Abstract
Este artículo describe un caso real ocurrido en Costa Rica, documentando cómo una persona asalariada con un ingreso bruto de 700.000 colones mensuales acumuló en menos de dos años deudas por más de 23 millones de colones. Se revela una colección de estrategias que utilizan las entidades financieras para burlar principios razonables y endeudar exageradamente a sus clientes.