¿Derrotas o fracasos electorales? (la construcción de carreras políticas) el caso de las personas candidatas a diputados de la provincia de San José y regidores del Cantón Central de San José del partido Liberación Nacional 2002-2006-2010

Abstract

El tema central de esta investigación es el estudio de la derrota electoral a nivel individual, en términos de la aceptación y su influencia en las carreras políticas de las personas candidatas derrotadas. El estudio de este tema se ha desarrollado principalmente en Europa, como un refrescamiento de los tradicionales estudios sobre derrotas electorales que se centran más en los partidos políticos, así como las consecuencias que las derrotas tienen para su permanencia en la arena política y para el sistema político.

Concretamente, el estudio se centra en las personas candidatas derrotadas en las elecciones legislativas y candidatas o candidatos a regidores de 2002, 2006 y 2010 del Partido Liberación Nacional. La investigación es de tipo cualitativo, por lo que se hizo uso de entrevistas semi-estructuradas, con el fin de conocer los sentimientos y condiciones de aceptación de la derrota electoral de las candidatas y los candidatos, sus estrategias de adaptación a la derrota y las consecuencias que consideran tuvo la derrota en su trayectoria política. Para la tabulación de las respuestas, se utilizó el programa Atlas Ti. A su vez, para el análisis de la información se utilizaron los siguientes códigos: 1) las reglas electorales 2) requisitos para candidatura 3) reelección 4) causas de la derrota. Producto de este análisis, se lograron identificar patrones, los cuales sirvieron para poder clasificarlos en una tipología de derrotas electorales.

Las principales conclusiones de la investigación son que las reglas electorales favorecen a unos y a otros no, condicionan la participación, las derrotas y afectan la trayectoria. Las reglas son diferentes para participar por una candidatura a diputación que para hacerlo por una regiduría. Las personas que resultan derrotadas poseen distintas ambiciones políticas, no siempre buscan niveles superiores y muchas veces persiguen mantenerse en el nivel en el que se encuentran. Por otro lado, resulta usual que las personas derrotadas se alejen de la política temporalmente. Las bifurcaciones siempre son de tipo menor. La aceptación de la derrota es la mejor estrategia para concretar los intereses. Finalmente, la aceptación del resultado adverso en una persona candidata resulta trascendente para el ejercicio de la democracia.