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Botanic gardens, education, and orchid conservation strategies: the need for a coordinated approach

dc.creatorMirenda, Thomas
dc.date2011-11-20
dc.date.accessioned2016-05-02T22:15:51Z
dc.date.available2016-05-02T22:15:51Z
dc.identifierhttp://revistas.ucr.ac.cr/index.php/lankesteriana/article/view/18285
dc.identifier10.15517/lank.v11i3.18285
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/10669/21246
dc.descriptionSe ha escuchado a nivel mundial el llamado para la conservación de orquídeas, por parte de científicos, profesionales de horticultura, propagadores comerciales y los apasionados entusiastas privados, todos con diferentes opiniones sobre la manera para atacar este problema global. Las noticias han sido desalentadoras en relación al calentamiento global, destrucción de hábitat, desplazamiento de poblaciones nativas por parte de agresivas, exóticas e insostenibles depredaciones /cosechas de plantas y los esfuerzos impotentes para hacer cumplir las protecciones legales. Se han dedicado muchas ideas y esfuerzos para determinar estrategias específicas para la conservación de orquídeas, incluyendo la protección al hábitat, la compra y preservación de los “puntos calientes,” así como las tendencias hacia la creación de reservas hortícolas, tanto nativas (reservas de los Jardines de Lankester, Fundación EcoMinga, Ecuagenera) y ex situ (jardines de orquídeas en Hawái, colecciones bajo vidrio, etc.). Tácticas como un banco de semillas, tecnología ADN, esfuerzos de propagación ex situ, así como eventuales reintroducciones, inherentemente dependen de recursos y propiedades de jardines botánicos y cultivadores comerciales responsables. Es este tipo de trabajo de horticultura el que ha salvado a otros géneros que no corresponden a las orquídeas, tales como Franklinia, Torreya, Wollemia, y especies de orquídeas como Paphiopedilum vietnamense, Epidendrum ilense, y Angraecum longicalcar de la extinción. Los jardines botánicos unidos bajo ciertas organizaciones como la Asociación Americana de Jardines Públicos (American Public Garden Association - APGA) y Jardines Botánicos para la Conservación Internacional (Botanic Garden Conservation International - BGCI), necesitan de una mayor cooperación y coordinación para el éxito de sus esfuerzos para la conservación de plantas. Además, es un aspecto crítico que los jardines botánicos se conecten con la comunidad científica (y viceversa), especialmente aquellos que mejor pueden asesorar sobreaquellas especies más amenazadas. Si las colecciones van a ser utilizadas en forma óptima, las sociedades científicas y de horticultura deben estar más conscientes de sus respectivos activos y prioridades. En el Primer Congreso Internacional para la Conservación de Orquídeas (International Orchid Conservation Congress - IOCC), se adoptaron cuatro resoluciones de la Estrategia Global para la Conservación de Plantas (Global Strategy for Plant Conservation – GSPC en inglés): 1): el 90% de todas las orquídeas amenazadas deberían ser asegurada en colecciones ex situ; 2) el 50% debería constar en programas para su recuperación activa; 3) Se debe considerar que las orquídeas están amenazadas cuando su cosecha no es sostenible; y 4) Para el año 2010, cada niño y niña debe estar consciente de lo que es la diversidad de plantas (incluyendo a las orquídeas). ¿C.mo podemos evaluar si se está logrando el progreso hacia estos admirables objetivos sin que exista una entidad que unifique y que pueda recopilar el progreso, la información y el grado de éxitos alcanzado? Al ver el esfuerzo desplegado en tantos lugares separados, es indudable que se necesita urgentemente este tipo de entidad. Constituye la meta de muchos jardines botánicos y una meta específica del Instituto Smithsoniano, el promover la diseminación de conocimientos y comprensión. Con este fin en mente, el anterior objetivo #4 constituye una particular prioridad. A pesar de que alcanzar la meta del 100% de conciencia compartida en relación a la diversidad de plantas para el año 2010, hemos iniciado un proyecto que nos permita comprender y finalmente corregir el llamado síndrome de “Ceguera relativa a las Plantas,” bajo el cual la persona promedio no considera que las plantas son seres vivientes (en el mismo sentido de los animales). Mediante el uso de encuestas y entrevistas personales, se está analizando este síndrome generalizado y penetrante para determinar sus caracter.sticas demográficas, hombre/ mujer, urbano/rural, jóvenes/ viejos, etc. Es imperativo para los educadores que identifiquen la edad en la cual dichas actitudes empiezan a introducirse en la psiquis de los jóvenes. Es necesario aplicar ciertas técnicas que permitan elevar el grado de conciencia de los individuos de todas las edades en relación a la importancia de la diversidad de las plantas y su conservación. Esto puede tomar la forma de presentaciones, exposición a especies representativas, paseos de campo y otras oportunidades educativas, que permitan cultivar un enfoque mental que comprenda y a la final proteja el mundo natural. es-ES
dc.descriptionThe call for orchid conservation has been heard worldwide by scientists, horticulture professionals, commercial propagators, and passionate private enthusiasts, all with different opinions and approaches on how to tackle this worldwide problem. The news has been dire with the prospects of global warming, habitat destruction, displacement of natives by aggressive exotics, unsustainable plant predation/harvesting, and impotent efforts to enforce legal protections. Considerable thought and effort have gone into specific strategies for orchid conservation, including habitat protection, buying and preserving ‘hot spots’, and the trends toward creating horticultural reserves, both native (Lankester Gardens, Ecominga Foundation, Ecuagenera reserves) and ex situ (orchid gardens in Hawaii, collections under glass, etc.) Tactics such as seed-banking, DNA technology, ex situ propagation efforts, and eventual reintroductions are inherently dependent on the resources and holdings of botanic gardens and responsible commercial growers. It is such horticultural work that has saved genera such as Franklinia, Torreya, and Wollemia as well as orchid species such as Paphiopedilum vietnamense, Epidendrum ilense, and Angraecum longicalcar from complete extinction. Botanic gardens, while united by certain organizations such as the American Public Garden Association (APGA) and Botanic Garden Conservation International (BGCI), need greater cooperation and coordination of their plant conservation efforts. In addition, it is critical for botanic gardens to engage the scientific community (and vice versa), especially those who can best assess which species are the most endangered. If collections are to be used optimally, the scientific and horticultural communities must become more aware of each other’s assets and priorities. At the first International Orchid Conservation Congress (IOCC), four resolutions were adopted from the Global Strategy for Plant Conservation (GSPC): 1) 90% of all threatened orchids should be secure in ex situ collections; 2) 50% should be in active recovery programs; 3) no orchids should be threatened by unsustainable harvesting; and 4) every child should be aware of plant diversity (including orchids) by 2010. How do we assess whether progress has been made toward these admirable goals without a unifying entity to compile the progress, information, and successes? With so much effort going on in so many separate places, such an entity is sorely needed. In addition, the plant conservation community needs more coordination with the efforts of the animal conservation community. It is the goal of many botanic gardens and a specific goal of the Smithsonian Institution to promote the diffusion of knowledge and understanding. To this end, goal # 4 above is a particular priority. While reaching the goal of 100% awareness of plant diversity by 2010 is not possible, we have undertaken various educational initiatives aimed at promoting conservation awareness in our visitors, especially young people. For educators, it is imperative to instill these values at an early age. en-US
dc.formatapplication/pdf
dc.languagespa
dc.publisherUniversidad de Costa Ricaes-ES
dc.relationLankesteriana;
dc.rightsCopyright (c) 2015 Lankesterianaes-ES
dc.sourceLankesteriana; Lankesteriana: Volumen 11, Número 3es-ES
dc.source2215-2067
dc.source1409-3871
dc.subjectorchidses-ES
dc.subjectconservationes-ES
dc.subjectex situ collectionses-ES
dc.subjectrecoveryes-ES
dc.subjecteducationes-ES
dc.subjectorchidsen-US
dc.subjectconservationen-US
dc.subjectex situ collectionsen-US
dc.subjectrecoveryen-US
dc.subjecteducationen-US
dc.titleBotanic gardens, education, and orchid conservation strategies: the need for a coordinated approaches-ES
dc.titleBotanic gardens, education, and orchid conservation strategies: the need for a coordinated approachen-US
dc.typeartículo original


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