja Costarricense de Seguro Social que fortaleció la salud para llevarla a todos los rincones del país y que junto con un nuevo Código de Trabajo lograron brindar a la población las garantías sociales y económicas para un desarrollo más robusto. No obstante, estos cambios también estuvieron caracterizados por la exclusión, las traiciones y las contradicciones políticas, que desembocaron en una guerra civil de seis semanas de duración, en 1948, de la que salió airosa la social democracia (Molina y Palmer, 2009:114). A partir de este cúmulo de acontecimientos, lograron consolidarse los cambios necesarios para generar un estado reformista, sin ejército y que reforzó la educación, la salud, la electricidad; nacionalizó la banca y fortaleció las reformas sociales. O como mejor lo expresan Molina y Palmer (2009:118), “El proyecto político de Costa Rica, en este contexto, fue excepcional: convertir la justicia social y la modernización del Estado en la base de la democracia política”. https://www.sinabi.go.cr/biblioteca%20digital/revistas/Renovacion.aspx https://www.sinabi.go.cr/biblioteca%20digital/revistas/Liberacion.aspx 7 Seis años después del nacimiento de la UCR, aparece en 1946 la Revista de la Universidad de Costa Rica, que sobrevive hasta 1975, y constituyó la semilla para el desarrollo de las revistas científicas costarricenses, tal como las conocemos hoy. Así, en 1953 aparece la Revista de Biología Tropical y en 1957 una de las más importantes revistas en el campo de las humanidades: la Revista de Filosofía. Seguidamente, a partir del desarrollo de la investigación, la acción social y la docencia de la UCR, se genera una serie de revistas académicas y científicas que cubren casi todos los campos del conocimiento. Esa variedad y la calidad que paulatinamente se fue consolidando, se reflejaron en las cincuenta revistas que hoy tiene el Portal de Revistas Académicas de la UCR, las cuales han sobrevivido entre 10 y 70 años. Estos esfuerzos se ven potenciados con la creación de otras universidades públicas: el Instituto Tecnológico de Costa Rica (1971), la Universidad Nacional (1973), la Universidad Estatal a Distancia (1977) y la Universidad Técnica Nacional (2008); cada una tiene su portal y juntas publican 111 revistas, que son las de mayor calidad de la subregión centroamericana y todas mantienen su condición de acceso abierto no comercial o diamante. Por esta condición pudieron desarrollar el Repositorio Nacional Kímuk que alberga el contenido de esas revistas, más las de otras instituciones que se han ido sumando a esta infraestructura abierta. La gestión de la comunicación científica en las universidades públicas costarricenses Podemos observar que actualmente las universidades estatales costarricenses representan el 86% de las revistas costarricenses del Catálogo Latindex, lo cual es resultado de la voluntad política de las autoridades y en consecuencia, la asignación de recursos y el arduo trabajo que realiza la Subcomisión de Conocimiento Abierto de CONARE, donde están representadas las cinco universidades que las sostienen. Pero más aun, estas constituyen el 89% de las revistas de la colección SciELO y el 95% de Redalyc lo cual marca el paso a la producción científica que se genera en el país. Costa Rica es parte fundamental del trabajo que realiza el Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA) en el campo de la comunicación científica; https://revistas.ucr.ac.cr/ https://revistas.ucr.ac.cr/ https://kimuk.conare.ac.cr/ https://kimuk.conare.ac.cr/ https://www.latindex.org/latindex/revistasPais?idPais=11&idMod=1 https://www.scielo.sa.cr/scielo.php https://www.redalyc.org/pais.oa?id=33 https://pridca.csuca.org/index.php/business/universidades-miembros 8 también es parte de LA Referencia y tiene 76 revistas en el Directory of Open Access Journals (DOAJ) (90,78% son universitarias), como ejemplos de su activa participación en las infraestructuras de acceso abierto. La visibilidad de sus revistas y el sostenimiento financiero y logístico por parte de las universidades públicas representa el desarrollo que el país ha logrado en el campo de la ciencia y la cultura. El 99% del total de revistas costarricenses son de acceso abierto diamante, lo cual indica que aun en los casos de revistas no universitarias, estas no cobran ni al autor ni al lector. No obstante, en este año (2023) apareció la primera revista con APC2, la cual pertenece a una entidad privada, en el campo de la medicina. Revistas centroamericanistas publicadas en Costa Rica: Probablemente porque Costa Rica ha contado con las mejores condiciones dentro de la región, para la educación pública y más tarde, para la publicación y sostenimiento de revistas académicas, fueron surgiendo algunas iniciativas regionales para reforzar la formación de profesionales. En este sentido, el CSUCA jugó un papel importante con la promoción de grados y posgrados con alcance regional, pero también otras organizaciones especializadas que fueron generando las revistas como resultado de los esfuerzos que se dieron hacia la integración centroamericana y en consecuencia, para compartir el conocimiento que se fraguaba en esas instancias. No obstante, esas intenciones no son recientes, pues desde finales del siglo XIX ya existían algunas iniciativas relacionadas con la creación de revistas que cubrieran el área centroamericana: El público al que se editaban estas revistas estaba claramente definido: La Nueva Revista se fundó como un medio para unir a los intelectuales y expresen [sic] sus puntos de vista al resto de la sociedad, tanto en Costa Rica como en los demás países centroamericanos, mientras que Páginas Ilustradas se propuso llegar a los lectores divulgando la producción artísticas [sic] de los 2 APC (Article Processing Charges) es la característica que tienen ciertas revistas que cobran por publicar, desde pequeñas hasta onerosas sumas de dinero. https://www.lareferencia.info/vufind/Search/Results?lookfor=network_acronym_str%3ACR https://doaj.org/search/journals?ref=homepage-box&source=%7B%22query%22%3A%7B%22query_string%22%3A%7B%22query%22%3A%22Costa%20Rica%22%2C%22default_operator%22%3A%22AND%22%7D%7D%2C%22track_total_hits%22%3Atrue%7D 9 intelectuales costarricenses y del resto del istmo. Pandemónium amplió su oferta mediante la inclusión de temas muy diversos, por lo que sus editores la definieron como una revista que informaba sobre temas relacionados con el desarrollo político, económico, social, literario, artístico y científico del país y los dio a conocer en el resto de Centroamérica. En este último campo, los editores se orientaron principalmente a publicar investigaciones históricas, geográficas, etnográficas, lingüísticas y arqueológicas. (Solano y Díaz, 2011:25). Ya a mediados del siglo XX y hasta sus últimas décadas, varios organismos han germinado al calor de esa idea. Quizá, el más importante como órgano político fue el Sistema de Integración Centroamericano (SICA), formado por los gobernantes centroamericanos en 1991, aunque sus orígenes datan de 1962. Fue relanzado en el 2010 y de este dependen varias secretarías y algunas instituciones especializadas como el CSUCA, el INCAP, el ICAP, o el CTCAP en el campo académico, según nuestro interés en esta exposición. Al calor de estas instituciones se han generado iniciativas de investigación y estudios de posgrado, que también incluyeron varias revistas, con el propósito de estudiar la realidad costarricense dentro del contexto centroamericano, como seguidamente podemos observar. Así nace la Revista Geológica de América Central en 1984 https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/geologica. Según se narra en el sitio de la Maestría en Geología : “En los Congresos Geológicos celebrados en Costa Rica y Guatemala, en 1965 y 1967 respectivamente, y a partir del análisis de las necesidades existentes, nació la iniciativa de establecer una Escuela de Geología. Se propuso como sede de la nueva escuela, a la Universidad de Costa Rica, institución que acogió la propuesta y aprobó la creación de la Carrera de Geología, en abril de 1967”. En 1990 se abre la Maestría en Geología, pocos años después de que naciera la Revista. Otro ejemplo que responde a estos esfuerzos de integración centroamericana fue Agronomía Mesoamericana, que aparece en 1990 https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/agromeso/about, al amparo del Programa https://www.sica.int/breve https://www.incap.int/index.php/es/ https://icap.ac.cr/ https://www.sica.int/ctcap/inicio https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/geologica https://www.sep.ucr.ac.cr/ppg-nosotros/ppg-antecedentes https://www.sep.ucr.ac.cr/ppg-nosotros/ppg-antecedentes https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/agromeso/about 10 Cooperativo Centroamericano para el Mejoramiento de Cultivos y Animales (PCCMCA), en su Reunión XXXV, efectuada en Honduras en 1989. Inicialmente, sus intenciones consistían en publicar las mejores ponencias que se presentaban en esas reuniones anuales, pero después de varios años su ámbito cambió a la investigación en las ciencias agroalimentarias, realizada en cualquier parte del mundo, pero manteniendo el interés en las zonas tropicales y subtropicales. Actualmente pertenece a la UCR y ha llegado a representar un área clave para el conocimiento en la región. Con el fin de ampliar el conocimiento sobre la región, desde el ámbito social pero con diferentes perspectivas, nace el Anuario de Estudios Centroamericanos en 1974. https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/anuario. En su sitio se advierte que… “En la actualidad es una de las pocas publicaciones que se realizan sobre América Central bajo una perspectiva regional”. Su objetivo principal es “comprender las sociedades centroamericanas desde las más diversas perspectivas: económicas, sociales, políticas y culturales”. De esta manera, se busca que “se puedan obtener explicaciones científicas y académicas a las principales problemáticas que aquejan la región o que la caracterizan desde sus tradiciones, cultura material e inmaterial, poblaciones y grupos étnicos, género y ambiente, entre otros aspectos”. El Anuario es publicado también por la UCR y mantiene su tradición centroamericanista; sin embargo, entre 1996 y 2020, los artículos fueron publicados por autores de Nicaragua, El Salvador y Costa Rica. Igualmente, en otro de los centros de investigación de la UCR aparece Cuadernos de Inter.c.a.mbio sobre Centroamérica y el Caribe en 2002. https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/intercambio. Este nace al calor del Programa de Investigación “Producciones culturales centroamericanas y caribeñas”, perteneciente al Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericanas (CIICLA) de la UCR. En sus inicios el título era InterCAmbio como un apelativo a su irrenunciable vocación centroamericanista. No obstante, al verse obligados a cambiarlo sus editores mantuvieron las iniciales “.c.a.” para seguir denotando esa identidad que le caracteriza. https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/anuario https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/intercambio 11 Población y salud en Mesoamérica aparece en 2003 https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/psm. Esta revista nacida solo en línea es publicada por el Centro Centroamericano de Población (CCP), de la UCR, cuyo propósito es “la difusión de los resultados de investigaciones en población, desde la perspectiva demográfica, y salud pública”. Por ello, forma parte de uno de sus más importantes objetivos, cual es “contribuir a solucionar los problemas poblacionales de Centroamérica” y además, diseminar la información y el intercambio de conocimiento sobre la región. Al igual que el Anuario, sus autores proceden de Nicaragua, El Salvador y Costa Rica en los veinte años de existencia. La revista Ístmica aparece en 1994. https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/istmica “Su objetivo es contribuir al análisis de la producción intelectual, artística y literaria presente en las identidades centroamericanas y caribeñas”, propósito que ha mantenido hasta el día de hoy. Es publicada por la Universidad Nacional (UNA) y consultada por personas de diversos países centroamericanos. Diálogos: Revista Electrónica de Historia nace en 1999 https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/dialogos . Pertenece al Centro de Investigaciones Históricas de América Central (CIHAC), UCR y “pretende llegar a personas investigadoras centroamericanas y centroamericanistas de las diferentes ramas de la Historia” y también “promover la historiografía costarricense, centroamericana, latinoamericana”. No obstante, en los números de los últimos dos años solo hay tres artículos relacionados con Centroamérica. Revista Geográfica de América Central nace en 1974 https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/geografica. Pertenece a la Escuela de Ciencias Geográficas de la Universidad Nacional (UNA) y se asienta en su programa de investigación. No obstante, su ámbito es internacional, tal como se puede leer en la presentación de la revista y paradójicamente, las visitas al sitio no muestran un origen en los países centroamericanos, excepto de Costa Rica: https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/geografica/estadisticas y la mayoría de sus artículos tampoco proceden de otros países de la región. A pesar de esto, la revista en su presentación advierte que procura la publicación de trabajos originales, https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/psm https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/psm https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/istmica https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/istmica/estadisticas https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/dialogos https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/geografica https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/geografica/estadisticas https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/geografica/article/view/10064/13120 12 informes inéditos o avances de investigación “que tengan especial relación con América Central”. Por último, como producto de varios posgrados centroamericanos, con sede en Costa Rica, se crearon revistas que no pertenecieron a las universidades costarricenses. Veamos dos ejemplos: El Repertorio Centroamericano nace en 1965, con el auspicio del CSUCA -mientras se radicaba en Costa Rica- y fue dirigida por el escritor Sergio Ramírez Mercado. Abarcaba varios temas relacionados con la cultura centroamericana, con énfasis en la literatura; se publicaba bajo suscripción y sobrevivió pocos años. En él publicaron destacados escritores de la región, con la misma perspectiva integracionista que tuvo la Estrella de Centro-América. Revista Centroamericana de Administración Pública publicada por el Instituto Centroamericano de Administración Pública, (ICAP) aparece en 2005 y se ha mantenido hasta la actualidad, https://ojs.icap.ac.cr/index.php/RCAP. El ICAP es un órgano del SICA con sede en Costa Rica, que “se encarga del desarrollo de los recursos humanos, la modernización de los sectores públicos del Istmo, y de apoyar los esfuerzos de integración centroamericana”. La Revista Centroamericana de Ciencias Sociales nace como parte de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), en 2004, pero deja de publicarse en 2012, https://www.flacso.ac.cr/es/publicaciones/revistas. FLACSO ha tenido su asiento en Costa Rica desde 1992, al igual que en otros doce países latinoamericanos. Para la publicación de esta revista colaboraron también la UNA y la Universidad de El Salvador. CONCLUSIONES En Costa Rica, tradicionalmente han tenido un lugar preponderante la educación, la cultura y el desarrollo social, gracias a la determinación política y la decisión de invertir prioritariamente en estas áreas. Esta característica se ha visto reflejada en la comunicación científica y concretamente en las revistas que se han generado a través https://www.sinabi.go.cr/biblioteca%20digital/revistas/Repertorio%20Centroamericano.aspx https://ojs.icap.ac.cr/index.php/RCAP https://www.flacso.ac.cr/es/publicaciones/revistas 13 de los tiempos (Córdoba, 2018), las cuales han sido sostenidas con la condición de acceso abierto no comercial o diamante. Al igual que en los albores del siglo XX se tomó la decisión de fortalecer el Estado, estas publicaciones se han beneficiado de la decisión política que les asigna fondos estatales, procedentes principalmente de las universidades públicas. Otra característica que muestran varias revistas es la proyección hacia la región centroamericana desde sus inicios, tal como lo exponen Solano y Díaz (2011) y de las cuales hemos mostrado algunos ejemplos. Aunque es una característica que no ha sido constante, sí es un claro reflejo del interés por la investigación sobre la región y de los esfuerzos de integración centroamericana que se han gestado a través de los años. En este último caso, las organizaciones de carácter regional, como el CSUCA o el ICAP, que también han desarrollado investigación y posgrados en el país, han mostrado interés por generar revistas, por medio de las cuales puedan dar a conocer los resultados de su trabajo. Sin embargo, las revistas que se publican desde Costa Rica para la región, carecen de autores centroamericanos y de visitas que muestren la procedencia de lectores de la región. Esto podría significar una débil respuesta a los esfuerzos por centroamericanizar la ciencia desde el país. Otro ejemplo de integración regional importante es el portal de revistas del CSUCA, en el cual las instituciones costarricenses representan el 46% de las revistas centroamericanas que contiene, procedentes de cuatro de las 18 universidades que se han integrado a esta plataforma. La posibilidad de ampliar la visibilidad de la producción científica y académica de la región a partir de este portal, sin duda constituye un avance más de integración para apoyar la investigación y la docencia en la región. Así, las iniciativas gestadas desde finales del siglo XIX han rendido sus frutos y estos han sido proyectados al resto de la región. Es evidente el interés que ha existido a lo largo de siglo y medio de esfuerzos por estudiar la región centroamericana y de participar en los organismos de integración para ampliar las experiencias y buenas prácticas a la patria grande centroamericana. REFERENCIAS: https://revistas.csuca.org/ 14 CONARE (2023). Universidades signatarias. https://www.conare.ac.cr/conare/universidades-signatarias/ Córdoba, Saray (2018). Calidad de las revistas académicas de ciencias sociales y humanas en el área centroamericana. En: Basail, A. y otros. Raíces comunes e historias compartidas. México, Centroamérica y el Caribe, pp. 401-430. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Mx.: UNICACH; Buenos Aires: CLACSO, 2018. https://www.clacso.org.ar/libreria- latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=1342&pageNum_rs_libros=0&tot alRows_rs_libros=1280 Editorial. Necesidad de un nuevo trato (1946). 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