Resumen
La OMS estableció en Suecia su Programa de Vigilancia Farmacéutica Internacional, en respuesta a la catástrofe asociada a la talidomida detectada en 1961. Junto con el Centro Internacional de Farmacovigilancia Colaborador de la OMS, el Uppsala Monitoring Center (UMC), la OMS promueve actividades de Farmacovigilancia a nivel de los diferentes países. A finales del año 2015, 123 países se contalizaban como miembros y 28 más como asociados, estos países forman parte del Programa de Farmacovigilancia de la OMS. Los objetivos de la Farmacovigilancia son mejorar la atención y seguridad de los pacientes en relación con el uso de los medicamentos, así como apoyar los programas de salud pública, al proporcionar información fiable y equilibrada para la evaluación efectiva del perfil riesgo-beneficio de los medicamentos.1