Los derechos del niño: marco para intervenciones prioritarias en salud
artículo original
Fecha
1980Autor
Mata Jiménez, Leonardo
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Mostrar el registro completo del ítemResumen
Ha llevado tiempo el aceptar que la pobreza y la privación son los de terminantes más importantes en nuestro medio, de la morbilidad infecciosa, la desnutrición, el retardo en el desarrollo, la agresión y el abandono del niño. Es factible encontrar poblaciones humanas aisladas que viven en el subdesarrollo y que a su vez gozan de buena salud, mas ésta es la excepción. La regla es que una vasta proporción de los niños de poblaciones tradicionales pobres, sufren de desnutrición endémica consecuente a la interacción entre las infecciones y las dietas deficientes. En estas poblaciones se ha demostrado que el común denominador es el subdesarrollo que determina un bajo nivel tecnológico en la familia, malos hábitos higiénicos, bajo ingreso económico y hacinamiento. El resultado es un marcado déficit en el crecimiento y desarrollo del niño, asociado a una alta mortalidad. Las sociedades en rápida transición de la vida tradicional a la moderna, experimentan cambios favorables en el nivel de salud. No obstante, algunos sectores de la sociedad pueden quedar atrapados en el subdesarrollo, tanto en áreas urbanas como rurales, y pueden perder rasgos culturales importantes y a la vez adoptar malos hábitos de vida. Los grupos en transición sufren de serios problemas frecuentemente caracterizables por patología social, pero el resultado final es similar al observado en una sociedad tradicional pobre. No puede generalizarse sobre la causalidad y formal de controlar los problemas de salud en los ecosistemas descritos. Mientras que en la sociedad tradicional, un bajo nivel de información tecnológica, limitación en recursos económicos, y mala higiene personal y ambiental, son los generadores de la morbilidad, desnutrición, y muerte, en la sociedad en transición —sabre todo en los anillos de miseria de las ciudades— la patología social, el stress y otros factores ambientales son los determinantes de la mala salud. Se requiere tener una comprensión adecuada de las diversas situaciones para identificar los problemas y así lograr su solución. El establecimiento de prioridades en salud depende en alto grado del conocimiento científico existente sobre salud y bienestar y de los requerimientos para implementar programas. La identificación de las prioridades puede ser tarea fácil si se fundamenta en "Los Derechos del Niño" propuestos en el presente trabajo. Tales derechos son diferentes de los clásicamente enunciados por la Organización de las Naciones Unidas, y están concebidos dentro de un marco de salud y bienestar global para el niño. Las soluciones dependen de la magnitud de Iris recursos existentes y del grado de evolución filosófica de los gobiernos, esto es, del sistema político prevaleciente. A pesar de existir diferencias en los programas ejecutados, los logros registrados en algunos países pueden ser similares, por ser sus metas básicamente las mismas. Las intervenciones deben realizarse dentro de un marco holístico, y no en forma individual. Debe darse preferencia a las mejoras en el ambiente y al fomento de buenos hábitos tiene vida, mis que a las medidas de tipo curativa. El énfasis en el modelo de desarrollo social ha dada mejores frutos que el énfasis en el modelo de desarrollo económico. La proyección a la comunidad es fundamental, lo cual demanda una descentralización del poder y de la acción, así como el desarrollo de una infraestructura con amplia participación comunitaria. En el proceso deben preservarse aquellos rasgos culturales positivas para la crianza del niños, y debe evitarse la adquisición de ciertos hábitos no deseables de la vida modernos.
artículo -- Universidad de Costa Rica, Instituto de Investigaciones en Salud. 1980